Manjar Sabático
06-02-2021
Zacarías 2
1 Alcé después mis ojos, y miré y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir.
2 Y le dije: ¿A dónde vas? Y Él me respondió: A medir a Jerusalén, para ver cuánta [es su] anchura, y cuánta [su] longitud.
3 Y he aquí, salía aquel Ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió al encuentro,
4 y le dijo: Corre, habla a este joven, diciendo: Sin muros será habitada Jerusalén a causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella.
5 Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y seré la gloria en medio de ella.
6 Eh, eh, huid de la tierra del norte, dice Jehová, pues por los cuatro vientos de los cielos os esparcí, dice Jehová.
7 Oh Sión, la que moras [con] la hija de Babilonia, escápate.
8 Porque así dice Jehová de los ejércitos: Después de la gloria Él me ha enviado a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo.
9 Porque he aquí yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo a sus siervos, y sabréis que Jehová de los ejércitos me ha enviado.
10 Canta y alégrate, hija de Sión: porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, dice Jehová.
11 Y muchas naciones se unirán a Jehová en aquel día, y serán mi pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti.
12 Y Jehová poseerá a Judá su heredad en la tierra santa, y escogerá aún a Jerusalén.
13 Calle toda carne delante de Jehová, porque Él se ha levantado de su santa morada.
Profetas y Reyes, capítulo 24: ''Destruido por falta de conocimiento''
El favor de Dios para con los hijos de Israel había dependido siempre de que obedeciesen. Al pie del Sinaí habían hecho con él un pacto como su “especial tesoro sobre todos los pueblos.” Solemnemente habían prometido seguir por la senda de la obediencia. Habían dicho: “Todo lo que Jehová ha dicho haremos” Éxodo 19:5, 8. Y cuando, algunos días más tarde, la ley de Dios fué pronunciada desde el monte y por medio de Moisés se dieron instrucciones adicionales en forma de estatutos y juicios, los israelitas volvieron a prometer a una voz: “Todo lo que Jehová ha dicho haremos.” Cuando se ratificó el pacto, el pueblo volvió a declarar unánimemente: “Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos.” Éxodo 24:3, 7. Dios había escogido a Israel como su pueblo, y éste le había escogido a él como su Rey.
Al acercarse el fin de las peregrinaciones por el desierto, se repitieron las condiciones del pacto. En Baal-peor, en los lindes de la tierra prometida, donde muchos cayeron víctimas de la tentación sutil, los que permanecieron fieles renovaron sus votos de lealtad. Moisés los puso en guardia contra las tentaciones que los asaltarían en el futuro; y los exhortó fervorosamente a que permaneciesen separados de las naciones circundantes y adorasen a Dios solo.
Moisés había instruido así a Israel: “Ahora pues, oh Israel, oye los estatutos y derechos que yo os enseñó, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis, y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres te da. No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno… Guardadlos, pues, y ponedlos por obra: porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia en ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, gente grande es ésta.” Deuteronomio 4:1-6.
Se les había encargado especialmente a los israelitas que no olvidasen los mandamientos de Dios, en cuya obediencia hallarían fortaleza y bendición. He aquí las palabras que el Señor les dirigió por Moisés: “Guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida: y enseñarlas has a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.” Vers. 9. Las escenas pavorosas relacionadas con la promulgación de la ley en el Sinaí no debían olvidarse jamás. Habían sido claras y decididas las advertencias dadas a Israel contra las costumbres idólatras que prevalecían entre las naciones vecinas. El consejo que se le había dado había sido: “Guardad pues mucho vuestras almas, … porque no os corrompáis, y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna,” “y porque alzando tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, no seas incitado, y te inclines a ellos, y les sirvas; que Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.” “Guardaos no os olvidéis del pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y os hagáis escultura o imagen de cualquier cosa, que Jehová tu Dios te ha vedado.” Vers. 15, 16, 19, 23.
Moisés explicó los males que resultarían de apartarse de los estatutos de Jehová. Invocando como testigos los cielos y la tierra, declaró que si, después de haber morado largo tiempo en la tierra prometida, el pueblo llegara a introducir formas corruptas de culto y a inclinarse ante imágenes esculpidas, y si rehusara volver al culto del verdadero Dios, la ira del Señor se despertaría y ellos serían llevados cautivos y dispersados entre los paganos. Les advirtió: “Presto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para poseerla: no estaréis en ella largos días sin que seáis destruídos. Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las gentes a las cuales os llevará Jehová: y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, a madera y a piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.” Vers. 26-28.
Esta profecía, que se cumplió en parte en tiempo de los jueces, halló un cumplimiento más completo y literal en el cautiverio de Israel en Asiria y de Judá en Babilonia.
La apostasía de Israel se había desarrollado gradualmente. De generación en generación, Satanás había hecho repetidas tentativas para inducir a la nación escogida a que olvidase “los mandamientos, estatutos, y derechos” (Deuteronomio 6:1) que había prometido guardar para siempre. Sabía él que si tan sólo podía inducir a Israel a olvidarse de Dios, y a andar “en pos de dioses ajenos” para servirlos y postrarse ante ellos, “de cierto” perecería. Deuteronomio 8:19.
Sin embargo, el enemigo de la iglesia de Dios en la tierra no había tenido plenamente en cuenta la naturaleza compasiva de Aquel que “de ningún modo justificará al malvado,” y sin embargo se gloría en ser “misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad; que guarda la misericordia en millares, que perdona la iniquidad, la rebelión, y el pecado.” Éxodo 34:6, 7. A pesar de los esfuerzos hechos por Satanás para estorbar el propósito de Dios en favor de Israel, el Señor se reveló misericordiosamente aun en algunas de las horas más sombrías de su historia, cuando parecía que las fuerzas del mal estaban por ganar la victoria. Recordó a Israel las cosas destinadas a contribuir al bienestar de la nación. Declaró por medio de Oseas: “Escribíle las grandezas de mi ley, y fueron tenidas por cosas ajenas.” “Yo con todo eso guiaba en pies al mismo Ephraim, tomándolos de sus brazos; y no conocieron que yo los cuidaba.” Oseas 8:12; 11:3. El Señor los había tratado con ternura, instruyéndolos por sus profetas y dándoles renglón sobre renglón, precepto sobre precepto.
