Himnario Adventista 1962
Himno 207
Cristo, el Pastor divino
1
Cristo, el Pastor divino, llámate sin cesar:
“Entra al redil seguro, donde podrás reposar;”
ven cuando tienes la fuerza, ven en tu juventud;
entra al seguro regazo, donde hallarás la salud.
( Chorus )
Con tierno amor te invita el Señor:
“Ven, peregrino, oh ven sin temor;”
ven, que aguarda al más vil pecador
Cristo, el divino Pastor.
2
Cristo, el Pastor divino, quiso morir por ti.
Llámate con ternura: “Ven, alma errante, a mí.
Ven, pues es grande el peligro, ven,”
dice el buen Pastor;
“ven al seguro regazo, donde hallarás el amor.”
( Chorus )
Con tierno amor te invita el Señor:
“Ven, peregrino, oh ven sin temor;”
ven, que aguarda al más vil pecador
Cristo, el divino Pastor.
3
Grande es el peligro, pues cual león feroz
busca el enemigo darte una muerte atroz.
Cristo, el divino Maestro, llámate sin cesar:
“Entra al seguro regazo, donde podrás reposar.”
( Chorus )
Con tierno amor te invita el Señor:
“Ven, peregrino, oh ven sin temor;”
ven, que aguarda al más vil pecador
Cristo, el divino Pastor.