Himnario Adventista 1962

Himno 497

Jerusalén, la excelsa

1

Jerusalén, la excelsa,

llegar anhelo a ti;

mi sueño y mí esperanza

al transitar aquí.

La grey, que ya tus glorias

en lontananza ve,

depone sus afanes,

y vive por la fe.

2

Jesús te está alumbrando,

y tú le das honor

a Aquel que fue inmolado,

tu Esposo y Redentor.

¡Qué gozo me es,

tranquila, eterna habitación,

saber que en ti termina

mi peregrinación!

3

Mi dulce patria amada,

¿mi gozo tú serás?

Feliz mansión soñada,

¿contemplaré tu faz?

¡Ten gozo, tú que gimes

y triste siempre estás,

pues con Jesús, sublime,

por siempre reinarás!