Manjar Sabático
04-02-2022
Proverbios 2
1 Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos atesorares dentro de ti,
2 de manera que inclines tu oído a la sabiduría, y apliques tu corazón a la prudencia;
3 Si clamares a la inteligencia, y a la prudencia alzares tu voz;
4 Si como a la plata la buscares, y la procurares como a tesoros escondidos;
5 Entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios.
6 Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca [viene] el conocimiento y la inteligencia.
7 Él reserva la sana sabiduría para los rectos; es escudo a los que caminan rectamente.
8 Él guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos.
9 Entonces entenderás justicia, juicio, y equidad, y todo buen camino.
10 Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y el conocimiento fuere dulce a tu alma,
11 la discreción te guardará, te preservará la inteligencia,
12 para librarte del mal camino, de los hombres que hablan perversidades;
13 que dejan las sendas derechas, por andar en caminos tenebrosos;
14 que se alegran haciendo el mal, que se deleitan en las perversidades del vicio;
15 cuyas veredas son torcidas, y torcidos sus caminos.
16 Para librarte de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras;
17 que abandona al compañero de su juventud, y se olvida del pacto de su Dios.
18 Por lo cual su casa está inclinada a la muerte, y sus veredas hacia los muertos.
19 Todos los que a ella entraren, no volverán, ni tomarán los senderos de la vida.
20 Para que andes por el camino de los buenos, y guardes las sendas de los justos.
21 Porque los rectos habitarán la tierra, y los perfectos permanecerán en ella;
22 mas los impíos serán cortados de la tierra, y los prevaricadores serán desarraigados de ella.
La Voz: su Educación y Uso Correcto (VEUC), capítulo 23: "La revelación de Cristo"
Cristo, nuestro Salvador debe ser el tema de nuestra conversación
No hablen de la maldad y la iniquidad que existen en el mundo; en cambio, eleven la mente, y hablen de su Salvador. Cuando vean la iniquidad alrededor de ustedes, alégrense más aún, de que él es su Salvador y nosotros sus hijos. —Mente, Carácter y Personalidad 2:605. {VEUC 127.1; VSS.115.1}
El tema principal: Cristo crucificado
Cristo crucificado, hable de ello, ore acerca de ello, cante de ello, y esto conmoverá y ganará a las almas. Las frases formales, ya establecidas, la presentación de puros temas de argumentación, producen muy poco bien. —The Review and Herald, 2 de junio de 1903. {VEUC 127.2; VSS.115.2}
Pastos verdes para las ovejas del redil de Dios
Muchas voces están defendiendo el error; defienda la vuestra, la verdad. Presentad temas que sean como verdes pastos, para las ovejas del redil de Dios. No conduzcáis a vuestros oyentes por los yermos, donde no se hallarán, más cerca de la fuente de agua viva, que antes de oiros. Presentad la verdad tal cual es en Jesús, y las exigencias de la ley y del Evangelio con claridad. Presentad a Cristo, el camino, la verdad y la vida, y hablad de su poder para salvar, a todos los que se alleguen a él. El Capitán de nuestra salvación está intercediendo por su pueblo, no como quien, por sus peticiones, quisiera mover al Padre a compasión, sino como vencedor, que pide los trofeos de su victoria. Él puede salvar hasta lo sumo a todos los que se alleguen a Dios, por su medio. —Obreros Evangélicos, 161, 162. {VEUC 128.1; VSS.115.3}
La gracia y la salvación de Cristo
¿Qué es más digno de embargar la mente, que el plan de la redención? Es un tema inagotable. El amor de Jesús, la salvación ofrecida por este amor infinito al hombre caído, la santidad de corazón, la verdad preciosa y salvadora para estos postreros días, la gracia de Cristo: éstos son temas que pueden animar el alma, y hacer sentir a los puros de corazón, aquel gozo que los discípulos sintieron, cuando Jesús vino y anduvo con ellos mientras viajaban a Emaús. {VEUC 128.2; VSS.116.1}
El que ha concentrado sus afectos en Cristo, apreciará esta clase de asociación santificada, y recibirá fuerza divina por un trato tal; pero el que no tiene aprecio por esta clase de conversación, y al cual le agrada más hablar de insensateces sentimentales, se ha alejado de Dios, y va quedando muerto, para las aspiraciones altas y nobles. Los tales interpretan lo sensual, lo terrenal, como si fuese celestial. —Testimonios Selectos 4:195. {VEUC 128.3; VSS.116.2}
Mayordomos de su gracia
¿Por qué tantos profesos hijos de Dios dedican las capacidades que Dios les ha confiado, para propósitos egoístas? Son mayordomos de la gracia de Cristo, y debieran elevar a Jesús ante el mundo. Debieran hablar de Cristo. Su alabanza debiera estar en sus labios, porque el Sol de Justicia brilla en sus corazones. Mediante ellos, su santo nombre debe ser exaltado en la tierra. —The Review and Herald, 16 de agosto de 1898. {VEUC 129.1; VSS.116.3}
Hay un canal más saludable
Usted no debiera hablar tanto de sí mismo, porque esto no fortalecerá a nadie. No debiera hacer de usted mismo el centro, e imaginarse que tiene que cuidarse constantemente, y hacer que otros lo cuiden a usted. Olvídese de usted mismo, y canalice su mente haciendo cosas más positivas. Hable de Jesús, y haga que su yo desaparezca; viva inmerso en Cristo, y haga que éste sea el lenguaje de su corazón: “Y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí”. Gálatas 2:20. Jesús será para usted, una verdadera ayuda presente, en todo momento de necesidad. Él no lo dejará luchar solo contra los poderes de las tinieblas. Sin duda que no; él ha depositado la ayuda sobre Uno, que es poderoso para salvar hasta lo sumo. —Testimonies for the Church 2:320, 321. {VEUC 129.2; VSS.116.4}
El lenguaje de Canaán
Debemos ser testigos de Cristo; y lo lograremos al crecer diariamente, hasta la plena estatura de hombres y mujeres en Cristo. Es nuestro privilegio crecer más y más cada día, a su semejanza. Entonces adquiriremos la facultad de expresar nuestro amor por él, en un lenguaje más elevado y puro, y nuestras ideas se ampliarán y profundizarán, y nuestro juicio llegará a ser más sano y digno de confianza, mientras nuestro testimonio tendrá más vida y seguridad. No debemos cultivar el lenguaje de los mundanos, y llegar a familiarizarnos de tal manera con la conversación de los hombres, que el idioma de Canaán nos resulte nuevo y poco familiar. —Hijos e Hijas de Dios, 74. {VEUC 130.1; VSS.117.1}
Una maquinaria dirigida por la mano maestra
Toda persona, que haya sido visitada por los rayos brillantes del Sol de Justicia, revelará la obra del Espíritu de Dios por medio de la voz, la mente y el carácter. La maquinaria funcionará como si estuviera aceitada y dirigida por una mano maestra. Habrá menos fricción, cuando el espíritu del obrero reciba el aceite de las dos ramas de oliva. Mediante palabras de bondad, ternura, amor y estímulo, serán impartidas influencias santas, a los demás. —Testimonies for the Church 7:195, 196. {VEUC 130.2; VSS.117.2}
Semillas de amor y bondad
Se ve a algunos salir de su diaria comunión con Dios, revestidos de la mansedumbre de Cristo. Sus palabras no son semejantes a un granizo devastador, ni aplastan todo lo que encuentran. Salen dulcemente de sus labios. Esparcen semillas de amor y bondad a lo largo de su senda, y todo ello inconscientemente, porque Cristo mora en el corazón. Su influencia se siente más de lo que se ve. —Hijos e Hijas de Dios, 182. {VEUC 130.3; VSS.118.1}
Palabras de sólido criterio
Los que tienen este Espíritu, son fervientes colaboradores con Dios; tienen la cooperación de los seres celestiales, y sienten el peso del mensaje que llevan. Hablan palabras de sólido criterio, y del tesoro del corazón sacan cosas puras y sagradas, según el ejemplo de Cristo. —Obreros Evangélicos, 304, 305. {VEUC 131.1; VSS.118.3}
