Manjar Sabático
03-07-2021
Lucas 8
1 Y aconteció después, que caminaba Él por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con Él,
2 y algunas mujeres que habían sido sanadas de malos espíritus y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la cual habían salido siete demonios,
3 y Juana, esposa de Chuza, mayordomo de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes.
4 Y cuando se juntó una gran multitud, y vinieron a Él de cada ciudad, les dijo por parábola:
5 El sembrador salió a sembrar su semilla; y al sembrarla, una parte cayó junto al camino, y fue hollada; y las aves del cielo la comieron.
6 Y otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad.
7 Y otra parte cayó entre espinos; y creciendo los espinos juntamente con ella, la ahogaron.
8 Y otra parte cayó en buena tierra, y nació, y llevó fruto a ciento por uno. Y hablando estas cosas, dijo a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga.
9 Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola?
10 Y Él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; mas a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.
11 Ésta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.
12 Y los de junto al camino, éstos son los que oyen; y luego viene el diablo y quita la palabra de su corazón, para que no crean y sean salvos.
13 Y los de sobre la piedra, [son] los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; que por un tiempo creen, pero en el tiempo de la prueba se apartan.
14 Y la que cayó entre espinos; éstos son los que oyen; mas yéndose, son ahogados de los afanes y las riquezas y los placeres de [esta] vida, y no llevan fruto.
15 Mas la que en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y llevan fruto con paciencia.
16 Ninguno que enciende un candil lo cubre con una vasija, o lo pone debajo de la cama; mas lo pone en un candelero, para que los que entran vean la luz.
17 Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz.
18 Mirad, pues, cómo oís; porque a todo el que tiene, le será dado; y a todo el que no tiene, aun lo que parece tener le será quitado.
19 Entonces vinieron a Él su madre y sus hermanos; y no podían llegar a Él a causa de la multitud.
20 Y le fue dado aviso, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera, y quieren verte.
21 Entonces respondiendo Él, les dijo: Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios, y la ponen por obra.
22 Y aconteció un día que Él entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron.
23 Pero mientras navegaban, Él se durmió. Y sobrevino una tempestad de viento en el lago; y se anegaban, y peligraban.
24 Y viniendo a Él, le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y despertado Él, reprendió al viento y al levantamiento de las aguas; y cesaron, y fue hecha bonanza.
25 Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Qué clase de hombre es Éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?
26 Y arribaron a la tierra de los gadarenos, que está al lado opuesto de Galilea.
27 Y llegando Él a tierra, le salió al encuentro un hombre de la ciudad que tenía demonios por ya mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros.
28 Éste, cuando vio a Jesús, dio voces, y postrándose delante de Él, dijo a gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.
29 (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre; pues hacía mucho tiempo que le arrebataba; y le guardaban preso con cadenas y grillos; pero rompiendo las cadenas, era arrastrado por el demonio a los desiertos.)
30 Y Jesús le preguntó, diciendo: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él.
31 Y le rogaban que no les mandase ir al abismo.
32 Y había allí un hato de muchos puercos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y los dejó.
33 Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los puercos; y el hato se arrojó por un despeñadero en el lago, y se ahogó.
34 Y cuando los que los apacentaban, vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso en la ciudad y por los campos.
35 Y salieron a ver lo que había acontecido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús; vestido, y en su juicio cabal, y tuvieron miedo.
36 Y los que lo habían visto, les contaron cómo había sido sanado aquel endemoniado.
37 Entonces toda la multitud de la tierra de los gadarenos alrededor, le rogó que se fuese de ellos; porque tenían gran temor. Y Él, subiendo en la barca, se volvió.
38 Y aquel hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le permitiese estar con Él; mas Jesús le despidió, diciendo:
39 Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.
40 Y aconteció que cuando Jesús volvió, la multitud le recibió [con gozo]; porque todos le esperaban.
41 Y he aquí un varón llamado Jairo, que era príncipe de la sinagoga, vino, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa;
42 porque tenía una hija única, como de doce años, y ella se estaba muriendo. Y yendo, la multitud le apretaba.
43 Y una mujer que tenía flujo de sangre hacía ya doce años, la cual había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,
44 vino por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se estancó el flujo de su sangre.
45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que estaban con él: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién me ha tocado?
46 Y Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque sé que ha salido poder de mí.
47 Entonces, viendo la mujer que no se había ocultado, vino temblando, y postrándose delante de Él le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.
48 Y Él le dijo: Hija, ten buen ánimo; tu fe te ha salvado; ve en paz.
49 Hablando aún Él, vino uno del príncipe de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto, no molestes más al Maestro.
50 Y oyéndolo Jesús, le respondió, diciendo: No temas; cree solamente, y será sanada.
51 Y entrado en casa, no dejó entrar a nadie, sino a Pedro, y a Jacobo, y a Juan, y al padre y a la madre de la muchacha.
52 Y lloraban todos, y hacían duelo por ella. Y Él dijo: No lloréis; no está muerta, sino duerme.
53 Y se burlaban de Él, sabiendo que estaba muerta.
54 Mas Él echó fuera a todos, y tomándola de la mano, le habló, diciendo: Muchacha, levántate.
55 Entonces su espíritu volvió, y se levantó en seguida; y Él mandó que le diesen de comer.
56 Y sus padres estaban atónitos; pero Él les mandó que a nadie dijesen lo que había sido hecho.
Malaquías 2:4
4 Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que fuese mi pacto con Leví, dice Jehová de los ejércitos.
Los Hechos de los Apóstoles, capítulo 8: “Ante el Sanedrín”
Este capítulo está basado en Hechos 5:12-42.
Fué la cruz, instrumento de vergüenza y tortura, la que trajo esperanza y salvación al mundo. Los discípulos no eran sino hombres humildes, sin riquezas, y sin otra arma que la palabra de Dios; sin embargo en la fuerza de Cristo salieron para contar la maravillosa historia del pesebre y la cruz y triunfar sobre toda oposición. Aunque sin honor ni reconocimiento terrenales, eran héroes de la fe. De sus labios salían palabras de elocuencia divina que hacían temblar al mundo.
En Jerusalén, donde dominaban los más arraigados prejuicios y las más confusas ideas acerca de Aquel que fuera crucificado como malhechor, los discípulos predicaban valientemente las palabras de vida y exponían a los judíos la obra y la misión de Cristo, su crucifixión, resurrección y ascensión. Los sacerdotes y magistrados se admiraban del claro e intrépido testimonio de los apóstoles. El poder del Salvador resucitado investía a los discípulos, cuya obra era acompañada de señales y milagros que diariamente acrecentaban el número de creyentes. A lo largo de las calles por donde pasaban los discípulos, el pueblo colocaba a sus enfermos “en camas y en lechos, para que viniendo Pedro, a lo menos su sombra tocase a alguno de ellos.” También eran traídos los afligidos por espíritus inmundos. Las multitudes acudían a los discípulos y los sanados proclamaban las alabanzas de Dios y glorificaban el nombre del Redentor.
Los sacerdotes y gobernantes veían que Cristo era más ensalzado que ellos. Como los saduceos no creían en la resurrección, se encolerizaban al oír a los discípulos afirmar que Cristo había resucitado de entre los muertos, pues comprendían que si se dejaba a los apóstoles predicar a un Salvador resucitado y obrar milagros en su nombre, todos rechazarían la doctrina de que no habrá resurrección y pronto se extinguiría la secta de los saduceos. Por su parte, los fariseos se enojaban al notar que las enseñanzas de los discípulos propendían a eliminar las ceremonias judaicas e invalidar los sacrificios.
Vanos fueron todos los esfuerzos hechos hasta entonces para suprimir la nueva doctrina; pero los saduceos y fariseos resolvieron conjuntamente hacer cesar la obra de los discípulos, pues demostraban su culpabilidad en la muerte de Jesús. Poseídos de indignación, los sacerdotes echaron violentamente mano a Pedro y Juan y los pusieron en la cárcel pública.
Los dirigentes de la nación judía manifiestamente no cumplían el propósito de Dios para con su pueblo escogido. Aquellos a quienes Dios había hecho los depositarios de la verdad se mostraron indignos de su cometido, y Dios escogió a otros para que hicieran su obra. En su ceguera, dichos dirigentes dieron ahora rienda suelta a lo que llamaban justa indignación contra los que rechazaban sus doctrinas favoritas. Ni siquiera admitían la posibilidad de que ellos mismos no entendieran correctamente la Palabra, o que hubieran interpretado o aplicado mal las Escrituras. Actuaron como hombres que hubiesen perdido la razón. Decían: ¿Qué derecho tienen esos maestros, algunos de los cuales son simples pescadores, de presentar ideas contrarias a las doctrinas que hemos enseñado al pueblo? Estando resueltos a suprimirlas, encarcelaron a los que las predicaban.
No se intimidaron ni se abatieron los discípulos por semejante trato. El Espíritu Santo les recordó las palabras de Cristo: “No es el siervo mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán: si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.” “Os echarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os matare, pensará que hace servicio a Dios.” “Mas os he dicho esto, para que cuando aquella hora viniere, os acordéis de que yo os lo había dicho.” Juan 15:20, 21; 16:2, 4.
El Dios del cielo, el poderoso Gobernador del universo, tomó por su cuenta el asunto del encarcelamiento de los discípulos, porque los hombres guerreaban contra su obra. Por la noche, el ángel del Señor abrió las puertas de la cárcel y dijo a los discípulos: “Id, y estando en el templo, hablad al pueblo todas las palabras de esta vida.”
Este mandato era directamente contrario a la orden dada por los gobernantes judíos; pero ¿dijeron los apóstoles: No podemos hacerlo hasta que consultemos a los magistrados, y recibamos su permiso? No; Dios había dicho: “Id,” y ellos obedecieron. “Entraron de mañana en el templo, y enseñaban.”
Cuando Pedro y Juan se presentaron ante los fieles y les refirieron cómo el ángel los había guiado por entre la tropa de soldados que guardaban la cárcel, ordenándoles que reanudaran la obra interrumpida, los hermanos se llenaron de admiración y de gozo.
Entretanto, el príncipe de los sacerdotes y los que estaban con él “convocaron el concilio, y a todos los ancianos de los hijos de Israel.” Los sacerdotes y magistrados decidieron acusar a los discípulos de insurrección, de haber asesinado a Ananías y Safira, y de conspirar para desposeer a los sacerdotes de su autoridad. Con ello esperaban excitar a las turbas para que interviniesen en el asunto y tratar a los discípulos como habían tratado a Jesús. Sabían que muchos de los que no aceptaron las enseñanzas de Cristo, cansados del gobierno arbitrario de las autoridades judías, deseaban algún cambio. Los sacerdotes temían que, si estos desconformes aceptaban las verdades proclamadas por los apóstoles y, por lo tanto, a Jesús como el Mesías, la ira de todo el pueblo se levantaría contra ellos y se les haría entonces rendir cuenta del asesinato de Cristo. Decidieron tomar vigorosas medidas para evitar esto.
Cuando enviaron por los presos para que comparecieran ante su presencia, grande fué el asombro general al recibirse la noticia de que se habían hallado las puertas de la cárcel cerradas con toda seguridad y a los guardas delante de ellas, pero que los presos no parecían por ninguna parte.
Pronto llegó este sorprendente informe: “He aquí, los varones que echasteis en la cárcel, están en el templo, y enseñan al pueblo. Entonces fué el magistrado con los ministros, y trájolos sin violencia; porque temían del pueblo ser apedreados.”
Aunque los apóstoles fueron milagrosamente libertados de la cárcel, no se libraron de la indagatoria y el castigo. Cristo les había dicho, estando con ellos: “Mirad por vosotros: porque os entregarán en los concilios.” Marcos 13:9. Al enviarles un ángel para libertarlos, Dios les dió una muestra de su amor y una seguridad de su presencia. Ahora les tocaba a ellos, por su parte, sufrir por causa de Aquel cuyo Evangelio predicaban.
La historia de los profetas y apóstoles nos ofrece muchos nobles ejemplos de lealtad a Dios. Los testigos de Cristo han sufrido cárcel, tormento y la misma muerte antes de quebrantar los mandamientos de Dios. El ejemplo de Pedro y Juan es heroico cual ninguno en la dispensación evangélica. Al presentarse por segunda vez ante los hombres que parecían resueltos a destruirlos, no se advirtió señal alguna de temor ni vacilación en sus palabras o actitud. Y cuando el pontífice les dijo: “¿No os denunciamos estrechamente, que no enseñaseis en este nombre? y he aquí, habéis llenado a Jerusalem de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de este hombre,” Pedro respondió: “Es menester obedecer a Dios antes que a los hombres.” Un ángel del cielo los había librado de la cárcel y ordenádoles que enseñaran en el templo. Al seguir sus instrucciones, obedecían el divino mandato, y así debían proseguir haciéndolo a pesar de cuantos impedimentos encontraran para ello.
Entonces el espíritu de la inspiración descendió sobre los discípulos. Los acusados se convirtieron en acusadores, inculpando de la muerte de Cristo a quienes componían el concilio. Pedro declaró: “El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, al cual vosotros matasteis colgándole de un madero. A éste ha Dios ensalzado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y remisión de pecados. Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.”
Tan airados se pusieron los judíos al oír estas palabras, que resolvieron juzgar por sí mismos y, sin más proceso ni consentimiento de los magistrados romanos condenar a muerte a los reos. Culpables ya de la sangre de Cristo, ansiaban ahora mancharse las manos con la sangre de los discípulos.
Pero había en el concilio un varón que reconoció la voz de Dios en las palabras de los discípulos. Era Gamaliel, un fariseo de buena reputación, hombre erudito y de elevada categoría social. Su claro criterio comprendió que la violenta medida propuesta por los sacerdotes tendría terribles consecuencias. Antes de hablar a sus compañeros de concilio, pidió Gamaliel que se hiciese salir a los presos, pues sabía con quienes trataba y que los que habían matado a Cristo no vacilarían en cumplir su propósito.
