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Manjar Sabático

04-07-2020

1 Timoteo 6

1 Todos los que están bajo yugo de servidumbre, tengan a sus señores por dignos de toda honra, para que no sea blasfemado el nombre de Dios y [su] doctrina.
2 Y los que tienen amos creyentes, no [los] tengan en menos por ser hermanos; sino sírvanles mejor, por cuanto son fieles y amados, y partícipes de los bienes. Esto enseña y exhorta.
3 Si alguno enseña otra cosa, y no asiente a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,
4 está envanecido, nada sabe, y enloquece acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, maledicencias, malas sospechas,
5 disputas perversas de hombres de mente corrompida, y privados de la verdad, que tienen la piedad por ganancia; apártate de los tales.
6 Pero gran ganancia es la piedad con contentamiento.
7 Porque nada hemos traído a [este] mundo, y sin duda nada podremos sacar.
8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
9 Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en perdición y muerte.
10 Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y se traspasaron con muchos dolores.
11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
12 Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo eres llamado, habiendo hecho buena profesión delante de muchos testigos.
13 Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que testificó la buena profesión delante de Poncio Pilato,
14 que guardes [este] mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo:
15 La cual a su tiempo mostrará el Bendito y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores;
16 el único que tiene inmortalidad, y habita en luz inaccesible; a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A Él [sea] honra y poder sempiterno. Amén.
17 A los ricos de este mundo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas inciertas, sino en el Dios vivo, quien nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos, que con facilidad comuniquen;
19 atesorando para sí buen fundamento para lo por venir; que echen mano de la vida eterna.
20 Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas y vanas discusiones, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia;
21 la cual profesando algunos, han errado en cuanto a la fe. La gracia [sea] contigo. Amén. [Epístola a Timoteo: Fue escrita de Laodicea, que es metrópoli de la Frigia Pacatiana].

Salmos 4

1 «Al Músico principal: sobre Neginot: Salmo de David» Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia; estando en angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración.
2 Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo [volveréis] mi honra en infamia? ¿[Hasta cuándo] amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? (Selah)
3 Sabed, pues, que Jehová hizo apartar al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a Él clamare.
4 Temblad, y no pequéis: Meditad en vuestro corazón sobre vuestra cama, y callad. (Selah)
5 Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en Jehová.
6 Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.
7 Tú diste alegría a mi corazón, más que la de ellos en el tiempo que se multiplicó su grano y su mosto.
8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque sólo tú, Jehová, me haces estar confiado.

Primeros Escritos. ''La gran Apostacia''

Fuí transportada al tiempo cuando los idólatras paganos perseguían cruelmente y mataban a los cristianos. La sangre corría a torrentes. Los nobles, los sabios y el pueblo común eran muertos por igual sin misericordia. Familias poseedoras de fortuna eran reducidas a la pobreza, porque no querían renunciar a su religión. No obstante la persecución y los sufrimientos que estos cristianos soportaban, no querían arriar el estandarte. Conservaban pura su religión. Vi que Satanás triunfaba y se regocijaba de que ellos sufriesen. Pero Dios miraba a sus fieles mártires con gran aprobación. Los cristianos que vivieron en aquel tiempo espantoso fueron muy amados por él, porque estaban dispuestos a sufrir por causa de él. Todo padecimiento soportado por ellos aumentaba su recompensa en el cielo. {PE 210.1}

Aunque Satanás se regocijaba por los sufrimientos de los santos, no estaba satisfecho con esto. Quería dominar tanto la mente como el cuerpo. Los padecimientos que soportaban no hacían sino acercarlos más al Señor, induciéndoles a amarse unos a otros, y a tener tanto más temor de ofenderle. Satanás deseaba inducirlos a desagradar a Dios; entonces perderían su fuerza, valor y firmeza. Aunque se daba la muerte a millares, otros se levantaban para reemplazarlos. Satanás vió que estaba perdiendo sus súbditos; porque aunque sufrían persecución y muerte, quedaban asegurados para Jesucristo, para ser súbditos de su reino. Por lo tanto Satanás trazó sus planes para luchar con más éxito contra el gobierno de Dios y derribar la iglesia. Indujo a los idólatras paganos a abrazar una parte de la fe cristiana. Profesaron creer en la crucifixión y resurrección de Cristo, y se propusieron unirse con los discípulos de Jesús sin que cambiara su corazón. ¡Oh! ¡Cuán terrible fué el peligro de la iglesia! Fué un tiempo de angustia mental. Algunos pensaron que si descendían y se unían con aquellos idólatras que habían abrazado una parte de la fe cristiana, esta actitud sería el medio de obtener la conversión completa de ellos. Satanás estaba tratando de corromper las doctrinas de la Biblia. {PE 210.2}

