Manjar Sabático
17-04-2021
1 Samuel 2
1 Y Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija en Jehová, mi cuerno es ensalzado en Jehová; mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, por cuanto me alegré en tu salvación.
2 No [hay] santo como Jehová: Porque no [hay] ninguno fuera de ti; y no [hay] Roca como el Dios nuestro.
3 No multipliquéis palabras de grandeza y altanerías; cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; porque el Dios de todo saber [es] Jehová, y a Él toca el pesar las acciones.
4 Los arcos de los fuertes fueron quebrados, y los débiles se ciñeron de fortaleza.
5 Los saciados se alquilaron por pan; y los hambrientos dejaron de estarlo; aun la estéril dio a luz a siete, y la que tenía muchos hijos languidece.
6 Jehová mata, y Él da vida: Él hace descender al sepulcro, y hace subir.
7 Jehová empobrece, y Él enriquece: Abate, y enaltece.
8 Él levanta del polvo al pobre, y del muladar exalta al menesteroso, para hacerle sentar con príncipes, y hacerle heredar un trono de honor. Porque de Jehová [son] las columnas de la tierra, y Él asentó sobre ellas el mundo.
9 Él guarda los pies de sus santos, mas los impíos perecen en tinieblas; porque nadie prevalecerá por su propia fuerza.
10 Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios, desde el cielo tronará sobre ellos: Jehová juzgará los términos de la tierra, dará fortaleza a su Rey, y exaltará el cuerno de su Mesías.
11 Y Elcana se volvió a su casa en Ramá; y el niño ministraba a Jehová delante del sacerdote Elí.
12 Mas los hijos de Elí [eran] hijos de Belial, y no conocían a Jehová.
13 Y la costumbre de los sacerdotes con el pueblo [era que], cuando alguno ofrecía sacrificio, mientras era cocida la carne, venía el criado del sacerdote trayendo en su mano un garfio de tres ganchos;
14 y lo metía en el perol, o en la olla, o en el caldero, o en el pote; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían a todo israelita que venía a Silo.
15 Asimismo, antes de quemar la grosura, venía el criado del sacerdote, y decía al que sacrificaba: Da carne que ase para el sacerdote; porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda.
16 Y [si] le respondía el varón: Quemen la grosura primero, y [después] toma tanto como quieras; él respondía: No, sino dámela ahora mismo; de otra manera yo la tomaré por la fuerza.
17 Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.
18 Y el joven Samuel ministraba delante de Jehová, vestido de un efod de lino.
19 Y le hacía su madre una túnica pequeña, y se la traía cada año, cuando subía con su marido a ofrecer el sacrificio acostumbrado.
20 Y Elí bendijo a Elcana y a su esposa, diciendo: Jehová te dé simiente de esta mujer en lugar de este préstamo que es hecho a Jehová. Y se volvieron a su casa.
21 Y visitó Jehová a Ana, y concibió, y dio a luz tres hijos, y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante de Jehová.
22 Y Elí era muy viejo, y oía todo lo que sus hijos hacían a todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de la congregación.
23 Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestro mal proceder.
24 No, hijos míos; porque no [es] buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová.
25 Si un hombre pecare contra otro, el Juez le juzgará; pero si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová había resuelto quitarles la vida.
26 Y el joven Samuel crecía, y tenía gracia delante de Dios y de los hombres.
27 Y vino un varón de Dios a Elí, y le dijo: Así dice Jehová: ¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón?
28 Y yo le escogí por mi sacerdote entre todas las tribus de Israel, para que ofreciese sobre mi altar, y quemase incienso, y trajese efod delante de mí; y di a la casa de tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel.
29 ¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis presentes, que yo mandé ofrecer [en mi] tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo mejor de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?
30 Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora dice Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.
31 He aquí vienen días, en que cortaré tu brazo, y el brazo de la casa de tu padre, que no haya viejo en tu casa.
32 Y verás a un enemigo [en mi] habitación, en todas [las riquezas] que [Dios] dará a Israel; y nunca habrá anciano en tu casa.
33 Y el varón de los tuyos que yo no corte de mi altar, será para consumir tus ojos y llenar tu alma de dolor; y toda la cría de tu casa morirá en la edad viril.
34 Y te será por señal esto que acontecerá a tus dos hijos, Ofni y Finees; ambos morirán en un día.
35 Y yo me suscitaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todo los días.
36 Y será que el que hubiere quedado en tu casa, vendrá a postrarse ante él por una moneda de plata y un bocado de pan, diciéndole: Te ruego que me pongas en algún ministerio, para que coma un bocado de pan.
Hebreos 5
1 Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres, es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente también ofrendas y sacrificios por los pecados;
2 que pueda compadecerse de los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de flaqueza;
3 y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto por el pueblo, como también por sí mismo.
4 Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado de Dios, como [lo fue] Aarón.
5 Así también Cristo no se glorificó a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy;
6 como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
7 El cual en los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído por su temor reverente.
8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
9 y habiendo sido hecho perfecto, vino a ser autor de eterna salvación a todos los que le obedecen;
10 y fue llamado de Dios Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec.
11 Del cual tenemos mucho que decir, y difícil de describir, por cuanto sois tardos para oír.
12 Porque debiendo ser ya maestros, por causa del tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.
13 Y todo el que participa de la leche es inhábil en la palabra de la justicia, porque es niño;
14 mas el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y el mal.