Con mucha mesura y serenidad, Gamaliel dijo entonces: “Varones Israelitas, mirad por vosotros acerca de estos hombres en lo que habéis de hacer. Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien; al que se agregó un número de hombres como cuatrocientos: el cual fué matado; y todos los que le creyeron fueron dispersos, y reducidos a nada. Después de éste, se levantó Judas el Galileo en los días del empadronamiento, y llevó mucho pueblo tras sí. Pereció también aquél; y todos los que consintieron con él, fueron derramados. Y ahora os digo: Dejaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá: mas si es de Dios, no la podréis deshacer; no seáis tal vez hallados resistiendo a Dios.”
Los sacerdotes comprendieron lo razonable de esta opinión, y no pudieron menos que convenir con Gamaliel. Sin embargo, no les fué posible dominar sus odios y prejuicios, y de muy mala gana, después de mandar que azotasen a los discípulos e intimarlos so pena de muerte a que no volviesen a predicar en el nombre de Jesús, los soltaron. “Y ellos partieron de delante del concilio, gozosos de que fuesen tenidos por dignos de padecer afrenta por el Nombre. Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.”
Poco antes de su crucifixión, Cristo había dejado a sus discípulos un legado de paz: “La paz os dejo—dijo,—mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.” Juan 14:27. Esta paz no es la paz que proviene de la conformidad con el mundo. Cristo nunca procuró paz transigiendo con el mal. La que Cristo dejó a sus discípulos es interior más bien que exterior, y había de permanecer para siempre con sus testigos a través de las luchas y contiendas.
Cristo dijo de sí mismo: “No penséis que he venido para meter paz en la tierra: no he venido para meter paz, sino espada.” Mateo 10:34. Aunque es el Príncipe de Paz, es sin embargo causa de división. El que vino a proclamar alegres nuevas y a crear esperanza y gozo en los corazones de los hijos de los hombres, originó una controversia que arde profundamente y suscita intensa pasión en el corazón humano. Y advierte a sus seguidores: “En el mundo tendréis aflicción.” “Os echarán mano, y perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, siendo llevados a los reyes y a los gobernantes por causa de mi nombre.” “Mas seréis entregados aun de vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros.” Juan 16:33; Lucas 21:12, 16.
Esta profecía se ha cumplido de manera notable. Todo ultraje, vituperio y crueldad que Satanás pudo inventar e instigar a los corazones humanos se ha dirigido contra los seguidores de Jesús. Y esto se cumplirá de nuevo de un modo notable; porque el corazón carnal está todavía enemistado contra la ley de Dios y no quiere sujetarse a sus mandamientos. El mundo no está más en armonía hoy con los principios de Cristo de lo que estaba en los días de los apóstoles. El mismo odio que inspiró el grito: “¡Crucifícale, crucifícale!,” el mismo odio que condujo a la persecución de los discípulos, obra todavía en los hijos de desobediencia. El mismo espíritu que en la Edad Media condenó a hombres y mujeres a la cárcel, al destierro y a la muerte; que concibió la aguda tortura de la Inquisición; que planeó y ejecutó la matanza de San Bartolomé, y los autos de fe de Smithfield, está todavía obrando con maligna energía en los corazones no regenerados. La historia de la verdad ha sido siempre el relato de una lucha entre el bien y el mal. La proclamación del Evangelio se ha realizado siempre en este mundo haciendo frente a la oposición, los peligros, las pérdidas y el sufrimiento.
¿Cuál fué la fortaleza de los que en tiempos pasados padecieron persecución por causa de Cristo? Consistió en su unión con Dios, con el Espíritu Santo y con Cristo. El vituperio y la persecución han separado a muchos de sus amigos terrenales, pero nunca del amor de Cristo. Nunca es tan amada de su Salvador el alma combatida por las tormentas de la prueba como cuando padece afrenta por la verdad. “Yo le amaré, y me manifestaré a él,” dijo Cristo. Juan 14:21. Cuando el creyente se sienta en el banquillo de los acusados ante los tribunales terrenales por causa de la verdad, está Cristo a su lado. Cuando se ve recluído entre las paredes de una cárcel, Cristo se le manifiesta y le consuela con su amor. Cuando padece la muerte por causa de Cristo, el Salvador le dice: Podrán matar el cuerpo, pero no podrán dañar el alma. “Confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33. “No temas, que yo soy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” Isaías 41:10.
“Los que confían en Jehová son como el monte de Sión, que no deslizará: estará para siempre. Como Jerusalem tiene montes alrededor de ella, así Jehová alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre.” “De engaño y de violencia redimirá sus almas; y la sangre de ellos será preciosa en sus ojos.” Salmos 125:1, 2; 72:14.
“Jehová de los ejércitos los amparará, … y los salvará en aquel día Jehová su Dios como a rebaño de su pueblo: porque serán engrandecidos en su tierra como piedras de corona.” Zacarías 9:15, 16.
Testimonio: 08-11-2019
Amados, viernes 8 del 2019. A las 6:20 de la tarde, el Señor me dictó estos textos: “Colosenses 4:1-6, Habacuc 2:4, Malaquías 2, Hechos 2, Oseas 4:8, Filemón 1:25, 1 Timoteo 3:2 y Salmos 88”. {Daisy Escalante: 08-11-2019 , es.p1}
Luego me dijo lo siguiente: “el estar triste, deprimido o enojado es una decisión. El que está apercibido de antemano de las asechanzas del enemigo y, al éste venir, le reconoce y le reprende, éste será vencedor. Recordad lo que os he dicho antes: ahí viene el príncipe de este mundo y éste no tiene nada en Mí. Haced esto y viviréis”. {Daisy Escalante: 08-11-2019 , es.p2}
“Cualquiera que juzgue será juzgado y cualquiera que desprecie será despreciado. Los incrédulos avanzan sólo cuando les conviene y cuando las cosas son como les parece; más mis designios no son los vuestros, mis designios son eternos. Yo no puedo ser burlado. ¿Acaso llueve sin que lo note? ¿acaso los átomos se mandan? No hay vida en ellos sin Mí, y no hay ejercicio en ellos sin mi mandato. ¿Acaso viviréis vosotros sin Mí? ¡De ninguna manera!”, contestó. {Daisy Escalante: 08-11-2019 , es.p3}
“¡Cantad, vosotros mis santos! ¡Cantad, porque pronto viviréis por la eternidad! ¡Regocijaos!, porque el que abrió el Mar Rojo y el Jordán, pronto cerrará las puertas del hades y de la muerte, y solo reinará la vida, la paz, la justicia y el amor. ¿Sabrá el mal que sucumbirá a mi dominio? Así es, más su rebelde curso lo lleva a la destrucción. ¿Acaso no les di el libre albedrío? Por tanto, no habrá excusa de ningún mortal en mi día, porque aborrecieron mis dichos y menospreciaron el derecho. Por tanto, hijos, no olvidéis mis palabras, guardadlas en vuestro corazón y buscad mis caminos y os irá bien. No dilatéis. Sed, pues, diligentes en esto, porque, el que así hiciere vivirá. Sé, pues, celoso y arrepiéntete y Yo te daré la vida eterna”. Y en eso, me dio otro texto: “Proverbios 20”. {Daisy Escalante: 08-11-2019 , es.p4}
Palabras fieles y verdaderas del Señor que dejo con cada uno de vosotros. Que el Señor los bendiga. {Daisy Escalante: 08-11-2019 , es.p5}
Colosenses 4:1-6
1 Amos, tratad a [vuestros] siervos como es justo y recto, sabiendo que vosotros también tenéis un Amo en el cielo.
2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;
3 orando juntamente también por nosotros, que Dios nos abra la puerta de la palabra, para que hablemos el misterio de Cristo, por el cual estoy también preso;
4 para que lo manifieste como debo hablar.
5 Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.
6 [Sea] vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.
Habacuc 2:4
4 He aquí se enorgullece aquel cuya alma no es recta en él; mas el justo por su fe vivirá.
Malaquías 2
1 Ahora pues, oh sacerdotes, para vosotros [es] este mandamiento.
2 Si no oyereis, y si no pusiereis en vuestro corazón el dar gloria a mi nombre, dice Jehová de los ejércitos, yo enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y ya las he maldecido, porque no lo ponéis en vuestro corazón.
3 He aquí, yo os dañaré vuestra sementera, y arrojaré sobre vuestros rostros el estiércol, el estiércol de vuestras fiestas solemnes, y con él seréis removidos.
4 Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que fuese mi pacto con Leví, dice Jehová de los ejércitos.
5 Mi pacto fue con él de vida y de paz, y estas cosas yo le di [por su] temor; porque me temió, y delante de mi nombre estuvo humillado.
6 La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad.
7 Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca buscarán la ley; porque él [es] el mensajero de Jehová de los ejércitos.
8 Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos.
9 Por tanto, yo también os he hecho despreciables y bajos ante todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la ley hacéis acepción de personas.
10 ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, somos desleales cada uno contra su hermano, profanando el pacto de nuestros padres?
11 Prevaricó Judá, y en Israel y en Jerusalén se ha cometido abominación; porque Judá ha profanado la santidad de Jehová, que él amó, y se casó con la hija de un dios extraño.
12 Jehová cortará de las tiendas de Jacob al hombre que hiciere esto, al que vela, y al que responde, y al que ofrece ofrenda a Jehová de los ejércitos.
13 Y esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano.
14 Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha sido testigo entre ti y la esposa de tu juventud, contra la cual tú has sido desleal, aun [siendo] ella tu compañera y la esposa de tu pacto.
15 ¿No hizo Él uno, aunque tenía el remanente del espíritu? ¿Y por qué uno? Para que procurara una simiente de Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales contra la esposa de vuestra juventud.
16 Porque Jehová Dios de Israel dice que Él aborrece el divorcio; y al que cubre la violencia con su vestidura, dice Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.
17 Habéis cansado a Jehová con vuestras palabras. Y diréis: ¿En qué [le] hemos cansado? Cuando decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los tales Él toma contentamiento; de otra manera, ¿dónde [está] el Dios de juicio?
Hechos 2
1 Y cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes en un mismo lugar.
2 Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento recio que corría, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
5 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones debajo del cielo.
6 Y cuando esto fue divulgado, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.
7 Y todos estaban atónitos y maravillados, diciéndose unos a otros: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?
8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?
9 Partos y medos, y elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea y en Capadocia, en el Ponto y en Asia,
10 en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las partes de Libia que está más allá de Cirene, y romanos extranjeros, tanto judíos como prosélitos,
11 cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.
12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué significa esto?
13 Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.
14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
15 Porque éstos no están borrachos, como vosotros pensáis, siendo [apenas] la hora tercera del día.
16 Mas esto es lo que fue dicho por el profeta Joel:
17 Y será que en los postreros días, dice Dios: Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne; Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Y vuestros jóvenes verán visiones; Y vuestros ancianos soñarán sueños:
18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré de mi Espíritu en aquellos días, y profetizarán.
19 Y mostraré prodigios arriba en el cielo; y señales abajo en la tierra; sangre y fuego, y vapor de humo:
20 El sol se tornará en tinieblas; y la luna en sangre; antes que venga el día del Señor; grande y memorable;
21 Y sucederá que todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
22 Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús Nazareno, varón aprobado de Dios entre vosotros con milagros y prodigios, y señales que Dios hizo en medio de vosotros por medio de Él, como también vosotros sabéis.
23 A Éste, entregado por determinado consejo y presciencia de Dios, prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole;
24 a quien Dios resucitó, habiendo soltado los dolores de la muerte, por cuanto era imposible ser retenido por ella.
25 Porque David dice de Él: Veía al Señor siempre delante de mí: Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
26 Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua; Y aun mi carne descansará en esperanza;
27 Porque no dejarás mi alma en el infierno, ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
28 Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me llenarás de gozo con tu presencia.
29 Varones hermanos, permitidme hablaros libremente del patriarca David, que murió, y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.
30 Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que del fruto de sus lomos, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo que se sentaría sobre su trono;
31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el infierno, ni su carne vio corrupción.
32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que ahora vosotros veis y oís.
34 Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,
35 hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús que vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
37 Y al oír [esto], se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?
38 Entonces Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
40 Y con otras muchas palabras testificaba y exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
41 Así que, los que con gozo recibieron su palabra, fueron bautizados; y aquel día fueron añadidas [a ellos] como tres mil almas.
42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones.
43 Y vino temor sobre toda persona: y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.
44 Y todos los que habían creído estaban juntos; y tenían en común todas las cosas;
45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos, según cada uno tenía necesidad.
46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que eran salvos.
Oseas 4:8
8 Comen del pecado de mi pueblo, y en su maldad levantan su alma.
Filemón 1:25
25 La gracia de nuestro Señor Jesucristo [sea] con vuestro espíritu. Amén.
1 Timoteo 3:2
2 Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola esposa, vigilante, templado, decoroso, hospedador, apto para enseñar;
Salmos 88
1 «Canción. Salmo para los hijos de Coré; al Músico principal; para cantar sobre Mahalat; Masquil de Hemán ezraíta» Oh Jehová, Dios de mi salvación, día y noche clamo delante de ti.
2 Entre mi oración a tu presencia: Inclina tu oído a mi clamor.
3 Porque mi alma está harta de males, y mi vida cercana al sepulcro.
4 Soy contado con los que descienden a la fosa, soy como hombre sin fuerza;
5 libre entre los difuntos, como los muertos que yacen en el sepulcro, que no te acuerdas más de ellos, y que son cortados de tu mano.
6 Me has puesto en el hoyo más profundo, en tinieblas, en lugares profundos.
7 Sobre mí descarga tu ira, y me has afligido con todas tus ondas. (Selah)
8 Has alejado de mí mis conocidos; me has puesto por abominación a ellos; encerrado estoy, y no puedo salir.
9 Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción; te he llamado, oh Jehová, cada día; he extendido a ti mis manos.
