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Manjar Sabático

27-06-2020

Mateo 23

1 Entonces habló Jesús a la multitud y a sus discípulos,
2 diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos:
3 Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo, pero no hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen, y no hacen.
4 Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen en hombros de los hombres; pero ellos ni con su dedo las quieren mover.
5 Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres; porque ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos;
6 y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas;
7 y las salutaciones en las plazas, y ser llamados por los hombres: Rabí, Rabí.
8 Mas vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos.
9 Y no llaméis vuestro padre a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en el cielo.
10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.
11 Y el que es mayor entre vosotros, sea vuestro siervo.
12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
13 Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; porque ni entráis, ni a los que están entrando dejáis entrar.
14 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y por pretexto, hacéis largas oraciones; por tanto llevaréis mayor condenación.
15 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, lo hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.
16 ¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor.
17 ¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro?
18 Y [decís]: Cualquiera que jura por el altar, no es nada; pero cualquiera que jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor.
19 ¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?
20 Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él;
21 y el que jura por el templo, jura por él, y por el que en él habita;
22 y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por Aquél que está sentado sobre él.
23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y omitís lo más importante de la ley; la justicia, y la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer lo otro.
24 ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!
25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de desenfreno.
26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.
27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
28 Así también vosotros, por fuera a la verdad, os mostráis justos a los hombres; pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos,
30 y decís: Si hubiésemos [vivido] en los días de nuestros padres, no hubiéramos participado con ellos en la sangre de los profetas.
31 Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.
32 ¡Vosotros también colmad la medida de vuestros padres!
33 ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?
34 Por tanto, he aquí yo os envío profetas, y sabios, y escribas; y de ellos, a [unos] mataréis y crucificaréis; y a [algunos] azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad;
35 para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que ha sido derramada sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, al cual matasteis entre el templo y el altar.
36 De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.
37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de [sus] alas, y no quisiste!
38 He aquí vuestra casa os es dejada desierta.
39 Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.

La Edificación del Carácter, Cap. 11 "Una vida de progreso constante"

Muchos de los que están buscando con sinceridad la santidad de corazón y la pureza de vida parecen perplejos y desanimados. Están constantemente mirándose a sí mismos, y lamentando su falta de fe; y debido a que no tienen fe sienten que no pueden aspirar a las bendiciones de Dios. Estas personas confunden el sentimiento con la fe. Miran por encima de la sencillez de la verdadera fe, y así traen grandes tinieblas sobre sus almas. Deben volver su mirada de sí mismos, y espaciarse en la misericordia y la bondad de Dios, repasando sus promesas, y entonces sencillamente creer que él cumplirá su palabra. No hemos de confiar en nuestra fe, sino en las promesas de Dios. Cuando nos arrepentimos de nuestras transgresiones pasadas de su ley, y resolvemos prestar obediencia en el futuro, debemos creer que Dios, por causa de Cristo, nos acepta y perdona nuestros pecados.

Las tinieblas y el desánimo a veces vendrán sobre el alma y nos amenazarán con abrumarnos; pero no debemos perder nuestra confianza. Hemos de mantener nuestros ojos fijos en Jesús, ora sintamos o no. Debemos tratar de realizar fielmente todo deber conocido, y entonces descansar con tranquilidad en las promesas de Dios.

La vida de fe

A veces un profundo sentimiento de nuestra indignidad estremecerá nuestra alma con una conmoción de terror; pero esto no es una evidencia de que Dios ha cambiado hacia nosotros, o nosotros hacia Dios. No debe hacerse ningún esfuerzo para hacer que el alma alcance cierta intensidad de emoción. Podemos hoy no sentir la paz y el gozo que sentimos ayer; pero por la fe debemos asirnos de la mano de Cristo, y confiar en él tan plenamente en las tinieblas como en la luz.

