Manjar Sabático
11-03-2023
Rut 1
1 Y aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá, fue a peregrinar en los campos de Moab, él y su esposa, y sus dos hijos.
2 El nombre de aquel varón [era] Elimelec, y el de su esposa Noemí; y los nombres de sus dos hijos eran, Mahalón y Quilión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y asentaron allí.
3 Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos,
4 los cuales tomaron para sí esposas de las mujeres de Moab, el nombre de una [era] Orfa, y el nombre de la otra, Ruth; y habitaron allí unos diez años.
5 Y murieron también los dos, Mahalón y Quilión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido.
6 Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab, porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan.
7 Salió, pues, del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron a caminar para volverse a la tierra de Judá.
8 Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre: Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo.
9 Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido; las besó luego, y ellas alzaron su voz y lloraron.
10 Y le dijeron: Ciertamente nosotras volveremos contigo a tu pueblo.
11 Y Noemí respondió: Volveos, hijas mías: ¿Para qué habéis de ir conmigo? ¿Tengo yo más hijos en el vientre, que puedan ser vuestros maridos?
12 Volveos, hijas mías, e idos; que yo ya soy vieja para ser para varón. Y aunque dijese: Esperanza tengo; y esta noche estuviese con marido, y aun diere a luz hijos;
13 ¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais vosotras de quedaros sin casar por amor de ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí.
14 Mas ellas alzando otra vez su voz, lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Ruth se quedó con ella.
15 Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella.
16 Y Ruth respondió: No me ruegues que te deje, y que me aparte de ti; porque a dondequiera que tú vayas, iré yo; y dondequiera que vivas, viviré. Tu pueblo [será] mi pueblo, y tu Dios [será] mi Dios.
17 Donde tú mueras, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre tú y yo.
18 Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más.
19 Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén. Y aconteció que entrando en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿[No es] ésta Noemí?
20 Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso.
21 Yo me fui llena, mas vacía me ha vuelto Jehová. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?
22 Así volvió Noemí, y con ella su nuera Ruth la moabita, la cual venía de los campos de Moab; y llegaron a Belén en el principio de la siega de las cebadas.
Fe y Obras (FO), capítulo 8: El pueblo que guarda los mandamientos
Parte de un sermón pronunciado en South Lancaster, Massachusetts, el 19 de enero de 1889, titulado “En Él está la luz”. Publicado en la Review and Herald, 26 de febrero de 1889.
Todo el cielo ha estado observando con intenso interés a los que pretenden constituir el pueblo de Dios que guarda los mandamientos. He aquí los que deberían estar en condición de reclamar todas las ricas promesas de Dios; los que deberían avanzar de gloria en gloria y de fortaleza en fortaleza; los que deberían estar en situación de dar gloria a Dios por medio de las obras que realizan. Jesús ha dicho: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Mateo 5:16. {FO 58.1; FW.59.1}
Hemos recibido la rica bendición de Dios, pero no hemos de detenernos aquí. Debemos asir más y más los divinos rayos de luz del cielo. Debemos ponernos justamente donde podamos recibir la luz y reflejarla, con toda su gloria, en el sendero de otros. Nunca ha habido un tiempo en el cual pudiéramos sentir más ánimo y confianza en el trabajo que el actual. Hay muchos en nuestro mundo que no guardan los mandamientos de Dios ni hacen profesión alguna de guardarlos, y sin embargo reclaman todas sus bendiciones. Están deseosos de aceptar las promesas de Dios y de apropiarse de ellas, sin hacer caso de las condiciones sobre las cuales se basan. Los tales no tienen derecho a las bendiciones que pretenden. {FO 58.2; FW.59.2}
Pero los que guardan los mandamientos, ¿por qué no han de aferrarse a las promesas que han sido dadas a los hijos de Dios? Podemos ver la justicia de Cristo en la ley. En la cruz del Calvario, “la misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron”. Salmos 85:10. Esta es la combinación que debería haber en nuestro trabajo. {FO 58.3; FW.59.3}