Colosenses 2:8
8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
Profetas y Reyes, capítulo 3: ''El orgullo de la prosperidad''
Mientras Salomón exaltó la ley del cielo, Dios estuvo con él, y le dió sabiduría para gobernar a Israel con imparcialidad y misericordia. Al principio, aun cuando obtenía riquezas y honores mundanales, permaneció humilde, y grande fué el alcance de su influencia. “Y Salomón señoreaba sobre todos los reinos, desde el río [Eufrates] de la tierra de los Filisteos hasta el término de Egipto.” “Tuvo paz por todos lados en derredor suyo. Y Judá e Israel vivían seguros, cada uno debajo de su parra y debajo de su higuera, … todos los días de Salomón.” 1 Reyes 4:21, 24, 25. {PR 36.1}
Pero después de un amanecer muy promisorio, su vida quedó obscurecida por la apostasía. La historia registra el triste hecho de que el que había sido llamado Jedidiah, “Amable a Jehová” (2 Samuel 12:25), el que había sido honrado por Dios con manifestaciones de favor divino tan notables que su sabiduría e integridad le dieron fama mundial; el que había inducido a otros a loar al Dios de Israel, se desvió del culto de Jehová para postrarse ante los ídolos de los paganos. {PR 36.2}
Centenares de años antes que Salomón llegase al trono, el Señor, previendo los peligros que asediarían a los que fuesen escogidos príncipes de Israel, dió a Moisés instrucciones para guiarlos. El que hubiese de sentarse en el trono de Israel debía escribir “para sí en un libro un traslado de esta ley, del original de delante de los sacerdotes Levitas; y—dijo el Señor—lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de aquesta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra: para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra: a fin que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.” {PR 36.3}
En relación con estas instrucciones, el Señor previno en forma especial al que fuese ungido rey, y recomendó: “Ni tampoco ha de multiplicar para sí mujeres, porque no se aparte de mí su corazón; ni ha de aumentar para sí plata ni oro en sumo grado.” Deuteronomio 17:18-20; 17 (VM). {PR 37.1}
Salomón conocía bien estas advertencias, y durante cierto tiempo les prestó atención. Su mayor deseo era vivir y gobernar de acuerdo con los estatutos dados en el Sinaí. Su manera de dirigir los asuntos del reino contrastaba en forma sorprendente con las costumbres de las naciones de su tiempo, que no temían a Dios, y cuyos gobernantes pisoteaban su santa ley. {PR 37.2}
Al procurar fortalecer sus relaciones con el poderoso reino situado al sur de Israel, Salomón penetró en terreno prohibido. Satanás conocía los resultados que acompañarían la obediencia; y durante los primeros años del reinado de Salomón, que fueron gloriosos por la sabiduría, la beneficencia y la integridad del rey, procuró introducir influencias que minasen insidiosamente la lealtad de Salomón a los buenos principios, y le indujesen a separarse de Dios. Por el relato bíblico sabemos que el enemigo tuvo éxito en ese esfuerzo: “Y Salomón hizo parentesco con Faraón rey de Egipto, porque tomó la hija de Faraón, y trájola a la ciudad de David.” 1 Reyes 3:1. {PR 37.3}
Desde un punto de vista humano, este casamiento, aunque contrariaba las enseñanzas de la ley de Dios, pareció resultar en una bendición; porque la esposa pagana de Salomón se convirtió y participaba con él en el culto del verdadero Dios. Además, Faraón prestó un señalado servicio a Israel al tomar a Gezer, matar a “los Cananeos que habitaban la ciudad,” y darla “en don a su hija, la mujer de Salomón.” 1 Reyes 9:16. Salomón reedificó esa ciudad, y con ello fortaleció aparentemente su reino a lo largo de la costa del Mediterráneo. Pero al formar alianza con una nación pagana, y al sellar esa alianza por su casamiento con una princesa idólatra, Salomón despreció temerariamente la sabia provisión hecha por Dios para conservar la pureza de su pueblo. La esperanza de que su esposa egipcia se convirtiese era una excusa muy débil para pecar. {PR 37.4}
Durante un tiempo, Dios, en su misericordia compasiva, pasó por alto esta terrible equivocación; y el rey, por una conducta prudente, podría haber mantenido en jaque, por lo menos en gran medida, las fuerzas malignas que su imprudencia había desatado. Pero Salomón había comenzado a perder de vista la Fuente de su poder y gloria. A medida que sus inclinaciones cobraban ascendiente sobre la razón, aumentaba su confianza propia, y procuraba cumplir a su manera el propósito del Señor. Razonaba que las alianzas políticas y comerciales con las naciones circundantes comunicarían a esas naciones un conocimiento del verdadero Dios; y contrajo alianzas profanas con una nación tras otra. Con frecuencia estas alianzas quedaban selladas por casamientos con princesas paganas. Los mandamientos de Jehová eran puestos a un lado en favor de las costumbres de aquellos otros pueblos. {PR 38.1}
Salomón se había congratulado de que su sabiduría y el poder de su ejemplo desviarían a sus esposas de la idolatría al culto del verdadero Dios, y que las alianzas así contraídas atraerían a las naciones de en derredor a la órbita de Israel. ¡Vana esperanza! El error cometido por Salomón al considerarse bastante fuerte para resistir la influencia de asociaciones paganas, fué fatal. Lo fué también el engaño que le indujo a esperar que no obstante haber despreciado él la ley de Dios, otros podrían ser inducidos a reverenciar y obedecer sus sagrados preceptos. {PR 38.2}
Las alianzas y relaciones comerciales del rey con las naciones paganas le reportaron fama, honores y riquezas de este mundo. Pudo traer oro de Ofir y plata de Tarsis en gran abundancia. “Y puso el rey plata y oro en Jerusalem como piedras, y cedro como cabrahigos que nacen en los campos en abundancia.” 2 Crónicas 1:15. En el tiempo de Salomón, era cada vez mayor el número de personas que obtenían riquezas, con todas las tentaciones acompañantes; pero el oro fino del carácter quedaba empañado y contaminado. {PR 38.3}
Tan gradual fué la apostasía de Salomón que antes de que él se diera cuenta de ello, se había extraviado lejos de Dios. Casi imperceptiblemente comenzó a confiar cada vez menos en la dirección y bendición divinas, y cada vez más en su propia fuerza. Poco a poco fué rehusando a Dios la obediencia inquebrantable que debía hacer de Israel un pueblo peculiar, y conformándose cada vez más estrechamente a las costumbres de las naciones circundantes. Cediendo a las tentaciones que acompañaban sus éxitos y sus honores, se olvidó de la Fuente de su prosperidad. La ambición de superar a todas las demás naciones en poder y grandeza le indujo a pervertir con fines egoístas los dones celestiales que hasta entonces había empleado para glorificar a Dios. El dinero que debería haber considerado como un cometido sagrado para beneficio de los pobres dignos de ayuda y para difundir en todo el mundo los principios del santo vivir, se gastó egoístamente en proyectos ambiciosos. {PR 39.1}
Embargado por un deseo avasallador de superar en ostentación a las demás naciones, el rey pasó por alto la necesidad de adquirir belleza y perfección de carácter. Al procurar glorificarse delante del mundo, perdió su honor e integridad. Las enormes rentas adquiridas al comerciar con muchos países, fueron suplementadas por gravosas contribuciones. Así el orgullo, la ambición, la prodigalidad y la sensualidad dieron frutos de crueldad y exacciones. El espíritu concienzudo y considerado que había señalado su trato con el pueblo durante la primera parte de su reinado, había cambiado. Después de haber sido el gobernante más sabio y más misericordioso, degeneró en un tirano. Antes había sido para el pueblo un guardián compasivo y temeroso de Dios; pero llegó a ser opresor y déspota. Cobraba al pueblo un impuesto tras otro, a fin de que hubiese recursos con que sostener una corte lujosa. El pueblo empezó a quejarse. El respeto y la admiración que antes tributara a su rey se trocaron en desafecto y aborrecimiento. {PR 39.2}
