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Manjar Sabático

10-12-2022

Lucas 12

1 En esto, juntándose una innumerable multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es hipocresía.
2 Porque nada hay encubierto, que no haya de ser revelado; ni oculto, que no haya de saberse.
3 Por tanto, lo que dijisteis en tinieblas, a la luz será oído; y lo que hablasteis al oído en las alcobas, será pregonado en las azoteas.
4 Y yo os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer.
5 Mas os enseñaré a quién debéis temer: Temed a Aquél que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno: Sí, os digo: A Éste temed.
6 ¿No se venden cinco pajarillos por dos blancas? Y ni uno de ellos está olvidado delante de Dios.
7 Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; de más estima sois vosotros que muchos pajarillos.
8 Y os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios;
9 pero el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.
10 Y todo aquel que dijere palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.
11 Y cuando os trajeren a las sinagogas, y [ante] los magistrados y potestades, no os preocupéis de cómo o qué habéis de responder, o qué habéis de decir;
12 porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debéis de decir.
13 Y le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia.
14 Mas Él le dijo: Hombre, ¿quién me puso por juez o partidor sobre vosotros?
15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de la avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
16 Y les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho;
17 y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde almacenar mis frutos?
18 Y dijo: Esto haré; derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí almacenaré todos mis frutos y mis bienes;
19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?
21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
22 Y dijo a sus discípulos: Por tanto os digo: No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis.
23 La vida es más que la comida, y el cuerpo [más] que el vestido.
24 Considerad los cuervos, que no siembran, ni siegan; que no tienen almacén, ni granero, y Dios los alimenta. ¿Cuánto más sois vosotros de más estima que las aves?
25 ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo?
26 Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?
27 Considerad los lirios, cómo crecen; no labran, ni hilan; y os digo que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.
28 Y si así viste Dios la hierba, que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno; ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?
29 Vosotros, pues, no os afanéis de qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni estéis ansiosos.
30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.
31 Mas buscad primeramente el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.
32 No temáis, manada pequeña; porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en el cielo que no se agote; donde ladrón no llega, ni polilla corrompe.
34 Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón.
35 Estén ceñidos vuestros lomos, y [vuestras] lámparas encendidas;
36 y vosotros sed semejantes a hombres que esperan cuando su señor ha de volver de las bodas; para que cuando venga y toque, en seguida le abran.
37 Bienaventurados aquellos siervos a quienes el señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá y les servirá.
38 Y si viene a la segunda vigilia, o aunque venga a la tercera vigilia, y [los] halla así, bienaventurados son aquellos siervos.
39 Y esto sabed, que si supiese el padre de familia a qué hora había de venir el ladrón, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.
40 Vosotros, pues, también, estad apercibidos; porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.
41 Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos?
42 Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente, a quien [su] señor pondrá sobre su familia, para que a tiempo les dé su ración?
43 Bienaventurado aquel siervo a quien, cuando su señor venga, lo halle haciendo así.
44 En verdad os digo que él le pondrá sobre todos sus bienes.
45 Pero si aquel siervo dice en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comienza a golpear a los siervos y a las criadas, y a comer y beber y a embriagarse;
46 vendrá el señor de aquel siervo el día que no lo espera, y a la hora que no sabe, y le apartará, y pondrá su parte con los incrédulos.
47 Y aquel siervo que sabía la voluntad de su señor y no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.
48 Pero el que sin saberla, hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque al que mucho le es dado, mucho le será demandado; y al que encomendaron mucho, más le será pedido.
49 Fuego vine a meter en la tierra; ¿y qué quiero, si ya está encendido?
50 Pero de un bautismo me es necesario ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla!
51 ¿Pensáis que he venido a la tierra para dar paz? Os digo: No, sino disensión.
52 Porque de aquí en adelante cinco en una casa estarán divididos; tres contra dos, y dos contra tres.
53 El padre estará dividido contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.
54 Y decía también a la gente: Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: Agua viene; y es así.
55 Y cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; y lo hace.
56 ¡Hipócritas! Sabéis discernir la faz del cielo y de la tierra; ¿y cómo no discernís este tiempo?
57 ¿Y por qué aun de vosotros mismos no juzgáis lo que es justo?
58 Cuando vayas al magistrado con tu adversario, procura en el camino librarte de él; para que no te arrastre al juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te meta en la cárcel.
59 Te digo que no saldrás de allí, hasta que hayas pagado hasta la última blanca.

La Oración (Or). Subtítulo: Las respuestas de Dios no siempre son lo que esperamos. Del capítulo 3.