Satanás puede susurrar: “Eres muy pecador para que Cristo te salve”. Aun cuando reconozcáis que sois verdaderamente pecadores e indignos, debéis hacer frente al tentador con el clamor: “En virtud de la expiación, yo reclamo a Cristo como mi Salvador. No confío en mis propios méritos, sino en la preciosa sangre de Jesús, que me limpia. En esta circunstancia aferro mi alma impotente a Cristo”. La vida cristiana debe ser una vida de fe viva y constante. Una confianza que no se rinde, una firme dependencia de Cristo, traerá paz y seguridad al alma.

Resistamos la tentación

No os desaniméis porque vuestro corazón parezca duro. Todo obstáculo, todo adversario interno, solamente aumenta vuestra necesidad de Cristo. El vino para quitar el corazón de piedra y daros un corazón de carne. Mirad a él para recibir gracia especial a fin de vencer vuestras faltas peculiares. Cuando sois asaltados por la tentación, resistid con firmeza las malas insinuaciones; decid a vuestra alma: “¿Cómo puedo yo deshonrar a mi Redentor? Me he entregado a Cristo; no puedo hacer las obras de Satanás”. Clamad al querido Salvador por ayuda para sacrificar todo ídolo, y para apartar de vosotros todo pecado acariciado. Que el ojo de la fe vea a Jesús intercediendo ante el trono del Padre, presentando sus manos heridas mientras ruega por vosotros. Creed que el poder os viene por medio de vuestro precioso Salvador.

Mirad con el ojo de la fe

Por la fe mirad las coronas preparadas para aquellos que venzan; escuchad el canto alborozado de los redimidos: ¡Digno, digno es el Cordero que ha sido inmolado y nos ha redimido para Dios! Tratad de considerar estas escenas como reales. Esteban, el primer mártir cristiano, en su terrible conflicto con los principados y potestades, y las potencias espirituales, exclamó: “He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre que está a la diestra de Dios”. Hechos 7:56. El Salvador del mundo le fue revelado como mirándolo desde el cielo con el más profundo interés; y la luz gloriosa del rostro de Cristo brilló sobre Esteban con tal refulgencia, que aun sus enemigos vieron su rostro brillar como el rostro de un ángel.

Si permitimos que nuestra mente se espacie más en Cristo y en el mundo celestial, encontraremos un poderoso estímulo y un sostén para pelear las batallas del Señor. El orgullo y el amor del mundo perderán su poder mientras contemplamos las glorias de aquella tierra mejor que tan pronto ha de ser nuestro hogar. Frente a la hermosura de Cristo, todas las atracciones terrenales parecerán de poco valor.

Que nadie se imagine que sin fervoroso esfuerzo de su parte podrá obtener la seguridad del amor de Dios. Cuando a la mente se le ha permitido durante mucho tiempo espaciarse sólo en las cosas terrenales, es difícil cambiar los hábitos del pensamiento. Lo que el ojo ve y el oído escucha, demasiado a menudo atrae la atención y absorbe el interés. Pero si queremos entrar en la ciudad de Dios, y mirar a Jesús y su gloria, debemos acostumbrarnos a contemplarlo con el ojo de la fe aquí. Las palabras y el carácter de Cristo deben ser a menudo el tema de nuestro pensamiento y de nuestra conversación; y todos los días debería dedicarse un tiempo a la meditación acompañada de oración sobre estos temas sagrados.

No silenciemos al espíritu

La santificación es una obra cotidiana. Que nadie se engañe pensando que Dios perdonará y bendecirá a los que están pisoteando uno de sus requerimientos. La comisión voluntaria de un pecado conocido, silencia el testimonio del Espíritu, y separa el alma de Dios. Cualquiera sea el éxtasis del sentimiento religioso, Jesús no puede morar en el corazón que desobedece la ley divina. Dios honrará a aquellos que lo honran.

“¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis?” Romanos 6:16. Si cedemos a la ira, la concupiscencia, la codicia, el odio, el egoísmo, o algún otro pecado, nos hacemos siervos del pecado. “Ningún siervo puede servir a dos señores”. Lucas 16:13. Si servimos al pecado, no podemos servir a Cristo. El cristiano sentirá las incitaciones del pecado, porque la carne codicia contra el Espíritu; pero el Espíritu batalla contra la carne, manteniéndose en una lucha constante. Aquí es donde se necesita la ayuda de Cristo. La debilidad humana llega a unirse a la fortaleza divina, y la fe exclama: “Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”. 1 Corintios 15:57.

