Manjar Sabático
26-11-2022
Isaías 2
1 Lo que vio Isaías, hijo de Amoz, tocante a Judá y a Jerusalén.
2 Y acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová por cabeza de los montes, y será ensalzado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.
3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y Él nos enseñará en sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
4 Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.
5 Venid, oh casa de Jacob, y caminemos a la luz de Jehová.
6 Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque están llenos [de maldades] del oriente, y de agoreros, como los filisteos; y hacen pacto con hijos de extranjeros.
7 Su tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos; sus carros [son] innumerables.
8 Además está su tierra llena de ídolos, y a la obra de sus manos se han arrodillado, a lo que fabricaron sus dedos.
9 Y el hombre vil se ha inclinado, y el hombre altivo se ha humillado; por tanto no los perdones.
10 Métete en la piedra, escóndete en el polvo, por la presencia temible de Jehová, y por el esplendor de su majestad.
11 La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y sólo Jehová será exaltado en aquel día.
12 Porque día de Jehová de los ejércitos [vendrá] sobre todo soberbio y altivo, y sobre todo enaltecido; y será abatido;
13 sobre todos los cedros del Líbano altos y erguidos, y sobre todos las encinas de Basán.
14 Y sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados levantados;
15 Y sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte;
16 Y sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas las pinturas preciadas.
17 Y la altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y sólo Jehová será exaltado en aquel día.
18 Y quitará totalmente los ídolos.
19 Y se meterán en las cavernas de las peñas, y en las aberturas de la tierra, por la temible presencia de Jehová, y por el esplendor de su majestad, cuando Él se levante para sacudir la tierra.
20 Aquel día arrojará el hombre, a los topos y murciélagos, sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase;
21 y se entrarán en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la temible presencia de Jehová, y por el esplendor de su majestad, cuando Él se levante para sacudir la tierra.
22 Dejaos del hombre, cuyo aliento [está] en su nariz; porque ¿de qué es él estimado?
La Oración (Or). Subtítulo: La oración nos conserva fieles, del capítulo 2.
Sin oración incesante y vigilancia diligente, corremos el riesgo de volvernos indiferentes y de desviarnos del sendero recto. Nuestro adversario procura constantemente obstruir el camino al propiciatorio, para que no obtengamos mediante ardiente súplica y fe, gracia y poder para resistir a la tentación. —El Camino a Cristo, 94. {Or 38.1; Pr.32.1}
Testimonio: 29-07-2017 #01
Queridos hermanos, hoy es 29 de julio, sábado 29 de julio del 2017. Quiero compartir un sueño que tuve en la madrugada de hoy.
Estaba en un lugar con mi familia, y otros hermanos. Era la cima de una montaña, había tres estadios, y estos estadios estaban unidos como por puentes, que podíamos pasar de un lado al otro. Era sábado a mi entender, porque en los diferentes lugares, en los diferentes estadios, estos que eran tres, se estaban llevando actividades de sábado como: la escuela sabática, culto divino, y otros. Así que, pude apreciar que era un día de sábado. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p1}
En el primer estadio, estaban dando la escuela sabática. Había mucha controversia por diferentes ideas impuestas por los de la jerarquía y otras personas que debatían. Entonces, como vimos esa manifestación, en ese lugar, no nos pareció. Entonces, comenzamos a caminar por uno de los puentes, mi familia y otros hermanos que estaban con nosotros, y nos dirigimos al segundo estadio. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p2}