Vi que por último el estandarte fué arriado, y que los paganos se unían con los cristianos. Aunque esos adoradores de los ídolos profesaban haberse convertido, trajeron consigo su idolatría a la iglesia, y sólo cambiaron los objetos de su culto en imágenes de los santos, y aun de Cristo y de su madre María. A medida que los seguidores de Cristo se unían gradualmente con aquellos idólatras, la religión cristiana se fué corrompiendo y la iglesia perdió su pureza y su poder. Algunos se negaron a unirse con ellos; los tales conservaron su pureza y sólo adoraban a Dios. No quisieron postrarse ante imagen de cosa alguna que hubiese en los cielos o abajo en la tierra. {PE 211.1}

Satanás se regocijaba por la caída de tantos; y entonces incitó a la iglesia caída a obligar a quienes querían conservar la pureza de su religión a que accediesen a sus ceremonias y al culto de las imágenes o recibiesen la muerte. Los fuegos de la persecución se encendieron nuevamente contra la verdadera iglesia de Cristo, y millones fueron muertos sin misericordia. {PE 211.2}

Esto me fué presentado de la siguiente manera: Una gran compañía de idólatras paganos llevaba una bandera negra, sobre la cual se veían figuras del sol, la luna y las estrellas. Esta compañía parecía feroz y airada. Se me mostró luego otra compañía que llevaba una bandera de un blanco puro, sobre la cual estaba escrito: “Pureza y santidad a Jehová.” Sus rostros se distinguían por su firmeza y una resignación celestial. Vi a los paganos idólatras acercárseles, y hubo una gran matanza. Los cristianos desaparecieron delante de ellos; y sin embargo la compañía cristiana estrechó sus filas, y sostuvo con más firmeza la bandera. Al caer muchos, otros se reunían en derredor de la bandera y ocupaban sus lugares. {PE 211.3}

Vi a la compañía de idólatras consultarse. Al no lograr que los cristianos cediesen, convinieron en otro plan. Los vi arriar su bandera y acercarse luego a aquella firme compañía de cristianos y hacerles propuestas. Al principio éstas fueron rechazadas de plano. Luego vi a la compañía cristiana consultarse. Algunos dijeron que arriarían la bandera, aceptarían las propuestas y salvarían la vida, y al fin cobrarían fuerza para enarbolar la bandera entre los paganos. No obstante, unos pocos no quisieron acceder a este plan, sino que con firmeza prefirieron morir sosteniendo la bandera antes que arriarla. Entonces vi a muchos que arriaban la bandera y se unían con los paganos; pero los que permanecían firmes la recogían y la enarbolaban. Vi que constantemente había personas que abandonaban la compañía de aquellos que llevaban la bandera pura, y se unían con los idólatras bajo la bandera negra, para perseguir a los que llevaban la blanca. Muchos eran muertos, y sin embargo la bandera blanca se mantenía en alto, y otros creyentes eran suscitados para reunirse en derredor de ella. {PE 212.1}

Los judíos que primero despertaron la ira de los paganos contra Jesús no habían de escapar sin castigo. En la sala del tribunal, cuando Pilato vaciló en condenar a Jesús, los judíos enfurecidos gritaron: “Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.” El cumplimiento de esta terrible maldición que atrajeron sobre sus cabezas, lo ha experimentado la nación judía. Los paganos y los así llamados cristianos han sido igualmente sus enemigos. Aquellos que profesan ser cristianos, en su celo por Cristo, a quien los judíos crucificaron, pensaron que cuanto más los hicieran sufrir, tanto más agradarían a Dios. Por ende muchos de los judíos incrédulos fueron muertos, mientras que otros fueron expulsados de un lugar a otro y fueron castigados casi de toda manera posible. {PE 212.2}