Hábitos religiosos correctos

Si queremos desarrollar un carácter que Dios pueda aceptar, debemos formar hábitos correctos en nuestra vida religiosa. La oración diaria es algo esencial para el crecimiento en la gracia, aun para la vida espiritual misma, como lo es el alimento temporal para el bienestar físico. Debemos acostumbrarnos a elevar los pensamientos a menudo a Dios en oración. Si la mente vagabundea, debemos volverla de nuevo; por un esfuerzo perseverante, el hábito por fin se impone como algo fácil. No podemos, por un solo momento, separarnos de Cristo con seguridad. Podemos tener su presencia para asistirnos en cada uno de nuestros pasos, pero únicamente al observar las condiciones que él mismo ha establecido.

La religión debe convertirse en la gran ocupación de la vida. Cualquier otra cosa debe ser considerada como subordinada. Todas nuestras facultades, nuestra alma, cuerpo y espíritu, deben empeñarse en la guerra cristiana. Debemos mirar a Cristo para obtener fortaleza y gracia, y ganaremos la victoria tan seguramente como lo hizo Jesús por nosotros.

El precio del alma

Debemos acercarnos más a la cruz de Cristo. El arrepentimiento al pie de la cruz es la primera lección de paz que hemos de aprender. El amor de Jesús, ¿quién puede comprenderlo? ¡Es infinitamente más tierno y abnegado que el amor de una madre! Si queremos conocer el valor de un alma humana, debemos mirar con fe viva a la cruz, y así comenzar a estudiar cuál será la ciencia y el canto de los redimidos por toda la eternidad. El valor de nuestro tiempo y nuestros talentos puede ser estimado únicamente por la grandeza del rescate pagado por nuestra redención. Qué ingratitud manifestamos hacia Dios cuando lo despojamos de lo que le pertenece al no otorgarle nuestros afectos y nuestro servicio. ¿Es demasiado entregarnos a nosotros mismos a Aquel que lo ha sacrificado todo por nosotros? ¿Podemos elegir la amistad del mundo antes que el honor inmortal que Cristo nos confiere, es a saber, “que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”? Apocalipsis 3:21.

Una obra progresiva

La santificación es una obra progresiva. Los pasos sucesivos, según se los presenta en las palabras de Pedro, son los siguientes: “Poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo”. “Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. 2 Pedro 1:5-8, 10, 11.

He aquí una conducta en virtud de la cual se nos asegura que nunca caeremos. Los que están así trabajando según el plan de la adición para obtener las gracias de Cristo, tienen la seguridad de que Dios obrará según el plan de la multiplicación al concederles los dones de su Espíritu. Pedro se dirige a los que obtuvieron la preciosa fe: “Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús”. 2 Pedro 1:2.

Por la gracia divina, todos los que quieren pueden ascender los brillantes escalones que unen la tierra con el cielo, y por fin “con alegría” y “gozo perpetuo” (Isaías 35:10), entrarán por las puertas en la ciudad de Dios.

Nuestro Salvador reclama todo lo que tenemos; pide nuestros primeros y más santos pensamientos, nuestros más puros y más intensos afectos. Si en realidad somos participantes de la naturaleza divina, su alabanza estará continuamente en nuestros corazones y en nuestros labios. Nuestra única seguridad es entregar todo lo que somos a él, y estar constantemente creciendo en la gracia y en el conocimiento de la verdad.

Pablo prorrumpe en un cántico de triunfo

El apóstol Pablo fue altamente honrado por Dios, al ser arrebatado en santa visión hasta el tercer cielo, donde observó escenas cuyas glorias no se le permitió revelar. Sin embargo, esto no lo indujo a la jactancia o a la confianza propia. Se daba cuenta de lo importante que era una vigilancia y una abnegación constantes, por eso dice claramente: “Sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado”. 1 Corintios 9:27.