Allí comenzamos a ver que había jóvenes y jóvenes adultos. Entonces, cuando nos quedamos un momento para ver qué era lo que se estaba llevando allí a cabo, comenzamos a escuchar una música estridente. La letra hablaba de Dios, pero la música era total y absolutamente mundana. Así que dijimos: “aquí no nos podemos quedar”. Entonces, salimos por la puerta y caminamos hacia el siguiente puente para llegar al tercer estadio. Allí vimos una persona que estaba predicando. Cuando me percaté, vi que era un pastor. Estaba predicando, estaba hablando como cosas incoherentes, como: ‘estamos bien’, ‘Dios está con nosotros’, ‘estamos en victoria’, cosas así. Y yo decía: “pero, ¿cómo puede estar diciendo eso si hemos salido de los dos estadios anteriores? Y, ¡miren lo que vimos! Y, ¡mira lo que él está predicando!” {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p3}
Entonces, de repente, mientras yo estaba diciéndole esto a las personas que estaban con nosotros, las ropas de aquel pastor que estaba predicando se le cayeron y quedó en paños menores. Y salimos corriendo de allí, y buscamos rápido la salida, y como esto estaba como en la loma, así arriba, comenzamos a bajar. Entonces al bajar la montaña vimos una lancha, y le pedimos al capitán que, por favor, nos llevara al otro lado del río pues ya no deseábamos estar más allí en aquel lugar. Así que él nos dijo: “¡claro, pero apúrense! Pues, siempre que bajan personas de esos estadios, unos soldados los siguen y si los atrapan, pues, ya no vuelven, y, ¡apúrense porque ahí vienen!” Entonces, cuando nos dijo así, nos señaló en la montaña, arriba, de donde habíamos bajado, y allí vimos a tres soldados que venían tras nosotros. Así que corrimos a la embarcación y ésta comenzó a girar para retirarse de la orilla, cuando vimos los soldados saltar al agua, y empezaron a nadar fuertemente hacia la embarcación, y vi cuando la abordaron. Entonces nos comenzamos a llenar de miedo. Yo sentía mucho miedo y buscamos donde escondernos. Y yo me fui detrás de una mesa que había, allá, en la embarcación, y cuando me agaché, vi uno de estos soldados. Vi cómo, uno de ellos, entraba en la cabina del capitán y tomó el mando, y otro se dirigía hacia donde yo estaba, así que me asusté mucho. Pero, de repente, me di cuenta que detrás de mí había como algo que estaba respirando, sentí un aliento muy cerca de mí, en mis espaldas. Entonces, al voltear, veo un león, un león adulto, ¡era hermoso! Estaba sentado. Entonces, sus ojos me miraron fijamente, y yo también lo miré a los ojos fijamente. Pero sus ojos no eran como ojos de animal, eran como ojos de humano y estaba mirándome con ternura. Entonces, al principio, me asusté cuando lo vi, por la impresión, pero luego, cuando le vi sus ojos que emanaban ternura, comencé a sentir paz. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p4}
Entonces, el león se paró, y cayó sobre el soldado que venía hacia mí, lo tiró al suelo y éste dejó de moverse, no lo vi que se movió más. Entonces, luego, vi cómo, este león también, pasó hacia la cabina de control y embistió al soldado que había hecho girar el barco, y le pasó el mando al capitán que ya lo habían sacado de aquel lugar. Entonces luego, fue donde el otro grupo que estaba asustado, porque estaba, allí, instigándolo otro soldado. Embistió, también, a este soldado y así pudimos continuar a salvo hacia el otro lado del río. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p5}
Entonces, al mirar, allí en aquel lugar, vi cómo pudimos llegar al otro lado del río y, cuando llegamos allí, al otro lado del río, nos despidieron amablemente. Y nos dijeron: “sigan por ese camino y no se salgan de él”. Así que seguimos subiendo, y así lo hicimos. Comenzamos a subir. De repente, yo me volteo para atrás y digo: “déjame ver por dónde va el barco”. Entonces, cuando miro hacia atrás para ver la embarcación, veo el león que viene detrás de nosotros. Entonces, como que me desesperé y le dije a mi familia y a los hermanos que venían con nosotros: “¡debemos regresar, el león se vino con nosotros! ¡Él es de la embarcación, van a pensar que nos lo estamos llevando, vamos a regresarlo!” Pero entonces, mientras yo estaba hablándole eso a las personas que iban conmigo, de repente, una persona frente a nosotros comenzó a saludarnos y nos decía: “¡hola, bienvenidos, vengan, vengan!” Entonces, vimos unos grupos de personas allí en aquel lugar cuando nos recibieron. Algunos estaban, sólo, sentados en el suelo, pero estaban llorando. Unos estaban solitos, también, en unas esquinas, allí sentados; y estaban llorando muy fuerte, llorando sin parar. Aunque tenían sus manos en la cara, yo veía cómo sus lágrimas caían al suelo. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p6}