A fin de crear una salvaguardia contra la tendencia a confiar en el brazo de la carne, el Señor había advertido a los que hubieran de gobernar a Israel que no debían multiplicar el número de los caballos que poseyeran. Sin embargo, en completo desprecio de esta orden, “sacaban caballos … de Egipto.” “Sacaban también caballos para Salomón, de Egipto y de todas las provincias.” “Y juntó Salomón carros y gente de a caballo; y tenía mil cuatrocientos carros, y doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusalem.” 2 Crónicas 1:16; 9:28; 1 Reyes 10:26. {PR 40.1}
Cada vez más el rey llegó a considerar los lujos, la sensualidad y el favor del mundo como indicios de grandeza. Hizo traer mujeres hermosas y atractivas de Egipto, Fenicia, Edom, Moab, y muchos otros lugares. Esas mujeres se contaban por centenares. Su religión se basaba en el culto de los ídolos, y se les había enseñado a practicar ritos crueles y degradantes. Hechizado por su belleza, el rey descuidaba sus deberes hacia Dios y su reino. {PR 40.2}
Sus mujeres ejercieron una influencia poderosa sobre él, y gradualmente le indujeron a participar de su culto. Salomón había despreciado las instrucciones que Dios había dado para que sirviesen como barrera contra la apostasía, y llegó a entregarse al culto de los dioses falsos. “Y ya que Salomón era viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos; y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David. Porque Salomón siguió a Astaroth, diosa de los Sidonios, y a Milcom, abominación de los Ammonitas.” 1 Reyes 11:4, 5. {PR 40.3}
En la eminencia meridional del monte de las Olivas, frente al monte Moria, donde estaba el hermoso templo de Jehová, Salomón erigió una imponente acumulación de edificios destinados a servir como centro de idolatría. A fin de agradar a sus esposas colocó enormes ídolos, abominables imágenes de madera y piedra, entre los huertos de mirtos y olivos. Allí, delante de los altares de las divinidades paganas, “Chemos, abominación de Moab” y “Moloch, abominación de los hijos de Ammón” (1 Reyes 11:7), se practicaban los ritos más degradantes del paganismo. {PR 40.4}
La conducta de Salomón atrajo su inevitable castigo. Al separarse de Dios para relacionarse con los idólatras se acarreó la ruina. Al ser infiel a Dios, perdió el dominio propio. Desapareció su eficiencia moral. Sus sensibilidades delicadas se embotaron, su conciencia se cauterizó. El que durante la primera parte de su reinado había manifestado tanta sabiduría y simpatía al devolver un niño desamparado a su madre infortunada (1 Reyes 3:16-28), degeneró al punto de consentir en que se erigiese un ídolo al cual se sacrificaban niños vivos. El que en su juventud había sido dotado de discreción y entendimiento, el que en pleno vigor de su edad adulta se había sentido inspirado para escribir: “Hay camino que al hombre parece derecho: empero su fin son caminos de muerte” (Proverbios 14:12), se apartó tanto de la pureza en años ulteriores que toleraba los ritos licenciosos y repugnantes relacionados con el culto de Chemos y Astarot, o Astarte. El que en ocasión de la dedicación del templo había dicho a su pueblo: “Sea pues perfecto vuestro corazón para con Jehová nuestro Dios” (1 Reyes 8:61), transgredió él mismo y negó sus propias palabras en su corazón y en su vida. Consideró erróneamente la libertad como licencia. Procuró, pero ¡a qué costo! unir la luz con las tinieblas, el bien con el mal, la pureza con la impureza, Cristo con Belial. {PR 41.1}
Después de haber sido uno de los mayores reyes que hayan empuñado un cetro, Salomón se transformó en licencioso, instrumento y esclavo de otros. Su carácter, una vez noble y viril, se trocó en enervado y afeminado. Su fe en el Dios viviente quedó suplantada por dudas ateas. La incredulidad destruía su felicidad, debilitaba sus principios y degradaba su vida. La justicia y magnanimidad de la primera parte de su reinado se transformaron en despotismo y tiranía. ¡Pobre y frágil naturaleza humana! Poco puede hacer Dios en favor de los hombres que pierden el sentido de cuánto dependen de él. {PR 41.2}
Durante aquellos años de apostasía, progresó de continuo la decadencia espiritual de Israel. ¿Cómo podría haber sido de otra manera cuando su rey había unido sus intereses con los agentes satánicos? Mediante estos agentes, el enemigo obraba para confundir a los israelitas acerca del culto verdadero y del falso; y ellos resultaron una presa fácil. El comercio con las demás naciones los ponía en relación estrecha con aquellos que no amaban a Dios, y disminuyó enormemente el amor que ellos mismos le profesaban. Se amortiguó su agudo sentido del carácter elevado y santo de Dios. Rehusando seguir en la senda de la obediencia, transfirieron su reconocimiento al enemigo de la justicia. Vino a ser práctica común el casamiento entre idólatras e israelitas, y éstos perdieron pronto su aborrecimiento por el culto de los ídolos. Se toleraba la poligamia. Las madres idólatras enseñaban a sus hijos a observar los ritos paganos. En algunas vidas, una idolatría de la peor índole reemplazó el servicio religioso puro instituido por Dios. {PR 42.1}
Los cristianos deben mantenerse distintos y separados del mundo, de su espíritu y de su influencia. Dios tiene pleno poder para guardarnos en el mundo, pero no debemos formar parte de él. El amor de Dios no es incierto ni fluctuante. El vela siempre sobre sus hijos con un cuidado inconmensurable. Pero requiere una fidelidad indivisa. “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir a Dios y a Mammón.” Mateo 6:24. {PR 42.2}
Salomón había sido dotado de sabiduría admirable; pero el mundo le atrajo y le desvió de Dios. Los hombres de hoy no son más fuertes que él; propenden tanto como él a ceder a las influencias que ocasionaron su caída. Así como Dios advirtió a Salomón el peligro que corría, hoy amonesta a sus hijos para que no pongan sus almas en peligro por la afinidad con el mundo. Les ruega: “Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartaos, … no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré a vosotros Padre, y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.” 2 Corintios 6:17, 18. {PR 42.3}
El peligro acecha en medio de la prosperidad. A través de los siglos, las riquezas y los honores han hecho peligrar la humildad y la espiritualidad. No es la copa vacía la que nos cuesta llevar; es la que rebosa la que debe ser llevada con cuidado. La aflicción y la adversidad pueden ocasionar pesar; pero es la prosperidad la que resulta más peligrosa para la vida espiritual. A menos que el súbdito humano esté constantemente sometido a la voluntad de Dios, a menos que esté santificado por la verdad, la prosperidad despertará la inclinación natural a la presunción. {PR 43.1}
En el valle de la humillación, donde los hombres dependen de que Dios les enseñe y guíe cada uno de sus pasos, están comparativamente seguros. Pero los hombres que están, por así decirlo, en un alto pináculo, y quienes, a causa de su posición, son considerados como poseedores de gran sabiduría, éstos son los que arrostran el peligro mayor. A menos que tales hombres confíen en Dios, caerán. {PR 43.2}
Cuando quiera que se entreguen al orgullo y la ambición, su vida se mancilla; porque el orgulloso, no sintiendo necesidad alguna, cierra su corazón a las bendiciones infinitas del Cielo. El que procura glorificarse a sí mismo se encontrará destituído de la gracia de Dios, mediante cuya eficiencia se adquieren las riquezas más reales y los goces más satisfactorios. Pero el que lo da todo y lo hace todo para Cristo, conocerá el cumplimiento de la promesa: “La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella.” Proverbios 10:22. Con el toque suave de la gracia, el Salvador destierra del alma la inquietud y ambición profanas, y trueca la enemistad en amor y la incredulidad en confianza. Cuando habla al alma diciendo: “Sígueme,” queda roto el hechizo del mundo. Al sonido de su voz, el espíritu de codicia y ambición huye del corazón, y los hombres, emancipados, se levantan para seguirle. {PR 43.3}