Palabras sencillas y veraces
Los que han aprendido de Cristo, seguirán el consejo del apóstol: “No participéis en las obras infructuosas de las tinieblas”. Efesios 5:11. Tanto en sus palabras, como en su vida, serán sencillos, sinceros y veraces; porque se están preparando para alternar con los santos en cuyas “bocas no ha sido hallado engaño”. —La Historia de Profetas y Reyes, 189. {VEUC 131.2; VSS.118.4}
Una bondad suavizadora
Los que permanecen en Jesús, serán felices, alegres y gozosos en Dios. Una suavizadora bondad caracterizará su voz; la reverencia hacia las cosas espirituales y eternas, será expresada en sus actos, y la música alegre, producirá eco en sus labios; porque emana del trono de Dios. —Testimonies for the Church 4:626. {VEUC 131.3; VSS.119.1}
Testimonio: 25-08-2018
Amados, 25 de agosto 2018, en sueños vi cómo estaba en un edificio, estaba como en un edificio que era parecido como si fuera sala de un hospital. Había muchas puertas, en ese pasillo donde yo estaba, derecha e izquierda, más en una de las puertas había una estación de enfermería. De ahí salían varias enfermeras de turno a hacer sus diferentes oficios y vi cómo una de ellas le dijo a la otra: nosotras, aquí, hacemos un leve diagnóstico y a veces no nos damos cuenta del trabajo que estamos haciendo; pero, lo estamos haciendo. En ese momento entró un hombre y empezó a decirles con palabras fuertes a estas enfermeras, les decía: “ustedes no diagnostican, el único que diagnostica es el médico”. Entonces, ellas le decían, como que trataban de razonar con él, y le decían: “no, pero nosotras en los vitales y la cogida de la presión y todas estas cosas que hacemos, hacemos como un prediagnóstico”. {Daisy Escalante: 25-08-2018, es.p1}
Pero la persona seguía insistiendo que no, que no era así, al punto de que todas ellas comenzaron a llorar, sintiéndose que no estaban haciendo bien su trabajo y que estaban siendo acusadas por este personaje. Ya, cuando vi eso, pues, fui donde esta persona y le dije: “no es tu deber estar diciendo esto. Y no es la forma de decirlo, porque debemos evitar herir a las personas. La verdad se dice con amor, y si la persona pues no lo quiere recibir, este, pues que no lo reciba, pero no vamos a estar injuriando a las personas con palabras”. {Daisy Escalante: 25-08-2018, es.p2}
Entonces, en ese momento, la persona se quedó parada cuando yo le dije eso. Más siguió caminando por el pasillo de este lugar y, al final había una puerta. Salió, y yo salí tras de él, después de consolar a las enfermeras que estaban ahí en ese lugar y dejarles saber que sí, que ellas estaban haciendo como si fuera un prediagnóstico antes del diagnóstico oficial del médico o de los laboratorios. Y ya, cuando terminé de consolarlas, salí, y cuando salí, vi que había al final de esa puerta como un caminito de tierra y hierba que subía a una montañita y ahí, pues, comencé a caminar para ver si encontraba a la persona [para] irle a hablar y a exhortarla. A darle ánimo y a pedirle, que, por favor, que se humillara delante del Señor, para que el Señor tomara su, su boca y su actitud, pero no lo encontré. Y dije: “Señor, ¿a dónde se fue, si yo lo acabo de ver que salió por aquí no hace mucho? ¿a dónde se fue?” Más una voz me dijo: “él debe estar conmigo a solas en la montaña para encontrarse conmigo y yo obraré en él”. Me puse un poco triste porque no lo encontré, pero ya cuando escuché estas palabras me puse feliz, y dije: “bueno, Señor, tú te vas a encargar de él, así que pues, yo debo permanecer tranquila”. {Daisy Escalante: 25-08-2018, es.p3}
En ese momento el escenario se me cambió. Entonces vi que estaba parada en una bajada y era una bajada que tenía muchos árboles y al final tenía un río, la bajada era un poco escarpada, no que no se pudiera bajar por ella, pero había que bajar con mucho cuidado. En ese momento, veo este personaje que pasa por el frente mío y lo veo que se está poniendo como si fuera de vestido, pero un avión, como si fuera algo pequeño, una avioneta, algo así pequeño. Entonces, se lo está poniendo. Y yo veía que las alas estaban bien grandes y yo decía: “Señor, pero, ¿qué es esto?” Entonces le digo a la persona que se está poniendo este disfraz que era de avión con las alas bien grandes, le digo: “no va a poder bajar así por ahí. Debe hacerlo de otra manera, debe dejar acá eso, entonces usted bajar, hacer lo que vaya a hacer y subir, pero no puede bajar así, de esa manera”. Más la persona me dijo: “siempre lo he hecho, no hay ningún problema, ya verás cómo lo puedo hacer esta vez también”. {Daisy Escalante: 25-08-2018, es.p4}
Así que comenzó la persona a bajar. Vi cómo tenía tanta, y tanta ¡y tanta dificultad! por ese lugar. Se quedaban encajadas las alas de este avión que llevaba puesto de disfraz, y todas las alas se rompieron. Llegó muy magullado, muy, de muy mal estado la persona tanto como el disfraz este que tenía de avión a la parte de abajo, al punto de que ya estaba tan cansado de tanto luchar y de tanto luchar que perdió el equilibrio y cayó en el agua que tenía una corriente bien turbulenta y bien fuerte. En ese momento cuando yo vi que pasó eso, salí corriendo montaña hacia abajo y cuando llegué al lugar, tiré un bejuco, como una soga, pero natural, de estas que tienen las enredaderas de las montañas. Entonces, él lo agarraba y yo trataba de enredarlo en un árbol porque sentía que su peso me halaba a mí también. Pero cuando ya estaba llegando yo a agarrarlo a un árbol para que él pudiera quedar anclado con esto que le estaba agarrando, de repente, el halón fue demasiado de fuerte que ya yo me estaba yendo con él. Pero tuve que soltar porque escuché una voz que me dijo: “suéltalo”. Entonces, cuando solté, vi que corrió corriente abajo, la corriente se lo estaba llevando y comencé a correr al lado de él al lado del río y a gritarle: “¡por favor, agárrese de lo que pueda! ¡agárrese de lo que pueda!” Pero, en un momento dado, la corriente fue tan turbulenta y tan fuerte que lo hundió y ya no lo vi más. {Daisy Escalante: 25-08-2018, es.p5}
¡Mi sufrimiento fue tan fuerte, tan grande, amados hermanos! En ese momento dije: “¡Dios mío, por favor! ¡¿por qué ha pasado esto?!” Entonces, mi acompañante se acercó y me dijo: “muchos caen en la presunción. Piensan que estamos en momentos de tantas cosas y de tantos pensamientos y de tantos sueños; sin embargo, han descuidado el real cometido de Dios y han caído en aguas turbulentas y ya no saben cómo salir de ahí. Su único proceder [según] ellos es seguir hacia adelante, seguir hacia adelante, y no se están dando cuenta de las cosas”. En ese momento me dijo: “no te preocupes, su mensaje llegará y los que son lo entenderán, porque los entendidos entenderán. Más los no entendidos no entenderán. Cumple con el cometido y todo lo demás dejémoslo al Rey de reyes y Señor de señores”. {Daisy Escalante: 25-08-2018, es.p6}
Así que, amados hermanos, cumplo mi cometido en esta hora y que sea el Señor el que dirija esto en todo momento. Y, ¡por favor! ¡hagámosle caso al Señor! busquemos hacer su voluntad en todos los sentidos. Si Dios nos dice avanza, avancemos, si Dios nos dice para, paremos. Él sabe cómo nos lleva a cada uno de nosotros, nuestra mente finita siempre quiere ayudar a Dios, siempre quiere pensar que puede ir un poquito más. Sin embargo, [sólo] estamos seguros cuando nos dejamos guiar por la mente infinita de Dios. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 25-08-2018, es.p7}
Testimonio: 12-03-2019
Amados, 12 de marzo 2019. Se me dejó saber acerca de siete diferentes formas de caída:
– La fuerza, pero se me dejó saber que esta no podrá controlar ni dominar una conciencia y decisión firme por Cristo Jesús.