Entonces, pregunté a la persona que nos saludó, a la que nos recibió, que por qué ellos lloraban. Entonces él me contestó: “ellos saben que deben estar aquí, pero haberlo dejado todo es muy duro para ellos, esta es la fase uno, es la fase más difícil”. Entonces vi, en ese lugar, campos dispuestos para ararlos, pero nadie lo hacía porque todos estaban sufriendo, todos estaban llorando. Además de eso, en aquel lugar precioso, vi unas cabañitas pequeñas, pero nadie en ellas, pues todos estaban afuera y estaban con este dolor llorando. Y al mirar en ese lugar, veía en diferentes lugares letreros que decían: “estación número uno”. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p7}
Entonces, al llegar donde el señor que nos recibió, le dije: “el león vino con nosotros y él pertenece al barco, así que yo quiero devolverlo, tenemos que volver para llevarlo al barco”. Pero el señor me sonrió y me dijo: “el león siempre acompaña a los de la estación 4. Siempre que vemos al león bajar con personas, o alguien que baja, y va para la estación 4, pues, el león va con ellos”. Entonces le pregunté: “¿y qué es eso de la estación 4?” Y él me dijo: “ven y ve”. Entonces me llevó al recorrido de la estación donde estábamos ahí, la estación número 1. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p8}
Entonces, cuando vi todo lo que había en esa estación, me pude dar cuenta que era un lugar que era muy bonito, un lugar muy tranquilo, pero las personas a pesar de que aquel lugar estaba tranquilo, estaban llorando. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p9}
Pero nos dijo: “no se preocupen, tienen que seguir su camino”. Entonces nos dio agua a tomar y nos indicó el camino por donde teníamos que seguir y nos despedimos y nos fuimos camino arriba. Así que mientras salíamos de aquel lugar yo pude escuchar a alguien que dijo: “miren, el león va con ellos, son de la estación 4”. Así que, por alguna razón, todos allí sabían lo que simbolizaba el león, menos nosotros. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p10}
Así que seguimos nuestro camino y pronto otro personaje nos comenzó a saludar. Al lado de él había un letrero que decía: “estación número 2”, lo podía apreciar en aquel momento. Y llegamos. Y él, con mucha amabilidad, procedió a mostrarnos el área de aquel campamento. Muy amable, nos llevó al recorrido del lugar y, entonces, comenzamos a ver que allí había cosas que yo no había podido apreciar en el campamento anterior. Vi las cabañitas otra vez, eran iguales, y vimos, ya, el campo. Estaba arado, era muy diferente al campo anterior, y personas sembrando. Estas estaban, ya, más calmadas, pero se veían como un tanto preocupadas. Entonces, todos quedaron asombrados al ver el león con nosotros, y el guía me dijo: “ya se están aclimatando y pronto serán felices”. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p11}
Así que, después de esto, nos dieron agua otra vez y nos llevaron para continuar el camino. Nos despidió y continuamos camino arriba. Cada vez el camino era más angosto y más elevado, y ya, cerca de la próxima estación, también nos salió a recibir otro señor. Muy amable el señor, y nos llevó al recorrido de aquel lugar, igual que nos hacían en las estaciones anteriores. Así que pasé otra vez por el letrero que decía, esta vez: “estación número 3”. Había las mismas cabañas, los mismos campos, pero noté que ahora las personas allí, que estaban sembrando, estaban gozosos. Y nos mostraban ellos mismos las plantitas que ellos mismos habían cultivado, lo que habían crecido, y que estaban en el proceso ellos de seguir sembrando, sembrando. Entonces nos comenzaron a decir cómo ellos sembraban, a explicarnos cómo ellos lo hacían. Yo vi que en sus caras había paz y seguridad, y todos eran muy trabajadores. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p12}
