Manjar Sabático
23-01-2021
Oseas 13
1 Cuando Efraín hablaba, hubo temor; se exaltó en Israel; mas pecó en Baal, y murió.
2 Y ahora añadieron a su pecado, y de su plata se han hecho según su entendimiento, estatuas de fundición, ídolos, toda obra de artífices; acerca de los cuales dicen a los hombres que sacrifican, que besen los becerros.
3 Por tanto serán como la niebla de la mañana, y como el rocío de la madrugada que se pasa; como el tamo que la tempestad arroja de la era, y como el humo que sale de la chimenea.
4 Mas yo [soy] Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí.
5 Yo te conocí en el desierto, en tierra seca.
6 En sus pastos se saciaron, se llenaron, y se ensoberbeció su corazón; por esta causa se olvidaron de mí.
7 Por tanto, yo seré para ellos como león; como un leopardo en el camino los espiaré.
8 Como osa que ha sido privada de [sus cachorros] los encontraré, y desgarraré las telas de su corazón, y allí los devoraré como león; fiera del campo los despedazará.
9 Te destruiste a ti mismo, oh Israel, mas en mí [está] tu ayuda.
10 ¿Dónde está tu rey, para que te salve con todas tus ciudades; y tus jueces, de los cuales dijiste: Dame rey y príncipes?
11 Te di rey en mi furor, y lo quité en mi ira.
12 Atada [está] la maldad de Efraín; su pecado está guardado.
13 Dolores de mujer de parto le vendrán; es un hijo no sabio, que de otra manera no se detuviera tanto en el tiempo del nacimiento de los hijos.
14 De la mano del sepulcro los redimiré, los libraré de la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción, oh sepulcro; el arrepentimiento será escondido de mis ojos.
15 Aunque él fructifique entre [sus] hermanos, vendrá el solano, viento de Jehová, subiendo de la parte del desierto, y se secará su manantial, y se agotará su fuente; él saqueará el tesoro de todos los vasos preciosos.
16 Samaria será asolada, porque se rebeló contra su Dios; caerán a espada; sus niños serán estrellados, y sus mujeres encintas serán abiertas.
Oseas 14
1 Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; pues por tu pecado has caído.
2 Tomad con vosotros palabras, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acéptanos con gracia, y daremos becerros de nuestros labios.
3 No nos librará Asiria; no montaremos sobre caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: [Vosotros sois] nuestros dioses; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.
4 Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.
5 Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.
6 Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y su fragancia como el Líbano.
7 Volverán, y se sentarán bajo su sombra; serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid; su olor [será] como el del vino del Líbano.
8 Efraín [dirá]: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo [seré] a él como el ciprés verde; de mí será hallado tu fruto.
9 ¿Quién [es] sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová [son] rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes tropezarán en ellos.
Testimonios Selectos, tomo 1, capítulo 18:
El 14 de mayo de 1851, vi la hermosura y belleza de Jesús. Al contemplar su gloria, no se me ocurrió el pensamiento de que pudiera verme separada para siempre de su presencia. Vi una luz que irradiaba del resplandor que circuía al Padre, y al acercarse a mí la luz, se estremeció mi cuerpo y temblé como las hojas. Creí que si se me acercaba perdería la existencia; pero la luz pasó de largo. Entonces tuve algún concepto del grande y terrible Dios con quien hemos de tratar. Entonces comprendí cuán débil idea tienen algunos de la santidad de Dios, y cuán mucho toman su santo y venerado nombre en vano, sin advertir que hablan de Dios, del grande y terrible Dios. Mientras oran, emplean algunas expresiones irreverentes y descuidadas que agravian al tierno Espíritu del Señor y motivan que sus peticiones no lleguen al cielo. {1TS 110.1}
También vi que muchos ignoran lo que deben ser a fin de vivir a la vista del Señor durante el tiempo de angustia, cuando no haya Sumo Sacerdote en el santuario. Los que reciban el sello del Dios vivo y sean protegidos en el tiempo de angustia deben reflejar plenamente la imagen de Jesús. {1TS 110.2}
Vi que muchos descuidaban la preparación necesaria, esperando que el tiempo del “refrigerio” y la “lluvia tardía” los preparase para sostenerse en el día del Señor y vivir en su presencia. ¡Oh! ¡y a cuántos vi sin amparo en el tiempo de angustia! Descuidaron la necesaria preparación, y por lo tanto, no podían recibir el refrigerio indispensable de un Dios santo. Quienes se nieguen a ser tallados por los profetas y no obedezcan la entera verdad para purificar su corazón, y presuman ser de mucho mejor condición de la que son realmente, llegarán al tiempo de las plagas, y entonces echarán de ver que les hubiera sido necesario que los tallasen y escuadrasen para la edificación. Pero entonces no habrá ya tiempo para ello ni tampoco Mediador que abogue por ellos ante el Padre. Antes de este tiempo se ha promulgado la solemne declaración que dice: ‘El que es injusto, sea injusto todavía: y el que es sucio, ensúciese todavía: y el que es justo, sea todavía justificado: y el santo sea santificado todavía.” Apocalipsis 22:11. Vi que nadie podía participar del “refrigerio” a menos de vencer todas las tentaciones y triunfar contra el orgullo, el egoísmo, el amor al mundo y toda palabra y obra mala. Por lo tanto, debemos nosotros acercarnos más y más al Señor y buscar anhelosamente la preparación necesaria que nos habilite para permanecer firmes en la batalla, el día del Señor. Recuerden todos que Dios es santo y que únicamente seres santos podrán morar alguna vez en su presencia. {1TS 111.1}
Testimonio: 09-10-2017
Amados, el 9 de octubre 2017. También estaba de mañana; estábamos en el culto y estaba meditando en lo que el Señor me había mostrado la mañana anterior. No me podía quitar eso de la cabeza, era muy triste el sufrimiento, ¡mucha angustia! {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p1}
Entonces en ese momento, vi cómo, muchos, estando en las montañas por largos años atrás, bajaban de ellas para instalarse en las llanuras. Se había puesto todo difícil y ya no querían seguir pasando trabajo, no soportaban la situación. Entonces, comenzaron a bajar a la llanura para buscar mejoría, para buscar más comodidad, según ellos, más tranquilidad, más fáciles las cosas. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p2}
Entonces, de repente, el hambre arreció, y todos buscaban en todo lugar por encontrar un bocado de pan, pero ellos no lo encontraban. La búsqueda se hacía cada vez más intensa e insoportable, y las personas se abalanzaban unas sobre otras tratando de alimentarse unos de los otros. ¡Fue terrible, amados, aquella escena de sufrimiento que había por todo lugar! Todo lugar se veía en violencia, hambre, y los que habían bajado de las montañas, yo podía ver que deseaban volver a ellas, pero, por más que lo intentaban ya no podían, por alguna razón. Entonces, perecían en esa gran turba de violencia. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p3}
Entonces, luego, se me mostraron otras montañas. Allí había fieles hijos de Dios que miraban a lo lejos la desgracia de las llanuras, y oraban por protección. Estos habían pasado mucho sufrimiento, mucho dolor, largos días de muchas situaciones de penurias, bien difíciles, pero se mantuvieron ahí, confiando en el Señor, que eran los lugares que el Señor había destinado para ellos y por ninguna razón bajaban. Entonces, allí, ellos se sentían seguros. ¡Ah, eso sí! Se me mostró que ellos se sentían allí seguros por alguna razón. Entonces pregunté: “¿por qué razón, además de vivir en las montañas, ellos están seguros?” Mi acompañante me contestó: “observa, ¿ves?”, me dijo. Entonces vi cómo tenían plantas para comer, vegetales, frutos menores, y las cosechas, ellos las tenían, allí cerca de su casa. Y confeccionaban sus alimentos con ellos, eran alimentos sencillos pero sustanciales; tenían todo lo que necesitaban. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p4}
Entonces, asimismo vi cómo un joven sacaba agua de un riachuelo, junto a la pequeña cabaña donde ellos estaban viviendo. Entonces le dije: “¿es todo?” Y me dijo: “ven, te mostraré”. Entonces vi cómo, dentro de su humilde pero fuerte cabaña, tenían todo lo necesario, allí: vi abrigo, vi comida, vi agua, vi también cómo tenían plantas disecadas que me dijeron que era su medicina. Entonces, también, vi sus muebles: sólo unas sillas, una mesa, una cobija y unas camas. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p5}