Pablo sufrió por causa de la verdad; y sin embargo no oímos ninguna queja de sus labios. Al repasar su vida de trabajos, cuidados y sacrificios, él dice: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”. Romanos 8:18. A través de las edades llega hasta nosotros el cántico de victoria en que prorrumpe el fiel siervo de Dios: “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? … Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. Romanos 8:35, 37-39.

Aun cuando Pablo fue finalmente confinado en una prisión romana, privado de la luz y del aire del cielo, apartado de sus activas labores en el Evangelio, y momentáneamente esperaba la condena a muerte, sin embargo no se rindió a la duda o al descorazonamiento. Desde aquella celda tenebrosa resonó, poco antes de morir, su testimonio lleno de fe y valor sublimes, que ha inspirado los corazones de los santos y mártires de todas las épocas sucesivas. Sus palabras describen en forma adecuada los resultados de la santificación que hemos tratado de presentar en estas páginas. “Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida”. 2 Timoteo 4:6-8.

Testimonio: 23-06-2018

Amados, el 23 de junio 2018, a las 9:15 de la mañana, alrededor de esa hora estaba meditando en las cosas que están pasando gravemente en el pueblo que dice ser el pueblo de Dios y conocedor de sus verdades. Estaba leyendo la matutina: Maranata” [el Señor viene] cuando, en esos momentos, escuché una voz que me dijo: “no se entiende la palabra ecumenismo”. {Daisy Escalante: 23-06-2018, es.p1}

En ese momento, todos mis sentidos se pusieron alerta y seguí escuchando: “el ecumenismo es más que una unión interreligiosa, es la unión con el enemigo de Dios para llevar a cabo sus planes, y desterrar todo lo que es santo e ir en pos de lo profano. Siendo así, el primer ecuménico, el príncipe del mal, ha instigado a todos en su fatal pensar”. Y preguntó: “¿y crees tú que por esta práctica librarás tu alma? ¿crees que puedes librarte y librar a otros de tu suerte fatal? Lisonjeas a la juventud con sueños satánicos y lo envalentonas contra Mí ¿acaso no lo sabré? Risas y chistes, modas y desfiles, teatro y danza. ¿Y te atreves a decir ‘casa de Jehová es ésta’? Vivo Yo que nunca mi presencia pisará tal lugar, y mis ángeles allí no entrarán. El Espíritu Santo fue desechado y a una fue apartado, no morará allí el entendido pues quebranto tras quebranto sigue este pueblo. Cavaste hondo y enterraste mis dichos para que tus abominaciones no fueran descubiertas. ¿Acaso te olvidaste del Libro de las Memorias? ¿Acaso humano escribe en él? ¡Faltos de entendimiento y tardos en hacer lo bueno! Con mi adversario fue tu bandera y su misma suerte sobre ti ha sido echada. La verdad desfiló en medio tuyo más no la quisiste, y como a Jerusalén, ¿quién será por ti? Tus risas se volverán llanto y tus amantes correrán tras de ti cuando caigas bajo la mano del opresor y vean que mi mano se ha apartado. Los que entran en tus puertas son ciegos, y perros mudos los reciben. ¿Podrá el desnudo cubrir al que no tiene vestido? ¿Podrá el hambriento dar de comer? ¿Podrá el condenado a muerte librar a otro? ¡Pueblo ciego, falto de entendimiento, que ama la mentira y se siente seguro en la falsedad! ¿Acaso conoces el tiempo? ¿acaso sabes la hora?” {Daisy Escalante: 23-06-2018, es.p2}