Así que nuestro guía nos dijo: “vengan a ver las cabañitas”. Esta vez fuimos a ver las cabañas, pero esta vez no nada más las vimos de lejos, sino que pude entrar a ellas. Y, cuando entramos, vi que dentro de la puerta, en la entrada, había un cántaro de cristal y uno de barro, estaban llenos de agua. Y dentro de las cabañas, ya, vi un matre [colchón] de tela que estaba como enrollado. El guía nos dijo que, en la noche, pues, esto se desenrolla para que las personas pudieran dormir y, en el día, pues, las volvían a enrollar y permanecían enrolladas. Además, vi una mesita pequeña y había allí tres libros. Entonces, me acerqué rápido a verlos y pude apreciar que eran: la Biblia, el Espíritu de la Profecía y el Himnario Antiguo; ¡yo estaba contenta!, y los cogí para verlos. También me pude dar cuenta que había una bandeja con pan en un extremo de la choza y, al salir afuera de la cabaña, cuando nos llevaron, pude ver que cada cabaña, al lado, tenía tres piedras, simulaba como un fogón y una pequeña pila de leña. Así que las cabañitas eran pequeñas y con solo eso, que era lo único que ellos tenían, aparte de las siembras, se veían felices. Entonces le pregunté al personaje que nos estaba guiando que qué comían a diario, y él me dijo: “pronto lo sabrás”. Entonces nos dirigió al camino y nos dijo que sigamos porque pronto iba a terminar nuestra jornada porque la próxima estación era la de nosotros. Así que nos despidió gozoso y así mismo, pues, continuamos nuestro camino. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p13}
Así que llegamos un tanto fatigados, pues cada vez la cuesta era más angosta y más difícil la subida, y nos recibieron como antes, y también pude apreciar allí amados hermanos un letrero que decía: “estación número 4”. Tanto el que nos recibió como los demás que estaban allí, se mostraron que estaban felices al vernos y rápidamente nos llevaron a las cabañas que debíamos ocupar por familias, porque cada familia tenía su cabaña. Entonces, al entrar a la cabaña que nos tocaba a mi familia y a mí, vi las mismas cosas que en la estación anterior, sólo existían unas leves variantes: sólo había un cántaro grande de barro en la entrada y un cántaro de barro también pequeño. El cántaro grande estaba lleno de agua, pero el pequeño estaba vacío. Entonces, al ver esto nuestro guía, en ese campamento nos dio unas instrucciones, y nos dijo: “estén bien atentos, tomad esta bolsa de semillas, y cada mañana debéis sembrar en aquel lado del campo, y nos señaló el lugar donde nos tocaba por las familias”. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p14}
Entonces nos dijo que cada quien tenía su siembra ya estipulada y que, según la trabajasen y la sembrasen, así, de esa forma, era que iban a segar. Entonces nos siguió diciendo que debíamos recordar que cada día, cada día, nosotros teníamos que comer de lo que nosotros sembrábamos y que, si no sembrábamos, pues, no íbamos a tener qué comer. Así que me acordé, en ese momento, cuando él dijo eso, de la mesa de pan que vi en la estación anterior, pero, cuando miré a mis alrededores allí, no la vi, no la pude apreciar. Pero cuando terminé de mirar, para ver si veía la mesa de pan, el guía nos siguió diciendo: “cada mañana, las familias hacen su culto familiar en sus cabañas, y luego salen al campo. Pero en la tarde, todas se reúnen en aquel lugar”, y nos señaló, y cuando nos señaló el lugar, vi un llano. Era de tierra y grama y los asientos eran troncos, troncos de árboles que habían cortado y estaban en aquel lugar. Entonces él nos dijo que en esos troncos era que nos sentábamos para el culto vespertino de agradecimiento a Dios, allí era donde nos íbamos a reunir. Así que al salir y caminar un poco por el campamento pude apreciar otra variante: las cabañas estaban mucho más separadas que en la estación anterior, no estaban, ya, tan juntas. Así que llegó la noche, todas las familias fuimos a aquel lugar donde él nos había dicho que nos íbamos a reunir para tener el culto vespertino, el culto de agradecimiento, y pude ver allí, en aquel lugar que se oraba, que se leía la palabra de Dios, el espíritu de la profecía, se cantaban himnos, y se recitaban de memoria grandes partes de los Salmos, y otras partes de la Biblia. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p15}