Testimonio: 14-11-2017
El 14 de noviembre del 2017, el Señor me dio otro sueño. Yo vi a muchas personas. Estas personas estaban preocupadas; a su alrededor había mucho caos, y estaban como atribuladas, porque ellos no entendían el porqué de esta situación. Entonces, mientras yo así les veía, —y lo que sucedía alrededor de ellos—, comencé a ver personas corriendo. Ellos corrían de derecha a izquierda y de izquierda a derecha. Era como una desorientación, una angustia, que ellos no podían parar. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p1}
Entonces, mientras estaba viendo esto, y no entendía qué era lo que estaba pasando, apareció mi acompañante y me dijo: “¿qué ves?” Entonces le dije: “veo mucha confusión y tribulación entre ellos”. Entonces me dijo: “¿sabes por qué?”, y le contesté: “no, no, no entiendo”. Entonces me dijo que: “ellos siguieron hombres antes que [a] nuestro grande y soberano Dios, y ahora todo es caos y confusión para ellos. Era más sencillo, para ellos, estar engañados y autoengañarse; aunque muy dentro de ellos sabían que estaban errados, y callaban la voz del Espíritu Santo”. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p2}
Entonces cuando me dijo eso, hizo una pausa y luego me dijo: “y ahora todo está perdido para ellos”. Cuando me dijo así, mi corazón latió fuertemente, es una sensación que yo quisiera… con palabras, ¿cómo explicarles? Imaginen todas las cosas que están pasando en este mundo, ¡y las que aún faltan! ¡y saber que no tenemos protección! Que vamos a estar en esas situaciones tan terribles, ¡en esa tribulación tan terrible! ¡y que no tengamos ese ser que nos protege!, Cristo Jesús, el Espíritu Santo, sus santos ángeles. ¡Es terrible, es terrible! Yo no, ¡yo no quisiera que ninguno de nosotros pudiera sentir esa sensación que yo sentía en ese momento al ver lo que esas personas estaban pasando! {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p3}
Entonces, miré y vi cómo el Espíritu Santo estaba trabajando en la mente y en el corazón, con un tierno amor, ¡un amor tan grande que cubría todo su ser! Más una gran copa negra venía y ahogaba lo que el Espíritu Santo estaba haciendo, lo hermoso que estaba trabajando en ellos. Entonces yo pregunté: “¿por qué? ¿por qué está pasando esto?” Entonces me dijo: “mira y escucha”. Entonces comencé a mirar y escuché. Todos los que estaban más atormentados —entonces atendí atentamente y pude ver cómo—, éstos rechazaban todo toque del Espíritu Santo en sus vidas. Vi a unos que estaban leyendo la Biblia y el Espíritu de Profecía, más ellos eran selectivos en el aprendizaje de la misma: “algunas cosas, pues, sí las vamos a hacer y otras cosas, pues, no; eso no nos parece”. Entonces vi otro grupo de personas, a estas personas, venían personas y les hablaban de tener una relación más íntima con Dios, de ayunar, de orar, de buscar al Señor de mañana, lo primero en la mañana, lo último en el día, también, antes de acostarse. Pero su corazón no se enternecía, era como si estuviera uno hablando a una pared, eran como inamovibles en sus sentimientos. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p4}
Otros grupos que estaban, también, allí, vi que ellos tenían como sueños, visiones. Dios les hablaba, aun audiblemente, fuera de su oído ellos podían escuchar la súplica del amado Señor apelando a su mente y corazón. Más ellos, como que, anteponían su criterio y su vanagloria a dicha súplica y no hacían caso. Entonces, éste se retiraba, también, tristemente. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p5}
Había otro grupo, los que decían ser más audaces, les llegaba la enfermedad o la catástrofe y, en esos momentos, el Espíritu Santo venía a apelar a su corazón por un arrepentimiento genuino. Su corazón era tocado en esa angustia y como que querían. Pero, luego que salían de esto, su corazón era, otra vez, devuelto a la maldad, al endurecimiento que tenían en el tiempo antes de pasar la catástrofe. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p6}
Otro grupo más me fue mostrado. Entonces yo veía como estas personas en accidentes fuertes, de diferentes formas, casi al borde de la muerte, eran también tocados por el Espíritu Santo. Pero éstos, en los últimos momentos, eran rescatados. Pero [les ocurría] aún otro, tras otro, tras otro, accidente, [pero,] ni aun así, se humillaban al Señor. Era como que en el momento: “¡Señor, ayúdame!” —clamaban, pero ya, luego, ya no más. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p7}
Entonces había otro grupo. A éstos sólo les importaba vivir en los placeres y momentos de este mundo, y veían con desprecio el mundo venidero, y no tenía atractivo inmediato para ellos. Así que, ellos, ni tan siquiera le ponían atención. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p8}
Entonces en ese momento, vi cómo, muchos jóvenes, su corazón iba de continuo a este mundo: en placeres, en hobbies, viajes, cruceros, otras tierras, películas, música, pornografía, adictos a juegos, coleccionando montones de dinero, o deseando tener montones de dinero. Todo esto eran trampas, hasta llevarlos al fuego de la consumación, que caía de arriba y salía de abajo, en el día final. Entonces, en ese momento, vi cómo el enemigo se despertaba al lado de sus camas. Entonces, por alguna razón, cuando ellos se acostaban, como que él se acostaba ahí, siempre estaba ahí con ellos. Y se levantaba también con ellos. Entonces, les susurraba, les sugería estas cosas del mundo, y, así, sus mentes —desde el despertar—, estaban cautivadas, ya, por el enemigo de Dios y de ellos. Aunque se hacía pasar por su amigo. Entonces, en ese momento, vi cómo el Espíritu Santo venía a ellos y les hablaba, para que reconocieran su condición, para que se arrepintieran. Más ellos le repelían, pues, para ellos esto no era atractivo, era más atractivo lo que el enemigo de Dios, y el enemigo de ellos, les decía. Entonces vi cómo se resistían, hasta que se terminó. Ellos, saliéndose del tiempo de la gracia, el Espíritu Santo de Dios se alejó. Entonces mi acompañante me dijo: “igual con adultos, ancianos y niños, a menos que reconozcan y acepten la luz de súplica, y se vuelvan completamente a la senda antigua, perecerán”. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p9}
Entonces yo vi cómo jóvenes, jóvenes bajo grandes luchas y penurias —pobreza, restricción—, lloraban y clamaban por busca de la dirección de Dios. En este otro grupo ya vi más jóvenes consagrados; ellos, día y noche, buscaban que el Señor los dirigiera. Y vino rápidamente a ellos la respuesta de que el Espíritu Santo estaba ahí, más quedaba aguardando porque quería probarlos, saber si su fe iba en crecimiento. Entonces, cuando pasó un tiempo, ya entonces, la dirección llegaba y éstos comenzaban a afianzarse en Dios, y salían corriendo. Ellos entendían, cuando se afianzaban en el Señor, su cometido. Entonces, ellos salían corriendo, sin dudas y con una alegría, ¡y con un esmero!, para llevar a otros las nuevas de salvación y tratar de rescatar otros jóvenes, —aunque no era fácil el trabajo porque muchos no querían aceptar. Entonces, aunque los ataques llegaban con fuerza, ángeles del Señor —yo veía cómo—, los protegían, cómo les hacían barrera mientras ellos cumplían el cometido del Señor. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p10}
Entonces, cambió esa escena y vi otro grupo. Vi muchos eruditos. Estos eruditos los vi vivir en angustia y negrura por haber manchado la verdad y retener y oprimir la obra del Espíritu Santo en la vida de su rebaño. Entonces, yo los veía caer al suelo como cuando cae una palma real por un fuerte viento. Ellos trataban, y trataban y trataban, de levantarse; pero estaban agarrados de su autosuficiencia. Aunque el Espíritu Santo les impelía que se agarraran de Cristo, el Cordero inmolado, no lo hacían porque eso requería de ellos reconocer. Tenían que arrepentirse y enmendar lo que habían hecho; y su orgullo era tal, para reconocer sus equivocaciones, que ellos preferían ir a la perdición en vez de perder su puesto y posición. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p11}