La verdad y la justicia deben ser presentadas con el amor de Dios como se manifestó en Jesús. ¡Qué pureza se verá entonces! ¡Cuán necesaria se revelará la purificación de toda contaminación moral! Entonces, cuando esto sea realizado, cuando contemplen la hermosura del Redentor, su misericordia y compasión, la contumacia de la voluntad que ha mantenido a tantos alejados de la luz, se desvanecerá por completo de sus almas. {FO 59.1; FW.60.1}
Cada uno de nosotros debe caer sobre la Roca y ser quebrantado. ¿Habrá alguno que mantendrá su obstinación? ¿Habrá alguno que se aferrará a su justificación propia? ¿Habrá alguno que no alcanzará a ver la hermosura de Cristo? ¿Hay aquí un corazón que no se subyugará por el amor de Jesús? ¿Retendrá alguno una partícula de amor propio? {FO 59.2; FW.60.2}
Necesitamos acercarnos aún más a Dios… ¿Por qué nuestros corazones han sido tan insensibles al amor de Dios? ¿Por qué hemos pronunciado juicios tan severos acerca de nuestro Padre celestial? Por la luz que el Señor me ha dado, sé que Satanás ha tergiversado a nuestro Dios en toda forma posible. Ha echado su diabólica sombra a través de nuestro camino, para que no percibamos a nuestro Dios como un Dios de misericordia, compasión y verdad. Por esto el hierro se ha introducido en nuestras almas. {FO 59.3; FW.60.3}
Además hemos hablado de la oscuridad que el diablo ha arrojado sobre nosotros, y nos hemos lamentado por nuestra situación; y al hacerlo, tan sólo hemos extendido la sombra a otras almas, de manera que eso que nos dañó a nosotros fue también un daño para ellos. Al pronunciar nuestras palabras de incredulidad, otros han sido envueltos en tinieblas y duda. {FO 59.4; FW.60.4}
No podemos permitirnos hacer esta obra. De ese modo ponemos a nuestro bondadoso Padre celestial en una luz falsa. Todo esto debe cambiar. Debemos recoger los rayos de verdad divina y permitir que nuestra luz ilumine el oscuro sendero de otros. La luz del cielo brilla para los que siguen a Cristo, la luz del mundo. “El que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. Juan 8:12. {FO 60.1; FW.60.5}
¿Qué clase de recomendación de la religión de Cristo dan ustedes al mundo si andan quejándose y lamentándose, llenos de pesar? Los que guardan los mandamientos de Dios deberían hacer manifiesto que la verdad está santificando el alma, refinando y purificando los pensamientos, y elevando el carácter y la vida. Cristo murió para que la imagen moral de Dios pudiera ser restaurada en nuestras almas y pudiese reflejarse ante quienes nos rodean. {FO 60.2; FW.61.1}
Necesitamos beber más y más profundamente de la fuente de vida. Espero que ni un alma se sienta satisfecha sin hacer una obra completa para la eternidad, y que de ahora en adelante pueda verse, a la vez por precepto y por ejemplo, que ustedes son representantes de Cristo. Ustedes pueden tal vez dar un testimonio viviente: “Escuchen lo que el Señor ha hecho por mi alma”. El Señor está listo para impartir bendiciones aún mayores. {FO 60.3; FW.61.2}
Él permitió que toda su benevolencia se manifestara delante de Moisés; proclamó ante él su carácter como un Dios lleno de misericordia, paciente y benigno ―que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado―. Moisés había de representar este carácter ante el pueblo de Israel, y nosotros hemos de hacer lo mismo. {FO 60.4; FW.61.3}
Debemos salir a proclamar la bondad de Dios y a poner de manifiesto su verdadero carácter ante la gente. Debemos reflejar su gloria. ¿Hemos hecho esto en el pasado? ¿Hemos revelado el carácter de nuestro Señor por precepto y ejemplo? ¿No nos hemos unido a la obra del enemigo de las almas y representado erróneamente a nuestro Padre celestial? ¿No hemos estado juzgando a nuestros hermanos, criticando sus palabras y acciones? Entonces el amor de Dios no se ha entronizado en nuestras almas. Hagamos un cambio decidido. {FO 61.1; FW.61.4}
Testimonio: 24-02-2018
Amados, a eso de las 11:50 pm, esta noche que pasó, 24 de febrero de 2018, me levantó esta voz. Fue una voz que, cuando la escuché estaba dormida y, ahí, me despertó. Esa voz me dijo: esfuérzate y no vaciles. Dios habla en parábolas para que sólo sus verdaderos hijos le entiendan. Estos avanzarán sin vacilar, pues son los entendidos”. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p1}
En ese momento, cuando escuché eso, pues, ya, me levanté. Luego de esto no podía dormir, estaba recibiendo muchas instrucciones de cosas que, en lo personal, debía hacer; y ayudar a otras personas, también. Entonces, esto me daba vueltas en la cabeza, estas palabras: “Dios habla en parábolas para que sólo sus hijos las puedan entender”. Entonces, en ese momento, cuando estaba pensando en todo esto, pues, me refirió un ejemplo, me dijo: “Isaías 26”. Ya me lo había mencionado anteriormente, entonces me dijo que: “sólo los entendidos entenderán”. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p2}
Así que me levanté, oré, le pedí a Dios que me ayudase a llegar a más personas para que no sufrieran y que pudieran prepararse para la inminente venida del Señor. Así que, en este momento, en mi súplica, en mi oración, se me indicó que iba a ser así y que no me preocupara. Se me indicó que nuestra iglesia SDA [Adventista del Séptimo Día] está tomando la vida de sus feligreses en sus manos y las lleva al despeñadero. Se refirió a ellos como perros mudos que ven el peligro y se gozan en caer, y hacer caer a otros, pero que su retribución ya estaba designada. Entonces, en ese momento, vi como una película, vi un pequeño puñado de personas conscientes que están levantando la voz para que muchos no perezcan y puedan prepararse para lo que tenemos encima. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p3}
En ese momento, fui instruida en no vacilar y seguir la línea de la verdad que, cada vez, se está acentuando más; porque el cielo así lo ha estipulado. Vi una guerra terrible entre la organización SDA [Adventista del Séptimo Día] y los verdaderos siervos de Dios. Era una lucha máxima de destrucción, más los últimos eran librados por la mano divina. En ese momento, la escena terminó y volvió la voz, otra vez, a decir: “Dios habla por parábolas para que sus hijos verdaderos las entiendan”. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p4}
Entonces, amados, después de un rato de estar meditando en esto, orando, me volví a acostar meditando en esto y dándole gracias a Dios por su infinita misericordia para con su pueblo verdadero. No sé en qué momento, pero nomás concilié el sueño profundo, fui llevada a este lugar que era un salón en los bajos de una iglesia. Allí vi toda clase de actividades, todos estaban absortos en ellas, desde comidas hasta películas. Entonces de repente alguien entró corriendo y dijo: “viene la turba”. En esos momentos, entró todo tipo de uniformado y comenzaron, todos, a correr por las urbanizaciones, ciudades. Saliendo, allí, fuera de ese cuarto, por una parte, atrás —que tenían estos bajos de la iglesia—, había una puerta y salieron, todos, corriendo. Pero, por más que ellos corrían, no importaba dónde se metieran, siempre los agarraban. Entonces yo les gritaba con todas mis fuerzas que fueran a los campos, que corrieran a los campos. Pero mis ruegos eran en vano, pues había barricadas alrededor de aquella ciudad y ellos no podían salir por más que lo intentaban. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p5}
Entonces mi acompañante, en ese momento, me dijo: “vamos”. Entonces, yo no quería irme porque allí yo vi pastores, ancianos, diáconos, mucha gente conocida, que el desánimo o la incredulidad o la demora los cogió y no hicieron los preparativos para la fuga. Entonces, ahora, pues, yo los veía cómo eran llevados a grandes planteles, estos planteles estaban rodeados por serpentinas [alambres con púa] y estaban siendo maltratados y lloraban amargamente, ellos, allí, sin consuelo. De manera que yo le pedí que me dejaran allí, que yo les pudiese ayudar, que me permitieran ayudar. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p6}
Entonces, pues, no me fue permitido, sino que fuimos a otro lugar. Nos adentramos en un campo donde había personas. Estas personas estaban arando la tierra; otros, estaban sembrando; otros, cosechando; otros, preparando surcos para siembra y regadío. Entonces, me fueron mostradas unas terrazas de siembra, que también acumulaban agua; cómo se preparaba esto para que funcionara de esta manera. Entonces, allí, se sembraban los más bellos verdes que yo he visto jamás. Todas las personas que estaban allí en aquel lugar no se veían afectadas por lo que estaba pasando en la ciudad. [Los de] este grupo estaban tranquilos, pues, absortos en sus menesteres. Y no estaban echando ni a ver lo que estaba pasando en las ciudades. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p7}