Entonces, cada uno de nosotros, dábamos gracias a Dios por los cuidados y la provisión de cada día. Y, antes de acabar todo esto, y de orar para que cada quien se fuera a sus cabañas, un señor se paró y nos dijo: “hermanos recuerden la señal, al verla, alistémonos”. Entonces yo pregunté asombrada: “¿qué señal? ¿qué señal? ¿de qué están hablando? No sé”. Entonces, allí, en aquel momento, me dijeron que, cuando viéramos luces bajando del cielo a las llanuras, debíamos alistarnos para salir. Así que me quedé con eso, pensando en eso, pero nos fuimos a dormir. Y entonces yo decía, meditando: “¿qué será eso? ¿qué serán esas palabras? ¿qué querrán decir?” Entonces, pues, nada, me quedé dormida. Y al otro día temprano, luego del culto familiar, salimos a sembrar y vimos en nuestro campo que había espiguitas con semillas. ¡Estábamos contentos y comenzamos a comer! Y dijimos: “¿quién habrá sembrado esto? ¡Si ayer cuando nos mostraron el lugar no había nada sembrado! Pero, ¡gracias Señor!” Estábamos agradecidos, ahí, espigando las semillas y comiendo. Entonces, también, fuimos al río en busca de agua con el cántaro pequeño y también sembramos una parte de la parcela que se nos había asignado. Entonces yo pensé: “esto que estoy sembrando ahora va a pasar mucho tiempo en germinar”, pero, por alguna razón, la paz y la armonía y la felicidad era tanta y tanta en aquel lugar, que yo dejé de preocuparme. Así que terminó el día con el culto vespertino y, otra vez, escuchando [sobre] la señal, y fuimos a la cama. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p16}
Entonces nos levantamos al otro día y luego del culto, al salir al campo, vimos allí que todo lo sembrado el día anterior ya tenía fruto. Y así, cada día sembrábamos el día anterior, y eso que sembrábamos era la comida del día siguiente. ¡Estábamos tan maravillados y tan contentos por lo que Dios hacía por nosotros día tras día en aquel lugar! Allí pude ver que no había espacio para la ociosidad, todos laborábamos todo el día y sólo de tarde, para el culto, era que nos reuníamos, para alabar y glorificar el nombre de Dios. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p17}
Así que nos fuimos a dormir y, cuando era ya tarde, aparecieron unos personajes vestidos de blanco a la puerta de cada cabaña, y nos dijeron: “¡es hora, alístense!” Entonces, todos salimos y pude ver, cuando salí de la cabaña, que otros salían también, e íbamos montaña arriba en fila y nos dijeron: “es hora”, entonces yo pregunté: “¿es hora de qué?” “Es que les espera el campamento 5”. Entonces yo decía: “pero, ¿cómo? Todo lo que hemos sembrado y todo, todo se está quedando aquí, ¿qué va a pasar?” Pero todos seguían ese camino, así que yo también comencé a seguirlo. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p18}
Fuimos llevados toda la noche, casi amaneciendo llegamos al campamento 5. Pude divisar el letrero que decía: “campamento 5”. Y, allí, pude ver otra variante: allí, las cabañas eran aún más pequeñas, y eran aún más retiradas una de las otras, al punto que, si no las buscábamos, no veíamos las cabañas del vecino. Entonces, allí, el primer día se nos proveyó alimento, pero del segundo día en adelante todo fue muy parecido al campamento 4. Sólo por unas variantes: el agua estaba más lejos, el campo de siembra era más duro, más hostil, no crecía tanto como en el anterior, la tierra era más difícil y teníamos que trabajar más por el alimento diario. Así que esto nos llevó a orar más y a buscar más de Dios porque era más difícil aquel lugar. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p19}
Así pues, pasaban los días y las noches, cuando una noche, luego del culto e irnos a nuestras chozas, vimos las luces del cielo que bajaban a las llanuras, entonces inmediatamente escuchamos una voz: “¡es hora, salgan! ¡es hora, salgan!” Entonces, por alguna razón, ya sabíamos qué hacer. Así que, todos corrimos montaña abajo y fuimos a las llanuras. Vimos, allí, muchas personas y comenzamos, a voz en cuello, a proclamar el último mensaje de amonestación a este mundo, ¡sin rodeos! Algunos escuchaban y se venían al grupo y comenzaban a proclamar, igual que nosotros, el mismo mensaje, pero la mayoría nos miraba y se ponían airados. Entonces, pronto, escuchamos una voz que dijo, bien fuerte: “¡basta, salid!” Entonces, todos corrimos otra vez de vuelta a la montaña. Ahora el grupo era más grande, pues se le sumaban los que escucharon y aceptaron el último mensaje, y todos corríamos con fuerza. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p20}