– La segunda de ellas, el sentimentalismo, este será grandemente probado en todo su enérgico poder, más una entera confianza sin reservas en Cristo Jesús es lo que nos garantizará la victoria. {Daisy Escalante: 12-03-2019 , es.p1}
– La tercera de ellas, la complacencia, ésta en pro del bien común será una amplia puerta para destrucción, más no la debemos consentir, sino que debemos ejercer la libertad de conciencia bajo un Escrito Está y, así, podremos vencer. {Daisy Escalante: 12-03-2019 , es.p2}
– La cuarta de ellas, el orgullo, éste es tan sutil y a la vez tan obvio, más este último disfrazado de la conveniencia propia, y calificado como válido a nuestro entender, será [la] ruina y cerrará la puerta real de la salvación. Sólo una humillación total a Dios nos dará la victoria en Él. {Daisy Escalante: 12-03-2019 , es.p3}
– La quinta de éstas, que se me habló, fue la calumnia, ésta es la muerte para el que la practica, y aunque su espada mortífera desea ser clavada ante su adversario, ésta sólo atraviesa el corazón de quien la porta. “Resistid al diablo”, se me dijo, “y de vosotros huirá y no toquéis lo inmundo. Habrá aflicciones, más confiad porque Yo he vencido al mundo. Rogad al Dios de la siega que os junte en su granero”. {Daisy Escalante: 12-03-2019 , es.p4}
– La sexta de éstas, de que se me habló fue la dilación, acción sutil pero una gran arma de destrucción. Ésta es una forma de vida que ataca el pensar humano y lo adormece. Adormece el pensamiento y retrasa la acción del deber de cumplir [el mandato] celestial. Es tan mortíferamente sutil que da la ilusión de que lo terrenal es mucho más importante que lo celestial, o sea, lo que es perecedero es más importante que lo que perdurará para siempre. Orad, orad sin cesar, ayunad y buscad el rostro de Cristo Jesús para que podáis vencer ante esta arma de la dilación. {Daisy Escalante: 12-03-2019 , es.p5}
– La séptima, que se me dijo fue, la sensualidad. “Mi pueblo pereció por falta de conocimiento”. Este acto desenfrenado, con acciones ilícitas dentro del matrimonio, es puesto, aún, en primer lugar, antes del deber de cumplir [el mandato] divino. A los tales digo ahora: “coméis y bebéis y estáis en fiesta, pero vendrán los días en que el Esposo no estará y será tiempo de ayuno y oración porque el león rugiente está alrededor de vuestras casas. Y éstas han sido pedidas para ser grandemente zarandeadas, y así será hecho. Más pedid al Dios de la siega que os reserve a salvo en su granero. Sed, pues, celosos y arrepentíos porque vendrá la aflicción y, ¿quién podrá permanecer en pie?” En ese momento terminaron diciéndome: “Ezequiel 20”. {Daisy Escalante: 12-03-2019 , es.p6}
Así que, amados, palabras fieles y verdaderas del Señor que dejo con cada uno de vosotros para que podamos, en el nombre del Señor, vencer. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 12-03-2019 , es.p7}
Ezequiel 20
1 Y aconteció en el año séptimo, en [el mes] quinto, a los diez del mes, [que] vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar a Jehová, y se sentaron delante de mí.
2 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
3 Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel, y diles: Así dice Jehová el Señor: ¿A consultarme venís vosotros? Vivo yo, que yo no os responderé, dice Jehová el Señor.
4 ¿Quieres tú juzgarlos? ¿Los quieres juzgar tú, hijo de hombre? Hazles saber las abominaciones de sus padres;
5 y diles: Así dice Jehová el Señor: El día que escogí a Israel, e hice juramento a la simiente de la casa de Jacob, y que fui conocido de ellos en la tierra de Egipto, cuando alcé mi mano a ellos [y les juré], diciendo: Yo soy Jehová vuestro Dios;
6 Aquel día [que] les alcé mi mano, [jurando así] que los sacaría de la tierra de Egipto a la tierra que les había provisto, que fluye leche y miel, la cual [es] la más hermosa de todas las tierras;
7 entonces les dije: Cada uno eche de sí las abominaciones de sus ojos, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy Jehová vuestro Dios.
8 Mas ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron obedecerme; no echó de sí cada uno las abominaciones de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto; y dije que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en medio de la tierra de Egipto.
9 Pero actué por causa de mi nombre, para que no se infamase ante los ojos de las naciones en medio de las cuales [estaban], en cuyos ojos me di a conocer sacándolos de la tierra de Egipto.
10 Los saqué, pues, de la tierra de Egipto, y los traje al desierto;
11 y les di mis ordenanzas, y les declaré mis decretos, los cuales el hombre que los hiciere, vivirá por ellos.
12 Y les di también mis sábados que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico.
13 Mas se rebeló contra mí la casa de Israel en el desierto; no anduvieron en mis ordenanzas, y desecharon mis decretos, los cuales el hombre que los hiciere, vivirá por ellos; y mis sábados profanaron en gran manera; dije, por tanto, que había de derramar sobre ellos mi ira en el desierto para consumirlos.
14 Pero actué por causa de mi nombre, para que [éste] no se infamase a vista de las naciones, delante de cuyos ojos los saqué.
15 Y también yo les alcé mi mano en el desierto, jurando que no los metería en la tierra que les había dado, que fluye leche y miel, la cual [es] la más hermosa de todas las tierras;
16 porque desecharon mis decretos, y no anduvieron en mis ordenanzas, y mis sábados profanaron; porque tras sus ídolos iba su corazón.
17 Con todo, los perdonó mi ojo, no matándolos, ni los consumí en el desierto;
18 antes dije en el desierto a sus hijos: No andéis en las ordenanzas de vuestros padres, ni guardéis sus leyes, ni os contaminéis con sus ídolos.
19 Yo soy Jehová vuestro Dios; andad en mis estatutos, y guardad mis decretos, y ponedlos por obra;
20 y santificad mis sábados, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios.
21 Sin embargo los hijos se rebelaron contra mí; no anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis decretos para ponerlos por obra, los cuales el hombre que los hiciere, vivirá por ellos; profanaron mis sábados. Dije entonces que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo contra ellos en el desierto.
22 Mas retraje mi mano, y actué por causa de mi nombre, para que no se infamase a la vista de las naciones, delante de cuyos ojos los saqué.
23 Y también les alcé yo mi mano en el desierto, [jurando] que los dispersaría entre las naciones, y que los esparciría por las tierras;
24 porque no pusieron por obra mis decretos, y desecharon mis ordenanzas, y profanaron mis sábados, y tras los ídolos de sus padres se les fueron sus ojos.
25 Por eso yo también les di estatutos [que] no [eran] buenos, y decretos por los cuales no podrían vivir.
26 Y los contaminé en sus ofrendas cuando hacían pasar [por el fuego a] todo primogénito, para desolarlos, a fin de que supiesen que yo soy Jehová.
27 Por tanto, hijo de hombre, habla a la casa de Israel, y diles: Así dice Jehová el Señor: Aun en esto me afrentaron vuestros padres cuando cometieron contra mí rebelión.