La sangre de Cristo y la de los discípulos, a quienes habían dado muerte, estaba sobre ellos, y fueron sometidos a terribles castigos. La maldición de Dios los siguió, y fueron objeto de oprobio y ridículo para los paganos y los así llamados cristianos. Fueron degradados, rehuidos y detestados, como si estuviese sobre ellos la marca de Caín. Sin embargo, vi que Dios había preservado maravillosamente a ese pueblo y lo había dispersado por el mundo a fin de que fuese reconocido como especialmente castigado por la maldición de Dios. Vi que Dios había abandonado a los judíos como nación; pero que miembros individuales de entre ellos se han de convertir todavía y ser capacitados para arrancar el velo de sus corazones y ver que la profecía relativa a ellos se ha cumplido; recibirán a Jesús como el Salvador del mundo y verán el gran pecado que cometió su nación al rechazarlo y crucificarlo. {PE 212.3}

Primeros Escritos. ''El Misterio de Iniquidad''

Siempre ha sido el proyecto de Satanás desviar de Jesús la atención de la gente, volverla a los hombres y destruir el sentido de la responsabilidad individual. Fracasó Satanás en su propósito cuando tentó al Hijo de Dios; pero tuvo más éxito en su esfuerzo con los hombres caídos. Corrompióse el cristianismo. Papas y sacerdotes se arrogaron una posición exaltada y enseñaron a la gente que debía acudir a ellos para obtener el perdón de sus pecados en vez de recurrir directamente a Cristo. {PE 213.1}

La gente quedó del todo engañada. Se le enseñó que el papa y los sacerdotes eran los representantes de Cristo, cuando en verdad lo eran de Satanás, y a Satanás adoraban cuantos ante ellos se postraban. La gente pedía la Biblia; pero el clero creyó peligroso que la leyeran los fieles por sí mismos, por temor de que se ilustrasen y descubriesen los pecados de sus instructores. Se enseñó a la gente a recibir las palabras de esos engañadores como si proviniesen de la boca de Dios. Ejercían sobre la mente aquel poder que sólo Dios debiera ejercer. Si algunos se atrevían a seguir sus propias convicciones, se encendía contra ellos el mismo odio que los judíos habían manifestado contra Jesús, y los que tenían autoridad se revelaban sedientos de su sangre. {PE 213.2}

Me fué mostrado un tiempo en que Satanás triunfaba especialmente. Multitudes de cristianos eran muertos de una manera espantosa, porque querían conservar la pureza de su religión. La Biblia era odiada, y se hacían esfuerzos para raerla de la tierra. A la gente se le prohibía leerla, so pena de muerte; y todos los ejemplares que se podían encontrar eran quemados. Pero vi que Dios tuvo cuidado especial de su Palabra, y la protegió. En diferentes períodos sólo quedaron unos cuantos ejemplares de la Biblia, pero Dios no consintió que se perdiera su Palabra, porque en los últimos días los ejemplares iban a multiplicarse de tal manera que cada familia podría poseerla. Vi que cuando había pocos ejemplares de la Biblia, los perseguidos discípulos de Jesús hallaban en ella inestimable tesoro y profundo consuelo. La leían secretamente, y quienes disfrutaban de este excelso beneficio sentían que habían conversado con Dios, con su Hijo Jesús y con sus discípulos. Pero este bendito privilegio costó la vida de muchos. Si los descubrían, los mandaban al tajo del verdugo, a la hoguera o a lóbregas mazmorras donde los dejaban morir de hambre. {PE 214.1}

No podía Satanás impedir el plan de salvación. Jesús fué crucificado y resucitó al tercer día. Pero Satanás les dijo a sus ángeles que sacaría ventajas de la crucifixión y resurrección. Estaba conforme con que los que profesaban la fe de Jesús diesen por invalidadas después de la muerte de Cristo las leyes que regulaban los sacrificios y ofrendas judaicos con tal que pudiese llevarlos más lejos y hacerles creer que también la ley de los diez mandamientos había cesado cuando Cristo murió. {PE 214.2}