Si Israel hubiese escuchado los mensajes de los profetas, se le habría ahorrado la humillación que siguió. Pero el Señor se vió obligado a dejarlo ir en cautiverio porque persistió en apartarse de su ley. El mensaje que le mandó por Oseas fué éste: “Mi pueblo está destruído por falta de conocimiento. Por cuanto tú has rechazado con desprecio el conocimiento de Dios, yo también te rechazaré, … puesto que te has olvidado de la ley de tu Dios.” Oseas 4:6 (VM).
En toda época, la transgresión de la ley de Dios fué seguida por el mismo resultado. En los días de Noé, cuando se violó todo principio del bien hacer, y la iniquidad se volvió tan arraigada y difundida que Dios no pudo soportarla más, se promulgó el decreto: “Raeré los hombres que he criado de sobre la faz de la tierra.” Génesis 6:7. En los tiempos de Abrahán, el pueblo de Sodoma desafió abiertamente a Dios y a su ley; y se manifestó la misma perversidad, la misma corrupción y la misma sensualidad desenfrenada que habían distinguido al mundo antediluviano. Los habitantes de Sodoma sobrepasaron los límites de la tolerancia divina, y contra ellos se encendió el fuego de la venganza.
El tiempo que precedió al cautiverio de las diez tribus de Israel se destacó por una desobediencia y una perversidad similares. No se tenía en cuenta para nada la ley de Dios, y esto abrió las compuertas de la iniquidad sobre Israel. Oseas declaró: “Jehová pleitea con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Perjurar, y mentir, y matar, y hurtar y adulterar prevalecieron, y sangres se tocaron con sangres.” Oseas 4:1, 2.
Las profecías de juicio que dieran Amós y Oseas iban acompañadas de predicciones referentes a una gloria futura. A las diez tribus, durante mucho tiempo rebeldes e impenitentes, no se les prometió una restauración completa de su poder anterior en Palestina. Hasta el fin del tiempo, habrían de andar “errantes entre las gentes.” Pero mediante Oseas fué dada una profecía que les ofreció el privilegio de tener parte en la restauración final que ha de experimentar el pueblo de Dios al fin de la historia de esta tierra, cuando Cristo aparezca como Rey de reyes y Señor de señores. Declaró el profeta: “Muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, y sin príncipe, y sin sacrificio, y sin estatua, y sin ephod, y sin teraphim. Después—agregó el profeta—volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.” Oseas 3:4, 5.
En un lenguaje simbólico Oseas presentó a las diez tribus el plan que Dios tenía para volver a otorgar a toda alma penitente que se uniese con su iglesia en la tierra las bendiciones concedidas a Israel en los tiempos cuando éste le era leal en la tierra prometida. Refiriéndose a Israel como a quien deseaba manifestar misericordia, el Señor declaró: “Empero he aquí, yo la induciré, y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. Y daréle sus viñas desde allí, y el valle de Achor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto. Y será que en aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Marido mío, y nunca más me llamarás Baali [Margen: Mi señor]. Porque quitaré de su boca los nombres de los Baales, y nunca más serán mentados por sus nombres.” Oseas 2:14-17.
En los últimos días de la historia de esta tierra, debe renovarse el pacto de Dios con su pueblo que guarda sus mandamientos. “En aquel día yo haré por ellos un pacto con las fieras del campo, y con las aves del cielo, y con los reptiles del suelo; y quebraré el arco y la espada, y quitaré la guerra de en medio de la tierra; y haré que duerman ellos seguros. Y te desposaré conmigo para siempre: sí, te desposaré conmigo en justicia, y en rectitud, y en misericordia y en compasiones; también te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás a Jehová.
“Sucederá también que en aquel día yo responderé, dice Jehová; yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra; y la tierra responderá al trigo y al vino y al aceite; y ellos responderán a Jezreel. Y te sembraré para mí mismo en la tierra; y me compadeceré de la no compadecida, y al que dije que no era mi pueblo, le diré: ¡Pueblo mío eres! y él me dirá a mí: ¡Tú ere mi Dios!” Vers. 18-23 (VM).
“Y acontecerá en aquel tiempo, que los que hubieren quedado de Israel, y los que hubieren quedado de la casa de Jacob, … se apoyarán con verdad en Jehová Santo de Israel.” Isaías 10:20. De “toda nación y tribu y lengua y pueblo” saldrán algunos que responderán gozosamente al mensaje: “Temed a Dios, y dadle honra; porque la hora de su juicio es venida.” Se apartarán de todo ídolo que los una a la tierra, y adorarán “a aquel que ha hecho el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas.” Se librarán de todo enredo, y se destacarán ante el mundo como monumentos de la misericordia de Dios. Obedientes a los requerimientos divinos, serán reconocidos por los ángeles y por los hombres como quienes guardaron “los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.” Apocalipsis 14:6, 7, 12.
“He aquí vienen dîas, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleva la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán. Y tornaré el cautiverio de mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; y plantarán viñas, y beberán el vino de ellas; y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les dí, ha dicho Jehová Dios tuyo.” Amós 9:13-15.
