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Manjar Sabático

05-09-2020

Isaías 28

1 ¡Ay de la corona de soberbia de los ebrios de Efraín, y de la flor marchita de la hermosura de su gloria, que [está] sobre la cabeza del valle fértil de los aturdidos del vino!
2 He aquí, Jehová tiene un fuerte y poderoso; [que es] como turbión de granizo y como tormenta destructora; como ímpetu de recias aguas desbordadas, [los] derribará a tierra con [su] mano.
3 Con los pies será hollada la corona de soberbia de los ebrios de Efraín;
4 y será la flor caduca de la hermosura de su gloria que está sobre la cabeza del valle fértil, como la fruta temprana, la primera del verano, la cual cuando alguien la ve, se la traga tan luego como la tiene a mano.
5 En aquel día Jehová de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura al remanente de su pueblo;
6 y por espíritu de juicio al que se sienta en juicio, y por fortaleza a los que rechazan la batalla en la puerta.
7 Mas también éstos erraron con el vino; y con el licor se entontecieron; el sacerdote y el profeta han errado a causa del licor, fueron trastornados por el vino, han divagado a causa del licor, erraron en la visión, tropezaron [en] el juicio.
8 Porque todas las mesas están llenas de vómito y suciedad, [hasta] no [haber] lugar [limpio].
9 ¿A quién le enseñará conocimiento, o a quién le hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿A los arrancados de los pechos?
10 Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá;
11 porque en lengua de tartamudos, y en otra lengua hablará a este pueblo,
12 a los cuales Él dijo: Éste es el reposo; dad reposo al cansado; y éste es el refrigerio; mas no quisieron oír.
13 La palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; para que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, y enlazados, y presos.
14 Por tanto, varones burladores, que gobernáis a este pueblo que [está] en Jerusalén, oíd la palabra de Jehová.
15 Porque habéis dicho: Hemos hecho un pacto con la muerte, e hicimos un acuerdo con el infierno; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, pues hemos hecho de la mentira nuestro refugio, y en la falsedad nos hemos escondido.
16 Por tanto, el Señor Jehová dice así: He aquí que yo pongo en Sión por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, fundamento firme; el que creyere, no se apresurará.
17 Y ajustaré el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrerá el refugio de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo.
18 Y será anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro acuerdo con el infierno no será firme; cuando pasare el turbión del azote, seréis de él hollados.
19 Luego que comenzare a pasar, él os arrebatará; porque de mañana en mañana pasará, de día y de noche; y será por espanto el sólo entender el reporte.
20 Porque la cama será demasiado corta para estirarse sobre ella, y la cubierta estrecha para envolverse.
21 Porque Jehová se levantará como en el monte Perazim, como en el valle de Gabaón se enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación.
22 Ahora pues, no os burléis, para que no se aprieten más vuestras ataduras; porque he oído del Señor Jehová de los ejércitos que consumación ha sido determinada sobre toda la tierra.
23 Estad atentos, y oíd mi voz; estad atentos, y oíd mi dicho.
24 El que ara para sembrar, ¿arará todo el día; romperá y quebrará los terrones de la tierra?
25 Después que hubiere igualado su superficie, ¿no esparce el eneldo, siembra el comino, pone el trigo por hileras, y la cebada en su lugar, y el centeno en su borde?
26 Porque su Dios le instruye [y] le enseña a juicio.
27 Porque no se trilla el eneldo con el trillo, ni sobre el comino rodará rueda de carreta; sino que con un palo se sacude el eneldo, y el comino con una vara.
28 El pan se trilla; mas no siempre lo trillará, ni lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta con los dientes de su trillo.
29 También esto salió de Jehová de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría.

(EGW) Eventos de los ultimos días. Cap. 5 "La vida devocional del remanente"

Una vida doble

En esta época, precisamente antes de la segunda venida de Cristo en las nubes del cielo, debe hacerse una obra como la de Juan [el Bautista]. Dios necesita a hombres que preparen a un pueblo que se mantenga firme en el gran día del Señor […]. A fin de dar un mensaje como el que dio Juan, debemos tener una experiencia espiritual como la suya. La misma obra debe efectuarse en nosotros. Debemos contemplar a Dios y, al contemplarlo, perderemos de vista el yo.—Testimonies for the Church 8:332-333 (1904). {EUD 57.1}

La comunión con Dios ennoblecerá el carácter y la vida. Los hombres verán que hemos estado con Jesús como lo notaron en los primeros discípulos. Esto comunicará al obrero un poder que ninguna otra cosa puede dar. No debe permitir que cosa alguna le prive de este poder. Hemos de vivir una vida doble: una vida de pensamiento y de acción, de silenciosa oración y fervoroso trabajo.—El Ministerio de Curación, 409-410 (1905). {EUD 57.2}

Oración y esfuerzo, esfuerzo y oración, serán la tarea de vuestra vida. Debéis orar como si la eficiencia y la alabanza se debieran completamente a Dios, y trabajar como si el deber fuera todo vuestro.—Testimonies for the Church 4:538 (1881). {EUD 58.1}

Nadie que no ore puede estar seguro un solo día o una sola hora.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 585 (1911). {EUD 58.2}