10 ¿Mostrarás maravillas a los muertos? ¿Se levantarán los muertos para alabarte? (Selah)
11 ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, o tu fidelidad en la perdición?
12 ¿Serán conocidas en las tinieblas tus maravillas, y tu justicia en la tierra del olvido?
13 Mas yo a ti he clamado, oh Jehová; y de mañana mi oración sale a tu encuentro.
14 ¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma? ¿[Por qué] escondes de mí tu rostro?
15 Yo estoy afligido y a punto de morir; desde mi juventud he sufrido tus terrores, estoy perplejo.
16 Sobre mí han pasado tus iras; tus terrores me han cortado.
17 Me han rodeado como aguas de continuo; a una me han cercado.
18 Has alejado de mí al amigo y al compañero; y a mis conocidos pusiste en tinieblas.
Proverbios 20
1 El vino [es] escarnecedor, el licor [es] alborotador; y cualquiera que por ellos yerra, no es sabio.
2 Como rugido de cachorro de león [es] el terror del rey; quien lo enfurece, contra su propia alma peca.
3 Honra [es] al hombre el apartarse de contienda; mas todo insensato se envolverá en ella.
4 El perezoso no ara a causa del invierno; mendigará, pues, en la siega, y no hallará.
5 [Como] aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; mas el hombre entendido lo alcanzará.
6 Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad; pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?
7 El justo camina en su integridad, bienaventurados [serán] sus hijos después de él.
8 El rey que se sienta en el trono de juicio, con su mirar disipa todo mal.
9 ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado?
10 Pesa falsa y medida falsa, ambas cosas [son] abominación a Jehová.
11 Aun el muchacho es conocido por sus hechos, si su obra [fuere] limpia y recta.
12 El oído que oye, y el ojo que ve, ambas cosas ha hecho Jehová.
13 No ames el sueño, para que no te empobrezcas; abre tus ojos, y te saciarás de pan.
14 El que compra dice: Malo [es], malo [es]; pero cuando se marcha, entonces se alaba.
15 Hay oro y multitud de piedras preciosas; mas los labios sabios [son] una joya preciosa.
16 Quítale su ropa al que salió por fiador del extraño; y tómale prenda al fiador de la mujer extraña.
17 Sabroso [es] al hombre el pan de mentira; mas después su boca será llena de cascajo.
18 Los pensamientos con el consejo se ordenan; y con estrategia se hace la guerra.
19 El que anda en chismes descubre el secreto; no te entremetas, pues, con el que lisonjea con sus labios.
20 El que maldice a su padre o a su madre, su lámpara será apagada en oscuridad tenebrosa.
21 La herencia adquirida de prisa al principio, su postrimería no será bendita.
22 No digas: Yo me vengaré; espera en Jehová, y Él te salvará.
23 Abominación [son] a Jehová las pesas falsas; y la balanza falsa no [es] buena.
24 De Jehová [son] los pasos del hombre: ¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?
25 Lazo [es] al hombre el devorar lo santo; y reflexionar después de haber hecho los votos.
26 El rey sabio dispersa los impíos, y sobre ellos hace rodar la rueda.
27 Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, que escudriña lo más recóndito del vientre.
28 Misericordia y verdad guardan al rey; y con clemencia se sustenta su trono.
29 La gloria de los jóvenes [es] su fuerza, y la hermosura de los viejos su vejez.
30 Lo amoratado de las heridas purifican del mal; y las llagas llegan a lo más recóndito del vientre.
Testimonio: 16-03-2019 #01
Amados, 16 de marzo 2019. “No os toca saber los tiempos y las sazones, más Yo os digo que ninguno que no reciba la lluvia temprana recibirá la lluvia tardía. Porque no puede el fruto madurar en la planta si aún no ha germinado. Así que, rogad en vigilia, ruego y oración que la semilla de verdad germine en vuestros corazones con premura para que cuando venga la lluvia tardía pueda madurar el fruto. Porque, ¿de qué le vale al ser humano ganar el mundo si pierde su alma? ¿acaso podrá algún humano madurar su propio fruto? Cuidad vuestra alma de los ciegos que guían ciegos, y andad por la senda antigua pero iluminada por el Dios de la siega. ¿Sabéis de los tiempos del verano, otoño e invierno y no sabréis de la primavera? ¿cómo podéis decir: ‘mi Señor tarda en venir’ con lo que está ocurriendo a vuestro lado? ¿Acaso podré ser salvo sin fruto? ¿o no sabéis que el evangelio será terminado por testimonio a todas las naciones? ¡Generación contumaz y perversa que a lo bueno llaman malo y a lo malo le dicen bueno! Ciertamente digo que ninguno de ellos heredará la Patria Eterna.” {Daisy Escalante: 16-03-2019 #01, es.p1}
“Más el pueblo que conoce a su Dios se esfuerza y avanza y no hay para ellos mayor gozo que hacer la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Estos machucan su voluntad y la ponen por servidumbre y no toleran el mal, más lo declaran por su nombre y lo aborrecen, pero aman al pecador.” {Daisy Escalante: 16-03-2019 #01, es.p2}
“¡Oh, generación dura de cerviz que allanan el camino para que sea fácil para muchos! Más Yo os digo: ‘reparad portillos y alzad calzadas y poned la verdad, la justicia, y el amor en vuestro camino y veréis cómo, muchos, serán encajados en el embudo’. Porque hay camino que al hombre parece derecho más su fin es camino de muerte. Dad frutos dignos de arrepentimiento y sólo así hallaréis descanso para vuestras almas, y sed perfectos como vuestro Padre, en los cielos, es perfecto. Orad para que el Dios de la siega ponga su fuego sobre vosotros. El tiempo es y [se] está acercando cuando el llorar y el crujir de dientes sonará y donde el valiente gritará de espanto porque ‘pasó la siega, acabose el verano y no fueron salvos’. ¡Oh, generación aturdida por el pecado, de sentidos adormecidos y sordos en su propia opinión, ciegos de codicia y vestidos de suficiencia propia! Te crees rico y en un día será tu ruina.” {Daisy Escalante: 16-03-2019 #01, es.p3}
“Desead estar a cuentas conmigo y recibiréis reposo y salud en vuestras almas. Mostrad el camino con vuestras obras y confiad en el que transforma los corazones. Habitad en la calma y en la tranquilidad y, allí, regocijaos con los ministros silenciosos que Yo he puesto para vuestra transformación. Allí reposa mi Espíritu y espera ansioso por el vuestro. ¿Decís que ansiáis una patria mejor? Pues, obrad de acuerdo a vuestras ansias porque lo que el hombre realmente ansía es lo que persigue. Por sus frutos los conoceréis. ¿Cómo, pues, decís: ‘esto ansío’ y [vais] tras otro camino? Porque Yo voy por toda la tierra buscando la gente pensante para que estemos a cuenta. El tiempo es muy cercano, como cuando en Jerusalén el tiempo acabó y no se dieron cuenta del mismo, y ellos mismos exclamaron: ‘¡ikabu, ikabu; la gracia se apartó!’. Cualquiera que obvie la preparación será sorprendido y cualquiera que crea estar firme mire que no caiga.” {Daisy Escalante: 16-03-2019 #01, es.p4}
“Recordad mis tiempos, que muchos desechan, más los entendidos entenderán, esto es, a saber, los que están escritos en el libro de la vida. Filipenses 2:10.”
Palabras fieles y verdaderas de mi Señor para cada uno de ustedes. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 16-03-2019 #01, es.p5}
Filipenses 2:10
10 para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla; de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra,
Testimonio: 16-03-2019 #02
Amados, 16 de marzo 2019. A las 12:15 pm, mientras meditaba en las cosas que el Señor me ha dejado saber, vino palabra de Dios a mí diciendo: “la licenciosidad en el matrimonio —donde se practican prácticas homosexuales y de lesbianismo, la lascivia, el pecado secreto, y actos animales—, degradan al ser humano volviéndolo, así, insensible a la voz de Dios. Este es el mayor de los planes del enemigo que desde tiempos inmemorables ha sido trabajado, en él, hasta llegar a ser, hoy, lo que estamos viendo.” {Daisy Escalante: 16-03-2019 #02, es.p1}
“Si nuestra necesidad es que Dios os dirija y proteja siempre, ¿podréis, acaso, pensar que, en tales prácticas, el Señor y sus ángeles están? Velad, porque el adversario salió a vuestra destrucción.” {Daisy Escalante: 16-03-2019 #02, es.p2}
“¿Qué más odió satanás sino lo que Dios mismo constituyó en el huerto del Edén? ¿el matrimonio entre hombre y mujer —siendo el hombre la cabeza del hogar, este patriarcado sólo válido ante Dios, al ser Dios la cabeza de éste—? El día sagrado, pacto entre Dios y el hombre, es a saber el sábado, séptimo día de la semana del Señor, el shabat, que Dios mismo lo guardó con la santa pareja en aquel huerto que Él mismo preparó en un campo maravilloso. Era, pues, muy sabido por el enemigo de Dios que, si nos apartamos del patriarcado dando lugar hacia el matriarcado, y practicando el paganismo desde antes de Jezabel, el matrimonio estaría en peligro infernal. Así también el vivir en las ciudades y desechar el campo como cosa ruin, baja, aborrecible, lleva al ser humano a la transgresión voluntaria, o involuntaria, del sábado del Señor. Por tal razón, estas instituciones gemelas fueron pilares plasmados desde el inicio de la humanidad.” {Daisy Escalante: 16-03-2019 #02, es.p3}
“Satanás ha plasmado la rebeldía en esto para, así, asegurarse la destrucción humana. Así, con el hogar destruido, recomienda al ser humano: ‘tu felicidad es primero, haz lo que quieras, todo es válido por tu felicidad’. Y así, las más bajas pasiones alimentadas por una creencia errónea, y alimentadas por una carne corrompida, y con una sangre efervescente por la alimentación a base de animales y todo lo que proviene de animal, y lejos de Dios, sucumben [a] los horrores más denigrantes que se hayan visto, sintiéndose, así, que suyo es el mundo y sus conquistas. Nada está más lejos de la verdad, pero el adversario pone un velo en sus ojos para su destrucción. Asimismo, el campo nos conecta con el Dueño y Creador de la creación. Es por esta razón que el enemigo lucha para que las masas permanezcan en las ciudades llenas de vicios y disensión. El ojo vigilante de Dios observa nuestro proceder y no podrá ser burlado. ¡Arrepentíos y buscad su rostro mientras éste pueda ser hallado!” {Daisy Escalante: 16-03-2019 #02, es.p4}
Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 16-03-2019 #02, es.p5}
Testimonio: 12-07-2019 #01
Amados, 12 de julio, 2019. En sueños, dijo mi acompañante: “observa”. Observé y vi dos culebras que salían de un gran nido de serpientes, comisionadas a una importante y vil misión. Seguí observando y vi un caballero. Este, con grandes ganas de aprender para lograr completar su labor. Este se esforzaba, le vi en un aula de clases. Mientras estudiaba, vi una serpiente entrar y colgarse de su cuello. Esta se convirtió en mujer a mi vista, pero el hombre, al parecer, la veía y no notaba su mutación. Entonces yo dije: “¡oh Señor! ¿debo decirle?” Entonces se me dijo: “habla”. Hablé y di la alerta más no fui escuchada. {Daisy Escalante: 12-07-2019 #01, es.p1}
La escena cambió en ese entonces, y vi al hombre afanado en su labor. Y, mientras lo observaba, yo vi otra culebra llegar, ésta era más grande que la anterior, y una cara más terrible que la anterior y se convirtió en mujer. Fue donde el hombre que trabajaba, y su seducción era aún mayor que la anterior. Esta hablaba y su aliento adormeció al hombre y éste, éste, se envolvió en sus amores y adulteró con ella y así quedó bajo su hechizo. {Daisy Escalante: 12-07-2019 #01, es.p2}
Mi desespero fue tal, al ver esto, que luché por despertarlo de tal sueño y traté de que entendiera que aquella mujer era una simple serpiente. En ese momento él quedó estático y atento. Por un momento pensé que razonaría, más renegó de la razón y quedó atrapado en el infernal hechizo. Yo lloré amargamente, al verle así, y mis lágrimas no notaron su proceder. Entonces, se me ordenó alejarme y dejarle en su mal proceder. Entonces se me dijo: “hay camino que al hombre parece derecho más su fin es camino de perdición”. ¡Al alejarme de él sentí tanto dolor y compasión por él! Más no podía hacer nada por él; se me dejó saber que ninguno que juegue con la serpiente podrá librarse de ella. {Daisy Escalante: 12-07-2019 #01, es.p3}
Dijo mi acompañante: “apartaos de lo inmundo, de la lengua engañosa y de los labios perversos que corren a soltar redes y enredar almas hasta sumergirlas en aguas turbulentas de perdición”. {Daisy Escalante: 12-07-2019 #01, es.p4}
Amados ahí desperté. Con un dolor grande en mi corazón, porque estos hechizos infernales, si los acariciamos, van a llegar a ser nuestra perdición. Quiera Dios que cada uno de nosotros sea librado de este hechizo infernal, porque nos aferremos a Cristo Jesús, nos humillemos a él y no prestemos oído a seducción y doctrinas de demonios. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 12-07-2019 #01, es.p5}