Vi que muchos cedían fácilmente a este engaño de Satanás. El cielo entero se indignó al ver pisoteada la sacrosanta ley de Dios. Jesús y toda la hueste celestial conocían la índole de la ley de Dios, y sabían que no era posible alterarla ni abrogarla. La condición desesperada del hombre después de la caída había causado en el cielo profundísima tristeza, y movió a Cristo a ofrecerse para morir por los transgresores de la santa ley de Dios. Pero de haberse podido abrogar la ley, el hombre se hubiese salvado sin necesidad de la muerte de Jesús. Por lo tanto, esa muerte no destruyó la ley del Padre, sino que la magnificó y honró, e impuso a todos el acatamiento de todos sus santos preceptos. {PE 215.1}

Si la iglesia hubiese permanecido pura y firme, no habría podido Satanás engañarla ni inducirla a que pisotease la ley de Dios. En ese plan descarado Satanás ataca directamente el fundamento del gobierno de Dios en el cielo y en la tierra. Por su rebelión fué expulsado del cielo, y después quiso salvarse pretendiendo que Dios alterase su ley; pero ante la hueste del cielo se le manifestó que la ley de Dios era inalterable. Satanás sabe que induciendo a otros a quebrantar la ley de Dios los gana para su causa, porque todo transgresor de la ley debe morir. {PE 215.2}

Resolvió Satanás ir todavía más lejos. Dijo a sus ángeles que algunos tendrían tanto celo por la ley de Dios que no se dejarían prender en esa trampa, pues los diez mandamientos eran tan explícitos que muchos creerían que seguían válidos, y por lo tanto sólo debía tratar de corromper uno de los mandamientos. Así que indujo a sus representantes a intentar cambiar el cuarto, o sea el mandamiento del día de reposo, con lo que alterarían el único de los diez que revela al Dios verdadero, el Creador de los cielos y de la tierra. Satanás recordó a sus representantes la gloriosa resurrección de Jesús y les dijo que por haber resucitado el primer día de la semana, el Salvador había trasladado el descanso del séptimo al primer día de la semana. {PE 215.3}

Así se valió Satanás de la resurrección en provecho de sus propósitos. El y sus ángeles se congratularon de que los errores por ellos preparados fuesen aceptados tan favorablemente entre quienes se llamaban amigos de Cristo. Lo que uno consideraba con religioso horror, lo admitía otro, y así fueron celosamente acogidos y defendidos diferentes errores. La voluntad de Dios, tan claramente revelada en su Palabra, fué encubierta con errores y tradiciones que eran enseñados como mandamientos de Dios. Aunque este engaño que desafía al cielo será tolerado hasta la segunda venida de Jesús, no ha quedado Dios sin testigos durante todo ese tiempo de error y engaño. En medio de las tinieblas y persecuciones contra la iglesia, siempre hubo cristianos que guardaron fielmente todos los mandamientos de Dios. {PE 216.1}

Vi que la hueste angélica llenóse de asombro al contemplar la pasión y muerte del Rey de gloria; pero también vi que no le sorprendió que el Señor de la vida y de la gloria, el que henchía los cielos de gozo y esplendor, quebrantase los lazos de la muerte y surgiese de la tumba como triunfante vencedor. Por lo tanto, si uno de estos dos sucesos hubiese de conmemorarse por un día de descanso, habría de ser el de la crucifixión. Pero yo vi que ninguno de estos acontecimientos estaba destinado a mudar o revocar la ley de Dios, sino que, por el contrario, corroboraban su carácter inmutable. {PE 216.2}

Ambos importantes sucesos tienen su peculiar conmemoración. Al participar del pan quebrantado y del fruto de la vid en la cena del Señor, recordamos su muerte hasta que él venga. Así se renuevan en nuestra memoria las escenas de su pasión y muerte. Conmemoramos la resurrección de Cristo al ser sepultados con él en el bautismo y levantarnos de la tumba líquida para vivir en novedad de vida a semejanza de su resurrección. {PE 216.3}