“Tus seguidores te aplastarán cuando sepan que su tiempo es pasado. Y, ¿quién te ayudará? Pervertiste mi verdad, la vendiste por precio y los que te siguen en tu maldad recibirán, también, su justo precio. Calumniaron la verdad, y aman la mentira. Tu voz alzas diciendo: ‘¡Jehová está en medio de nosotros!’, ‘¡Jehová está en medio de nosotros!’ Más Yo os digo: ‘Mi presencia no está allí, como nunca ha estado en los lugares de Baal’. Te envalentonaste; pero allí correrá el valiente. Te ensalzaste, pero serás humillada. No hay dentro de tus puertas paz porque Yo he puesto guerra y los que por precio te buscan pronto, contigo, caerán. Tus hechos, todos, los conozco y conocí tus más íntimas prevaricaciones hasta hoy”. {Daisy Escalante: 23-06-2018, es.p3}

“Bueyes gordos acorneadores te dirigen, encebados en la grosura de sus fornicaciones. Pan leudado está en sus mesas y reparten vino adulterado. ¿Cuántos entraron en el arca? ¿Cuántos se salvaron en Sodoma, Gomorra, Adma, y Zeboím? Así también será en la venida del Hijo del hombre. Otros ocuparán tu lugar por cuanto no atendiste el consejo de Jehová tu Dios. Extraños entrarán y te saquearán, y en ese día sabrás que Jehová se había apartado de tus puertas y que su complacencia ya no estaba contigo. El que oiga, escuche y actúe; ese, librará su alma. Pues, ¿cómo pueden andar dos en un camino si no es del mismo pensar? Apartaos y no toquéis lo inmundo para que os vaya bien y viváis”. {Daisy Escalante: 23-06-2018, es.p4}

Estas son las palabras fieles y verdaderas que recibí en ese momento, y luego se me dio un pasaje de la Biblia: “Habacuc 2:4-20”. Quiera Dios que cada uno de los que escuchen estas palabras, puedan entender y puedan tomar bandera bajo la bandera del Príncipe Emanuel. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 23-06-2018, es.p5}

Habacuc 2:4-20

4 He aquí se enorgullece aquel cuya alma no es recta en él; mas el justo por su fe vivirá.
5 Y también, por cuanto peca por el vino, [es] un hombre soberbio, y no queda en casa; el cual ensancha como el infierno su alma, y [es] como la muerte, que no se sacia; antes reúne para sí todas las naciones, y amontona para sí todos los pueblos.
6 ¿No han de levantar todos éstos refrán sobre él, y sarcasmos contra él? Y dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! Y, ¿hasta cuándo había de amontonar sobre sí barro espeso?
7 ¿No se levantarán de repente los que te han de morder, y se despertarán los que te han de quitar de tu lugar, y serás a ellos por rapiña?
8 Porque tú has despojado a muchas naciones, todos los que han quedado de los pueblos te despojarán; a causa de la sangre de los hombres, y de la violencia de la tierra, de las ciudades y de todos los que moran en ellas.
9 ¡Ay del que codicia ganancia deshonesta para su casa, para poner en alto su nido, para ser librado del poder del mal!
10 Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado [contra] tu alma.
11 Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá.
12 ¡Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que funda una ciudad con iniquidad!
13 ¿No [es] esto de Jehová de los ejércitos? Los pueblos pues, trabajarán para el fuego, y las gentes se fatigarán en vano.
14 Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.
15 ¡Ay del que da de beber a su compañero! ¡[Ay de ti] que le acercas tu odre y le embriagas, para mirar su desnudez!
16 Te has llenado de deshonra más que de honra; bebe tú también, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de Jehová volverá sobre ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria.
17 Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti, y la destrucción de las fieras lo quebrantará; a causa de la sangre de los hombres, y de la violencia de la tierra, de las ciudades, y de todos los que moran en ellas.
18 ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿La estatua de fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?
19 ¡Ay del que dice al palo; Despiértate; y a la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí él está cubierto de oro y plata, y no [hay] espíritu dentro de él.
20 Mas Jehová [está] en su santo templo; calle delante de Él toda la tierra.