Cuando, de repente, pude mirar atrás de mí, para ver yo, según yo, para mirar todos los que venían detrás de mí, también corriendo en mi misma dirección, de los de nuestro grupo. Pero, cuando miré, lo que me percaté fue que vi hombres que estaban enfurecidos, y nos seguían montaña arriba, entonces ya los veía muy cerca, ¡muy cerca de nosotros! Y dije: “¡Señor, por favor ayúdanos, ayúdanos, porque nos van a agarrar! ¡esta montaña está muy difícil de subir, y ya yo siento que no tengo fuerzas!” Entonces, de repente, cuando estábamos ahí, en ese lugar, pues, ya, entonces, vimos cómo se comenzó a alumbrar la montaña. La montaña comenzó a tener luces por diferentes lugares. Entonces, cuando yo me fijé para ver bien aquellas luces, comencé a ver que eran ángeles, entonces muchos de estos ángeles pasaban corriendo por el lado de nosotros, montaña abajo, y embestían a estas personas que venían a hacernos daño. Pero, otros, nos iban dirigiendo montaña hacia arriba para lugares donde solamente ellos sabían a dónde iban. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p21}
Así que seguimos subiendo con los que nos iban dirigiendo y, pronto, llegamos a ciertos lugares bien escarpados, bien difíciles de llegar. Llegamos como a unas cuevas. Entonces yo podía ver cómo, en las diferentes montañas, alrededor de donde yo estaba, había diferentes cuevas. Entonces, por grupos, nos entraban ahí, y cuando nos entraron ahí, pues, ya, nos sentíamos seguros. Un poco cansados, un poco agitados, pero seguros, porque dos ángeles se ponían al frente de la puerta de las cuevas y ya sentíamos que nada, ni nadie, podía llegar ahí para hacernos daño. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p22}
De repente mientras estábamos ahí, que ya nos sentíamos seguros, en medio de la noche, se oyó un estruendo y una luz bien brillante y bien fuerte, entonces yo corrí a la puerta de la cueva y le pregunté a uno de los ángeles: “¡ya viene! ¿verdad? ¿Es Jesús el que viene?” Entonces él me contestó: “¡sí, sí ya viene nuestro Rey de reyes y Señor de señores!” Entonces comencé a llorar, sabía que ya todo había acabado, ¡no más dolor, no más muerte, no más persecución! Ya estábamos ahí, ¡sellados y custodiados por nuestro gran Dios y su maravilloso reino! ¡Entonces me sentía tan feliz, tan feliz! Todos, allí, comenzamos a llorar, ¡sentíamos que el corazón se nos salía! Todos nos miramos cuando los ángeles dijeron que tenían que irse. Entonces les dijimos: “pero, ¿cómo? ¡¿cómo que se van?!” Entonces nos dijeron: “sí, tenemos que ir, tenemos que ir a formar parte del coro angelical. Tenemos que estar ahí cuando Jesús venga. Ya Él viene y nosotros tenemos que ser parte de ese coro angelical. ¡Pero ya mismo nos vemos, no se preocupen, ya mismo nos vemos!”. Entonces, nos sonrieron y nos dijeron: “paz, ya todo acabó”. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p23}
¡Estábamos tan contentos, amados hermanos! Vimos cuando fueron al cielo a ser parte del gran coro que se oía, y se veía, en las nubes. ¡Esto tan maravilloso! ¡todos estábamos felices y nos arrodillábamos y alabábamos al que vive por los siglos de los siglos! En ese momento, mientras estábamos ahí en esa adoración, en ese momento tan solemne, viendo que nuestro Dios venía en las nubes de los cielos ya, y que todo iba a acabar ya, todo el sufrimiento, todo el llanto, todo el dolor, escuché una voz que nos decía a todos nosotros: “voy breve, voy en breve”. Entonces cuando escuché eso, dije: “voy breve, voy breve, ¿qué quiere decir esto?” Y volví a escuchar la voz aún más fuerte y con más claridad y la voz me dijo: “diles que todo está listo, que se preparen pues regreso muy pronto”. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p24}
En ese momento, amados, desperté. Con un gozo de la bendita esperanza de salvación, y con el deseo ardiente en mi corazón de que todos, y cada uno de, nosotros podamos ser parte de esta maravillosa salvación. ¡Dios nos ayude a todos a llegar! Dios nos ayude a todos a pasar por el proceso por el cual Dios desea que cada uno de nosotros pasemos para que podamos perfeccionar este carácter para encontrarnos con Cristo Jesús en las nubes de los cielos. Que Dios me los bendiga a todos. {Daisy Escalante: 29-07-2017 #01, es.p25}
Testimonio: 20-10-2018 #01