Se me mostró que la ley de Dios permanecerá inalterable por siempre y regirá en la nueva tierra por toda la eternidad. Cuando en la creación se echaron los cimientos de la tierra, los hijos de Dios contemplaron admirados la obra del Creador, y la hueste celestial prorrumpió en exclamaciones de júbilo. Entonces se echaron también los cimientos del sábado. Después de los seis días de la creación, Dios reposó el séptimo, de toda la obra que había hecho, y lo bendijo y santificó, porque en dicho día había reposado de toda su obra. El sábado fué instituído en el Edén antes de la caída, y lo observaron Adán y Eva y toda la hueste celestial. Dios reposó en el séptimo día, lo bendijo y lo santificó. Vi que el sábado nunca será abolido, sino que los santos redimidos y toda la hueste angélica lo observarán eternamente en honra del gran Creador. {PE 217.1}

Testimonio: 02-10-2017 #01
Testimonio: 10-10-2017

Amados, octubre 10, 2017, 6:45 de la mañana. Vino a mi palabra de Dios y me dijo:

“¡Ay de los que tuercen la verdad para sentirse tranquilos! Pues, ellos, sólo recibirán escarnios. ¡Dichoso aquel que confíe en Mí! Hay camino que al hombre parece derecho pero su fin es camino de muerte. Pronto llorará Israel, pues confió en sus adivinos y falsos profetas que presagiaron el bien cuando Yo, el Eterno, he declarado el mal. ¿Por qué dudáis de mis palabras y tenéis por especulación mis dichos?” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p1}

“¡Ay de ti que pones tus sentimientos por encima de un Escrito Está, y luego, clamas por protección que no tendrás! Porque has usurpado, con tus razonamientos, mis mandatos y no divulgas lo enseñado.” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p2}

“¡Ay que vendrá sobre ti y no escaparás! Porque aún los niños reconocen el verano. ¿De qué te vale,” seguía diciendo, “explicaciones y evidencias si tu razonamiento es lo único que cuenta?” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p3}

“¡Ay de ti,” seguía diciendo la voz, “pues en un momento sólo será tu lamento! Y, ¿quién te consolará? Desechaste los profetas y ni aún mi propia voz quisiste oír. Sólo oirás agoreros que decían paz, y paz, cuando Yo he hablado de guerra. Más, como no te arrepentiste”, seguía diciendo, “aun así, un espíritu de error vendrá sobre ti y no sabrás ni cuándo naciste. Por cuanto has desechado al Santo de Israel, así, el Santo de Israel te ha desechado.” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p4}

“No hay entendimiento en Israel”, seguía diciendo, “porque me desecharon y no quisieron mi consejo. Y ahora, ¿quién te guiará? ¡Dichoso el que confía en Mí y hace de Mí su consejo y [de] mis mandatos su regla de acción! He aquí que: fuego, azufre, humo y pestilencia están al acecho, pues mi mano está alzada. ¿Por qué ignoran mis palabras y luego por Mí claman?”, —seguía diciendo. Entonces, hizo una pausa y dijo: “¿habrá salvador en Sodoma y podrá librarse por sí sola Gomorra? Vendrá sobre ti Asiria, y Egipto te esclavizará por cuanto desechaste el consejo y pisoteaste el derecho. Babilonia reinará y cree que nada le sucederá, y sus súbditos la alaban.” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p5}

“¡Ay de las naves de Quitim! ¡Ay de Adma, y Zeboim! ¡Ay de los que te siguen sin saber a dónde van! Porque la destrucción les seguirá.”