Testimonio: 27-05-2019

Amados, 27 de mayo 2019. En sueños, yo estaba en un terreno amplio de campo donde había muchas casas. Había un río muy caudaloso y unas cuevas grandes donde personas entraban, ahí, para ver el atractivo de ellas. Vi entrar tres personas ahí, dos adultos y un joven. Mientras escuchaba su voz hablando de las hermosuras, allí, vistas, todo comenzó a sacudirse fuertemente. Y este movimiento aumentaba. Vi salir sólo dos personas de las tres que entraron a la cueva. Vi muchos corriendo y muchos gritos que comenzaban su sonido y terminaban, pues parte de la montaña se comenzó a deslizar llevándose todo a su paso: casas, carros, personas, animales. ¡Fue terrible aquella escena! ¡No podía concebir la magnitud del evento y de la destrucción! {Daisy Escalante: 27-05-2019 , es.p1}

Luego de tan trágica escena, vi a los pudientes aprovecharse de los damnificados. No le extendía la mano al desamparado, y se aprovechaban del moribundo. A la viuda le quitaban lo poco que quedó con ella, y al huérfano lo oprimían. Muchos de los que quedaban, aún, vivos, su vida era tan difícil que les oía desear el haber muerto. La gente se fatigaba buscando sus seres queridos desaparecidos, sin resultado. Todo [en] lo que se había trabajado en una vida ahora eran ruinas sepultadas y, muchas, con sus sueños. El sufrimiento, la escasez alimentaria, y lo más ínfimo [de] reales necesidades, no se encontraba. {Daisy Escalante: 27-05-2019 , es.p2}

Dijo mi acompañante: “Jeremías 4:9”. Y siguió diciendo: “ceñid vuestros lomos y estad apercibidos, obedeced al Santo de Israel y no prestéis oído a doctrinas de demonios”. En ese momento pregunté: “dime, por favor, ¿cómo conocer una doctrina de demonio?” Me dijo: “toda mezcla de verdad con error, y verdad incompleta, no proviene del Dios alto y sublime. Esto es doctrina de demonios. ¡Preparaos, preparaos!”, siguió diciendo, “pues una crisis estupenda, de gran mortandad, ruina, y gran calamidad, se avecina paso a paso. Paraos en la Roca Eterna y seguid minuciosamente sus instrucciones. Sólo así podréis ser librados. Ayunad, orad en todo momento, ¡no es tiempo de dormir! Que vuestro corazón se agite de dolor por el pecado, y buscad la santidad sin la cual ninguno verá al Señor. Todos los que permanezcan en las ciudades morirán irremisiblemente, evitadlas en lo más mínimo. Apresurad vuestra preparación y salid de ellas porque horror sobre horror, matanza sobre matanza les aguarda. Y, ¿quién conoce la visitación de éstas sino el Santo y Sublime? Allí llorarán los moradores de ellas, y desfallecerá el corazón de muchos, cuando entiendan que su corazón maligno alimentaba el amor por ellas”. Y así terminó diciendo: “salid de ellas, pueblo mío, porque su hora es venida. Porque si demoráis, ¿quién os podrá librar?” Y me dio otra cita: “Oseas 4:9”. {Daisy Escalante: 27-05-2019 , es.p3}

En ese momento, amados, ahí desperté, orando y pidiendo al Señor que todos nosotros podamos estar preparados ante lo que se avecina, pero no con nuestras propias fuerzas sino agarrados de Cristo Jesús, para que podamos vencer. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 27-05-2019 , es.p4}

Jeremías 4:9

9 Y será en aquel día, dice Jehová, que desfallecerá el corazón del rey, y el corazón de los príncipes, y los sacerdotes estarán atónitos, y se maravillarán los profetas.