Entonces, en eso, también vi otro grupo, pero este grupo se componía de familias. Estas familias estaban viviendo vidas dobles: muchos cargos en la iglesia, con buenos trabajos de ganancia, con buena casa, carro, vestidos costosos; pero dentro, viviendo desgracia. Porque ellos luchaban, pero en su [interior] vivían vidas frustradas porque, por su vida mundana, el Espíritu Santo se había apartado de ellos. Entonces, ya la luz no les llegaba y ellos caminaban a ciegas. Entonces, por más que ellos se afanaban y por más que buscaban, la luz vino a ellos, más ellos prefirieron la oscuridad. Y, mientras estaba viendo todos estos grupos, todas estas formas en que el enemigo de las almas nos entrampa, ya, entonces, mi acompañante me dijo: “¡basta! Es el momento de que entiendas todo esto, y que vayas y le digas a las personas que, si no hacen una entrega total y absoluta al Señor, no van a poder pasar la prueba final”. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p12}
Entonces en ese momento desperté, desperté con una agonía en mi corazón, con el pecho apretado al darme cuenta, a través de este sueño, de cómo el Espíritu Santo trabaja con una forma y de unas maneras impredecibles en la vida de nosotros. ¡Con una insistencia por nuestra salvación! Como el cielo trabaja: Padre, Hijo y Espíritu Santo trabajan junto con sus ángeles en todo este ministerio de la salvación del ser humano. ¡Y cómo nosotros le corremos a esa salvación, amados hermanos! No le corramos a la salvación, dejémonos caer en las manos de Cristo Jesús porque Él es el único que nos puede salvar. Él es el único que conoce el camino al cielo. Él es el único que nos puede liberar de todas estas angustias y todas estas penurias, y es el único que nos está ofreciendo la vida eterna. El enemigo ya estuvo allá, sus ángeles malos que trabajan con él ya estuvieron allá y ellos luchan para que nosotros no lleguemos allá. ¡Amados hermanos, por favor no le hagamos caso al enemigo ni a sus ángeles, ni a las cosas que nos ofrezcan de este mundo!, porque todo esto va a pasar. Lo único que tenemos delante de nosotros es verdaderamente lo que realmente importa, es seguir a Jesús y vivir con él eternamente. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p13}
Testimonio: 24-06-2018
Amados, junio 24, 2018. Estaba yo meditando en muchas cosas. Muchas cosas que el Señor me ha dicho, que me ha mostrado, muchas interrogantes de muchas personas, muchas cosas que están pasando a nivel mundial. En fin, estaba extasiada en todas estas cosas y rogándole al Señor, realmente, pidiéndole al Señor de todo corazón, por su pueblo. [Para] que cuide [a] su pueblo en la ancha faz de la tierra, [los] que están saliendo a las montañas, que están queriendo hacer la voluntad de Dios y que el enemigo está, de una manera u otra, ensañado con ellos para que no puedan lograr el objetivo que Dios quiere para cada uno de nosotros. {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p1}
Entonces, en ese momento, mientras estaba yo en todo esto, vino palabra de Dios a mí diciendo de esta manera: He aquí hablo al guía mayor de mi rebaño: lo has saqueado y te has llenado en tus manjares con su grosura, y en huesos y despojos le has dejado. No hay ninguno que guíes que no disfrute de tus grosuras y tus deleites. Ahora pues, ¿qué dirás, que es el inminente postrer día? Y, ¿de dónde te vendrá la misericordia si has usurpado mi lugar, en mi rebaño, y de tus deleites no te privaste, aunque veías la aflicción del rebaño? He aquí, Yo tomo el control de mi verdadero rebaño y a ninguna de ellas perderé, ni se descarrilará ninguna. La levadura de vuestro corazón minó vuestra mente y no hubo discernimiento entre lo santo y lo común. Fuego extraño entró en vuestras manos, fuego que Yo no conozco; y con él estáis mancillando mi rebaño”. {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p2}
“Hoy, (de) los que te siguen, [son] con envidias, calumnias, desagradecidos, sin afecto natural, pues estos están picados por la serpiente antigua. Sabed, pues, que Yo Jehová no cambio, y a cada uno daré su justo precio. ¡Apartaos de la inmundicia! Y acercaos a Mí con un corazón recto y humillado. Alzad manos limpias hacia Mí; buscadme mientras pueda ser hallado. ¿No veis cómo el mundo gime y convulsa a mi postrer llegada? ¿Acaso otros te dirán: “aún no es el tiempo señalado y la hora aún, ya, de su venida, no es”, y engañarás a tu corazón? Y, ¿traicionarás tu corazón creyendo tal falsedad? No hay generación que haya visto estas cosas que, dentro de sí, no sepa que el tiempo es, ya, casi cumplido. ¿Qué comerás y qué beberás? ¿Acaso vestirás de gala en guerra y dormirás al son de la bocina? Vivo Yo el Eterno, que no pasará mucho sin que el mundo vea al príncipe de pecado hacerse pasar por Dios y muchos, aún de los que me conocen, le adorarán pues amaron sus deleites más que a Mí. Pronto, mi pueblo estará listo y a una proclamarán el mensaje final. Y, cuando veas esto, tú que duermes, ¿tendrás tiempo de despertar? Vestíos de luto porque día grande y presuroso es el día de Jehová y pronto está, a las puertas. La tierra se estremece y gime, el mar brama y los cielos lo denuncian. ¿Acaso será que todos reconocen mi proximidad menos los seres pensantes? {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p3}
¡Ay del que busca excusa para seguir sus propios caminos y se burla del que, humildemente, me busca! Pues allí será el lloro y el crujir de dientes. Ten, en sobremanera, vergüenza de tu condición y arrepiéntete pues, si no, vendré contra ti y serás estopa en medio del sequedal”. {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p4}
“¡Jóvenes insensatos, que vais tras la vanidad del mundo! ¿no sabéis que el Santo de Israel pesa vuestros corazones? ¿A dónde escaparéis en el día de aflicción? ¿y qué ídolo vuestro será [vuestro] defensor?” {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p5}
“¡Mujeres insensatas, que vivís la vida sin desear al Amado de los amados!”
“¡Hombres, vivís deseando el fuego de la perdición y pensáis que este no os llegará! ¿Acaso seguir el consejo juvenil, y sus deseos, será vuestra escapatoria? ¿acaso estrechar los pechos adúlteros te ayudará? ¡Miserables sois con miseria vuestra, pues habéis elegido el camino de la perdición! Y, ¿quién te seguirá? El falto de entendimiento”, contestó, “y apartado de la verdad”. {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p6}
“Vendiste la verdad por precio; y, ¿de qué te servirá? ¿de qué te servirá perder la verdad por precio? ¿acaso a Judas le sirvió? ¿acaso a Ananías y a Safira les sirvió? He aquí Yo pongo ante ti la balanza y mido tu camino, ¿qué, pues, veré?” {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p7}
“El hombre insensato paga votos por su salvación más el justo descansa en Dios, su Dios, confiado. ‘Porque caerán a tu lado mil y diez mil a tu diestra más a ti no llegarán’, ‘más no así con los malos que los arrebata el viento, por tanto, no se levantarán los malos en el día del juicio’. Dices en tu corazón: ‘no veré mal sino bien’. Más, he aquí, Yo salgo a ti con escarnio por cuanto has puesto a un lado al Santo de Israel”. {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p8}
Terminó de decir estas palabras, amados, y me dijo: “Oseas 4:6-10”. Quiera Dios, quiera Dios, y es mi ruego y oración, que cada uno de nosotros escuchemos la voz de Dios antes de que sea demasiado tarde para todos. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p9}
Oseas 4:6-10
6 Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento. Porque tú desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
