Manjar Sabático
03-04-2021
1 Tesalonicenses 4
1 Además os rogamos hermanos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que fuisteis enseñados de nosotros de cómo debéis de conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más.
2 Porque ya sabéis qué mandamientos os dimos por el Señor Jesús.
3 Porque ésta es la voluntad de Dios, vuestra santificación; que os abstengáis de fornicación;
4 que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificación y honor;
5 no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios.
6 Que ninguno agravie ni tome ventaja de su hermano, en nada; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y protestado.
7 Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
8 Así que, el que menosprecia, no menosprecia a hombre, sino a Dios, el cual también nos dio su Espíritu Santo.
9 Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba; porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros;
10 y a la verdad lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Pero os rogamos, hermanos, que abundéis [en ello] más y más;
11 y que procuréis tener quietud, y ocuparos en vuestros propios negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado;
12 a fin de que andéis honestamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.
13 Mas no quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Él a los que durmieron en Jesús.
15 Por lo cual, os decimos esto por palabra del Señor; que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
16 Porque el Señor mismo con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
18 Por tanto, consolaos unos a otros con estas palabras.
Hebreos 2
1 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.
2 Porque si la palabra dicha por los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución,
3 ¿cómo escaparemos nosotros, si tuviéremos en poco una salvación tan grande? La cual, habiendo sido publicada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que [le] oyeron;
4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros, y dones del Espíritu Santo según su voluntad.
5 Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, del cual hablamos;
6 pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre, para que le visites?
7 Le hiciste un poco menor que los ángeles, le coronaste de gloria y de honra, y le pusiste sobre las obras de tus manos.
8 Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a Él; mas aún no vemos que todas las cosas le sean sujetas.
9 Pero vemos a Jesús coronado de gloria y de honra, el cual fue hecho un poco menor que los ángeles, por el padecimiento de su muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
10 Porque le era preciso a Aquél por cuya causa [son] todas las cosas y por quien todas las cosas subsisten, habiendo de llevar a la gloria a muchos hijos, perfeccionar por aflicciones al autor de la salvación de ellos.
11 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno [son] todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,
12 diciendo: Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la iglesia te alabaré.
13 Y otra vez: Yo en Él pondré mi confianza. Y otra vez: He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.
14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, Él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
15 y librar a los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
16 Porque ciertamente no tomó [para sí la naturaleza de] los ángeles, sino que tomó la de la simiente de Abraham.
17 Por cuanto le era preciso ser en todo semejante a [sus] hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel Sumo Sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
18 Porque en cuanto Él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.
El Evangelismo, capítulo 20: ''El triunfo del mensaje''
Cuando resuene el fuerte pregón
La verdad ha de triunfar pronto—El fin se acerca; avanza sigilosa, insensible y silenciosamente, como el ladrón en la noche. Concédanos el Señor la gracia de no dormir por más tiempo, como otros lo hacen, sino que seamos sobrios y velemos. La verdad está a punto de triunfar gloriosamente, y todos los que decidan ahora ser colaboradores con Dios triunfarán con ella. El tiempo es corto; la noche se acerca cuando nadie podrá trabajar.—Testimonios Selectos 5:228 (1909). {Ev 502.1}
Conversiones como en el Pentecostés—Viene el tiempo cuando habrá tantas personas convertidas en un día como las hubo en el día de Pentecostés, después que los discípulos recibieron el Espíritu Santo.—The Review and Herald, 29 de junio de 1905. {Ev 502.2}
Todavía hay miles que entrarán en la luz—Hay muchos que no han prestado atención a la invitación del Evangelio; han sido probados, pero al parecer se les han presentado obstáculos montañosos que han bloqueado su marcha hacia adelante. Mediante la fe, la perseverancia y el valor, muchos superarán esas obstrucciones y entrarán en la luz gloriosa. {Ev 502.3}
Casi inconscientemente se han erigido barreras en el camino estrecho y angosto; se han colocado piedras de tropiezo en el camino; pero todo esto será quitado. Las salvaguardias que los falsos pastores han colocado alrededor de su grey llegarán a ser como nada; miles entrarán en la luz y trabajarán para difundir la luz. Las inteligencias celestiales se combinarán con los instrumentos humanos. Estimulada en esta forma, la iglesia se levantará y brillará, y aplicará todas sus energías santificadas al conflicto; en esta forma se cumple el designio de Dios, y así es como se recuperan las perlas perdidas. {Ev 502.4}
Hace mucho que los profetas discernieron esta obra grandiosa, captaron la inspiración de la hora, y trazaron admirables descripciones de las cosas que estaban por suceder.—The Review and Herald, 23 de julio de 1895. {Ev 502.5}
Muchos apóstatas regresarán—Cuando realmente se desate la tormenta de la persecución sobre nosotros, las verdaderas ovejas oirán la voz del verdadero pastor. Se realizarán esfuerzos abnegados para salvar a los perdidos, y muchos que se han descarriado del redil volverán de nuevo a seguir al gran Pastor. Los hijos de Dios avanzarán juntos y presentarán al enemigo un frente unido… El amor de Cristo, el amor de nuestros hermanos, testificará ante el mundo de que hemos estado con Jesús y hemos aprendido de él. Entonces el mensaje del tercer ángel se acrecentará hasta llegar a ser un fuerte pregón, y toda la tierra será iluminada con la gloria del Señor.—Testimonies for the Church 6:401 (1900). {Ev 502.6}
Influidos por la prensa—Dios hará pronto grandes cosas por nosotros, si nos allegamos humildes y confiados a sus pies… Más de mil personas se convertirán en un solo día, la mayor parte de las cuales adjudicarán sus primeras convicciones a la lectura de nuestras publicaciones.—The Review and Herald, 10 de noviembre de 1885. {Ev 503.1}
Se repetirá el poder de 1844—El poder que dominó a la gente con tanta vehemencia en el movimiento de 1844, se revelará de nuevo. El mensaje del tercer ángel avanzará, no en tono de susurro, sino con potente voz.—Testimonies for the Church 5:252 (1885). {Ev 503.2}
El fuerte clamor—Durante el fuerte clamor, la iglesia, ayudada por las interposiciones providenciales de su exaltado Señor, difundirá el conocimiento de la salvación tan abundantemente que la luz será comunicada a toda ciudad y pueblo. La tierra será llena del conocimiento de la salvación. Tan abundantemente habrá coronado de éxito el Espíritu renovador de Dios a los agentes intensamente activos, que la luz de la verdad presente brillará por todas partes.—The Review and Herald, 13 de octubre de 1904. {Ev 503.3}
La razón de la demora
Postergada por misericordia—La larga noche de tinieblas es penosa, pero la mañana es postergada por misericordia, porque si el Señor viniera, muchos serían hallados desapercibidos. El deseo de Dios de que su pueblo no perezca ha sido la razón de tan larga demora.—Testimonies for the Church 2:194 (1868). {Ev 503.4}
La obra podría haber sido terminada—Si el propósito de Dios de dar al mundo el mensaje de misericordia hubiese sido llevado a cabo por su pueblo, Cristo habría venido ya a la tierra, y los santos habrían recibido su bienvenida en la ciudad de Dios.—Joyas de los Testimonios 3:72 (1900). {Ev 503.5}
Sé que si el pueblo de Dios se hubiera mantenido en una relación viviente con él, si hubiera obedecido su Palabra, estaría hoy en la Canaán celestial (Boletín de la Asociación General, 30 de marzo, 1903) {Ev 503.6}
Satanás nos ha sacado ventaja—Si todo centinela de los muros de Sion hubiera dado a la trompeta un sonido certero, el mundo habría oído este mensaje de amonestación. Pero la obra está atrasada en años. Mientras los hombres dormíamos, Satanás nos ha sacado ventaja.—Testimonies for the Church 9:29 (1909). {Ev 503.7}
La promesa de Dios no ha fallado—Los ángeles de Dios en sus mensajes dados a los hombres representan el tiempo como algo muy corto. Así es como siempre me ha sido presentado. Es cierto que el tiempo ha sido más largo de lo que habíamos esperado en los primeros días del mensaje. Nuestro Salvador no apareció tan pronto como lo esperábamos. ¿Pero ha fallado la Palabra de Dios? ¡Nunca! Debiera recordarse que las promesas y las amenazas de Dios son igualmente condicionales. {Ev 504.1}
Dios ha encomendado a su pueblo una obra que debe terminarse en la tierra. El mensaje del tercer ángel debía predicarse, las mentes de los creyentes debían dirigirse hacia el santuario celestial, donde Cristo había entrado para realizar expiación por su pueblo. Había que llevar adelante la reforma del día de reposo. La brecha abierta en la ley de Dios debía ser reparada. El mensaje debía proclamarse en alta voz para que todos los habitantes de la tierra pudieran recibir la advertencia. El pueblo de Dios debía purificar sus almas mediante la obediencia a la verdad y estar preparado para presentarse delante de él sin mancha en el momento de su venida. {Ev 504.2}
Si los adventistas, después del gran chasco de 1844, se hubieran aferrado a su fe y hubieran ido unidos en pos de la providencia de Dios que abría el camino, y si hubieran recibido el mensaje del tercer ángel y si lo hubieran proclamado al mundo con el poder del Espíritu Santo, habrían visto la salvación de Dios, el Señor hubiera obrado con poder mediante sus esfuerzos, la obra se habría terminado y Cristo habría venido para recibir a su pueblo y darle su recompensa. Pero en el período de duda e incertidumbre que siguió después del chasco, muchos de los creyentes del advenimiento perdieron su fe… En esta forma la obra fue estorbada y el mundo quedó en tinieblas. Si todo el cuerpo adventista se hubiera unido en torno de los mandamientos de Dios y de la fe de Jesús, ¡cuán ampliamente diferente habría sido nuestra historia! {Ev 504.3}
No era la voluntad de Dios que se demorara así la venida de Cristo. Dios no tenía el propósito de que su pueblo, Israel, vagara cuarenta años por el desierto. Prometió guiarlos directamente a la tierra de Canaán, y establecerlos allí como un pueblo santo, sano y feliz. Pero aquellos a quienes primero se les predicó, no entraron “a causa de incredulidad”. Hebreos 3:19. Sus corazones estaban llenos de murmuración, rebelión y odio, y Dios no pudo cumplir su pacto con ellos. {Ev 504.4}
Durante cuarenta años, la incredulidad, la murmuración y la rebelión impidieron la entrada del antiguo Israel en la tierra de Canaán. Los mismos pecados han demorado la entrada del moderno Israel en la Canaán celestial. En ninguno de los dos casos faltaron las promesas de Dios. La incredulidad, la mundanalidad, la falta de consagración y las contiendas entre el profeso pueblo de Dios nos han mantenido en este mundo de pecado y tristeza tantos años”. Mensajes Selectos 1:78 (1883). Traducción revisada. {Ev 505.1}
No lo culpéis a Dios—Tal vez tengamos que permanecer aquí en este mundo muchos años más debido a la insubordinación, como les sucedió a los hijos de Israel; pero por amor de Cristo, su pueblo no debe añadir pecado sobre pecado culpando a Dios de las consecuencias de su propia conducta errónea.—Carta 184, 1901. {Ev 505.2}
Podemos apresurar el día—Mediante la proclamación del Evangelio al mundo, está a nuestro alcance apresurar la venida de nuestro Señor.—El Deseado de Todas las Gentes, 572 (1898). {Ev 505.3}