Amados, octubre 20, 2018. En sueños, el Señor me mostró un lienzo enorme. Los ángeles venían a echar canastas. Eran, cuando veía lo que ellos echaban, yo veía que ellos estaban recolectando personas por todo el mundo. Entonces estos ángeles, yo los veía en diferentes campos, estaban cortando algo parecido a la hierba o zacate alto y todas tenían una espiga. Me dijo mi acompañante: observa”. Entonces, vi muchos ángeles segando en aquel gran campo y, mientras unos segaban, otros cargaban y otros salían con el cargamento. Entonces yo quedé mirando esto cuando, de pronto, vi, a los que salían con el cargamento, volar prestamente a un lugar donde se extendía ese gran lienzo —éste tenía huecos muy finos y era también muy resistente. Yo los vi echar su cargamento ahí y retirarse, al ellos retirarse de ese lugar, yo veía cómo, otros ángeles, prestamente pasaban por encima del lienzo y debajo de él salían unas semillas que otros ángeles colectaban y llevaban a un gran embudo. Entonces los que quedaban en el lienzo, veía yo era algo así como sin peso, pues el viento soplaba y estos salían rápidamente volando del lienzo. {Daisy Escalante: 20-10-2018 #01, es.p1}
Entonces, yo miraba esto, cuando mi acompañante me dijo: “observa”. Entonces yo vi los ángeles que trabajaban arduamente en el embudo, todos trabajaban allí con una gran habilidad y presteza tremenda. Estos echaban en él los granos salidos del lienzo, pero este embudo tenía, casi en su final, unas finas navajas que sólo algunos granos salían enteros y la mayoría salían en polvo. Y, mientras yo miraba esto, pregunté qué significaba aquello, porque yo no entendía. Entonces mi acompañante contestó: “ve y entiende”. Entonces vi el cedazo enorme, que recibe de los ángeles cosechadores el producto obtenido del campo. “Ahí se separa lo servible de lo inservible”, me dijo. “Luego esto, aparentemente servible, es echado al embudo. Allí es donde realmente se denota lo servible y se pulveriza lo inservible. Observa” —me dijo. {Daisy Escalante: 20-10-2018 #01, es.p2}
Entonces, yo miré, y vi dos ángeles prestos, y muy hábiles en su trabajo, que tomaban los granos enteros, los que eran servibles, y con rigurosidad y cuidado los ponían en sacos resplandecientes, blancos y los llevaban detrás de unas enormes puertas y ahí los dejaban. Vi encima de las puertas un escrito: ‘Granero Celestial’. {Daisy Escalante: 20-10-2018 #01, es.p3}
Entonces, me disponía yo a preguntar, cuando mi acompañante me dijo: “ya es casi concluido el trabajo de separar la paja del trigo. Muchos han creído a hombres que dicen asegurar que esto no ha comenzado; más, hoy eres testigo de esto, la paja y el trigo no pueden permanecer juntos, pues, cuando llegan los problemas, esta vuela con el viento de la tempestad, más el grano queda. Más aún, este grano es necesario que pase por el crisol de la gran tempestad y sólo los fuertes, los resistentes, saldrán ilesos para ser juntados y llevados al Granero Celestial, esta es nuestra obra en este momento”. Entonces pregunté: “¿en cuál paso están?” Me respondió: “estamos en el fin del trabajo del cedazo: recogiendo los granos que caen; pues, pronto, entrarán al embudo y, cualquier apariencia, ahí será descubierta”. {Daisy Escalante: 20-10-2018 #01, es.p4}
Ahí amados desperté, y meditaba yo en estas cosas, cuando se me dijo: “Malaquías 4”. Así que me quedé ahí, amados, meditando en estas cosas y espero que cada uno de nosotros también meditemos porque el Señor está muy interesado, amados hermanos, en que sepamos en qué tiempo estamos viviendo para que veamos la urgencia de que necesitamos profundamente de Él para ser salvos, si es que realmente queremos ser salvos. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 20-10-2018 #01, es.p5}
Malaquías 4
1 Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno; y todos los soberbios, y todos los que hacen maldad, serán estopa; y aquel día vendrá y los abrasará, dice Jehová de los ejércitos, el cual no les dejará ni raíz ni rama.
2 Mas para vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.
3 Y hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo haré esto, dice Jehová de los ejércitos.
4 Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.
5 He aquí, yo os envío a Elías el profeta, antes que venga el día de Jehová grande y terrible.
6 Él convertirá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres; no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.