Testimonio: 27-07-2017
Amados, quiero compartir con ustedes un sueño que tuve el 27 de julio de 2017. Yo me veía durmiendo cuando de repente una voz me despertó, aún yo estaba en el sueño, pero en el sueño me desperté. Y la voz decía así: “así dice el Señor. Jóvenes, ¿por qué estáis con anatemas? ¿Por qué, si conocéis el camino, no andáis por él? ¿acaso desde el vientre materno, mientras mamabas, no supisteis de Mí? Te dirigen lobos del rebaño. Se han dado licencia para permitir toda clase de abominación y, pensando tú que estás honrando mi nombre, me estás deshonrando. ¿Por qué participas de música aberrante y luego te jactas de decir que me has alabado cuando mis oídos no pueden escuchar ese anatema?” {Daisy Escalante: 27-07-2017 , es.p1}
“Pastores,” decía, “pastores del rebaño, ¡han descarriado mi tierno rebaño! ¿Acaso no lo veré? ¿acaso no lo sabré? Batería, ruidos estridentes, mímicas, pantomimas, shows, todo esto, para Mí, es anatema. ¿Dónde lo estipulé?”, decía. {Daisy Escalante: 27-07-2017 , es.p2}
“Vivo yo, dice el Señor, que, desde los que permitieron hasta los que practicaron, a sabiendas, recibirán su retribución. Me llamas Señor y no me temes. Me buscas, a tu tiempo, en tu momento y luego, en momentos de desesperación solamente, es cuando me buscas,” decía la voz. Y gritaba: “¡abominación, anatema en mi pueblo, y no lo toleraré más! ¡Príncipes, habéis descarriado [a] mi débil rebaño y no seréis pasados ante mis ojos como inocentes! ¡Han turbado y descarriado mi rebaño! ¡hablan de un Dios que no conocen, predican de un Dios ajeno a ellos, y pretenden guiar mi rebaño! Vivo Yo,” decía, “que ninguno será tomado por inocente. Mis ojos lo ven, y mis testigos me lo confirman, el Espíritu Santo no está con ellos. El refrigerio no será para estos falsos. ¡Ay de ti, ay de ti que decías: ‘casa de Jehová es esta’, más allí no hay habitación para Mí! No hay morada para el Santo de Israel.” {Daisy Escalante: 27-07-2017 , es.p3}
Y seguía diciendo: “vivo Yo, que no quedará piedra sobre piedra donde puedan sentirse orgullosos. No hay verdad conocida, hoy, en todo esto. Está falseado; la pretensión, la conveniencia, la fornicación, son la licencia del día, Yo, Jehová, lo estoy viendo y no lo pasaré por alto. No hay para ti escapatoria, pues a sabiendas, y por precio, has falseado la verdad y cortado el derecho. ¿Dónde están los jóvenes que me buscan y echan suerte por Mí?”, seguía diciendo, “¿dónde están sus manos alzadas buscando al Santo de Israel? ¡Jóvenes, mis ovejas tiernas del rebaño, por favor, despierten! ¡Estoy a punto de llegar y los deleites de este mundo te ciegan! ¿Acaso no te ofrezco la vida eterna?” decía, “¿acaso no te he hecho algo Yo, de bien, todo el tiempo? He muerto por ti, te he dado la vida eterna, te la ofrezco, más no me buscas. Mal ejemplo has recibido, y te han falseado la verdad, pero Yo no cambio, Yo Soy el mismo ayer, hoy y por los siglos. ¿Qué he hecho para que no me ames y no me busques? Di mi vida por ti, sigo luchando por ti. ¿Por qué no me amas?” {Daisy Escalante: 27-07-2017 , es.p4}
“Vivo Yo que, si me buscas y haces pacto conmigo, te levantaré sobre muchos, y te usaré como nunca se ha visto, te usaré como debe ser hecho. Muchos otros jóvenes necesitan escuchar y, si haces voto conmigo, mi plan en tu vida se dará. Serás estrella en un firmamento oscuro, y serás sal en un mundo insípido. Aléjate de lo falso,” seguía diciendo, “no aceptes medida falsa, Yo te ofrezco la vida eterna, te ofrezco vivir conmigo eternamente, ¿acaso eso poco para ti? No te dejes engañar, sal de la falsa adoración y levanta tus manos y dobla tus rodillas ante Mí, y Yo te levantaré como estrella para salvar a muchos. Te amo,” decía, “pero tú decides. Con un amor eterno te he amado. No hay tiempo,” seguía diciendo, “ya estamos preparándonos. El último tiempo ha llegado, ¿a quién servirás?” {Daisy Escalante: 27-07-2017 , es.p5}
En eso amados me vi en un valle, estaba hablándole a muchos, y todos eran jóvenes más o menos entre 13 y 30 años, todos atendían las instrucciones que yo les dictaba. Y yo les decía que dejaran de jugar videojuegos, que estuvieran sacando tanto tiempo para internet, que dejaran todo eso, que buscaran al Señor, que dejaran la música que no agradaba a Dios, que se alejaran de la pornografía, que sacaran los deseos de su vida y entronaran a Dios en sus vidas. Yo les decía que no había tiempo que perder, que Jesús viene ya, que se alistaran para recibir el Espíritu Santo, y que éste no vendría cuando hay anatemas. Y yo les daba una lista de anatemas: “música contemporánea”, les decía, les hablaba de la batería, de los videojuegos, de las modas, las pinturas [maquillaje], los deseos propios, que dejaran de estar detrás de líderes corruptos que permiten todo anatema diciendo que Dios está ahí cuando no está. Que se dejaran de estar detrás de los shows, de las cantatas que falseaban un verdadero reavivamiento, y entonces les decía: “¡jóvenes despierten! ¡Dios es santo y delante de Él todas esas cosas son abominación, son anatema!” {Daisy Escalante: 27-07-2017 , es.p6}
Y seguía diciéndoles yo a estos jóvenes que estaban ahí: “muchos líderes y maestros y, aún, padres los han envalentonado en la desobediencia a Dios, y los han descarrilado, pero otros de ustedes, lo han hecho a sabiendas. ¡Levántense de parte de la verdad!” les decía yo, “y vivirán, y escojan el camino de Dios, dejen de estar detrás de mamón que los va llevar a la destrucción. ¡Dejen de estar tibios! su alma es abominación al Señor cuando están tibios. ¡Hoy es el día de decidir! De ustedes está el tomar la decisión, ¿qué harán?”, les seguía diciendo yo. {Daisy Escalante: 27-07-2017 , es.p7}
En eso, amados, vi los jóvenes que aceptaron el llamado, que sus ropas seculares, con las cuales ellos estaban, comenzaron a brillar, y como que una bata blanca comenzaba a salir en vez de la ropa que ellos llevaban. Entonces todos los que aceptaron el mensaje, todos los que mostraban en su rostro que lo habían aceptado, brillaban con una energía grande, y todos estaban, ¿verdad?, uno detrás de todos ellos. Entonces, todos comenzaron a brillar y brillaban y brillaban, ¡y brillaban! Y, de repente, todos comenzaron, dieron la espalda, y comenzaron a correr. Detrás de ellos había un río, cruzaron ese río, y comenzaron a subir una ladera y una montaña grande que había al frente. Entonces, mientras ellos subían, aún más brillaban. Entonces yo trataba de verlos, pero, de repente, los perdí de vista porque los árboles me los tapaban y yo estaba desesperada tratando de buscarlos con la vista, más no los veía. {Daisy Escalante: 27-07-2017 , es.p8}
En eso, de repente, mi acompañante apareció y me dijo: “¿que ves? ¿qué estás buscando?”, y le dije: “¡he perdido de vista a los jóvenes, no los veo!” Y me dijo: “mira otra vez”. Entonces vi luces que se movían entre los árboles y, ya casi, estaban llegando a la cumbre de la montaña, y le pregunté: “¿por qué cuando terminé de hablarles todos ellos corrieron y cruzaron el río y subieron a la montaña?” Y él me contestó: “¿viste sus vestiduras cambiar y que comenzaron a brillar?”, entonces le dije: “sí, sí lo vi”. Y él me dijo: “observa”. Entonces vi el momento cuando yo les estaba hablando a estos jóvenes y pude ver cómo, ángeles del Señor, se paseaban en medio de ellos, cuando ellos escuchaban las palabras. Pero, también, vi ángeles negros, eran pocos, pero hacían la lucha para que la verdad no llegara a sus oídos. Y vi cómo, los que aceptaron y recibieron la orden de los ángeles buenos, corrían y cruzaban el río. Porque los ángeles les decían: “¡corran, crucen el río, y corran a la montaña!” Por eso fue que ellos comenzaron a correr, por esta orden divina, y fueron hasta la montaña. {Daisy Escalante: 27-07-2017 , es.p9}
Entonces me dijo: “ahora ve la montaña, ¿que ves?”, y entonces le dije: “veo que ellos brillan ahora más que antes” Y me dijo: “mira otra vez” Entonces vi cómo, del cielo, salían lenguas de fuego y caían sobre ellos y éstos brillaban aún más, ¡y aún más! Entonces me dijo mi acompañante: “llegó el fin, el refrigerio, la lluvia tardía los ha investido, y muchos, muchos de ellos se salvarán, y ellos mismos han librado su alma, y ellos ayudarán a otros a librar su alma también”. {Daisy Escalante: 27-07-2017 , es.p10}
¡Entonces yo me gozaba, era tremenda aquella escena, sentía que mi corazón brincaba de alegría, amados hermanos! Entonces cuando mi acompañante me dijo: “observa abajo”, vi a unos jóvenes, sus ropas eran las comunes, estos jóvenes no brillaban, entonces se me dijo que corriera a ellos. Entonces yo comencé a correr a ellos y cuando yo llegué donde ellos, todos salieron corriendo con miras, se apartaron de mí, sus rostros eran negros, se veían como la noche y, ¡me espanté al ver esa oscuridad tan grande que veían en el rostro de ellos! {Daisy Escalante: 27-07-2017 , es.p11}
Pero sólo un joven quedó, y yo le instaba a cruzar el río, pero éste no quería. Le decía que nos arrodilláramos a orar, pero no se quería arrodillar. Entonces, yo comencé a cruzar el río, y estaban, las aguas, tranquilas y el fondo era llano, y lo comencé a cruzar. Entonces, cuando ya estuve al otro lado, yo llamaba a este joven y a mi insistencia éste comenzó a cruzar y, cuando iba por la mitad, las aguas comenzaron a violentarse y el joven comenzó a hundirse. Entonces, me desesperé y grité: “¡Señor, yo no sé nadar y el joven perece! ¡Por favor, ayúdame a salvarlo!” Entonces, me vi saltando al agua y, por alguna razón que desconozco, comencé a nadar, agarré [a] aquel joven por el cuello tratando de mantener su cabeza a flote y lo llevé a la orilla. {Daisy Escalante: 27-07-2017 , es.p12}
Ya en la orilla, yo le insté al joven a que se arrodillara para orar y este, temblando de miedo, más de miedo que cualquier otra cosa, lo hizo. Entonces no nada más se arrodilló, sino que se inclinó completo al suelo, su rostro tocaba el suelo, entonces yo me incliné en las espaldas de aquel joven para agradecer a Dios por haberme ayudado a poder salvarlo. Entonces, de repente, un viento fuerte, y un ruido, llamó mi atención. Entonces, miré hacia atrás. Entonces, el río, el agua del río, se había levantado de su cauce y era un gigante enfurecido y amenazaba con caernos encima. Así que temí y clamé: “¡Jesús, Jesús, por favor, sálvanos, sálvanos!” En eso, por alguna razón, algo me dijo: “ancla tus manos firmes en el suelo”, y ahí me tiré encima del joven y sentí cómo mis dedos se enterraban en la tierra. Y dije: “¡Señor, sálvanos que perecemos!” Entonces, sentí el peso del gigante de agua en mis espaldas, pero no me movió, rugió y rugió, pero allí estábamos, el joven y yo, sin movernos. Entonces, de repente, una luz prominente del cielo nos alumbró y las aguas volvieron a su lugar, y pudimos levantarnos. {Daisy Escalante: 27-07-2017 , es.p13}
Yo estaba exhausta, caí al suelo y, mientras miraba la luz proveniente del cielo y agradecía a Dios, me acordé del joven y lo busqué, pero no lo encontraba. Corrí río abajo, por la orilla del río. Entonces, de repente, lo veo que está en una piedra dentro del río y él se aguantaba de esa piedra, pero la corriente era muy fuerte y lo arrastraba. Entonces me fijé más abajo en el río y vi una gran cascada, entonces pensé: “Señor, va a morir”. Y comencé a gritar, comencé a gritar: “¡Señor, por favor, ayúdame a ayudarlo, ayúdame porque va a perecer!” Entonces, de repente, fui agarrada por la espalda, y me elevaron hacia el joven, entonces al mirar quién me agarraba por la espalda vi a mi acompañante, él era el que me cargaba. Entonces fuimos al joven y lo agarré y lo sacamos a la orilla. Allí estábamos agradecidos, y, agradecidos a Dios por mandar su ángel a acompañarnos y a sacarnos de aquel lugar tan enfurecido, por haber rescatado este joven, por sus misericordias. Entonces mi acompañante nos dijo: “¡síganme!” Entonces, lo seguimos hasta el pie de la montaña y comenzamos, seguros ya, a subirla. En ese momento, desperté. {Daisy Escalante: 27-07-2017 , es.p14}
Conozco muy de cerca [a] este joven, por eso me impacta esta situación. Pero me desperté con la certeza de que Dios está llamando a la juventud a hacer pacto con Él. Ojalá que muchos, muchos, puedan decidir y puedan decir: “¡heme aquí, Señor! ¡Envíame a mí!” Que Dios me bendiga a todos los jóvenes, y a todas las personas que puedan escuchar esto y que podamos decidir para salvación, ¡podamos decidir por Cristo Jesús! Dios me los bendiga. {Daisy Escalante: 27-07-2017 , es.p15}
Testimonio: 29-07-2017 #01
Queridos hermanos, hoy es 29 de julio, sábado 29 de julio del 2017. Quiero compartir un sueño que tuve en la madrugada de hoy.
