Manjar Sabático
24-12-2021
Isaías 48
1 Oíd esto, casa de Jacob, que os llamáis del nombre de Israel, los que salieron de las aguas de Judá, los que juran en el nombre de Jehová, y hacen memoria del Dios de Israel, [pero] no en verdad ni en justicia.
2 Porque de la santa ciudad se nombran, y se apoyan en el Dios de Israel. Jehová de los ejércitos [es] su nombre.
3 Lo que pasó, ya antes lo dije; y de mi boca salió; lo publiqué, lo hice presto, y vino a ser.
4 Por cuanto yo sabía que [eres] obstinado, y tendón de hierro tu cerviz, y tu frente de bronce,
5 te lo dije desde el principio; antes que sucediese te lo mostré, para que no dijeses: Mi ídolo lo hizo, mis imágenes de escultura y de fundición mandaron estas cosas.
6 Lo oíste, lo viste todo; ¿y no [lo] anunciaréis vosotros? Ahora, pues, te he hecho oír cosas nuevas y ocultas que tú no sabías.
7 Ahora han sido creadas, no en días pasados; ni antes de este día las habías oído, para que no digas: He aquí que yo lo sabía.
8 Sí, nunca lo habías oído, ni nunca lo habías conocido; ciertamente no se abrió antes tu oído; porque yo sabía que habrías de ser desleal, por tanto, desde el vientre has sido llamado rebelde.
9 Por amor de mi nombre diferiré mi furor, y para alabanza mía me refrenaré, para no talarte.
10 He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción.
11 Por mí, por amor de mí mismo lo haré, para que no sea amancillado [mi nombre], y mi honra no la daré a otro.
12 Óyeme, Jacob, y tú, Israel, mi llamado. Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero.
13 Mi mano fundó también la tierra, y mi mano derecha midió los cielos con el palmo; al llamarlos yo, comparecieron juntamente.
14 Congregaos todos vosotros, y oíd. ¿Quién hay entre ellos que anuncie estas cosas? Jehová le ha amado; Él hará su voluntad en Babilonia, y su brazo [estará] sobre los caldeos.
15 Yo, yo hablé, y le llamé, y le traje; por tanto será prosperado su camino.
16 Acercaos a mí, oíd esto; desde el principio no hablé en secreto; desde que esto se hizo, allí estaba yo; y ahora el Señor Jehová me envió, y su Espíritu.
17 Así dice Jehová, tu Redentor, el Santo de Israel: Yo [soy] Jehová tu Dios, que te enseña para provecho, que te conduce por el camino en que debes andar.
18 ¡Oh si hubieras atendido a mis mandamientos! Entonces tu paz habría sido como un río, y tu justicia como las ondas del mar.
19 Tu simiente también habría sido como la arena, y los renuevos de tus entrañas como los granos de [arena]; su nombre nunca sería cortado, ni raído de mi presencia.
20 Salid de Babilonia, huid de entre los caldeos; dad nuevas de esto con voz de alegría, publicadlo, llevadlo hasta lo último de la tierra; decid: Redimió Jehová a Jacob su siervo.
21 Y no tuvieron sed [cuando] Él los llevó por los desiertos; Él hizo brotar las aguas de la roca; partió la peña, y fluyeron las aguas.
22 No [hay] paz para el impío, dice Jehová.
El Conflicto Inminente, capítulo 3: El misterio de la inmortalidad
Desde los tiempos más remotos de la historia del hombre, Satanás se esforzó por engañar a nuestra raza. El que había promovido la rebelión en el cielo deseaba inducir a los habitantes de la tierra a que se uniesen con él en su lucha contra el gobierno de Dios. Adán y Eva habían sido perfectamente felices mientras obedecieron a la ley de Dios, y esto constituía un testimonio permanente contra el aserto que Satanás había hecho en el cielo, de que la ley de Dios era un instrumento de opresión y contraria al bien de sus criaturas. Además, la envidia de Satanás se despertó al ver la hermosísima morada preparada para la inocente pareja. Resolvió hacer caer a ésta para que, una vez separada de Dios y arrastrada bajo su propio poder, pudiese él apoderarse de la tierra y establecer allí su reino en oposición al Altísimo. CI 30.1
Si Satanás se hubiese presentado en su verdadero carácter, habría sido rechazado en el acto, pues Adán y Eva habían sido prevenidos contra este enemigo peligroso; pero Satanás trabajó en la obscuridad, encubriendo su propósito a fin de poder realizar mejor sus fines. Valiéndose de la serpiente, que era entonces un ser de fascinadora apariencia, se dirigió a Eva, diciéndole: “¿Conque Dios os ha dicho: no comáis de todo árbol del huerto?” Génesis 3:1. Si Eva hubiese rehusado entrar en discusión con el tentador, se habría salvado; pero ella se aventuró a alegar con él y entonces fue víctima de sus artificios. Así es como muchas personas son aún vencidas. Dudan y discuten respecto a la voluntad de Dios, y en lugar de obedecer sus mandamientos, aceptan teorías humanas que no sirven más que para encubrir los engaños de Satanás. CI 30.2
“Y respondió la mujer a la serpiente: Del fruto de los árboles del jardín bien podemos comer: más del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comeréis de él, ni lo tocaréis, no sea que muráis. Entonces dijo la serpiente a la mujer: De seguro que no moriréis; antes bien, sabe Dios que en el día que comiereis de él, vuestros ojos serán abiertos, y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal.” Vers. 2-5 (VM). La serpiente declaró que se volverían como Dios, que tendrían más sabiduría que antes y que serían capaces de entrar en un estado superior de existencia. Eva cedió a la tentación, y por influjo suyo Adán fue inducido a pecar. Ambos aceptaron la declaración de la serpiente de que Dios no había querido decir lo que había dicho; desconfiaron de su Creador y se imaginaron que les estaba coartando la libertad y que podían ganar gran caudal de sabiduría y mayor elevación quebrantando su ley. CI 30.3
Pero ¿cómo comprendió Adán, después de su pecado, el sentido de las siguientes palabras: “En el día que comieres de él de seguro morirás”? ¿Comprendió que significaban lo que Satanás le había inducido a creer, que iba a ascender a un grado más alto de existencia? De haber sido así, habría salido ganando con la transgresión, y Satanás habría resultado en bienhechor de la raza. Pero Adán comprobó que no era tal el sentido de la declaración divina. Dios sentenció al hombre, en castigo por su pecado, a volver a la tierra de donde había sido tomado: “Polvo eres, y al polvo serás tornado.” Vers. 19. Las palabras de Satanás: “Vuestros ojos serán abiertos” resultaron ser verdad pero sólo del modo siguiente: después de que Adán y Eva hubieron desobedecido a Dios, sus ojos fueron abiertos y pudieron discernir su locura; conocieron entonces lo que era el mal y probaron el amargo fruto de la transgresión. CI 31.1
En medio del Edén crecía el árbol de la vida, cuyo fruto tenía el poder de perpetuar la vida. Si Adán hubiese permanecido obediente a Dios, habría seguido gozando de libre acceso a aquel árbol y habría vivido eternamente. Pero en cuanto hubo pecado, quedó privado de comer del árbol de la vida y sujeto a la muerte. La sentencia divina: “Polvo eres, y al polvo serás tornado,” entraña la extinción completa de la vida. CI 31.2
La inmortalidad prometida al hombre a condición de que obedeciera, se había perdido por la transgresión. Adán no podía transmitir a su posteridad lo que ya no poseía; y no habría quedado esperanza para la raza caída, si Dios, por el sacrificio de su Hijo, no hubiese puesto la inmortalidad a su alcance. Como “la muerte así pasó a todos los hombres, pues que todos pecaron,” Cristo “sacó a la luz la vida y la inmortalidad por el evangelio.” Romanos 5:12; 2 Timoteo 1:10. Y sólo por Cristo puede obtenerse la inmortalidad. Jesús dijo: “El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; más el que es incrédulo al Hijo, no verá la vida.” Juan 3:36. Todo hombre puede adquirir un bien tan inestimable si consiente en someterse a las condiciones necesarias. Todos “los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,” recibirán “la vida eterna.” Romanos 2:7. CI 32.1