28 Porque yo los metí en la tierra sobre la cual había alzado mi mano [jurando] que había de dársela, y miraron a todo collado alto, y a todo árbol frondoso, y allí sacrificaron sus víctimas, y allí presentaron la provocación de sus ofrendas, allí pusieron también el olor de su suavidad, y allí derramaron sus libaciones.
29 Y yo les dije: ¿Qué [es] ese lugar alto adonde vosotros vais? Y fue llamado su nombre Bama hasta el día de hoy.
30 Di, pues, a la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: ¿No os contamináis vosotros a la manera de vuestros padres, y fornicáis tras sus abominaciones?
31 Porque ofreciendo vuestras ofrendas, haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os habéis contaminado con todos vuestros ídolos hasta hoy; ¿y he de ser consultado por vosotros, oh casa de Israel? Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no os responderé.
32 Y no ha de ser lo que habéis pensado. Porque vosotros decís: Seamos como las naciones, como las familias de las tierras, que sirven a la madera y a la piedra.
33 Vivo yo, dice Jehová el Señor, que con mano fuerte, y brazo extendido, y enojo derramado, he de reinar sobre vosotros;
34 y os sacaré de entre los pueblos, y os juntaré de las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte, y brazo extendido, y enojo derramado;
35 y os traeré al desierto de los pueblos, y allí entraré en juicio con vosotros cara a cara.
36 Como entré a juicio con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así entraré en juicio con vosotros, dice Jehová el Señor.
37 Y os haré pasar bajo la vara y os haré entrar en el vínculo del pacto;
38 y apartaré de entre vosotros a los rebeldes, y a los que se rebelaron contra mí; de la tierra de sus peregrinaciones los sacaré, mas a la tierra de Israel no entrarán, y sabréis que yo soy Jehová.
39 Y vosotros, oh casa de Israel, así dice Jehová el Señor: Andad cada uno tras sus ídolos, y servidles, pues que a mí no me obedecéis; y no profanéis más mi santo nombre con vuestras ofrendas, y con vuestros ídolos.
40 Porque en mi santo monte, en el alto monte de Israel, dice Jehová el Señor, allí me servirá toda la casa de Israel, toda ella en la tierra; allí los aceptaré, y allí demandaré vuestras ofrendas, y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas consagradas.
41 En olor de suavidad os aceptaré, cuando os hubiere sacado de entre los pueblos, y os hubiere reunido de entre las tierras en que estáis esparcidos; y seré santificado en vosotros a los ojos de las naciones.
42 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando os hubiere metido en la tierra de Israel, en la tierra por la cual alcé mi mano [jurando] que la daría a vuestros padres.
43 Y allí os acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis; y os detestaréis a vosotros mismos por todos vuestros pecados que cometisteis.
44 Y sabréis que yo soy Jehová cuando haga con vosotros por amor de mi nombre, no según vuestros malos caminos, ni según vuestras perversas obras, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor.
45 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
46 Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el sur, y derrama [tu palabra] hacia la parte austral, y profetiza contra el bosque de la región del sur.
47 Y dirás al bosque del sur: Oye palabra de Jehová: Así dice Jehová el Señor: He aquí que yo enciendo en ti fuego, el cual consumirá en ti todo árbol verde, y todo árbol seco; no se apagará la llama del fuego; y serán quemados en ella todos los rostros, desde el sur hasta el norte.
48 Y verá toda carne que yo Jehová lo encendí; no se apagará.
49 Y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ellos dicen de mí: ¿No profiere éste parábolas?
Testimonio: 07-06-2019
Amados, 7 de junio 2019. En sueños, yo veía cómo juntaban, de todos los rincones americanos, hombres para la guerra. Mientras yo observaba esto, dijo mi acompañante: “Ven y ve”. Vi cómo grandes cañones apuntaban a lugares donde había personas y construcciones altas y bajas. Vi mucha destrucción por doquier, vi una persona, una sola, que bajaba su mano, y a su señal, muchos cañones disparaban. Este hombre vestía de blanco y, aunque hablaba de paz y la conservación del ambiente en su estado lo más natural posible, éste daba la orden para que todos estos cañones dispararan y destruyeran todo a su paso. {Daisy Escalante: 07-06-2019 , es.p1}
Vi cómo muchos jóvenes y padres de familia estaban allí formando las filas de un ejército, que, a diferencia de los ejércitos anteriores, se me dejó saber era peculiar y único en toda la historia que anteriormente se conocía. Era una batalla contra ideas y principios, contra valores y dignidad, era una batalla, se me dejó saber, contra la justicia y la verdad. Esta guerra, que se revestía de apariencia de valor monetario y riqueza territorial, su objetivo era solidificar las ideas humanas bajo el estandarte opresivo de la bestia, su imagen y el falso profeta. {Daisy Escalante: 07-06-2019 , es.p2}
La destrucción era tal que no había forma humana, ni fuerza, para restaurar lo destruido. Se me dejó saber que este desastre no lo detendría ningún humano, y como una fiera feroz, hambrienta ante su presa, así será. Mientras observaba la desolación, en gran destrucción, vi cómo personas corrían a esconderse detrás de una pared, con gran temor. Sus ojos reflejaron espanto y les oí decir: “¡Dios, ayúdanos!” Pude ver de lo que se estaban escondiendo: era un cañón listo para disparar hacia ellos. La pared de cemento donde ellos se escondían era fuerte más no para parar dicho disparo. El disparo del cañón salió y, cuando se disponía a chocar, no lo hizo con la fuerza esperada y sólo estremeció un poco la pared. Entonces mis ojos se abrieron y vi cómo un ángel, con su mano, tocaba la pared que había sido impactada. {Daisy Escalante: 07-06-2019 , es.p3}
Nos ordenó salir de aquel lugar y salimos. Algo había en los aires, que sólo de respirar ya nos sentíamos enfermos. Corrimos hasta dejar atrás de nosotros el bitumol, la brea y el cemento. Y entramos a un bello campo verde, donde se nos ordenó recoger y comer. Vi que eran leguminosas tiernas, como habichuelas verdes, eran muy suaves y un poco dulces, con bastante fibra, y esto nos sostenía y sentíamos que la enfermedad se nos iba. Vi muchos jóvenes y adultos involucrados en esa infernal guerra de relación religiosa. Unas ansias de control mental repercutían por toda la tierra. Entonces dijo mi acompañante: “la dilación fue su caída. Ahora, la mortandad está aquí entre ellos. Formaron la idea de que era largo el plazo para concretar sus expectativas. Jugaron con el tiempo real por la imaginación de sus expectativas y no echaron a pensar que su tiempo era regido por el tiempo celestial. Sus oídos no escucharon la voz de alerta y sus deseos se interpusieron para su propia perdición y la perdición de otros”. {Daisy Escalante: 07-06-2019 , es.p4}
Entonces en ese momento me dijo: “ven y ve”. Fui a ver, vi a muchos, grandes y chicos, y me dijo: “pregúntales, ustedes, ¿son cristianos adventistas del séptimo día?” Entonces les pregunté, y todos contestaron afirmativamente. Entonces en ese momento escuché una voz muy fuerte surcar todo el firmamento que dijo: “¡apartaos de Mí, obradores de maldad!” Les dije a aquellos que hicieron la afirmación: “¡han pecado contra Dios!, ustedes no son pueblo de Dios. ¿Por qué no se humillaron mientras había tiempo?” Y ellos contestaron: “¡cállate loca, fanática! ¡Nosotros somos pueblo de Dios, y tú sólo hablas instigada por el enemigo, eres una alarmista! Eso sólo fue un fuerte trueno, y ¿qué dices? ¿que una voz habló?” Se mofaron, y continuaron con sus actividades sin echar a ver que su sentencia estaba echada. Dijo mi acompañante: “aléjate de ellos”. Me alejé, escuché un grito entre ellos, miré y vi cómo, espantados, se miraban unos a los otros por las enormes llagas que salían en todo su cuerpo. Amados, ¡eso fue terrible!, aquella escena. ¡Ya todo era irrevocable!, ya no existía esperanza para ellos y, en ese justo momento, lo supieron sin equivocación y sin retorno. Lloraron amargamente, suplicaron, más su voz no fue oída porque desecharon el consejo y sus pies caminaron en la iniquidad. {Daisy Escalante: 07-06-2019 , es.p5}
En este momento amados, ahí desperté y escuché la cita: “Romanos 4:8”. Que el Señor les bendiga. {Daisy Escalante: 07-06-2019 , es.p6}
Romanos 4:8
8 Bienaventurado el varón a quien el Señor no imputará pecado.
Testimonio: 19-07-2019 #02
Ese mismo día, 19 de julio del 2019, pero a la 1:58 de la tarde; el Señor me dejó saber qué hacer para que el Espíritu Santo esté en medio de los individuos, familias y campamentos. Me dijo Mateo 5, Mateo 6, Mateo 7, Mateo 8, Mateo 9, Mateo 10 y Mateo 11:1. {Daisy Escalante: 19-07-2019 #02, es.p1}
Amados, el cielo se abre ante las peticiones de sus hijos obedientes. Quiera Dios que cada uno de nosotros seamos así, delante de Él. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 19-07-2019 #02, es.p2}
Mateo 5
1 Y viendo las multitudes, subió al monte; y sentándose, sus discípulos vinieron a Él.
2 Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo:
3 Bienaventurados los pobres en espíritu; porque de ellos es el reino de los cielos.
4 Bienaventurados los que lloran; porque ellos serán consolados.
5 Bienaventurados los mansos; porque ellos heredarán la tierra.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia; porque ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos; porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los de limpio corazón; porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados los pacificadores; porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia; porque de ellos es el reino de los cielos.
11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
12 Regocijaos y alegraos; porque vuestro galardón es grande en el cielo; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y ser hollada por los hombres.
14 Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
15 Ni se enciende un candil y se pone debajo del almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en el cielo.
17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
18 Porque de cierto os digo [que] hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo sea cumplido.
19 De manera que cualquiera que quebrantare uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que [los] hiciere y enseñare, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
21 Oísteis que fue dicho por los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare estará expuesto a juicio.
22 Mas yo os digo que cualquiera que sin razón se enojare contra su hermano, estará en peligro del juicio; y cualquiera que dijere a su hermano: Raca, estará en peligro del concilio; y cualquiera que le dijere: Fatuo, estará expuesto al infierno de fuego.
23 Por tanto, si trajeres tu ofrenda al altar, y allí te acordares que tu hermano tiene algo contra ti;
24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
25 Ponte de acuerdo pronto con tu adversario, mientras estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez te entregue al alguacil, y seas echado en la cárcel.
26 De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.
27 Oísteis que fue dicho por los antiguos: No cometerás adulterio.
28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea lanzado al infierno.
30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que uno de tus miembros se pierda, y no que todo tu cuerpo sea lanzado al infierno.
31 También fue dicho: Cualquiera que repudiare a su esposa, déle carta de divorcio.
32 Pero yo os digo que cualquiera que repudiare a su esposa, salvo por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la divorciada, comete adulterio.
33 Además, oísteis que fue dicho por los antiguos: No perjurarás; mas cumplirás al Señor tus juramentos.
34 Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
36 Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.
37 Mas sea vuestro hablar: Sí, sí: No, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
38 Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
39 Pero yo os digo: No resistáis el mal; antes a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
40 y a cualquiera que te demande ante la ley y tome tu túnica, déjale tomar también la capa;
41 y cualquiera que te obligue a ir una milla, ve con él dos.
42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le rehúses.
43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en el cielo; porque Él hace que su sol salga sobre malos y buenos; y envía lluvia sobre justos e injustos.
46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también así los publicanos?
47 Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los publicanos?
48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en el cielo es perfecto.
Mateo 6
1 Mirad que no hagáis vuestras limosnas delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tenéis recompensa de vuestro Padre que está en el cielo.
2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados de los hombres; de cierto os digo: [Ya] tienen su recompensa.
3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu mano izquierda lo que hace tu mano derecha.
4 Que tu limosna sea en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto, Él te recompensará en público.
5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres. De cierto os digo: [Ya] tienen su recompensa.
6 Mas tú, cuando ores, entra en tu alcoba, y cerrada tu puerta ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.
7 Y cuando ores, no uses vanas repeticiones, como hacen los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
8 No seáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, [así] en la tierra como en el cielo.
11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por siempre. Amén.
14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre celestial también os perdonará a vosotros.
15 Mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
16 Y cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para parecer a los hombres que ayunan. De cierto os digo que [ya] tienen su recompensa.
17 Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro;
18 para no parecer a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.
19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan.
20 Mas haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla, ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
22 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo estará lleno de luz.
23 Mas si tu ojo fuere maligno, todo tu cuerpo estará en oscuridad. Así que, si la luz que hay en ti es tinieblas, ¿cuánto más lo [serán] las mismas tinieblas?
24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno, y amará al otro; o apreciará al uno, y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo [más] que el vestido?
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?
27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan;
29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.
30 Y si a la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no [hará] mucho más por vosotros, hombres de poca fe?
31 Por tanto, no os afanéis, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; mas vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34 Así que, no os afanéis por el mañana, que el mañana traerá su afán. Bástele al día su propio mal.
Mateo 7
1 No juzguéis, para que no seáis juzgados.
2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os volverán a medir.
3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, pero no consideras la viga que está en tu propio ojo?
4 ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí [hay] una viga en tu propio ojo?
5 ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, entonces mirarás claramente para sacar la paja del ojo de tu hermano.
6 No deis lo santo a los perros; ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
9 ¿Y qué hombre hay de vosotros, a quien si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
10 ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente?
11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en el cielo dará buenas cosas a los que le pidan?
12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres os hagan, así también haced vosotros a ellos; porque esto es la ley y los profetas.
13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha [es] la puerta, y espacioso el camino que lleva a perdición y muchos son los que entran por ella.
14 Porque estrecha [es] la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
17 Así todo buen árbol da buenos frutos, mas el árbol malo da malos frutos.
18 El árbol bueno no puede dar frutos malos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
19 Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.
20 Así que, por sus frutos los conoceréis.
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
23 Y entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad.
24 Cualquiera, pues, que oye estas mis palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
25 Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
26 Y todo el que oye estas mis palabras y no las hace, será comparado al hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;
27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó; y fue grande su ruina.
28 Y fue que, cuando Jesús hubo acabado estas palabras, la gente se maravillaba de su doctrina;
29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Mateo 8
1 Y cuando Él descendió del monte, grandes multitudes le seguían.
2 Y he aquí vino un leproso y le adoraba, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
3 Y Jesús extendiendo [su] mano le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra.
4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; mas ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece el presente que mandó Moisés, para testimonio a ellos.
5 Y entrando Jesús en Capernaúm, vino a Él un centurión, rogándole,
6 y diciendo: Señor, mi siervo está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado.
7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra, y mi siervo sanará.
9 Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo soldados bajo mi cargo; y digo a éste: Ve, y va; y a otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
10 Y oyéndolo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
11 Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos.
12 Mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
13 Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste te sea hecho. Y su siervo fue sano en aquella misma hora.
14 Y vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste, postrada, y con fiebre.
15 Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.
16 Y caída la tarde, trajeron a Él muchos endemoniados; y con [su] palabra echó fuera a los espíritus, y sanó a todos los que estaban enfermos;
17 para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó [nuestras] dolencias.
18 Y viendo Jesús a una gran multitud alrededor de sí, mandó que pasasen al otro lado.
19 Y cierto escriba vino y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.
20 Y Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar [su] cabeza.
21 Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.
22 Pero Jesús le dijo: Sígueme; y deja que los muertos entierren a sus muertos.
23 Y cuando Él hubo entrado en una barca, sus discípulos le siguieron.
24 Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; mas Él dormía.
25 Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, [que] perecemos.
26 Y Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar, y se hizo grande bonanza.
27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué clase de hombre es Éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?
28 Y cuando Él llegó a la otra ribera, a la región de los gergesenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, fieros en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.
29 Y he aquí, clamaron diciendo: ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?
30 Y lejos de ellos, estaba paciendo un hato de muchos puercos.
31 Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de puercos.
32 Y [Él] les dijo: Id. Y ellos saliendo, se fueron a aquel hato de puercos; y he aquí, todo el hato de puercos se precipitó en el mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas.
33 Y los que los apacentaban huyeron; y viniendo a la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que había acontecido con los endemoniados.
34 Y he aquí, toda la ciudad salió a encontrar a Jesús; y cuando le vieron, [le] rogaron que se fuera de sus contornos.
Mateo 9
1 Y entrando Él en una barca, pasó al otro lado, y vino a su ciudad.
2 Y he aquí, le trajeron a un paralítico echado en una cama; y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, ten ánimo, tus pecados te son perdonados.
3 Y he aquí, ciertos de los escribas decían dentro de sí: Éste blasfema.
4 Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
5 Porque, ¿qué es más fácil, decir: [Tus] pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?
6 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados (dijo entonces al paralítico): Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.
7 Entonces él se levantó y se fue a su casa.
8 Pero cuando las multitudes vieron [esto], se maravillaron y glorificaron a Dios, que había dado tal potestad a los hombres.
9 Y pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos; y le dijo: Sígueme. Y él se levantó y le siguió.
10 Y aconteció que estando Él sentado a la mesa en la casa, he aquí muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron a la mesa con Jesús y sus discípulos.
11 Y cuando vieron esto los fariseos, dijeron a sus discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?
12 Y oyéndolo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos.
13 Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
14 Entonces vinieron a Él los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan?
15 Y Jesús les dijo: ¿Pueden, los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Mas los días vendrán, cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
16 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.
17 Tampoco echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; mas echan el vino nuevo en odres nuevos, y ambos se conservan.
18 Hablándoles Él estas cosas, he aquí vino un principal y le adoró, diciendo: Mi hija ahora estará muerta; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá.
19 Y Jesús se levantó, y le siguió, y sus discípulos.
20 Y he aquí una mujer que estaba enferma de flujo de sangre por ya doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto.
21 Porque decía dentro de sí: Si tan sólo tocare su manto, seré sana.
22 Mas Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Hija, ten ánimo, tu fe te ha salvado. Y la mujer fue sana desde aquella hora.
23 Y cuando Jesús llegó a casa del principal, y vio los tañedores de flautas, y la gente que hacía bullicio,
24 les dijo: Apartaos, que la muchacha no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de Él.
25 Mas cuando hubieron echado fuera a la gente, entró, y la tomó de la mano, y la muchacha se levantó.
26 Y la fama de esto salió por toda aquella tierra.
27 Y partiendo Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
28 Y llegado a casa, los ciegos vinieron a Él; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos le dijeron: Sí, Señor.
29 Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.
30 Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa.
31 Pero cuando ellos salieron, divulgaron su fama por toda aquella tierra.
32 Y al salir ellos, he aquí, le trajeron a un hombre mudo, endemoniado.
33 Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y las multitudes se maravillaban, y decían: Jamás se había visto cosa semejante en Israel.
34 Pero los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios.
35 Y recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo achaque en el pueblo.
36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
37 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies [es] mucha, mas los obreros pocos.
38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
Mateo 10
1 Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio potestad [contra] los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad y toda dolencia.
2 Y los nombres de los doce apóstoles son estos: El primero, Simón, que es llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo [hijo] de Zebedeo, y Juan su hermano,
3 Felipe, y Bartolomé; Tomás, y Mateo el publicano; Jacobo [hijo] de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo,
4 Simón el cananita, y Judas Iscariote, quien también le entregó.
5 A estos doce envió Jesús, y les mandó, diciendo: No vayáis por camino de los gentiles, y no entréis en ciudad de samaritanos,
6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.
8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
9 No [os] proveáis oro, ni plata, ni cobre en vuestras bolsas;
10 ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento.
11 Y en cualquier ciudad o aldea donde entréis, inquirid quién en ella sea digno, y quedaos allí hasta que salgáis.
12 Y cuando entréis en una casa, saludadla.
13 Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros.
14 Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
15 De cierto os digo: En el día del juicio, será más tolerable [el castigo] para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad.
16 He aquí yo os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, sabios como serpientes, y sencillos como palomas.
17 Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán.
18 Y seréis llevados ante reyes y gobernadores por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles.
19 Mas cuando os entregaren, no os preocupéis de cómo o qué habéis de hablar; porque en aquella misma hora, os será dado lo que habéis de hablar.
20 Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
21 Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra [sus] padres, y los harán morir.
22 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre, mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.
23 Y cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo: No acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, sin que haya venido el Hijo del Hombre.
24 El discípulo no es más que [su] maestro, ni el siervo más que su señor.
25 Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Belcebú, ¿cuánto más a los de su casa?
26 Así que, no les temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.
27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas.
28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a Aquél que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
29 ¿No se venden dos pajarillos por un cuadrante? Y ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.
30 Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.
31 Así que, no temáis; de más estima sois vosotros que muchos pajarillos.
32 Cualquiera, pues, que me confesare delante de los hombres, también yo le confesaré delante de mi Padre que está en el cielo.
33 Y cualquiera que me negare delante de los hombres, también yo le negaré delante de mi Padre que está en el cielo.
34 No penséis que he venido para meter paz en la tierra; no he venido para meter paz, sino espada.
35 Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra.
36 Y los enemigos del hombre [serán] los de su propia casa.
37 El que ama padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama hijo o hija más que a mí, no es digno de mí.
38 Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
39 El que hallare su vida, la perderá; mas el que perdiere su vida por causa de mí, la hallará.
40 El que a vosotros recibe, a mí me recibe, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
41 El que recibe a un profeta en nombre de profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo en nombre de justo, recompensa de justo recibirá.
42 Y cualquiera que diere a uno de estos pequeñitos un vaso de [agua] fría solamente, en nombre de discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
Mateo 11:1
1 Y aconteció que cuando Jesús terminó de dar comisión a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y predicar en las ciudades de ellos.
Testimonio: 24-02-2020
Amados, febrero, 24, del 2020. En sueños, vi cómo, muchos, nos estábamos preparando para una situación donde habría que salir rápido y con lo sumamente necesario, pues no habría otra oportunidad. Según el entrenamiento que habíamos recibido, así era, y durante meses estuvimos en él. Terminó el entrenamiento y comenzamos a ejecutar lo aprendido. Nos preparamos y fuimos a buscar a una dama, que también se preparaba. Al llegar a buscarla, puse a un lado de la camioneta una caja que llevábamos con lo indispensable de cada uno de mi familia. Le dije: “dama, vinimos a buscarle, ¿cuál es su equipaje?” Me dijo: “esto”. Al ver el equipaje de la dama, vi que ésta tenía prácticamente una mudanza. Le dije: “pero, dama, ¡esto es una mudanza!, hay que salir rápido y solamente con lo súper necesario”. Ella me contestó: “esto es lo necesario para mí”. Y comenzó, artículo por artículo, a describir el por qué era necesario para ella. Le dije: “no, todo eso no puede ir”. A lo que ella contestó: “si esto no puede ir conmigo pues, yo tampoco iré”. Allí en ese momento desperté. {Daisy Escalante: 24-02-2020, es.p1}
¡Qué terrible, amados hermanos! Quiera Dios que ninguno de nosotros lleguemos a esta situación. Que el Señor nos bendiga. {Daisy Escalante: 24-02-2020, es.p2}
Testimonio: 18-04-2020 #01
Amados, 18 de abril del 2020. En sueños vi que estaba en un lugar de campo donde varios hermanos se reunían. Allí todos cantaban y escuchaban la Palabra, todo se veía normal, nada de descontentos o desorganización. Entonces se me dijo: “observa”. Vi un hombre, que era el que exponía el mensaje. Éste ya estaba en su casa, y comenzó a atacar y a herir verbalmente [a] un joven. Éste fue tan herido por este hombre, que se retiró, ¡y se fue muy triste! Le reclamé y lo reprendí, pero éste no reconocía su condición. Supe que él también había herido [a] una dama, y ésta también se había ido. Me dijo entonces mi acompañante: “él nunca debió tratarles así, la sangre de ellos caerá sobre su cabeza si no se arrepiente y enmienda. Ellos tampoco debieron haberse desanimado por él, porque esto demuestra su débil y superficial fe, y el no tener colirio para ver de dónde realmente viene el ataque, que es del enemigo que controla [a] esta persona”. {Daisy Escalante: 18-04-2020 #01, es.p1}
En ese momento, cambió la escena, vi unos jóvenes, cuatro, para ser exacta. Estos jóvenes nacidos y criados en el evangelio, ahora, ya, adultos, se burlaban de la consagración y búsqueda constante de otros. Para ellos, el que otros buscaran intensamente a Dios y hablaran sólo de sus Palabras, era totalmente inadmisible. Su rostro de descontento, de impaciencia e indiferencia, era totalmente expuesto y evidente. Vi que se montaron todos en un carro que tenía la carrocería y gomas [ruedas], pero no tenía volante. Se me dijo: “adviérteles”. Me paré frente a ellos y le dije: “¿cómo van a ir en esta bajada en este carro sin volante?” Ellos me miraron, pusieron sus manos sobre su cabeza y se acostaron dentro del carro. Dije a uno de ellos: “tu maldad es mucha y debes retractarte, y buscar al Señor, sólo Él puede quitar la malignidad en ti”. Le exhorté al arrepentimiento sin resultados, y así, los demás escuchaban. Sólo uno bajó del carro y los otros se fueron montaña abajo, hasta que ya no les vi más, sólo escuché unos gritos, más no vi lo que sucedió. {Daisy Escalante: 18-04-2020 #01, es.p2}
La escena volvió a cambiar, y vi una persona que estaba cerca de un camión grande, como de ganado. Él trabajaba arduamente en el área de carga de este camión. Me acerqué, vi que inyectaba algo. Al mirar bien, vi que era una persona, pero muy grande, como un gigante que allí estaba con ojos cerrados, pero éste respiraba. Le dije al que lo inyectaba: “¿qué le hace? ¿por qué lo inyecta?” A lo que me contestó: “es mi deber cuidarlo, es mi trabajo. Pronto estará listo y todos verán su fuerza y poder”. Miré de cerca a aquella especie de humano gigante, pero no era ciento por ciento normal, como nosotros, todo era exageradamente grande. Dije al que lo inyectaba y cuidaba: “cuando éste despierte, ni usted mismo lo podrá controlar; entonces, ¿qué hará?” Y me contestó: “tengo aquí conmigo dardos tranquilizantes, eso lo controlará”. {Daisy Escalante: 18-04-2020 #01, es.p3}
Me retiré de allí sumamente preocupada, alerté a muchos sobre ese gigante, pero pareciera que les hablaba chistes porque sólo me miraban, se burlaban y continuaban sus vidas sin la menor preocupación. Era, ya, tarde y entró la noche. Había algunos que fuimos a un lugar para pasar la noche y estar allí tranquilos: oramos, leímos la Palabra de Dios, cantamos, volvimos a orar y nos recostamos para poder descansar un poco. Pronto, se escuchó una algarabía, muchos corrían, lloraban y pedían ayuda. Salí a observar a la puerta, y vi el gigante que los corría a todos. Le vi agarrar a muchos y despedazarlos, a otros, pisotearlos y, a otros, lanzarlos por los aires sin piedad. Vi tras este gigante al hombre que le inyectaba y cuidaba con el arma tranquilizante, pero los dardos no lo tranquilizaban. ¡Fue terrible y desesperante ver aquellas escenas” El gigante acabó con cada uno de ellos, ¡y sólo los que estábamos resguardados nos salvamos de aquel terrible ataque! {Daisy Escalante: 18-04-2020 #01, es.p4}
La escena cambió y vi cómo una hermana nos invitaba a su casa a comer. La casa era en una urbanización y estábamos pasando por allí alertando a muchos a salir a las montañas. Entonces ella nos dijo: “vengan, coman y beban, pues deben estar cansados”. Ella insistía e insistía, nos acercamos luego al portón y nos dijo: “para entrar aquí deben deponer sus vestiduras, y así podrán estar listos para comer”. Le contesté: “no, imposible, ¡eso es degradante!” Se rió y entró en su casa. Allí se me dejó saber que ella daba de comer y beber alimento y bebida adulterada, y los cansados y sedientos sucumbían ante tal invitación. Nos alejamos prontamente de ahí y nos fuimos al campo. Allí, fuimos alimentados y saciados en lugar seguro, en ese momento, ahí, amados, desperté. {Daisy Escalante: 18-04-2020 #01, es.p5}
¡Oh, amados hermanos, cuánto más quiere el Señor dejarnos saber todo lo que acontece, y todo lo que acontecerá! No hay nada que escape al ojo del Eterno. Él está al pendiente de sus hijos ciertamente en la ancha faz de la tierra, y de todas las cosas que ocultamente se están moviendo en medio de nosotros. Quiera Dios que podamos entender, y podamos estar apercibidos. Que el Señor nos bendiga. {Daisy Escalante: 18-04-2020 #01, es.p6}
Testimonio: 09-02-2021
Febrero 9, 2021; 2:45 de la tarde. Se me refirieron estas palabras: “Di a mi pueblo, ¿cómo queréis y rogáis porque Yo haga caso a vuestras peticiones y vosotros no me hacéis caso? ¡Dad frutos dignos de arrepentimiento y hallaréis descanso para vuestras almas! El que se envalentone contra un ‘Así dice Jehová’ su luz se apagará y nunca más se encenderá. Y conocerán todos que Jehová habló y no fue escuchado”. {Daisy Escalante: 09-02-2021 , es.p1}
Amados, palabras fieles y verdaderas del Eterno que dejo para cada uno de vosotros. Que el Señor nos bendiga. {Daisy Escalante: 09-02-2021 , es.p2}
Testimonio: 24-02-2021
Febrero, 24, del 2021. Vino palabra del Eterno a mí diciendo: “mi pueblo pereció por causa de conocimiento. No porque éste no existía sino porque no lo quiso. Estos, serán culpables ante el juicio por haber rechazado las bondades del cielo”. {Daisy Escalante: 24-02-2021 , es.p1}
“Vez tras vez se habló a Jerusalén. Y por siete años aquel peregrino recorrió las calles siendo escuchado, más no oído. Y hoy no es de forma diferente. Oyen y no escuchan, escogiendo entre todas las supuestas opciones que ellos mismos se forjan. ¿Cómo pues dicen: ‘a Dios servimos’, cuando no me conocen? Y Yo los conozco. Y veo sus obras, que son: la conveniencia propia y altivez de espíritu, la soberbia humana que clama —sólo por ellos— al vislumbrar un poco lo que se avecina. Viven vidas efímeras. Incapaces de [hacer] crecer ni un pelo de sus cabezas viven como pavos reales. Y tienen, como perros, boca grande, [y] gritan: ‘¡yo conozco a Dios, ¿y tú?’ Creídos en su propia opinión, van engañados y engañando a muchos; y, no obstante, ¡multitudes les siguen!” {Daisy Escalante: 24-02-2021 , es.p2}
“¿Acaso no hice Yo al ser humano? ¿Acaso no sé Yo cómo funciona su cerebro y su razonamiento? ¿Por qué fingís ante mi presencia y hacéis mis Sábados, Fiestas y Lunas Nuevas abominables ante mis ojos? Vuestra falta de respeto es vuestro diario vivir. Queréis cubrirlo en estos días; y no lo puedo ni mirar para que mi furor no se encienda”. {Daisy Escalante: 24-02-2021 , es.p3}
“¡Incautos! Fanáticos de vuestras propias ideas que os llevarán a la perdición. Bajáis la norma en vez de subirla en vuestras vidas, ¡y no tembláis al hacerlo! Vuestros razonamientos, incapaces de ver la verdad tal cual es, os eximirán de la eternidad, ¡y no sufrís por ello! Jugáis con lo efímero y lo cuidáis como perla de gran precio, ¡y no sabéis que todo lo que ven vuestros ojos será deshecho! ¿Acaso no sabéis que todo es efímero? ¿No sabéis que sólo dando frutos dignos de arrepentimiento heredaréis la vida eterna? Vivís para vosotros, pensando sólo en vuestro deleite, ¿y pensáis que así seréis coronados de gloria? Por vosotros mismos no podéis haceros el bien, más me ponéis a un lado”. {Daisy Escalante: 24-02-2021 , es.p4}
“Yo os miro. Cuántos himnos entonáis, cuántos versos de mi Palabra memorizáis. Y veo la poca atención que ponéis a mis profetas. Día tras día hay tiempo para vuestros planes, y vivís para ellos; y, allí, Yo no estoy. ¿Cuántas veces oráis de rodillas al poder hacerlo? ¿Será que vuestro hablar, entre unos y otros, es conforme a mis palabras y mi ejemplo? Os escondéis del ser humano para dar apariencia de piedad —y esto no os salvará—, ¡y desvergonzadamente andáis ante Mí y mis testigos!” {Daisy Escalante: 24-02-2021 , es.p5}
“Callados en la verdad y bocones en la mentira, preparando mucha red a mis palabras para que otros caigan y sean reos de muerte, ¡como lo serán ustedes!”
“Ahora, pueblo, levántate y no mires ni a derecha ni [a] izquierda. Refúgiate en Mí y no te escondas con la indolencia. ¡Apártate! Aparta tu oído, y tus ojos no miren sus caminos. No codicies sus bienes, porque todo les será por estopa y no se salvará ninguno que vaya tras sus pisadas. Vuélvete a Mí y sé puro; y sólo allí hallarás descanso para vuestra alma. No vayáis tras ellos que, luego de conocer la verdad, y ésta ser probada ante muchos, vacilan por dar oído a espíritus engañadores y doctrinas de demonios —¡que gritarán todos!—” {Daisy Escalante: 24-02-2021 , es.p6}
“Vivid vuestra propia experiencia. De cierto de cierto os digo que ninguno que preste oídos a esto será excusado en mi reino. Porque, a la verdad, os digo: ‘día de lloro y gemido, sin consolación, será el día [en] que muchos creerán ser salvos y los invista la primera plaga. Allí será gran lamento, terror y llanto y no habrá, ya, para ellos escapatoria. Día de cobro, y no de oportunidad. Día de total separación y no de junte. Día de gozo para el fiel y de gran amargura para el infiel”. {Daisy Escalante: 24-02-2021 , es.p7}
“Muchos acatan el deber por temor, y no por convicción. ¿Y no sabéis que la eficacia de esto es nula? Uno fue el que sufrió por vosotros y vosotros no queréis sufrir por Él. Con todo esto, aún mi misericordia se extiende para el alma penitente que lucha ante Mí por hacer mi voluntad”. {Daisy Escalante: 24-02-2021 , es.p8}
“Escuchad pueblos y naciones: ‘el Eterno mira vuestras inclinaciones y la balanza da medida certera. ¿Acaso no pensáis que existe un juicio donde cada uno —su caso— será examinado y ninguno estará allí presente? ¿Acaso vuestros pecados, que están en vuestros miembros, no os hacen temblar ante mi presencia?” {Daisy Escalante: 24-02-2021 , es.p9}
“Yo me he acercado a vosotros con mis palabras desde hace algunos años, ante esta última generación. Y veo quién la expone y quiénes la reciben. El exponente es agraviado, azotado, vituperado y, muchas veces, su fuerza le deja. Soporta gran oprobio y [es] rechazado por muchos [que] siguen en su propio caminar. Maldecido por muchos y bendecido por otros. Busca el bien a todos, por medio de la verdad, aunque reciba azotes por ello. Yo veo y he visto cómo mis profetas de antaño también sufrieron por mi causa. Más, ¡ay del que les hace sufrir! Porque, vivo Yo, que para esta hora fue escogido desde el vientre de su madre. Y gran tribulación sufrió desde la concepción, viviendo grandes privaciones y muchas penurias. Resolvió seguirme por dondequiera que voy y así llegó, hoy, a levantar mi voz entre vosotros. Más muchos le tenéis por vil y no recibís las palabras de su boca. Vuestros pensamientos fatuos dicen: ‘Dios no habla, no oye ni ve’. ¡Inmisericordes! Al igual que las naciones de antaño, denigran y oprimen al que es mi voz entre el pueblo. ¡Le privan la ayuda, lo rodean de penurias y le privan del pan, sosteniendo lo que no aprovecha y ocupándose de lo que no les aprovecha! Era de esperar, pues así fueron con sus antepasados. Y no logran ver que mi voz es oída, aún, en esta última generación por amor a mi Nombre”. {Daisy Escalante: 24-02-2021 , es.p10}
“Prestad oído y, ahora, escuchad: ‘orad y ayunad porque gran violencia se levanta en el que dice ser mi pueblo. Y allí os probaré. Y mi voz callará un instante. Y mis ojos escudriñarán lo profundo de vuestra mente y corazón. Y allí veré de cerca y serán conocidos como Yo les conozco. Luego, volveré [a] hablar para guiar a pastos seguros a mi real rebaño'”. {Daisy Escalante: 24-02-2021 , es.p11}
Estas fueron las palabras que recibí del Eterno, y se las paso fielmente a cada uno de vosotros. Que el Señor nos bendiga. {Daisy Escalante: 24-02-2021 , es.p12}
Testimonio: 20-08-2021
Agosto 20, 2021. Se me dijo: “atiende y escribe. No hay caída sin presunción. Todo el que la porte caerá, más el que sea librado de ella permanecerá sobre la Roca y será librado”. {Daisy Escalante: 20-08-2021 , es.p1}
“La presunción cede a la adulación, se exhibe y se hace notar. Presume y se adentra en lo desconocido y hace creer que está por encima de todo y de todos. Su hermana la admira, y sus adeptos de prevaricación viven en su euforia, llegando así al consenso de la iniquidad”. {Daisy Escalante: 20-08-2021 , es.p2}
“Los entendidos corren de esto y se alejan del peligro mortal”.
“No obstante, la altivez se torna sentimental y sucumbe ante la presunción. Este círculo vicioso desencadena una carrera de gran controversia entre el bien y el mal, y el Valle de la Decisión comienza a tener una gran división. El que persevera, alcanza; más el simple tropieza en la plaza. El reprendido que se ensoberbece se empequeñece, más el reprendido que se humilla se engrandece. No hay mortal que no necesite ser quebrado en el torno del ALFARERO; el que así no fuere, no heredará la vida eterna. La soberbia es la gran caída, porque esta condición no reconoce su condición, más bien alardea de ella. Lo ve el pobre y menea su mano, y lo ve el rico y le aplaude, ¡tal es el mundo de la insensatez! Porque tener conocimiento sin DIOS es necedad”. {Daisy Escalante: 20-08-2021 , es.p3}
Palabras fieles y verdaderas que dejo del ETERNO para cada uno de vosotros. Que el SEÑOR nos bendiga. {Daisy Escalante: 20-08-2021 , es.p4}