En ese momento fui llevada a una cabaña grande en ese lugar, y ahí, todos, con grandes súplicas pedían a Dios que los perdonara, que los librase y que los dirigiese. Entonces, se me dijo que pusiera atención a esos tres actos: a pedir perdón, a pedir liberación, y a pedir dirección. En ese momento, estaba yo absorta en esto y, se escuchó un tumulto a lo lejos, pero se iba intensificando más y más y más y más. Entonces, pues, estábamos como alerta. Entonces, mientras más se acercaba este tumulto más se intensificaba el griterío y el vocerío. Entonces, los que estábamos allí presentes temíamos, pues sabíamos lo que significaba aquel ruido, o por lo menos yo lo sabía, porque ya sabía lo que había estado pasando en las ciudades, pues de ahí venía. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p8}
Entonces, todos nos tiramos de rodillas a orar y empezamos a clamar por liberación. En ese momento, mi acompañante me dijo: “ven y ve”. Entonces, fuimos suspendidos en el aire y vi la turba que venía. En ese momento, muchos ángeles bajaron prestos en ayuda de los fieles hijos de Dios. Fue un momento maravilloso donde las montañas casi no podían sostener [a] aquella hueste angelical [que,] con espadas desenvainadas, estaba fija en la turbulenta turba. Entonces, en ese momento, mi acompañante me dijo: “¿qué ves?”, y le dije: “¡oh! ¡veo al pueblo del Dios viviente protegido por excelsos ángeles!” ¡Fue maravillosa aquella escena! Estaba, yo, absorta viendo todo esto y, a la misma vez, bien conmovida. Entonces, cuando le dije así, que veía al pueblo del Dios viviente protegido por excelsos ángeles me contestó: “no importa el sacrificio, vale la pena ser fiel”. Entonces en ese momento dije un amén bien grande y dije: “¡bendito Dios!” Y en ese momento, ahí, desperté. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p9}
Amados hermanos, no seamos lentos, no seamos perezosos en hacer la voluntad de Dios. Porque nos va a costar mucho y no a nosotros, nada más, sino a nuestros pequeños, a nuestros adolescentes, a nuestros jóvenes. A aquellos que, por ellos mismos, por alguna razón, a lo mejor, no pueden salir; sino que dependen de los adultos para salir de estas conflagraciones, tan terribles, que van a venir a las ciudades. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p10}
¡Preparémonos! Preparemos nuestro corazón delante del Señor. Matemos el yo, matemos la vanagloria. Matemos todo aquello, en el nombre del Señor, que nos impide hacer la voluntad de Dios. ¡Salgamos prestos, presurosos! ¡Salgamos gozosos sabiendo que estamos cumpliendo la voluntad de Dios! No importan, no importan, las penas que suframos, no importa lo que dejemos atrás, ¡todo vale por el reino de Dios! {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p11}
Es mi oración y mi ruego que todos nos preparemos, y que sigamos preparándonos —los que ya estamos en esto—, para estas cosas que, ya, las tenemos casi encima. Y para eventos futuros, y, sobre todo, en la vida espiritual, para encontrarnos con nuestro Dios. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 24-02-2018 , es.p12}
Isaías 26
1 En aquel día cantarán este cántico en la tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso [Dios por] muros y antemuro.
2 Abrid las puertas, y entrará la nación justa que guarda la verdad.
3 Tú guardarás en completa paz, [a aquel] cuyo pensamiento [en ti] persevera; porque en ti ha confiado.
4 Confiad en Jehová perpetuamente; porque en el Señor Jehová [está] la fortaleza eterna.
5 Porque derribó los que moraban en lugar alto; humilló la ciudad enaltecida, la humilló hasta la tierra, la derribó hasta el polvo.
6 La hollará pie, los pies del pobre, los pasos de los menesterosos.
7 El camino del justo es rectitud: Tú [que eres] recto, pesas el camino del justo.
8 También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria [son] el deseo de [nuestra] alma.
9 Con mi alma te he deseado en la noche; y con mi espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que [hay] juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.
10 [Aunque] se le muestre piedad al impío, no aprenderá justicia; en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará a la majestad de Jehová.
11 Jehová, levantada está tu mano, [pero] ellos no ven; verán al fin, y se avergonzarán los que envidian a tu pueblo; y a tus enemigos fuego los consumirá.
12 Jehová, tú establecerás paz para nosotros; porque también has hecho en nosotros todas nuestras obras.
13 Jehová Dios nuestro, [otros] señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros; pero en ti solamente nos acordaremos de tu nombre.
14 Muertos [son], no vivirán; han fallecido, no se levantarán; porque los visitaste y destruiste, e hiciste que pereciera toda su memoria.
15 Tú has engrandecido la nación, oh Jehová, tú has engrandecido la nación; te hiciste glorioso; la has extendido hasta todos los términos de la tierra.
16 Jehová, en la tribulación te buscaron; derramaron oración cuando los castigaste.
17 Como la mujer encinta cuando se acerca el tiempo de dar a luz gime y da gritos en sus dolores, así hemos sido delante de ti, oh Jehová.
18 Concebimos, tuvimos dolores de parto, pero fue como si diéramos a luz viento. Ninguna liberación hicimos en la tierra, ni cayeron los moradores del mundo.
19 Tus muertos vivirán; [junto con] mi cuerpo muerto resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío [es] cual rocío de hortalizas; y la tierra echará los muertos.
20 Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete como por un momento, en tanto que pasa la indignación.
21 Porque he aquí que Jehová sale de su lugar, para castigar la maldad de los moradores de la tierra; y la tierra descubrirá su sangre, y no encubrirá más a sus muertos.
Testimonio: 21-05-2020
21 de mayo del 2020. En sueños, yo estaba ayudando a varias personas. Estas personas tenían decisiones que tomar, y talentos que podían usar, más no lo hacían. Yo les exhortaba a accionar para estar listos ante la crisis que se avecinaba, más su vida, sedentariamente, relajada era la orden de su día. {Daisy Escalante: 21-05-2020, es.p1}
Pronto, vi un viento muy fuerte que nos azotó a todos. En lo personal tuve que usar todas mis fuerzas, y, aun así, sentía que mis manos se desligaban de donde estaba aferrada. Clamé: “¡Señor, ayúdame que perezco!” Pronto, vi ante mí una luz muy resplandeciente y sentí que, encima de mis manos, otras manos se posaron y me hicieron estar con más fuerza agarrada. Y, aunque mis pies volaban en el aire como una hoja que lleva el viento, mis manos permanecieron ancladas donde estaban. {Daisy Escalante: 21-05-2020, es.p2}
Clamé: “¡Señor, ayúdalos! ¡ayúdalos a ellos también!” Mis ojos fueron abiertos, y vi a los que fueron asistidos de igual manera que yo. Pasó un tiempo muy considerable, y aquel viento tremendo pasó. Vi que fuimos diezmados, y sufrimos por eso en gran manera. {Daisy Escalante: 21-05-2020, es.p3}
En ese momento, ahí, desperté, y se me dijo: “Salmo 12”. {Daisy Escalante: 21-05-2020, es.p4}
Salmos 12
1 «Al Músico principal: sobre Seminit: Salmo de David» Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos; porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.
2 Mentira habla cada uno con su prójimo; Hablan [con] labios lisonjeros [y] con doblez de corazón.
3 Jehová destruirá todos los labios lisonjeros, [y] la lengua que habla soberbias;
4 los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios [son] nuestros; ¿quién es señor sobre nosotros?
5 Por la opresión de los pobres, por el gemido de los necesitados, ahora me levantaré, dice Jehová; los pondré a salvo del que contra ellos se engríe.
6 Las palabras de Jehová [son] palabras puras; [como] plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces.
7 Tú, Jehová, las guardarás; las preservarás de esta generación para siempre.
8 Asediando andan los malos, cuando son exaltados los más viles de los hijos de los hombres.
Testimonio: 20-02-2021
Febrero, 20, 2021. En sueños, yo veía una fábrica muy grande, de mucha actividad, dentro del mar. Ésta trabajaba a todo vapor y muchos en ella. Todos se admiraban de que tan grande fábrica estaba funcionando a la perfección, y la alababan. {Daisy Escalante: 20-02-2021 , es.p1}
Pronto, en ella surgió una explosión, y otra, y otra, a tal punto que aquello explotó como un volcán. Y toda aquella gran fábrica, de tubos gigantescos, en algunos lugares desapareció ante la explosión; y todos los que trabajaban allí, murieron. ¡Fue muy espantosa y triste aquella escena! Y, luego de esto, se oía a la gente decir: “¡qué horror, qué tristeza! ¿cómo pudo pasar esto si era tan segura esa planta?” El humo subía hasta las nubes, y muchos corrían por su vida pues temían los efectos de dicha nube. {Daisy Escalante: 20-02-2021 , es.p2}
La escena cambió. Y vi a un hombre que hablaba a un grupo de personas, y ninguno le prestaba atención —a éste—. Y yo le vi retirarse y subir a una loma, y desde allá mirar con gran tristeza a los que había hablado y no le hicieron caso. Luego, no le vi más. {Daisy Escalante: 20-02-2021 , es.p3}
Y la próxima escena pasó ante mí, donde muchos caminaban tras una caja fúnebre, y la tapa de dicha caja era transparente. Al pasar frente a mí me fijé y vi al hombre que predicaba y [que] nadie [le] hizo caso. Entonces, vi a muchos que, al ver esto, lloraban y decían: “¡qué tristeza, se murió! Si hubiera sabido que luego de su prédica no viviría, lo hubiera abrazado y hecho caso. Y ahora, ya es tarde”. {Daisy Escalante: 20-02-2021 , es.p4}
La escena cambió. Y yo veía cómo, en una calle rural, una máquina de equipo pesado transitaba. Ésta sacaba escombros a su paso y los depositaba en aquel lugar designado. Vi que iban, también, derrumbando cosas que ya estaban muy antiguas, y su cometido era no dejar ninguna. {Daisy Escalante: 20-02-2021 , es.p5}
La escena cambió. Y, pronto, fui trasladada dentro de una de esas casas. Y vi una mujer, y varias personas que escuchaban lo que ella les decía. Ella exclamó: “¡a mí me ha costado mucho esto y no lo entregaré con mi trabajo adentro, ayúdenme a sacar todo y [a] romper. Y todo lo limpio, ensúcienlo, y todo lo pintado, dáñenlo”. Así, vi que todos ejecutaban esta orden cuando vi que los de la maquinaria pesada llegaron y dieron voces a los que estaban adentro, para que salieran; pero éstos se demoraban. Cumpliendo la orden de la mujer estaban, ellos, allí. Yo les oía a todos decir: “¡salgan, salgan!” Los de la maquinaria, también advertían, por segunda vez; pero, éstos, no salían. Y, así, por tercera vez. Y, al no responder ninguno al llamado, el equipo pesado comenzó su trabajo y empezó a tirar todo abajo. Y ya, ahí, la estructura se derrumbó. Y yo no les vi más. {Daisy Escalante: 20-02-2021 , es.p6}
Así, me vi caminando por un camino de frondosos árboles. Y, cerca de cada árbol, habían personas descansando, bajo su sombra. Estos se veían cansados, como si vinieran de un largo viaje. Allí, uno de ellos decía al otro: “por fin llegamos a lugar tranquilo. No pudimos traer mucho, pero tenemos paz. ¡Gracias a Dios pudimos huir de la destrucción de la gran ciudad!” Más otro respondió: “Y ahora, ¿qué haremos? No tenemos [sino] sólo un bulto con cosas, y la comida es hasta mañana”. Y otro respondió: “vayamos a ver qué tienen los árboles, si hay fruto en ellos”. Así, fueron y encontraron fruto en un huerto de árboles. Y, ahí, un hombre entre ellos, que, por lo que vi era el vigía de éstos. {Daisy Escalante: 20-02-2021 , es.p7}
Así, las personas que llegaron hambrientas le dijeron: “por favor, ¿podemos tomar algún fruto para comer?” El vigilante les dijo: “sólo uno de cada árbol y, luego, siembren lo suyo”. Unos agradecieron, otros murmuraron. Estos exclamaron: “¿y por qué debemos ir a sembrar habiendo aquí tantos frondosos árboles frutales?” El vigía contestó: “cada uno tiene su dueño, que labró la tierra, lo plantó, puso ahí la semilla, lo cuidó, lo abonó, lo regó, lo desyerbó. Y, así, fueron sus cuidados hasta que crecieron y dieron su fruto, y ellos, ahora, descansan tranquilos. Así debe ser cada uno que desea tener tranquilidad en lo porvenir”. Éstos, se miraron, y vi que tres cuartas partes de ellos se volvieron a lo terrible de donde habían salido, y una cuarta parte pasó al lugar donde debían sembrar. A éstos, se les prometió, dos veces al día, fruto de un árbol, mientras que el suyo daba frutos. Y así, felices y diligentes, les vi cuidando su lugar de siembra en espera de tan deseado fruto. {Daisy Escalante: 20-02-2021 , es.p8}
Ahí desperté. ¡Oh, amados! ¡maravillas de maravillas están reservadas para todos aquellos que diligentemente obedecen las indicaciones del Maestro! Quiera Dios que todos seamos, no sólo oidores sino, hacedores de la Palabra del Eterno. Que el Señor nos bendiga. {Daisy Escalante: 20-02-2021 , es.p9}