Entonces, otra vez, hizo una pausa y continuó diciendo:

“¡Ay de ti, Jerusalén, que te congregas con Babilonia! Estás junto con ella para sentirte aceptada. ¿Acaso no he sido Yo un buen esposo que debes ir tras tus amantes? Si aun cuando cayere fuego del cielo ante tus ojos, no me buscarás porque tus deleites amaste más que la rectitud y tu poder más que la verdad.” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p6}

“¡Ay de los que trabajan en ti por precio y venden su libertad por precio! ¿Acaso no podré Yo arremeter en una hora contra ellos? Y lo que tienen, ¿de quién será?” preguntaba. “Vivo Yo,” dice el Eterno, “que juicio tras juicio, y castigo tras castigo vendrán sobre ti, y no escaparás, porque no fuiste guardador ni celador de Mi verdad”. “¡Sal de ella, pueblo mío! Ve a tus aposentos, cierra tras ti tus puertas mientras pasa la indignación. Porque Jerusalén será desolada y sus seguidores, de precio y cohecho, serán barridos. Porque, para esto, hay plazo. Porque desecharon el consejo y se apartaron de la rectitud y pisotearon la causa y la verdad y no buscaron al Santo de Israel.” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p7}

Seguía diciendo: “Yo”, dice el Eterno, “declaro sobre ti: destrucción, temor y tormento. Y tu gloria, ¿para quién será?”—preguntaba. “Ensuciaste mi verdad, decretaste maldad al recto y te regocijaste con el impío, llegaste a ser cueva de toda ave aborrecible porque lo desechaste y lo deseaste. Yo te preservé con Mi verdad, pura y santa, más no quisiste y ahora tu disfraz es caído y tu maldad abiertamente será conocida; porque dices ser la guardadora de mis mandamientos, más los pisoteas.” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p8}

“¡Ay de ti! Vivo Yo”, dice el Eterno, “que no te sufriré más. No protestaré ya más por Mí, porque tus protestas han sido compradas por precio y has desechado al Santo de Israel y te has vuelto a ser hermana consentida de una ramera. ¿Acaso te protegerá ella? ¿y no te escarnecerá?” —preguntaba. “¿Acaso serás para ella la niña de sus ojos como lo has sido para Mí?” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p9}

“Vivo Yo”, dice el Eterno, “que harán de ti despojo. Y, [por] cuanto diste la espalda al que te guiaba y sustentaba, el Santo de Israel, Yo no seré más tú guiador. Y sólo serán ciegos guiando ciegos. Y sabrás que Yo Soy un Dios celoso que visito la maldad y abomino la iniquidad. Tu aliada te alabará y te engrandecerá. Y, en un momento, pero de repente, caerás, y no [habrá] quién te ayude. Porque pisoteaste al Justo y detuviste la verdad y no anduviste en integridad. Todos te verán, y harán fiesta por ti pensando que la unión es cumplida, pero pronto verán que hay un puñado que me sigue y vive escondido en Mí. Te unirás a las leyes opresoras, y tratarás de someterlo y de destruirlo, pero no te darás cuenta que mi mano los protege y ellos viven bajo la sombra del Altísimo.” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p10}

“¡Ay de tí, pues cosa grande es caer bajo la mano del Altísimo! Ellos huirán primero con Mi protección. Pero, cuando te toque a ti, ¿quién te protegerá? Les di mis sábados por señal y, ¿qué habéis hecho con ellos? No hay en ti quién enseñe el derecho y la justicia que no sea pisoteado. Esta es tu hora, pero tu recompensa te aguarda.” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p11}

“Mi pueblo real no está en ti, pues Mi guía los lleva lejos de tí por tus abominaciones. Desechaste la profecía y tuerces el derecho, y no llevas mi nombre. ¿Cómo pensaste en ser mi amada bajo tal traición? Vivo Yo,”—dice El Eterno—, “que todo está escrito para tu destrucción.” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p12}