Es privilegio de todo cristiano, no solamente esperar, sino apresurar la venida de nuestro Señor Jesucristo. Si todos los que profesan su nombre estuvieran llevando frutos para su gloria, cuán rápidamente todo el mundo sería sembrado con la simiente del Evangelio. Pronto la última cosecha sería levantada, y Cristo vendría para reunir el precioso grano.—Testimonies for the Church 8:22, 23 (1904). {Ev 505.4}
Cuando termine el mensaje—[La venida del Señor] no demorará más que el tiempo que tome la tarea de presentar el mensaje a toda nación, lengua y pueblo. ¿Olvidaremos nosotros, los que pretendemos ser estudiantes de las profecías, que la tolerancia de Dios para con los impíos es una parte del vasto y misericordioso plan por el cual él está tratando de lograr la salvación de las almas?—The Review and Herald, 18 de junio de 1901. {Ev 505.5}
Poder para terminar la obra
Por qué muchos han fracasado en la salvación de las almas—Muchos presentan las doctrinas y teorías de nuestra fe; pero su presentación es como sal sin sabor; pues el Espíritu Santo no está trabajando por medio de su ministerio falto de fe. No han abierto el corazón para recibir la gracia de Cristo; no conocen la operación del Espíritu; son como harina sin levadura; pues no hay ningún principio activo en toda su labor, y dejan de ganar las almas para Cristo. No se apropian de la justicia de Cristo; es un manto que no ha sido usado por ellos, una plenitud desconocida, una fuente no aprovechada.—The Review and Herald, 29 de noviembre de 1892. {Ev 505.6}
Hemos de trabajar con intensidad para impresionar a los no creyentes—Necesitamos mayor intensidad en la causa de Cristo. El solemne mensaje de la verdad debe ser dado con una intensidad que impresione a los no creyentes de que Dios está obrando con nuestros esfuerzos, de que el Altísimo es nuestra fuente viva de fortaleza.—The Signs of the Times, 9 de diciembre de 1886. {Ev 506.1}
Cuando coloquemos nuestros corazones en unidad con Cristo, y pongamos nuestra vida en armonía con su obra, el Espíritu que descendió sobre los discípulos en el día de Pentecostés descenderá sobre nosotros.—The Review and Herald, 30 de junio de 1903. {Ev 506.2}
Con el celo de los apóstoles—El celo por la gloria de Dios impulsó a los discípulos a presentar un testimonio de la verdad con grandioso poder. ¿No debiera este celo inflamar nuestros corazones con un anhelo de contar la historia del amor redentor de Cristo y de éste crucificado? No debe este poder de Dios ser revelado en forma aún más notable hoy en día de lo que fue en el tiempo de los apóstoles?—The Signs of the Times, 17 de febrero de 1914. {Ev 506.3}
La fuente de su poder—Después de la ascensión de Cristo, los discípulos se reunieron en un lugar para suplicar humildemente a Dios. Y después de escudriñar el corazón y de realizar un examen personal durante diez días, quedó preparado el camino para que el Espíritu Santo entrara en los templos del alma limpios y consagrados. Cada corazón quedó lleno con el Espíritu como si Dios quisiera mostrar a su pueblo que era su prerrogativa bendecirlos con la más escogida de las bendicones celestiales… La espada del Espíritu refulgió a diestra y siniestra. Dotada de un nuevo poder penetró hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos. La idolatría que había estado mezclada con el culto del pueblo fue deste rrada. Se añadió nuevo territorio al reino de Dios. Lugares que habían sido improductivos y que habían estado desolados hicieron oír sus alabanzas a él.—The Review and Herald, 10 de junio de 1902. {Ev 506.4}
Sintieron la preocupación por las almas—Notad que fue después que los discípulos habían logrado la perfecta unidad, y ya no luchaban entre sí por conquistar el lugar más elevado cuando el Espíritu fue derramado sobre ellos. Eran de un solo sentir. Todas las diferencias habían sido puestas a un la do. Y el testimonio presentado acerca de ellos después que el Espíritu había sido dado, es el mismo. Notad las palabras: “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma”. El Espíritu de Aquel que murió para que los pecadores pudieran vivir, animaba a toda la congregación de los creyentes. {Ev 506.5}
Los discípulos no pidieron una bendición para ellos mismos. Estaban preocupados con la carga de las almas. El Evangelio había de ser conducido hasta los últimos confines de la tierra, y ellos reclamaban el poder que Cristo había prometido. Fue entonces cuando el Espíritu Santo fue derramado y millares se convirtieron en un solo día.—The Signs of the Times, 17 de febrero de 1914. {Ev 507.1}
Una iglesia despertada—Cuando tengamos una consagración completa y sincera al servicio de Cristo, Dios reconocerá el hecho mediante un derramamiento de su Espíritu sin medida; pero esto no ocurrirá mientras la mayor parte de la iglesia no esté trabajando juntamente con Dios.—The Review and Herald, 21 de julio de 1896. {Ev 507.2}
La tierra iluminada—Vi raudales de luz que salían de las ciudades y de los pueblos, de la montaña y del llano. La Palabra de Dios era obedecida, y en cada ciudad y cada pueblo, monumentos eran levantados a su gloria. Su verdad era proclamada en todo el mundo.—Testimonios Selectos 5:145 (1909). {Ev 507.3}
Veíase a centenares y miles de personas visitando las familias y explicándoles la Palabra de Dios. Los corazones eran convencidos por el poder del Espíritu Santo, y se manifestaba un espíritu de sincera conversión. En todas partes las puertas se abrían de par en par para la proclamación de la verdad. El mundo parecía iluminado por la influencia divina.—Testimonios Selectos 5:220 (1909). {Ev 507.4}
Por medio de instrumentos humildes—Cuando llegue el tiempo de hacerlo con gran poder [la proclamación del mensaje del tercer ángel], el Señor obrará por conducto de humildes instrumentos, dirigiendo el espíritu de los que se consagren a su servicio. Los obreros serán calificados más bien por la unción de su Espíritu que por la educación en institutos de enseñanza. Habrá hombres de fe y de oración que se sentirán impelidos a declarar con santo entusiasmo las palabras que Dios les inspire. Los pecados de Babilonia serán denunciados. Los resultados funestos y espantosos de la imposición de las observancias de la iglesia por la autoridad civil, las invasiones del espiritismo, los progresos secretos pero rápidos del poder papal—todo será desenmascarado. Estas solemnes amonestaciones conmoverán al pueblo. Miles y miles de personas que nunca habrán oído palabras semejantes, las escucharán.—El Conflicto de los Siglos, 664, 665 (1888). {Ev 507.5}
Multitudes se unirán al ejército del Señor—Muchos… serán vistos corriendo de aquí para allá impulsados por el Espíritu de Dios para llevar la luz a otros. La verdad, la Palabra de Dios, es como fuego en sus huesos, y los llena con un deseo ardiente de iluminar a los que están en tinieblas. Muchos, aun entre los indoctos, ahora proclaman las palabras del Señor. Los niños son impulsados por el Espíritu para ir y declarar el mensaje del cielo. El Espíritu se derrama sobre todos los que cedan a sus indicaciones, y arrojando de lado toda maquinaria humana, sus reglas limitativas y métodos cautelosos, declararán la verdad con el poder del Espíritu. Multitudes recibirán la fe y se unirán a los ejércitos del Señor.—The Review and Herald, 23 de junio de 1895. {Ev 508.1}
Miles de voces hacen resonar la amonestación—Vendrán siervos de Dios con semblantes iluminados y brillantes de santa consagración, y se apresurarán de lugar en lugar para proclamar el mensaje celestial. Miles de voces predicarán el mensaje por toda la tierra. Se realizarán milagros, los enfermos sanarán y signos y prodigios seguirán a los creyentes. Satanás también efectuará sus falsos milagros, al punto de hacer caer fuego del cielo a la vista de los hombres. Es así como los habitantes de la tierra tendrán que decidirse en pro o en contra de la verdad. {Ev 508.2}
El mensaje no será llevado adelante tanto con argumentos como por medio de la convicción profunda inspirada por el Espíritu de Dios. Los argumentos ya fueron presentados. Sembrada está la semilla, y brotará y dará frutos. Las publicaciones distribuidas por los misioneros han ejercido su influencia; sin embargo, muchos cuyo espíritu fue impresionado han sido impedidos de entender la verdad por completo o de obedecerla. Pero entonces los rayos de luz penetrarán por todas partes, la verdad aparecerá en toda su claridad, y los hijos de Dios, de corazón recto, romperán las ligaduras que los tenían sujetos. Los lazos de familia y las relaciones de la iglesia serán impotentes para detenerlos. La verdad les será más preciosa que cualquiera otra cosa. A pesar de los poderes coaligados contra la verdad, un sinnúmero de personas se alistarán en las filas del Señor.—El Conflicto de los Siglos, 670 (1888). {Ev 508.3}
El descenso del Espíritu Santo sobre la iglesia es esperado como si se tratara de un asunto del futuro; pero es el privilegio de la iglesia tenerlo ahora mismo. Buscadlo, orad por él, creed en él. Debemos tenerlo y el cielo está esperando concederlo.—The Review and Herald, 19 de marzo de 1895. {Ev 508.4}
La lluvia tardía—Que los cristianos… pidan con fe la bendición prometida, y la recibirán. El derramamiento del Espíritu en los días de los apóstoles fue la lluvia temprana, y glo riosos fueron los resultados. Pero la lluvia tardía será aún más abundante.—The Signs of the Times, 17 de febrero de 1914. {Ev 508.5}
Esta hora de oportunidad
La obra para estos días—El mensaje del tercer ángel está adquiriendo las proporciones del fuerte clamor y no debéis sentiros con libertad de descuidar el deber actual y aun albergar la idea de que en algún tiempo futuro seréis los recipientes de una gran bendición, cuando ocurra un maravilloso reavivamiento sin ningún esfuerzo de vuestra parte… Habéis de tener hoy vuestro vaso purificado, para que esté listo para el rocío celestial, listo para los aguaceros de la lluvia tardía; pues la lluvia tardía vendrá, y la bendición de Dios llenará toda alma que esté purificada de toda contaminación. Es nuestra obra hoy en día rendir nuestras almas a Cristo, para que estemos preparados para el tiempo del refrigerio de la presencia del Señor: preparados para el bautismo del Espíritu Santo… {Ev 509.1}
En vez de vivir en expectación de alguna oportunidad especial de excitación, hemos de aprovechar sabiamente las oportunidades actuales, haciendo lo que debe hacerse, a fin de que las almas puedan salvarse. En lugar de agotar las facultades de nuestra mente en especulaciones con respecto a los tiempos y las sazones que el Señor ha colocado en su solo poder, y retenido de los hombres, hemos de entregarnos al control del Espíritu Santo, para realizar nuestros deberes actuales, para dar el pan de vida, sin ser adulterado por las opiniones humanas, a las almas que están pereciendo por falta de la verdad.—The Review and Herald, 22 de marzo de 1892. {Ev 509.2}
Oportunidades sin precedentes—En estos días de viajes, las oportunidades de relacionarse con los hombres y mujeres de todas las clases y de muchas nacionalidades, son mucho mayores que en los días de Israel. Las vías públicas se han multiplicado por millares. Dios ha preparado maravillosamente el camino. Los recursos de la prensa, con sus múltiples facilidades, están a nuestras órdenes. La Biblia y las publicaciones en muchos idiomas, que presentan la verdad para este tiempo, están a nuestra disposición, y pueden ser rápidamente llevadas a todas partes del mundo. {Ev 509.3}
Hemos de dar la última amonestación de Dios a los hombres, y ¡cuánto no debería ser el fervor que manifestemos en estudiar la Biblia, y el celo que revelemos en esparcir la luz!—The Review and Herald, 25 de enero de 1906. {Ev 509.4}
Dios provee estas oportunidades—Estamos amenazados por una crisis. Mediante el poder del Espíritu Santo ahora debemos proclamar las grandes verdades para estos últimos días. No pasará mucho tiempo antes que todos hayan oído la advertencia y hecho su decisión. Entonces vendrá el fin… Dios es el gran Maestro Mayor de la obra, y mediante su providencia prepara el camino para que su obra se cumpla. Proporciona oportunidades, abre líneas de influencia y canales de trabajo. Si su pueblo está atento para captar las indicaciones de su providencia y si está listo para cooperar con él, verá realizarse una gran obra.—Testimonies for the Church 6:24 (1900). {Ev 509.5}
Una crisis nacional produce un despertar religioso—Hoy los hombres y las naciones son probados por la plomada que está en la mano de Aquel que no comete error… {Ev 510.1}
Hoy las señales de los tiempos declaran que estamos en el umbral de acontecimientos grandes y solemnes. En nuestro mundo, todo está en agitación. Ante nuestros ojos se cumple la profecía por la cual el Salvador anunció los acontecimientos que habrían de preceder su venida: “Y oiréis guerras, y rumores de guerras… Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambre, y terremotos por los lugares”. Mateo 24:6, 7. {Ev 510.2}
El momento actual es de interés abrumador para todos los que viven. Los gobernantes y los estadistas, los hombres que ocupan puestos de confianza y autoridad, los hombres y mujeres pensadores de todas las clases, tienen la atención fija en los acontecimientos que se producen en derredor nuestro. Observan las relaciones que existen entre las naciones. Observan la intensidad que se apodera de todo elemento terrenal, y reconocen que algo grande y decisivo está por acontecer, que el mundo se encuentra en vísperas de una crisis estupenda.—La Historia de Profetas y Reyes, 393, 394 (1916). {Ev 510.3}
Nuestro deber en el momento de tregua—Los ángeles están hoy sosteniendo los vientos de la lucha, hasta que el mundo sea advertido de su inminente destrucción; pero se está preparando una tormenta, lista para desencadenarse sobre la tierra, y cuando Dios ordene a sus ángeles que suelten los vientos, habrá una escena tal de lucha que ninguna pluma la puede describir… {Ev 510.4}
El Señor nos ha concedido misericordiosamente un momento de tregua. Todo poder que nos ha sido prestado por el cielo ha de ser empleado en hacer la obra que el Señor nos asignó en favor de los que perecen en la ignorancia… {Ev 510.5}
El pueblo de Dios debe interceder poderosamente ante él por ayuda ahora. Los hijos de Dios deben consagrar la totalidad de sus energías al esfuerzo de proclamar la verdad durante la tregua que ha sido concedida… {Ev 510.6}
Todos los días nos hemos estado asociando con los hombres y mujeres sujetos al juicio. Cada día puede haber sido la línea divisoria para un alma. Cada día alguien puede haber hecho la decisión que determinará su destino futuro.—The Review and Herald, 23 de noviembre de 1905. {Ev 510.7}
Significado del conflicto—No entendemos como debiéramos el gran conflicto que está teniendo lugar entre los agentes invisibles, el conflicto entre los ángeles leales y los desleales. Los ángeles buenos y malos luchan por la posesión de todo hombre. No es éste un conflicto imaginario. No es una batalla ficticia aquella en la cual estamos empeñados. Hemos de hacer frente a los más poderosos adversarios, y nos toca a nosotros determinar cuál ha de vencer. Hemos de encontrar nuestra fuerza donde encontraron la suya los primeros discípulos.—The Signs of the Times, 17 de febrero de 1914. {Ev 510.8}
Reavivamiento del paganismo; el hombre de pecado expuesto—A medida que nos acercamos al fin del tiempo, habrá una demostración cada vez mayor de poder pagano; deidades paganas manifestarán su notable poder, y se exhibirán a sí mismas ante las ciudades del mundo; y esta delineación ha comenzado a cumplirse. Mediante una diversidad de imágenes el Señor Jesús le presentó a Juan el carácter malvado y la influencia seductora de los que se han destacado en su persecución del pueblo de Dios. Todos necesitan sabiduría para investigar cuidadosamente el misterio de iniquidad que figura en forma tan destacada en las postrimerías de la historia de esta tierra… En el tiempo mismo en que vivimos, el Señor ha llamado a su pueblo y le ha dado un mensaje para presentar. Lo ha llamado a exponer la maldad del hombre de pecado, que ha hecho de la ley del domingo un poder distintivo, que ha pensado en cambiar los tiempos y la ley, y ha oprimido al pueblo de Dios que se mantiene firme para honrarlo y guardar el único verdadero día de reposo, el sábado de la creación, como santo para el Señor.—Testimonios para los Ministros, 117, 118 (1895). {Ev 511.1}
Los intrépidos mensajeros de Dios—Ahora, cuando el fin de las cosas terrenales se acerca rápidamente, Satanás realiza desesperados esfuerzos por entrampar al mundo. Inventa muchos planes para ocupar las mentes y apartar la atención de las verdades esenciales para la salvación… {Ev 511.2}
En todas las ciudades sus agentes están organizando empeñosamente en partidos a aquellos que se oponen a la ley de Dios. El gran engañador está tratando de introducir elementos de confusión y rebelión, y los hombres se están enardeciendo con un celo que no está de acuerdo con su conocimiento.—Los Hechos de los Apóstoles, 178, 179 (1911). {Ev 511.3}
Se acerca la culminación y el triunfo
El Evangelio sacudió una vez al mundo—Por medio de la cooperación del Espíritu divino, los apóstoles realizaron una obra que conmovió al mundo. El Evangelio fue llevado a toda nación en una sola generación. {Ev 511.4}
Gloriosos fueron los resultados que acompañaron al ministerio de los apóstoles escogidos por Cristo… {Ev 512.1}
Los apóstoles no cumplían su misión por su propio poder, sino con el del Dios viviente. Su tarea no era fácil. Las primeras labores de la iglesia cristiana se realizaron bajo opresión y amarga aflicción. Los discípulos encontraban constantemente privaciones, calumnias y persecuciones en su trabajo; pero no consideraban sus propias vidas como caras, antes se regocijaban porque eran llamados a sufrir por Cristo. La irresolución, la indecisión, y la debilidad de propósito, no tenían lugar en sus esfuerzos. Estaban dispuestos a gastar y ser gastados. El sentido de la responsabilidad que descansaba sobre ellos, purificaba y enriquecía sus vidas; y la gracia del cielo se revelaba en las conquistas que lograron para Cristo. Con el poder de la omnipotencia, Dios obraba por intermedio de ellos para hacer triunfar el Evangelio.—Los Hechos de los Apóstoles, 426, 427 (1911). {Ev 512.2}
Un firmamento de escogidos—Entre los habitantes de la tierra, hay, dispersos en todo país, quienes no han doblado la rodilla ante Baal. Como las estrellas del cielo, que sólo se ven de noche, estos fieles brillarán cuando las tinieblas cubran la tierra y densa oscuridad los pueblos. En la pagana Africa, en las tierras católicas de Europa y de Sudamérica, en la China, en la India, en las islas del mar y en todos los rincones oscuros de la tierra, Dios tiene en reserva un firmamento de escogidos que brillarán en medio de las tinieblas para demostrar claramente a un mundo apóstata el poder transformador que tiene la obediencia a su ley. Ahora mismo se están revelando en toda nación, entre toda lengua y pueblo; y en la hora de la más profunda apostasía, cuando se esté realizando el supremo esfuerzo de Satanás para que “todos… pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos” (Apocalipsis 13:16), reciban, so pena de muerte, la señal de lealtad a un falso día de reposo, estos fieles, “irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin culpa”, resplandecerán como “luminares en el mundo”. Filipenses 2:15. Cuanto más oscura sea la noche mayor será el esplendor con que brillarán.—La Historia de Profetas y Reyes, 140, 141 (1916). {Ev 512.3}
La iglesia triunfante—La obra pronto ha de terminar. Los miembros de la iglesia militante que han demostrado ser fieles integrarán la iglesia triunfante.—Carta 32, 1892. {Ev 512.4}
Y nuestro General, que no comete nunca un yerro, nos dice todavía: “Avanzad, entrad en nuevos territorios; enarbolad el estandarte en todo país. ‘Levántate, resplandece; que ha venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti”’. {Ev 512.5}
Ha llegado el tiempo en que, por medio de los mensajeros de Dios, se está desenvolviendo el rollo ante el mundo. La verdad contenida en los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles, debe ir a toda nación, tribu, lengua y pueblo; debe iluminar las tinieblas de todo continente, y extenderse hasta las islas de la mar. No debe dejarse dilatar esta obra de gran importancia. {Ev 513.1}
Nuestro santo y seña debe ser: ¡Adelante, siempre adelante! Los ángeles de Dios irán delante de nosotros para prepararnos el camino. No podemos deponer nuestra preocupación por las regiones lejanas antes de que toda la tierra esté iluminada por la gloria del Señor.—Obreros Evangélicos, 485, 486 (1915). {Ev 513.2}
Testimonio: 12-05-2017 #01
Hermanos, quiero compartir una experiencia que el Señor me dio anoche para que compartiera. Estas cosas, como siempre digo, son un poco difíciles y, pues, tengo que cumplir lo que Dios me pide que haga. Así que, en el nombre del Señor, les cuento. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p1}
Anoche, en sueños, vi cómo el tiempo final se acercaba a paso muy ligero. Y estábamos, mi familia y yo, corriendo, ¡advirtiéndole a todas las personas que podíamos encontrarnos al frente! Lamentablemente, muy pocas personas hacían caso; también vi cómo fuimos a muchas iglesias, eran iglesias adventistas. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p2}
Estábamos ahí y dijimos, cuando llegamos: “bueno, tiene que ser sábado”, porque los encontramos a todos allí, como siempre se acostumbra en sábado. Así que fuimos a una y a otra, llevábamos la advertencia. Y, cuando los que estaban allí escuchaban, solamente uno o dos salían. Cuando eso pasaba, que estas personas salían, el uno o dos, pues, entonces, había una negrura, ¡una negrura! que comenzaba desde su cabeza y seguía bajándole a la cara. Y sobre el templo también caía esa negrura. Entonces, salíamos corriendo, ¡y nos poníamos muy tristes! porque queríamos que más personas estuvieran fuera de esa negrura. ¡Pero no podíamos lograr que nos hicieran caso! {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p3}
Así que salimos de allí; e íbamos corriendo. Y estábamos llorando y pidiéndole al Señor que nos ayudara porque, el pastor con los líderes de la iglesia —ancianos y demás—, nos empezaban a perseguir. Estábamos [siendo] perseguidos por ellos. Y yo les decía, a las personas, que corrieran. Que, ¡por favor! ¡corrieran más rápido! porque sentíamos [que] ellos no, no sentía yo que nos gritaban nada. Ni estaban haciendo aguaje de hacernos algo, pero yo sentía que, si nos agarraban, pues, no iba a pasar algo bueno. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p4}
Así que, rápidamente, teníamos un carro allí y, nos montamos. Y empezamos a huir. Así fuimos a muchas iglesias y pasaba lo mismo, vez tras vez. Era bien triste porque, en algunas, por más que tratábamos de que las personas entendieran el tiempo en que estamos, y lo que Dios estaba mandando, nadie salía. Así que, en mi sueño, también me vi explicándole a personas, como Dios me había explicado, los movimientos finales que se podían hacer. Y yo les decía que se apuraran, que lo que tenían que vender que lo vendieran. Que todo lo de valor que ellos tenían que, ¡por favor!, lo vendieran: casa, carro, muebles, enseres. Que se olvidaran de los lujos, de la ropa, de los zapatos, accesorios. ¡Todo eso era vanidad! y había que desechar todo eso y seguir lo que el Señor indicaba. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p5}
Así que yo les decía, en las indicaciones, que, también, se unieran varias familias —tres o cuatro—, y que compraran algo, una porción de tierra. Pero que, ¡por favor!, salieran. Que comenzaran a sembrar, que el tiempo ya era cerca. Que, ¡por favor!, se apresuraran. ¡Era una desesperación lo que yo tenía cuando le decía esto a las personas! Muchas personas, yo les explicaba, y ellos, muchos, salían. Pero ya, otros, se quedaban. Entonces, yo les decía que era el tiempo de vaciar las casas, que era el tiempo de salir de las cosas, que el Señor nos estaba indicando eso y que, ¡por favor!, lo obedeciéramos. Entonces, muchos me decían: “¡pero es que yo no tengo cosas para salir!” Y yo les decía: “pero vendan, vendan lo que tienen”. Pero ellos no querían. Seguían aferrados a sus sillones caros, a sus muebles, sus cosas; y no querían salir. Yo les decía que las pusieran delante del Señor, que vendieran todo y ese dinero que lo pusieran delante del Señor, con oración y ayuno, y Dios les iba a abrir puertas, y el camino, a un lugar seguro. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p6}
Así que en el momento [en] que yo estaba, ahí, hablando, en ese momento, yo les decía: “¡por favor!, ¡el pueblo verdadero de Dios tiene que salir! ¡el pueblo verdadero de Dios tiene que salir! ¡Por favor! ¡Salgan, apúrense, apúrense, no miren atrás, no se demoren, solo tienen que hacerlo! Y, en ese momento, cuando yo les estaba diciendo eso, yo escuché una voz, una voz que decía, por encima de la mía, bien fuerte: “¡apúrense, apúrense, no miren atrás, no se demoren, sólo retengo por un momento los vientos hasta que se ubiquen! ¡Por favor, apúrense!” Cuando yo escuché eso, me puse muy nerviosa y les decía: “¡por favor, escuchen! ¡hagan caso! ¡hagan caso a lo que el Señor les está diciendo!” Pero muchos se reían, cerraban sus puertas y se quedaban cómodos donde estaban. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p7}
Así que en el sueño también vi que todos los que habían salido de esas iglesias corrían conmigo, era como una ladera, una ladera de una montaña. Entonces, comenzamos a subir y había cabañitas que estaban ahí, dentro de esa montaña, en diferentes lugares. No estaban todas juntas, estaban en diferentes lugares. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p8}
Pero esas cabañitas eran cabañitas bien modestas, sólo tenían para dormir y todo lo demás se hacía fuera. Así que, muchos de los que íbamos allí en ese grupo, miraban con asombro al ver la sencillez de aquel lugar. Pero yo los animaba, yo los animaba a que estuvieran agradecidos y felices porque Dios les abrió el camino y les permitió que ellos pudieran salir. Entonces, algo me indicó que mirara adentro de las cabañitas. Y dentro de las cabañitas, lo que había, eran como “matrecitos” de dormir [pequeño colchón] y frazadas. Algo sencillo. Algunos barriles llenos de agua y había comida y una que otra olla. Un vaso, un cubierto, algo así bien acomodadito en una esquina. Y había tres libros. Entonces, cuando yo voy para los libros, lo que estoy viendo es: la Biblia, nuestro Himnario Adventista y el Espíritu de la Profecía. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p9}
Entonces yo les decía: “ustedes ven, ustedes ven, cómo el Señor lo que quiere es que nada más nosotros dependamos de Él, ¡mira lo que nos está poniendo aquí!”. Entonces, ellos miraban como asombrados, como quien dice: “¿no hay algo más?” Y yo les decía: “no, no hay nada más. Pero todo está sencillo. Todo está en orden. Todo está limpio. El Señor nos ha puesto mesa en el desierto”, les decía yo. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p10}
Entonces vi que, fuera de las cabañas, había un amplio terreno y como que había un río cerca. Y, ahí, comenzamos a sembrar. Vi que estábamos sembrando un huerto y en el huerto estábamos sembrando hojas verdes, también había: bulbos, raíces, granos y frutas. Eso era lo que estábamos sembrando en ese momento, en ese lugar. Entonces, todos los días íbamos al huerto con la certeza de que íbamos a encontrar algo para comer —porque teníamos que ir para conseguir la comida del día—. Y, cuando salíamos con esa seguridad, encontrábamos allí la comida. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p11}
Así que estábamos ahí gozosos y felices, pero, de repente, algo me dijo: “baja la montaña”. Y, cuando bajé la montaña deprisa, la voz me dijo —cuando iba de camino de prisa—: “ve a buscar a otros”. Entonces vi cómo estaba yo corriendo, corriendo, corriendo, yendo a buscar a otros. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p12}
Entonces vi que entré a una casa. Y, cuando entré a esa casa, vi una señora, esa señora me traía comida y me decía: “come”. Y les ofreció a otras personas que, también, estaban en esa casa. Los demás cogieron la comida y comenzaron a comer con calma. Pero yo les decía: “no, yo no me puedo quedar a comer. ¡Por favor! Miren, les estoy diciendo que tenemos que irnos, ¡tenemos que irnos!” Y la señora de la casa los alentaba que, por favor, que, con calma, comieran; que no se apresuraran. Pero yo estaba desesperada porque yo sabía, dentro de mí, que algo no estaba bien y que había que apurarse. Entonces yo ahí, casi estaba gritándoles, y les decía que, por favor, que la voz me dijo: “¡vete, salgan, salgan, salgan!” Y yo les decía, pero ellos no me hacían caso. Entonces en un momento cuando estaba allí, como que mis ojos se abrieron y mi pensamiento como que se abrió, y me pude dar cuenta que las personas que estaban ahí yo las conocía, de hecho, las conozco. Y para mí es muy triste porque cuando usted conoce las personas, pues ya uno les toma cariño y, como son hermanos, pues, es aún más triste. Entonces cuando vi eso, la voz me dijo: “vete, la suerte ya está echada sobre ellos”. Así que yo salí llorando, estaba casi sin aliento, ¡no lo podía creer!, eran hermanos que yo conocía de aquí de Puerto Rico y de Wooster, Massachusetts, donde tuve el privilegio de estar, en esas iglesias. Y la voz me decía: “ve a casa, ve a casa”. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p13}
Entonces, yo, empecé a correr y en el camino yo empecé, de casa en casa, a gritar a las personas: “¡salgan, salgan, la tormenta se avecina, por favor salgan, salgan! Entonces muchos salían, y yo los veía que estaban con aretes, pinturas y brazaletes y collares. Y yo decía: “pero, Señor, estos no son adventistas ¿quiénes son?” Y la voz me dijo: “estos son los de la última hora, sígueles hablando”. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p14}
Entonces cuando él me dijo así, yo le dije: “Señor, ¿y los adventistas?” y Él me dijo: “ya pasó su hora”. En ese momento yo caí desmayada al piso, el dolor era muy grande por escuchar esas palabras. Entonces, un personaje hermosísimo, hermoso, me levantó y me dijo: “hija, ¡corre, escapa por tu vida! Y sigue en el camino levantando la voz”. Así que corrí entre muchos que corrían en mí misma dirección y era la carrera tan grande, que yo llevaba, que los sobrepasé. Y corrí hasta que yo no veía nadie corriendo al lado mío. Entonces empecé a pasar por casas, y adonde fuera yo los avisaba y uno que otros salían y se unían al grupo de los que íbamos corriendo. Luego, después de eso, entramos en la montaña y yo pensaba; “Señor, ¿dónde se alojará tanta gente?” Pero una voz me consolaba y me decía que todo estaba ya dispuesto, que no me apurara. Así que muy alto en las montañas yo veía más cabañitas pequeñas, pero estaban rotuladas y por alguna razón, no sé por qué, pero por alguna razón cada uno que iba allí conmigo sabía dónde le tocaba. Entonces, hermanos adventistas que ya estaban en ese lugar, que ya estaban allí de antemano, los seguían a sus lugares, ya destinados para ellos, y estaban ellos gozosos recibiendo todas estas personas e indicándoles dónde iban ellos a estar. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p15}
Entonces, cuando ellos llegaron ahí, todos comenzaron a llorar de agradecimiento y nos decían: “¡gracias! Porque nosotros estábamos cómodos, ¡nadie nos había dicho nada! Y nosotros estamos, ahora, aquí, ¡salvos de la tormenta gracias a ustedes! ¡Gracias, gracias por decirnos!” Y estábamos todos gozosos y nos abrazábamos y orábamos y le dábamos gracias al Señor por esa oportunidad. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p16}
Así que, estuvimos ahí y comenzó el atardecer, desde la montaña yo veía como [en] la llanura ya se iba poniendo oscurito. Entonces, cuando ya se puso totalmente oscuro, escuché un estruendo en el cielo y miré, y cuando miré, vi grandes bolas de fuego que estaban bajando. Mi corazón se me quería salir del pecho porque, en el estruendo que bajaban estas bolas de fuego, yo sentía que todo mi ser temblaba. Todas las montañas estaban también temblando. Y vi que muchas personas estaban en diferentes montañas cerca de nosotros. Porque, cuando las bolas de fuego bajaban, como que daban un resplandor cuando pasaban por las montañas y, me pude dar cuenta que nuestro grupo no era el único que estaba ahí, sino que había otros grupos en otras montañas. Estas bolas comenzaron a golpear las llanuras y se oían gritos estridentes de personas, por unos segundos, y luego, pues, —ya—, cesaba. Así que supe, entonces, que, por alguna razón, no sé cómo, pero por alguna razón, en mi mente, algo me decía: “las plagas ya están comenzando, ya comenzaron”. Entonces le dije a todos: “¡por favor! Vamos a arrodillarnos, vamos a clamar, ¡vamos a clamar a Dios que nos proteja!”. Y, así, pues, lo empezamos a hacer mientras las bolas de fuego seguían cayendo. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p17}
Ya cuando estábamos ahí, ya, el panorama cambió y, luego, yo fui llevada de aquel lugar a un lugar más alto. Estaba, ya, entonces, más arriba de las nubes y podía ver hacia abajo que había muchas calamidades de gran magnitud que me era imposible fijarme en ellas sin estremecerme. Mi acompañante me dijo: “mira otra vez”. Cuando me dijo así, cuando miré, mi vista se abrió como si fueran binoculares que se ajustan para ver mejor, y enfocaron en las personas que estaban sufriendo. ¡Fue horrible la escena que vi! ¡muy horrible! Yo vi, ahí, personas, pastores adventistas, feligreses —vi gente muy amada y muy conocida allí—, vi familiares, vi líderes, desde los grandes, allí. ¡Todos estaban sufriendo ese gran tormento! Pedí que, ¡por favor!, ya no quería ver más, pero mi acompañante me dijo: “es necesario, es necesario”. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p18}
Entonces, ya cuando estaba allí mirando todas aquellas cosas, que ya casi mi vista yo no la quería ni fijar en eso, se me cambió el panorama Entonces entré a iglesias adventistas donde vi cómo oficiaban los líderes y los pastores. Entonces, ellos estaban allí y estaban clamando, —estaban como clamando para que Dios los librara de aquel mal—, pero la liberación no les llegaba. Entonces los feligreses les gritaban: “¡ustedes siempre nos dijeron qué hacer, siempre obedecimos y mira ahora lo que nos está pasando! ¡Clamen a Dios, a Dios, para que nos libre!” ¡Pero la liberación no venía de ningún lugar! Luego, al salir de aquel lugar, fui llevada a un salón grande y todos estaban, allí, aquejados por la enfermedad, ¡todos se quejaban, murmuraban! Y vi a alguien que estaba como en un asiento, en un escritorio y él firmaba algo. Y repartió muchas hojas y, esas hojas, las regaban por diferentes lugares, luego vi esas hojas y escuché algo, una voz bien fuerte gritó: “¡¡muerte!!” {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p19}
Así que yo me sentí desfallecer y caí, otra vez, de rodillas, y mi acompañante me levantó y me dijo: “vamos, es hora”. Así que fui llevada al monte con las demás personas y comenzamos allí a clamar día y noche, día y noche. Pero algo maravilloso pasaba, mi acompañante no se iba de allí y me dijo: “calma no te desesperes, observa”. Fue tremendo porque en ese momento, mis ojos como que se pudieron abrir y, vi ángeles que rodeaban las montañas donde estaban los hijos de Dios. Aquel espectáculo era maravilloso, yo los veía cogidos de la mano, todos haciendo un círculo alrededor de las montañas y, ahí, tuve la seguridad de que nada podía pasar aquel cerco, ¡nada lo podía atravesar! {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p20}
Luego de eso fui bajada al monte, y yo le contaba a los demás [lo] que yo había visto. Y que estábamos allí alabando al Señor, y glorificándolo. Porque ellos se gloriaban cuando decían: “nos sentíamos en peligro, pero ya no, porque el Señor nos está protegiendo; mandó sus ángeles a que estén aquí con nosotros”. Así que, ya era tarde en la noche, ya estaba oscureciendo. Y, cuando comenzó a oscurecer, comenzaron a aparecer ángeles, había uno por cabaña y nos guiaban hasta bien adentro, [a] lo más recóndito de las montañas. Y, allí, nos comenzaron como a guardar en lugares que ya estaban especificados, donde teníamos que llegar. Pero yo le dije a mi acompañante, le hice una pregunta: “¿es aquí donde nuestro pan y nuestras aguas estarán seguras, verdad?” Le decía yo. Y él me dijo: “sí, solo hasta aquí será, al final de la siega”. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p21}
Entonces yo le decía: “pero eso no es lo que nos decían, nos decían que no teníamos que hacer ningún tipo de preparación porque todo iba a estar seguro”.
Entonces él me decía: “no, hasta aquí, hasta aquí es que va a estar seguro”.
Entonces yo le dije, te quiero preguntar: “¿por qué sembrábamos y rápido crecían hojas y frutos allá en las cabañas?”
Entonces él me dijo: “ven, ven y ve”. Yo fui llevada al lugar de las siembras y veía que los hermanos sembraban y, hermanos, ¡vi algo ahí maravilloso! ¡algo que me da una esperanza, en el Señor, grandísima! Yo vi ángeles que venían con gotas de agua, y esas gotas eran brillantes, y ellos las depositaban encima de cada planta o árbol que allí se sembraba. Y rápido, ¡rápido! crecían y daban fruto. Entonces yo le pregunté, le pregunté, y le dije: “¿que son esas gotas?” Y él me dijo: “ven y ve”. Entonces vi cómo, del río de la vida, allá en el cielo, ángeles rápidos y prestos recogían gotas y las traían a la tierra para regar los cultivos. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p22}
¡Yo lloré de la alegría, hermanos! ¡Yo estaba tan contenta! Y, luego, fui llevada a lo más recóndito de las montañas. Luego que me presentaron esto, ya en la montaña, escuchábamos que había mucho ruido, mucha algazara en la llanura y una gritería. Y yo lo podía escuchar. Pero los que allí estábamos nos sentíamos seguros, ¡sentíamos que nada nos podía pasar! Pero sufríamos, ¡sufríamos por aquellas personas que estaban en la llanura! ¡Sus gritos nos atormentaban! ¡Era bien difícil poder seguir escuchando lo que, en la llanura, se escuchaba! {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p23}
Pero ya, luego, miré al cielo, no sé por qué, algo me llamó la atención, y vi el número siete. Era un siete gigante, gigante, en el cielo y le pregunté: “¿qué es esto?” Y mi acompañante me dijo: “esta es la séptima plaga”. Entonces, tan pronto él acabó de decirme eso, hubo un estruendo. Todo se comenzó a estremecer, el mar rugía, las olas trepaban los montes y la tierra rechinaba como una puerta con goznes viejos y estaba todo revolcado. Sentíamos que todo se nos venía encima, entonces pregunté a mi acompañante: “¿verdad que es Jesús? ¡¿es Jesús el que viene?!” Y me dijo: “sí, llegó la hora”. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p24}
Mi acompañante se alejó de mí, me dijo: “tengo que irme, y tú también”. Entonces yo le digo; “¿Cómo? ¿a dónde te vas?” Entonces me dijo: “voy a la hueste angelical a tomar mi lugar, pero pronto te veré otra vez”. Entonces le pregunté: “yo, ¿a dónde voy?” Y me miró sonriente y me dijo: “al mundo, vas a ir al mundo. Y diles que ya nos estamos preparando porque el Rey de reyes y Señor de señores, ya, regresa por los suyos. Que pongan en balanza lo celestial versus lo terrenal, ¡y luchen porque nadie les quite su corona!” {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p25}
Vi el celaje cuando el ángel partió al cielo. Todo se detuvo. Ya no vi más. Pero escuché una voz que me dijo: “¡corre!, ve corre, ¡diles que se preparen! Yo les estoy abriendo puertas que nadie puede cerrar para que se alisten, que no malgasten las cosas. Que se apresuren, sólo para alistarse para este momento, porque no hay tiempo que perder. Muchos no te van a escuchar. Pero diles, porque los entendidos entenderán y todos los que se hallan escritos en el libro de la vida van a poder entender”. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p26}
Allí, hermanos, yo desperté, con urgencia de compartir esto con cada uno de ustedes. Como siempre les digo hermanos, yo soy nadie. Yo soy la primera que tengo que alistarme delante del Señor. Pero, ¡por favor les pido! el Señor viene pronto, todas las señales, todo lo que está pasando nos [lo] indica. Hermanos, ¡por favor, alistémonos! ¡por favor, hagámosle caso a lo que Dios nos está diciendo! Pongamos nuestras vidas, nuestras cosas, todo, delante del altar del Señor, para que el Señor nos abra puertas que nadie puede cerrar. Es mi deseo y oración que todos nos salvemos, aunque en el sueño vi que no todo era así, es mi deseo y oro por esto. Que el Señor me los bendiga y que podamos vernos en la Patria Celestial. {Daisy Escalante: 12-05-2017 #01, es.p27}
Testimonio: 13-09-2017
El 13 de septiembre del 2017, tuve otro sueño. En sueños vi que mi familia, y otras personas, estábamos en una casa, en una casa como multi cuartos, estábamos ayudando a unas personas necesitadas, estas personas tenían muchas situaciones de salud física y, también, espiritual. Así que se estaba haciendo esta obra ahí, hermosa, y era una obra de reforma, y [a] muchos de los que se les hablaba de las cosas de Dios aceptaban al Señor, ¡y estaba muy bonito lo que estaba pasando en aquel lugar! Había también otras personas allí que estaban ayudándonos en este trabajo, en esta labor. {Daisy Escalante: 13-09-2017 , es.p1}
Entonces, de repente, llegaron varios hermanos, eran adventistas, los conocía en el sueño. Entre ellos vi ancianos, diáconos y pastores que aún ofician. Y ellos entraron y veían lo que estaba allí pasando. Entonces nos dijeron que estábamos haciendo una buena obra, que nos felicitaban. Entonces luego de ver todo lo que estábamos haciendo y [de] estar allí unas horas, pues de repente ellos salieron, así que nosotros seguimos haciendo la obra que estábamos [haciendo] allí, pero yo meditaba en por qué ellos habían llegado allí, más solamente vieron, pero no se quedaron a ayudarnos. ¡Había tanto que hacer!, que seguimos haciendo y seguimos haciendo y pasaron unas horas largas cuando de repente alguien gritó, solamente escuché la voz, no escuché quién era y dijeron: “¡corran, corran!” {Daisy Escalante: 13-09-2017 , es.p2}
Entonces yo estaba cerca de una ventana, y miré por la ventana, y vi [a] los mismos hombres que habían venido horas antes. Esta vez venían con machetes, antorchas encendidas, cuchillos, palos, venían como si fueran a arremeternos. Entonces, los que estaban con nosotros corrieron y escaparon, pero mi familia y otras personas que estaban más metidos en los cuartos ayudando a las personas, y yo, pues, fuimos atrapados. Entonces ellos comenzaron a maltratarnos con las cosas que tenían en sus manos. Entonces luego que nos terminaron de maltratar y que estábamos bien maltrechos, nos metieron en un cuarto y nos amenazaban con pegarle fuego al edificio con nosotros. Cuando estábamos allí, pues ya yo estaba muy tensa, mi corazón latía rápidamente, entonces en ese momento, que estábamos en el suelo, que estábamos orando y pidiéndole al Señor, llegó mi acompañante. {Daisy Escalante: 13-09-2017 , es.p3}
Entonces cuando ya estoy ahí de rodillas y veo que llega mi acompañante, cuando yo lo vi, ya no temí más. Entonces me paré de mis rodillas y le dije a los demás: “¡no teman, llegó la ayuda celestial!” Entonces, él extendió la mano hacia la puerta del cuarto y la puerta se abrió y él nos guió hasta afuera. Bajamos por una colina, cruzamos también un río, y comenzamos entonces a subir como si fuéramos para una montaña. Entonces mi acompañante me dijo: “no paren hasta ver la señal y estarán seguros”. Más no me dijo cuál era la señal. Entonces, nada, he aprendido a no preguntar, sino a avanzar, así que comenzamos a subir y a subir, y entonces llegamos a un lugar. Era un lugar bello, estaba precioso, había una hierba verde y unos árboles frondosos; y allí había otras personas, habían adultos, jóvenes, ancianos, niños. Mientras disfrutaba el paisaje, mi acompañante apareció y me dijo: “este es el lugar, ya están a salvo. No teman, solo obedezcan las instrucciones y vivirán”. Entonces en ese momento, ahí desperté, desperté. {Daisy Escalante: 13-09-2017 , es.p4}
Siempre he estado resuelta a obedecer a mi Dios aunque no entienda por qué Él me está pidiendo las cosas, pero en este momento más aún. Estoy aún más resuelta de obedecer a mi gran Dios, no importa lo que esto me pueda costar, pues sé que en sus manos hay completa seguridad. Espero que cada uno de nosotros también tomemos esa resolución, para que sea Dios, únicamente Dios el Rey de nuestras vidas, y que podamos tener una bendición completa en Cristo Jesús. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 13-09-2017 , es.p5}
Testimonio: 20-05-2018
Amados, 20 de mayo de 2018. Hoy, día de pentecostés, de madrugada casi ya amaneciendo, en sueños fui llevada a unas montañas donde se estaban preparando varias familias para el momento de no comprar y vender. Vi estas preparaciones y eran muchas las labores y pocos los obreros, y la escasez corría a pasos agigantados. En el lugar vi como una familia sufriente llegó y deseábamos ayudarle. Más esta familia no quiso y, al salir del lugar, un viento recio arremetió contra ellos y fueron arrastrados y no los vi más. Volví al campamento muy triste. Entré a las montañas y vi cómo, varios, por la poca preparación e indecisión decidieron darse por vencidos y retirarse del lugar de refugio a la llanura en busca de sustento. Les exhorté, más mis ruegos fueron en vano, les vi salir del lugar y no les vi más. Eché a ver que otros que debían estar allí, por la dilación y falta de ánimo propio, no procuraban el avance pensando que la crisis, la crisis, no se avecinaba tan rápidamente. Vi sus lugares que estaban desolados y empolvados. {Daisy Escalante: 20-05-2018, es.p1}
Mientras yo veía esto, escuché del este un ruido, era el ruido de un shofar muy potente y una voz dijo, después que éste dejó de sonar: llegó el momento en que algunos descansarán, y muchos morirán”. Al escuchar esto me asusté grandemente, y dije a los que estaban conmigo: “buscad al Señor en ruego y oración y así seremos libertados”. Escuché a lo lejos gritos de gente que, por lo que escuchaba, se notaba la angustia, el desespero y dolor. También escuché estruendo de caballos, que a su paso sentía como que el piso se estremecía. Al sentir yo este movimiento le dije a los que estaban conmigo que se aferraran a los árboles más fuertes que tuvieran cerca, y así lo hicieron. Y, así, les dije yo que, iban a evitar caer al suelo. {Daisy Escalante: 20-05-2018, es.p2}
Entonces escuché otra vez el sonar de aquel shofar y al terminar la voz dijo: “Oseas 2 y Nahum 3”. Vi desorientación y confusión en la llanura —ninguno encontraba escapatoria—, llanto y dolor. Vi cómo limpiábamos los lugares desocupados para, así, dar paso a aquellos que podrían llegar en necesidad. La desolación era tanta que, al dar el viento a otros lugares, las montañas se les iba su verdor y se volvían arenosas sin vegetación. Era espantosa aquella escena, de ver aquellas montañas que estaban verdes y, de repente, cuando venía este viento quedaban como si fueran brown [marrón] con pura arena. Vi como los vientos rugían y una atmósfera de mal se percibía a la distancia. Rogamos a Dios por protección al ponernos de pie de nuestras rodillas, y pude ver que, cerca del campamento en una bajada, había un hermoso ángel. ¡Era tan hermoso en tamaño y era majestuoso en esplendor! Lo vi que tenía una espada desenvainada en su mano derecha, y ésta apuntaba hacia el cielo. Se me indicó que sólo los fieles recibirán protección, que la densa hora de pruebas se nos avecina y si no afirmamos nuestros pasos en Cristo Jesús, pereceremos. {Daisy Escalante: 20-05-2018, es.p3}
Se me indicó que la preparación ya debería estar acabando y que muchos adormecen sus sentidos con la dilación del mundo. Se me dejó saber que el enemigo los duerme para que no se den cuenta de la inminente destrucción y así puedan ser presas en sus garras mortales. Se me hizo saber que toda cavilación, presunción, y dilación nos será para destrucción y no tendremos otra oportunidad, pues su Palabra, amados, es clara y verdadera. Se me hizo notar con urgencia que sólo lo que sea para nuestra salvación debe ser nuestro gran tema de interés, y que no prestemos atención a fábulas y confabulaciones de demonios. {Daisy Escalante: 20-05-2018, es.p4}
“El enemigo”, se me dijo que: “está juntando sus más acérrimas cartas para descarrilar y detener el mensaje del testigo fiel. Orad para que no caigáis en tentación”, se me dijo. “Ayunad para que se abra vuestro entendimiento, y leed la Palabra de Verdad, la Biblia, el Espíritu de Profecía. Pues la verdad os libertará del pecado, del cual, si no fuéremos hallados limpios, pereceremos para siempre”. Se me urgió, amados, a rogar por el derramamiento del Espíritu Santo. Ese don tan maravilloso que el cielo nos quiere conferir, pero en nuestra pecaminosidad es imposible recibir. Se me hizo una pregunta: “¿si sabéis que en una hora vuestro caso estaría decidido, que haríais?” Dije: “¡oh Señor, Padre Santo, miserable de mí!” Entonces, en ese momento, caí al suelo en desespero, y me levantó y me dijo: “dile al mundo que espero por ellos, pero el tiempo es casi agotado. Buscadme y viviréis”. Se me fue dicho que la fe sin obras es muerta, y las obras sin fe también son muertas. Son de igual manera, debe haber un balance entre ellas; si no, no alcanzaremos la meta. Amados hermanos, en eso desperté. {Daisy Escalante: 20-05-2018, es.p5}
Desperté con una urgencia, con una necesidad, con un anhelo grande en mi corazón de buscar al Señor. Y espero que hoy, por gracia del Señor, podamos ponernos todos a cuentas con Dios, para que Dios pueda darnos aquello que Él tanto anhela, a cada uno de nosotros, para que podamos terminar la obra en este mundo. Por su poder, por su gracia, por su misericordia. Para que, ya, nos podamos ir a casa. Mientras yo meditaba en todo esto, ahí, desperté. Pasamos una agenda de oración para que muchas personas, pues, al unísono pudiéramos estar orando por todo aquello que realmente necesitamos poner a cuentas con Dios, para poder recibir su Espíritu Santo. A las 11:18 de la mañana se me dieron unas citas que quiero compartir con ustedes: “Colosenses 2 y 3, capítulo 2 y capítulo 3; Miqueas 4:8; Sofonías 2:5-11; Miqueas 4:9; Filipenses 4:13; 1 Corintios 4:9; Salmos 2:10-12; Salmos 3:8; Tito 2; Deuteronomio 4:9 y Apocalipsis 22:6”. Que sean de bendición para ustedes, amados hermanos, y que la paz de Dios y su perdón esté sobre cada uno de nosotros en este día. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 20-05-2018, es.p6}
Oseas 2
1 Decid a vuestros hermanos, Ammi, y a vuestras hermanas, Ruhama:
2 Contended con vuestra madre, contended, porque ella no es mi esposa, y yo no soy su marido; quite, pues, de su rostro sus prostituciones, y sus adulterios de entre sus pechos;
3 no sea que yo la despoje y desnude, y la deje como el día en que nació, y la ponga como un desierto, y la deje como tierra seca, y la mate de sed.
4 Y no tendré misericordia de sus hijos, porque [son] hijos de prostitución.
5 Porque su madre se prostituyó; la que los engendró se deshonró; porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.
6 Por tanto, he aquí yo voy a cercar con espinos su camino, y le pondré vallado, para que no encuentre sus senderos.
7 Y seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido, porque mejor me iba entonces que ahora.
8 Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que les multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal.
9 Por tanto yo volveré, y tomaré mi trigo a su tiempo, y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino [que le había dado] para cubrir su desnudez.
10 Y ahora descubriré yo su locura delante de los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano.
11 Y haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus sábados, y todas sus festividades.
12 Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales ha dicho: Mi pago son, que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral, y las comerán las bestias del campo.
13 Y visitaré sobre ella los tiempos de los Baales, a los cuales incensaba, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes olvidándose de mí, dice Jehová.
14 Pero he aquí, yo la atraeré, y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.
15 Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.
16 Y será que en aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali.
17 Porque quitaré de su boca los nombres de los Baales, y nunca más serán mencionados por sus nombres.
18 Y en aquel tiempo haré para ellos pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con los reptiles de la tierra; y quebraré arco y espada y la batalla de la tierra, y los haré dormir seguros.
19 Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, y juicio, en compasión, y en misericordias.
20 Y te desposaré conmigo en fe, y conocerás a Jehová.
21 Y será que en aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra;
22 Y la tierra responderá al trigo, y al vino, y al aceite, y ellos responderán a Jezreel.
23 Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de la que no ha obtenido misericordia; y diré al que no [era] mi pueblo: Tú [eres] mi pueblo, y él dirá: [Tú eres] mi Dios.
Nahum 3
1 ¡Ay de la ciudad sanguinaria, toda llena de mentira [y] de rapiña, sin apartarse de ella el pillaje!
2 Sonido de látigo, y estruendo de movimiento de ruedas; y caballo atropellador, y carro saltador;
3 caballero enhiesto, y resplandor de espada, y resplandor de lanza; y multitud de muertos, y multitud de cadáveres; y de [sus] cadáveres no [habrá] fin, y en sus cadáveres tropezarán:
4 A causa de la multitud de las fornicaciones de la ramera de hermosa gala, maestra de hechizos, que vende a las naciones con sus fornicaciones, y a los pueblos con sus hechizos.
5 Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos, y descubriré tus faldas en tu cara, y mostraré a las naciones tu desnudez, y a los reinos tu vergüenza.
6 Y echaré sobre ti inmundicias, y te haré vil, y haré de ti un espectáculo.
7 Y será [que] todos los que te vieren, se apartarán de ti, y dirán: Nínive es asolada: ¿quién se compadecerá de ella? ¿Dónde te buscaré consoladores?
8 ¿Eres tú mejor que No-amón, que estaba asentada entre ríos, rodeada de aguas, cuyo baluarte [era] el mar, y el mar [era] su muralla?
9 Etiopía [era] su fortaleza, y Egipto sin límite; Fut y Libia fueron en tu ayuda.
10 También ella [fue] llevada en cautiverio; también sus chiquitos fueron estrellados en las encrucijadas de todas las calles; y sobre sus varones echaron suertes, y todos sus magnates fueron aprisionados con grillos.
11 Tú también serás embriagada, serás encerrada; tú también buscarás fortaleza a causa del enemigo.
12 Todas tus fortalezas cual higueras con brevas; que si las sacuden, caen en la boca del que las ha de comer.
13 He aquí, tu pueblo [será] como mujeres en medio de ti; las puertas de tu tierra se abrirán de par en par a tus enemigos; fuego consumirá tus cerrojos.
14 Provéete de agua para el asedio, refuerza tus fortalezas; entra en el lodo, pisa el barro, refuerza el horno.
15 Allí te consumirá el fuego, te talará la espada, te devorará como pulgón; multiplícate como el pulgón, multiplícate como langosta.
16 Multiplicaste tus mercaderes más que las estrellas del cielo; el pulgón hizo presa, y voló.
17 Tus príncipes [son] como langostas, y tus grandes como nubes de langostas que se sientan en vallados en día de frío; salido el sol se van, y no se conoce el lugar donde [están].
18 Durmieron tus pastores, oh rey de Asiria, reposaron tus valientes; tu pueblo se derramó por los montes, y no hay quien [lo] junte.
19 No [hay] alivio para tu quebradura; tu herida es incurable; todos los que oigan tu fama aplaudirán sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu maldad?
Colosenses 2
1 Mas quiero que sepáis cuán grande lucha sostengo por vosotros, y [por] los que están en Laodicea, y [por] todos los que nunca han visto mi rostro en la carne;
2 para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta [alcanzar] todas las riquezas de la plena seguridad del entendimiento; a fin de conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo,
3 en quien están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento.
4 Y esto digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.
5 Porque aunque esté ausente en la carne, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo.
6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en Él;
7 arraigados y sobreedificados en Él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en ella con acciones de gracias.
8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
9 Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
10 y vosotros estáis completos en Él, el cual es la cabeza de todo principado y potestad.
11 En quien también sois circuncidados de circuncisión no hecha de mano, en el despojamiento del cuerpo del pecado de la carne, en la circuncisión de Cristo.
12 Sepultados con Él en el bautismo, en el cual también sois resucitados con Él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con Él; perdonándoos todos los pecados,
14 cancelando el manuscrito de las ordenanzas que había contra nosotros, que nos era contrario, quitándolo de en medio y clavándolo en la cruz;
15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en sí mismo.
16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o respecto a días de fiesta o de luna nueva, o de sábados;
17 que son la sombra de lo por venir; mas el cuerpo [es] de Cristo.
18 Nadie os prive de vuestra recompensa, afectando humildad y adoración a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal,
19 y no asiéndose de la cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y enlazado por las coyunturas y los ligamentos, crece con el crecimiento de Dios.
20 Si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, entonces, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a ordenanzas
21 [tales como]: No toques, no gustes, no manejes
22 (todas las cuales habrán de perecer con el uso), según mandamientos y doctrinas de hombres?
23 Tales cosas tienen a la verdad cierta apariencia de sabiduría en adoración voluntaria, en humildad, y en duro trato del cuerpo, pero no tienen ningún valor para la satisfacción de la carne.
Colosenses 3
1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
2 Poned vuestra mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
3 Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
4 Cuando Cristo, nuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria.
5 Haced morir, pues, vuestros miembros que están en la tierra; fornicación, impureza, pasiones desordenadas, mala concupiscencia y avaricia, que es idolatría;
6 cosas por las cuales viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia;
7 en las cuales también vosotros anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.
8 Mas ahora dejad también vosotros todas estas cosas; ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras sucias de vuestra boca.
9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos;
10 y vestíos del nuevo, el cual se va renovando en el conocimiento conforme a la imagen del que lo creó,
11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni scyta, siervo ni libre; sino que Cristo [es] el todo, y en todos.
12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de longanimidad;
13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros. Si alguno tuviere queja contra otro, de la manera que Cristo os perdonó, así también [hacedlo] vosotros.
14 Y sobre todas estas cosas, [vestíos] de amor que es el vínculo de perfección.
15 Y la paz de Dios reine en vuestros corazones; a la que asimismo sois llamados en un cuerpo; y sed agradecidos.
16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros en toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos unos a otros con salmos, e himnos, y cánticos espirituales, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor.
17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, [hacedlo] todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias al Dios y Padre por medio de Él.
18 Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
19 Maridos, amad [a vuestras] esposas, y no seáis amargos para con ellas.
20 Hijos, obedeced [a vuestros] padres en todo; porque esto agrada al Señor.
21 Padres, no provoquéis [a ira] a vuestros hijos, para que no se desanimen.
22 Siervos, obedeced en todo [a vuestros] amos según la carne, no sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo a Dios.
23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia; porque a Cristo el Señor servís.
25 Mas el que hace lo malo, recibirá el mal que hiciere, y no hay acepción de personas.
Miqueas 4:8
8 Y tú, oh torre del rebaño, la fortaleza de la hija de Sión vendrá hasta ti: y el señorío primero, el reino vendrá a la hija de Jerusalén.
Sofonías 2:5-11
5 ¡Ay de los que habitan en la ribera del mar, de la gente de Ceretim! La palabra de Jehová [es] contra vosotros, oh Canaán, tierra de filisteos, que te haré destruir hasta no quedar morador.
6 Y la ribera del mar será para moradas de cabañas de pastores, y corrales de ovejas.
7 Y la ribera será para el resto de la casa de Judá; allí apacentarán: en las casas de Ascalón dormirán a la noche; porque Jehová su Dios los visitará, y hará volver a sus cautivos.
8 Yo he oído las afrentas de Moab, y las injurias de los hijos de Amón con que deshonraron a mi pueblo, y se engrandecieron sobre su término.
9 Por tanto, vivo yo, dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que Moab será como Sodoma, y los hijos de Amón como Gomorra; campo de ortigas, y mina de sal, y asolamiento perpetuo: el remanente de mi pueblo los saqueará, y el resto de mi gente los heredará.
10 Esto les vendrá por su soberbia, porque afrentaron, y se engrandecieron contra el pueblo de Jehová de los ejércitos.
11 Terrible [será] Jehová contra ellos, porque hará enflaquecer a todos los dioses de la tierra; y cada uno desde su lugar se inclinará a Él, todas las islas de las naciones.
Miqueas 4:9
9 Ahora ¿por qué gritas tanto? ¿No [hay] rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te ha tomado dolor como de mujer de parto?
Filipenses 4:13
13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
1 Corintios 4:9
9 Porque pienso que Dios nos ha puesto a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; porque somos hechos espectáculo al mundo, y a los ángeles, y a los hombres.
Salmos 2:10-12
10 Y ahora, reyes, entended: Admitid corrección, jueces de la tierra.
11 Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor.
12 Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en Él confían.
Salmos 3:8
8 De Jehová es la salvación: Sobre tu pueblo [es] tu bendición. (Selah)
Tito 2
1 Pero tú habla lo que armoniza con la sana doctrina.
2 Que los ancianos sean sobrios, honestos, templados, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia.
3 Las ancianas asimismo, [sean] de un porte santo, no calumniadoras, no dadas a mucho vino, maestras de honestidad;
4 que enseñen a las mujeres jóvenes a ser prudentes, a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos;
5 [a ser] discretas, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos; para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
6 Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;
7 presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en doctrina, [mostrando] integridad, honestidad, sinceridad,
8 palabra sana, e irreprochable; para que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.
9 [Exhorta] a los siervos a ser obedientes a sus amos, [y] a que [les] agraden en todo; que no [sean] respondones;
10 no defraudando, sino mostrando toda buena lealtad; para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.
11 Porque la gracia de Dios que trae salvación se ha manifestado a todos los hombres,
12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a las concupiscencias mundanas, vivamos en este presente mundo, sobria, justa y piadosamente.
13 Aguardando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,
14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí un pueblo peculiar, celoso de buenas obras.
15 Estas cosas habla y exhorta, y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.
Deuteronomio 4:9
9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Apocalipsis 22:6
6 Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor Dios de los santos profetas ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben acontecer en breve.
Testimonio: 15-09-2019 #01
Amados, 15 de septiembre del 2019. De noche, en mi cama, estaba orando, y el sueño venía poco a poco a mí. Mientras oraba, fui llevada, elevada en las nubes y aún más allá. De pronto, es como si pasara un gigantesco telón en un momento en el espacio, y comencé a ver el cielo; su césped, maravilloso, animales, ángeles, personas, el mar de vidrio que se veía todo a través de él hasta el fondo, ¡y todo era sublimemente maravilloso! Pero, en el momento que estaba pasando ese telón —que dividía lo conocido de lo desconocido, o sea lo pecaminoso de lo santo—, algo en mí cambió en microsegundos. No había preocupación en mí, ningún pensamiento de nostalgia, ni nada por el cual estar al pendiente, mi corazón se sentía liviano de pesares, yo rebosaba de amor, y de él emanaban solo cosas extremadamente maravillosas y buenas; era otra persona por dentro, y aunque no tenía un espejo para verme por fuera, sentía que yo era otra persona en toda su totalidad, y me sentía así, si hay palabras para explicar, como si fuera otra persona pero sin perder mi identidad, ojalá me pudiera explicar mejor. No hay otra forma [en] la que pueda yo explicar, porque nunca en toda mi existencia había sentido algo así. Allí no existe tiempo, no [existe] dolor, nada de preocupación, nada malo en lo absoluto, y eso lo sabemos, pero sentirlo es algo que nunca había sido esto en mí; vi que los seres, allí, se ríen como nosotros, más no se marcaba su cara con líneas de arruga. Mis ojos, entonces, en ese momento, mientras observaban todo lo que allí estaba, se fijaron en la cara de un león. Esta cara era tierna, sin reflejo de dureza ni maldad, mis ojos no podían dejar de mirarlo, era un león, más su rostro pasivo, lleno de amor, ¡era muy asombroso ver eso para mí! {Daisy Escalante: 15-09-2019 #01, es.p1}
En esos momentos, me dijeron: “es hora”. Entonces, ahí comenzamos a regresar, a salir [de] detrás de ese enorme telón. Ya vi el globo terráqueo a lo lejos, y se me dejaron ver las cosas del caos mundial que existía alrededor del mundo. Luego, sin darme cuenta, ya estaba otra vez en mi cama. En ese momento, se me dijo: “hoy eres testigo de esto, sólo los que vencieren recibirán la vida eterna, esta transformación que has sentido no será en el momento cuando Cristo venga, sino que debe ser antes, más esto se va a sumar a toda la paz y toda la bendición y toda la alegría y todo el amor que van a experimentar en el más allá”. Dije: “¡oh, Señor! ¡aleluya! ¡bendito tu Nombre porque grandes son tus maravillas!” {Daisy Escalante: 15-09-2019 #01, es.p2}
¡Es maravilloso saber que el Señor nos quiere dar cosas tan maravillosas, tan lindas! Aquí luchamos, batallamos por el carro, por la casa, por el alimento, por la ropa. Sin embargo, cuando aquí nos esmeramos por hacer la voluntad de Dios, por recibir su aprobación, por caminar detrás de Él a pesar de la zozobra, de las angustias, del qué dirán, del menosprecio, de los abatimientos, de la soledad, nos damos cuenta, amados hermanos, ¡que es maravilloso seguir las huellas del Maestro! No importa lo que pase. Viendo estas cosas, sintiendo lo que sentí en este momento, lo que se me dejó sentir por estos instantes, ¡es maravilloso, amados, lo que nos espera en la Patria Celestial! Luchemos de todo corazón para que el yo pueda morir en nosotros, para que Cristo sea entronado en la vida de cada uno de nosotros. Para que la transformación que necesitamos, previa a estos goces celestiales, pueda ser hecha en nuestras vidas en este mundo, porque ninguno que no refleje el carácter de Cristo Jesús en este mundo podrá gozar de esta dicha celestial. Lo que vamos a experimentar, luego de pasar ese telón y llegar a la atmósfera celestial, ¡es maravilloso, amados hermanos! Pero previo requisito es que el carácter de Cristo Jesús florezca en la vida de cada uno de nosotros. {Daisy Escalante: 15-09-2019 #01, es.p3}
Quiera Dios, es mi deseo, es mi oración, amados hermanos, que esto así sea. Porque cuando experimentamos esto no dan ganas de volver, no dan ganas de salir de esto, lo que dan ganas es de vivir eternamente en ese estado tan maravilloso, que una vez existió en este mundo en el huerto del Edén con Adán y Eva, y se perdió por ellos haber cedido a la tentación. Quiera Dios que cada uno de nosotros podamos ser más que vencedores en Cristo Jesús. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 15-09-2019 #01, es.p4}
Testimonio: 04-11-2019
Amados, noviembre 4 del 2019. En sueños, yo entré en una sala de conferencias donde había una alta tarima, y unos, allí, que hablaban. Éstos, que hablaban, les decían a todos: “¡quítense sus vestiduras! Dios les manda esto, y ¡vivan felices con ésta que les vamos a dar!”. La persona mostró la vestidura, y era oscura con huecos o rasgaduras como la ropa contemporánea que tiene rasgaduras hoy. Vi a todos deponer sus vestiduras y tomar lo que se les ofrecía y ponérsela. En eso se me dijo: “camina frente a ellos y habla”. Caminé frente a ellos y les dije: “no se pongan esas vestiduras, esas no son aprobadas por Dios, usen la vestidura divina, la que Dios da”. En esos momentos, mientras hablaba, mis vestiduras normales cambiaron y una bella bata blanca me fue a mí por vestido, y ésta resplandecía. {Daisy Escalante: 04-11-2019 , es.p1}
Todos me miraron, asombrados al principio, más, luego gritaron: “¡no, no la usaremos, no la usaremos! Esta nos protege de la suciedad, más [a] esa todo se le notará, ¡no la queremos!” Fui bajada de la tarima con violencia por los hombres que antes hablaban, y fui sacada de aquel grande lugar. {Daisy Escalante: 04-11-2019 , es.p2}
Me llevaron a una colina cerca de aquel lugar [de] donde fui sacada, y yo veía el enorme plantel desde aquel lugar. Escuché un gran ruido, de repente, y un enorme charco de agua arremetió contra aquella gran estructura y la derribó. Veía escombros junto con la gente que iba siendo arrasada por aquella impetuosa agua. Se me indicó acercarme al torrente de agua, y allí veía las caras de los que iban siendo arrastrados por estas violentas aguas. Una de ellas pedía auxilio, me tiré a la corriente de agua para ayudarle, y le dije: “¡no temas, agarrémonos de esta roca que está aquí!”. Así, allí quedamos ancladas hasta que las aguas se calmaron. Un fuerte brazo anclado en la roca nos rescató. Todas las demás perecieron en las aguas y no les vi más. Ya en seco miré mis vestiduras, temía que éstas estuviesen sucias, pero no, para mí asombro estaban relucientes, y dije: “¡oh Señor, santo eres, gracias por tus misericordias!” Nos arrodillamos a orar y agradecer a Dios por tan grande salvación. Al acabar, la persona que estaba conmigo, ya no portaba sus propias vestiduras, sino que tenía una blanca como la que yo tenía. Nos miramos, felices, y alabamos a Dios por sus inmensas maravillas. {Daisy Escalante: 04-11-2019 , es.p3}
En ese momento ese sueño cambió y tuve otro sueño. Yo veía cómo la incredulidad florecía en el pueblo creyente. Éstos, que antes estaban entusiasmados por la Palabra de Verdad, eran ahora presos de las dudas y la incredulidad. Sus ideas erradas, sus expectativas no llegadas les hacían retroceder. Vi que, cuando en la tierra sucede algo, también en el cielo pasa de igual manera; y que ambos lugares estaban en actividad al unísono. Frente a la gran apretura que vivimos, en el cielo, los adelantos se han agudizado más. Los libros son un trabajo de carácter arduo y minucioso, y todo lo que allí se borra o se escribe tiene efecto en la tierra. Se me dijo: “ven y ve”. Miré, y vi un bello libro resplandeciente con letras de oro y un nombre que no recuerdo. Luego se me dijo: “ven”. Fui a la tierra, al lugar donde estaba la persona de ese nombre, le vi dormido en su cama, y vi un ángel en el borde de su cama, sentado, mirándolo con tiernos ojos de amor y gran cuidado, ¡fue maravillosa aquella escena! Luego se me dijo: “vamos”. Fui llevada otra vez a la sala de los libros, y allí, en otro libro, vi un nombre que tampoco recuerdo, y luego vinimos otra vez a la tierra a ver a esa persona. También estaba dormida pero sus sueños eran intranquilos, estaba dormido de costado, y cuando nos acercamos, ¡vi un ser muy horrible!, como si fuera un enorme reptil, que, pegado a este hombre, dormía. Mi espanto fue tremendo y pedí no ver más, me fue concedido y salimos de aquel lugar. {Daisy Escalante: 04-11-2019 , es.p4}
Luego fuimos a una ciudad, y me dijo: “observa”. Vi una violencia tal, vi carros que [andaban] de aquí para allá y de allá para acá, y hombres en ellos que sacaban pistolas y disparaban a gentes, casas, a otros carros, a todo lo que estaba a su paso. Estos hombres eran civiles y uniformados, el caos era por doquier, ¡todos gritaban y corrían!, otros gritaban por los impactos y ahí quedaban. Se me dijo: “observa”. Mis ojos se abrieron, y vi cómo cada ser humano, frente a mí, tenía a su lado, o dentro de sí, un ser de esos que vi en la cama del hombre que dormía, que era como un reptil. Dije: “¡oh Señor, aquí todos están con esas horribles criaturas, y se matan entre ellos!” Me dijo: “esta es su suerte”. Vi, luego, que fueron a orillas de la ciudad. Y, ahí, de la misma forma, hacían disparos y [había] muerte por doquier. Vi muchos arrodillados, implorar, pero las balas les alcanzaban y quedaban allí, muertos en el suelo. Se me dijo: “la hora es venida, el que permanezca en lugar inseguro ciertamente perecerá. ¡Avanzad, avanzad, avanzad, porque aún para esto hay plazo!” En ese momento, amados, desperté, y se me dijo: “Isaías 2”. {Daisy Escalante: 04-11-2019 , es.p5}
Quiera Dios que cada uno de nosotros podamos avanzar, tener fe en las palabras de Cristo Jesús, y poder llegar a lugar seguro, para así poder ser cobijados bajo las alas del Altísimo. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 04-11-2019 , es.p6}
Isaías 2
1 Lo que vio Isaías, hijo de Amoz, tocante a Judá y a Jerusalén.
2 Y acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová por cabeza de los montes, y será ensalzado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.
3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y Él nos enseñará en sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
4 Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.
5 Venid, oh casa de Jacob, y caminemos a la luz de Jehová.
6 Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque están llenos [de maldades] del oriente, y de agoreros, como los filisteos; y hacen pacto con hijos de extranjeros.
7 Su tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos; sus carros [son] innumerables.
8 Además está su tierra llena de ídolos, y a la obra de sus manos se han arrodillado, a lo que fabricaron sus dedos.
9 Y el hombre vil se ha inclinado, y el hombre altivo se ha humillado; por tanto no los perdones.
10 Métete en la piedra, escóndete en el polvo, por la presencia temible de Jehová, y por el esplendor de su majestad.
11 La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y sólo Jehová será exaltado en aquel día.
12 Porque día de Jehová de los ejércitos [vendrá] sobre todo soberbio y altivo, y sobre todo enaltecido; y será abatido;
13 sobre todos los cedros del Líbano altos y erguidos, y sobre todos las encinas de Basán.
14 Y sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados levantados;
15 Y sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte;
16 Y sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas las pinturas preciadas.
17 Y la altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y sólo Jehová será exaltado en aquel día.
18 Y quitará totalmente los ídolos.
19 Y se meterán en las cavernas de las peñas, y en las aberturas de la tierra, por la temible presencia de Jehová, y por el esplendor de su majestad, cuando Él se levante para sacudir la tierra.
20 Aquel día arrojará el hombre, a los topos y murciélagos, sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase;
21 y se entrarán en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la temible presencia de Jehová, y por el esplendor de su majestad, cuando Él se levante para sacudir la tierra.
22 Dejaos del hombre, cuyo aliento [está] en su nariz; porque ¿de qué es él estimado?
Testimonio: 03-02-2020
3 de febrero del 2020. Amados, se me mostró en sueños una gran mortandad, ¡muy terrible! Vi muchas personas tendidas por el suelo, sin fuerzas, estaban agonizando. Pregunté: “¿qué es esto?” Me contestó: “la avaricia, la glotonería, la complacencia propia, por encima de un ‘Así dice Jehová’, desencadenan las más atroces causas mortales en la tierra. No hay paz sin obediencia, ni salud sin ella. La maldad se goza en la lujuria sin límites, deshonrando así al Creador de todo en este mundo. Buscadme de todo corazón. Levantad la reforma pro salud”, se me dijo. “Vivid en mi ley, mandatos y estatutos, y así caerán a tu lado mil y diez mil a tu diestra, más a ti no llegarán”. En ese momento se me dijo: “Salmos 111”. {Daisy Escalante: 03-02-2020, es.p1}
Salmos 111
1 «Aleluya» Alabaré a Jehová con todo [mi] corazón en la compañía de los rectos y en la congregación.
2 Grandes [son] las obras de Jehová; buscadas de todos los que se deleitan en ellas.
3 Gloria y hermosura [es] su obra; y su justicia permanece para siempre.
4 Hizo memorables sus maravillas; clemente y misericordioso es Jehová.
5 Él ha dado alimento a los que le temen; para siempre se acordará de su pacto.
6 Él ha mostrado a su pueblo el poder de sus obras, dándoles la heredad de las naciones.
7 Las obras de sus manos [son] verdad y juicio; fieles [son] todos sus mandamientos;
8 afirmados eternamente y para siempre, hechos en verdad y en rectitud.
9 Redención ha enviado a su pueblo; para siempre ha ordenado su pacto: Santo y temible es su nombre.
10 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Buen entendimiento tienen todos los que ponen por obra sus [mandamientos]: Su loor permanece para siempre.
Testimonio: 14-06-2020
14 de junio del 2020. En sueños, yo estaba en un lugar donde había muchas personas caminando de un lado a otro. Yo notaba que no podían pensar bien, estas personas. Entonces, fui llevada, por otra persona, a un lugar de costa donde había unos edificios. Y [esta persona] me dijo: “espera aquí”. Yo esperé. Y, pronto, vi cómo los demás que allí esperaban salían apresuradamente. Al ellos pasar frente a mí yo podía ver una marca en uno de sus brazos. Me acerqué a uno de ellos y le pregunté: “¿qué te han hecho en el brazo?” Este me miró a los ojos, sus ojos estaban como cristalizados, y en ellos, en la parte blanca de su ojo, se veían líneas que subían y bajaban como cuando uno ve líneas de computadoras. Me contestó: “¡esto es fabuloso!, lo que nos ha pasado, a donde hemos llegado”. Así, éste se fue y salió del lugar, y yo no le vi más; pero, otros, seguían entrando a aquel lugar. {Daisy Escalante: 14-06-2020, es.p1}
Mientras yo veía todo esto, toda esta actividad, escuché un ruido. No era muy fuerte, pero llamó mi atención. Entonces, miré por una ventana de aquel lugar para ver, y vi muchas torres que, de ellas, salían rayos de unas a las otras, y era como que se comunicaban entre sí. {Daisy Escalante: 14-06-2020, es.p2}
La escena cambió, y estaba ahora en una gran sala de enormes pantallas, allí vi personas de batas blancas paradas frente a estas grandes pantallas, y yo miraba en estas pantallas que había allí partes del globo terráqueo, y líneas de luz que corrían de un lugar a otro por todo el globo terráqueo. Cuando una línea salía y terminaba en otro lugar, ellos se regocijaban; pero algo les molestaba. Y esto pasaba cuando una línea era interrumpida sin ser terminada. Yo les veía luchar para que esto no pasara. {Daisy Escalante: 14-06-2020, es.p3}
Pronto, la escena cambió, y estaba afuera, en un campo. Veía muchas nubes, muy raras, nubes largas como líneas, de norte a sur y de este a oeste. Mientras yo miraba esto, se me acercó una dama y me dijo: “sal de aquí, aquí no eres bienvenida”. Le dije: “contéstame algo antes de irme, ¿por qué los que salen de este cuarto, sus ojos, en la parte blanca, tienen líneas?” Se rió y me contestó: “es nuestra hora, y todos quedarán así, quieran o no, en sintonía”. Al decir esto su rostro se transformó, y yo salí rápidamente de aquel lugar. {Daisy Escalante: 14-06-2020, es.p4}
Salí por una puerta donde había una persona con una pistola de tomar la fiebre en su mano, y pregunté: “¿por qué me toma la temperatura?” Me contestó: “necesitamos saber la temperatura corporal de la población para ver qué frecuencia usar para beneficiar a todos”. {Daisy Escalante: 14-06-2020, es.p5}
Así salí de allí sin ningún problema, y al estar fuera del enorme plantel, se sentía una atmósfera pesada, el corazón me latía más rápido, la lengua me ardía, se me resecaba, el pensamiento no me era claro, y un dolor de cabeza se apoderó de mi cabeza, las fuerzas de mi cuerpo se reducían en mí, y comencé a sentir que los pensamientos no eran claros. Yo me paré y observé a mi alrededor, vi que muchos estaban igual que yo, pero éstos tenían algo diferente a mí, y era que ellos llevaban un dispositivo en su mano. Yo veía que, a este dispositivo que ellos tenían, le llegaban las líneas de luz que yo había visto antes atravesando el globo terráqueo, y, cuando el dispositivo recibía estas líneas de luz, éstas se introducían en el cuerpo que cargaba el dispositivo. Al yo ver esto, levanté mi voz y les dije: “¡suelten, suelten los dispositivos!” A lo que ellos me contestaban: “¡no podemos!, hemos invertido mucho en ellos, son lo más nuevo y lo mejor, ¡es lo que mantiene nuestra vida organizada! ¿cómo saldremos de ellos?” Les contesté: “¡por favor, suéltenlos! ¿No ven que a través de ellos los controlan? ¡suéltenlos!” Pero ellos no lo hicieron. No podía creer lo que veía, una inteligencia superior, malvada, tomaba control de vidas humanas, y éstos no lo rechazaban. {Daisy Escalante: 14-06-2020, es.p6}
Entonces, se me dijo: “avanza”. Mis pies estaban como pegados al suelo, yo luché por unos instantes, y volví a sentir que la sangre fluía libremente por ellos y el movimiento ágil volvió a ellos. Me ordenaron correr y cruzar la llanura, poner en alerta en mi camino a todos aquellos que su celular les daba problemas, que fueran conmigo fuera de la llanura. Así lo hice y, en el camino, unas diez personas con esas especificaciones encontré. Y les hablé y éstas fueron conmigo. Así salimos de aquella gran llanura y nos internamos bajo los árboles y campos, donde las actividades decididas eran: siembra, construcción de cabañas, preparación [de] alimento físico, nutrición de alimento espiritual. Y, ahí, esperamos, un tiempo no muy largo. {Daisy Escalante: 14-06-2020, es.p7}
La ciudad, mientras tanto, era caos de control mental, vicio, muertes y violencia.
Allí, en el campo, rogábamos a Dios día y noche por protección, y por el derramamiento del Espíritu Santo, para así dar la última advertencia al mundo y que todo acabase con la cosecha final y, ya, irnos a casa. Así pasaban los días y, pronto, estuve sobre una montaña donde veía la gran llanura. Escuché un gran estruendo y un viento fuerte pasó por la montaña donde estaba, y prosiguió su curso. ¿Hasta dónde? No lo sé. Pero ahí vi, entonces, que las líneas que cruzaban el cielo comenzaron a interrumpirse. Y, en ese momento, fuimos impulsados por un impulso de hablar la Palabra viva de Verdad a voz en cuello, sin parar. Así, en ese momento, fuimos introducidos en las masas, y allí nada, ni nadie, pudo parar este movimiento. Y, así, el propósito de Dios fue cumplido alrededor del mundo. {Daisy Escalante: 14-06-2020, es.p8}
Allí, amados, desperté, ¡alabando y glorificando a Dios por su grande y maravilloso poder! Que, no importa lo que el enemigo y sus agentes planifiquen hacer o estén haciendo, lo que está profetizado pasará, y nada ni nadie lo detendrá porque Él es Rey de reyes y Señor de señores, y ante su presencia toda rodilla se postra. Su poder infinito, su señorío y poderío vencerá. Y, aunque los que aseguran controlar el mundo se sienten muy seguros de eso, su tiempo de poder será muy, muy corto; y muchos serán librados de sus garras, y en el nombre del Señor [serán] investidos por el Espíritu Santo. La verdad, en todo su esplendor, fulgirá entre las densas tinieblas, y el mundo será cubierto [por] la gloria de Dios, será su última oportunidad de gracia al pueblo que conoce esta verdad. Y, así, luego, bajo decreto de muerte por la ira de satanás y sus agentes, seremos liberados por nuestro Salvador y Redentor. Así seremos librados de las garras del enemigo para siempre, ¡alabado sea Dios! ¡Ánimo, hermanos, corramos esta carrera de tal manera que la podamos alcanzar! Que la paz de Dios sea con todos vosotros. Amén. {Daisy Escalante: 14-06-2020, es.p9}