Oseas 4:9

9 Tal será el pueblo como el sacerdote: y visitaré sobre él sus caminos, y le pagaré conforme a sus obras.

Testimonio: 28-05-2019

Amados, 28 de mayo 2019. En sueños me fue mostrada una gran conflagración. Vi muchos padres y madres piadosos que caminaban por el camino correcto, más sus hijos indolentes le llamaban extremistas y, aún, les acusaban de estar locos. Éstos, los padres, sufrían porque veían el camino que estos, sus hijos, llevaban, caminos de lujuria y de disipación. Fui llevada, entonces, a muchos lugares donde escuchaba oraciones fervorosas de estos padres por sus hijos, mientras éstos, sus hijos, su mente sólo daba espacio para las vanidades de este mundo. Entonces dije: “Señor, esta es una agonía terrible, la de los padres que aman a sus hijos, más ellos lo único que aman en este mundo es que satanás les ponga las cosas al frente, lo que satanás les ofrece. Entonces, ¿qué vamos a hacer? ¿qué hacer?” Entonces me contestó: “dad ejemplo, vivid vidas en estricta consagración, no escuchéis sus acusaciones porque la serpiente engañosa es la que habla a través de ellos. Levantad el estandarte de la verdad tan alto en vuestras vidas que el enemigo no la pueda resistir. No dobleguéis vuestros deseos a la complacencia propia, que promueve el enemigo de las almas a través de ellos, y recordad las siete formas de caída y combatidlas”. {Daisy Escalante: 28-05-2019 , es.p1}

Entonces, en ese momento, hizo una pausa y dijo: “ningún niño, joven o adulto que no venza en su corazón el amor al mundo y reprima sus deseos por él, será salvo, porque el amor al mundo es enemistad contra Dios. Cada uno debe decidir. No hay lucha que no se pueda vencer por medio del príncipe Emmanuel, y no hay pecado oculto que Él no vea y no pueda limpiar si se le permite. Y cada mortal que conoce esto puede ir, por su gracia y su misericordia, y obtener el perdón. Más el corazón egoísta, cruel y altanero, no podrá recibirlo. {Daisy Escalante: 28-05-2019 , es.p2}

En esos momentos me dijo: “observa, tiempos solemnes, de gran determinación, están ante todos”. Entonces miré y observé, y vi cómo una nube preciosa brillaba, estaba ésta bajando a la tierra. Mientras bajaba yo comenzaba a mirar y seguía viendo. Seguía mirando la hermosura de aquella bella nube. En ese momento vi algo muy aterrador en la nube, encima de ésta: había una enorme serpiente con una corona papal puesta, la triple corona, y muchos demonios de horrible aspecto a su alrededor. Mientras mis ojos contemplaban esa terrible escena, éstos, los demonios, y la serpiente se transformaron en ángeles de luz y llegaron a la tierra. En ese momento, vi cómo éstos, los ángeles de luz, pero que eran demonios, saludaban a otros demonios, pero éstos, los de la tierra, vivían ya en cuerpos humanos. En este momento dije: “Señor, ¿cómo es esto? ¿estos, que viven con demonios adentro, están perdidos? Entonces, ¿ya para ellos no hay esperanza? Pero”, dije, “aún no ha habido fuerte pregón, ¿por qué sucede esto?” Entonces me dijo: “ven y ve”. Miré y vi cómo cada uno de aquellos —que los demonios vivían ya, permanentemente, dentro de ellos—, había sido instruido en el mensaje adventista. Y estos decidieron seguir las inclinaciones de su egoísta corazón, que es el primer proceso —se me dejó saber—, para ser poseído eventualmente por demonios, que son los que crean este sentir en el ser humano. ¡Fue horrible aquella escena! Ver una generación que había tenido una maravillosa oportunidad ahora investida, no por el Espíritu Santo sino, por demonios. Vi cómo éstos eran atormentadores de todos, pero, en especial, de sus padres que los amaban y sufrían por ellos, sin los padres saber que, internamente, éstos ya estaban mutados y no eran por dentro, ya, sus hijos. {Daisy Escalante: 28-05-2019 , es.p3}

Dijo mi acompañante: “hubo un proceso largo para esto, no fue de la noche a la mañana. Hubo cuatro formas, cuatro procesos, cuatro cosas, las cuales ellos hicieron y practicaron. Hicieron de esto su vida para llegar a esto. Primero”, me dijo, “sutileza en demorar el deber. Número dos”, me dijo, “sentimentalismo por seguir su corazón. Número tres”, siguió diciendo, “sensacionalismo a seguir su razón. Número cuatro, agresividad, quitando a toda costa lo que [se interpone] para lograr, según ellos, su fin”. {Daisy Escalante: 28-05-2019 , es.p4}