7 Conforme a su grandeza así pecaron contra mí; [por tanto], cambiaré su honra en afrenta.
8 Comen del pecado de mi pueblo, y en su maldad levantan su alma.
9 Tal será el pueblo como el sacerdote: y visitaré sobre él sus caminos, y le pagaré conforme a sus obras.
10 Y comerán, mas no se saciarán; fornicarán, mas no se aumentarán; porque dejaron de escuchar a Jehová.
Testimonio: 20-10-2018 #01
Amados, octubre 20, 2018. En sueños, el Señor me mostró un lienzo enorme. Los ángeles venían a echar canastas. Eran, cuando veía lo que ellos echaban, yo veía que ellos estaban recolectando personas por todo el mundo. Entonces estos ángeles, yo los veía en diferentes campos, estaban cortando algo parecido a la hierba o zacate alto y todas tenían una espiga. Me dijo mi acompañante: observa”. Entonces, vi muchos ángeles segando en aquel gran campo y, mientras unos segaban, otros cargaban y otros salían con el cargamento. Entonces yo quedé mirando esto cuando, de pronto, vi, a los que salían con el cargamento, volar prestamente a un lugar donde se extendía ese gran lienzo —éste tenía huecos muy finos y era también muy resistente. Yo los vi echar su cargamento ahí y retirarse, al ellos retirarse de ese lugar, yo veía cómo, otros ángeles, prestamente pasaban por encima del lienzo y debajo de él salían unas semillas que otros ángeles colectaban y llevaban a un gran embudo. Entonces los que quedaban en el lienzo, veía yo era algo así como sin peso, pues el viento soplaba y estos salían rápidamente volando del lienzo. {Daisy Escalante: 20-10-2018 #01, es.p1}
Entonces, yo miraba esto, cuando mi acompañante me dijo: “observa”. Entonces yo vi los ángeles que trabajaban arduamente en el embudo, todos trabajaban allí con una gran habilidad y presteza tremenda. Estos echaban en él los granos salidos del lienzo, pero este embudo tenía, casi en su final, unas finas navajas que sólo algunos granos salían enteros y la mayoría salían en polvo. Y, mientras yo miraba esto, pregunté qué significaba aquello, porque yo no entendía. Entonces mi acompañante contestó: “ve y entiende”. Entonces vi el cedazo enorme, que recibe de los ángeles cosechadores el producto obtenido del campo. “Ahí se separa lo servible de lo inservible”, me dijo. “Luego esto, aparentemente servible, es echado al embudo. Allí es donde realmente se denota lo servible y se pulveriza lo inservible. Observa” —me dijo. {Daisy Escalante: 20-10-2018 #01, es.p2}
Entonces, yo miré, y vi dos ángeles prestos, y muy hábiles en su trabajo, que tomaban los granos enteros, los que eran servibles, y con rigurosidad y cuidado los ponían en sacos resplandecientes, blancos y los llevaban detrás de unas enormes puertas y ahí los dejaban. Vi encima de las puertas un escrito: ‘Granero Celestial’. {Daisy Escalante: 20-10-2018 #01, es.p3}
Entonces, me disponía yo a preguntar, cuando mi acompañante me dijo: “ya es casi concluido el trabajo de separar la paja del trigo. Muchos han creído a hombres que dicen asegurar que esto no ha comenzado; más, hoy eres testigo de esto, la paja y el trigo no pueden permanecer juntos, pues, cuando llegan los problemas, esta vuela con el viento de la tempestad, más el grano queda. Más aún, este grano es necesario que pase por el crisol de la gran tempestad y sólo los fuertes, los resistentes, saldrán ilesos para ser juntados y llevados al Granero Celestial, esta es nuestra obra en este momento”. Entonces pregunté: “¿en cuál paso están?” Me respondió: “estamos en el fin del trabajo del cedazo: recogiendo los granos que caen; pues, pronto, entrarán al embudo y, cualquier apariencia, ahí será descubierta”. {Daisy Escalante: 20-10-2018 #01, es.p4}
Ahí amados desperté, y meditaba yo en estas cosas, cuando se me dijo: “Malaquías 4”. Así que me quedé ahí, amados, meditando en estas cosas y espero que cada uno de nosotros también meditemos porque el Señor está muy interesado, amados hermanos, en que sepamos en qué tiempo estamos viviendo para que veamos la urgencia de que necesitamos profundamente de Él para ser salvos, si es que realmente queremos ser salvos. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 20-10-2018 #01, es.p5}
Malaquías 4
1 Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno; y todos los soberbios, y todos los que hacen maldad, serán estopa; y aquel día vendrá y los abrasará, dice Jehová de los ejércitos, el cual no les dejará ni raíz ni rama.
2 Mas para vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.
3 Y hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo haré esto, dice Jehová de los ejércitos.
4 Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.
5 He aquí, yo os envío a Elías el profeta, antes que venga el día de Jehová grande y terrible.
6 Él convertirá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres; no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.
Testimonio: 16-03-2019 #02
Amados, 16 de marzo 2019. A las 12:15 pm, mientras meditaba en las cosas que el Señor me ha dejado saber, vino palabra de Dios a mí diciendo: “la licenciosidad en el matrimonio —donde se practican prácticas homosexuales y de lesbianismo, la lascivia, el pecado secreto, y actos animales—, degradan al ser humano volviéndolo, así, insensible a la voz de Dios. Este es el mayor de los planes del enemigo que desde tiempos inmemorables ha sido trabajado, en él, hasta llegar a ser, hoy, lo que estamos viendo.” {Daisy Escalante: 16-03-2019 #02, es.p1}
“Si nuestra necesidad es que Dios os dirija y proteja siempre, ¿podréis, acaso, pensar que, en tales prácticas, el Señor y sus ángeles están? Velad, porque el adversario salió a vuestra destrucción.” {Daisy Escalante: 16-03-2019 #02, es.p2}
“¿Qué más odió satanás sino lo que Dios mismo constituyó en el huerto del Edén? ¿el matrimonio entre hombre y mujer —siendo el hombre la cabeza del hogar, este patriarcado sólo válido ante Dios, al ser Dios la cabeza de éste—? El día sagrado, pacto entre Dios y el hombre, es a saber el sábado, séptimo día de la semana del Señor, el shabat, que Dios mismo lo guardó con la santa pareja en aquel huerto que Él mismo preparó en un campo maravilloso. Era, pues, muy sabido por el enemigo de Dios que, si nos apartamos del patriarcado dando lugar hacia el matriarcado, y practicando el paganismo desde antes de Jezabel, el matrimonio estaría en peligro infernal. Así también el vivir en las ciudades y desechar el campo como cosa ruin, baja, aborrecible, lleva al ser humano a la transgresión voluntaria, o involuntaria, del sábado del Señor. Por tal razón, estas instituciones gemelas fueron pilares plasmados desde el inicio de la humanidad.” {Daisy Escalante: 16-03-2019 #02, es.p3}
“Satanás ha plasmado la rebeldía en esto para, así, asegurarse la destrucción humana. Así, con el hogar destruido, recomienda al ser humano: ‘tu felicidad es primero, haz lo que quieras, todo es válido por tu felicidad’. Y así, las más bajas pasiones alimentadas por una creencia errónea, y alimentadas por una carne corrompida, y con una sangre efervescente por la alimentación a base de animales y todo lo que proviene de animal, y lejos de Dios, sucumben [a] los horrores más denigrantes que se hayan visto, sintiéndose, así, que suyo es el mundo y sus conquistas. Nada está más lejos de la verdad, pero el adversario pone un velo en sus ojos para su destrucción. Asimismo, el campo nos conecta con el Dueño y Creador de la creación. Es por esta razón que el enemigo lucha para que las masas permanezcan en las ciudades llenas de vicios y disensión. El ojo vigilante de Dios observa nuestro proceder y no podrá ser burlado. ¡Arrepentíos y buscad su rostro mientras éste pueda ser hallado!” {Daisy Escalante: 16-03-2019 #02, es.p4}
Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 16-03-2019 #02, es.p5}
Testimonio: 11-01-2020 #02