Pero ellos vivían felices y se sentían seguros en aquella tan cruel tempestad que asolaba en la llanura. Entonces cuando estábamos por salir, vi cómo aquella familia, en un rincón de esta humilde choza que se me mostró, tenía una mesita color madera, y allí tenían tres libros, me impactó pues, sabía que antes también los había visto. Entonces me acerqué a ver y vi: la sagrada Biblia, algo que se parecía al Conflicto de los Siglos —porque no decía el Conflicto de los Siglos pero parecía un libro del Espíritu de Profecía, o sea por el color y por la forma y el tamaño—, y el Himnario antiguo Adventista. Entonces, le pregunté a mi acompañante si podía hojear el libro, que para mí era el Conflicto de los Siglos, y él me dijo: “hazlo”. Entonces lo tomé y lo abrí y, para mi sorpresa, era un libro enciclopédico de los libros del Espíritu de la Profecía, tenía varios libros, allí, en uno. Entonces, allí estaban, pude ver: Patriarcas y Profetas, Profetas y Reyes, El Deseado de Todas las Gentes, Conflicto los Siglos, Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, Temperancia. También me acuerdo que vi: Mente, Carácter y Personalidad, Ministerio de Curación, Historia de la Redención, Evento de los Últimos Días, etcétera, etcétera. Iba viendo títulos de diferentes libros que componían aquella enciclopedia. Entonces, pude ver esto mientras hojeaba el libro y lo puse luego en su lugar, y salimos de aquella cabaña. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p6}
Entonces él me dijo: “sin profecía el pueblo se desenfrena, es menester obedecer a Dios antes que a los hombres”. Y salimos de aquel lugar maravilloso, se sentía una paz, amados, una seguridad… Y en ese momento, cuando estaba sintiendo esa paz y esa seguridad que me daba estar nada más en aquel lugar, de verlo, ahí desperté, de esto que me estaba pasando. Siempre cuando les digo: “ahí desperté”, es como que, no porque estaba dormida sino, como, porque ahí todo, todo, desperté otra vez a la realidad de lo que tenía al frente —porque esto me pasó estando despierta, yo ya me había levantado de mi cama—. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p7}
Entonces cuando ya terminó todo esto, estaba yo con la maravillosa seguridad de [que] lo que Dios desea que estemos haciendo aquellos que anhelamos su protección, [es] aguardar con ansias su venida, ubicarnos en los lugares donde él quiere que estemos para que no suframos —para que cuando arrecie más esta tempestad, que esto aún está tocando un poquito, lo que vemos, porque aún más se va a apretar, amados hermanos—, que podamos estar seguros en Él. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p8}
Así que, mi deseo y oración es que cada uno de nosotros roguemos por la voluntad de Dios, y que, donde Él nos diga que estemos, no importa lo que estemos pasando, las situaciones, a lo mejor fuertes, pero que, si el Señor quiere que estemos ahí, que estemos ahí porque bajo sus alas es que estamos seguros. Recibiendo sus instrucciones y haciendo su voluntad, es como único vamos a seguir hacia adelante. Quiera Dios que muchos le esperen de igual manera y sean bendecidos en Cristo Jesús. Dios me los bendiga. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p9}
Testimonio: 02-11-2017
Anoche, amados, noviembre 2 del 2017, el Señor me dio un sueño. En este sueño yo veía cómo las personas, en los diferentes lugares donde estaban, salían —por la desesperación—, buscando refugio en otros lugares. Entonces, yo veía cómo las personas se iban, y por más que yo trataba de decirles: “miren, pero, ¡quédense! ¡porque aquí es donde Dios nos tiene, y aquí es donde nosotros tenemos que estar! ¡Ahora es el momento de ayudar, de ayudar al que está al lado de nosotros!” Ellos escapaban por su vida, en la desesperación, porque como no se habían preparado no sabían qué hacer. Su desesperación los llevaba a buscar otras tierras, otros rumbos. Entonces yo me trataba de parar al frente de ellos porque vi una línea muy larga, y ellos entraban por esa puerta, y ya cuando entraban por esta puerta pues ya no los veía más, era como que esa puerta los llevaba a los diferentes destinos a donde ellos querían ir. {Daisy Escalante: 02-11-2017 , es.p1}
Entonces mientras yo estaba en esa desesperación de tratarlos, de que ellos entendieran, y agarrarlos para que no se fueran, apareció entonces mi acompañante y me dijo: “Daisy, déjalos. Su suerte ya está echada”. Entonces yo dije: “Señor, pero yo estoy tratando de que se despierten, de que se den cuenta que, no importa donde quiera que se vayan, esto va a ser mundial, y va a llegar. Entonces, va a ser más difícil para ellos, porque si no se prepararon ahora, o sea antes en tiempo de paz, ahora en tiempo de guerra va a ser más difícil”. Entonces me dijo: “tranquila”. Entonces me llevó a otro lugar, en ese otro lugar, cuando fui allí, vi personas que estaban sentadas, estas personas habían perdido su casa, tenían muy poco que comer, pero tenían un arroyo. Ellos, de ahí, tomaban su agua, y lo poco que tenían de comer no solamente comían ellos, sino que compartían con otros. Entonces yo decía: “Señor, pero, ¡mira! Están ahí tratando de levantar sus paredes, su casita, porque se les vino abajo. Y, ¿por qué ellos no están en desesperación? Y aquellos que tenían, hasta, casas de cemento, que no se les cayó nada y no perdieron nada, ¿por qué están con esa desesperación?” Entonces mi acompañante me dijo: “es que no es la preparación material únicamente, necesitamos la preparación espiritual. {Daisy Escalante: 02-11-2017 , es.p2}
Entonces yo veía cómo estas personas se desenvolvían, y cómo, a su vez, mientras en el diario de su vida, de ellos desenvolverse, en el camino, también ayudaban a otras personas que también estaban caídas, a que se levantasen. ¡Fue tan linda aquella escena! Se pareció mucho a lo que estamos viviendo ahora aquí en Puerto Rico, y en México, y en otros lugares que ustedes ya conocen [pues] esto es de ámbito, ya, nacional lo que está pasando, [se conoce] en todo el mundo. Entonces, en ese momento, cuando ya estoy en un lugar, ahí viendo todo lo que estaba pasando, desperté. Y, cuando desperté: “¿ya?” -dije-, “¿ya? ¿ya se acabó?” —dije para adentro de mí, en mi mente—. Entonces, la voz volvió y me dijo: “tu esposo te va a decir algo”. {Daisy Escalante: 02-11-2017 , es.p3}
Entonces, en este momento yo me quedé así. Eran alrededor de las tres y media de la mañana, casi las cuatro, por ahí. Entonces me quedo mirando a mi esposo y digo: “pero, ¿cómo que mi esposo me va a decir algo? ¡[si] él está totalmente dormido!” Y en este momento mi esposo me dice: “Daisy, tuve un sueño”, y comenzó a contarme el sueño. Entonces me dijo: “tengo que leer algo, y cuando abrió su biblia, cayó en Jeremías 40. Entonces como ya me habían dado este capítulo para otra persona que tenía que enviárselo anteriormente, éste, me llamó mucho la atención. Entonces comencé a leer Jeremías 40 y cuando leí Jeremías 40 el Señor me dijo: lee Jeremías 40 pero lee también hasta el 44. Entonces este es el matinal que tuvimos esta mañana todos acá en nuestra casa y nos pudimos dar cuenta de que, cuando Dios habla a los que van a traer el castigo sobre las naciones desobedientes, muchas veces los que traen el castigo son aún más obedientes que los que realmente nos decimos ser los hijos de Dios. {Daisy Escalante: 02-11-2017 , es.p4}
Entonces allí vemos esta dinámica, amados hermanos, de cómo Dios, pues, fue llevando a Jeremías a instruir al pueblo, más el pueblo no hizo caso. Ellos pensaron que, yendo a Egipto a buscar comida, a buscar lo que ellos necesitaban, allí encontraron la espada, allí encontraron la muerte, allí encontraron el hambre y la sed para ellos y sus familias. Quiera Dios que cada uno de nosotros que escuchemos esto, recapacitemos y nos demos cuenta, porque yo los pude ver en el sueño que ellos salían más no podían regresar, porque la situación se había puesto tan terrible y tan precaria que había sido bien difícil, bien difícil, y ellos estaban enterrando sus manos en la tierra para buscar comida más no la encontraban. {Daisy Escalante: 02-11-2017 , es.p5}
Quiera Dios que sigamos las instrucciones de Dios y nos estemos quietos, y que podamos darnos cuenta que estamos bajo la dirección de un Dios todopoderoso, que todo lo que está pasando en este mundo no está pasando de incógnito ante sus ojos, sino que él está al control de todo, esto es un tiempo de que tiene que pasar lo que tiene que pasar, más Dios está pendiente de sus verdaderos hijos. Si confiamos en Él, no vamos a salir huyendo a ningún lugar, sencillamente vamos a esperar en Cristo Jesús, vamos a esperar sus órdenes. Si el Señor dice: “muévete”, te mueves. Si el Señor dice: “quédate”, te quedas. Si el Señor dice: “ve, haz esto, di esto, come esto, no comas esto”, hazlo. Porque el Señor está dando instrucciones contundentes en estos últimos días para que sus hijos sepan lo que tienen que hacer. Quiera Dios que esto no caiga en oídos sordos y que todos nos podamos preparar, y que todos más que prepararnos físicamente, materialmente, más que eso, es prepararnos espiritualmente en Cristo Jesús. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 02-11-2017 , es.p6}
Jeremías 40
1 Palabra que vino a Jeremías de parte de Jehová, después que Nabuzaradán capitán de la guardia le envió desde Ramá, cuando le tomó estando atado con esposas entre todos los que fueron llevados cautivos de Jerusalén y de Judá que fueron desterrados a Babilonia.