El único que prometió a Adán la vida en la desobediencia fue el gran seductor. Y la declaración de la serpiente a Eva en Edén—“De seguro que no moriréis”—fue el primer sermón que haya sido jamás predicado sobre la inmortalidad del alma. Y, sin embargo, esta misma declaración, fundada únicamente en la autoridad de Satanás, repercute desde los púlpitos de la cristiandad, y es recibida por la mayoría de los hombres con tanta prontitud como lo fue por nuestros primeros padres. A la divina sentencia: “El alma que pecare, ésa morirá” (Ezequiel 18:20), se le da el sentido siguiente: El alma que pecare, ésa no morirá, sino que vivirá eternamente. No puede uno menos que extrañar la rara infatuación con que los hombres creen sin más ni más las palabras de Satanás y se muestran tan incrédulos a las palabras de Dios. CI 32.2
Si al hombre, después de su caída, se le hubiese permitido tener libre acceso al árbol de la vida, habría vivido para siempre, y así el pecado se habría inmortalizado. Pero un querubín y una espada que arrojaba llamas guardaban “el camino del árbol de la vida” (Génesis 3:24), y a ningún miembro de la familia de Adán le ha sido permitido salvar esta raya y participar de esa fruta de la vida. Por consiguiente, no hay ni un solo pecador inmortal. CI 32.3
Pero después de la caída, Satanás ordenó a sus ángeles que hicieran un esfuerzo especial para inculcar la creencia de la inmortalidad natural del hombre; y después de haber inducido a la gente a aceptar este error, debían llevarla a la conclusión de que el pecador viviría en penas eternas. Ahora el príncipe de las tinieblas, obrando por conducto de sus agentes, representa a Dios como un tirano vengativo, y declara que arroja al infierno a todos aquellos que no le agradan, que les hace sentir eternamente los efectos de su ira, y que mientras ellos sufren tormentos indecibles y se retuercen en las llamas eternas, su Creador los mira satisfecho. CI 33.1
Así es como el gran enemigo reviste con sus propios atributos al Creador y Bienhechor de la humanidad. La crueldad es satánica. Dios es amor, y todo lo que él creó era puro, santo, y amable, hasta que el pecado fue introducido por el primer gran rebelde. Satanás mismo es el enemigo que tienta al hombre y lo destruye luego si puede; y cuando se ha adueñado de su víctima se alaba de la ruina que ha causado. Si ello le fuese permitido prendería a toda la raza humana en sus redes. Si no fuese por la intervención del poder divino, ni hijo ni hija de Adán escaparían. CI 33.2
Hoy día Satanás está tratando de vencer a los hombres, como venció a nuestros primeros padres, debilitando su confianza en el Creador e induciéndoles a dudar de la sabiduría de su gobierno y de la justicia de sus leyes. Satanás y sus emisarios representan a Dios como peor que ellos, para justificar su propia perversidad y su rebeldía. El gran seductor se esfuerza en atribuir su propia crueldad a nuestro Padre celestial, a fin de darse por muy perjudicado con su expulsión del cielo por no haber querido someterse a un soberano tan injusto. Presenta al mundo la libertad de que gozaría bajo su dulce cetro, en contraposición con la esclavitud impuesta por los severos decretos de Jehová. Es así como logra sustraer a las almas de la sumisión a Dios. CI 33.3
¡Cuán repugnante a todo sentimiento de amor y de misericordia y hasta a nuestro sentido de justicia es la doctrina según la cual después de muertos los impíos son atormentados con fuego y azufre en un infierno que arde eternamente, y por los pecados de una corta vida terrenal deben sufrir tormentos por tanto tiempo como Dios viva! Sin embargo, esta doctrina ha sido enseñada muy generalmente y se encuentra aún incorporada en muchos de los credos de la cristiandad. CI 34.1
Muchos a quienes subleva la doctrina de los tormentos eternos se lanzan al error opuesto. Ven que las Santas Escrituras representan a Dios como un ser lleno de amor y compasión, y no pueden creer que haya de entregar sus criaturas a las llamas de un infierno eterno. Pero, como creen que el alma es de por sí inmortal, no ven otra alternativa que sacar la conclusión de que toda la humanidad será finalmente salvada. Muchos son los que consideran las amenazas de la Biblia como destinadas tan sólo a amedrentar a los hombres para que obedezcan y no como debiendo cumplirse literalmente. Así el pecador puede vivir en placeres egoístas, sin prestar atención alguna a lo que Dios exige de él, y esperar sin embargo que será recibido finalmente en su gracia. Semejante doctrina que así especula con la misericordia divina, pero ignora su justicia, agrada al corazón carnal y alienta a los malos en su iniquidad. CI 34.2
Si fuese cierto que las almas de todos los hombres van directamente al cielo en la hora de la disolución, entonces bien podríamos anhelar la muerte antes que la vida. Esta creencia ha inducido a muchas personas a poner fin a su existencia. Cuando está uno anonadado por los cuidados, por las perplejidades y los desengaños, parece cosa fácil romper el delgado hilo de la vida y lanzarse hacia la bienaventuranza del mundo eterno. CI 34.3
Dios declara positivamente en su Palabra que castigará a los transgresores de su ley. Los que se lisonjean con la idea de que es demasiado misericordioso para ejecutar su justicia contra los pecadores, no tienen más que mirar a la cruz del Calvario. La muerte del inmaculado Hijo de Dios testifica que “la paga del pecado es muerte,” que toda violación de la ley de Dios debe recibir su justa retribución. Cristo, que era sin pecado, se hizo pecado a causa del hombre. Cargó con la culpabilidad de la transgresión y sufrió tanto, cuando su Padre apartó su faz de él, que su corazón fue destrozado y su vida aniquilada. Hizo todos esos sacrificios a fin de redimir al pecador. De ningún otro modo habría podido el hombre libertarse de la penalidad del pecado. Y toda alma que se niegue a participar de la expiación conseguida a tal precio, debe cargar en su propia persona con la culpabilidad y con el castigo por la transgresión. CI 34.4
¿Acaso podrían aquellos que han pasado su vida en rebelión contra Dios ser transportados de pronto al cielo y contemplar el alto y santo estado de perfección que allí se ve, donde toda alma rebosa de amor, todo semblante irradia alegría, la música arrobadora se eleva en acordes melodiosos en honor a Dios y al Cordero, y brotan raudales de luz del rostro de Aquel que está sentado en el trono e inundan a los redimidos? ¿Podrían acaso aquellos cuyos corazones están llenos de odio hacia Dios y a la verdad y a la santidad alternar con los ejércitos celestiales y unirse a sus cantos de alabanza? ¿Podrían soportar la gloria de Dios y del Cordero? No, no; años de prueba les fueron concedidos para que pudiesen formar caracteres para el cielo; pero nunca se acostumbraron a amar lo que es puro; nunca aprendieron el lenguaje del cielo, y ya es demasiado tarde. Una vida de rebelión contra Dios los ha inhabilitado para el cielo. La pureza, la santidad y la paz que reinan allí serían para ellos un tormento; la gloria de Dios, un fuego consumidor. Ansiarían huir de aquel santo lugar. Desearían que la destrucción los cubriese de la faz de Aquel que murió para redimirlos. La suerte de los malos queda determinada por la propia elección de ellos. Su exclusión del cielo es un acto de su propia voluntad y un acto de justicia y misericordia por parte de Dios. CI 35.1