Testimonio: 23-05-2019 #01
Amados, 23 de mayo del 2019. A las 10:44 de la mañana estaba en mi huerto, sembrando, cuando escuché palabra del Señor que me dijo: “es necesario someternos a todo tipo de caracteres humanos para, así, estar listos ante lo que se nos avecina. No debemos murmurar ni desanimarnos frente a esto; sólo no debemos someternos a un carácter de alguien que no está luchando por hacer la voluntad de Dios, pues el que así haga, su carácter es piedra de tropiezo y agente de satanás para la perdición de nuestra alma. Más, si el alma de ese carácter es penitente en buscar al Señor este carácter humano, que está en el proceso de santificación, será también de ayuda en el proceso de otros en busca de la santificación. {Daisy Escalante: 23-05-2019 #01, es.p1}
Luego de estas palabras, amados, se me recordó que el Pentecostés está cercano. Se me dejó saber esto, y que recordemos que el Espíritu Santo vino a los discípulos en este tiempo, y recordemos las instrucciones de Jesús referente a cómo estar frente a este solemne evento. No se me dejó saber cuándo será este evento del derramamiento del Espíritu Santo, sólo se me dejó saber que velemos, estemos apercibidos, porque nadie podrá dar de su aceite a nadie pues esto es sólo un don de Dios. Humillémonos, amados, al Señor mientras éste pueda ser hallado y en tanto está cercano. Bendiciones para todos. {Daisy Escalante: 23-05-2019 #01, es.p2}
Testimonio: 18-04-2020 #02
Amados, 18 de abril del 2020, a las 12:39 de la tarde, mientras estudiaba la Palabra del Señor, vino palabra del Señor a mí diciendo: “Yo Soy el que soy, y no hay variación en Mí. Lo mismo que hice en Egipto para libertar a mi pueblo, aún [mayores cosas] haré en la liberación final y total de mi pueblo. No habrá hombre que se imponga, ni cadenas malignas que no sucumban ante mi gloria, por tanto, Yo te aconsejo que no vires ni a derecha ni a izquierda, y sigas tras mis pisadas. Porque rugirá el cielo y la tierra temblará como ebrio, el mar se desasentará, los ríos cambiarán su cauce y los montes gritarán; más, mis verdaderos hijos vivirán confiados bajo mis alas. Apártense de todo aquel que no desee invocar mi Nombre, porque Yo traeré sobre ellos dolor y aflicción de espíritu, por cuanto conocieron y aborrecieron mis dichos, violaron mi pacto, tergiversaron mi Ley y no dieron oídos a mis estatutos que perpetué por vuestras generaciones. Por tanto, tendré misericordia del que tendré misericordia. Del perverso y del malvado me encargaré Yo. Y libraré a mi redil de su sufrimiento, pero éste no encontrará quien le libre porque Yo esconderé de él mi rostro. Por cuanto me desechó, Yo también lo desecho. {Daisy Escalante: 18-04-2020 #02, es.p1}
Palabras fieles y verdaderas del Señor para cada uno de vosotros. Que el Señor nos bendiga. {Daisy Escalante: 18-04-2020 #02, es.p2}
Testimonio: 24-01-2021
Enero 24, 2021. En sueños, yo veía como había personas en competencias. Unos corrían más que otros; y los que ganaban, se burlaban de los que quedaban atrás, según ellos. Yo veía los que —según ellos— llegaban a la meta. Eran ambiciosos, de gran avaricia; sólo eran ilusorios en ostentación de ganancias —según ellos— por toda su vida. Y muy celosos de su yo, su forma de vida. Los que —según ellos— quedaron atrás, eran personas piadosas, ayudadoras y abnegadas. El fin de éstos no eran ellos [mismos], sino los demás. Y no corrían tanto como el primer grupo; su caminar era lento porque iban preocupándose por otros y haciendo el bien. {Daisy Escalante: 24-01-2021 , es.p1}
La escena cambió. Vi una piscina amplia y muy profunda. Vi que muchos entraban a ella, pero muy pocos salían. Se me indicó saltar a ella y así lo hice. Mientras bajaba al fondo de la piscina, se me dijo: “tan pronto toques fondo, no te pares en él, solo impúlsate rápidamente hacia arriba y llegarás a la superficie antes de que te quedes sin aire”. Vi a muchos que no lo lograban; y se ahogaban en el intento de llegar a la superficie, pues la piscina era profunda. Otros, casi llegando, sus fuerzas les dejaban y solo flotaban sus cuerpos inertes. Cuando yo iba llegando casi a la superficie, pues veía ya la luz del sol a través del agua, me percaté que había soltado aire muy rápido. Y dije: “¡oh, Señor! ¡no lo lograré!” Entonces me dijo: “confía y aférrate a Mí”. Sentí unas manos que tocaron las mías. Y las sujeté con gran fuerza, y éstas me llevaron fuera del agua, a salvo. Entonces se me dijo: “todos tendrán que tocar fondo, pero deberán impulsarse y aprender a sacar suavemente el aire hasta llegar a flote, porque sólo estará a su disposición su fe en mí. Y el que desespere y no se agarre de mis manos, perecerá”. {Daisy Escalante: 24-01-2021 , es.p2}
Ahí desperté. Alabando y glorificando al que vive para siempre jamás por sus misericordias que son para nosotros cada día, son nuevas cada día, para nosotros. Afiancemos, amados hermanos, afiancemos esa fe en Cristo Jesús, que aún hay tiempo, y descansaremos plenamente en Él. Que el Eterno nos bendiga. {Daisy Escalante: 24-01-2021 , es.p3}