Testimonio: 13-11-2017
Amados, quiero contarles un sueño que el Señor me dio el 13 de noviembre del 2017. Yo en ese sueño vi que había una mesa grande y redonda, y muchos allí trataban de entender los tiempos, pero era bien difícil porque cada uno decía e interpretaba de una forma diferente. El tema en ese momento eran las trompetas. Entonces, uno decía que ya habían sonado y que ya no iban a volver a sonar. Entonces, otros [decían] que habían sonado y que iban a volver. Y otros, que ni siquiera habían pasado y que todavía no estaban sonando. Entonces todo esto era el tema de discusión en esta mesa grande, donde yo vi a aquellas personas que estaban allí sentadas. Y, pues, otros quedaban mudos, no sabían ni qué decir. {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p1}
Entonces, en ese momento, yo vi un ser grande acercándose vestido de negro, tenía una cuellera blanca, y con una voz bien autoritaria les dijo: “¡ineptos! ¿ni aún saben el tiempo en que viven?” Entonces, se retiró con una carcajada gigante, y se retiró a un cuarto y de ahí salió con un vaso lleno de un líquido rojo. Y este hombre lo bebía felizmente. Así, pasó entre medio de ellos y se retiró. Entonces, cuando yo vi este ser, quedé espantada, y por más que quería que ellos lo vieran, era como si yo sola lo veía pues todos ellos estaban absortos en el tema de las trompetas porque no lograban compaginar lo que estaba viviendo el mundo y lo que ellos estaban entendiendo. {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p2}
Entonces mientras estaba pasando esta escena en mi mente, también yo pensaba: “¿no son estos los que enseñan al pueblo, al rebaño? ¿y ni entre ellos mismos están de acuerdo?” Y yo me extasiaba en esto. Entonces en ese momento apareció mi acompañante, y me dijo: “toma este rollo”. Entonces yo lo tomé, y cuando lo abrí, decía: “Apocalipsis 9:12 en adelante”. Yo lo comencé a leer, había unas letras grandes y doradas, y yo comencé a leer. {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p3}
Entonces ya que lo leí, se me indicó que me parara al frente de estas personas que estaban en esta confusión, en esta mesa redonda. Y comencé a leerles. Entonces, cuando me paré frente a ellos y les leí, cuando ellos escuchaban lo que yo les estaba leyendo sus semblantes cambiaron de color, ellos se horrorizaron y se levantaron de aquella mesa y estaban tan turbados que chocaban unos con otros. Ninguno podía aceptar lo que habían escuchado. Entonces ellos decían: “¿cómo fue? ¿cuándo pasó [lo de] las primeras cinco y no fue revelado a nosotros y nosotros no lo supimos?” Entonces, ellos se preguntaban esto y estaban absortos en esta pregunta y caminando de aquí para allá y de allá para acá. {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p4}
Entonces, en esos momentos, uno de ellos que sobresalía en estatura a la de todos los demás, pasó entre ellos y me miró y me dijo: “¿qué has dicho?” —me preguntó. Entonces yo no le contesté. Sencillamente, él siguió hablando y dijo: “yo sé lo que te digo, yo lo sabré primero y luego todos estos, y ellos lo pasarán al pueblo. Tú, ¿quién te crees?” —me siguió preguntando, me siguió diciendo. {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p5}
Entonces este personaje se acercó a mí, trató de arrebatarme el rollo, pero mi acompañante apareció y lo impidió. Entonces, luego de ahí, fui llevada a un valle, había no sé si cientos o miles de personas, eran muchas y mi acompañante me guió a un lugar alto y me dijo: “lee”. Entonces, yo abrí el rollo y comencé a leer Apocalipsis 9, del 12 en adelante, y cuando hube leído, me dijo mi acompañante: “¡basta, es hora! Anda pueblo mío entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas en tanto pasa la indignación”. Entonces, todos en el valle, todas las cientos y miles de personas que había allí, un montón de gente que había en aquel valle que yo podía ver, todos salieron y fueron camino a las montañas. Yo los veía cómo ellos subían, como si fueran hormiguitas subiendo por las montañas. Entonces mi acompañante me dijo: “observa y entiende”. {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p6}
Entonces me fue dado otro rollo, pero éste cuando lo abrí, allí yo lo que leía era Apocalipsis 8 del 7 en adelante, era lo que había allí. Entonces mis ojos se fijaron en Apocalipsis 8:7 y cuando leí lo que allí decía, en ese momento se me pasó una película, y vi cómo, en EEUU estaban pasando grandes calamidades y su caída era cada vez más, y más, y más, y más, hasta que llegaba a una ruina indescriptible, ¡era algo muy terrible!, ¡era algo que no hay palabras ni para describir de todo lo que realmente llegó a pasar en esa situación, en ese momento, lo que se me estaba mostrando! {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p7}
Entonces leí Apocalipsis 8:8. Y allí, cuando terminé de leer, en esos momentos, otra vez pasó otra película ante mí, y vi como allá en Europa una desgracia tras desgracia llegaba y no cesaba. Entonces ellos trataban de reponerse, pero no había forma, era como si todo esto fuera como maldiciones para estos lugares, y ellos por más que luchaban y trataban, no podían recuperarse. {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p8}
Entonces yo seguí leyendo en el rollo, y siguió Apocalipsis 8:10. Nomás leí esto, entonces empezó otra vez a pasar frente a mí como países, estos países ya eran más pequeños, pero yo los veía que eran muy productivos. Ellos sembraban muchas cosas, o hacían muchas cosas. Entonces, ellos transportaban esto a otros lugares. Pero, de repente, llegó la devastación a donde ellos, y también comenzó una destrucción por diferentes lugares. La destrucción era por diferentes elementos que estaban pasando en el aire, cielo, tierra, mar. Entonces estaban tan devastados, que en ellos reinaba una amargura en su espíritu, una cosa tan grande, era como si ya sintieran la muerte detrás de ellos. Y muchos, por más que se esforzaban, no superaban las tragedias producidas por estos elementos. {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p9}
Entonces luego de eso, pude leer Apocalipsis 8:12, allí luego que terminé de leer, entonces ya se me mostró, vi cómo el ecumenismo, cómo todo el recogimiento de todas las religiones, cómo estaban llegando a comunes acuerdos. Entonces esto afloró más y entró como una desolación en las iglesias de diferentes religiones, incluyendo la nuestra. Entonces, el caos reinaba entre ellas. Vi como que la luz que había en medio de ellas se fue oscureciendo hasta que no pude ver más luz en medio de ninguna, pues el ecumenismo había sofocado toda la luz. Entonces, cuando yo vi esto, me alarmé, y dije al ángel que estaba allí: “¿dónde está el verdadero pueblo de Dios? ¿dónde está? ¡No lo estoy viendo! ¿qué está pasando con todo esto? ¡No entiendo, explícame!” Entonces, en ese momento fui alzada al cielo y de ahí veía el globo terráqueo. Entonces, mi acompañante me dijo: “mira y ve”. Entonces cuando yo miré, vi esparcidas muchas lucecitas por el mundo alrededor del globo terráqueo. Entonces, pregunté: “¿dónde está el templo?” Entonces, mi acompañante me dijo: “ellos son el templo”. Entonces, ya me quedé más tranquila. Estaba tan sofocada, tan intranquila por todo lo que había visto al principio, y ya, ahí, pues, pude respirar mejor. Estaba más calmada, pero seguía ahí, suspendida, viendo la desolación de aquellas primeras cuatro trompetas. {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p10}