Dijo mi acompañante: “ninguno hecha de ver [que] el poner los principios eternos a un lado, es andar en el camino de la perdición. Estos cuatro pasos se describen de otra manera”, me dijo. “Observa”. En ese momento, observé y vi como una especie de cartulina gigante, grande, que estaba frente a mí y leía así: {Daisy Escalante: 28-05-2019 , es.p5}

1. Sutileza, estrés.

2. Sentimentalismo, depresión.

3. Sensacionalismo, opresión.

4. Agresividad, posesión.

“Todo es sutil al principio”, dijo. “Luego, al echar raíces, nuestros sentimientos se envuelven. Y cuando esto es tocado por la Palabra de Verdad, el así afectado, lo ve como extremismo o sensacionalismo. Por último, se torna indiferente por medio de la agresividad, no permitiendo más que el Espíritu Santo de Dios trabaje en sus vidas de ninguna forma. Y, ahí, el alma está perdida. El tiempo es llegado,” me dijo, “y esto es casi cumplido. El pueblo que conoce [a] su Dios se esforzará y actuará. Estos, los hijos convertidos en anatema de sus padres —pues éstos, los padres, los aman más a ellos que a Dios—, serán la ruina de sus padres si éstos no se aferran a un Escrito Está”. Luego me dijo: “Amós 2”. {Daisy Escalante: 28-05-2019 , es.p6}

Ahí amados, desperté. Oro al Señor para que cada uno de nosotros seamos librados de esto y que podamos aferrarnos firmemente a Cristo Jesús y a sus promesas. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 28-05-2019 , es.p7}

Amós 2

1 Así dice Jehová: Por tres pecados de Moab, y por el cuarto, no revocaré [su castigo]; porque quemó los huesos del rey de Idumea hasta calcinarlos.
2 Y meteré fuego en Moab, y consumirá los palacios de Queriot; y morirá Moab en alboroto, en estrépito y sonido de trompeta.
3 Y quitaré el juez de en medio de él, y mataré con él a todos sus príncipes, dice Jehová.
4 Así dice Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré [su castigo]; porque despreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas; y los hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres.
5 Meteré por tanto fuego en Judá, el cual consumirá los palacios de Jerusalén.
6 Así dice Jehová: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no revocaré [su castigo]; porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos:
7 Que codician [aun] el polvo de la tierra sobre la cabeza de los pobres, y tuercen el camino de los humildes; y el hombre y su padre entran a la misma joven, profanando mi santo nombre.
8 Y sobre las ropas empeñadas se acuestan junto a cualquier altar; y beben el vino de los condenados en la casa de sus dioses.
9 Y yo destruí delante de ellos al amorreo, cuya altura [era] como la altura de los cedros, y fuerte como un alcornoque; y destruí su fruto arriba, sus raíces abajo.
10 Y yo os hice a vosotros subir de la tierra de Egipto, y os traje por el desierto cuarenta años, para que poseyeseis la tierra del amorreo.
11 Y levanté de vuestros hijos para profetas, y de vuestros jóvenes para que fuesen nazareos. ¿No [es] esto así, dice Jehová, hijos de Israel?
12 Mas vosotros disteis de beber vino a los nazareos; y a los profetas mandasteis, diciendo: No profeticéis.
13 Pues he aquí, yo os apretaré en vuestro lugar, como se aprieta el carro lleno de gavillas;
14 y la huida perecerá del ligero, y al fuerte no le ayudará su fuerza, ni el valiente librará su vida;
15 y el que toma el arco no resistirá, ni escapará el ligero de pies, ni el que cabalga en caballo salvará su vida.
16 El esforzado entre los valientes huirá desnudo aquel día, dice Jehová.

Himno 48: Señor Jesús, el día ya se fue
Himno 62: ¡Oh Amor de Dios!