2 Tomó pues, el capitán de la guardia a Jeremías, y le dijo: Jehová tu Dios habló este mal contra este lugar;
3 y Jehová lo ha traído y hecho según lo había dicho; porque pecasteis contra Jehová, y no oísteis su voz, por eso os ha venido esto.
4 Y ahora yo te he soltado hoy de las esposas que tenías en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, ven, y yo miraré por ti; mas si no te parece bien venir conmigo a Babilonia, déjalo; mira, toda la tierra está delante de ti; ve a donde mejor y más cómodo te pareciere ir.
5 Y aún no se había vuelto él, cuando [le dijo]: Vuélvete a Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán, al cual el rey de Babilonia ha puesto sobre todas las ciudades de Judá, y vive con él en medio del pueblo; o ve a donde te pareciere más cómodo ir. Y el capitán de la guardia le dio provisiones y un presente, y le despidió.
6 Se fue entonces Jeremías a Gedalías hijo de Ahicam, a Mizpa, y moró con él en medio del pueblo que había quedado en la tierra.
7 Y como oyeron todos los príncipes del ejército que estaba por el campo, ellos y sus hombres, que el rey de Babilonia había puesto a Gedalías hijo de Ahicam sobre la tierra, y que le había encomendado los hombres, y las mujeres, y los niños, y los pobres de la tierra, que no fueron llevados cautivos a Babilonia.
8 Vinieron luego a Gedalías en Mizpa, [esto es], Ismael hijo de Netanías, y Johanán y Jonatán hijos de Carea, y Seraías hijo de Tanhumet, y los hijos de Efi netofatita, y Jezanías hijo de un maacatita, ellos y sus hombres.
9 Y les juró Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán, a ellos y a sus hombres, diciendo: No tengáis temor de servir a los caldeos; habitad en la tierra, y servid al rey de Babilonia, y tendréis bien.
10 Y he aquí que yo habito en Mizpa, para estar delante de los caldeos que vendrán a nosotros; mas vosotros, tomad el vino, los frutos del verano y el aceite, y ponedlo en vuestros almacenes, y quedaos en vuestras ciudades que habéis tomado.
11 Asimismo todos los judíos que [estaban] en Moab, y entre los hijos de Amón, y en Edom, y los que [estaban] en todas las tierras, cuando oyeron decir como el rey de Babilonia había dejado un remanente en Judá, y que había puesto sobre ellos a Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán,
12 todos estos judíos regresaron entonces de todas las partes adonde habían sido echados, y vinieron a tierra de Judá, a Gedalías en Mizpa; y tomaron vino y muchísima fruta de verano.
13 Y Johanán, hijo de Carea, y todos los príncipes de la gente de guerra que estaban en el campo, vinieron a Gedalías en Mizpa,
14 y le dijeron: ¿No sabes de cierto como Baalis, rey de los hijos de Amón, ha enviado a Ismael hijo de Netanías, para matarte? Mas Gedalías hijo de Ahicam no los creyó.
15 Entonces Johanán hijo de Carea habló a Gedalías en secreto, en Mizpa, diciendo: Yo iré ahora, y heriré a Ismael hijo de Netanías, y ningún hombre lo sabrá: ¿por qué te ha de matar, y todos los judíos que se han reunido a ti se dispersarán, y perecerá el resto de Judá?
16 Pero Gedalías hijo de Ahicam dijo a Johanán hijo de Carea: No hagas esto, porque falso es lo que tú dices de Ismael.
Jeremías 41
1 Y aconteció en el mes séptimo, que vino Ismael hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la simiente real, y algunos príncipes del rey, y diez hombres con él, a Gedalías hijo de Ahicam en Mizpa; y juntos comieron pan allí en Mizpa.
2 Y se levantó Ismael hijo de Netanías, y los diez hombres que con él estaban, e hirieron a espada a Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán, matando así a aquel a quien el rey de Babilonia había puesto sobre la tierra.
3 Asimismo hirió Ismael a todos los judíos que estaban con él, con Gedalías en Mizpa, y a los soldados caldeos que allí se hallaron.
4 Sucedió además, un día después que mató a Gedalías, cuando nadie [lo] sabía [aún],
5 que venían unos hombres de Siquem y de Silo y de Samaria, ochenta hombres, raída la barba, y rotas las ropas, y arañados y traían en sus manos ofrenda y perfume para llevar a la casa de Jehová.
6 Y de Mizpa les salió al encuentro, llorando, Ismael hijo de Netanías: y aconteció que como los encontró, les dijo: Venid a Gedalías, hijo de Ahicam.
7 Y fue que cuando llegaron al medio de la ciudad, Ismael hijo de Netanías los degolló, [y los echó] dentro de una cisterna, él y los hombres que con él estaban.
8 Mas entre aquellos fueron hallados diez hombres que dijeron a Ismael: No nos mates; porque tenemos en el campo tesoros de trigos, y cebadas, y aceite, y miel. Y los dejó, y no los mató entre sus hermanos.
9 Y la cisterna en que echó Ismael todos los cadáveres de los hombres que él había matado a causa de Gedalías, era la misma que el rey Asa había hecho a causa de Baasa, rey de Israel; la llenó de muertos Ismael, hijo de Netanías.
10 Después Ismael llevó cautivo a todo el resto del pueblo que [estaba] en Mizpa; a las hijas del rey y a todo el pueblo que en Mizpa había quedado, el cual Nabuzaradán, capitán de la guardia, había encargado a Gedalías, hijo de Ahicam. Los llevó, pues, cautivos Ismael hijo de Netanías, y se fue para pasarse a los hijos de Amón.
11 Y oyó Johanán hijo de Carea, y todos los príncipes de la gente de guerra que estaban con él, todo el mal que había hecho Ismael, hijo de Netanías.
12 Entonces tomaron todos los hombres, y fueron a pelear con Ismael hijo de Netanías, y lo hallaron junto al gran estanque que [está] en Gabaón.
13 Y aconteció que como todo el pueblo que [estaba] con Ismael vio a Johanán hijo de Carea, y a todos los príncipes de la gente de guerra que estaban con él, se alegraron.
14 Y todo el pueblo que Ismael había traído cautivo de Mizpa, se tornaron, y volvieron, y se fueron a Johanán hijo de Carea.
15 Mas Ismael hijo de Netanías se escapó delante de Johanán con ocho hombres, y se fue a los hijos de Amón.
16 Y Johanán hijo de Carea, y todos los príncipes de la gente de guerra que con él [estaban], tomaron todo el resto del pueblo que habían recobrado de Ismael hijo de Netanías, de Mizpa, después que hirió a Gedalías hijo de Ahicam: hombres de guerra, y mujeres, y niños, y los eunucos que Johanán había hecho tornar de Gabaón;
17 y fueron y habitaron en Gerut-quimam, que es cerca de Belén, a fin de partir y meterse en Egipto,
18 por causa de los caldeos; porque temían de ellos, por haber herido Ismael hijo de Netanías a Gedalías hijo de Ahicam, al cual el rey de Babilonia había puesto sobre la tierra.
Jeremías 42
1 Y vinieron todos los capitanes de la gente de guerra, y Johanán hijo de Carea, y Jezanías hijo de Osaías, y todo el pueblo desde el menor hasta el mayor,
2 y dijeron al profeta Jeremías: Sea acepta nuestra súplica delante de ti, y ora por nosotros a Jehová tu Dios, por todo este remanente (pues de muchos hemos quedado unos pocos, como nos ven tus ojos),
3 para que Jehová tu Dios nos enseñe camino por donde vayamos, y lo que hemos de hacer.
4 Y el profeta Jeremías les dijo: Ya he oído. He aquí que voy a orar a Jehová vuestro Dios, como habéis dicho; y será que todo lo que Jehová os respondiere, os [lo] declararé; no os reservaré palabra.
5 Y ellos dijeron a Jeremías: Jehová sea testigo entre nosotros de la verdad y de la lealtad, si no hiciéremos conforme a todo aquello para lo cual Jehová tu Dios te enviare a nosotros.
6 Sea bueno, o sea malo, a la voz de Jehová nuestro Dios, al cual te enviamos, obedeceremos; para que, obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios, tengamos bien.
7 Y aconteció que al cabo de diez días vino palabra de Jehová a Jeremías.
8 Y llamó a Johanán hijo de Carea, y a todos los capitanes de la gente de guerra que con él [estaban], y a todo el pueblo desde el menor hasta el mayor;
9 Y les dijo: Así dice Jehová Dios de Israel, al cual me enviasteis para presentar vuestras súplicas delante de Él:
10 Si os quedareis quietos en esta tierra, os edificaré, y no os destruiré; os plantaré, y no os arrancaré: porque arrepentido estoy del mal que os he hecho.
11 No temáis de la presencia del rey de Babilonia, del cual tenéis temor; no temáis de su presencia, ha dicho Jehová, porque con vosotros [estoy] yo para salvaros y libraros de su mano:
12 Y os daré misericordias, y tendrá misericordia de vosotros, y os hará volver a vuestra tierra.
13 Mas si dijereis: No moraremos en esta tierra, no obedeciendo así a la voz de Jehová vuestro Dios,
14 y diciendo: No, antes nos entraremos en tierra de Egipto, en la cual no veremos guerra, ni oiremos sonido de trompeta, ni tendremos hambre de pan, y allá moraremos;
15 Ahora por eso, oíd la palabra de Jehová, remanente de Judá: Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Si vosotros volviereis vuestros rostros para entrar en Egipto, y entrareis para peregrinar allá,
16 entonces sucederá que la espada que teméis, os alcanzará allí en tierra de Egipto, y el hambre de que tenéis temor, allá en Egipto se os pegará; y allí moriréis.
17 Será pues, que todos los hombres que tornaren sus rostros para entrarse en Egipto, para peregrinar allí, morirán a espada, de hambre, y de pestilencia: no habrá de ellos quien quede vivo, ni quien escape delante del mal que traeré yo sobre ellos.
18 Porque así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Como se derramó mi enojo y mi ira sobre los moradores de Jerusalén, así se derramará mi ira sobre vosotros, cuando entrareis en Egipto; y seréis por juramento y por espanto, y por maldición y por afrenta; y no veréis más este lugar.
19 Jehová habló sobre vosotros, oh remanente de Judá: No entréis en Egipto: sabed por cierto que os aviso hoy.
20 ¿Por qué hicisteis errar vuestras almas? Porque vosotros me enviasteis a Jehová vuestro Dios, diciendo: Ora por nosotros a Jehová nuestro Dios; y conforme a todas las cosas que Jehová nuestro Dios dijere, háznoslo saber así, y [lo] pondremos por obra.
21 Y os lo he denunciado hoy, y no habéis obedecido a la voz de Jehová vuestro Dios, ni a todas las cosas por las cuales me envió a vosotros.
22 Ahora, pues, sabed de cierto que moriréis a espada, de hambre y de pestilencia, en el lugar donde deseasteis entrar para peregrinar allí.
Jeremías 43
1 Y aconteció que como Jeremías acabó de hablar a todo el pueblo todas las palabras de Jehová su Dios, [esto es], todas las palabras por las cuales Jehová su Dios le había enviado a ellos,
2 dijo Azarías hijo de Osaías, y Johanán hijo de Carea, y todos los varones soberbios dijeron a Jeremías: Mentira dices; no te ha enviado Jehová nuestro Dios para decir: No entréis en Egipto a peregrinar allí;
3 sino que Baruc, hijo de Nerías te incita contra nosotros, para entregarnos en mano de los caldeos, para matarnos y para hacernos trasportar a Babilonia.
4 No obedeció, pues, Johanán hijo de Carea, y todos los capitanes de la gente de guerra, y todo el pueblo, a la voz de Jehová para quedarse en tierra de Judá;
5 sino que tomó Johanán hijo de Carea, y todos los capitanes de la gente de guerra, a todo el remanente de Judá que había vuelto de todas las naciones adonde habían sido echados, para habitar en la tierra de Judá.
6 a hombres y mujeres y niños, y a las hijas del rey, y a toda alma que Nabuzaradán, capitán de la guardia, había dejado con Gedalías, hijo de Ahicam hijo de Safán, y al profeta Jeremías y a Baruc, hijo de Nerías;
7 y entraron en tierra de Egipto; porque no obedecieron a la voz de Jehová; y llegaron hasta Tafnes.
8 Y vino palabra de Jehová a Jeremías en Tafnes, diciendo:
9 Toma con tu mano piedras grandes, y escóndelas en el barro, en el enladrillado que [está] a la puerta de la casa de Faraón en Tafnes, a vista de los hombres de Judá;
10 y diles: Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo enviaré y tomaré a Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y pondré su trono sobre estas piedras que he escondido, y extenderá su pabellón sobre ellas.
11 Y vendrá, y herirá la tierra de Egipto: los que a muerte, a muerte, y los que a cautiverio, a cautiverio, y los que a espada, a espada.
12 Y yo pondré fuego a las casas de los dioses de Egipto; y las quemará, y a ellos llevará cautivos; y él se vestirá la tierra de Egipto, como el pastor se viste su capa, y saldrá de allá en paz.
13 Además, quebrará las estatuas de Bet-semes, que está en tierra de Egipto, y las casas de los dioses de Egipto quemará a fuego.
Jeremías 44
1 Palabra que vino a Jeremías acerca de todos los judíos que moraban en la tierra de Egipto, que moraban en Migdol, y en Tafnes, y en Nof, y en tierra de Patros, diciendo:
2 Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Vosotros habéis visto todo el mal que traje sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá: y he aquí que ellas [están] el día de hoy asoladas, y ni hay en ellas morador;
3 A causa de la maldad que ellos cometieron para hacerme enojar, yendo a ofrecer incienso, honrando a dioses ajenos que ellos no habían conocido, [ni] vosotros, ni vuestros padres.
4 Y envié a vosotros a todos mis siervos los profetas, madrugando y enviándolos, diciendo: No hagáis ahora esta cosa abominable que yo aborrezco.
5 Mas no oyeron ni inclinaron su oído para convertirse de su maldad, para no ofrecer incienso a dioses ajenos.
6 Se derramó, por tanto, mi furor y mi ira, y se encendió en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, y fueron destruidas y desoladas, como están hoy.
7 Ahora, pues, así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: ¿Por qué hacéis tan grande mal contra vuestras almas, para ser talados varón y mujer, y niño de pecho, de en medio de Judá, sin que os quede remanente alguno;
8 haciéndome enojar con las obras de vuestras manos, ofreciendo incienso a dioses ajenos en la tierra de Egipto, adonde habéis entrado para morar, de suerte que os acabéis, y seáis por maldición y por oprobio a todas las naciones de la tierra?
9 ¿Os habéis olvidado de las maldades de vuestros padres, y de las maldades de los reyes de Judá, y de las maldades de sus esposas, y de vuestras maldades, y de las maldades de vuestras esposas, que hicieron en la tierra de Judá y en las calles de Jerusalén?
10 No se han humillado hasta el día de hoy, ni han tenido temor, ni han caminado en mi ley, ni en mis estatutos que puse delante de vosotros y delante de vuestros padres.
11 Por tanto, así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo pongo mi rostro contra vosotros para mal, y para destruir a todo Judá.
12 Y tomaré el remanente de Judá que puso su rostro para entrar en la tierra de Egipto para morar allí, y en la tierra de Egipto serán todos consumidos. Caerán a espada y por el hambre serán consumidos; por la espada y el hambre morirán desde el menor hasta el mayor; y serán [causa] de blasfemia, de espanto, de maldición y de oprobio.
13 Pues castigaré a los que moran en tierra de Egipto, como castigué a Jerusalén, con espada, y con hambre, y con pestilencia.
14 Y del remanente de Judá que entraron en tierra de Egipto para morar allí, no habrá quien escape, ni quien quede vivo, para volver a la tierra de Judá, por la cual suspiran ellos por volver para habitar allí; porque no volverán sino los que escaparen.
15 Entonces todos los que sabían que sus esposas habían ofrecido incienso a dioses ajenos, y todas las mujeres que estaban presentes, una gran multitud, y todo el pueblo que habitaba en tierra de Egipto, en Patros, respondieron a Jeremías, diciendo:
16 [En cuanto a] la palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no la oiremos de ti;
17 sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y fuimos saciados de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno.
18 Mas desde que cesamos de ofrecer incienso a la reina del cielo, y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y a hambre somos consumidos.
19 Y cuando ofrecimos incienso a la reina del cielo, y le derramamos libaciones, ¿acaso nosotras hicimos tortas para tributarle culto, y le derramamos libaciones, sin [saberlo] nuestros maridos?
20 Y habló Jeremías a todo el pueblo, a los hombres y a las mujeres, y a todo el vulgo que le había respondido esto, diciendo:
21 ¿No se ha acordado Jehová, y no ha venido a su memoria el incienso que ofrecisteis en las ciudades de Judá, y en las plazas de Jerusalén, vosotros y vuestros padres, vuestros reyes y vuestros príncipes, y el pueblo de la tierra?
22 Y no pudo soportar más Jehová a causa de la maldad de vuestras obras, a causa de las abominaciones que habíais hecho: por tanto vuestra tierra fue en asolamiento, y en espanto, y en maldición, hasta no quedar morador, como hoy.
23 Porque habéis quemado incienso y pecasteis contra Jehová, y no obedecisteis a la voz de Jehová, ni anduvisteis en su ley, ni en sus estatutos, ni en sus testimonios; por tanto ha venido sobre vosotros este mal, como en este día.
24 Y dijo Jeremías a todo el pueblo, y a todas las mujeres: Oíd palabra de Jehová, todos los de Judá que [estáis] en tierra de Egipto:
25 Así habla Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, diciendo: Vosotros y vuestras esposas hablasteis con vuestras bocas, y con vuestras manos lo ejecutasteis, diciendo: Cumpliremos efectivamente nuestros votos que hicimos, de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones; confirmáis a la verdad vuestros votos, y ponéis vuestros votos por obra.
26 Por tanto, oíd palabra de Jehová, todo Judá que habitáis en tierra de Egipto: He aquí he jurado por mi grande nombre, dice Jehová, que mi nombre no será más invocado en toda la tierra de Egipto por boca de ningún hombre judío, diciendo: Vive el Señor Jehová.
27 He aquí que yo velo sobre ellos para mal, y no para bien; y todos los hombres de Judá que [están] en la tierra de Egipto, serán consumidos a espada y de hambre, hasta que perezcan del todo.
28 Y los pocos hombres que escaparen de la espada, volverán de tierra de Egipto a tierra de Judá, y todo el remanente de Judá, que ha entrado en Egipto a morar allí sabrá la palabra de quién ha de permanecer, si la mía, o la suya.
29 Y esto [tendréis] por señal, dice Jehová, de que en este lugar os visito, para que sepáis que de cierto permanecerán mis palabras para mal sobre vosotros.
30 Así dice Jehová: He aquí que yo entrego a Faraón Hofra rey de Egipto en mano de sus enemigos, en mano de los que buscan su vida, como entregué a Sedequías rey de Judá en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, su enemigo que buscaba su vida.
Testimonio: 24-06-2018
Amados, junio 24, 2018. Estaba yo meditando en muchas cosas. Muchas cosas que el Señor me ha dicho, que me ha mostrado, muchas interrogantes de muchas personas, muchas cosas que están pasando a nivel mundial. En fin, estaba extasiada en todas estas cosas y rogándole al Señor, realmente, pidiéndole al Señor de todo corazón, por su pueblo. [Para] que cuide [a] su pueblo en la ancha faz de la tierra, [los] que están saliendo a las montañas, que están queriendo hacer la voluntad de Dios y que el enemigo está, de una manera u otra, ensañado con ellos para que no puedan lograr el objetivo que Dios quiere para cada uno de nosotros. {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p1}
Entonces, en ese momento, mientras estaba yo en todo esto, vino palabra de Dios a mí diciendo de esta manera: He aquí hablo al guía mayor de mi rebaño: lo has saqueado y te has llenado en tus manjares con su grosura, y en huesos y despojos le has dejado. No hay ninguno que guíes que no disfrute de tus grosuras y tus deleites. Ahora pues, ¿qué dirás, que es el inminente postrer día? Y, ¿de dónde te vendrá la misericordia si has usurpado mi lugar, en mi rebaño, y de tus deleites no te privaste, aunque veías la aflicción del rebaño? He aquí, Yo tomo el control de mi verdadero rebaño y a ninguna de ellas perderé, ni se descarrilará ninguna. La levadura de vuestro corazón minó vuestra mente y no hubo discernimiento entre lo santo y lo común. Fuego extraño entró en vuestras manos, fuego que Yo no conozco; y con él estáis mancillando mi rebaño”. {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p2}
“Hoy, (de) los que te siguen, [son] con envidias, calumnias, desagradecidos, sin afecto natural, pues estos están picados por la serpiente antigua. Sabed, pues, que Yo Jehová no cambio, y a cada uno daré su justo precio. ¡Apartaos de la inmundicia! Y acercaos a Mí con un corazón recto y humillado. Alzad manos limpias hacia Mí; buscadme mientras pueda ser hallado. ¿No veis cómo el mundo gime y convulsa a mi postrer llegada? ¿Acaso otros te dirán: “aún no es el tiempo señalado y la hora aún, ya, de su venida, no es”, y engañarás a tu corazón? Y, ¿traicionarás tu corazón creyendo tal falsedad? No hay generación que haya visto estas cosas que, dentro de sí, no sepa que el tiempo es, ya, casi cumplido. ¿Qué comerás y qué beberás? ¿Acaso vestirás de gala en guerra y dormirás al son de la bocina? Vivo Yo el Eterno, que no pasará mucho sin que el mundo vea al príncipe de pecado hacerse pasar por Dios y muchos, aún de los que me conocen, le adorarán pues amaron sus deleites más que a Mí. Pronto, mi pueblo estará listo y a una proclamarán el mensaje final. Y, cuando veas esto, tú que duermes, ¿tendrás tiempo de despertar? Vestíos de luto porque día grande y presuroso es el día de Jehová y pronto está, a las puertas. La tierra se estremece y gime, el mar brama y los cielos lo denuncian. ¿Acaso será que todos reconocen mi proximidad menos los seres pensantes? {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p3}
¡Ay del que busca excusa para seguir sus propios caminos y se burla del que, humildemente, me busca! Pues allí será el lloro y el crujir de dientes. Ten, en sobremanera, vergüenza de tu condición y arrepiéntete pues, si no, vendré contra ti y serás estopa en medio del sequedal”. {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p4}
“¡Jóvenes insensatos, que vais tras la vanidad del mundo! ¿no sabéis que el Santo de Israel pesa vuestros corazones? ¿A dónde escaparéis en el día de aflicción? ¿y qué ídolo vuestro será [vuestro] defensor?” {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p5}
“¡Mujeres insensatas, que vivís la vida sin desear al Amado de los amados!”
“¡Hombres, vivís deseando el fuego de la perdición y pensáis que este no os llegará! ¿Acaso seguir el consejo juvenil, y sus deseos, será vuestra escapatoria? ¿acaso estrechar los pechos adúlteros te ayudará? ¡Miserables sois con miseria vuestra, pues habéis elegido el camino de la perdición! Y, ¿quién te seguirá? El falto de entendimiento”, contestó, “y apartado de la verdad”. {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p6}
“Vendiste la verdad por precio; y, ¿de qué te servirá? ¿de qué te servirá perder la verdad por precio? ¿acaso a Judas le sirvió? ¿acaso a Ananías y a Safira les sirvió? He aquí Yo pongo ante ti la balanza y mido tu camino, ¿qué, pues, veré?” {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p7}
“El hombre insensato paga votos por su salvación más el justo descansa en Dios, su Dios, confiado. ‘Porque caerán a tu lado mil y diez mil a tu diestra más a ti no llegarán’, ‘más no así con los malos que los arrebata el viento, por tanto, no se levantarán los malos en el día del juicio’. Dices en tu corazón: ‘no veré mal sino bien’. Más, he aquí, Yo salgo a ti con escarnio por cuanto has puesto a un lado al Santo de Israel”. {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p8}
Terminó de decir estas palabras, amados, y me dijo: “Oseas 4:6-10”. Quiera Dios, quiera Dios, y es mi ruego y oración, que cada uno de nosotros escuchemos la voz de Dios antes de que sea demasiado tarde para todos. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 24-06-2018, es.p9}
Oseas 4:6-10
6 Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento. Porque tú desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
7 Conforme a su grandeza así pecaron contra mí; [por tanto], cambiaré su honra en afrenta.
8 Comen del pecado de mi pueblo, y en su maldad levantan su alma.
9 Tal será el pueblo como el sacerdote: y visitaré sobre él sus caminos, y le pagaré conforme a sus obras.
10 Y comerán, mas no se saciarán; fornicarán, mas no se aumentarán; porque dejaron de escuchar a Jehová.
Testimonio: 07-07-2018
Amados, julio 7, 2018. En sueños fui llevada a este lugar, era una casa inmensa. Era de cemento, tenía un sótano, también, muy grande. Allí, en la casa, vi como muchos lugares, muchos cuartos, como muchos departamentos que tenía la casa. {Daisy Escalante: 07-07-2018, es.p1}
Y allí había muchos adulterios, fornicaciones, mucho homosexualismo, lesbianismo, esto eran la orden del día, lo que estaba pasando allí. Todos estaban en sus orgías, se deleitaban y se reían en grandes carcajadas. Y vi cómo, en el sótano, había pequeños cuartos, estos cuartos estaban con rejas, y allí comenzaban a echar niños, mujeres, hombres, que no se querían someter a sus requerimientos. {Daisy Escalante: 07-07-2018, es.p2}
Estas personas que eran puestas en estos lugares enrejados, eran vituperados, maltratados, por estas personas. Y, mientras yo veía tan grande mal, entró un hombre alto, más que todos aquellos, y era un hombre fuerte y dijo en voz muy alta: todos los que crean en el Señor Jesús arrodíllense pues la hora es llegada. Pues el número del ejército descrito en la Biblia ya está completado”. Entonces vi cómo, los vituperados y maltratados, todos, nos arrodillamos y clamamos a Dios por liberación. Entonces escuché al hombre decir: “¡Señor, ten piedad y líbranos de tan grande mal!” Entonces, ahí, en ese momento, desperté. {Daisy Escalante: 07-07-2018, es.p3}
Desperté muy sorprendida por lo que había visto en ese momento, por lo que había escuchado. Y me dijeron: “Amós 4:6-8”. Entonces, mientras estaba buscando en la Palabra de Dios qué quería decirme Dios con Amós 4:6-8, escuché: “Alemania”. Entonces yo decía: “¿Alemania? ¿y que tiene que ver Alemania con todo esto?” Más yo no sé qué quería decir Alemania, pero Dios si sabe y Él es el que nos lo hará saber, porque, pues, los entendidos van a entender todas las cosas que Dios nos quiere decir. {Daisy Escalante: 07-07-2018, es.p4}
Así que, según para ustedes, [como] tengo yo también esta asignación, la doy a ustedes también. Y, en el día de hoy, mientras estaba yo meditando en todo esto, recibí una llamada de una persona que hace tiempo no me hablaba. Es una persona que, como sabe que soy adventista, pues, no me llama a menudo y tampoco, pues, me llamaría [en] sábado para contarme lo que me contó. Y me dice que nos preparemos porque, bueno, como él no es adventista, pues, según él, él está alertándome para que nos preparemos porque la invasión extraterrestre, pues, viene. Y que el ejército ya está preparado para liberar a los humanos de estos invasores alienígenas. {Daisy Escalante: 07-07-2018, es.p5}
Nosotros sabemos que esto de los aliens y todas estas cosas, pues, sabemos que estos son cosas del enemigo. Pero lo raro que me habló, y me [causó extrañeza] porque cuando me habló me dijo esto: “y Alemania tiene mucho que ver”. Eso despertó mucho, mucho, mucho, mi interés por lo que había pasado conmigo en esta madrugada, lo que Dios me había dicho. Entonces por eso se los dejo de asignación, yo también tengo esa asignación. Pero lo más que les puedo decir, amados hermanos, a cada uno de ustedes, es que, por favor, pongamos nuestra vida en las manos de Dios. Los tiempos están cambiando drásticamente, todos estos volcanes, todos estos desastres naturales, todas estas cosas indican lo que ya nosotros sabemos: viene una ley dominical en esta encíclica ambiental. Y, sabemos que, pronto vamos a tener que enfrentarnos a un decisivo surgimiento de una ley que va a imponer el domingo, y no nada más va a ser que lo va a decir para que aquellos que quieran o no quieran lo hagan, sino para forzarnos. Y nosotros tenemos que estar, desde ya, decididos y posicionados en los lugares donde Dios quiere para cada uno de nosotros. {Daisy Escalante: 07-07-2018, es.p6}
Doy gracias a Dios porque todos los días llegan personas que nos llaman y que nos cuentan, a través de los chats, y del email, que ya están posicionándose, que ya están saliendo, otros pidiendo oración porque lo quieren hacer. El Señor está esperando por su pueblo. Está ya, esto ya, las últimas ya. El número ya es completado y, pronto, estas cosas se desatarán encima de nosotros como nunca antes hemos visto en la historia de este mundo. El Señor nos está advirtiendo, amados hermanos. ¡Por favor, hagamos caso! ¡hagamos caso! Dejemos todo lo que este mundo nos puede ofrecer y levantemos bandera sobre el príncipe Emmanuel, bajo la bandera del príncipe Emmanuel, para que entonces así nosotros podamos estar protegidos por este ser tan maravilloso que es Cristo Jesús. Porque es el único que nos puede librar, Él es el único que nos puede socorrer, amados hermanos, en esta tribulación tan grande que ya está encima de nosotros. {Daisy Escalante: 07-07-2018, es.p7}
Vayan a los lugares donde Dios quiere que estén, por favor con las indicaciones que Dios quiere, un lugar apartado donde no seamos privados de adorar a nuestro Dios, que tenga un terreno amplio donde puedan sembrar, que tengan una casa pequeña, que tenga agua, esto es muy importante amados hermanos. Y otra cosa que es, también, bien importante: sitios donde nadie quiere estar. {Daisy Escalante: 07-07-2018, es.p8}
Muchas personas llaman para decir: “bueno, es que, mira este lugar, que está requete [muy] bonito”, y comienzan a poner fotos. ¡Por favor, no hagan eso! ¡no hagan eso! porque Dios dice que está buscando hombres discretos en estos movimientos. Debemos dejar todo esto, ¿verdad?; sí aconsejar a otros y decirles. Pero, ¡por favor, no expongan sus lugares! porque sabemos que el enemigo de las almas tiene sus secuaces aún dentro de nuestras familias, dentro de nuestras filas; porque dice que la persecución va a comenzar en casa. Esto ya está dicho, amados hermanos, cuidémonos por favor; y hagamos lo que Dios quiere que hagamos. Y, sobre todo, estemos pendientes a las señales de los tiempos, porque el Señor nos está avisando, y si él nos está avisando es porque él quiere lo mejor para cada uno de nosotros. Que el Señor me los bendiga a todos y sigamos adelante bajo la bandera ensangrentada del príncipe Emmanuel, hasta el fin. Y que podamos todos ser ciudadanos de la Patria Celestial con Él. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 07-07-2018, es.p9}
Amós 4:6-8
6 Yo también os di limpieza de dientes en todas vuestras ciudades, y falta de pan en todos vuestros pueblos; pero no os volvisteis a mí, dice Jehová.
7 Y también yo os detuve la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió; la parte sobre la cual no llovió, se secó.
8 Y venían dos [o] tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban; con todo no os volvisteis a mí, dice Jehová.
Testimonio: 24-04-2019 #01
Amados, abril 24 del 2019. En sueños, yo estaba en una guagua [autobús] pública, iba con unos niños, adultos y jóvenes; nuestro destino era llegar a un campo. Los niños estaban inquietos pero alegres. Pasamos por una ciudad y escuchamos un ruido, era un ruido como de una explosión, y seguido a esto [a] algunos niños y jóvenes se les cambió [la] mirada y querían morder y desgarrar todo a su paso. Se me dejó saber que debía apartarme de ellos y así lo hice con lágrimas en mis ojos, pues sabía que esas almas estaban, ya, poseídas para destruir y ser destruidos. Alerté a muchos a salir de aquel lugar, pues yo veía, y sabía, que aquellos poseídos, ya, en ellos no había esperanza. Yo les veía como cuando el león salta sobre su presa y ésta ya no puede escapar. Pregunté: “¡Oh, Señor! Y, ¿por qué esto?” Mi acompañante contestó: “observa”. Vi entonces una casa con una familia. Ésta, según [decía] había salido de la ciudad, más sus costumbres, pensamientos y deseos estaban en lo aprendido en esta ciudad. No tenían sometimiento a Dios ni a sus palabras, y sólo su conveniencia y deseo era su forma de vida. Sus ojos se dieron a la lujuria y su pensar a vanidades de abominaciones, no desearon lo eterno, porque sus pasiones dominaban [a] la orden del día. Vi cómo todos caían, de una forma u otra, en las siete diferentes formas de caída, y sus familiares los alentaban. Tan deformes eran sus caracteres que algo maligno los airaba y atacaban, aún, a sus progenitores. Estos atacaban sin afecto natural y su fin era abrirse paso sin importar las consecuencias que arrojaban. {Daisy Escalante: 24-04-2019 #01, es.p1}
No había allí lugar [para] la tranquilidad y el raciocinio, todo era algarabía y disipación. Entonces, dijo mi acompañante: “hay senda ancha y espaciosa, de gran mortandad; más hay una estrecha, de gran trabajo, [cuyo] su fin es la salvación. Muchos transitan por la vida en el sendero de la apariencia y su fin ya es sabido, más el que recorre su camino de penuria sembrando, al fin, cosechará”. {Daisy Escalante: 24-04-2019 #01, es.p2}
Cuando terminó de decirme esto, me dijo: “Colosenses 2:4”. En ese momento, amados, ahí, desperté. Quiera Dios que cada uno de nosotros podamos entender las palabras que el Eterno nos quiere decir y expresar a cada uno de nosotros. {Daisy Escalante: 24-04-2019 #01, es.p3}
Que el Señor les bendiga. {Daisy Escalante: 24-04-2019 #01, es.p4}
Colosenses 2:4
4 Y esto digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.
Testimonio: 07-08-2019
Amados, agosto 7 del 2019. En sueños, estaba en una llanura con árboles frondosos, mientras observaba el panorama vi un oso y un león. Mientras yo observaba estos dos imponentes animales acercándose a mí, y entre ellos, escuché el chillido de un ave. Miré al cielo y una gran águila calva volaba sobre aquellos dos grandes animales y en sus patas llevaba una grande culebra que dejó caer entre los dos animales. Yo observaba todo aquello [y], aunque eran animales feroces, yo no temía por mi vida. Les vi pasar por mi lado, uno a cada lado mío, y la serpiente se arrastraba sigilosamente hacia mí, yo me eché a un lado y ésta pasó de largo tras las dos grandes bestias. Iban hacia un lugar, y ellas no detenían su marcha. Yo volteé a ver más fijamente a dónde se dirigían, y vi una estructura, era una estructura blanca, parecía una casa o una iglesia. Vi cómo arremetieron contra ella, y ésta se tambaleó. {Daisy Escalante: 07-08-2019 , es.p1}
Mientras observaba esto, vi un animal, ese animal, amados, ¡era imponente!; parecía como un dinosaurio con escamas, con dientes de león, ojos de serpiente rasgados, sus pies eran como pies de osos con pezuñas enormes, y sus brazos eran de humano, pero sus manos de piel de reptil eran con pezuñas de cocodrilo; ¡aquello era sumamente horrible! Yo no logro saber, aún, qué era. Más, ante tan imponente amalgama, mis sentidos se olvidaron [de] las otras bestias que había visto antes. Ésta se acercaba cada vez más a la casa-iglesia, que las otras bestias arremetían contra ella; las bestias primeras, al ver semejante amalgama, huyeron y no les vi más, pero este horrible y espantoso animal caminó hasta la casa-iglesia, y la pisó, y ésta se derrumbó y se tornó en escombros. Entonces dije: “¡oh, Señor! ¿y las personas que allí estaban?” Me contestó: “ellas escucharon que la grande y espantosa bestia se acercaba; más hombres adormecieron sus sentidos. Inclinados a la comodidad, a la conveniencia y al lucro, decidieron oír a aquellos que engrandecían los deseos de su obstinado corazón. Nadie perece sin antes haber tenido la verdad frente a él. Ese es el trabajo del Espíritu Santo y los ángeles ministradores. Más, ¡ay del que a lo bueno le llama malo, y a lo malo bueno! porque dónde está su pensamiento ahí está su corazón. Por eso a lo malo le llamarán bueno”. {Daisy Escalante: 07-08-2019 , es.p2}
“Todo perecerá, más mis palabras, no pasarán. Sólo el justo vivirá por la fe, no hay mayor evidencia que el Padre muestre tanto amor por sus hijos. ¿Acaso si el padre de familia ve venir el peligro, no vigilará su casa y se preparará para esa hora? ¡Cuánto más mi Padre que está en los cielos les dará aviso a sus hijos para que no perezcan! ¿Qué es más importante? ¿el mundo pasajero o el cielo perdurable? ¿no es acaso el cielo perdurable?”, contestó. “Entonces, ¿por qué vais tras la vanidad y buscáis la mentira? Jehová sólo escoge al justo para sí, sólo [al] justo oirá cuando a Él clamare, porque al malo, y al que ama la violencia, su alma aborrece. Valorad lo que realmente es valorable, si vuestro carácter es lo único que llevaréis al cielo. Y éste, transformado en santidad de pensamiento y práctica. ¿Por qué despreciáis al Deseado de todas las gentes? ¿no sabéis que sois polvo y al polvo volveréis? Y si mañana vienen por tu alma, ésta, ¿de quién será? No gastéis vuestro tiempo en lo que no aprovecha, porque el zarandeo pasado juntó a muchos más en mi granero, y muchos de los que hicieron pacto conmigo menospreciaron mi amistad, y aún este zarandeo continúa, pues mi granero es rápidamente llenado. Buscadme y viviréis, pero buscadme de todo vuestro corazón”. En ese momento me dijo: “Amós 5”. {Daisy Escalante: 07-08-2019 , es.p3}
Quiera Dios que cada uno de nosotros podamos buscar al Señor de todo corazón, para poder vivir con Él eternamente en la Patria Celestial. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 07-08-2019 , es.p4}
Amós 5
1 Oíd esta palabra que yo levanto por lamentación sobre vosotros, oh casa de Israel.
2 Cayó la virgen de Israel, y no podrá levantarse ya más; fue dejada sobre su tierra, no [hay] quien la levante.
3 Porque así ha dicho el Señor Jehová a la casa de Israel: La ciudad que salía con mil, quedará con cien; y la que salía con cien, quedará con diez.
4 Mas así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis;
5 y no busquéis a Betel ni entréis en Gilgal, ni paséis a Beerseba: porque ciertamente Gilgal será llevada en cautiverio, y Betel será deshecha.
6 Buscad a Jehová, y vivid; no sea que Él acometa como fuego a la casa de José y la consuma, sin haber en Betel quien lo apague.
7 Los que convertís en ajenjo el juicio, y echáis por tierra la justicia,
8 buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y las tinieblas vuelve en mañana, y hace oscurecer el día en noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra: Jehová es su nombre.
9 Que da fuerzas al despojador sobre el fuerte, de modo que el despojador venga contra la fortaleza.
10 Ellos aborrecen en la puerta de la ciudad al que reprende, y abominan al que habla lo recto.
11 Por tanto, pues que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo; edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas.
12 Porque he sabido vuestras muchas rebeliones, y vuestros grandes pecados: que afligen al justo, y reciben cohecho, y a los pobres en la puerta hacen perder su causa.
13 Por tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo.
14 Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos será con vosotros, como decís.
15 Aborreced el mal, y amad el bien, y poned juicio en la puerta; quizá Jehová, Dios de los ejércitos, tendrá piedad del remanente de José.
16 Por tanto, así dice Jehová Dios de los ejércitos, el Señor: En todas las plazas habrá llanto, y en todas las calles dirán: ¡Ay! ¡Ay!, y al labrador llamarán a lloro, y a endecha a los que saben endechar.
17 Y en todas las viñas [habrá] llanto; porque pasaré por en medio de ti, dice Jehová.
18 ¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? [Será] de tinieblas, y no de luz:
19 Como el que huye de delante del león, y se topa con el oso; o el que entra en casa y arrima su mano a la pared, y le muerda una serpiente.
20 ¿No [será] el día de Jehová tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor?
21 Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me darán buen olor vuestras asambleas.
22 Aunque me ofrezcáis holocaustos y vuestros presentes, no [los] aceptaré; ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados.
23 Aleja de mí el ruido de tus cantos, que no escucharé las salmodias de tus instrumentos.
24 Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo.
25 ¿Me habéis ofrecido sacrificios y presentes en el desierto en cuarenta años, casa de Israel?
26 Mas llevabais el tabernáculo de vuestro Moloc y Quiún, ídolos vuestros, la estrella de vuestros dioses que os hicisteis.
27 Por tanto, os haré trasportar más allá de Damasco, ha dicho Jehová, cuyo nombre [es] Dios de los ejércitos.
Testimonio: 11-01-2020 #01
Amados, 11 de enero del 2020. En sueños, yo estaba en una casa, tratando de explicarle a un hombre lo que estaba sucediendo y el porqué del caos y los desastres en el planeta tierra. Este me oía, pero no me escuchaba, y no lograba comprender mis palabras porque su terquedad era muy grande. Luego, yo fui llevada a otro lugar, este era cerca del mar, y yo, allí, admiraba las olas, cuando vi una mujer que estaba corriendo despavorida. Le grité: “¿por qué corres así? ¿por qué estás corriendo así?” Y ella me contestó: “ya viene”. Miré el mar, lo vi levantarse, corrí a dar la alerta, pero era inútil, todos estaban absortos en sus quehaceres y decían: “ya han habido muchas alarmas, y no ha pasado nada, ¡déjennos en paz!” Yo les decía: “¡vean, vean, vean el mar!, ¡ya viene!” Pero ellos se reían y se burlaban de mis ruegos. Vi centenares sufrir, y una gran desesperación. Vi que, aunque estaban sufriendo y desesperados, no se volvían a Dios, sino al hombre de pecado. {Daisy Escalante: 11-01-2020 #01, es.p1}
En ese momento, en esa desesperación, desperté, rogándole al Señor, pidiéndole de todo corazón que muchos puedan ver, y muchos puedan entender. Quiera Dios que así sea. Que el Señor les bendiga. {Daisy Escalante: 11-01-2020 #01, es.p2}
Testimonio: 11-01-2020 #02
11 de enero del 2020. El Señor me dijo, profetiza otra vez y diles así: “el hombre de pecado se ha engrandecido y se ha endiosado, y sobre todo el mundo se ha levantado para crear destrucción, intriga y terror. Él es dirigido por el príncipe del mal, y éste arrasará con todo lo que se ponga a su paso. Esta es su hora, es su momento y lo aprovechará, y actuará con gran astucia y convencimiento. Le verán las naciones y lo venerarán, y pedirán a él ayuda y salvación. Grandes cosas, más fuertes de las vistas, aún, verán vuestros ojos, y todo aquel que ha sido incrédulo reconocerá que el terror está llegando a su puerta. ¡No habrá escapatoria para el maligno ni para el rebelde! Sus ojos serán manantiales de agua y su cuerpo se estremecerá como una hoja, porque no reconocieron mis palabras y no actuaron según la profecía. Calamidad tras calamidad continuará. Islas y continentes serán más fuertemente azotados. Los que ignoran mis palabras se encorvarán de dolor y sus dientes rechinarán de espanto. ¡Gente incrédula, adúltera!, ¡van buscando su bien en grandeza de comodidades, aferrados a sus bienes —que en un momento se derrumbarán—. ¡Entonces, lo que tienes, ¿de qué te servirá? Entregarán su vida por salario, para tener los deseos de su corazón que, en un segundo, serán deshechos. Ponen su vida y confianza en hombres que, según ellos, son capaces de librarlos. ¡Insensatos y faltos de entendimiento! [Hace] mucho tiempo, ya, han llegado mis palabras, y muchos rechazan el consejo. ¿Acaso, haciendo así, viviréis?” {Daisy Escalante: 11-01-2020 #02, es.p1}
“Ahora os digo a [vosotros,] mi pueblo, aquel que oye mi voz y hace mi voluntad sin cuestionar: ¡preparaos! Porque Yo pruebo vuestros corazones, el corazón mortal, para que saque a la luz la oscuridad que existe en él y que pueda, así, repudiar el mal y tornarse a M. Más muchos desean sólo su bien y su honra, y prefieren sus honores y grandezas antes [que] obedecer mis palabras. ¿Qué, pues, haré con estos? Pues, les olvidaré y les quitaré del Libro de los Vivientes, porque aborrecieron el dicho y violaron mis mandatos. ¡Esfuérzate, oh, hijo mío y camina por mis sendas, y sólo así te irá bien! ¡Apura tus pies para hacer mi voluntad, y no mires hacia atrás, porque el día viene, y es ya casi, cuando muchos querrán seguir mis palabras y volverse a Mí, y ya no podrán! Obedeced implícitamente, y viviréis”. {Daisy Escalante: 11-01-2020 #02, es.p2}
Luego de eso, me dictaron: “Isaías 54”. Palabras fieles y verdaderas del Señor para cada uno de vosotros. Que el Señor los bendiga. {Daisy Escalante: 11-01-2020 #02, es.p3}
Isaías 54
1 Alégrate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción, y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la dejada que los de la casada, dice Jehová.
2 Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.
3 Porque a la mano derecha y a la mano izquierda has de crecer; y tu simiente heredará a los gentiles, y habitarán las ciudades asoladas.
4 No temas, pues no serás avergonzada; y no te avergüences, que no serás afrentada; porque te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.
5 Porque tu marido [es] tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.
6 Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dice el Dios tuyo.
7 Por un breve momento te dejé; mas te recogeré con grandes misericordias.
8 Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; mas con misericordia eterna tendré compasión de ti, dice tu Redentor Jehová.
9 Porque esto me [será como] las aguas de Noé; que juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reprenderé.
10 Porque los montes se moverán, y los collados temblarán; mas no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz será removido, dice Jehová, el que tiene misericordia de ti.
11 Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré.
12 Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas.
13 Y todos tus hijos [serán] enseñados de Jehová; y multiplicará la paz de tus hijos.
14 Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás; y del terror, porque no se acercará a ti.
15 Si alguno conspirare contra ti, [lo hará] sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá.
16 He aquí que yo he creado al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo he creado al destruidor para destruir.
17 Ninguna arma forjada contra ti, prosperará; y tú condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Ésta es la herencia de los siervos de Jehová, y su justicia [viene] de mí, dice Jehová.