Entonces, amados, hizo otra pausa y dijo: “¡pueblo mío, desamparado y perseguido! Hoy te recojo en mis aposentos y te redimiré y te sustentaré con la diestra de mi justicia. Y, aunque son muy pocos, junto a Mí, serás fuerte. Tras la penuria, estarás por un momento, y, al fin, mi Espíritu reposará en vosotros a plenitud, y saldrás de tus aposentos, que Yo te he llevado, y serás un heraldo de fe y verdad. Te verá la gran ramera, y sus seguidoras, y te verá la que llevaba mi verdad y la torció, y fue desechada. Y, luego de ser espantada, te odiará y tratará de echarte mano, más no prevalecerá. Porque en Mí, es la hora de alumbrar con gran luz, luz final a este mundo de oscuridad. Muchos vendrán, y a muchos rescatarán. Más, culminado el conteo, la luz será escondida por Mí; y tus perseguidores no escaparán de mi mano. Por siete veces los heriré y, en su agonía, buscarán solución. Más aún para esto hay plazo. Más, cuando deseen arremeter a sangre contra ti y comience su cacería, Yo me levantaré de mi lugar y vendrá sobre ellos lo que he hablado. Y no habrá escapatoria [de] mi mano. Y todos sabrán que Yo Soy Dios y que no hay ninguno como Yo. Pero mis verdaderos hijos están escondidos bajo mis alas y verán a los lejos tu tormento. Más no perecerán, pues su alimento y su agua estarán seguros. ¿Acaso no lo estipulé por mis siervos los profetas? — decía el Eterno, “¿acaso lo he olvidado?” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p13}

“Yo Soy el Alfa y la Omega”, seguía diciendo, “el Principio y el Final. Y mi dicho se cumplirá como está estipulado. ¡Avanza, pueblo mío, no te detengas!” —decía, “pues vuestro adversario, el diablo, trama contra ustedes para destruirlos. ¡Entra en tus aposentos!” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p14}

“Mis castigos con misericordia están en todo lugar y, ni aun así, los malos se arrepienten. Corren por su vida de aquí para allá, más no prevalecerán.”

“Pero tú, mi pueblo, mantén la calma, pues Yo seré tu sustentador en medio de esto. Confía en mí”, decía, “y avanza por fe y no por vista. Y serás recompensado por tu fe. No te afanes,” seguía diciendo, “ni [te creas en] desamparo, ni te desesperes, pues estás esculpido en la palma de mis manos y, aunque ruja la tempestad, mis alas te guardarán. ¿Acaso te he fallado?” Y Él mismo contestó: “¡de ninguna manera!” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p15}

Entonces, siguió diciendo: “¡vivo Yo!”, dice el Eterno, “que mis ojos están sobre los que me buscan y obedecen, y mi paz estará con ellos. He aquí Yo he revelado lo que ha de acontecer rápidamente, pues el plazo está por cumplirse. Lleva este mensaje” —me dijo, “y no te detengas, pues los entendidos entenderán; y, todos aquellos que están escritos en el Libro de la Vida, sabrán lo que estoy diciendo.” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p16}

“Mis escogidos los recogeré Yo y ya no estarán más dispersos, porque me siguieron, aún, en la tribulación. Y guardaron mis mandamientos, por lo cual, Yo les aumenté su fe. Dichoso el que en Mí confía y guarda todas estas cosas porque vuestra redención está cerca,” —decía. “¡A la ley y al testimonio, si no dicen conforme a esto es porque no les ha amanecido! Avanza, diles” —me decían, “que se apresuren a ubicarse y que no olviden mis instrucciones: casa pequeña”, me repitió, “terreno donde puedan sembrar, agua, agua propia —río, manantial, pozo—, que tenga agua.” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p17}

“Buscadme y viviréis decía, desechadme y moriréis. Es hora de clamar por la unción total del Espíritu Santo, pues si no lo recibes no podrás soportar la gran tempestad que se avecina. Entonces, habiendo dicho esto, ¿en qué otra cosa estaréis ocupados?”, dijo. “Procurad mi aprobación, con temor y temblor, para que en esta hora puedan vivir. Dejad a un lado el afán del mundo y procurad vuestra salvación, pues no hay en mi mudanza, y la hora final ya está avanzada. Temblad y no pequéis, meditad en vuestras camas, y callad, y confiad en Jehová. Estoy a la puerta y llamo, todo aquel cuya alma es recta, va a oír mi voz, mi voz, y va a entender. Sé, pues, vigilante,” me decía, “¡y apresúrate! Pues todo esto pasará, más mi Palabra, no pasará. Corre y di estas palabras para que mi deseo en ellos esté cumplido.” {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p18}

Entonces, terminó con estas palabras: “sé fiel hasta la muerte y Yo te daré la corona de la vida.” Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 10-10-2017 , es.p19}

Himno 128: Huye cual ave
Himno 162: Viene otra vez nuestro Salvador