La teoría de la inmortalidad del alma fue una de aquellas falsas doctrinas que Roma recibió del paganismo para incorporarla en el cristianismo. Martín Lutero la clasificó entre “las fábulas monstruosas que forman parte del estercolero romano” de las decretales. E. Petavel, Le Problème de l’Immortalité, 2:77. Comentando las palabras de Salomón, en el Eclesiastés, de que los muertos no saben nada, el reformador dice: “Otra prueba de que los muertos son … insensibles. … Salomón piensa que los muertos están dormidos y no sienten absolutamente nada. Pues los muertos descansan, sin contar ni los días ni los años; pero cuando se despierten les parecerá como si apenas hubiesen dormido un momento.”—Lutero, Exposition of Solomons Booke Called Ecclesiastes, 152. CI 36.1
En ningún pasaje de las Santas Escrituras se encuentra declaración alguna de que los justos reciban su recompensa y los malos su castigo en el momento de la muerte. Los patriarcas y los profetas no dieron tal seguridad. Cristo y sus apóstoles no la mencionaron siquiera. La Biblia enseña a las claras que los muertos no van inmediatamente al cielo. Se les representa como si estuvieran durmiendo hasta el día de la resurrección. 1 Tesalonicenses 4:14; Job 14:10-12. El día mismo en que se corta el cordón de plata y se quiebra el tazón de oro (Eclesiastés 12:6), perecen los pensamientos de los hombres. Los que bajan a la tumba permanecen en el silencio. Nada saben de lo que se hace bajo el sol. Job 14:21. ¡Descanso bendito para los exhaustos justos! Largo o corto, el tiempo no les parecerá más que un momento. Duermen hasta que la trompeta de Dios los despierte para entrar en una gloriosa inmortalidad. “Porque sonará la trompeta, y los muertos resucitarán incorruptibles. … Porque es necesario que este cuerpo corruptible se revista de incorrupción, y que este cuerpo mortal se revista de inmortalidad. Y cuando este cuerpo corruptible se haya revestido de incorrupción, y este cuerpo mortal se haya revestido de inmortalidad, entonces será verificado el dicho que está escrito: ¡Tragada ha sido la muerte victoriosamente!” 1 Corintios 15:52-54 (VM). En el momento en que sean despertados de su profundo sueño, reanudarán el curso de sus pensamientos interrumpidos por la muerte. La última sensación fue la angustia de la muerte. El último pensamiento era el de que caían bajo el poder del sepulcro. Cuando se levanten de la tumba, su primer alegre pensamiento se expresará en el hermoso grito de triunfo: “¿Dónde está, oh Muerte, tu aguijón? ¿dónde está, oh Sepulcro, tu victoria?” Vers. 55. CI 36.2
Testimonio: 14-11-2017
El 14 de noviembre del 2017, el Señor me dio otro sueño. Yo vi a muchas personas. Estas personas estaban preocupadas; a su alrededor había mucho caos, y estaban como atribuladas, porque ellos no entendían el porqué de esta situación. Entonces, mientras yo así les veía, —y lo que sucedía alrededor de ellos—, comencé a ver personas corriendo. Ellos corrían de derecha a izquierda y de izquierda a derecha. Era como una desorientación, una angustia, que ellos no podían parar. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p1}
Entonces, mientras estaba viendo esto, y no entendía qué era lo que estaba pasando, apareció mi acompañante y me dijo: “¿qué ves?” Entonces le dije: “veo mucha confusión y tribulación entre ellos”. Entonces me dijo: “¿sabes por qué?”, y le contesté: “no, no, no entiendo”. Entonces me dijo que: “ellos siguieron hombres antes que [a] nuestro grande y soberano Dios, y ahora todo es caos y confusión para ellos. Era más sencillo, para ellos, estar engañados y autoengañarse; aunque muy dentro de ellos sabían que estaban errados, y callaban la voz del Espíritu Santo”. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p2}
Entonces cuando me dijo eso, hizo una pausa y luego me dijo: “y ahora todo está perdido para ellos”. Cuando me dijo así, mi corazón latió fuertemente, es una sensación que yo quisiera… con palabras, ¿cómo explicarles? Imaginen todas las cosas que están pasando en este mundo, ¡y las que aún faltan! ¡y saber que no tenemos protección! Que vamos a estar en esas situaciones tan terribles, ¡en esa tribulación tan terrible! ¡y que no tengamos ese ser que nos protege!, Cristo Jesús, el Espíritu Santo, sus santos ángeles. ¡Es terrible, es terrible! Yo no, ¡yo no quisiera que ninguno de nosotros pudiera sentir esa sensación que yo sentía en ese momento al ver lo que esas personas estaban pasando! {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p3}
Entonces, miré y vi cómo el Espíritu Santo estaba trabajando en la mente y en el corazón, con un tierno amor, ¡un amor tan grande que cubría todo su ser! Más una gran copa negra venía y ahogaba lo que el Espíritu Santo estaba haciendo, lo hermoso que estaba trabajando en ellos. Entonces yo pregunté: “¿por qué? ¿por qué está pasando esto?” Entonces me dijo: “mira y escucha”. Entonces comencé a mirar y escuché. Todos los que estaban más atormentados —entonces atendí atentamente y pude ver cómo—, éstos rechazaban todo toque del Espíritu Santo en sus vidas. Vi a unos que estaban leyendo la Biblia y el Espíritu de Profecía, más ellos eran selectivos en el aprendizaje de la misma: “algunas cosas, pues, sí las vamos a hacer y otras cosas, pues, no; eso no nos parece”. Entonces vi otro grupo de personas, a estas personas, venían personas y les hablaban de tener una relación más íntima con Dios, de ayunar, de orar, de buscar al Señor de mañana, lo primero en la mañana, lo último en el día, también, antes de acostarse. Pero su corazón no se enternecía, era como si estuviera uno hablando a una pared, eran como inamovibles en sus sentimientos. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p4}
Otros grupos que estaban, también, allí, vi que ellos tenían como sueños, visiones. Dios les hablaba, aun audiblemente, fuera de su oído ellos podían escuchar la súplica del amado Señor apelando a su mente y corazón. Más ellos, como que, anteponían su criterio y su vanagloria a dicha súplica y no hacían caso. Entonces, éste se retiraba, también, tristemente. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p5}
Había otro grupo, los que decían ser más audaces, les llegaba la enfermedad o la catástrofe y, en esos momentos, el Espíritu Santo venía a apelar a su corazón por un arrepentimiento genuino. Su corazón era tocado en esa angustia y como que querían. Pero, luego que salían de esto, su corazón era, otra vez, devuelto a la maldad, al endurecimiento que tenían en el tiempo antes de pasar la catástrofe. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p6}
Otro grupo más me fue mostrado. Entonces yo veía como estas personas en accidentes fuertes, de diferentes formas, casi al borde de la muerte, eran también tocados por el Espíritu Santo. Pero éstos, en los últimos momentos, eran rescatados. Pero [les ocurría] aún otro, tras otro, tras otro, accidente, [pero,] ni aun así, se humillaban al Señor. Era como que en el momento: “¡Señor, ayúdame!” —clamaban, pero ya, luego, ya no más. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p7}
Entonces había otro grupo. A éstos sólo les importaba vivir en los placeres y momentos de este mundo, y veían con desprecio el mundo venidero, y no tenía atractivo inmediato para ellos. Así que, ellos, ni tan siquiera le ponían atención. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p8}
Entonces en ese momento, vi cómo, muchos jóvenes, su corazón iba de continuo a este mundo: en placeres, en hobbies, viajes, cruceros, otras tierras, películas, música, pornografía, adictos a juegos, coleccionando montones de dinero, o deseando tener montones de dinero. Todo esto eran trampas, hasta llevarlos al fuego de la consumación, que caía de arriba y salía de abajo, en el día final. Entonces, en ese momento, vi cómo el enemigo se despertaba al lado de sus camas. Entonces, por alguna razón, cuando ellos se acostaban, como que él se acostaba ahí, siempre estaba ahí con ellos. Y se levantaba también con ellos. Entonces, les susurraba, les sugería estas cosas del mundo, y, así, sus mentes —desde el despertar—, estaban cautivadas, ya, por el enemigo de Dios y de ellos. Aunque se hacía pasar por su amigo. Entonces, en ese momento, vi cómo el Espíritu Santo venía a ellos y les hablaba, para que reconocieran su condición, para que se arrepintieran. Más ellos le repelían, pues, para ellos esto no era atractivo, era más atractivo lo que el enemigo de Dios, y el enemigo de ellos, les decía. Entonces vi cómo se resistían, hasta que se terminó. Ellos, saliéndose del tiempo de la gracia, el Espíritu Santo de Dios se alejó. Entonces mi acompañante me dijo: “igual con adultos, ancianos y niños, a menos que reconozcan y acepten la luz de súplica, y se vuelvan completamente a la senda antigua, perecerán”. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p9}
Entonces yo vi cómo jóvenes, jóvenes bajo grandes luchas y penurias —pobreza, restricción—, lloraban y clamaban por busca de la dirección de Dios. En este otro grupo ya vi más jóvenes consagrados; ellos, día y noche, buscaban que el Señor los dirigiera. Y vino rápidamente a ellos la respuesta de que el Espíritu Santo estaba ahí, más quedaba aguardando porque quería probarlos, saber si su fe iba en crecimiento. Entonces, cuando pasó un tiempo, ya entonces, la dirección llegaba y éstos comenzaban a afianzarse en Dios, y salían corriendo. Ellos entendían, cuando se afianzaban en el Señor, su cometido. Entonces, ellos salían corriendo, sin dudas y con una alegría, ¡y con un esmero!, para llevar a otros las nuevas de salvación y tratar de rescatar otros jóvenes, —aunque no era fácil el trabajo porque muchos no querían aceptar. Entonces, aunque los ataques llegaban con fuerza, ángeles del Señor —yo veía cómo—, los protegían, cómo les hacían barrera mientras ellos cumplían el cometido del Señor. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p10}
Entonces, cambió esa escena y vi otro grupo. Vi muchos eruditos. Estos eruditos los vi vivir en angustia y negrura por haber manchado la verdad y retener y oprimir la obra del Espíritu Santo en la vida de su rebaño. Entonces, yo los veía caer al suelo como cuando cae una palma real por un fuerte viento. Ellos trataban, y trataban y trataban, de levantarse; pero estaban agarrados de su autosuficiencia. Aunque el Espíritu Santo les impelía que se agarraran de Cristo, el Cordero inmolado, no lo hacían porque eso requería de ellos reconocer. Tenían que arrepentirse y enmendar lo que habían hecho; y su orgullo era tal, para reconocer sus equivocaciones, que ellos preferían ir a la perdición en vez de perder su puesto y posición. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p11}
Entonces, en eso, también vi otro grupo, pero este grupo se componía de familias. Estas familias estaban viviendo vidas dobles: muchos cargos en la iglesia, con buenos trabajos de ganancia, con buena casa, carro, vestidos costosos; pero dentro, viviendo desgracia. Porque ellos luchaban, pero en su [interior] vivían vidas frustradas porque, por su vida mundana, el Espíritu Santo se había apartado de ellos. Entonces, ya la luz no les llegaba y ellos caminaban a ciegas. Entonces, por más que ellos se afanaban y por más que buscaban, la luz vino a ellos, más ellos prefirieron la oscuridad. Y, mientras estaba viendo todos estos grupos, todas estas formas en que el enemigo de las almas nos entrampa, ya, entonces, mi acompañante me dijo: “¡basta! Es el momento de que entiendas todo esto, y que vayas y le digas a las personas que, si no hacen una entrega total y absoluta al Señor, no van a poder pasar la prueba final”. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p12}
Entonces en ese momento desperté, desperté con una agonía en mi corazón, con el pecho apretado al darme cuenta, a través de este sueño, de cómo el Espíritu Santo trabaja con una forma y de unas maneras impredecibles en la vida de nosotros. ¡Con una insistencia por nuestra salvación! Como el cielo trabaja: Padre, Hijo y Espíritu Santo trabajan junto con sus ángeles en todo este ministerio de la salvación del ser humano. ¡Y cómo nosotros le corremos a esa salvación, amados hermanos! No le corramos a la salvación, dejémonos caer en las manos de Cristo Jesús porque Él es el único que nos puede salvar. Él es el único que conoce el camino al cielo. Él es el único que nos puede liberar de todas estas angustias y todas estas penurias, y es el único que nos está ofreciendo la vida eterna. El enemigo ya estuvo allá, sus ángeles malos que trabajan con él ya estuvieron allá y ellos luchan para que nosotros no lleguemos allá. ¡Amados hermanos, por favor no le hagamos caso al enemigo ni a sus ángeles, ni a las cosas que nos ofrezcan de este mundo!, porque todo esto va a pasar. Lo único que tenemos delante de nosotros es verdaderamente lo que realmente importa, es seguir a Jesús y vivir con él eternamente. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 14-11-2017 , es.p13}
Testimonio: 21-06-2019
Amados, 21 de junio 2019. En sueños, me fue mostrado cómo el ser humano quiere seguir su curso de vida sin medir las consecuencias. Y no echa a ver que día tras día lo que se mide es el carácter. La única cosa que, si es aprobada por Dios con su sello de perfección, llevaremos al cielo. Dijo mi acompañante: “el defecto ajeno no será la perdición de otro, sino el defecto propio es el culpable de perdición. Procurad con ayuno y ruego [ser] limpios de vuestra propia levadura. Pedid [para que] vuestra sal sea de buena calidad pues ésta alcaliniza el cuerpo de tal manera que la levadura no puede subsistir. Proseguid tras la meta rogando que vuestra vasija sea de barro nuevo, para que, así, sea llena con la gran medida del aceite. Nunca se echará vino nuevo en odres viejos, pues éstos se quebrarán. Rogad por esto. Volved a la dieta original para que vuestro intelecto sea esclarecido y recordad que la temperancia es la balanza que evita los extremos. Limpiad vuestro torrente sanguíneo con las hierbas amargas y poned prestos el agua pura en vuestros cuerpos. Trabajad muy temprano cuando sale la primera luz, y respirad con ahínco el aire mañanero. Allí, en vuestra labor, elevad palabras de ferviente súplica por vuestra abundante cosecha, pues el Dios de la siega premiará la obra de vuestras manos por vuestra fidelidad. Descansad a su tiempo cuando la noche es llegada. Vivid en acción de gracias, elevando vuestras voces en canto y unión con los ángeles en agradecimiento y reverencia a vuestro Padre Celestial”. {Daisy Escalante: 21-06-2019 , es.p1}
“Recordad la sencillez alimentaria de Juan el bautista, la cual se componía de algarrobas y miel pura. Por este ejemplo aquella nación fue impactada y, muchos, condenados. Vivid vidas sencillas sabiendo que vuestro galardón está cerca. Vivid redimiendo el tiempo en todo momento. Dad presto cuidado a las plantas porque ellas están para vuestro albergue y sustento. No menosprecies a las aves porque, aún Elías, fue alimentado por ellas. La tierra, envejecida, con tierno cuidado dará su fruto, pues cada microorganismo, a mi mandato, trabaja en esto. ¿O sabes tú, oh mortal, a dónde llegan las raíces del flamboyán y de dónde la palmera absorbe sus torrentes de agua? Miradla erguida y verde bajo el sol incandescente, como gran guerrera de supervivencia, se eleva hacia el cielo sin queja alguna. ¿No habréis de aprender de ella? El gorrión diligente, muy temprano se levanta, y recoge en su pico lo que el cielo le provee por su perseverancia. La abeja, que colecta el néctar, va de flor en flor llevando vida y recogiendo su sustento, pues aún para esto hay tiempo. La hormiga laboriosa no conoce descanso, mientras su casa está en desorden y su sustento nulo. ¿Acaso no come la oruga, el pulgón, el saltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros? Y, aun así, en mi misericordia, os sustento”. {Daisy Escalante: 21-06-2019 , es.p2}
“Cuidad de los lobos que vienen a arremeter contra el rebaño, porque a lo malo le dicen bueno y a lo bueno le llaman malo; no penséis que en medio de ellos estaréis a salvo, sólo debéis reposar lejos de ellos, en suelo seguro. Estad en lugares”, siguió diciendo, “donde nadie quiere estar. Esto es una zaranda para los lobos, pues estos aman su comodidad y la presa fácil”. {Daisy Escalante: 21-06-2019 , es.p3}
“¿Habéis escuchado decir: ‘quedaos en Jerusalén y seréis salvos, porque los impíos no llegarán a ella y los malos, de ella, huirán’? Más Yo os digo que mis lágrimas corrieron por mis mejillas al ver el futuro de aquella hermosa ciudad, sentada como una gran reina, imponente, siempre favorecida por el cielo. Sus moradores no echaron a ver que quien la recogió y la crió, el que la hermoseó, vino a casarse con ella y ésta lo despreció hasta la muerte. Y, ¿qué crees que hizo el despreciado? Se apartó y su favor no fue más con ella y ésta careció de protección. También avisó a los suyos, y les dio señal, y éstos la esparcieron y los que la creyeron, al verla, salieron confiando en ella y su cumplimiento. Y, ¿sabes, oh, tú, pueblo sordo y tardo en entendimiento, lo que pasó? Allí quedó Escrito. ¿Cómo, pues, dirás que los que se quedaron vivieron y los que salieron murieron? ¿Acaso en Egipto el pueblo fue purificado? Y, ¿fuera del arca Noé y su familia fueron salvos? ¿Acaso Abraham quedó en su tierra y [entre] su parentela para ser salvo? ¿Acaso Lot quedó en Sodoma y Gomorra, y allí fue salvado del fuego? Este pueblo goza, y se goza, en las fábulas, y conspiran contra la verdad, pero mis palabras —por siempre vivas y verdaderas—, se oirán”. {Daisy Escalante: 21-06-2019 , es.p4}
“¡Avanza, pueblo mío! porque la salvación estriba en la obediencia implícita al Dios de la siega. Cuídate de no ser engañado por aquellos que buscan el lucro, sin saber que su tiempo se ha cumplido. Sed sobrios, buscad mi rostro, pues, sólo así, seréis librados de la ira venidera”. {Daisy Escalante: 21-06-2019 , es.p5}
Palabras fieles y verdaderas del Señor para cada uno de vosotros. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 21-06-2019 , es.p6}
Testimonio: 07-08-2019
Amados, agosto 7 del 2019. En sueños, estaba en una llanura con árboles frondosos, mientras observaba el panorama vi un oso y un león. Mientras yo observaba estos dos imponentes animales acercándose a mí, y entre ellos, escuché el chillido de un ave. Miré al cielo y una gran águila calva volaba sobre aquellos dos grandes animales y en sus patas llevaba una grande culebra que dejó caer entre los dos animales. Yo observaba todo aquello [y], aunque eran animales feroces, yo no temía por mi vida. Les vi pasar por mi lado, uno a cada lado mío, y la serpiente se arrastraba sigilosamente hacia mí, yo me eché a un lado y ésta pasó de largo tras las dos grandes bestias. Iban hacia un lugar, y ellas no detenían su marcha. Yo volteé a ver más fijamente a dónde se dirigían, y vi una estructura, era una estructura blanca, parecía una casa o una iglesia. Vi cómo arremetieron contra ella, y ésta se tambaleó. {Daisy Escalante: 07-08-2019 , es.p1}
Mientras observaba esto, vi un animal, ese animal, amados, ¡era imponente!; parecía como un dinosaurio con escamas, con dientes de león, ojos de serpiente rasgados, sus pies eran como pies de osos con pezuñas enormes, y sus brazos eran de humano, pero sus manos de piel de reptil eran con pezuñas de cocodrilo; ¡aquello era sumamente horrible! Yo no logro saber, aún, qué era. Más, ante tan imponente amalgama, mis sentidos se olvidaron [de] las otras bestias que había visto antes. Ésta se acercaba cada vez más a la casa-iglesia, que las otras bestias arremetían contra ella; las bestias primeras, al ver semejante amalgama, huyeron y no les vi más, pero este horrible y espantoso animal caminó hasta la casa-iglesia, y la pisó, y ésta se derrumbó y se tornó en escombros. Entonces dije: “¡oh, Señor! ¿y las personas que allí estaban?” Me contestó: “ellas escucharon que la grande y espantosa bestia se acercaba; más hombres adormecieron sus sentidos. Inclinados a la comodidad, a la conveniencia y al lucro, decidieron oír a aquellos que engrandecían los deseos de su obstinado corazón. Nadie perece sin antes haber tenido la verdad frente a él. Ese es el trabajo del Espíritu Santo y los ángeles ministradores. Más, ¡ay del que a lo bueno le llama malo, y a lo malo bueno! porque dónde está su pensamiento ahí está su corazón. Por eso a lo malo le llamarán bueno”. {Daisy Escalante: 07-08-2019 , es.p2}
“Todo perecerá, más mis palabras, no pasarán. Sólo el justo vivirá por la fe, no hay mayor evidencia que el Padre muestre tanto amor por sus hijos. ¿Acaso si el padre de familia ve venir el peligro, no vigilará su casa y se preparará para esa hora? ¡Cuánto más mi Padre que está en los cielos les dará aviso a sus hijos para que no perezcan! ¿Qué es más importante? ¿el mundo pasajero o el cielo perdurable? ¿no es acaso el cielo perdurable?”, contestó. “Entonces, ¿por qué vais tras la vanidad y buscáis la mentira? Jehová sólo escoge al justo para sí, sólo [al] justo oirá cuando a Él clamare, porque al malo, y al que ama la violencia, su alma aborrece. Valorad lo que realmente es valorable, si vuestro carácter es lo único que llevaréis al cielo. Y éste, transformado en santidad de pensamiento y práctica. ¿Por qué despreciáis al Deseado de todas las gentes? ¿no sabéis que sois polvo y al polvo volveréis? Y si mañana vienen por tu alma, ésta, ¿de quién será? No gastéis vuestro tiempo en lo que no aprovecha, porque el zarandeo pasado juntó a muchos más en mi granero, y muchos de los que hicieron pacto conmigo menospreciaron mi amistad, y aún este zarandeo continúa, pues mi granero es rápidamente llenado. Buscadme y viviréis, pero buscadme de todo vuestro corazón”. En ese momento me dijo: “Amós 5”. {Daisy Escalante: 07-08-2019 , es.p3}
Quiera Dios que cada uno de nosotros podamos buscar al Señor de todo corazón, para poder vivir con Él eternamente en la Patria Celestial. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 07-08-2019 , es.p4}
Amós 5
1 Oíd esta palabra que yo levanto por lamentación sobre vosotros, oh casa de Israel.
2 Cayó la virgen de Israel, y no podrá levantarse ya más; fue dejada sobre su tierra, no [hay] quien la levante.
3 Porque así ha dicho el Señor Jehová a la casa de Israel: La ciudad que salía con mil, quedará con cien; y la que salía con cien, quedará con diez.
4 Mas así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis;
5 y no busquéis a Betel ni entréis en Gilgal, ni paséis a Beerseba: porque ciertamente Gilgal será llevada en cautiverio, y Betel será deshecha.
6 Buscad a Jehová, y vivid; no sea que Él acometa como fuego a la casa de José y la consuma, sin haber en Betel quien lo apague.
7 Los que convertís en ajenjo el juicio, y echáis por tierra la justicia,
8 buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y las tinieblas vuelve en mañana, y hace oscurecer el día en noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra: Jehová es su nombre.
9 Que da fuerzas al despojador sobre el fuerte, de modo que el despojador venga contra la fortaleza.
10 Ellos aborrecen en la puerta de la ciudad al que reprende, y abominan al que habla lo recto.
11 Por tanto, pues que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo; edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas.
12 Porque he sabido vuestras muchas rebeliones, y vuestros grandes pecados: que afligen al justo, y reciben cohecho, y a los pobres en la puerta hacen perder su causa.
13 Por tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo.
14 Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos será con vosotros, como decís.
15 Aborreced el mal, y amad el bien, y poned juicio en la puerta; quizá Jehová, Dios de los ejércitos, tendrá piedad del remanente de José.
16 Por tanto, así dice Jehová Dios de los ejércitos, el Señor: En todas las plazas habrá llanto, y en todas las calles dirán: ¡Ay! ¡Ay!, y al labrador llamarán a lloro, y a endecha a los que saben endechar.
17 Y en todas las viñas [habrá] llanto; porque pasaré por en medio de ti, dice Jehová.
18 ¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? [Será] de tinieblas, y no de luz:
19 Como el que huye de delante del león, y se topa con el oso; o el que entra en casa y arrima su mano a la pared, y le muerda una serpiente.
20 ¿No [será] el día de Jehová tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor?
21 Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me darán buen olor vuestras asambleas.
22 Aunque me ofrezcáis holocaustos y vuestros presentes, no [los] aceptaré; ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados.
23 Aleja de mí el ruido de tus cantos, que no escucharé las salmodias de tus instrumentos.
24 Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo.
25 ¿Me habéis ofrecido sacrificios y presentes en el desierto en cuarenta años, casa de Israel?
26 Mas llevabais el tabernáculo de vuestro Moloc y Quiún, ídolos vuestros, la estrella de vuestros dioses que os hicisteis.
27 Por tanto, os haré trasportar más allá de Damasco, ha dicho Jehová, cuyo nombre [es] Dios de los ejércitos.
Testimonio: 03-04-2020
Amados, abril, 3, del 2020. Estudiando la vida del andar de Enoc con Dios, me llamaron la atención varias cosas que quiero compartir con ustedes. El Señor me movió a compartirlas, [pues] estos requerimientos son los que Él está pidiendo de cada uno de nosotros para poder tener, en Él, la misma oportunidad que tuvo Enoc. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p1}
Enoc vivía en el cumplimiento de los deberes de su vida diaria, ese era el andar de Enoc con Dios. No esquivéis vuestro deber. Él cumplía diariamente esos deberes en su vida. Era firme, era un constante siervo de Dios y, aunque se relacionaba con amigos, familiares, [y] otras personas, su fe, su firmeza, —[la] de un siervo de Dios—, era prominente en esto y no se doblegaba porque estaba al frente de familiares, amigos u otras personas. Era transparente, lo que él era lo era frente a sus amigos, familiares, y era, también, en [la] presencia de Dios de la misma manera. Dice allí que, también, su corazón estaba en armonía con la voluntad de Dios. Antes de que su hijo naciera, su primer hijo, y ya, luego de eso, por 300 años más, él comenzó a estar más en armonía con la voluntad de Dios, era una perseverancia y una convicción, amados, que es la que nosotros debemos tener hoy día, amados hermanos. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p2}
Dice que tenía una mente poderosa, bien cultivada, y profundo conocimiento. Y, ¿por qué esto? Porque las pequeñeces, esos detalles, ese cumplimiento de los deberes de su vida diaria, ese buscar a Dios, ese escudriñamiento de su Palabra, ese buscar al Señor para saber qué es lo que Dios requería de él, hacía que su mente recibiera contacto directo de las palabras del Señor, y, así, pudiera tener esta mente poderosa. Que, en el tiempo en que él estaba —no muy diferente al que vivimos nosotros hoy, de maldad, de pecado, de confusión—, hacían que este hombre de fe pudiera seguir hacia adelante, y fuera el señalado en su tiempo no como una persona de doble ánimo y de doblez de espíritu, sino como una persona firme en las cosas de Dios. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p3}
Dios, también a este hombre le había honrado con revelaciones especiales, porque cuando nosotros comenzamos a reflejar el carácter de Dios en nuestras vidas, el Señor comienza a comunicarse. Comienza, entonces, esa comunicación directa que el cielo siempre ha querido tener con sus hijos, pero que nosotros somos los primeros [en estorbar], porque nos gusta la conveniencia. No nos gusta un: “así dice Jehová” y cumplirlo como es. Siempre nos queremos ir por la tangente, los shorcuts, los atajos. Entonces, todas estas cosas nos desvían y nos apartan de escuchar la voz de Dios. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p4}
Enoc estaba en continua comunicación con el cielo, todo el tiempo: “Señor, mira lo que estoy haciendo”, “Señor, ¿así es como tú deseas?”, “Señor, si no es así, díctame”, “Señor, yo quiero hacer tu voluntad”, “Señor, yo no quiero hacer nada en este día que no te honre, que no sea lo que tú quieres para mí”. Y, ciertamente, una persona que es así, el cielo está en continua comunicación con esta persona. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p5}
Enoc reconocía constantemente la grandeza y la perfección divinas. Ciertamente Enoc, como Moisés, —y otros héroes más de la Biblia que encontramos en la Palabra de Dios—, Enoc, reconocía constantemente la grandeza de un Dios grande, omnisapiente, poderoso, soberano, que rige el universo entero y que, ciertamente, rige en este mundo. A pesar de todas las cosas que vemos, de tanta maldad, tanta confusión, en esta actualidad, con esta mortandad de esta pandemia, ciertamente el Señor está en control de todo y nada escapa a su ojo. Él reconocía eso, al igual que como nosotros también debemos reconocerlo, y reconocer su perfección divina. No podemos culpar al Señor de que nos estén pasando calamidades y situaciones difíciles si no hemos obedecido cabalmente la Palabra de Dios. Y si, aun, obedeciendo cabalmente la Palabra de Dios pasamos por aflicción —porque ciertamente tenemos que pasar por aflicción para que nuestro carácter llegue a la perfección que es en Cristo Jesús, como Él desea—, porque aún Él mismo estuvo en este mundo y pasó por situaciones muy difíciles, más difíciles de las que usted y yo hemos pasado hasta ahora en este mundo; ciertamente, si es cumpliendo la voluntad de Dios que pasamos dificultades, ciertamente, Él estará ahí con nosotros. Y no nos probará más de lo que podamos soportar. Y, como Él mismo prometió: “con la prueba, la salida”. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p6}
Otra cosa que me llamó la atención de Enoc, fue que reconocía su propia debilidad e imperfección. A veces tenemos una idea de nosotros mismos de que somos muy grandes, muy intelectuales, muy sabelotodo. Pero, ciertamente, cuando nos acercamos al Señor y vemos quién es Él y quiénes somos nosotros, nos damos cuenta que somos nada, y sabemos nada. Todos los días, este estado de grandeza, de querer pensar que nos lo sabemos todo, cada día, debe morir en nosotros. Ante la presencia de Dios somos nada, ciertamente. Y cada uno de nosotros tenemos que reconocer que somos tan imperfectos, que no podemos vivir ni un instante sin Dios y poder preservar la vida en este mundo. Ciertamente, satanás ha salido como león rugiente [redoblando] sus esfuerzos para destruir a todo aquel que vive con doblez de ánimo, a todo aquel que dice de la boca para afuera que quiere hacer la voluntad de Dios y que ama a Dios, pero sus actos dicen todo lo contrario. Aquel que pasa predicando acerca de la Palabra de Dios, pero su carácter demuestra todo lo contrario. Todo esto es doblez de espíritu. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p7}
Así que, amados hermanos, tenemos que pensar en todas estas cosas y más que, ¡nos estamos acercando a la Pascua del Señor! Tenemos una debilidad muy grande en nuestras vidas, y es de pensar que estamos bien porque estamos en el campo, porque hicimos nuestra cabaña, porque conseguimos un lugar [que] tiene todas las cualidades que el Señor nos ha dicho que debe tener el lugar: agua propia, casa pequeña, terreno amplio [para] que sembremos, todas estas cosas. Pero esto es preparatorio para aquí, para lo que ya lo estamos viendo que está encima, y aun lo que falta. Pero, el carácter, que es lo único que vamos a llevar al cielo, ¿qué está pasando? Tenemos que analizar esto, amados hermanos, a la luz de la Palabra de Dios, frente al espejo que el Señor, Cristo Jesús, nos pone a cada uno de vosotros. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p8}
Enoc gemía y clamaba por la maldad creciente de los impíos de su época, ciertamente los hijos de Dios, en esta época, debemos estar haciendo lo mismo. No decir: “estas cosas tenían que pasar”, “oh, mira lo que está pasando acá, allá”. No, sencillamente debemos llamar al pecado por su nombre, y clamar y gemir por estas situaciones, estas abominaciones que están pasando. [Por] el homosexualismo que está metido en las filas del que dice ser el pueblo de Dios, todas las cosas terribles que están pasando tras puertas escondidas de hombres, porque de Dios nadie se puede esconder. Amados hermanos, no nos engañemos, Dios no puede ser burlado, Dios nos ve transparentes, conoce nuestros motivos, conoce nuestros caminos, aun mientras estamos acostados, lo que estamos soñando, lo que estamos albergando en nuestro corazón, todo lo conoce, no podemos escondernos. El que vive en doble ánimo piensa que puede esconderse de Dios, piensa que por conveniencia ahora lo hace y ahorita se arrodilla y pide perdón. No, amados hermanos, eso no es así. Esto es por convicción, por elección. No obedecer a hombres sino obedecer a Dios. Si hay hombres que claman, hombres de renombre, que claman al pueblo: “¡todavía no es hora de salir, quédense! No”. “Aquí los necesitamos”. “No, no hagan caso, esas personas que se están yendo al campo, allá al monte, ¿qué van a hacer? Dios necesita gente que predique su Palabra”. Sí, es cierto que Dios necesita gente que predique su Palabra, pero como Dios mismo dijo: “esto se va a acabar por testimonio a todas las naciones, entonces vendrá el fin”. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p9}
¿Cómo podemos dar testimonio de aquello, amados hermanos, que no estamos viviendo? Analicemos, ¿nos salvan los hombres? Lamentablemente, no es así. ¿Murieron los hombres por nosotros? No, no murieron por nosotros; solamente Cristo Jesús murió por nosotros. Solamente Él estuvo entre nosotros y está en el cielo. Él es el único que nos puede salvar porque somos su creación y Él nos redimió, murió en la cruz del calvario, nos compró con su sangre, pero no por eso “una vez salvo, siempre salvos”. La salvación es condicional; y es condicional, amados, a la obediencia; si obedeciendo pasamos dificultades, ¿cómo será con los que no obedecen? Mi corazón tiembla, mis ojos ya no aguantan más lágrimas de ver lo que está pasando en el mundo, y la ambivalencia del que dice ser el pueblo de Dios, cegado, en cuatro paredes, con líderes opresores que todo el tiempo se pasan repitiendo lo mismo: “si se van a los campos se van a perder, no lo hagan, esas gentes están locas”. Amados hermanos, analicemos, pensemos, el Señor está llamando a su pueblo a salir, y a salir con prontitud, porque lo que estamos viendo es nada, nada, amados hermanos, en comparación a lo que viene; yo quisiera que alguno de ustedes pudiera, por lo menos, visualizar alguna de las cosas que el Señor me ha mostrado, ¡y es terrible”. Amados hermanos, muchos, ¡muchos!, decían: “¿por qué la hermana Daisy llora?” Amados, yo les quiero preguntar: “¿lo que está pasando en el mundo hoy no es para llorar?” Ciertamente el Señor ya me había mostrado muchas cosas de estas, y muchas más que faltan que son, aún, más graves que estas, amados hermanos, no hay palabras para explicar. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p10}
He tratado, en cada testimonio, cada revelación que el Señor me ha dado, cada sueño, de poder decir con mis propias palabras, con mi poco vocabulario, poder expresar; pero ahora ustedes están pudiendo ver y entender un poco el sufrimiento [que] uno puede experimentar cuando el Señor comienza a mostrar estas cosas, amados hermanos. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p11}
Enoc también evitaba el asociarse continuamente con los impíos. Amados, esto me recordó mucho a Lot y Abraham. Salieron, estaban juntos. De repente, pleitos entre ellos. [Esto] hizo que Lot decidiera por irse a la llanura, tanto fue así que se acercó más y más a Sodoma, hasta que entró. Él pensó como piensan muchos: “es que, entre ellos, ahí es donde ellos me necesitan, porque ahí es donde voy a clamar, ahí es donde les voy a decir, ahí es donde voy a poder ayudarlos para que salgan y se puedan salvar”. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p12}
Amados, ya el Señor nos dejó la historia escrita, para que nos diéramos cuenta que Lot, a duras penas, a duras penas, se pudo salvar él y sus dos hijas. Y con todo eso, la contaminación tan grande que había en sus hijas, las llevó a que ellas se acostaran con su padre y concibieran de él. Amados, no es entre ellos, no es entre el pecado, donde vamos a levantar Palabra del Señor para que ellos escuchen. Como le dijeron los sodomitas a Lot: “has llegado aquí y has sido cobijado por nosotros y ahora te crees juez de nosotros”. Amados, pensemos, ¡pensemos!, porque no queda mucho tiempo. Pensemos, porque ciertamente si no utilizamos nuestra mente, como el Señor dice que va por toda la tierra buscando a la gente pensante. Tenemos libre albedrío de decisión. No vamos a poder decir: “por culpa de aquel, por culpa de lo otro, porque no me lo dijeron desde el púlpito, o porque la organización no lo proclamó, por eso yo no lo hice, yo era bien obediente a todos ellos”. Amados, al único que le debemos lealtad es a Aquel que murió en la cruz del calvario por cada uno de vosotros. ¿Qué estamos haciendo? ¿qué rumbo estamos llevando en nuestras vidas? Ciertamente, cada jefe de familia, ya sea el padre que esté con la esposa y los hijos, o la madre que esté sola con sus hijos, ¿qué rumbo está llevando en su familia? Amados, esto es muy serio, lo que estamos viendo en el mundo hoy, si no nos alarma y no nos llama la atención, si no levanta una alerta en nuestra mente es porque realmente estamos en un estado tan dormido, amados hermanos, que tiemblo por esos hermanos que están así. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p13}
Amados, es bien importante que podamos analizar todas estas cosas, no es entre el pecado, peleando ahí la batalla, porque pues “hay que levantar voz, y hay que, y no se puede dejar esto así”, no. Dios no nos ha llamado a eso, amados hermanos. Dios está sacando un pueblo a las montañas para que se encuentre con Él; para que, a través de los ministros silenciosos, este carácter tan dañado que tenemos, Él pueda plasmar su carácter en cada uno de nosotros, amados hermanos, para que así podamos dar la talla. Para, entonces, poder tener la autoridad del cielo. Para poder tener autoridad, amados, con la vestidura de Cristo Jesús, y poder, entonces, hablar a aquellos cuando Dios nos lo autorice. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p14}
Amados, cuando Dios le daba mensaje a Enoc, entonces, él bajaba a dárselo al pueblo, pero bajaba con un miedo terrible, porque él decía: “Señor, líbrame de, cuando esté entre ellos, ofenderte en algo”. Sin embargo, nosotros nos codeamos día a día con el pecado, y pensamos que podemos salir ilesos, y que no nos vamos a contaminar. Amados, el pecado si no lo podemos ver cómo es, ¡es terrible para nuestras vidas!, porque el pecado nos aleja de Dios y nos acarrea la muerte. ¡El pecado es muerte, amados hermanos! Y un Dios tan justiciero, tan verdadero, cuando venga en las nubes de los cielos, dondequiera que haya pecado, su fuego consumidor va a exterminarlo, y si está entre nosotros este pecado, ciertamente seremos exterminados. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p15}
Amados hermanos, pensemos, analicemos, al Señor no le falta mucho por venir, pero ciertamente Él está preparando un pueblo. Enoc pasaba mucho tiempo en soledad, en meditación, en oración, amados. El Señor ha parado este mundo en esta cuarentena antes de la Pascua para que meditemos, para que estemos en soledad en nuestras casas con nuestras familias, y aquellos que vivimos en los campos pues tenemos un poquito más la bendición de que podemos salir en los predios de nuestra tierra, poder estar bajo un árbol meditando en la Palabra de Dios, entre los pajaritos, los animales, poder ver a la creación de Dios, estar más directamente integrados con el Dios de la naturaleza, con nuestro amado Creador. ¡Amados, Él está hablando, ciertamente, a su pueblo en esta hora! Si no nos podemos dar cuenta, ¡esto es muy triste! Yo oro, yo oro, amados hermanos, cada día, para que su pueblo pueda darse cuenta, especialmente los jóvenes que tienen tantas aspiraciones en este mundo, para que puedan darse cuenta que nada de lo que pueden aspirar aquí, ni de lo que pueden desear aquí, es [algo] en comparación a lo que Dios tiene preparado para ellos allá en la Patria Celestial. A veces me gustaría saber pintar, para poder, a lo mejor, poner en un cuadro, un poco de lo que he visto, de lo que el Señor me ha mostrado. Lamentablemente, no sé, pero pido al Señor que si esa es su voluntad me lo conceda, para que muchos puedan ver, y darse cuenta vagamente, con los materiales que tenemos aquí en este mundo, y lo que conocemos, poder visualizar un poco de las maravillas que el Señor tiene para cada uno de nosotros. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p16}
¡Es momento de oración, es momento de soledad, es momento de meditación, amados hermanos! No tomemos esto a la carrera, lo que está pasando en este mundo no es cosa de casualidad, ciertamente el enemigo, usando entidades humanas ha hecho todo esto, y no es nada en comparación a las cosas más que tiene planeadas hacer, especialmente a los que queremos ser fieles a Dios hasta el fin. Pero el Señor, ciertamente, dice que va a estar con sus hijos hasta el final del tiempo. Solamente, lo que tenemos [que hacer] es recorrer los caminos del Maestro, y, ciertamente, vamos a llegar a puerto seguro, agarrados de Él. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p17}
Enoc, así, buscaba ante el Señor un conocimiento más claro de su voluntad a fin de cumplirla. Y ésta debe ser nuestra búsqueda, amados hermanos. Hoy por hoy, día tras día, momento tras momento: “¿Señor, que tú quieres que yo haga?” Si el Señor nos dice algo, decir sinceramente: “¡oh, Señor! sí, es cansador, ¡ayúdame!”, “¡Oh Señor!, yo estaba esquivando eso porque no me gustaba de esa forma, pero si así es que tú quieres, así yo lo voy a hacer”, “¡oh, Señor, ayúdame porque no es fácil, mi cuerpo se niega, pero yo quiero hacer tu voluntad!” Seamos sinceros con el Señor, amados hermanos, porque antes de que abramos nuestra boca ya Él sabe lo que sentimos y lo que tenemos en nuestro corazón. Pero, ciertamente, eso es lo que Él busca, cuando realmente llegamos a una comunión con Dios, [a] ser amigos de ese Padre Celestial porque Él nos lo concede sin merecerlo, qué privilegio, amados hermanos, qué privilegio de que cada cosa que hacemos en nuestra vida Él nos pueda dirigir, y decirnos qué hacer y qué no hacer. ¿Cómo hacerlo? Que nosotros pensamos al principio que era tan difícil, pero sin embargo, cómo Él abre las puertas para que podamos caminar como caminó el pueblo de Israel a través de las aguas del Mar Rojo. Los milagros que el pueblo de Dios experimentará en estos días, y en los días subsiguientes, amados hermanos, son cosas maravillosas que solamente el cielo puede hacer; pero tenemos que buscar saber cuál es la voluntad de Dios, para querer de todo corazón cumplirla. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p18}
Para Enoc la oración era el aliento de su vida, y así debe ser para cada uno de nosotros, buscar al Señor en oración, hablar con Él como si fuera el aire que respiramos, amados hermanos. No hay nadie que pueda llegar al cielo sin practicar esto, sin hacer [de] esto un hábito en su vida, internalizarlo en la vida de nosotros, según necesitamos el aire para continuar, así, amados. La oración es vital para poder continuar en este mundo y ser vencedores en Cristo Jesús, amados. Por eso se dice que Enoc vivía en la atmósfera del cielo aquí en la tierra, y eso es lo que el Señor busca de cada uno de nosotros, amados hermanos. Yo espero en el Señor que cada uno de nosotros podamos entender esto, al igual que en la historia de Noé, grandes cosas maravillosas, que yo sé que todos los que la han leído en estos días han aprendido. Amados hermanos, busquemos al Señor como Él se lo merece, no sencillamente de palabras sino en hechos. Amados hermanos, quiera Dios que esto sea una realidad en la vida de cada uno de vosotros. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p19}
Y amados, es importante que en la vida de nosotros haya abnegación en vez de codicia, que haya sinceridad en vez de hipocresía, amados hermanos. Que haya misericordia en vez de crueldad, y que haya agradecimiento en vez de ingratitud. Ciertamente, si tenemos abnegación, sinceridad, misericordia y agradecimiento, vamos en camino seguro; pero si no, si es lo contrario y estamos en codicia, que es idolatría, en hipocresía, crueldad e ingratitud, tenemos el yo enaltecido. Y hasta que el yo no muera, Jesucristo no puede nacer en nuestras vidas, no podemos tener el carácter de Dios plasmado en nuestras vidas. ¿Qué importa lo que digan y lo que hagan con nosotros?, nosotros tenemos nuestra vida escondida detrás de Cristo Jesús y eso es lo único que importa. Lo único que importa es exaltar al Cordero y caminar tras sus pisadas. Amados hermanos, así, el yo comienza a morir, y el carácter de Cristo Jesús comienza a visualizarse y a crecer en nuestras vidas hasta que dejamos de ser nosotros y llega a ser Él en cada uno de nosotros. Recordemos el mensaje de la justificación por la fe, muy sencillo, por cierto: no vivo más yo, sino que vive Cristo en mí. Solamente la justicia de Cristo, imputada en mí, porque yo reflejo su carácter, es lo único que me garantiza a mí, y a cada uno de vosotros, la salvación de todas las cosas terribles en este mundo, y por sobre todo la salvación, la vida eterna en Cristo Jesús. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p20}
Quiera Dios que cada uno de nosotros en estos días que se avecinan de la Pascua, en la cena del Señor, amados, podamos encontrarnos ciertamente con Cristo Jesús, ya no más de palabras, sino tras sus pisadas caminar, y en hechos podamos decirle al mundo que: “ya no vivo más yo, sino que vive Cristo en mí”. El Señor nos bendiga a todos. {Daisy Escalante: 03-04-2020, es.p21}