Manjar Sabático
11-01-2020
Zacarías 4
1 Y volvió el Ángel que hablaba conmigo, y me despertó como un hombre que es despertado de su sueño.
2 Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelero todo [de] oro, con un tazón sobre la parte superior, y sus siete lámparas encima del candelero; y siete tubos para las lámparas que [están] encima de él;
3 Y sobre él dos olivos, uno a la derecha del tazón, y el otro a su izquierda.
4 Proseguí, y hablé a aquel Ángel que hablaba conmigo, diciendo: ¿Qué [es] esto, mi Señor?
5 Y el Ángel que hablaba conmigo respondió, y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: No, mi Señor.
6 Entonces respondió y me habló, diciendo: Ésta [es] palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dice Jehová de los ejércitos.
7 ¿Quién [eres] tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel [serás] reducido a llanura; él sacará la primera piedra [con] aclamaciones, [diciendo]: Gracia, gracia a ella.
8 Entonces la palabra de Jehová vino a mí, diciendo:
9 Las manos de Zorobabel echarán el fundamento a esta casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que Jehová de los ejércitos me envió a vosotros.
10 Porque, ¿quién ha menospreciado el día de las pequeñeces? Pues se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Estos siete [son] los ojos de Jehová que recorren por toda la tierra.
11 Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos a la derecha del candelero, y a su izquierda?
12 Hablé aún de nuevo, y le dije: ¿Qué [significan] las dos ramas de olivo que por medio de dos tubos de oro vierten de sí [aceite] como oro?
13 Y me respondió, diciendo: ¿No sabes qué [es] esto? Y dije: No, mi Señor.
14 Entonces Él dijo: Éstos [son] los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.
Isaías 7
1 Aconteció en los días de Acaz hijo de Jotam, hijo de Uzías, rey de Judá, que Rezín rey de Siria, y Peka hijo de Remalías, rey de Israel, subieron a Jerusalén para combatirla; mas no la pudieron tomar.
2 Y vino la nueva a la casa de David, diciendo: Siria se ha confederado con Efraín. Y se le estremeció el corazón, y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del monte a causa del viento.
3 Entonces dijo Jehová a Isaías: Sal ahora al encuentro de Acaz, tú, y Sear-jasub tu hijo, al extremo del acueducto del estanque de arriba, en el camino de la Heredad del Lavador,
4 y dile: Guarda, y repósate; no temas, ni desmaye tu corazón a causa de estos dos cabos de tizón que humean, por el furor de la ira de Rezín y de Siria, y del hijo de Remalías.
5 Porque Siria, Efraín, y el hijo de Remalías, han acordado maligno consejo contra ti, diciendo:
6 Subamos contra Judá, y aterroricémosla, y hagamos una brecha para nosotros, y pondremos en medio de ella por rey al hijo de Tabeel:
7 El Señor Jehová dice así: No prevalecerá, ni sucederá.
8 Porque la cabeza de Siria [es] Damasco, y la cabeza de Damasco, Rezín; y dentro de sesenta y cinco años Efraín será quebrantado hasta dejar de ser pueblo.
9 Y la cabeza de Efraín [es] Samaria, y la cabeza de Samaria [es] el hijo de Remalías. Si vosotros no creyereis, de cierto no permaneceréis.
10 Y Jehová habló otra vez a Acaz, diciendo:
11 Pide para ti señal de Jehová tu Dios, demandándola ya sea en lo profundo, o arriba en lo alto.
12 Y respondió Acaz: No pediré, y no tentaré a Jehová.
13 Dijo entonces Isaías: Oíd ahora casa de David. ¿Os [es] poco el ser molestos a los hombres, sino que también lo seáis a mi Dios?
14 Por tanto el Señor mismo os dará señal: He aquí una virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emmanuel.
15 Comerá mantequilla y miel, para que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.
16 Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra que tú aborreces será abandonada de sus dos reyes.
17 Jehová hará venir sobre ti, y sobre tu pueblo, y sobre la casa de tu padre, días cuales nunca vinieron desde el día que Efraín se apartó de Judá, [es decir], al rey de Asiria.
18 Y acontecerá que aquel día silbará Jehová a la mosca que está en el fin de los ríos de Egipto, y a la abeja que está en la tierra de Asiria.
19 Y vendrán, y se asentarán todos en los valles desiertos, y en las cavernas de las piedras, y en todos los zarzales, y en todas las matas.
20 En aquel día raerá el Señor con navaja alquilada, con los que habitan al otro lado del río, [es decir], con el rey de Asiria, cabeza y pelo de los pies; y aun la barba también quitará.
21 Y acontecerá en aquel tiempo, [que] un hombre criará una vaca y dos ovejas;
22 y será que a causa de la abundancia de leche que darán, comerá mantequilla; pues mantequilla y miel comerá el que quedare en medio de la tierra.
23 Acontecerá también en aquel tiempo, que el lugar donde había mil vides que valían mil siclos de plata, será para los espinos y cardos.
24 Con saetas y arco irán allá; porque toda la tierra será espinos y cardos.
25 Y a todos los montes que se cavaban con azadón, no llegará allá el temor de los espinos y de los cardos; mas serán para pasto de bueyes, y para ser hollados de los ganados.
1 Corintios 5
1 Se oye por todas partes [que hay] entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la esposa de su padre.
2 Y vosotros estáis envanecidos, en vez de haberos entristecido, para que el que cometió tal acción fuese quitado de entre vosotros.
3 Porque yo ciertamente, como ausente en cuerpo, mas presente en espíritu, ya he juzgado como si estuviera presente al que tal acción ha cometido.
4 En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, congregados vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo,
5 el tal sea entregado a Satanás para la destrucción de la carne, para que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.
6 No [es] buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?
7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, como sois sin levadura; porque Cristo, nuestra pascua, ya fue sacrificado por nosotros.
8 Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.
9 Os he escrito por carta, que no os asociéis con los fornicarios;
10 mas no del todo con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues entonces os sería necesario salir del mundo.
11 Mas ahora os he escrito, que no os asociéis con ninguno que, llamándose hermano, sea fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón, con el tal ni aun comáis.
12 Porque ¿qué me va a mí en juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro?
13 Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.
Mateo 7
1 No juzguéis, para que no seáis juzgados.
2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os volverán a medir.
3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, pero no consideras la viga que está en tu propio ojo?
4 ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí [hay] una viga en tu propio ojo?
5 ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, entonces mirarás claramente para sacar la paja del ojo de tu hermano.
6 No deis lo santo a los perros; ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
9 ¿Y qué hombre hay de vosotros, a quien si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
10 ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente?
11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en el cielo dará buenas cosas a los que le pidan?
12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres os hagan, así también haced vosotros a ellos; porque esto es la ley y los profetas.
13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha [es] la puerta, y espacioso el camino que lleva a perdición y muchos son los que entran por ella.
14 Porque estrecha [es] la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
17 Así todo buen árbol da buenos frutos, mas el árbol malo da malos frutos.
18 El árbol bueno no puede dar frutos malos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
19 Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.
20 Así que, por sus frutos los conoceréis.
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
23 Y entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad.
24 Cualquiera, pues, que oye estas mis palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
25 Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
26 Y todo el que oye estas mis palabras y no las hace, será comparado al hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;
27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó; y fue grande su ruina.
28 Y fue que, cuando Jesús hubo acabado estas palabras, la gente se maravillaba de su doctrina;
29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Sofonías 2
1 Congregaos y meditad, gente indeseable,
2 antes que venga a luz el decreto, [y] el día se pase como el tamo; antes que venga sobre vosotros el furor de la ira de Jehová, antes que el día de la ira de Jehová venga sobre vosotros.
3 Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, que pusisteis en obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizá seréis guardados en el día del enojo de Jehová.
4 Porque Gaza será desamparada, y Ascalón asolada; saquearán a Asdod en el mediodía, y Ecrón será desarraigada.
5 ¡Ay de los que habitan en la ribera del mar, de la gente de Ceretim! La palabra de Jehová [es] contra vosotros, oh Canaán, tierra de filisteos, que te haré destruir hasta no quedar morador.
6 Y la ribera del mar será para moradas de cabañas de pastores, y corrales de ovejas.
7 Y la ribera será para el resto de la casa de Judá; allí apacentarán: en las casas de Ascalón dormirán a la noche; porque Jehová su Dios los visitará, y hará volver a sus cautivos.
8 Yo he oído las afrentas de Moab, y las injurias de los hijos de Amón con que deshonraron a mi pueblo, y se engrandecieron sobre su término.
9 Por tanto, vivo yo, dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que Moab será como Sodoma, y los hijos de Amón como Gomorra; campo de ortigas, y mina de sal, y asolamiento perpetuo: el remanente de mi pueblo los saqueará, y el resto de mi gente los heredará.
10 Esto les vendrá por su soberbia, porque afrentaron, y se engrandecieron contra el pueblo de Jehová de los ejércitos.
11 Terrible [será] Jehová contra ellos, porque hará enflaquecer a todos los dioses de la tierra; y cada uno desde su lugar se inclinará a Él, todas las islas de las naciones.
12 También vosotros, etíopes, [seréis] muertos con mi espada.
13 Y extenderá su mano sobre el norte, y destruirá a Asiria, y pondrá a Nínive en asolamiento, [y] en sequedal como un desierto.
14 Y rebaños de ganado reposarán en ella, todas las bestias de las naciones; el pelícano y también el erizo dormirán en sus umbrales; [su] voz cantará en las ventanas; asolación [será] en las puertas, porque su enmaderamiento de cedro será descubierto.
15 Ésta [es] la ciudad alegre que estaba confiada, la que decía en su corazón: Yo, y no más. ¡Cómo fue en asolamiento, en cama de bestias! Cualquiera que pasare junto a ella silbará, agitará su mano.