Entonces vi algo que me llenó de temor, nunca antes visto delante de mí. Delante de mi acompañante y yo pasó volando rápidamente un ángel que no nos miró, él iba presto a donde iba y en su mano tenía una trompeta. Entonces él la tocaba y fue al lugar que estaba designado para él, entonces él se volteó y quedó como mirando hacia nosotros. Entonces yo vi que él abrió su mano y una llave cayó al vacío, y mientras esta llave bajaba por el espacio hacia el globo terráqueo, este exclamó con una voz muy fuerte: “¡ay! ¡ay! ¡ay de los moradores de la tierra!” repitió el ay tres veces. Entonces me acordé de lo que había leído en Apocalipsis, y al terminar él de decir esto, vi cómo la llave llegó al suelo. Y, donde cayó, hizo un hueco bien profundo. {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p11}
Entonces comenzaron a salir langostas como cuando un hormiguero es revolcado sobre el suelo, así también éstos salían sobre la faz de la tierra. Entonces comencé a ver cómo estas langostas, por dondequiera que salían, llegaban a los humanos y los comenzaban a atormentar. Era tanto el tormento que ellos no encontraban donde estar. Entonces [era como una] locura que les producía. Yo los veía a ellos que caían enfermos en los hospitales. Otros, estaban en sus camas tomando varias pastillas para poder quitarse ese tormento, para poder dormir anestesiados, porque ya no querían más, ni tan siquiera, vivir. Otros, sencillamente salían corriendo tratando de quitarse su vida por diferentes maneras. Pero todo lo que estas langostas [hacían era que,] a dondequiera que ellos llegaban, ¡ellos sufrían tantas agonías! Y, aunque buscaban la muerte y dejar de existir, no lo podían lograr; por alguna razón, no podían llegar hasta ese punto. {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p12}
Entonces para mí fue tan difícil aquella escena, ¡fue tan grande mi agonía! ¡Fue tan grande al ver todo esto! Porque pude ver personas que yo sabía que eran personas que conocían de este evangelio. Entonces, estaba viéndolas también en esta agonía, demasiado grande, según yo, para ellos. Entonces exclamé con llanto, porque ya no me pude aguantar más: “¡¿quién podrá librarse?! ¡Ayúdame! Hazme entender, ¡esto es terrible! ¡es demasiado!” Entonces, mi acompañante me dijo: “no temas, los hijos del Altísimo están seguros”. Entonces, en eso miré, y vi cómo, los templos vivientes, aquellas lucecitas que había visto esparcidas por diferentes partes en el globo terráqueo, clamaban y oraban día y noche porque las langostas querían llegar donde ellos. Más, por alguna razón, no podían atravesar una barrera que protegía a estos que clamaban y que gemían día y noche delante del Señor. Pero con todo y eso, aunque ellos sabían que tenían como que esa protección —porque por alguna razón las langostas no querían llegar, no podían llegar, sobre ellos—, ellos no paraban de orar. Ellos no paraban de clamar día y noche. Entonces, mientras yo veía esto, mi acompañante me dijo: “para esto hay plazo, pronto pasará”. Entonces, en ese momento vi cómo las langostas se formaban como un gran ejército. Ellas estaban bien organizadas, hacían un ruido que estremecía todo a su paso, pero todas estaban, ya, listas esperando —pareciese como una señal—, para seguir avanzando. Pero, en ese momento, cuando estoy viendo todo eso, veo una que sobresale, era más grande que todas las demás. Entonces, me di cuenta que esa era la que los estaba dirigiendo. {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p13}
Entonces, mientras se me fue mostrada ésta tan horrible escena, otro ángel pasó frente a nosotros. Ya, con un gran sonido como de trompeta, se oyó nuevamente, y del cielo salió una voz y dijo: “es la hora de desatar los vientos”. Entonces, yo me asusté: “¿es la hora de desatar los vientos?” Entonces yo decía: “pero, ¿más, aún, de lo que está ya pasando?” Entonces mi acompañante me dijo: “llegó la hora”. Entonces dije, y pregunté: “¿la hora de qué?” Y él me dijo: “mira y observa”. Entonces, comenzó una gran matanza por aire, agua, tierra. Esto no paraba, parecía que todo iba a acabar y no quedaría ni un mortal sobre la tierra. Vi muchos muriendo. A ellos la muerte les llegaba con fuego, con humo que subía, yo olía como un olor como si fuera asfixiante, era como un olor a volcán, como a erupción. {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p14}
Entonces, pensé que también yo iba a perecer porque el fuego, humo y olor asfixiante —yo sentía que—, también me sofocaba. Pero mi acompañante, en ese momento, me dijo: “hoy eres testigo de esto. Observa”. Entonces, me fijé más y vi que aun los que habían sobrevivido a tal mortandad seguían sin humillarse, estaban desobedeciendo la ley de Dios. Ellos, abiertamente, ¡estaban desobedeciendo todos esos diez mandamientos maravillosos que Dios dejó! Ya no les importaban más, aún en estos momentos. Entonces corrían a venerar otros dioses, dioses de plástico, de madera, de cemento, de oro, de plata, que no ven, ni oyen, ni hablan y que no los podían salvar en esta situación que estaban pasando. Pero, por alguna razón ellos seguían haciendo esto, y cada vez eran más malos. Cada vez se transformaban en algo más malo para, unos a los otros, pues, como que atacarse. ¡Estaban como poseídos en ese momento! {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p15}
Entonces mi acompañante me dijo: “esta es la hora. Por un momento más seguirá y sólo el gran Yo Soy la acabará”. Entonces, tan pronto me dijo esas palabras, amados, ahí desperté. Ya no vi más. Pero, ¡esto es terrible, amados hermanos! ¡Nosotros tenemos que darnos cuenta en los tiempos solemnes en que estamos viviendo! El cielo toma cuenta de todo lo que está pasando. No porque quiere nuestra destrucción, sino porque quiere que volvamos a Él. Porque, ¡Él quiere salvarnos! ¡y quiere salvarnos de todas estas situaciones bien difíciles! {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p16}
Yo estoy muy conmovida con todo esto, porque me doy cuenta de que no importa lo que el Señor nos haya dejado a través de su Palabra, como que seguimos en la indolencia. Como que seguimos dormidos, y no nos estamos dando cuenta, muchos no se están dando cuenta, de esto que está pasando. ¡Quiera Dios que despertemos! ¡Quiera Dios que nos demos cuenta que el tiempo está muy corto, y que nuestro Señor viene ya! [Que nos demos cuenta] que tenemos que prepararnos porque de nuestra preparación depende que muchos otros puedan encontrarse con Cristo Jesús. Mi oración queda con todos ustedes, y mi ruego delante del Señor es que los entendidos que entiendan puedan prepararse para que estas cosas no lleguen sobre ellos. Y que —como esas langostas que yo veía, que querían atacar a aquellos que clamaban día y noche—, la protección del Altísimo esté con cada uno de nosotros y que no perezcamos. ¡Que el Señor me los bendiga! {Daisy Escalante: 13-11-2017 , es.p17}
Apocalipsis 9:12-21
12 El primer ay es pasado; he aquí, vienen aún dos ayes más después de estas cosas.
13 Y el sexto ángel tocó la trompeta; y oí una voz de los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios,
14 diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata los cuatro ángeles que están atados en el gran río Éufrates.