El que no hace nada más que orar, pronto dejará de hacerlo.—El Camino a Cristo, 101 (1892). {EUD 58.3}

Arraigados firmemente en Cristo

Viene la tormenta, la tormenta que probará la fe de todo hombre, no importa de qué clase sea. Los creyentes deben estar ahora firmemente arraigados en Cristo; o de otra manera serán desviados por alguna fase del error.—El Evangelismo, 265 (1905). {EUD 58.4}

Sería bueno que cada día dedicásemos una hora de reflexión a la contemplación de la vida de Cristo. Debiéramos tomarla punto por punto, y dejar que la imaginación se posesione de cada escena, especialmente de las finales.—El Deseado de Todas las Gentes, 63 (1898). {EUD 58.5}

La única defensa contra el mal consiste en que Cristo more en el corazón por la fe en su justicia. A menos que estemos vitalmente relacionados con Dios, no podremos resistir los efectos profanos del amor propio, de la complacencia propia y de la tentación a pecar. Podemos dejar muchas malas costumbres y momentáneamente separarnos de Satanás; pero sin una relación vital con Dios por nuestra entrega a él momento tras momento, seremos vencidos. Sin un conocimiento personal de Cristo y una continua comunión, estamos a la merced del enemigo, y al fin haremos lo que nos ordene.—El Deseado de Todas las Gentes, 291 (1898). Cristo, y Cristo crucificado, debe ser el tema de nuestra meditación, conversación y más gozosa emoción.—El Camino a Cristo, 104 (1892). {EUD 58.6}

Moldeados por el Espíritu Santo

El corazón humano no puede conocer la felicidad hasta que se somete para ser moldeado por el Espíritu de Dios. El Espíritu conforma el alma renovada según el modelo, Jesucristo. Mediante su influencia, la enemistad contra Dios se cambia en fe y en amor, y el orgullo en humildad. El alma percibe la belleza de la verdad, y Cristo es honrado en la excelencia y la perfección del carácter.—Nuestra Elavada Vocacion, 154 (1896). {EUD 58.7}

No hay en nuestra naturaleza impulso alguno ni facultad mental o tendencia del corazón, que no necesite estar en todo momento bajo el dominio del Espíritu de Dios.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 446 (1890). {EUD 59.1}

El Espíritu ilumina nuestras tinieblas, informa nuestra ignorancia, y nos ayuda en nuestras múltiples necesidades. Pero la mente debe buscar a Dios en forma constante. Si se permite que la mundanalidad entre en ella, si no tenemos deseos de orar, ni deseos de estar en comunión con él, quien es la fuente de la fortaleza y la sabiduría, el Espíritu no permanecerá en nosotros.—Nuestra Elavada Vocacion, 156 (1904). {EUD 59.2}

La necesidad de estudiar la Biblia

Ningún corazón renovado puede mantenerse tierno sin la aplicación diaria de la sal de la Palabra. Debe recibirse diariamente la gracia divina, o ningún hombre permanecerá convertido.—Nuestra Elavada Vocacion, 217 (1897). {EUD 59.3}

Esté vuestra fe fundada en la Palabra de Dios. Asíos firmemente del testimonio vivo de la verdad. Tened fe en Cristo como Salvador personal. El ha sido y siempre será nuestra Roca, la Roca de los siglos.—El Evangelismo, 265 (1905). {EUD 59.4}

Los cristianos deben prepararse para lo que pronto ha de estallar sobre el mundo como sorpresa abrumadora, y deben hacerlo estudiando diligentemente la Palabra de Dios, y esforzándose por conformar su vida con sus preceptos.—La Historia de Profetas y Reyes, 461 (1914). {EUD 59.5}

Solo los que hayan fortalecido su espíritu con las verdades de la Biblia podrán resistir en el último gran conflicto.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 651 (1911). {EUD 59.6}

Solo los que hayan estudiado diligentemente las Escrituras y hayan recibido el amor de la verdad en sus corazones, serán protegidos de los poderosos engaños que cautivarán al mundo.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 683 (1911). {EUD 59.7}

Nuestros hermanos necesitan comprender los oráculos de Dios; necesitan tener un conocimiento sistemático de los principios de la verdad revelada, que los preparará para sobrellevar aquello que está por sobrevenir en la tierra, e impedirá que sean llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina.—Joyas de los Testimonios 2:101 (1885). {EUD 60.1}

Memorizad la escritura

Varias veces por día debieran consagrarse momentos preciosos, áureos, a la oración y al estudio de las Escrituras, aunque solo fuese para memorizar un texto, a fin de que la vida espiritual pueda existir en el alma.—Testimonies for the Church 4:459 (1880). {EUD 60.2}

La preciosa Palabra de Dios es la norma para los jóvenes que desean ser fieles al Rey del cielo. Ellos deben estudiar las Escrituras; deben aprender de memoria un texto tras otro y adquirir un conocimiento de lo que el Señor ha dicho.—Meditaciones matinales, 325 (1887). {EUD 60.3}

Levantad un muro de pasajes de las Escrituras a vuestro alrededor, y veréis que el mundo no puede derribarlo. Memorizad las Escrituras y luego lanzad sobre Satanás un “Escrito está” cuando venga con sus tentaciones. Fue así como nuestro Señor enfrentó y resistió las tentaciones de Satanás.—The Review and Herald, 10 de abril de 1888. {EUD 60.4}

Colgad en la antecámara de la memoria las preciosas palabras de Cristo. Deben ser valoradas mucho más que la plata o el oro.—Testimonies for the Church 6:81 (1900). {EUD 60.5}

Guardad con vosotros una Biblia de bolsillo mientras trabajáis, y aprovechad cada oportunidad para memorizar sus preciosas promesas.—The Review and Herald, 27 de abril de 1905. {EUD 60.6}

Llegará el tiempo cuando muchos serán privados de la Palabra escrita. Pero si esta Palabra está grabada en la memoria, nadie puede quitarla de vosotros.—Manuscript Releases 760:24 (1906). {EUD 60.7}

Estudiad la Palabra de Dios. Memorizad sus preciosas promesas, de tal manera que cuando seamos privados de nuestras Biblias, aún podamos estar en posesión de la Palabra de Dios.—Manuscript Releases 10:298 (1909). {EUD 60.8}

Apocalipsis 14, un ancla para el pueblo de Dios

En estos últimos días, es nuestro deber indagar el pleno significado de los mensajes del primero, el segundo y el tercer ángeles. Todas nuestras transacciones debieran estar en armonía con la Palabra de Dios. Los mensajes del primero, el segundo y el tercer ángeles están unidos entre sí, y se revelan en el capítulo 14 de Apocalipsis, del sexto versículo hasta el final.—Manuscript Releases 13:68 (1896). {EUD 61.1}

Muchos de los que aceptaban el tercer mensaje no habían tenido experiencia en los dos anteriores. Satanás comprendió esto, y fijó en ellos su ojo maligno para vencerlos; pero el tercer ángel dirigía la atención de ellos hacia el Lugar Santísimo, y los que habían tenido experiencia en los mensajes anteriores les indicaban el camino del Santuario celestial. Muchos percibieron el perfecto eslabonamiento de verdades en los mensajes angélicos, y aceptándolos gozosamente uno tras otro, siguieron al Señor por la fe en el Santuario celeste. Estos mensajes me fueron representados como un áncora para el pueblo de Dios. Quienes los comprendan y acepten quedarán libres de verse arrastrados por los muchos engaños de Satanás.—Primeros Escritos, 256 (1858). {EUD 61.2}

Educad la mente para creer en la palabra de Dios

Aquellos que se sienten con libertad para cuestionar la Palabra de Dios, para dudar de todo cada vez que haya la oportunidad de manifestar incredulidad, encontrarán que se requerirá una tremenda lucha para ejercer fe cuando llegue la prueba. Será casi imposible vencer la influencia que domina a la mente que ha sido educada en la línea de la incredulidad, porque mediante este curso [de acción] el alma se encuentra amarrada a la trampa de Satanás y llega a ser impotente para romper la terrible red que ha sido tejida cada vez más cerca del alma. {EUD 61.3}

Al asumir una posición de duda, el hombre llama en su auxilio a las agencias de Satanás. Pero la única esperanza de alguien que ha sido educado en la línea de la incredulidad, es caer totalmente impotente ante el Salvador y, como un niño, someter su voluntad y sus caminos a Cristo para que él pueda sacarlo de las tinieblas y conducirlo a su maravillosa luz. El hombre no tiene poder para recobrarse de la trampa de Satanás. El que se educa en la línea de cuestionar, dudar y criticar, se fortalece en la infidelidad.—Manuscrito 3, 1895. {EUD 61.4}

Preparación para las pruebas futuras

Los siervos de Cristo no deben preparar un discurso especial para presentarlo cuando sean llevados ante las autoridades por causa de su fe. Su preparación ha de ser hecha día tras día, atesorando en el corazón las preciosas verdades de la Palabra de Dios, alimentándose de las enseñanzas de Cristo, y fortaleciendo su fe por medio de la oración; entonces, cuando sean llevados ante los tribunales, el Espíritu Santo les hará recordar precisamente las verdades que alcanzarán los corazones de los que vinieren para oír. {EUD 62.1}

Dios les traerá repentinamente a la memoria el conocimiento que obtuvieron por medio de un diligente escudriñamiento de las Escrituras, precisamente cuando lo necesiten.—Consejos sobre la obra de la escuela sabática, 44 (1900). {EUD 62.2}

Cuando venga el tiempo de prueba, habrá hombres que, si bien están predicando ahora a otros, al examinar sus creencias hallarán que hay muchas cosas de las cuales no pueden dar una razón satisfactoria. Hasta que no sean así probados, no conocerán su gran ignorancia. Y en la iglesia son muchos los que se figuran comprender lo que creen, y no se percatarán de su propia debilidad mientras no se levante una controversia. Cuando estén separados de los que sostienen la misma fe, y estén obligados a destacarse solos para explicar su creencia, se sorprenderán al ver cuán confusas son sus ideas de lo que habían aceptado como verdad.—Joyas de los Testimonios 2:312 (1889). {EUD 62.3}

Controlad las facultades morales

La capacidad de dar razón de nuestra fe es una buena realización, pero si la verdad no va más hondo que esto, el alma nunca será salvada. El corazón debe ser purificado de toda contaminación moral.—Nuestra Elavada Vocacion, 144 (1893). {EUD 62.4}

Pocos comprenden que es su deber ejercer control sobre sus pensamientos y razonamientos. Resulta difícil mantener a la mente indisciplinada fijada sobre temas provechosos. Pero si no se emplean debidamente los pensamientos, la religión no puede florecer en el alma. La mente debe preocuparse de cosas sagradas y eternas, de lo contrario encontrará gozo en pensamientos superficiales e insignificantes. Deben disciplinarse tanto las facultades intelectuales como las morales, y estas se fortalecerán y crecerán mediante el ejercicio.—Nuestra Elavada Vocacion, 113 (1881). {EUD 63.1}

Necesitamos grandemente alentar y cultivar pensamientos puros, castos, y fortalecer las facultades morales antes que las potencias inferiores y carnales. ¡Dios nos ayude a darnos cuenta de nuestros apetitos autocomplacientes!.—Medical Ministry, 278 (1896). {EUD 63.2}

El ejemplo de Enoc

Enoc caminó con Dios por trescientos años antes de su traslación al cielo, y el estado del mundo no era entonces más favorable para la perfección del carácter cristiano que lo que es ahora. ¿Y cómo caminó Enoc con Dios? Educó su mente y corazón para sentir siempre que estaba en la presencia de Dios, y cuando se encontraba en perplejidad, sus oraciones ascendían para que Dios lo guardase. {EUD 63.3}

Rehusó escoger cualquier curso de acción que ofendiese a Dios. Continuamente mantuvo al Señor delante de sí. Su oración era: “Enséñame tu camino para que no pueda errar. ¿Qué es lo que tú deseas de mí? ¿Qué haré para honrarte, mi Dios?” Así se mantuvo constantemente eligiendo su camino y su curso de acción en armonía con los mandamientos de Dios, y tenía perfecta seguridad y confianza en que su Padre celestial lo ayudaría. No tenía un pensamiento ni una voluntad propia. Todo estaba sumergido en la voluntad de su Padre. {EUD 63.4}

Enoc fue un representante de aquellos que estarán sobre la tierra cuando Cristo venga, que serán trasladados al cielo sin ver muerte.—Sermons and Talks 1:32 (1886). {EUD 63.5}

Enoc tuvo tentaciones así como nosotros. Estuvo rodeado por una sociedad que no fue más amiga de la justicia que la que nos rodea a nosotros. La atmósfera que respiraba estaba contaminada de pecado y corrupción lo mismo que la nuestra, sin embargo vivió una vida de santidad. No se dejó contaminar por los pecados prevalecientes de la época en que vivió. De la misma manera podemos nosotros permanecer puros e incorruptos.—Testimonies for the Church 2:122 (1868). {EUD 63.6}

Recordad las bendiciones pasadas de Dios

Como he participado en todo paso de avance hasta nuestra condición presente, al repasar la historia pasada puedo decir: “¡Alabado sea Dios! “Al ver lo que el Señor ha hecho, me lleno de admiración y de confianza en Cristo como director. No tenemos nada que temer del futuro, a menos que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido, y lo que nos ha enseñado en nuestra historia pasada.—Notas Biográficas de Elena G. de White, 216 (1902). {EUD 64.1}

Un tiempo para seria reflexión

Si alguna vez hubo un tiempo cuando una actitud de seria reflexión conviene a todo aquel que teme a Dios, es ahora, cuando es esencial la piedad personal. Debería plantearse la pregunta: “¿Quién soy yo, y cuál es mi trabajo y misión en este tiempo? ¿De qué lado estoy trabajando, del de Cristo o del enemigo?” Que cada alma se humille ante Dios, porque seguramente ahora estamos viviendo en el gran Día de Expiación. Ahora mismo los casos de muchos están siendo examinados ante Dios, porque deben dormir en sus tumbas por un corto tiempo. Para ese día vuestra profesión de fe no es vuestra garantía, sino el estado de vuestros afectos. ¿Está limpio de contaminación el templo del alma? ¿Están confesados mis pecados y me estoy arrepintiendo de ellos ante Dios, para que puedan ser borrados? ¿Me estimo a mí mismo demasiado livianamente? ¿Estoy dispuesto a hacer cualquier sacrificio por la excelencia del conocimiento de Jesucristo? ¿Siento en todo momento que no me pertenezco, sino que soy la propiedad de Cristo; que mi servicio pertenece a Dios, de quien soy?—Manuscrito 87, 1886. {EUD 64.2}

Debiéramos preguntarnos: “¿Para qué estamos viviendo y trabajando? ¿Y cuál será el resultado de todo esto?”—The Signs of the Times, 21 de noviembre de 1892. {EUD 65.1}

Viviendo con referencia al día del juicio

Me he preguntado, al ver a la gente en nuestras ciudades corriendo de un lado a otro con sus negocios, si alguna vez han pensado en el día de Dios que está por sobrevenir. Cada uno de nosotros debiera estar viviendo con referencia al gran día que pronto nos sobrecogerá.—Sermons and Talks 1:25 (1886). {EUD 65.2}

No podemos permitirnos vivir sin tomar en cuenta el día del juicio; pues aunque se posponga mucho, ahora está cerca, a las puertas, y se apresura grandemente. La trompeta del Arcángel pronto sorprenderá a los vivos y despertará a los muertos.—Conducción del Niño, 530-531 (1892). {EUD 65.3}

Listos para el regreso de Cristo

Si no hallamos placer ahora en la contemplación de las cosas celestiales; si no tenemos interés en tratar de conocer a Dios, ningún deleite en contemplar el carácter de Cristo; si la santidad no tiene atractivos para nosotros, podemos estar seguros de que nuestra esperanza del cielo es vana. La perfecta conformidad a la voluntad de Dios es el alto blanco que debe estar constantemente delante del cristiano. El se deleitará en hablar de Dios, de Jesús, del hogar de felicidad y pureza que Cristo ha preparado para los que le aman. La contemplación de estos temas, cuando el alma se regocija en las bienaventuradas declaraciones de Dios, es comparada por el apóstol al goce de “las virtudes del siglo venidero”.—Joyas de los Testimonios 2:342-343 (1889). {EUD 65.4}

Si estáis en una correcta relación con Dios hoy día, estaréis preparados en caso de que Cristo venga hoy.—En Lugares Celestiales, 229 (1891). {EUD 65.5}

Testimonio: 05-08-2017

Amados, quiero compartir con ustedes el mensaje que Dios me dio a través de un sueño el sábado 5 de agosto, 2017. Me fueron mostrados, en este sueño, muchos hermanos, sé que eran adventistas porque se me mostró que así lo eran. Estaban en una mega iglesia, todos cantaban y hacían todo lo que desde el púlpito se les indicaba, pero por alguna razón yo podía ver que su corazón no estaba allí. Así que comencé a buscar con la vista a quien lo estaría haciendo de corazón. ¡Y no pude ver en toda esa mega iglesia un alma que realmente estuviera fiel al cometido de Dios! {Daisy Escalante: 05-08-2017 , es.p1}

En ese momento, me llevaron a otra iglesia y, de todos, sólo cuatro estaban medio convertidos y dos lloraban por la condición tan terrible en la cual ellos se sentían. Entonces, me fue mostrado un lugar de muchos adventistas, estaban ellos medio preocupados y mi acompañante me dijo: “no es suficiente”. En ese momento, les vi a todos [con] sus manos prendidas en fuego y, ¡todos gritaban! Entonces, en ese momento, aparecieron varias personas con jarras de agua y les echaban en las manos y éstas se comenzaron a apagar. Pero quedaban sus manos negras, chamuscadas, ¡y con mucho dolor! Vi que ellos entendían y sabían el por qué, y empezaron a llorar amargamente. Pero sólo algunos de ellos recibían la sanación completa al poner sus manos en una vasija de cristal que también se les llevó, y esta vasija tenía aceite. Al principio a ellos les dolía cuando metían las manos en el aceite, yo lo podía ver en sus caras. Pero, luego, el dolor se apaciguaba y, al sacarlas de ahí, sus manos eran curadas por completo. Y, yo me alegraba por eso, pero la mayoría de ellos se consumían en su miseria, veían sus manos quemadas y sólo se ponían a llorar. {Daisy Escalante: 05-08-2017 , es.p2}

Entonces, en ese momento, amados, el panorama cambió. Y fui llevada a una convención de pastores adventistas. Pude ver, todos, que eran pastores adventistas porque todos llevaban una camisa que tenía el logo de nuestra iglesia y decía: “pastor”. Es así como todos estaban allí con estas camisas, con estos logos, pero también estaban vestidos a la vez como si fuera de gala. Ellos estaban comiendo y se regocijaban por la buena vida que tenían. ¡Estaban felices todos! Estaban sentados en una mesa grande. A ellos los pude escuchar porque estuve muy cerca de ellos. Ellos se regocijaban de sus bienes terrenales y de las victorias que habían tenido en esta tierra. Entonces, mientras yo les veía brindar a todos en esa gran mesa, mi acompañante me dijo que: “es claro, ya su sentencia es echada”. Al decir esto me puse tan triste y comencé a llorar, pero, en ese momento, pude apreciar que sus manos se encendieron como el primer grupo de hermanos que vi. Entonces muchos corrían donde ellos con jarras de agua para apagar el fuego más el agua que les echaban parecía que hacía el efecto de la gasolina, ¡se encendía más! ¡El fuego se avivaba más en ellos! Entonces ellos gritaban de horror y la escena de risas y de brindis, que ellos tenían, se transformó en horror. Allí nadie, nadie de los que había, les podía librar hasta que yo los vi caer al suelo y, todos, dejaron de respirar. Entonces, mi acompañante me miró y yo a él. Comenzamos a llorar y nos retiramos de aquella horrible y triste escena. {Daisy Escalante: 05-08-2017 , es.p3}

Entonces escuché una voz que me dijo: “avanza, no te detengas, ¡diles! pues el castigo es inminente por causa de su prevaricación. Juzgaron y pervirtieron el derecho y la verdad no la reconocieron. Por eso en sus manos acarrean maldición y muerte”-siguió diciendo – “Seguid al Señor, seguid al Señor y no toquéis lo inmundo, ¿Podrá un ciego guiar a otro ciego?”- me decía- “¿Habrá paz para la casa de Israel?” preguntó, entonces él mismo contestó y dijo: “Mi escribano lo sabrá y mi medidor lo asegurará” -entonces dijo- “Vive el Santo de Israel que ninguno que falsee el derecho heredará la vida eterna, han esparcido pero ahora yo recojo a los míos, he estado a la puerta llamando pero muy pocos me han prestado atención” -seguía diciendo- “¿Acaso mi paciencia no tendrá fin y mi gracia no acabará?, ¿no será puesto en vigor mi término y cada uno recibirá su justa paga?”- preguntaba- “diles a los príncipes de Israel que lo he visto y que Yo no cambio”. En ese momento, amados, desperté, ¡con una tristeza en mi corazón por saber y por entender porque están pasando muchas cosas! Quiera Dios que todos podamos entender y podamos darnos cuenta de la terrible condición en que estamos delante de nuestro Dios. Que Dios me los bendiga. {Daisy Escalante: 05-08-2017 , es.p4}

Testimonio: 12-08-2017

Amados, el sábado 12 de agosto 2017, tuve otro sueño que se me pidió compartir. En este sueño vi que iba a la casa de una hermana. Estaba su hijo y su esposo, y cuando les vi las caras, ¡estaban con una negrura y unos ojos que aterrorizaban! ¡unos ojos muy feos, muy sobresalientes y tremendos! Así que salí, rápido, pero llegué a decirles que se prepararan, que Jesús ya venía. Les dije: “¡prepárense! ¡Jesús ya viene!” {Daisy Escalante: 12-08-2017 , es.p1}

Entonces fui a la casa de otra hermana y ésta me decía: “ven y ve esto”. Me llevó a su cuarto, vi ahí una cuna. Había una bebé. Entonces, al ver la niña, ella me dijo: “la acabo de dar a luz”. Entonces le dije: “¿pero cómo yo nunca te vi embarazada?” Entonces ella me contestó que había estado oculta por vergüenza de ese embarazo por la mayoría de edad que ella tenía. [Me dijo] que la mirara, que estaba muy hermosa. Entonces yo procedí a cargar la niña, pero ésta pesaba como una niña de siete años y yo no la podía cargar. Así que la puse en el suelo y, de repente, comenzó a caminar y hablar. Cuando escuché lo que estaba diciendo, ¡me di cuenta que decía cosas terribles! ¡y que su rostro se tornó maligno! Entonces, avancé corriendo, espantada, y le dije a la hermana: “¡esto no es una niña! ¡esto es un engendro maligno! ¡corramos, vámonos de aquí!” Pero ella me contestó: “no le digas eso a mi pequeña bebé, ella es muy preciosa, es mi hija”. Entonces la niña al ver que yo le estaba diciendo esto a la hermana, me comenzó a trillar [serie de golpes]. Yo miré hacia atrás —porque ella me iba persiguiendo—. Y, cuando miré hacia atrás, vi que de su boca salían unos dientes como de hierro. Ella quería morderme, ¡pero yo salí corriendo! Y, por más que yo ponía sobre aviso a esta hermana, ella no me quería creer y me ignoraba. Así que no encontré otra cosa que salir de allí llorando por no poderla hacer desistir. {Daisy Escalante: 12-08-2017 , es.p2}

Fui a otra casa. En esta casa, ahí, mientras estaba mirando en el balcón cosas muy bonitas, mucha siembra que había, vi unas matas de plátanos gigantes que estaban al lado izquierdo de aquella casa. Al frente, que había una calle, esas matas de plátano eran gigantes, eran como las palmas de coco y tiraban dos racimos, uno al final de su altura y otra a la mitad de la altura. Entonces, mientras yo miraba ese único espectáculo, vi a un joven salir. Estaba caminando por ese camino que estaba al frente mío y yo le grité: “¡joven, ¿a dónde vas?” El me miró y me dijo: “tengo que llevar este encargo”, y me mostró una bolsa de tela que llevaba en su mano. Así que me quedé mirando mientras el joven caminaba por aquel sendero al lado de aquellas plantas de guineo enormes. De repente, de esas plantas enormes, una culebra enorme, ¡grandísima!, negra, salió de una de estas plantas de guineo y agarró a este joven. Se lo llevó colgando por el pecho. ¡Yo me desesperé!, salí corriendo [hacia donde] estaba este joven, allí, guindando [colgando]. Yo quería ayudarlo, pero, cuando llegué ahí [a] la parte de abajo, esta culebra enorme ya lo tenía bastante arriba. Yo no podía llegar donde él, ¡mi desesperación era tanta! Ella me puso al frente su cara, y, con esos ojos amarillos rasgados, me miraba desafiante. Mientras, yo veía cómo en su cuerpo se movían sus músculos y seguía apretando y apretando a aquel joven que estaba allí, hasta que él me miró con los ojos, así, bien grandes como faltos de oxígeno. Entonces, quedó colgado. No vi que dejó de respirar. Al ver que él quedó así me desesperé. ¡Comencé a llorar! Y decía: “¡Señor, ayúdame! ¿qué está pasando?” El joven llevaba la bolsa blanca en las manos y se le cayó; porque murió y dejó de respirar —ya, pues, había muerto—. Yo cogí la bolsa y lloraba amargamente por aquel joven. En ese momento, escuché la voz que me dijo: “diles que sólo si son propiedad de Dios, nadie les podrá tocar”. {Daisy Escalante: 12-08-2017 , es.p3}

Entonces, en ese momento, desperté con este sentir de hacer de todo corazón la búsqueda en mi vida de llegar a ser propiedad de Dios. Exhorto a todos que hagamos la misma búsqueda para que podamos ser salvos de las garras del enemigo, especialmente los jóvenes. ¡Jóvenes, por favor, busquemos al Señor de todo corazón porque él es el único que nos puede salvar de las garras del enemigo! Quiera Dios que puedan entender y que nos podamos dar cuenta que nuestro Redentor está cerca y [que] Él, solamente, quiere salvarnos. Que Dios me los bendiga en esta búsqueda y que hoy y siempre lleguemos a ser su propiedad. Bendiciones. {Daisy Escalante: 12-08-2017 , es.p4}

Testimonio: 14-08-2017

Amados, en agosto 14 de 2017, de madrugada me dieron un sueño. En este sueño me llevaron a una montaña y yo veía cómo las damas y caballeros, ahí, se desenvolvían durante el día, —en las actividades—. Las damas trabajaban sembrando, y estaban recolectando en las siembras, y los caballeros preparaban la tierra y buscaban la leña. Entonces, en un momento dado, vi cómo las damas preparaban el alimento, y lo servían en mesas grandes de madera, y llamaban a los demás para compartir el alimento que con tanto amor ellas habían hecho. Así que todos llegaron y comenzaron a orar por los alimentos. En ese momento apareció mi acompañante y me dijo: “observa y escucha”. Entonces me puse bien atenta a lo que estaba pasando allí. Escuché [a] un hombre decir a otro: “tendremos que desistir pues la tierra es mala”. A lo que el otro le contestó: “perezoso, ¿quién dijo que sería fácil? Con mucho trabajo, pero rendirá frutos, ya lo verás. No te preocupes”. Y ahí ellos tenían esa conversación de la situación que estaban teniendo con la siembra por la tierra. {Daisy Escalante: 14-08-2017 , es.p1}

Terminaron de comer y los vi cuando salieron al campo de siembra. En este momento se me mostraron dos familias: una sembraba, construía de sol a sol, laboraba, al final del día estaba bien cansada pero se sentía que estaba satisfecha; pero la otra, laboraba por sólo un poco de tiempo muy corto, y luego se pasaba todo el tiempo descansando. Y entonces mi acompañante se acercó y me dijo: “¿quién crees que lo logrará?” Le contesté: “pues los que trabajan de sol a sol”. {Daisy Escalante: 14-08-2017 , es.p2}

En ese momento vi, luego, cómo corría el tiempo y la familia laboriosa ya tenía una casita pequeña, sólo para dormir y cubrirse de las inclemencias del tiempo. También vi que tenían un sistema de riego casero, era como por canales, madera, parecido a bambú, a cosas así. Entonces vi, también, que [en] la siembra había todo tipo de alimentos, como: hojas, frutos menores, mayores, también les vi bastantes plantas medicinales —podía apreciar, también, en aquel huerto—. Ellos, los vi que, eran felices y no tenían ninguna preocupación. En ese momento se me mostró que ellos estaban en un Sábado. Estaban debajo de un árbol muy frondoso, ellos se reunían ahí. Empezaron a hablar de la Biblia, la Palabra de Dios, el Libro sagrado. También leían el Espíritu de la Profecía y, los escuché que, entonaban himnos del Himnario Adventista viejo. Entonces, ellos estaban tan felices, estaban tan gozosos, ellos se veían que estaban en paz, se sentían seguros en aquel lugar. Me acerqué para escuchar y ver lo que leían, porque de repente vi que sus rostros estaban como agradecidos, pero a la vez preocupados. Entonces, cuando me acerqué y me fijé, vi que tenían la Biblia abierta en Daniel 11:40-45. Ahí apuntaba el dedo del padre de aquella familia, que era el que estaba leyendo. Entonces, mis ojos quedaron clavados en esos versículos. Entonces, ellos lo leían y agradecían a Dios porque a pesar de todo lo que surgía afuera, ellos estaban seguros. Pues, yo decía: “¿qué es lo que está pasando fuera?”. Entonces mi acompañante me dijo: “ven y ve”. {Daisy Escalante: 14-08-2017 , es.p3}

Salimos de aquella montaña y nos elevamos para ver el planeta bastante arriba, desde la tierra —yo la veía porque estaba en lo alto y podía ver hacia abajo la tierra—; y comencé a escuchar detonaciones, detonaciones bien fuertes, y ver bombas en diferentes lugares. Habían muertos por dondequiera; entonces, unos corrían con gran desesperación. Entonces, en ese momento, me aterroricé y dije: “¡Dios mío, Dios mío, ¿qué está pasando?!” Mi acompañante me dijo: “es el momento de la gran matanza”. Entonces, había tal desesperación: las naciones estaban enloquecidas, no paraban de agredirse una a la otra, ¡el espectáculo era terrible de lo que estaba pasando allí! Empecé a ver: terror, hambre, había desolación, todo esto cubría de negrura el planeta tierra. Entonces, mi acompañante me dijo: “vamos”. Entonces le dije: “¿a dónde vamos?” Y me dijo: “ven y verás”. {Daisy Escalante: 14-08-2017 , es.p4}

Entonces, fui llevada otra vez a las montañas, allí vi otra vez aquella familia que era laboriosa y feliz, y vi también la familia que no trabajaba mucho. Vi cómo esta familia lloraba y se lamentaban de su dilación, ellos oraban por socorro, más éste no les llegaba. Su poco alimento escaseaba. Yo pude ver que, en sus vasijas de comida, no tenían casi nada. Entonces, el hambre los invistió y yo comencé a verlos bajar de la montaña y que se postraban ante el sistema para poder obtener alimento. Entonces me desesperé y dije: “¡Señor, por favor, haz algo!” Entonces, mi acompañante me dijo: “su suerte está echada. Todo estuvo predicho: el plan trazado, pero el pueblo pereció por falta de conocimiento”. {Daisy Escalante: 14-08-2017 , es.p5}

Entonces vi cómo esta familia, después de obtener este alimento, fueron luego brutalmente muertos. ¡Fue muy triste lo que estaba allí pasando, amados, en esta escena! {Daisy Escalante: 14-08-2017 , es.p6}

Entonces comencé a llorar, porque yo conocía [a] esta familia, y sentí que mi corazón se iba a desgarrar. Entonces, al ya no saber qué hacer, dije: “¡Señor!, ¿qué está pasando? ¿por qué tu pueblo no está haciendo caso a lo que está pasando? Entonces yo me di cuenta, se me vino como una revelación, como si fuera una película, donde yo misma les había aconsejado y expuesto el Plan Divino, pero ellos tomaron todo como sugerencia y no como mandato —obedecer de Dios—, y ahora, por esto, habían perecido. {Daisy Escalante: 14-08-2017 , es.p7}

¡Fue tan triste que yo caí al suelo y ya no quería ver! Lloré, lloré, y pregunté: “¿Por qué?, ¿por qué?, ¿por qué no hacen caso si la destrucción es predicha?” Entonces mi acompañante me dijo: “ninguno tiene excusa. El Espíritu Santo apeló a todos y ellos cerraron la puerta. Entonces me dijo: “diles que todo está presto y que, si no obedecen, perecerán. El Santo de Israel abrirá puertas para los que estén dispuestos”. {Daisy Escalante: 14-08-2017 , es.p8}

Entonces me dio estas pequeñas instrucciones que quiero compartir con ustedes:

– debemos orar sin cesar,

– debemos ayunar,

– debemos estudiar la Biblia, el Espíritu de la Profecía,

– estar pendientes a los eventos,

– humillarnos delante de Dios, y,

– tomar acción en el nombre del Señor.

Luego de esto se me dijo: “recuerda, recuerda lo que viste: cabaña pequeña, terreno que tenga agua, siembra y abrigo. Es todo lo que necesitan, diles que vuelvan a las sendas antiguas”. Me dijo: “y que no demoren si desean salvarse”. Entonces, en ese momento, hubo un silencio y, de repente, volvió y me dijo: “el Rey de reyes y Señor de señores está alistando todo, y su enemigo también. Diles que sólo por obediencia sin reserva podrán ser salvos”. {Daisy Escalante: 14-08-2017 , es.p9}

Ahí amados, en ese momento, luego de esas palabras, yo desperté, ¡con una premura de alistar los últimos detalles para poder ser cobijada por Dios!

En mi ser, en ese momento, sonaban las palabras: “la propiedad de Dios, nadie la puede tocar”. Entonces me preguntaba: “¿qué debo hacer para ser propiedad de mi Dios?” En ese momento, despierta, cuando pregunté esto, tres cosas vinieron a mi mente inmediatamente y las quiero compartir con ustedes. {Daisy Escalante: 14-08-2017 , es.p10}

– Primero, reconocer, reconocer que somos inútiles y que debemos depender totalmente de Dios.

– Luego, pedir perdón, pedir perdón a Dios, a los que hemos ofendido de nuestros semejantes y, luego,

– enmendar. Enmendar, reparar y restituir aquello que sabemos que podemos hacer.

En ese momento, se me vinieron las palabras a mi oído, como si alguien me las estuviera dictando: “Por los frutos los conoceréis, dice el Señor”. Ojalá, amados, que todos podamos alcanzar esa medida, esa medida necesaria para poder ser propiedad de Dios, es mi deseo y es mi oración en esta hora. {Daisy Escalante: 14-08-2017 , es.p11}

Daniel 11:40-45

40 Pero al cabo del tiempo el rey del sur se enfrentará con él; y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchos navíos; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará.
41 Y vendrá a la tierra gloriosa, y muchas [naciones] caerán; mas éstas escaparán de su mano: Edom, y Moab, y lo mejor de los hijos de Amón.
42 Asimismo extenderá su mano a las otras tierras, y no escapará el país de Egipto.
43 Y se apoderará de los tesoros de oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto. Libios y etíopes seguirán sus pasos.
44 Pero noticias del oriente y del norte lo estremecerán; y saldrá con grande ira para destruir y matar a muchos.
45 Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares, en el monte deseable del santuario; y vendrá hasta su fin, y no tendrá quien le ayude.

Himno 271: Oh Cristo, te adoro
Himno 190: Dios nos ha dado promesa