Pedid pues; pedid y recibiréis. Pedid humildad, sabiduría, valor, aumento de fe. Cada oración sincera recibirá contestación. Tal vez no llegue esta exactamente como deseáis, o cuando la esperéis; pero llegará de la manera y en la ocasión que mejor cuadren a vuestra necesidad. Las oraciones que elevéis en la soledad, en el cansancio, en la prueba, Dios las contestará, no siempre según lo esperabais, pero siempre para vuestro bien. —Mensajes para los Jóvenes, 248. {Or 45.3; Pr.37.2}

Testimonio: 05-12-2018

Amados, diciembre 5, 2018. En sueños vi como muchas mujeres se preparaban para bodas. Éstas entraban en cuartos y se arreglaban, y cada una se esmeraba en dicha preparación. Observaba que cada una de ellas se vestía con una forma única, evitando repetir la preparación de las otras que, allí, también, se preparaban. Yo les oí expresarse y una decía: a mí me elegirá”. Y otra decía: “no, tú no, tú no tienes lo que yo tengo”. A otra también escuché decir: “yo soy más pura que ustedes”. Más otra dijo, con una gran risa: “¡pobres creídas!, yo porto algo que ustedes no tienen y es lo que se necesita para ser elegida”. Las otras la miraron y no vieron nada en ella que les hiciera ver alguna diferencia entre ellas. Aquella última, entonces, exclamó: “el fingimiento. Yo he fingido todo este tiempo, pero ahora luego de ser elegida ya no tendré que fingir más. En eso escuché el ruido de una cadena. Busqué con mis ojos el ruido que había escuchado con mis oídos, y vi, a lo lejos, detrás, muy atrás de todas ellas, una mujer encadenada. Ésta lloraba y clamaba por liberación, y se veía cansada, magullada, y sufriente. {Daisy Escalante: 05-12-2018, es.p1}

Luego escuché un sonido de trompeta, era único aquel ruido, y una voz como un estruendo por todo el firmamento, y dijo algo que yo no entendí, más aquella mujer sufriente entendió. Las otras estaban pálidas de terror, y ante mí pasaba todo esto. Entonces, vi una puerta abierta en el cielo y una luz salía de ella, y escuché, otra vez, el ruido de todas las cadenas. Quité la vista del cielo y volví para mirar la mujer encadenada, la vi que estaba en pie y las cadenas habían caído ante ella, y ya no estaba más presa. La mujer perversa, más que todas, gritó a las otras: “¡corran!, ¡atrapémosla!, ¡no dejen que se escape!” Pero ésta, fijos sus ojos al cielo, comenzó a elevarse y pasó por encima de ellas, y entró por la puerta del cielo que estaba abierta y de la cual emanaba luz. La puerta se cerró y ya no la vi más. Entonces, miré las mujeres, las que querían atrapar a esta mujer sufriente, y sólo vi algo de sus vestiduras, pues su cuerpo yacía en el suelo convertido en polvo. {Daisy Escalante: 05-12-2018, es.p2}

Ahí, amados, desperté. Desperté sobresaltada ante tal escena, rogando y clamando a Dios por su pueblo fiel en la ancha faz de la tierra. Preparémonos, hermanos. El Señor está muy cerca. Está hablando muy claro a su pueblo. Yo espero, y ruego, es mi ruego y oración, que cada uno de nosotros podamos entender lo que el Señor nos quiere decir a cada uno de nosotros. Que Señor les bendiga. {Daisy Escalante: 05-12-2018, es.p3}

Testimonio: 17-05-2020

Mayo, 17, del 2020. En sueños, pude apreciar una angustia muy grande en diferentes partes del mundo, y esta angustia se acentuaba aquí, también, en Puerto Rico. Ya no había estabilidad económica, ni alimentaria y el espanto era, en magnitud, grande. {Daisy Escalante: 17-05-2020, es.p1}

Fui transportada a la sala de una hermana que conozco. Allí me vi hablándole de este tiempo, y la rápida y decisiva preparación que se debía hacer. También me vi exhortándole acerca de la juventud que lucha por ser fiel al Señor, y el peligro que corrían; y le exhortaba a prepararse. Se me dejó saber que a la sala de su hogar había llegado la oportunidad, y, ésta, la había tomado livianamente ya que, a su paso, ella se sentía segura. {Daisy Escalante: 17-05-2020, es.p2}

La escena cambió y estaba en mi casa. Sonó el teléfono y cogí la llamada, escuché la voz de la hermana que con gran temor y angustia me decía: “Daisy ¿qué hago? ¡Esto es terrible! ¿Qué hago ahora? ¡Estoy desesperada, no sé qué hacer! ¡Dime qué hago, ayúdame!” Ella estaba desesperada, la situación era tal que no sabía qué hacer y no encontraba solución. Vi que, como ella, había muchos que tomaron el tiempo de preparación livianamente, y ahora la desesperación se apoderaba de sus vidas. {Daisy Escalante: 17-05-2020, es.p3}

En ese momento, ahí, desperté, rogándole al Señor que todo lo que sabemos que debemos hacer, lo hagamos y no demoremos, porque, si no, el tiempo nos va a coger, y luego ya va a ser demasiado tarde. Oro para que, en el Señor, podamos avanzar a tiempo certero. Que el Señor nos bendiga. {Daisy Escalante: 17-05-2020, es.p4}