15 Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, y el día, y el mes y el año, para matar la tercera parte de los hombres.
16 Y el número del ejército de los de a caballo [era] doscientos millones. Y oí el número de ellos.
17 Y así vi en visión los caballos y a los que sobre ellos estaban sentados, los cuales tenían corazas de fuego, de jacinto, y de azufre. Y las cabezas de los caballos [eran] como cabezas de leones; y de su boca salía fuego y humo y azufre.
18 Por estas tres [plagas] fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, y por el humo, y por el azufre que salía de su boca.
19 Porque su poder está en su boca y en sus colas; porque sus colas [eran] semejantes a serpientes, y tenían cabezas, y con ellas dañan.
20 Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, para que no adorasen a los demonios, y a las imágenes de oro, y plata, y bronce, y piedra, y de madera; las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar,
21 y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.
Apocalipsis 8:7-13
7 Y el primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, y fueron arrojados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles fue quemada, y toda la hierba verde fue quemada.
8 Y el segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo con fuego fue lanzada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.
9 Y murió la tercera parte de las criaturas que estaban en el mar, las cuales tenían vida; y la tercera parte de los navíos fue destruida.
10 Y el tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una grande estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas.
11 Y el nombre de la estrella se dice Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas fue tornada en ajenjo; y muchos hombres murieron por las aguas, porque fueron hechas amargas.
12 Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas; de tal manera que se oscureció la tercera parte de ellos, y no alumbraba la tercera parte del día, y lo mismo de la noche.
13 Y miré, y oí un ángel volar por medio del cielo, diciendo en alta voz: ¡Ay, ay, ay de los que moran en la tierra! A causa de los otros sonidos de trompeta de los tres ángeles que están por tocar.
Testimonio: 10-02-2018
Amados, febrero, 10, 2018. Estaba absorta leyendo Isaías 8, a las 11 de la mañana, ya que el Señor me lo había dado de madrugada. Y, mientras estaba viendo ahí todas las cosas que el Señor me estaba mostrando a través de este capítulo de Isaías 8, vi cómo había un casamiento, un hijo que iba a nacer, y que ese hijo se iba a llamar Maher-salal-hasbaz. Que significaba: el despojo se apresura y la presa se precipita”. Y que antes de que el niño pudiera decir: “padre mío” y “madre mía”, iba a venir esta destrucción dada por el rey de Asiria. Allí se nos dice la causa del por qué esto iba a ocurrir, y quiénes iban a ser los que iban a ser librados, y quiénes eran los que no iban a ser librados. Y mientras yo estaba absorta en todo esto, y viendo toda esta situación, me dije: “Señor, ¡qué maravilloso tú eres! Porque cuando están las cosas por ocurrir tú siempre dejas una señal para saber que esto está por ocurrir”. {Daisy Escalante: 10-02-2018, es.p1}
Entonces, en ese momento, cuando terminé de leer Isaías 8, comencé a leer Isaías 9:1-7, porque me dio una curiosidad de poder seguir, para saber que más estaba pasando; adicional al capítulo 8. Porque allí había leído unas preguntas que están en el versículo 19, donde dice: “¿no consultará el pueblo a su Dios? ¿y apelará por los vivos a los muertos?” Y no realmente aquí se está tratando de los muertos literales sino muertos espirituales, por eso es que el Señor nos está llamando, amados hermanos, a que nosotros consultemos directamente a Él, ¡a Él! Y que consultemos a los vivos, a los vivos espirituales, para que, entonces, a través del Santo Espíritu, pues, podamos todos caer en la misma página. {Daisy Escalante: 10-02-2018, es.p2}
Y mientras yo estaba absorta en esto, y meditando, y diciendo: “Señor, ¿hay algo que tú quieres, adicional a esto, que yo sepa, que me quieres decir?” En ese momento, amados, escuché palabra del Señor que me dijo: “Preparaos, y procurad el bien, sabiendo que mi día está delante de vosotros. No contristéis al Espíritu Santo por el cual seréis, finalmente, sellados, pues el que no llevare dicho sello será su fin eternamente. Sed, pues, celosos como vuestro Padre en los cielos es celoso, y da pan a cada uno según su necesidad. Procurad el bien sin el cual ninguno podrá ver el rostro de Dios. Tened paz entre vosotros y vuestra alma. ¿Por qué, pues, cambiaréis esta paz por congoja de espíritu? ¿Por qué teméis si sois fieles a Mí? Más, pues, temed el ser hallados faltos, pues no hay luz en él y es piedra de tropiezo y sepulcro blanqueado. Salvar vuestra vida os descalifica del cielo —más Yo salvársela a ustedes, los calificará—, no serán así los que me verán con vida. Sed, pues, celosos en vuestras conversaciones y acciones, teniendo así en cuenta que, aún, vuestros pensamientos están delante de Mí. ¡Anhelad mi reino y os será concedido! ¡Buscadme y viviréis! Yo y los míos vivimos en la abnegación eterna; si deseáis ser parte de este reino, debéis vivir de igual manera. No hay nada que haya sido violado en mi ley, y ésta debe ser cuidadosamente observada y cumplida, pues es la ley de mi gobierno y de mi carácter. Cualquier infractor perecerá. ¿Cómo, pues, hombres mortales, le obedeceréis y la guardaréis? Santifícalos en tu verdad”, contestó, “tu palabra es la verdad”. {Daisy Escalante: 10-02-2018, es.p3}
Y luego se me dieron tres versículos; “Miqueas 6:8, Habacuc 2:4 y Filipenses 4:3”.
Esto es lo que tengo que decirles, amados hermanos, que el Señor me dio este día para ustedes, y que es mi deseo y ruego —y oración—, que sigamos escudriñando la Palabra de Dios, porque en ella es que hay vida. Y, en ella, es donde vamos a estar todos en el mismo camino, dirigidos bajo el mismo Espíritu Santo, para poder llegar a la Canaán Celestial. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 10-02-2018, es.p4}
Isaías 8
1 Y me dijo Jehová: Toma una tabla grande, y escribe en ella en estilo de hombre tocante a Maher-salal-has-baz.
2 Y tomé conmigo como testigos fieles para que confirmaran, al sacerdote Urías y a Zacarías hijo de Jeberequías.
3 Y me allegué a la profetisa, la cual concibió y dio a luz un hijo. Y me dijo Jehová: Ponle por nombre Maher-salal-has-baz.
4 Porque antes que el niño sepa decir: Padre mío, y madre mía, será quitada la fuerza de Damasco y los despojos de Samaria, en la presencia del rey de Asiria.
5 Otra vez volvió Jehová a hablarme, diciendo:
6 Por cuanto este pueblo desechó las aguas de Siloé, que corren mansamente, y se regocijó con Rezín y con el hijo de Remalías,
7 por tanto, he aquí que el Señor hace subir sobre ellos aguas de ríos, impetuosas y muchas, a saber, al rey de Asiria con todo su poder; el cual subirá sobre todos sus ríos, y pasará sobre todas sus riberas;
8 y pasando hasta Judá, inundará y seguirá adelante, y llegará hasta el cuello; y extendiendo sus alas, llenará la anchura de tu tierra, oh Emmanuel.
9 Reuníos, pueblos, y seréis quebrantados; oíd, todos los que sois de lejanas tierras; ceñíos, y seréis quebrantados; apercibíos, y seréis quebrantados.
10 Tomad consejo, y será frustrado; proferid palabra, y no será firme; porque Dios [está] con nosotros.
11 Porque Jehová me habló así con mano fuerte, y me enseñó que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo:
12 No llaméis conspiración, a todas las cosas a que este pueblo llama conspiración, ni temáis lo que temen, ni tengáis miedo.
13 A Jehová de los ejércitos, a Él santificad; [sea] Él vuestro temor, y Él [sea] vuestro miedo.
14 Entonces Él será por santuario; mas a las dos casas de Israel por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red a los moradores de Jerusalén.
15 Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados; se enredarán, y serán apresados.
16 Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos.
17 Esperaré, pues, en Jehová, el cual escondió su rostro de la casa de Jacob, y a Él buscaré.
18 He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová, por señales y prodigios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos que mora en el monte de Sión.
19 Y cuando os dijeren: Consultad a los que evocan a los muertos y a los adivinos, que susurran y murmuran, [responded]: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?
20 ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.
21 Y pasarán por la tierra fatigados y hambrientos, y acontecerá que teniendo hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, levantando el rostro en alto.
22 Y mirarán a la tierra, y he aquí tribulación y tinieblas, oscuridad y angustia; y [serán] lanzados a las tinieblas.
Isaías 9:1-7
1 Aunque no [será] esta oscuridad tal como fue en su angustia, cuando al principio Él levemente afligió la tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí; y después más gravemente los afligió por el camino del mar, al otro lado del Jordán, en Galilea de los gentiles.
2 El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.
3 Aumentando la gente, no aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos.
4 Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián.
5 Porque toda batalla de quien pelea es con estruendo, y con vestidura revolcada en sangre; pero [esto] será para quema, y combustible para el fuego.
6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado será sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
7 Lo dilatado de [su] imperio y de su paz no [tendrá] límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
Miqueas 6:8
8 Oh hombre, Él te ha declarado lo que [es] bueno, y ¿qué pide Jehová de ti? Solamente hacer justicia, y amar misericordia, y caminar humildemente con tu Dios.
Habacuc 2:4
4 He aquí se enorgullece aquel cuya alma no es recta en él; mas el justo por su fe vivirá.
Filipenses 4:3
3 Y te ruego también a ti, fiel compañero, ayuda a aquellas [mujeres] que trabajaron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también, y los otros de mis colaboradores, cuyos nombres [están] en el libro de la vida.
Testimonio: 22-12-2018
Amados, 22 de diciembre de 2018. Se me dejó saber que nadie que no reciba la lluvia temprana podrá recibir la lluvia tardía. Se me especificó en qué consiste la lluvia temprana. Se me dejó saber que esta es el poder transformador del Espíritu Santo, que cada día trabaja en el corazón del fiel creyente, y le otorga la victoria sobre el pecado por medio de la justicia de Cristo. Al convencerlo de justicia, de verdad, y de juicio —y el creyente reconocerlo y aceptarlo—, la obra se lleva a cabo y el ser humano es instruido por ministros silenciosos que lo llevan momento tras momento a pedir y buscar el poder de Dios para vencer el pecado en estos terrenos. {Daisy Escalante: 22-12-2018, es.p1}
Vi que personas no cesaban de buscar a Dios, que su único pensar era Dios, su hablar era hablar de Dios. Vi que muchos que no comprenden este proceder no toleran esta actitud y repudian al que sin cesar se esmera en buscar a Dios y compartir sus maravillosas verdades, pues de la abundancia del corazón habla la boca. Vi que eran dos polos opuestos, y que muy pronto estos, los segundos, perseguirán a muerte a los primeros. Estos, los segundos, no vivían del todo sin hablar de Dios, más sus palabras y razonamientos superficiales les llevaban pronto a cansarse de lo sagrado y tornarse a lo secular con mucha facilidad, frecuencia y constancia. Todo el que obre de dicha forma en este tiempo, se me dejó saber, está en peligro de muerte eterna. {Daisy Escalante: 22-12-2018, es.p2}
Luego de esto se me habló de la lluvia tardía, se me dejó saber que era la segunda fase, luego de la lluvia temprana. Estos, los investidos por la lluvia temprana, ahora con la lluvia tardía, se me dejó saber, comenzaban a testificar con sus vidas en su diario vivir, tras luchas y vicisitudes ellos no retrocederán ante nada mientras sepan que están actuando de acuerdo a la voluntad de Dios. En este proceso madurará su espiritualidad, y no temerán a la muerte, sólo temerán ser desleales al Rey de reyes y Señor de señores. Siguiendo un: ‘así dice Jehová’, se lanzan en la lucha de la voluntad de Dios y vencen. Luego, impelidos por el poder de Dios, salen, ya totalmente maduros, para proclamar la verdad del príncipe Emmanuel con tanta verdad y claridad que el infierno temblará y no les podrá detener. {Daisy Escalante: 22-12-2018, es.p3}
Se me dejó saber que esta obra se está llevando ahora y que muy pronto acabará, y solo los que pasen por esto podrán vencer. Entonces preguntó: ¿quién vencerá?” Y contestó: “el hombre puro y limpio de manos, que menosprecia su vida por la de Dios. Éstos revelarán al mundo las características de Dios reflejadas en su carácter, y la gloria del unigénito, su amor refulgirá a través de ellos. El tiempo es casi cumplido, sé vigilante y retén lo que tienes para que nadie tome su corona”, me dijo. “Reconoced, humillaos, buscad la verdad, vivid en ella y viviréis por siempre. El tiempo de la misericordia es casi cumplido, el que tiene oídos para oír, oiga”. {Daisy Escalante: 22-12-2018, es.p4}
Palabra fiel y verdadera que el Señor me ha dado y la paso fielmente a ustedes. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 22-12-2018, es.p5}
Testimonio: 07-09-2019 #01
Amados, septiembre, 7, del 2019. En sueños, veía cómo un hombre había recibido su total transformación del carácter. ¡Fue hermoso ver aquella escena! Sus rasgos físicos suavizados, su voz tranquila y dulce, y su tierna mirada atraía a muchos. Me acerqué a escucharle y mi asombro era sobremanera grande, mi felicidad era muy, muy grande, y exclamé: “¡bendito Dios, por su grande y maravillosa obra!” Yo quise quedarme ahí, porque este hombre me invitó a quedarme, más una voz me dijo: “hay misión para ti en otro lugar, debes ir y, al terminar, volverás”. Fui llevada a un lugar donde daban unas clases de salud, y me senté a escuchar. Luego, vi esas personas que sufrían porque otros querían saquear sus moradas, alcé mi voz ante tal injusticia, y escuché una voz que me dijo: “cocina”. Hice rápidamente una ensalada de tofu con otras cosas, y la di a los que sufrían, y la ofrecí a sus opresores. Así, la ira de éstos se calmó, y no oprimieron más a los que sufrían. {Daisy Escalante: 07-09-2019 #01, es.p1}
Luego se me dijo: “ve a otro lugar”. Llegué a ese otro lugar, un lugar que conocía desde niña. Allí vi cómo parte del terreno era un gran río, porque una gran inundación había acabado con casas y siembras en aquel lugar. Sólo escuché una persona en un cuartito de baño, aseándose, ante la vicisitud de la gran desolación. Llegué a un camino, entre la gran inundación y una montaña, y por allí transitaban personas, las alerté a que tuvieran precaución. Miré el gran río que se había formado y se veía el suelo, es decir, se veía llano. Una persona de las que transitaba por el angosto camino quería poner un pie en el río pues se veía llano. Le dije: “no lo hagas, puede ser tierra que se mueva y se hunda, y yo no podré rescatarte si lo haces”. Ella ya llevaba su pie al agua cuando, al escuchar mis palabras volvió a poner su pie en el camino angosto. Vi que me miró como asombrada, pero, luego, su rostro cambió a asustada. Miró a donde estaban sus pies y al camino angosto donde ella estaba parada, [y] el agua comenzó a bajar en grandes cantidades, el camino se desvanecía bajo sus pies. Le dije: “ven, toma mi mano, no mires hacia abajo”. Ella tomó mi mano y dio un salto con mucho, mucho, esfuerzo hacia donde yo estaba. Tan pronto sus pies dejaron de tocar la parte del camino donde ella estaba, el camino se desmoronó, desapareció. Levanté la voz y dije a los demás: “¡salgan de aquí! ¡avancen!” {Daisy Escalante: 07-09-2019 #01, es.p2}
Unos, hicieron caso y avanzaron, pero un hombre se paró en el agua —porque vio llano el río [pues] tenía mucha tierra—, y éste comenzó a hundirse y, ¡no podía sacar sus pies! Quise ayudarle tirándole una rama de árbol, pero me dijeron: “no lo hagas, avanza”. En ese momento, avancé, avancé, y detrás mío venía la mujer [a quien] el camino se le había desvanecido al, ella, avanzar. Y el hombre quiso agarrarse de ella, y tuve que halarla hacia mí para que él no la agarrara. Así, salimos de ahí y miramos a lo lejos cómo el hombre desaparecía en las aguas. En el camino advertimos a muchos sobre [el] gran peligro, [pero] la mayoría no hacía caso, ¡y escuchábamos sus gritos de auxilio al caer en el agua del río! {Daisy Escalante: 07-09-2019 #01, es.p3}
En ese momento, amados, ahí, desperté, y me dijeron esta cita: “1 Tesalonicenses 5”. Bendiciones para todos. {Daisy Escalante: 07-09-2019 #01, es.p4}
1 Tesalonicenses 5
1 Pero acerca de los tiempos y de los momentos, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba.
2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá como ladrón en la noche,
3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer que da a luz; y no escaparán.
4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.
5 Porque todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas.
6 Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios.
7 Porque los que duermen, de noche duermen; y los que se embriagan, de noche se embriagan.
8 Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, vestidos de la coraza de fe y amor, y de la esperanza de salvación, como un yelmo.
9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para obtener salvación por nuestro Señor Jesucristo;
10 quien murió por nosotros, para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con Él.
11 Por lo cual, consolaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.
12 Y os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan;
13 y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.
14 También os exhortamos, hermanos, que amonestéis a los que andan desordenadamente, que confortéis a los de poco ánimo, que soportéis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.
15 Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre unos para con otros, y para con todos.
16 Estad siempre gozosos.
17 Orad sin cesar.
18 Dad gracias en todo; porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
19 No apaguéis el Espíritu.
20 No menospreciéis las profecías.
21 Examinadlo todo; retened lo bueno.
22 Absteneos de toda apariencia de mal.
23 Y el mismo Dios de paz os santifique enteramente; y que todo vuestro espíritu y alma y cuerpo sean guardados irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
24 Fiel es el que os llama; el cual también lo hará.
25 Hermanos, orad por nosotros.
26 Saludad a todos los hermanos con ósculo santo.
27 Os conjuro por el Señor, que esta carta sea leída a todos los santos hermanos.
28 La gracia de nuestro Señor Jesucristo [sea] con vosotros. Amén. [La primera epístola a los tesalonicenses fue escrita de Atenas].
Testimonio: 14-05-2020 #01
14 de mayo, 2020. En sueños, se me llevó a un lugar, a una gran llanura. En dicha llanura había varios, por no decir muchos, estanques de agua. Me acerqué a uno de los estanques para ver mejor, y vi que el agua era muy transparente y se veía claramente el fondo de aquel estanque. Allí vi unas personas que jugaban con una moneda a ver quién la entraba primero en el hoyo, porque había un hoyo en el fondo de ese estanque, y ahí era donde ellos deseaban echar esa moneda. Allí estaban, tan distraídos en su actividad, que no echaban a ver que un enorme pez estaba en dicho estanque y les acechaba. {Daisy Escalante: 14-05-2020 #01, es.p1}
Fui a ver otro estanque y, al mirar, vi más personas, también entretenidas en juegos de mesa, con un tablero llamado Monopoly. Allí, inmersos en el juego, tampoco echaron a ver otro enorme pez que les acechaba. {Daisy Escalante: 14-05-2020 #01, es.p2}
Así, corrí por varios estanques en aquella gran llanura, y veía humanos entretenidos en diferentes juegos y no se daban cuenta que, en cada uno de los estanques, había un gran pez que les acechaba. Mientras yo veía cada estanque, en aquella llanura, pude percibir que unos estanques eran de agua dulce y, otros, de agua salada, según el pez que veía dentro de cada uno de ellos. Se me dijo entonces: “adviérteles de su insensatez”. Pensé: “¿cómo haré esto, si ellos están dentro del agua?” Pero, mientras meditaba en esto, pronto, en mis manos aparecieron unas piedras azules, como las piedras vivas que conocemos, y en mi ropa, a la altura de mi pecho, una inscripción: “escapa por tu vida”. {Daisy Escalante: 14-05-2020 #01, es.p3}
Corrí a un estanque y puse mis manos con las piedras bajo el agua y las choqué. El sonido salió y los que allí estaban jugando miraron hacia arriba, y les señalé el letrero en mi pecho. Al leerlo, se burlaron y continuaron con su juego. Así de igual manera corrí por todos los estanques de aquella gran llanura. Sólo dos estanques quedaron vacíos de humanos, [en] los otros estanques ninguno de ellos hizo caso a la advertencia. Vi cómo, los que salieron de los estanques estaban ya tan aclimatados al agua que su piel estaba arrugada, y les colgaban pedazos de piel, y caminaban lentos por la pesadez de la gravedad. Les urgí a avanzar y así lo hicieron. Salimos de aquellos predios de la gran llanura y se me dijo: “observa nuevamente la llanura”. Volteé a ver, y vi una enorme plancha de hierro sólida y gruesa que caía sobre la llanura, y los estanques quedaron tapados por ella. A los lados de la plancha había un enorme ser, fijando la enorme plancha con cadenas y enormes candados al suelo. Sentí golpes debajo de la enorme plancha, como manos humanas, golpeando cada vez más; pero, en un rato, todo paró y ya no escuché más. Ahí desperté. {Daisy Escalante: 14-05-2020 #01, es.p4}
Testimonio: 14-05-2020 #02
14 de mayo, 2020. A las 6:47 de la mañana, mientras meditaba en las palabras que el Señor ha dejado saber, se me dijo: “escuchad atentamente y no perdáis la pista. ¿Cómo podrán estar listos ante la hora de prueba que se avecina?” Y Él mismo contestó: “no busquen lo suyo, no vivan pensando en cómo, por sus propias fuerzas, lo lograrán, pues esto de vencer será de pura fe y confianza en el Eterno. No finjáis una fe viva, más bien vividla, y esto se demuestra bajo un Escrito Está en las diferentes adversidades. Cada día cumplid con vuestro deber diario en acción de gracias al Eterno. No seáis ociosos ni contenciosos. Ocupad vuestro tiempo en lo que os aprovecha, y apartaos prestamente del error y de los que aman errar”. {Daisy Escalante: 14-05-2020 #02, es.p1}
“No dobleguéis la verdad, aunque ésta os acarree problemas, porque, el que así hiciere, ciertamente no será librado. Dad sin esperar nada a cambio, en la medida de vuestras fuerzas. Haced camino llano a vuestro prójimo que lucha por avanzar con poca fuerza y que es íntegro en su vida. No finjáis la alegría sino vivid en ella como coherederos de la vida eterna. No viváis pensando en vosotros, porque Uno mayor que vosotros vivió entre vosotros y no escatimó nada de su vida, ni aun su vida propia, por vosotros. Sed sumisos a la voz de Dios y no contendáis con ella. No seáis contenciosos unos con los otros poniendo por excusa vuestro orgullo herido porque, os digo que, si no morís a esto, no veréis el rostro del Rey de reyes y Señor de señores, y viviréis”. {Daisy Escalante: 14-05-2020 #02, es.p2}
“Dad medida grande y rebosante. Dad lo mejor para vuestro hermano y quedad con el sobrante, y os será por bendición, y el Eterno abrirá la puerta de los cielos hasta que sobreabunden. No maquinéis en vuestras camas el cómo estar a la altura o mejor que tu prójimo, porque el Eterno da a cada uno según a Él le place. No alimentéis la amargura en vuestro ser, porque si éste existe o existió, es sólo por vuestras equivocadas decisiones de las cuales el Eterno no tiene culpa. Más bien, echad vuestras cargas sobre Él y Él os hará descansar. No os congraciéis con los que desprecian y pisotean la norma de la verdad, porque esto rebaja la norma existente en ustedes, y no seguirá elevándose, sino que caerá. ¿Queréis soportar la prueba final que se avecina? Levantad cada día la norma en Cristo Jesús, mas no con vuestra propia regla, porque ésta está averiada, sino con la regla verdadera que da el Eterno para bienestar, felicidad y protección de todos sus hijos. ¿Y cuál es esa norma? ¿Cuál es esa regla? Sus mandamientos, sus leyes y sus estatutos”. {Daisy Escalante: 14-05-2020 #02, es.p3}
Palabras fieles y verdaderas del Señor para cada uno de vosotros, que el Señor nos bendiga. {Daisy Escalante: 14-05-2020 #02, es.p4}