Estaba en un lugar con mi familia, y otros hermanos. Era la cima de una montaña, había tres estadios, y estos estadios estaban unidos como por puentes, que podíamos pasar de un lado al otro. Era sábado a mi entender, porque en los diferentes lugares, en los diferentes estadios, estos que eran tres, se estaban llevando actividades de sábado como: la escuela sabática, culto divino, y otros. Así que, pude apreciar que era un día de sábado. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p1}
En el primer estadio, estaban dando la escuela sabática. Había mucha controversia por diferentes ideas impuestas por los de la jerarquía y otras personas que debatían. Entonces, como vimos esa manifestación, en ese lugar, no nos pareció. Entonces, comenzamos a caminar por uno de los puentes, mi familia y otros hermanos que estaban con nosotros, y nos dirigimos al segundo estadio. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p2}
Allí comenzamos a ver que había jóvenes y jóvenes adultos. Entonces, cuando nos quedamos un momento para ver qué era lo que se estaba llevando allí a cabo, comenzamos a escuchar una música estridente. La letra hablaba de Dios, pero la música era total y absolutamente mundana. Así que dijimos: “aquí no nos podemos quedar”. Entonces, salimos por la puerta y caminamos hacia el siguiente puente para llegar al tercer estadio. Allí vimos una persona que estaba predicando. Cuando me percaté, vi que era un pastor. Estaba predicando, estaba hablando como cosas incoherentes, como: ‘estamos bien’, ‘Dios está con nosotros’, ‘estamos en victoria’, cosas así. Y yo decía: “pero, ¿cómo puede estar diciendo eso si hemos salido de los dos estadios anteriores? Y, ¡miren lo que vimos! Y, ¡mira lo que él está predicando!” {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p3}
Entonces, de repente, mientras yo estaba diciéndole esto a las personas que estaban con nosotros, las ropas de aquel pastor que estaba predicando se le cayeron y quedó en paños menores. Y salimos corriendo de allí, y buscamos rápido la salida, y como esto estaba como en la loma, así arriba, comenzamos a bajar. Entonces al bajar la montaña vimos una lancha, y le pedimos al capitán que, por favor, nos llevara al otro lado del río pues ya no deseábamos estar más allí en aquel lugar. Así que él nos dijo: “¡claro, pero apúrense! Pues, siempre que bajan personas de esos estadios, unos soldados los siguen y si los atrapan, pues, ya no vuelven, y, ¡apúrense porque ahí vienen!” Entonces, cuando nos dijo así, nos señaló en la montaña, arriba, de donde habíamos bajado, y allí vimos a tres soldados que venían tras nosotros. Así que corrimos a la embarcación y ésta comenzó a girar para retirarse de la orilla, cuando vimos los soldados saltar al agua, y empezaron a nadar fuertemente hacia la embarcación, y vi cuando la abordaron. Entonces nos comenzamos a llenar de miedo. Yo sentía mucho miedo y buscamos donde escondernos. Y yo me fui detrás de una mesa que había, allá, en la embarcación, y cuando me agaché, vi uno de estos soldados. Vi cómo, uno de ellos, entraba en la cabina del capitán y tomó el mando, y otro se dirigía hacia donde yo estaba, así que me asusté mucho. Pero, de repente, me di cuenta que detrás de mí había como algo que estaba respirando, sentí un aliento muy cerca de mí, en mis espaldas. Entonces, al voltear, veo un león, un león adulto, ¡era hermoso! Estaba sentado. Entonces, sus ojos me miraron fijamente, y yo también lo miré a los ojos fijamente. Pero sus ojos no eran como ojos de animal, eran como ojos de humano y estaba mirándome con ternura. Entonces, al principio, me asusté cuando lo vi, por la impresión, pero luego, cuando le vi sus ojos que emanaban ternura, comencé a sentir paz. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p4}
Entonces, el león se paró, y cayó sobre el soldado que venía hacia mí, lo tiró al suelo y éste dejó de moverse, no lo vi que se movió más. Entonces, luego, vi cómo, este león también, pasó hacia la cabina de control y embistió al soldado que había hecho girar el barco, y le pasó el mando al capitán que ya lo habían sacado de aquel lugar. Entonces luego, fue donde el otro grupo que estaba asustado, porque estaba, allí, instigándolo otro soldado. Embistió, también, a este soldado y así pudimos continuar a salvo hacia el otro lado del río. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p5}
Entonces, al mirar, allí en aquel lugar, vi cómo pudimos llegar al otro lado del río y, cuando llegamos allí, al otro lado del río, nos despidieron amablemente. Y nos dijeron: “sigan por ese camino y no se salgan de él”. Así que seguimos subiendo, y así lo hicimos. Comenzamos a subir. De repente, yo me volteo para atrás y digo: “déjame ver por dónde va el barco”. Entonces, cuando miro hacia atrás para ver la embarcación, veo el león que viene detrás de nosotros. Entonces, como que me desesperé y le dije a mi familia y a los hermanos que venían con nosotros: “¡debemos regresar, el león se vino con nosotros! ¡Él es de la embarcación, van a pensar que nos lo estamos llevando, vamos a regresarlo!” Pero entonces, mientras yo estaba hablándole eso a las personas que iban conmigo, de repente, una persona frente a nosotros comenzó a saludarnos y nos decía: “¡hola, bienvenidos, vengan, vengan!” Entonces, vimos unos grupos de personas allí en aquel lugar cuando nos recibieron. Algunos estaban, sólo, sentados en el suelo, pero estaban llorando. Unos estaban solitos, también, en unas esquinas, allí sentados; y estaban llorando muy fuerte, llorando sin parar. Aunque tenían sus manos en la cara, yo veía cómo sus lágrimas caían al suelo. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p6}
Entonces, pregunté a la persona que nos saludó, a la que nos recibió, que por qué ellos lloraban. Entonces él me contestó: “ellos saben que deben estar aquí, pero haberlo dejado todo es muy duro para ellos, esta es la fase uno, es la fase más difícil”. Entonces vi, en ese lugar, campos dispuestos para ararlos, pero nadie lo hacía porque todos estaban sufriendo, todos estaban llorando. Además de eso, en aquel lugar precioso, vi unas cabañitas pequeñas, pero nadie en ellas, pues todos estaban afuera y estaban con este dolor llorando. Y al mirar en ese lugar, veía en diferentes lugares letreros que decían: “estación número uno”. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p7}
Entonces, al llegar donde el señor que nos recibió, le dije: “el león vino con nosotros y él pertenece al barco, así que yo quiero devolverlo, tenemos que volver para llevarlo al barco”. Pero el señor me sonrió y me dijo: “el león siempre acompaña a los de la estación 4. Siempre que vemos al león bajar con personas, o alguien que baja, y va para la estación 4, pues, el león va con ellos”. Entonces le pregunté: “¿y qué es eso de la estación 4?” Y él me dijo: “ven y ve”. Entonces me llevó al recorrido de la estación donde estábamos ahí, la estación número 1. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p8}
Entonces, cuando vi todo lo que había en esa estación, me pude dar cuenta que era un lugar que era muy bonito, un lugar muy tranquilo, pero las personas a pesar de que aquel lugar estaba tranquilo, estaban llorando. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p9}
Pero nos dijo: “no se preocupen, tienen que seguir su camino”. Entonces nos dio agua a tomar y nos indicó el camino por donde teníamos que seguir y nos despedimos y nos fuimos camino arriba. Así que mientras salíamos de aquel lugar yo pude escuchar a alguien que dijo: “miren, el león va con ellos, son de la estación 4”. Así que, por alguna razón, todos allí sabían lo que simbolizaba el león, menos nosotros. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p10}
Así que seguimos nuestro camino y pronto otro personaje nos comenzó a saludar. Al lado de él había un letrero que decía: “estación número 2”, lo podía apreciar en aquel momento. Y llegamos. Y él, con mucha amabilidad, procedió a mostrarnos el área de aquel campamento. Muy amable, nos llevó al recorrido del lugar y, entonces, comenzamos a ver que allí había cosas que yo no había podido apreciar en el campamento anterior. Vi las cabañitas otra vez, eran iguales, y vimos, ya, el campo. Estaba arado, era muy diferente al campo anterior, y personas sembrando. Estas estaban, ya, más calmadas, pero se veían como un tanto preocupadas. Entonces, todos quedaron asombrados al ver el león con nosotros, y el guía me dijo: “ya se están aclimatando y pronto serán felices”. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p11}
Así que, después de esto, nos dieron agua otra vez y nos llevaron para continuar el camino. Nos despidió y continuamos camino arriba. Cada vez el camino era más angosto y más elevado, y ya, cerca de la próxima estación, también nos salió a recibir otro señor. Muy amable el señor, y nos llevó al recorrido de aquel lugar, igual que nos hacían en las estaciones anteriores. Así que pasé otra vez por el letrero que decía, esta vez: “estación número 3”. Había las mismas cabañas, los mismos campos, pero noté que ahora las personas allí, que estaban sembrando, estaban gozosos. Y nos mostraban ellos mismos las plantitas que ellos mismos habían cultivado, lo que habían crecido, y que estaban en el proceso ellos de seguir sembrando, sembrando. Entonces nos comenzaron a decir cómo ellos sembraban, a explicarnos cómo ellos lo hacían. Yo vi que en sus caras había paz y seguridad, y todos eran muy trabajadores. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p12}
Así que nuestro guía nos dijo: “vengan a ver las cabañitas”. Esta vez fuimos a ver las cabañas, pero esta vez no nada más las vimos de lejos, sino que pude entrar a ellas. Y, cuando entramos, vi que dentro de la puerta, en la entrada, había un cántaro de cristal y uno de barro, estaban llenos de agua. Y dentro de las cabañas, ya, vi un matre [colchón] de tela que estaba como enrollado. El guía nos dijo que, en la noche, pues, esto se desenrolla para que las personas pudieran dormir y, en el día, pues, las volvían a enrollar y permanecían enrolladas. Además, vi una mesita pequeña y había allí tres libros. Entonces, me acerqué rápido a verlos y pude apreciar que eran: la Biblia, el Espíritu de la Profecía y el Himnario Antiguo; ¡yo estaba contenta!, y los cogí para verlos. También me pude dar cuenta que había una bandeja con pan en un extremo de la choza y, al salir afuera de la cabaña, cuando nos llevaron, pude ver que cada cabaña, al lado, tenía tres piedras, simulaba como un fogón y una pequeña pila de leña. Así que las cabañitas eran pequeñas y con solo eso, que era lo único que ellos tenían, aparte de las siembras, se veían felices. Entonces le pregunté al personaje que nos estaba guiando que qué comían a diario, y él me dijo: “pronto lo sabrás”. Entonces nos dirigió al camino y nos dijo que sigamos porque pronto iba a terminar nuestra jornada porque la próxima estación era la de nosotros. Así que nos despidió gozoso y así mismo, pues, continuamos nuestro camino. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p13}
Así que llegamos un tanto fatigados, pues cada vez la cuesta era más angosta y más difícil la subida, y nos recibieron como antes, y también pude apreciar allí amados hermanos un letrero que decía: “estación número 4”. Tanto el que nos recibió como los demás que estaban allí, se mostraron que estaban felices al vernos y rápidamente nos llevaron a las cabañas que debíamos ocupar por familias, porque cada familia tenía su cabaña. Entonces, al entrar a la cabaña que nos tocaba a mi familia y a mí, vi las mismas cosas que en la estación anterior, sólo existían unas leves variantes: sólo había un cántaro grande de barro en la entrada y un cántaro de barro también pequeño. El cántaro grande estaba lleno de agua, pero el pequeño estaba vacío. Entonces, al ver esto nuestro guía, en ese campamento nos dio unas instrucciones, y nos dijo: “estén bien atentos, tomad esta bolsa de semillas, y cada mañana debéis sembrar en aquel lado del campo, y nos señaló el lugar donde nos tocaba por las familias”. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p14}
Entonces nos dijo que cada quien tenía su siembra ya estipulada y que, según la trabajasen y la sembrasen, así, de esa forma, era que iban a segar. Entonces nos siguió diciendo que debíamos recordar que cada día, cada día, nosotros teníamos que comer de lo que nosotros sembrábamos y que, si no sembrábamos, pues, no íbamos a tener qué comer. Así que me acordé, en ese momento, cuando él dijo eso, de la mesa de pan que vi en la estación anterior, pero, cuando miré a mis alrededores allí, no la vi, no la pude apreciar. Pero cuando terminé de mirar, para ver si veía la mesa de pan, el guía nos siguió diciendo: “cada mañana, las familias hacen su culto familiar en sus cabañas, y luego salen al campo. Pero en la tarde, todas se reúnen en aquel lugar”, y nos señaló, y cuando nos señaló el lugar, vi un llano. Era de tierra y grama y los asientos eran troncos, troncos de árboles que habían cortado y estaban en aquel lugar. Entonces él nos dijo que en esos troncos era que nos sentábamos para el culto vespertino de agradecimiento a Dios, allí era donde nos íbamos a reunir. Así que al salir y caminar un poco por el campamento pude apreciar otra variante: las cabañas estaban mucho más separadas que en la estación anterior, no estaban, ya, tan juntas. Así que llegó la noche, todas las familias fuimos a aquel lugar donde él nos había dicho que nos íbamos a reunir para tener el culto vespertino, el culto de agradecimiento, y pude ver allí, en aquel lugar que se oraba, que se leía la palabra de Dios, el espíritu de la profecía, se cantaban himnos, y se recitaban de memoria grandes partes de los Salmos, y otras partes de la Biblia. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p15}