Testimonio: 13-04-2021

Abril 13, 2021. En sueños, yo veía un río con lava, y la gente no quería moverse. Yo alertaba, pero como la lava se veía bajo el agua, colina abajo, muchos no la veían; y otros, a la distancia, se acercaban y no la podían observar. Otros, sencillamente, ignoraban la advertencia. Otros decían: “no ha habido movimiento ni explosión, no se ve humo, ¿cómo puede haber lava corriendo bajo las aguas del río?” Yo miraba cómo ese río de lava roja se movía lenta, pero constantemente, bajo el agua cristalina de ese río. {Daisy Escalante: 13-04-2021 , es.p1}

Seguí alertando, pero solo mi familia cercana y dos personas más hicieron caso. Nos fuimos aprisa de aquel lugar. Y, en el camino, alentábamos a los que iban en dirección al río. Este río estaba en una bella montaña de verdes y frondosos árboles y todos añoraban salir del camino, donde pegaba fuerte el sol, para estar bajo la frescura de dichos árboles. Así, mi familia y estas dos personas, íbamos en dirección contraria a todos ellos y alertábamos a todos sin ser escuchados. {Daisy Escalante: 13-04-2021 , es.p2}

Pronto, salimos fuera de la montaña. Yo miré hacia atrás, por instrucción que se me dio de que lo hiciera. Y vi que había, en la montaña, parches de árboles secos. Se me dijo: “habla una vez más”. Mi voz salió como si tuviera un megáfono en ella y dije: “miren hacia arriba, allí está la evidencia”. Unos, se voltearon al escuchar mi voz. Miraron en dirección [a] donde [yo] estaba. Con ademanes de sus manos me dijeron que me callara. Otros, ni voltearon. Sólo unos siete, de toda aquella multitud, miró hacia donde yo estaba, y yo levanté mi mano y les señalé la cumbre de la montaña. Ellos voltearon a verla y ahí se percataron del peligro, ¡y corrieron en dirección a donde yo estaba! {Daisy Escalante: 13-04-2021 , es.p3}

Seguí insistiendo. La montaña estaba silenciosa, como si nada inminente estuviera ocurriendo. La gran multitud de personas se internaba en ella y dejé de ver el último que entró en sus predios. Llegaron los que viraron con nosotros, y cruzamos el valle. Y se nos indicó subir a una montaña muy lejos y distante de aquella. Y así lo hicimos. Podíamos ver a lo lejos la montaña donde se habían entrado las personas, aquella multitud. Estábamos tan lejos que, al poner nuestra mano frente a nosotros, no les podíamos ver. Más, se nos indicó estar al pendiente. {Daisy Escalante: 13-04-2021 , es.p4}

Pronto, se oscureció. Repentinamente, un rayo surcó los cielos y una extensión de éste tocó la punta de la montaña. Ésta se estremeció y explotó un fuego con lava y azufre. ¡Fue tan fuerte la explosión y la corriente de lava que, en instantes, quemó aquella montaña por todos sus lados! ¡y no hubo más vida en ella! ¡Fue terrible presenciar eso! ¡Allí quedaron sepultados muchos!, conocidos y no conocidos, adventistas y no adventistas, familiares y no familiares, de muchos de los que habíamos escapado por la misericordia del ETERNO. {Daisy Escalante: 13-04-2021 , es.p5}

Allí se me dejó saber que, como aquella montaña que no dio indicios fuertes de que algo estaba mal, sino que se mantuvo serena hasta que todos se confiaron [y] entraron a ella y luego ésta los atrapó en un zarpazo, así será la suerte de todo aquel que desdeña las advertencias del Altísimo. El enemigo acecha tranquilo y sin mucho movimiento a simple vista; y, bajo el agua, trama su infernal trampa para que todos los que cierran sus oídos a la advertencia divina caigan en sus trampas. {Daisy Escalante: 13-04-2021 , es.p6}

Pronto —se me dejó saber—, como la electricidad multiplica su voltaje cuando tiene como conductor el agua, así será internamente en muchos que, por desobediencia al Altísimo y creyendo ser dueños de sus cuerpos, hacen con éste lo que les place. Cada ser que —a sabiendas, por mera conveniencia— ceda ante esto, será una puerta abierta donde las ondas externas entrarán y la electricidad interna del cuerpo será interceptada por estas ondas; y todo pensamiento, actitud y forma habitual del ser será cambiado. {Daisy Escalante: 13-04-2021 , es.p7}

¿Será que haremos caso a la advertencia o seremos rebeldes a su voz? La decisión es nuestra por el maravilloso regalo del libre albedrío que el Cielo nos concedió. [En] nosotros está ejercer fe, y avanzar por fe y no por vista. Quiera Dios que así sea. Que el ETERNO nos bendiga. {Daisy Escalante: 13-04-2021 , es.p8}

{Daisy Escalante: 13-04-2021 , es.p9}

Himno 136: Al fin conocí más de cerca a Jesús
Himno 167: Guarda, dinos si la noche