11 de enero del 2020. El Señor me dijo, profetiza otra vez y diles así: “el hombre de pecado se ha engrandecido y se ha endiosado, y sobre todo el mundo se ha levantado para crear destrucción, intriga y terror. Él es dirigido por el príncipe del mal, y éste arrasará con todo lo que se ponga a su paso. Esta es su hora, es su momento y lo aprovechará, y actuará con gran astucia y convencimiento. Le verán las naciones y lo venerarán, y pedirán a él ayuda y salvación. Grandes cosas, más fuertes de las vistas, aún, verán vuestros ojos, y todo aquel que ha sido incrédulo reconocerá que el terror está llegando a su puerta. ¡No habrá escapatoria para el maligno ni para el rebelde! Sus ojos serán manantiales de agua y su cuerpo se estremecerá como una hoja, porque no reconocieron mis palabras y no actuaron según la profecía. Calamidad tras calamidad continuará. Islas y continentes serán más fuertemente azotados. Los que ignoran mis palabras se encorvarán de dolor y sus dientes rechinarán de espanto. ¡Gente incrédula, adúltera!, ¡van buscando su bien en grandeza de comodidades, aferrados a sus bienes —que en un momento se derrumbarán—. ¡Entonces, lo que tienes, ¿de qué te servirá? Entregarán su vida por salario, para tener los deseos de su corazón que, en un segundo, serán deshechos. Ponen su vida y confianza en hombres que, según ellos, son capaces de librarlos. ¡Insensatos y faltos de entendimiento! [Hace] mucho tiempo, ya, han llegado mis palabras, y muchos rechazan el consejo. ¿Acaso, haciendo así, viviréis?” {Daisy Escalante: 11-01-2020 #02, es.p1}
“Ahora os digo a [vosotros,] mi pueblo, aquel que oye mi voz y hace mi voluntad sin cuestionar: ¡preparaos! Porque Yo pruebo vuestros corazones, el corazón mortal, para que saque a la luz la oscuridad que existe en él y que pueda, así, repudiar el mal y tornarse a M. Más muchos desean sólo su bien y su honra, y prefieren sus honores y grandezas antes [que] obedecer mis palabras. ¿Qué, pues, haré con estos? Pues, les olvidaré y les quitaré del Libro de los Vivientes, porque aborrecieron el dicho y violaron mis mandatos. ¡Esfuérzate, oh, hijo mío y camina por mis sendas, y sólo así te irá bien! ¡Apura tus pies para hacer mi voluntad, y no mires hacia atrás, porque el día viene, y es ya casi, cuando muchos querrán seguir mis palabras y volverse a Mí, y ya no podrán! Obedeced implícitamente, y viviréis”. {Daisy Escalante: 11-01-2020 #02, es.p2}
Luego de eso, me dictaron: “Isaías 54”. Palabras fieles y verdaderas del Señor para cada uno de vosotros. Que el Señor los bendiga. {Daisy Escalante: 11-01-2020 #02, es.p3}
Isaías 54
1 Alégrate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción, y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la dejada que los de la casada, dice Jehová.
2 Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.
3 Porque a la mano derecha y a la mano izquierda has de crecer; y tu simiente heredará a los gentiles, y habitarán las ciudades asoladas.
4 No temas, pues no serás avergonzada; y no te avergüences, que no serás afrentada; porque te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.
5 Porque tu marido [es] tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.
6 Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dice el Dios tuyo.
7 Por un breve momento te dejé; mas te recogeré con grandes misericordias.
8 Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; mas con misericordia eterna tendré compasión de ti, dice tu Redentor Jehová.
9 Porque esto me [será como] las aguas de Noé; que juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reprenderé.
10 Porque los montes se moverán, y los collados temblarán; mas no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz será removido, dice Jehová, el que tiene misericordia de ti.
11 Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré.
12 Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas.
13 Y todos tus hijos [serán] enseñados de Jehová; y multiplicará la paz de tus hijos.
14 Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás; y del terror, porque no se acercará a ti.
15 Si alguno conspirare contra ti, [lo hará] sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá.
16 He aquí que yo he creado al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo he creado al destruidor para destruir.
17 Ninguna arma forjada contra ti, prosperará; y tú condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Ésta es la herencia de los siervos de Jehová, y su justicia [viene] de mí, dice Jehová.
Testimonio: 07-02-2020 #01
Febrero 7, 2020. “Poned atención a Mi Palabra”, dice el Señor, “y os daré, a vuestro pedido de sincero corazón, una mente abierta y renovada, donde el Espíritu Santo pueda transmitir a vuestro entendimiento las gotas de la sabiduría de salvación.” {Daisy Escalante: 07-02-2020 #01, es.p1}
“Haced de mi Palabra vuestro estudio racional, pues debéis llenar vuestro espíritu de Mis dichos. Sólo así podréis, por medio de la fe, vencer en el tiempo de la gran apretura. No oréis con desconfianza, más bien, confiad que vuestra oración llegará al trono de la gracia, si tenéis manos limpias y sois de puro corazón. Sed como niños y caminad tras mis huellas. Sólo así seréis vencedores.” Se me dijo: “Habacuc 1-3”, y “Hageo 1-2”, que eran el estudio para este sábado, Día Santo del Señor. {Daisy Escalante: 07-02-2020 #01, es.p2}
Sean todos bendecidos con la Palabra de Dios, en el nombre de Cristo Jesús; y que este sábado sea un sábado de grandes victorias en su Nombre. Que el Señor los bendiga. {Daisy Escalante: 07-02-2020 #01, es.p3}
Habacuc 1
1 La carga que vio Habacuc profeta.
2 ¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás?
3 ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que mire molestia, y saqueo y violencia delante de mí, habiendo además quien levante pleito y contienda?
4 Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale verdadero; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcido el juicio.
5 Mirad en las naciones, y ved, y maravillaos y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, [que] aun cuando se [os] contare, no la creeréis.
6 Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, gente amarga y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las habitaciones ajenas.
7 Espantosa [es] y terrible; de ella misma saldrá su derecho y su grandeza.
8 Y sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos; y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus caballeros, y volarán como águila que se apresura a la comida.
9 Toda ella vendrá a la presa; sus rostros hacia adelante [como] el viento solano; y recogerá cautivos como arena.
10 Y escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla; se reirá de toda fortaleza, y levantará terraplén, y la tomará.
11 Luego cambiará de parecer, y pasará adelante, y ofenderá atribuyendo este su poder a su dios.
12 ¿No [eres] tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, Santo mío? ¡No moriremos! Oh Jehová, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca, lo fundaste para castigar.
13 Muy limpio [eres] de ojos para ver el mal, y no puedes ver el agravio. ¿Por qué, pues, ves a los traidores, y callas cuando el impío destruye al más justo que él,
14 y haces que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles [que] no [tienen] señor?
15 Sacará a todos con anzuelo, los atrapará con su red, y los juntará en su malla; por lo cual se gozará y hará alegrías.
16 Por esto hará sacrificios a su red, y quemará incienso a sus mallas; porque con ellos engordó su porción, y engrasó su comida.
17 ¿Vaciará por eso su red, o tendrá piedad de matar gentes continuamente?
Habacuc 2
1 Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza estaré firme; y velaré para ver qué habrá de decirme, y qué habré de responder cuando yo sea reprendido.
2 Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.
3 Aunque la visión tardará aún por tiempo, mas al fin hablará, y no mentirá; aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; no tardará.
4 He aquí se enorgullece aquel cuya alma no es recta en él; mas el justo por su fe vivirá.
5 Y también, por cuanto peca por el vino, [es] un hombre soberbio, y no queda en casa; el cual ensancha como el infierno su alma, y [es] como la muerte, que no se sacia; antes reúne para sí todas las naciones, y amontona para sí todos los pueblos.