Entonces, cada uno de nosotros, dábamos gracias a Dios por los cuidados y la provisión de cada día. Y, antes de acabar todo esto, y de orar para que cada quien se fuera a sus cabañas, un señor se paró y nos dijo: “hermanos recuerden la señal, al verla, alistémonos”. Entonces yo pregunté asombrada: “¿qué señal? ¿qué señal? ¿de qué están hablando? No sé”. Entonces, allí, en aquel momento, me dijeron que, cuando viéramos luces bajando del cielo a las llanuras, debíamos alistarnos para salir. Así que me quedé con eso, pensando en eso, pero nos fuimos a dormir. Y entonces yo decía, meditando: “¿qué será eso? ¿qué serán esas palabras? ¿qué querrán decir?” Entonces, pues, nada, me quedé dormida. Y al otro día temprano, luego del culto familiar, salimos a sembrar y vimos en nuestro campo que había espiguitas con semillas. ¡Estábamos contentos y comenzamos a comer! Y dijimos: “¿quién habrá sembrado esto? ¡Si ayer cuando nos mostraron el lugar no había nada sembrado! Pero, ¡gracias Señor!” Estábamos agradecidos, ahí, espigando las semillas y comiendo. Entonces, también, fuimos al río en busca de agua con el cántaro pequeño y también sembramos una parte de la parcela que se nos había asignado. Entonces yo pensé: “esto que estoy sembrando ahora va a pasar mucho tiempo en germinar”, pero, por alguna razón, la paz y la armonía y la felicidad era tanta y tanta en aquel lugar, que yo dejé de preocuparme. Así que terminó el día con el culto vespertino y, otra vez, escuchando [sobre] la señal, y fuimos a la cama. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p16}
Entonces nos levantamos al otro día y luego del culto, al salir al campo, vimos allí que todo lo sembrado el día anterior ya tenía fruto. Y así, cada día sembrábamos el día anterior, y eso que sembrábamos era la comida del día siguiente. ¡Estábamos tan maravillados y tan contentos por lo que Dios hacía por nosotros día tras día en aquel lugar! Allí pude ver que no había espacio para la ociosidad, todos laborábamos todo el día y sólo de tarde, para el culto, era que nos reuníamos, para alabar y glorificar el nombre de Dios. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p17}
Así que nos fuimos a dormir y, cuando era ya tarde, aparecieron unos personajes vestidos de blanco a la puerta de cada cabaña, y nos dijeron: “¡es hora, alístense!” Entonces, todos salimos y pude ver, cuando salí de la cabaña, que otros salían también, e íbamos montaña arriba en fila y nos dijeron: “es hora”, entonces yo pregunté: “¿es hora de qué?” “Es que les espera el campamento 5”. Entonces yo decía: “pero, ¿cómo? Todo lo que hemos sembrado y todo, todo se está quedando aquí, ¿qué va a pasar?” Pero todos seguían ese camino, así que yo también comencé a seguirlo. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p18}
Fuimos llevados toda la noche, casi amaneciendo llegamos al campamento 5. Pude divisar el letrero que decía: “campamento 5”. Y, allí, pude ver otra variante: allí, las cabañas eran aún más pequeñas, y eran aún más retiradas una de las otras, al punto que, si no las buscábamos, no veíamos las cabañas del vecino. Entonces, allí, el primer día se nos proveyó alimento, pero del segundo día en adelante todo fue muy parecido al campamento 4. Sólo por unas variantes: el agua estaba más lejos, el campo de siembra era más duro, más hostil, no crecía tanto como en el anterior, la tierra era más difícil y teníamos que trabajar más por el alimento diario. Así que esto nos llevó a orar más y a buscar más de Dios porque era más difícil aquel lugar. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p19}
Así pues, pasaban los días y las noches, cuando una noche, luego del culto e irnos a nuestras chozas, vimos las luces del cielo que bajaban a las llanuras, entonces inmediatamente escuchamos una voz: “¡es hora, salgan! ¡es hora, salgan!” Entonces, por alguna razón, ya sabíamos qué hacer. Así que, todos corrimos montaña abajo y fuimos a las llanuras. Vimos, allí, muchas personas y comenzamos, a voz en cuello, a proclamar el último mensaje de amonestación a este mundo, ¡sin rodeos! Algunos escuchaban y se venían al grupo y comenzaban a proclamar, igual que nosotros, el mismo mensaje, pero la mayoría nos miraba y se ponían airados. Entonces, pronto, escuchamos una voz que dijo, bien fuerte: “¡basta, salid!” Entonces, todos corrimos otra vez de vuelta a la montaña. Ahora el grupo era más grande, pues se le sumaban los que escucharon y aceptaron el último mensaje, y todos corríamos con fuerza. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p20}
Cuando, de repente, pude mirar atrás de mí, para ver yo, según yo, para mirar todos los que venían detrás de mí, también corriendo en mi misma dirección, de los de nuestro grupo. Pero, cuando miré, lo que me percaté fue que vi hombres que estaban enfurecidos, y nos seguían montaña arriba, entonces ya los veía muy cerca, ¡muy cerca de nosotros! Y dije: “¡Señor, por favor ayúdanos, ayúdanos, porque nos van a agarrar! ¡esta montaña está muy difícil de subir, y ya yo siento que no tengo fuerzas!” Entonces, de repente, cuando estábamos ahí, en ese lugar, pues, ya, entonces, vimos cómo se comenzó a alumbrar la montaña. La montaña comenzó a tener luces por diferentes lugares. Entonces, cuando yo me fijé para ver bien aquellas luces, comencé a ver que eran ángeles, entonces muchos de estos ángeles pasaban corriendo por el lado de nosotros, montaña abajo, y embestían a estas personas que venían a hacernos daño. Pero, otros, nos iban dirigiendo montaña hacia arriba para lugares donde solamente ellos sabían a dónde iban. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p21}
Así que seguimos subiendo con los que nos iban dirigiendo y, pronto, llegamos a ciertos lugares bien escarpados, bien difíciles de llegar. Llegamos como a unas cuevas. Entonces yo podía ver cómo, en las diferentes montañas, alrededor de donde yo estaba, había diferentes cuevas. Entonces, por grupos, nos entraban ahí, y cuando nos entraron ahí, pues, ya, nos sentíamos seguros. Un poco cansados, un poco agitados, pero seguros, porque dos ángeles se ponían al frente de la puerta de las cuevas y ya sentíamos que nada, ni nadie, podía llegar ahí para hacernos daño. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p22}
De repente mientras estábamos ahí, que ya nos sentíamos seguros, en medio de la noche, se oyó un estruendo y una luz bien brillante y bien fuerte, entonces yo corrí a la puerta de la cueva y le pregunté a uno de los ángeles: “¡ya viene! ¿verdad? ¿Es Jesús el que viene?” Entonces él me contestó: “¡sí, sí ya viene nuestro Rey de reyes y Señor de señores!” Entonces comencé a llorar, sabía que ya todo había acabado, ¡no más dolor, no más muerte, no más persecución! Ya estábamos ahí, ¡sellados y custodiados por nuestro gran Dios y su maravilloso reino! ¡Entonces me sentía tan feliz, tan feliz! Todos, allí, comenzamos a llorar, ¡sentíamos que el corazón se nos salía! Todos nos miramos cuando los ángeles dijeron que tenían que irse. Entonces les dijimos: “pero, ¿cómo? ¡¿cómo que se van?!” Entonces nos dijeron: “sí, tenemos que ir, tenemos que ir a formar parte del coro angelical. Tenemos que estar ahí cuando Jesús venga. Ya Él viene y nosotros tenemos que ser parte de ese coro angelical. ¡Pero ya mismo nos vemos, no se preocupen, ya mismo nos vemos!”. Entonces, nos sonrieron y nos dijeron: “paz, ya todo acabó”. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p23}
¡Estábamos tan contentos, amados hermanos! Vimos cuando fueron al cielo a ser parte del gran coro que se oía, y se veía, en las nubes. ¡Esto tan maravilloso! ¡todos estábamos felices y nos arrodillábamos y alabábamos al que vive por los siglos de los siglos! En ese momento, mientras estábamos ahí en esa adoración, en ese momento tan solemne, viendo que nuestro Dios venía en las nubes de los cielos ya, y que todo iba a acabar ya, todo el sufrimiento, todo el llanto, todo el dolor, escuché una voz que nos decía a todos nosotros: “voy breve, voy en breve”. Entonces cuando escuché eso, dije: “voy breve, voy breve, ¿qué quiere decir esto?” Y volví a escuchar la voz aún más fuerte y con más claridad y la voz me dijo: “diles que todo está listo, que se preparen pues regreso muy pronto”. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p24}
En ese momento, amados, desperté. Con un gozo de la bendita esperanza de salvación, y con el deseo ardiente en mi corazón de que todos, y cada uno de, nosotros podamos ser parte de esta maravillosa salvación. ¡Dios nos ayude a todos a llegar! Dios nos ayude a todos a pasar por el proceso por el cual Dios desea que cada uno de nosotros pasemos para que podamos perfeccionar este carácter para encontrarnos con Cristo Jesús en las nubes de los cielos. Que Dios me los bendiga a todos. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p25}
Testimonio: 28-10-2017
El 28 de octubre del 2017, amados, fui llevada a un valle, era un valle bien extenso, un valle enorme, un valle donde nunca he estado antes. Comencé a ver mucho armamento de guerra, y entre esos armamentos pude empezar a ver banderas, estas banderas no eran todas iguales. Entonces yo me esforzaba por verlas bien, hasta que, de repente, mis ojos se enfocaron y vieron una bandera muy conocida, era la bandera americana. La guerra entre ellos había comenzado, y muchos estallidos, fuego, había mortandad por doquier. Era tan terrible ese combate que aun los que estaban en el mismo combate temían por sus vidas. Entonces de repente, después de largo combate, todo paró, y una nube de polvo gigante que había en el aire bajó, todo lo que mis ojos veían era desolación y gran mortandad. Era tan terrible aquella escena, amados hermanos, que yo me sentía morir en ese momento. Entonces clamé: “¡Señor, ¿han muerto todos?!” Entonces en ese momento mi acompañante apareció, y me dijo: “no, no todos, sólo los que para esta hora era preciso”. {Daisy Escalante: 28-10-2017 , es.p1}
Entonces me acordé, en este momento vino a mi memoria la sexta trompeta, donde dice que una tercera parte de la tierra debe morir. Entonces mientras yo estaba extasiada en esto, fuimos a ver ciudades. Había un horror, amados hermanos, una desesperación por hambre y sed, ¡era terrible el hambre, tan grande el hambre! Que yo veía las personas que hundían sus manos en la tierra cavando en busca de algo que comer. Era una desolación terrible, amados, terrible, terrible, entonces yo comencé a llorar amargamente porque pues uno, como humano, no está preparado, en cierta forma, para ver esto. Entonces, comencé a ver las personas, y vi gente conocida, vi hermanos adventistas que habían ido de un lugar a otro buscando su salvación, más habían encontrado su destrucción, y todos estaban en esta tan grande agonía. Entonces dije: “¡Señor!, ¿quién podrá salvarse de todo esto?” Entonces mi acompañante me contestó: “sólo los obedientes”. Entonces mi acompañante me dio una orden y me dijo: “ve y diles que todo está presto, que la guerra comenzará, que se alisten, pues, si demoran, perecerán”. Entonces ahí desperté, y se me dictó: “Jeremías, capítulo 9 hasta el capítulo 11”. {Daisy Escalante: 28-10-2017 , es.p2}
Así que amados hermanos, leamos, leamos estos capítulos para que sea el Señor el que nos diga todas las cosas, y que estemos apercibidos y listos. Dice que en los últimos días íbamos a estar corriendo por las expectaciones de las cosas que iban a pasar. Aquí la cuestión no es correr, aquí la cuestión es seguir un Escrito Está, es seguir las instrucciones de Dios, es prepararnos, porque “quien busque salvar su vida, la perderá”, más el que no busque salvar su vida, ese la va a encontrar, ese la va a tener. Nuestros escondites son bajo las alas de los ángeles de Dios, del Altísimo. No hay escapatoria en este globo terráqueo, amados hermanos. Todo lo que vemos que está pasando acá, en otros lugares, va a pasar en todos los lugares, porque esto tiene que pasar, porque es la hora que ha llegado esto, y tiene que pasar, amados hermanos. {Daisy Escalante: 28-10-2017 , es.p3}
Pero en Cristo Jesús si obedecemos, y somos obedientes, como me dijo mi acompañante: “sólo los obedientes”. Entonces, vamos a tener victoria en Cristo Jesús. Que Dios me los bendiga donde quiera que estén y, por favor, preparémonos, es muy triste ver sufrir a las personas, y más aún cuando ellos ya sabían que esto iba a venir, y que debían de prepararse. Como adventistas del séptimo día sabemos mucho, pero hacemos muy poco, así que, quiera Dios que seamos hacedores más que oidores, para que entonces, tanto nosotros, como otros, puedan alcanzar la victoria en Cristo Jesús. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 28-10-2017 , es.p4}
Jeremías 9
1 ¡Oh si mi cabeza se hiciese aguas, y mis ojos fuentes de lágrimas, para que llore día y noche los muertos de la hija de mi pueblo!
2 ¡Oh quién me diese en el desierto un mesón de caminantes, para que dejase a mi pueblo, y de ellos me apartase! Porque todos ellos son adúlteros, congregación de prevaricadores.
3 Tensan su lengua [como] su arco, [para lanzar] mentiras; pero no son valientes para la verdad en la tierra; porque de mal en mal procedieron, y me han desconocido, dice Jehová.
4 Guárdese cada uno de su compañero, y en ningún hermano tenga confianza: porque todo hermano engaña con falacia, y todo compañero anda con calumniadores.
5 Y cada uno engaña a su compañero, y no habla verdad: enseñaron su lengua a hablar mentira y se ocupan de hacer perversamente.
6 Tu morada [es] en medio de engaño; de muy engañadores no quisieron conocerme, dice Jehová.
7 Por tanto, así dice Jehová de los ejércitos: He aquí que yo los fundiré, y los probaré; porque ¿cómo he de hacer por la hija de mi pueblo?
8 Saeta afilada [es] la lengua de ellos; engaño habla; con su boca habla paz con su amigo, pero dentro de sí pone sus asechanzas.
9 ¿No habré de castigarles por estas cosas? dice Jehová. ¿No ha de vengarse mi alma de una gente como ésta?
10 Sobre los montes levantaré lloro y lamentación, y llanto sobre los pastos del desierto; porque desolados fueron hasta no quedar quien pase, ni oyeron bramido de ganado; desde las aves del cielo hasta las bestias de la tierra huyeron, y se fueron.
11 Y convertiré a Jerusalén en un montón de ruinas, en guarida de dragones; y de las ciudades de Judá haré asolamiento, que no quede morador.
12 ¿Quién [es] varón sabio que entienda esto? ¿y a quién habló la boca de Jehová, para que pueda declararlo? ¿Por qué causa la tierra ha perecido, ha sido asolada como desierto, que no hay quien pase?
13 Y dijo Jehová: Porque dejaron mi ley, la cual di delante de ellos, y no obedecieron a mi voz, ni caminaron conforme a ella;
14 antes se fueron tras la imaginación de su corazón, y en pos de los Baales que les enseñaron sus padres.
15 Por tanto así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que a este pueblo yo les daré a comer ajenjo, y les daré a beber aguas de hiel.
16 Y los esparciré entre gentes que ni ellos ni sus padres conocieron; y enviaré espada en pos de ellos, hasta que yo los acabe.
17 Así dice Jehová de los ejércitos: Considerad, y llamad plañideras que vengan; y enviad por las [mujeres] hábiles, que vengan;
18 que se den prisa y hagan lamento sobre nosotros, para que nuestros ojos derramen lágrimas, y nuestros párpados destilen aguas.
19 Porque voz de endecha fue oída de Sión: ¡Cómo hemos sido destruidos! en gran manera hemos sido confundidos. ¿Por qué dejamos la tierra? ¿Por qué nos han echado de sí nuestras moradas?
20 Oíd pues, oh mujeres, palabra de Jehová, y vuestro oído reciba la palabra de su boca; y enseñad endechas a vuestras hijas, y cada una a su amiga, lamentación.
21 Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios; para talar a los niños de las calles y a los jóvenes de las plazas.
22 Habla: Así dice Jehová: Los cuerpos de los hombres muertos caerán como estiércol sobre la faz del campo, y como manojo tras el segador, que no hay quien lo recoja.
23 Así dice Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en su riqueza.
24 Mas el que se hubiere de alabar, alábese en esto, en entenderme y en conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque en estas cosas me complazco, dice Jehová.
25 He aquí que vienen días, dice Jehová, y visitaré sobre todo circuncidado, y sobre todo incircunciso:
26 A Egipto y a Judá, a Edom, a los hijos de Amón y de Moab, y a todos los arrinconados en el postrer rincón, que moran en el desierto; porque todas las naciones son incircuncisas, y toda la casa de Israel es incircuncisa de corazón.
Jeremías 10
1 Oíd la palabra que Jehová ha hablado sobre vosotros, oh casa de Israel.
2 Así dice Jehová: No aprendáis el camino de las gentes, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las gentes las teman.
3 Porque las costumbres de los pueblos [son] vanidad; pues cortan el leño del bosque con el hacha, [es] obra de manos de artífice.
4 Lo adornan con plata y oro; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva.
5 Erguidos [están] como palmera, pero no hablan; necesitan ser llevados porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque no pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.
6 No hay nadie como tú, oh Jehová; grande [eres] tú, y grande [es] tu nombre en fortaleza.
7 ¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti corresponde; porque entre todos los sabios de las naciones, y en todos sus reinos, no [hay] nadie como tú.
8 Pero ellos son del todo torpes y necios. Enseñanza de vanidades [es] el leño.
9 Plata extendida es traída de Tarsis, y oro de Ufaz; obra del artífice y de manos del fundidor; azul y púrpura es su vestidura; obra de peritos [es] todo.
10 Mas Jehová [es] el Dios verdadero; Él [es] el Dios viviente y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación.
11 Les diréis así: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, perezcan de la tierra y de debajo de estos cielos.
12 El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su sabiduría, y extendió los cielos con su inteligencia;
13 a su voz se da muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos.
14 Todo hombre se embrutece en [su] entendimiento; avergüéncese de su ídolo todo fundidor; porque mentira es su obra de fundición, y no hay espíritu en ella.
15 Vanidad [son], obra irrisoria; en el tiempo de su visitación perecerán.
16 No [es] como ellos la suerte de Jacob: porque Él [es] el Hacedor de todo, e Israel [es] la vara de su herencia: Jehová de los ejércitos es su nombre.
17 Recoge de las tierras tus pertenencias, tú que moras en lugar fortificado.
18 Porque así dice Jehová: He aquí que esta vez arrojaré con honda los moradores de la tierra, y los afligiré, para que lo hallen [así].
19 ¡Ay de mí, por mi quebrantamiento! mi llaga es muy dolorosa. Pero yo dije: Ciertamente enfermedad mía es ésta, y debo sufrirla.
20 Mi tienda es destruida, y todas mis cuerdas están rotas; mis hijos se han ido de mí, y perecieron. No hay ya quien levante mi tienda, ni quien ponga mis cortinas.
21 Porque los pastores se infatuaron, y no buscaron a Jehová; por tanto, no prosperaron, y todo su rebaño será dispersado.
22 He aquí que viene voz de rumor, y alboroto grande de la tierra del norte, para tornar en soledad todas las ciudades de Judá, en guarida de dragones.
23 Conozco, oh Jehová, que el hombre no [es] señor de su camino, ni del hombre que camina el ordenar sus pasos.
24 Castígame, oh Jehová, mas con juicio; no con tu furor, para que no me aniquiles.
25 Derrama tu enojo sobre las gentes que no te conocen, y sobre las naciones que no invocan tu nombre; porque se comieron a Jacob, le devoraron, le han consumido, y han asolado su morada.
Jeremías 11
1 Palabra de Jehová, que vino a Jeremías, diciendo:
2 Oíd las palabras de este pacto, y hablad a todo varón de Judá, y a todo morador de Jerusalén.
3 Y les dirás tú: Así dice Jehová Dios de Israel: Maldito el varón que no obedeciere las palabras de este pacto,
4 el cual mandé a vuestros padres el día que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciéndoles: Obedeced mi voz, y haced conforme a todo lo que os mando, y vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios;
5 para que confirme el juramento que hice a vuestros padres, que les daría la tierra que fluye leche y miel, como en este día. Y respondí, y dije: Amén, oh Jehová.
6 Y Jehová me dijo: Pregona todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, diciendo: Oíd las palabras de este pacto, y ponedlas por obra.
7 Porque solemnemente protesté a vuestros padres el día que los hice subir de la tierra de Egipto hasta el día de hoy, madrugando, protestando y diciendo: Oíd mi voz.
8 Pero no obedecieron, ni inclinaron su oído, antes se fueron cada uno tras la imaginación de su malvado corazón; por tanto, traeré sobre ellos todas las palabras de este pacto, el cual mandé que cumpliesen, y no lo cumplieron.
9 Y me dijo Jehová: Conspiración se ha hallado entre los varones de Judá, y entre los moradores de Jerusalén.
10 Se han vuelto a las maldades de sus primeros padres, los cuales no quisieron escuchar mis palabras, antes se fueron tras dioses ajenos para servirles; la casa de Israel y la casa de Judá quebrantaron mi pacto, el cual había yo concertado con sus padres.
11 Por tanto, así dice Jehová: He aquí yo traigo sobre ellos mal del que no podrán escapar; y clamarán a mí, y no los oiré.
12 E irán las ciudades de Judá y los moradores de Jerusalén, y clamarán a los dioses a quienes queman ellos incienso, los cuales no los podrán salvar en el tiempo de su mal.
13 Porque [según] el número de tus ciudades fueron tus dioses, oh Judá; y según el número de tus calles, oh Jerusalén, pusisteis los altares de ignominia, altares para ofrecer incienso a Baal.
14 Tú pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración; porque yo no oiré el día que en su aflicción a mí clamen.
15 ¿Qué tiene que hacer mi amada en mi casa, habiendo hecho tantas abominaciones? Y las carnes santas se pasarán de ti, porque en tu maldad te gloriaste.
16 Olivo verde, hermoso en fruto y en parecer, llamó Jehová tu nombre. A la voz de gran palabra hizo encender fuego sobre él, y quebraron sus ramas.
17 Pues Jehová de los ejércitos, que te plantó, ha pronunciado mal contra ti, a causa de la maldad de la casa de Israel y de la casa de Judá, que hicieron contra sí mismos, provocándome a ira al ofrecer incienso a Baal.
18 Y Jehová me [lo] hizo saber, y [lo] entendí: Entonces me hiciste ver sus obras.
19 Y yo [era] como cordero inocente que es llevado al matadero, pues no entendía que maquinaban designios contra mí, [diciendo]: Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, y no haya más memoria de su nombre.
20 Mas, oh Jehová de los ejércitos, que juzgas justicia, que escudriñas la mente y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti he descubierto mi causa.
21 Por tanto, así dice Jehová acerca de los varones de Anatot, que buscan tu vida, diciendo: No profetices en nombre de Jehová, y no morirás a nuestras manos.
22 Así, pues, dice Jehová de los ejércitos: He aquí que yo los castigaré; los jóvenes morirán a espada; sus hijos y sus hijas morirán de hambre;
23 Y no quedará remanente de ellos; porque yo traeré mal sobre los varones de Anatot, el año de su visitación.
Testimonio: 24-02-2018
Amados, a eso de las 11:50 pm, esta noche que pasó, 24 de febrero de 2018, me levantó esta voz. Fue una voz que, cuando la escuché estaba dormida y, ahí, me despertó. Esa voz me dijo: esfuérzate y no vaciles. Dios habla en parábolas para que sólo sus verdaderos hijos le entiendan. Estos avanzarán sin vacilar, pues son los entendidos”. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p1}
En ese momento, cuando escuché eso, pues, ya, me levanté. Luego de esto no podía dormir, estaba recibiendo muchas instrucciones de cosas que, en lo personal, debía hacer; y ayudar a otras personas, también. Entonces, esto me daba vueltas en la cabeza, estas palabras: “Dios habla en parábolas para que sólo sus hijos las puedan entender”. Entonces, en ese momento, cuando estaba pensando en todo esto, pues, me refirió un ejemplo, me dijo: “Isaías 26”. Ya me lo había mencionado anteriormente, entonces me dijo que: “sólo los entendidos entenderán”. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p2}
Así que me levanté, oré, le pedí a Dios que me ayudase a llegar a más personas para que no sufrieran y que pudieran prepararse para la inminente venida del Señor. Así que, en este momento, en mi súplica, en mi oración, se me indicó que iba a ser así y que no me preocupara. Se me indicó que nuestra iglesia SDA [Adventista del Séptimo Día] está tomando la vida de sus feligreses en sus manos y las lleva al despeñadero. Se refirió a ellos como perros mudos que ven el peligro y se gozan en caer, y hacer caer a otros, pero que su retribución ya estaba designada. Entonces, en ese momento, vi como una película, vi un pequeño puñado de personas conscientes que están levantando la voz para que muchos no perezcan y puedan prepararse para lo que tenemos encima. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p3}
En ese momento, fui instruida en no vacilar y seguir la línea de la verdad que, cada vez, se está acentuando más; porque el cielo así lo ha estipulado. Vi una guerra terrible entre la organización SDA [Adventista del Séptimo Día] y los verdaderos siervos de Dios. Era una lucha máxima de destrucción, más los últimos eran librados por la mano divina. En ese momento, la escena terminó y volvió la voz, otra vez, a decir: “Dios habla por parábolas para que sus hijos verdaderos las entiendan”. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p4}
Entonces, amados, después de un rato de estar meditando en esto, orando, me volví a acostar meditando en esto y dándole gracias a Dios por su infinita misericordia para con su pueblo verdadero. No sé en qué momento, pero nomás concilié el sueño profundo, fui llevada a este lugar que era un salón en los bajos de una iglesia. Allí vi toda clase de actividades, todos estaban absortos en ellas, desde comidas hasta películas. Entonces de repente alguien entró corriendo y dijo: “viene la turba”. En esos momentos, entró todo tipo de uniformado y comenzaron, todos, a correr por las urbanizaciones, ciudades. Saliendo, allí, fuera de ese cuarto, por una parte, atrás —que tenían estos bajos de la iglesia—, había una puerta y salieron, todos, corriendo. Pero, por más que ellos corrían, no importaba dónde se metieran, siempre los agarraban. Entonces yo les gritaba con todas mis fuerzas que fueran a los campos, que corrieran a los campos. Pero mis ruegos eran en vano, pues había barricadas alrededor de aquella ciudad y ellos no podían salir por más que lo intentaban. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p5}
Entonces mi acompañante, en ese momento, me dijo: “vamos”. Entonces, yo no quería irme porque allí yo vi pastores, ancianos, diáconos, mucha gente conocida, que el desánimo o la incredulidad o la demora los cogió y no hicieron los preparativos para la fuga. Entonces, ahora, pues, yo los veía cómo eran llevados a grandes planteles, estos planteles estaban rodeados por serpentinas [alambres con púa] y estaban siendo maltratados y lloraban amargamente, ellos, allí, sin consuelo. De manera que yo le pedí que me dejaran allí, que yo les pudiese ayudar, que me permitieran ayudar. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p6}
Entonces, pues, no me fue permitido, sino que fuimos a otro lugar. Nos adentramos en un campo donde había personas. Estas personas estaban arando la tierra; otros, estaban sembrando; otros, cosechando; otros, preparando surcos para siembra y regadío. Entonces, me fueron mostradas unas terrazas de siembra, que también acumulaban agua; cómo se preparaba esto para que funcionara de esta manera. Entonces, allí, se sembraban los más bellos verdes que yo he visto jamás. Todas las personas que estaban allí en aquel lugar no se veían afectadas por lo que estaba pasando en la ciudad. [Los de] este grupo estaban tranquilos, pues, absortos en sus menesteres. Y no estaban echando ni a ver lo que estaba pasando en las ciudades. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p7}
En ese momento fui llevada a una cabaña grande en ese lugar, y ahí, todos, con grandes súplicas pedían a Dios que los perdonara, que los librase y que los dirigiese. Entonces, se me dijo que pusiera atención a esos tres actos: a pedir perdón, a pedir liberación, y a pedir dirección. En ese momento, estaba yo absorta en esto y, se escuchó un tumulto a lo lejos, pero se iba intensificando más y más y más y más. Entonces, pues, estábamos como alerta. Entonces, mientras más se acercaba este tumulto más se intensificaba el griterío y el vocerío. Entonces, los que estábamos allí presentes temíamos, pues sabíamos lo que significaba aquel ruido, o por lo menos yo lo sabía, porque ya sabía lo que había estado pasando en las ciudades, pues de ahí venía. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p8}
Entonces, todos nos tiramos de rodillas a orar y empezamos a clamar por liberación. En ese momento, mi acompañante me dijo: “ven y ve”. Entonces, fuimos suspendidos en el aire y vi la turba que venía. En ese momento, muchos ángeles bajaron prestos en ayuda de los fieles hijos de Dios. Fue un momento maravilloso donde las montañas casi no podían sostener [a] aquella hueste angelical [que,] con espadas desenvainadas, estaba fija en la turbulenta turba. Entonces, en ese momento, mi acompañante me dijo: “¿qué ves?”, y le dije: “¡oh! ¡veo al pueblo del Dios viviente protegido por excelsos ángeles!” ¡Fue maravillosa aquella escena! Estaba, yo, absorta viendo todo esto y, a la misma vez, bien conmovida. Entonces, cuando le dije así, que veía al pueblo del Dios viviente protegido por excelsos ángeles me contestó: “no importa el sacrificio, vale la pena ser fiel”. Entonces en ese momento dije un amén bien grande y dije: “¡bendito Dios!” Y en ese momento, ahí, desperté. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p9}
Amados hermanos, no seamos lentos, no seamos perezosos en hacer la voluntad de Dios. Porque nos va a costar mucho y no a nosotros, nada más, sino a nuestros pequeños, a nuestros adolescentes, a nuestros jóvenes. A aquellos que, por ellos mismos, por alguna razón, a lo mejor, no pueden salir; sino que dependen de los adultos para salir de estas conflagraciones, tan terribles, que van a venir a las ciudades. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p10}
¡Preparémonos! Preparemos nuestro corazón delante del Señor. Matemos el yo, matemos la vanagloria. Matemos todo aquello, en el nombre del Señor, que nos impide hacer la voluntad de Dios. ¡Salgamos prestos, presurosos! ¡Salgamos gozosos sabiendo que estamos cumpliendo la voluntad de Dios! No importan, no importan, las penas que suframos, no importa lo que dejemos atrás, ¡todo vale por el reino de Dios! {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p11}
Es mi oración y mi ruego que todos nos preparemos, y que sigamos preparándonos —los que ya estamos en esto—, para estas cosas que, ya, las tenemos casi encima. Y para eventos futuros, y, sobre todo, en la vida espiritual, para encontrarnos con nuestro Dios. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p12}
Isaías 26
1 En aquel día cantarán este cántico en la tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso [Dios por] muros y antemuro.
2 Abrid las puertas, y entrará la nación justa que guarda la verdad.
3 Tú guardarás en completa paz, [a aquel] cuyo pensamiento [en ti] persevera; porque en ti ha confiado.
4 Confiad en Jehová perpetuamente; porque en el Señor Jehová [está] la fortaleza eterna.
5 Porque derribó los que moraban en lugar alto; humilló la ciudad enaltecida, la humilló hasta la tierra, la derribó hasta el polvo.
6 La hollará pie, los pies del pobre, los pasos de los menesterosos.
7 El camino del justo es rectitud: Tú [que eres] recto, pesas el camino del justo.
8 También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria [son] el deseo de [nuestra] alma.
9 Con mi alma te he deseado en la noche; y con mi espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que [hay] juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.
10 [Aunque] se le muestre piedad al impío, no aprenderá justicia; en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará a la majestad de Jehová.
11 Jehová, levantada está tu mano, [pero] ellos no ven; verán al fin, y se avergonzarán los que envidian a tu pueblo; y a tus enemigos fuego los consumirá.
12 Jehová, tú establecerás paz para nosotros; porque también has hecho en nosotros todas nuestras obras.
13 Jehová Dios nuestro, [otros] señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros; pero en ti solamente nos acordaremos de tu nombre.
14 Muertos [son], no vivirán; han fallecido, no se levantarán; porque los visitaste y destruiste, e hiciste que pereciera toda su memoria.
15 Tú has engrandecido la nación, oh Jehová, tú has engrandecido la nación; te hiciste glorioso; la has extendido hasta todos los términos de la tierra.
16 Jehová, en la tribulación te buscaron; derramaron oración cuando los castigaste.
17 Como la mujer encinta cuando se acerca el tiempo de dar a luz gime y da gritos en sus dolores, así hemos sido delante de ti, oh Jehová.
18 Concebimos, tuvimos dolores de parto, pero fue como si diéramos a luz viento. Ninguna liberación hicimos en la tierra, ni cayeron los moradores del mundo.
19 Tus muertos vivirán; [junto con] mi cuerpo muerto resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío [es] cual rocío de hortalizas; y la tierra echará los muertos.
20 Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete como por un momento, en tanto que pasa la indignación.
21 Porque he aquí que Jehová sale de su lugar, para castigar la maldad de los moradores de la tierra; y la tierra descubrirá su sangre, y no encubrirá más a sus muertos.
Testimonio: 26-02-2018
Amados, febrero 26, 2018. En sueños, me fue mostrada una casa con una sala grande y allí se estaba llevando a cabo un tema sobre cómo ser un verdadero hijo de Dios y ser aceptado por Él. Era un tema muy interesante, muy elevador y, mientras se desarrollaba el tema, vi cómo se comenzaban a parar algunos oyentes y salían y se montaban en sus carros. En ese momento me quedé muy sorprendida, al ver cómo sólo unos poquitos quedamos, allí, escuchando aquel bello e importante tema de salvación. {Daisy Escalante: 26-02-2018, es.p1}
Entonces salí y fui a uno de los carros. Yo toqué el cristal del carro de aquella puerta y me abrieron, entonces le dije: ¿por qué se salió? ¡El tema es vital para salvación!” Entonces, en ese momento, me miró como con ojos no muy alegres y me contestó: “lo que él dice, ya yo lo sé, y eso ya me aburre; no voy a entrar a escuchar más, vaya usted”, me dijo, “y disfrúteselo”. {Daisy Escalante: 26-02-2018, es.p2}
Entonces, en ese momento, yo dije: “Señor, ¡¿cómo puede ser?!” No podía creer que ante estas personas estaba la salvación, sin rodeos, y no la querían. Entonces fui a otro, y a otro, y todos buscaban excusas para no entrar. Entonces, triste y sin saber qué más hacer, me retiré de ellos para volver a la casa donde se llevaba la prédica a cabo. Entonces comencé a subir las escaleras y mi acompañante me dijo estas palabras: “sólo, [¿podrá?] vencer aquel que disfrute de todo corazón la Palabra de Dios y medite en ella día y noche. [Éste] lo podrá alcanzar, los que no logren esto, no podrán vencer”. En ese momento me dijo: “Salmo 24”, y ahí desperté. {Daisy Escalante: 26-02-2018, es.p3}
Salmos 24
1 «Salmo de David» De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en él habitan.
2 Porque Él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos.
3 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?
4 El limpio de manos, y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a la vanidad, ni jurado con engaño.
5 Él recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de su salvación.
6 Tal es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Jacob. (Selah)
7 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.
8 ¿Quién [es] este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla.
9 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.
10 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, Él [es] el Rey de gloria. (Selah)
Testimonio: 25-04-2018
Amados, el 25 de abril 2018, estaba en una reunión, en este sueño, donde muchos hablaban acerca de la hambruna que florecía rápidamente. Y estaban todos en su afán buscando en tiendas. Y, en ese momento, vi personas en ríos y laderas que iban de aquí para allá, sólo les veía arrancar hierba y comer. De repente, en eso, entró una monja, en un lugar donde se estaban reuniendo las personas con esta hambre, y esta monja les dijo: ”amados, ya pronto se acabará esta crisis alimentaria. Vean y escuchen”. {Daisy Escalante: 25-04-2018, es.p1}
En ese momento entró un sacerdote con una sotana negra y tenía algo de blanco en el cuello, el habló muy pausado, con condescendencia y autoridad y dijo: ”amados hijos de Dios, ¡cuánto siento esto que está pasando! Por años se les habló de las consecuencias del deterioro del cambio climatológico y ahora, ¡miren el caos nefasto de esta situación! Pero no se desalienten, pues para esta hora nos habíamos alistado desde décadas, nuestro maestro y dios nos instruye por edades para esta hora. Yo les pasaré un papel donde puedan poner su información, composición familiar, preferencia alimentaria, y pasarán a este cuarto y allí se le suplirá lo que necesitan”. {Daisy Escalante: 25-04-2018, es.p2}
Entonces, en ese momento, vi cómo la monja les repartía los papeles a todos los presentes, y mi acompañante me dijo: ”ve y entiende”. Entonces, en ese momento, amados, me acerqué al papel y vi su formato. En la parte final del cuestionario decía: ”¿aceptas el domingo como día del señor tu dios para venerarlo y reverenciarlo y aceptar su autoridad sobre tu vida?” Al leer esto, amados, yo me puse muy nerviosa y alcé mi voz y dije: ”¡no, no firmen esto, es un engaño! El día del Señor es el sábado, ese es el domingo, no es el día del Dios viviente, ¡sino del enemigo de las almas!” {Daisy Escalante: 25-04-2018, es.p3}
Entonces, en ese momento en mi desesperación, muchos pararon de escribir y escuchaban lo que mi boca hablaba. Entonces, escuché, también cómo sus estómagos sonaban del hambre, y muchos retomaban el papel nuevamente para proceder a terminar el cuestionario. Entonces, en ese momento, escuché una voz que dijo: ”¡arrepentíos y buscad mi rostro, dice El Eterno! Pues, si no, vendré contra ustedes con angustia y espada”. Y en ese momento, amados, ahí desperté. {Daisy Escalante: 25-04-2018, es.p4}
Desperté, eran las 11:55 de la noche. Entonces, se me dio una cita: ”Sofonías 2”. Así que fielmente les comparto esto a ustedes, amados hermanos. ¡Preparémonos! Dice la sierva del Señor que muchos doblarán sus rodillas por conveniencia. Debemos prepararnos y alistarnos, hacer todo lo que Dios ha dicho, para que no tengamos que vernos en este apuro. Así que, quiera Dios, y es mi oración y ruego por cada uno de nosotros, y de ustedes, que nos preparemos para el encuentro con nuestro Dios. Tanto espiritualmente, que es lo más importante, pero también físicamente y materialmente con las cosas que sabemos que debemos hacer y tener: irnos al campo, sembrar, tener una tierra con agua, tener lo primordial que necesitamos. Porque, amados, esto que viene es bien, bien difícil, no hay palabras para describirlo. El Señor, una vez tras otra lo ha indicado, ¡lo ha dejado escrito por tantos años, amados! No perezcamos por no poder hacer las cosas o por no querer hacer las cosas. Pongámonos en las manos de Dios y hagamos todo lo que está a nuestro alcance porque, lo que no podemos hacer, Dios lo va a hacer por cada uno de nosotros. Es mi ruego y oración que cada uno de los que escucha esto pueda prepararse en el Señor, y que podamos estar listos para la hora de la premura que ya se nos viene encima. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 25-04-2018, es.p5}
Sofonías 2
1 Congregaos y meditad, gente indeseable,
2 antes que venga a luz el decreto, [y] el día se pase como el tamo; antes que venga sobre vosotros el furor de la ira de Jehová, antes que el día de la ira de Jehová venga sobre vosotros.
3 Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, que pusisteis en obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizá seréis guardados en el día del enojo de Jehová.
4 Porque Gaza será desamparada, y Ascalón asolada; saquearán a Asdod en el mediodía, y Ecrón será desarraigada.
5 ¡Ay de los que habitan en la ribera del mar, de la gente de Ceretim! La palabra de Jehová [es] contra vosotros, oh Canaán, tierra de filisteos, que te haré destruir hasta no quedar morador.
6 Y la ribera del mar será para moradas de cabañas de pastores, y corrales de ovejas.
7 Y la ribera será para el resto de la casa de Judá; allí apacentarán: en las casas de Ascalón dormirán a la noche; porque Jehová su Dios los visitará, y hará volver a sus cautivos.
8 Yo he oído las afrentas de Moab, y las injurias de los hijos de Amón con que deshonraron a mi pueblo, y se engrandecieron sobre su término.
9 Por tanto, vivo yo, dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que Moab será como Sodoma, y los hijos de Amón como Gomorra; campo de ortigas, y mina de sal, y asolamiento perpetuo: el remanente de mi pueblo los saqueará, y el resto de mi gente los heredará.
10 Esto les vendrá por su soberbia, porque afrentaron, y se engrandecieron contra el pueblo de Jehová de los ejércitos.
11 Terrible [será] Jehová contra ellos, porque hará enflaquecer a todos los dioses de la tierra; y cada uno desde su lugar se inclinará a Él, todas las islas de las naciones.
12 También vosotros, etíopes, [seréis] muertos con mi espada.
13 Y extenderá su mano sobre el norte, y destruirá a Asiria, y pondrá a Nínive en asolamiento, [y] en sequedal como un desierto.
14 Y rebaños de ganado reposarán en ella, todas las bestias de las naciones; el pelícano y también el erizo dormirán en sus umbrales; [su] voz cantará en las ventanas; asolación [será] en las puertas, porque su enmaderamiento de cedro será descubierto.
15 Ésta [es] la ciudad alegre que estaba confiada, la que decía en su corazón: Yo, y no más. ¡Cómo fue en asolamiento, en cama de bestias! Cualquiera que pasare junto a ella silbará, agitará su mano.