6 ¿No han de levantar todos éstos refrán sobre él, y sarcasmos contra él? Y dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! Y, ¿hasta cuándo había de amontonar sobre sí barro espeso?
7 ¿No se levantarán de repente los que te han de morder, y se despertarán los que te han de quitar de tu lugar, y serás a ellos por rapiña?
8 Porque tú has despojado a muchas naciones, todos los que han quedado de los pueblos te despojarán; a causa de la sangre de los hombres, y de la violencia de la tierra, de las ciudades y de todos los que moran en ellas.
9 ¡Ay del que codicia ganancia deshonesta para su casa, para poner en alto su nido, para ser librado del poder del mal!
10 Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado [contra] tu alma.
11 Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá.
12 ¡Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que funda una ciudad con iniquidad!
13 ¿No [es] esto de Jehová de los ejércitos? Los pueblos pues, trabajarán para el fuego, y las gentes se fatigarán en vano.
14 Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.
15 ¡Ay del que da de beber a su compañero! ¡[Ay de ti] que le acercas tu odre y le embriagas, para mirar su desnudez!
16 Te has llenado de deshonra más que de honra; bebe tú también, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de Jehová volverá sobre ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria.
17 Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti, y la destrucción de las fieras lo quebrantará; a causa de la sangre de los hombres, y de la violencia de la tierra, de las ciudades, y de todos los que moran en ellas.
18 ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿La estatua de fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?
19 ¡Ay del que dice al palo; Despiértate; y a la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí él está cubierto de oro y plata, y no [hay] espíritu dentro de él.
20 Mas Jehová [está] en su santo templo; calle delante de Él toda la tierra.
Habacuc 3
1 Oración de Habacuc profeta, sobre Sigionot.
2 Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí: Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.
3 Dios viene de Temán, y el Santo del monte de Parán (Selah). Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza.
4 Su resplandor era como la luz, y cuernos salían de su mano; allí estaba escondido su poder.
5 Delante de su rostro iba mortandad, y a sus pies salían carbones encendidos.
6 Se paró, y midió la tierra; miró, e hizo temblar las naciones; y los montes antiguos fueron desmenuzados, los collados antiguos se humillaron. Sus caminos [son] eternos.
7 He visto las tiendas de Cusán en aflicción; las tiendas de la tierra de Madián temblaron.
8 ¿Se airó Jehová contra los ríos? ¿Contra los ríos [fue] tu enojo? ¿Tu ira contra el mar, cuando subiste sobre tus caballos, y sobre tus carros de salvación?
9 Se descubrió enteramente tu arco, los juramentos a las tribus, palabra segura (Selah). Hendiste la tierra con ríos.
10 Te vieron, [y] tuvieron temor los montes; pasó la inundación de las aguas; el abismo dio su voz, [y] a lo alto alzó sus manos.
11 El sol [y] la luna se pararon en su estancia; a la luz de tus saetas anduvieron, y al resplandor de tu fulgente lanza.
12 Con ira hollaste la tierra, con furor trillaste las naciones.
13 Saliste para salvar a tu pueblo, para salvar con tu ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, desnudando el cimiento hasta el cuello (Selah).
14 Horadaste con sus propias varas las cabezas de sus villas, que como tempestad acometieron para dispersarme; su regocijo [era] como para devorar al pobre encubiertamente.
15 Hiciste camino en el mar a tus caballos, [por] montón de grandes aguas.
16 Oí, y se conmovieron mis entrañas; a la voz temblaron mis labios; pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí; si bien estaré quieto en el día de la angustia, cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas.
17 Aunque la higuera no florezca, ni [haya] fruto en las vides; aunque falte el fruto del olivo, y los labrados no den mantenimiento; y las ovejas sean quitadas del redil, y no [haya] vacas en los corrales;
18 con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación.
19 Jehová el Señor es mi fortaleza, Él hará mis pies como de ciervas, y me hará andar sobre mis alturas. (Al principal de los cantores, sobre mis instrumentos de cuerdas)
Hageo 1
1 En el año segundo del rey Darío en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra de Jehová, por medio del profeta Hageo, a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, el sumo sacerdote, diciendo:
2 Así habla Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: El tiempo aún no ha venido, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada.
3 Vino, pues, palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo:
4 ¿[Es] para vosotros tiempo, para vosotros, de morar en vuestras casas artesonadas, y esta casa [está] desierta?
5 Pues así dice Jehová de los ejércitos: Considerad vuestros caminos.
6 Sembráis mucho, y encerráis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no estáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco horadado.
7 Así dice Jehová de los ejércitos: Considerad vuestros caminos.
8 Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella, mi voluntad, y seré glorificado, dice Jehová.
9 Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y soplo en ello. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa [está] desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa.
10 Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos.
11 Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, y sobre el trigo, y sobre el vino, y sobre el aceite, y sobre todo lo que la tierra produce, y sobre los hombres y sobre el ganado, y sobre todo trabajo de manos.
12 Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, el sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como lo había enviado Jehová el Dios de ellos; y temió el pueblo delante de Jehová.
13 Entonces Hageo, mensajero de Jehová, habló el mensaje de Jehová al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehová.
14 Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios,
15 en el día veinticuatro del mes sexto, en el segundo año del rey Darío.
Hageo 2
1 En el [mes] séptimo, a los veintiún [días] del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo:
2 Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo:
3 ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su primera gloria? ¿Y cómo la veis ahora? ¿No [es] ella como nada delante de vuestros ojos?
4 Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote; y esforzaos, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos.
5 [Según] el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros: no temáis.
6 Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco aún yo haré temblar los cielos y la tierra, y el mar y la [tierra] seca;
7 y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, dice Jehová de los ejércitos.
8 Mía [es] la plata, y mío [es] el oro, dice Jehová de los ejércitos.
9 La gloria de esta casa postrera será mayor que la de la primera, dice Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.
10 El día veinticuatro del noveno [mes], en el segundo año de Darío, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo:
11 Así dice Jehová de los ejércitos: Pregunta ahora a los sacerdotes [acerca] de la ley, diciendo:
12 Si llevare alguno las carnes santificadas en el extremo de su vestidura, y con el extremo de ella tocare pan, o vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, ¿será santificada? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: No.
13 Y dijo Hageo: Si un inmundo a causa de cuerpo muerto tocare alguna cosa de éstas, ¿será inmunda? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda será.
14 Y respondió Hageo y dijo: Así [es] este pueblo, y esta nación delante de mí, dice Jehová; y así es toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen [es] inmundo.
15 Ahora, pues, Considerad [esto] en vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pongáis piedra sobre piedra en el templo de Jehová.
16 Antes que fuesen estas cosas, venían al montón de veinte, [y] había diez; venían al lagar para sacar cincuenta [cántaros] del lagar, [y] había veinte.
17 Os herí con viento solano, y con tizoncillo, y con granizo en toda obra de vuestras manos; mas no os [convertisteis] a mí, dice Jehová.
18 Considerad, pues, ahora en vuestro corazón desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno [mes], desde el día que se echó el cimiento del templo de Jehová; Consideradlo.
19 ¿Todavía está la semilla en el granero? Si bien, la vid, la higuera, el granado y el árbol del olivo no han florecido todavía; mas desde este día [os] daré bendición.
20 Y vino otra vez palabra de Jehová a Hageo, el día veinticuatro del mes, diciendo:
21 Habla a Zorobabel, gobernador de Judá, diciendo: Yo haré temblar los cielos y la tierra;
22 y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza del reino de las naciones; y trastornaré el carro, y los que en él suben; y vendrán abajo los caballos y los que en ellos montan, cada cual por la espada de su hermano.
23 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel, hijo de Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos.