Manjar Sabático
31-07-2021
Proverbios 4
1 Oíd, hijos, la instrucción de un padre, y estad atentos, para que conozcáis cordura.
2 Porque os doy buena enseñanza; no desamparéis mi ley.
3 Porque yo fui hijo para mi padre, delicado y único a los ojos de mi madre.
4 Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis palabras, guarda mis mandamientos, y vivirás.
5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las palabras de mi boca:
6 No la dejes, y ella te guardará; ámala, y ella te conservará.
7 Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y con toda tu posesión adquiere inteligencia.
8 Engrandécela, y ella te engrandecerá; ella te honrará, cuando tú la hubieres abrazado.
9 Adorno de gracia dará a tu cabeza; corona de hermosura te entregará.
10 Oye, hijo mío, y recibe mis razones, y se te multiplicarán años de vida.
11 Por el camino de la sabiduría te he encaminado, y por veredas derechas te he hecho andar.
12 Cuando anduvieres no se estrecharán tus pasos; y si corrieres, no tropezarás.
13 Retén la instrucción, no la dejes; guárdala, porque ella es tu vida.
14 No entres en la senda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos.
15 Déjala, no pases por ella; apártate de ella, sigue adelante.
16 Porque no duermen ellos, si no han hecho mal, y pierden su sueño, si no han hecho caer [a alguno].
17 Porque comen pan de maldad, y beben vino de violencia.
18 Mas la senda de los justos [es] como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto.
19 El camino de los impíos es como la oscuridad; no saben en qué tropiezan.
20 Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones.
21 No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón.
22 Porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.
23 Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón; porque de él mana la vida.
24 Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti los labios inicuos.
25 Tus ojos miren lo recto, y tus párpados vean derecho delante de ti.
26 Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean ordenados.
27 No te apartes a derecha, ni a izquierda; aparta tu pie del mal.
Nota
Nota: Por indicación del Señor todos debemos conocer lo descrito en estos capítulos pues actualmente vivimos un gran zarandeo. Pidamos a Dios sabiduría para entender lo que pasó, para poder entender lo que ahora vivimos.
Capítulo 34: ”Un año trascendental: Ballenger, Jones, Kellogg”
Tópicos:
– Se abre la sesión de 1905
– Las enseñanzas de Ballenger
– Elena de White habla sobre los puntos de vista de Ballenger
– Pastor Alonzo T. Jones
– Dr. J. H. Kellogg
– Kellogg planea una universidad en Battle Creek
– Testimonio muy decidido enviado al Pastor Daniells
– Llegada de los testimonios prometidos
– Una experiencia notable que confirmó la confianza
Capítulo 35: ”El Don Especial de Elena de White”
Tópicos:
-Más que una profetisa
– Las semillas de la incredulidad
– Preguntas que demandan respuestas cuidadosas
– ¿Quién manipulaba los escritos de ella?
Mujer de Visión, Cap 34 ''Un Año TRASCENDENTAL: BALLENGER, JONES, KELLOGG''
El año 1905 sólo tenía una hora de existencia cuando Elena de White se levantó y fue a su escritorio. {MV 499.1}
Es una mañana fresca. Prendí el fuego. Me incliné ante el Señor en oración. Tengo tantas cosas que abruman mi mente. Le pido al Señor Jesús que me dirija, que me guíe… {MV 499.2}
Necesito que el Gran Guía controle mi mente… ¡Oh, cuánto siento que necesito la dirección del Espíritu Santo! (MS 173, 1905). {MV 499.3}
Resultó ser un año trascendental. En el mismo momento en que ella estaba escribiendo, parte del Sanatorio Melrose, en Nueva Inglaterra, estaba siendo destruida por el fuego. Por supuesto, se enteraría de eso más tarde. Dos nuevos sanatorios en el sur de California, iniciados en respuesta a sus urgentes llamados, estaban luchando para establecerse, y ella pronto pediría que se iniciase un tercero. La denominación estaba pasando por un proceso angustioso con motivo de la defección del Dr. John Harvey Kellogg y sus asociados. La obra creciente en el Sur enfrentaba muchas necesidades. {MV 499.4}
Se había planeado que la sesión de la Asociación General de 1905 comenzase el 11 de mayo en Washington, D. C. Elena de White fue invitada, pero estaba en duda de si debería asistir. En su correspondencia insinuaba que probablemente no viajaría. El trabajo con sus libros pedía su atención, y ella sentía que debería permanecer cerca del trabajo. Sin embargo, al aproximarse el tiempo para la sesión, ella trazó planes para ir si parecía que era su deber hacerlo. {MV 499.5}
Noche tras noche, en visiones, le parecía estar hablando a grandes congregaciones o asistiendo a importantes reuniones de comités. Escribió de cómo había tenido “presentaciones respecto a los engaños que Satanás está introduciendo en este tiempo” (Carta 99, 1905). {MV 499.6}
¿Se estaba refiriendo a la reciente revelación en su correspondencia de que A. F. Ballenger, un obrero en Inglaterra, estaba enseñando puntos de vista sobre la verdad del santuario que anularían la comprensión bien fundada del ministerio de Cristo en el santuario celestial? ¿Era la intensificación venidera de las opiniones de Kellogg, las cuales, declaró ella una vez, “virtualmente destruían al Señor Dios mismo”? (Carta 300,1903.) ¿Podría ser la creciente apostasía de A. T. Jones? {MV 499.7}
Cuando A. G. Daniells, presidente de la Asociación General, se enteró que había algunas dudas en la mente de Elena de White en cuanto a si asistiría al congreso o no, le escribió en estos términos: {MV 500.1}
No sabía que hubiese en absoluto alguna duda en cuanto a su venida… Los miembros del Comité de la Asociación General localizados en Washington, y los principales hermanos que viven aquí, desean que usted asista a esta reunión, y le enviamos una cordial invitación para que venga (AGD a EGW, 19 de abril, 1905). {MV 500.2}
Como yo espero con toda seguridad que usted vendrá, no escribiré más sobre este asunto. Haremos los mejores arreglos que sepamos hacer para su hospedaje (Ibíd.). {MV 500.3}
Con este mensaje apremiante del presidente de la Asociación General, la Sra. White decidió asistir. Rápidamente se hicieron los arreglos relacionados con el personal [que iría] y los planes de viaje. Se escogió la ruta del sur para el viaje. Veinte a veinticinco personas viajarían juntas, casi llenando el coche de clase de turismo que las llevaría a Washington. {MV 500.4}
Acompañando a Elena de White estaban su hijo W. C. White; su esposa, May; y Maggie Hare. El grupo llegó a la estación de Washington el martes 9 de mayo por la mañana, a las 10:00 a.m. Después de pasar la noche en el pequeño sanatorio temporario que se estaba abriendo en Washington en un edificio alquilado, el grupo se trasladó al dormitorio de varones que se acababa de completar, en Takoma Park, donde se les dieron cuatro cuartos. Dos eran para la Sra. White (un dormitorio y un cuarto de trabajo), uno para W. C. White y su esposa, y otro para Maggie Hare. {MV 500.5}
Elena de White estaba contenta de ver el desarrollo de la obra en la escuela. Cuando había dejado Washington a mediados de agosto de 1904, la construcción estaba recién comenzada. Ahora este edificio estaba terminado, y el trabajo en otros estaba progresando. {MV 500.6}
Ella informó que había “resistido el viaje notablemente bien, y que se sentía más fuerte cuando dejó los coches en Washington que cuando subió [al tren] en San Francisco”. Declaró lo siguiente: {MV 500.7}
No puedo sino sentir que el Señor está conmigo en mi viaje a Washington en este momento. Tengo un mensaje que presentar. Con la ayuda de Dios, permaneceré firme de parte de lo correcto, presentando la verdad sin que se mezcle con las falsedades que se han estado introduciendo furtivamente (Carta 135, 1905). {MV 500.8}
El pastor Daniells planeó que esta sesión de la Asociación General sería profundamente espiritual. Vio la importancia de mejorar la calidad del ministerio, de modo que se trazaron planes para un instituto ministerial que funcionase a lo largo de la sesión, dedicándose una hora diaria a la presentación de temas apropiados. También se celebrarían reuniones departamentales. {MV 500.9}
Pero era el interés espiritual de la causa lo que gravitaba más pesadamente sobre su corazón. Esto se reflejó en la reunión de apertura a las 10:30 a.m. del jueves 11 de mayo. {MV 501.1}
SE ABRE LA SESIÓN DE 1905
El pastor Daniells llevó a Elena de White a la plataforma con el grupo de ministros que iban a iniciar la importante sesión. Un espíritu de solemnidad saturaba la asamblea mientras se reunían en la gran carpa que se había armado cerca del edificio del nuevo colegio. Muchos sentían que ésta sería “una de los reuniones más importantes del pueblo de Dios que alguna vez se hubiera reunido en la tierra”. {MV 501.2}
Detrás de bambalinas, y sin que la Review and Herald lo mencionase en el informe formal de la sesión, estaban ocurriendo una cantidad de cosas importantes. Una de ellas fue la serie de tres reuniones temprano por la mañana en las cuales los dirigentes de la iglesia oyeron a A. E Ballenger presentar sus puntos de vista sobre el santuario. Elena de White iba a referirse a esas ideas en una forma un poco velada en sus disertaciones, y más específicamente en una con-frontación cara a cara. {MV 501.3}
LAS ENSEÑANZAS DE BALLENGER
A. E Ballenger, un hermano de E. S. Ballenger en el sur de California, por un tiempo fue un ministro en Gran Bretaña. Asociados con él en la obra en Gran Bretaña estuvieron hombres como E. W. Farnsworth y E. E. Andross. Este último, en una serie de disertaciones dadas en 1911, dio algo del marco de fondo de la experiencia de Ballenger: {MV 501.4}
[A comienzos de 1905] A. F. Ballenger estaba en Gran Bretaña mientras yo me encontraba allí, y él no había sido instruido muy cabalmente en algunos puntos de la fe. Había estado predicando por todo el país sobre ciertos puntos prácticos de la fe, y había tenido un éxito considerable en esa línea, pero no había sido completamente afirmado en los puntos doctrinales de la fe. Cierta noche, mientras estaba trabajando conmigo en Londres, le llegó su tumo de predicar sobre el tema del santuario. Lo hizo, pero se sintió muy desanimado respecto a sus esfuerzos sobre el tema del santuario esa noche. Y luego dijo: “Si el Señor me ayuda, nunca volveré a predicar hasta que sepa qué estoy predicando. No voy a conseguirlo [el entendimiento] de nuestros libros. Si nuestros hermanos pudieron obtenerlo de las fuentes originales, ¿por qué no yo?… Iré a los libros o comentarios y a todas esas diversas fuentes de las que el pastor Uriah Smith obtuvo luz sobre el tema del santuario, y yo lo obtendré de las mismas fuentes que él lo obtuvo. No lo sabré porque el pastor Uriah Smith lo supo, sino que lo sabré porque Dios me está enseñando a mí directamente” (DF 178, E. E. Andross, “Bible Study N° II”, 13 de julio, 1911, pp. 13-14). {MV 501.5}
El pastor Andross explicó luego que Ballenger no entendía la fuente de la cual el pastor Smith obtuvo la verdad del santuario. Los pioneros del movimiento adventista estudiaban fervientemente la Biblia, y con ellos estaba la mensajera del Señor. Mientras los hermanos continuaban su estudio, había en su medio alguien por cuyo intermedio el Espíritu de Dios podía señalar qué era verdad y qué era error. {MV 502.1}
El pastor Ballenger consideraba sus descubrimientos como una luz nueva y temprano en la sesión de 1905 expuso sus “descubrimientos” ante los hermanos dirigentes. No sorprendió el hecho de que los hermanos no pudieron aceptar su razonamiento, y señalaron los errores de su aplicación de las Escrituras. {MV 502.2}
En su mensaje del martes de tarde presentado a la sesión, la mente de Elena de White se dirigió a las enseñanzas sobre la verdad del santuario que estaban siendo calladamente enfrentadas por los dirigentes de la iglesia. Ella habló de cómo en los primeros días se deslizaron errores furtivamente, y cómo el Señor la envió a ella al campo para hacer frente al fanatismo y a enseñanzas engañosas. Ella declaró: {MV 502.3}
Tendremos que enfrentar nuevamente estas mismas falsas doctrinas. Estarán aquellos que pretenderán tener visiones. Cuando Dios da una clara evidencia de que la visión es de él, usted puede aceptarla, pero no la acepte sobre ninguna otra evidencia; porque la gente va a ser inducida a desviarse más y más en países extranjeros y en Norteamérica. El Señor desea que su pueblo actúe como hombres y mujeres de sano juicio (RH, 25 de mayo, 1905). {MV 502.4}
En una obvia referencia a A. F. Ballenger y a algunos de sus amigos que asistían a la sesión, ella dijo: “Estoy orando para que el poder del Salvador sea ejercido en favor de aquellos que han entrado en las tentaciones del enemigo” (Ibíd.). {MV 502.5}
ELENA DE WHITE HABLA SOBRE LOS PUNTOS DE VISTA DE BALLENGER
Aproximadamente en ese tiempo la Sra. White se encontró con el pastor Ballenger en el pasillo del dormitorio donde ella estaba parando. Ella escribió lo siguiente en cuanto a esta experiencia: {MV 502.6}
Cuando hablé con él, vino vividamente a mi mente el hecho de que este era el hombre a quien yo había visto en una asamblea trayendo ante los presentes ciertos temas, y colocando sobre pasajes de la Palabra de Dios una interpretación que no podía mantenerse como verdad. Estaba reuniendo una masa de textos de las Escrituras que confundirían las mentes debido a sus afirmaciones y a su aplicación incorrecta de esos textos, porque la aplicación era engañosa y no tenía relación en absoluto con el tema que él pretendía que justificaba su posición. Cualquiera puede hacer esto, y seguirá su ejemplo para testificar de una falsa posición; pero ésta era la suya” (MS 59, 1905). {MV 502.7}
Ella le dijo al pastor Ballenger que él era el ministro que el Señor le había presentado en visión en Salamanca, Nueva York, en 1890, como estando de pie con un grupo y que estaba “instando que si la verdad del sábado era excluida del [American] Sentinel, la circulación del periódico aumentaría grandemente”. {MV 503.1}
Al contar la experiencia, como está registrada en su diario, Elena de White explicó por qué había venido a Washington: {MV 503.2}
Declaro en el nombre del Señor que las herejías más peligrosas están tratando de introducirse entre nosotros como pueblo, y que el pastor Ballenger está dañando su propia alma. El Señor me ha fortalecido para realizar el largo viaje a Washington a esta reunión a fin de dar mi testimonio en vindicación de la verdad de la Palabra de Dios y la manifestación del Espíritu Santo en confirmación de la verdad bíblica (Ibíd.). {MV 503.3}
El miércoles 24 de mayo, en un mensaje titulado “Una Advertencia contra Teorías Falsas”, la Sra. White se refirió al tema en un documento que muy probablemente fue leído a un grupo más bien limitado. Se colocó una copia en manos del pastor Ballenger. En lenguaje sencillo ella declaró: {MV 503.4}
Nuestro Instructor habló palabras al Hno. Ballenger: “… Aquellos que reciben su interpretación de la Escritura respecto al servicio del santuario están recibiendo un error y siguen caminos falsos. El enemigo obrará en las mentes de aquellos que están ansiosos de algo nuevo, preparándolos para recibir teorías falsas y falsas exposiciones de las Escrituras” (MS 62, 1905). {MV 503.5}
He aquí una parte de la evaluación que hizo el pastor Farnsworth de los puntos de vista del pastor Ballenger: {MV 503.6}
Últimamente él ha estado estudiando bastante el tema del santuario, y llega a la conclusión de que la expiación se hizo cuando Cristo fue crucificado y que cuando él ascendió fue inmediatamente al Lugar Santísimo, y que su ministerio se ha realizado allí desde entonces. {MV 503.7}
Toma textos tales como Hebreos 6:19 y los compara con 25 ó 30 expresiones del mismo carácter en el Antiguo Testamento, donde él pretende que en cada caso el término “dentro del velo” significa dentro del Lugar Santísimo. Dice que el velo exterior o la puerta del tabernáculo nunca es llamado el velo del tabernáculo… [excepto] una vez, y entonces por implicación (Heb. 9:3), y no piensa que un caso debiera interpretarse como para prácticamente derribar el resto. {MV 503.8}
Ve claramente que su punto de vista no se puede elaborar como para que armonice con los Testimonios —al menos él admite sin reservas que es totalmente incapaz de hacerlo—, e incluso según su modo de pensar, hasta donde es capaz de ver en la actualidad, hay una diferencia irreconciliable. Esto, por supuesto, implica cuestionar la autenticidad de los Testimonios y prácticamente los trastorna, quiero decir, según su modo de pensar. {MV 504.1}
También derriba nuestros puntos de vista concernientes al santuario y su obra, aunque él no piensa realmente de esa manera. También compromete en un grado mayor o menor nuestro punto de vista de los dos pactos, y yo no podía descubrir cuántas cosas más (E. W. Farnsworth a AGD, en AGD a WCW, 16 de marzo, 1905). {MV 504.2}
A diferencia de su respuesta inmediata y cordial al testimonio de corrección en 1891, esta vez el pastor Ballenger rechazó el mensaje y la apelación de Elena de White y el consejo de sus hermanos, y se aferró tenazmente a sus ideas acariciadas. Esto determinó que fuese desvinculado del cuerpo de ministros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Fue una experiencia amarga para todos los afectados. {MV 504.3}
PASTOR ALONZO T. JONES
El trabajo de la sesión de la Asociación General de 1905 continuó a un ritmo uniforme. Elena de White se dirigió diez veces a la sesión. “El Señor me ha ayudado —escribió cerca del fin de la reunión— para que los discursos tengan un carácter solemne… Todavía tengo un trabajo que hacer en el campamento, en favor de ciertos individuos’’ (Carta 149, 1905). Uno de esos individuos era A. T. Jones, todavía un miembro del Comité de la Asociación General pero ahora estrechamente asociado con el Dr. J. H. Kellogg y en plena simpatía con él. {MV 504.4}
En algún momento durante la sesión se le dio una visión a Elena de White en la que “el caso del pastor Jones me fue nuevamente presentado” (Carta 116,1906). Esto la indujo a tener una extensa entrevista con él en la que se refirió al peligro de que él estuviese en Battle Creek en estrecha asociación con el Dr. Kellogg. Pero la entrevista fue improductiva, porque Jones sentía que él no estaba en ningún peligro. Su presencia en la sesión de la Asociación General de 1905 marcó la conclusión de su conexión con la iglesia en un carácter oficial, una conexión que en años anteriores se caracterizó por contribuciones notables. {MV 504.5}
A la edad de 23 años, Alonzo T. Jones, un oficial en el Ejército de los Estados Unidos, llegó a ser un adventista del séptimo día. Un hombre serio, estudioso, y que llegó a su posición por sus propios esfuerzos, se preparó para el ministerio, al cual fue llamado en 1885. Pronto se distinguió como un redactor asociado de Signs of the Times. No mucho tiempo después se le unió el Dr. Ellet J. Waggoner, un médico que se había transformado en ministro. En la sesión de la Asociación General de 1888 los dos estuvieron al frente en presentaciones sobre la justificación por la fe. Tuvieron el fuerte apoyo de Elena de White como defensora de esta preciosa verdad. Cuando ella pudo hacerlo, viajó y trabajó con ellos durante dos años después de la sesión, llevando el mensaje a las iglesias, institutos ministeriales, instituciones y campestres. {MV 505.1}
Los pastores Jones y Waggoner fueron lanzados a la posición de expositores bíblicos destacados en las filas de los adventistas, un papel que mantuvieron durante gran parte de la década de 1890. Jones asistió a todas las sesiones de la Asociación General, y no era infrecuente para cada uno de los hombres tener a su cargo 10 a 20 ó más estudios bíblicos consecutivos. Jones pasaba mucho tiempo en Battle Creek y se mantuvo como un dirigente prominente, teniendo varios cargos importantes. {MV 505.2}
Pero estos dos hombres, tan altamente honrados por Dios debido a su amplia influencia para el bien, se convirtieron en el punto especial de ataque del gran adversario. Las comunicaciones de Elena de White a ambos hombres a través de un período de 15 años después de 1888, revelan que cada uno tenía debilidades en su experiencia, cada uno enfrentaba peligros, y cada uno había cometido errores. Esto, sin embargo, no los descalificaba para prestar servicio a Dios. {MV 505.3}
En abril de 1893 Elena de White tuvo la ocasión de advertir al pastor Jones respecto a sus puntos de vista extremos en su presentación de la relación entre fe y obras (ver IMS, pp. 442-445). Nuevamente al año siguiente lo reprendió por apoyar entusiastamente a Anna Rice Phillips, quien decía tener el don de profecía (ver 2MS, pp. 97-109). De tanto en tanto lo aconsejaba a que ejerciese prudencia en su manera de hablar y escribir, como para evitar de ofender. {MV 505.4}
En febrero de 1897 Jones fue elegido como uno de los 13 miembros del Comité de la Asociación General, y ocho meses más tarde fue colocado como director de la Review and Herald, un cargo que retuvo por cuatro años. Con este arreglo se dijo que “en vez de hablar comparativamente a pocos de nuestra gente en reuniones anuales, se dirigirá a todos ellos cada semana” (RH, 5 de octubre, 1897). Durante una porción de este tiempo fue presidente de la junta de la Review and Herald Publishing Association. {MV 505.5}
Jones ocupó un lugar prominente en la sesión de 1901 de la Asociación General, e instó a que en la reorganización de la Asociación General “no hubiese reyes”. Ejerció influencia en la elaboración de una constitución que no proveyese para la elección de los principales oficiales de la Asociación General por parte de los delegados, sino que se dejara la responsabilidad a un comité ejecutivo de 25. {MV 505.6}
Nombrado nuevamente para el nuevo Comité de la Asociación General en 1901, se le asignó a Jones el trabajo general que lo llevó a los campestres de verano en el Oeste. Después de persuadir a las asociaciones locales en el Noroeste a seguir el ejemplo de la Asociación General y no elegir presidentes, él mismo aceptó la presidencia de la Asociación de California. Esta Asociación, con la excepción de Michigan, era la Asociación local más grande y más fuerte en el mundo. {MV 506.1}
Su espíritu duro y dominante pronto le costó la confianza de aquellos con quienes él trabajó. Elena de White trabajó con él diligentemente, y él prometió reformarse. Luego, con el estímulo de ella, fue electo para un segundo término en 1902. {MV 506.2}
En el verano de 1903, en un tiempo cuando los asuntos en la Asociación de California estaban muy difíciles, él tuvo una entrevista con Elena de White en Elmshaven en la cual le dijo que a pedido del Dr. J. H. Kellogg estaba planeando ir a Battle Creek para enseñar Biblia en el Colegio Médico-Misionero Americano. Esperaba poder ayudar al Dr. Kellogg. Ella le aconsejó que no fuese. Él le prometió que sería cauteloso. A ella se le había advertido en visión que tal decisión de su parte lo conduciría a su ruina. {MV 506.3}
Elena de White observó los resultados inevitables y sufrió al pensar en su bienestar espiritual. Su plan de permanecer en Battle Creek sólo un año pronto fue olvidado mientras se arraigaba más y más allí. {MV 506.4}
A Elena de White se le había mostrado en visión cuál sería la actitud de Jones, v ahora ella la presenciaba. En “lugar de recibir las advertencias, estaba lleno de confianza propia” (Carta 116, 1906). {MV 506.5}
“Le advertí al pastor Jones —escribió la Sra. White—, sin embargo él sentía que no corría el menor peligro. Pero en torno a él se han tejido hilos finos, y es ahora un hombre engañado y decepcionado. Aunque pretende creer en los Testimonios, no cree en ellos” (Ibíd.). {MV 506.6}
Observar a un hombre que había sido usado poderosamente por Dios rechazar la luz y menospreciar cada apelación que se le hacía, acongojó grandemente el corazón de la mensajera del Señor y preocupó profundamente a los dirigentes de la iglesia. En esta experiencia en la sesión de la Asociación General de 1905, A. T. Jones dio un paso importante en su apostasía. Las cosas alcanzaron a un punto tal que en 1909 pareció necesario quitar su nombre de los libros de la iglesia. {MV 506.7}
DR.J H. KELLOGG
En la mañana del último martes de la sesión, Elena de White habló concerniente al Dr. Kellogg y a los problemas de Battle Creek. En su mensaje sobre estos puntos delicados, ella declaró: {MV 506.8}
Se me ha presentado que en vista del curso de acción del Dr. Kellogg en las reuniones en Battle Creek (17-26 de mayo, 1904), no debemos tratarlo como a un hombre guiado por el Señor, que debería ser invitado a asistir a nuestras reuniones generales como un maestro y dirigente (MS 70, 1905). {MV 506.9}
Ella no podía dejar a un lado los sentimientos de angustia y algunas de las cargas que llevaba a causa de las deserciones del Dr. J. H. Kellogg y los pastores A. T. Jones y A. F. Ballenger. Había visto que las ideas panteístas de Kellogg, debido a que le restaban valor a la personalidad de Dios y de Jesucristo, socavaban la verdad del santuario, la piedra angular del mensaje, tan preciosa a los pioneros. Ahora, con el ataque directo de Ballenger contra este punto, había ocasión para sentir una preocupación adicional. {MV 507.1}
Dos días después de la clausura de la sesión ella escribió palabras que predecían tiempos angustiosos: {MV 507.2}
El Señor ahora me llama a hacer claro a otros aquello que me ha sido hecho claro a mí… No estoy en libertad de retener por más tiempo los asuntos que he escrito. Hay mucho que debe ser expuesto (Carta 319, 1905). {MV 507.3}
Concerniente a la magnitud de la amenaza contra la misma existencia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, como se le mostró en visión, ella escribió así unos pocos meses más tarde: {MV 507.4}
Si las teorías contenidas en El Templo Viviente hubieran sido recibidas por nuestro pueblo, si no hubiese sido enviado ningún mensaje por el Señor para contrarrestar estas teorías, el mensaje del tercer ángel no habría sido dado más al mundo, sino que por todas partes se habrían proclamado fábulas agradables. Los hombres habrían sido inducidos a creer en una mentira en vez de la verdad de la Palabra de Dios. Habría entrado en acción un ejército de aquellos que se deleitan en la injusticia. {MV 507.5}
Se extendió el registro ante mí. La presentación era como si realmente hubiera ocurrido aquello contra lo cual el Señor estaba advirtiendo a su pueblo. No intentaré describir la presentación, pero para mí fue una realidad viviente. Vi que si los sentimientos erróneos contenidos en El Templo Viviente fueran recibidos, las almas estarían enfrascadas en ideas falsas. Los hombres serían controlados tan completamente por la mente de un hombre que actuarían como si estuvieran sujetos a su voluntad. Trabajando a través de seres humanos, Satanás estaba tratando de convertir en fábulas las verdades que han hecho de nosotros lo que somos (Carta 338, 1905). {MV 507.6}
En documento tras documento en los meses que siguieron a la sesión de la Asociación General de 1905, Elena de White escribió no sólo sobre la amenaza de las enseñanzas de Kellogg sino que trató explícitamente con el error de la posición de Ballenger sobre la verdad del santuario, basando sus advertencias en repetidas visiones. Hizo claro que si había una verdad fundamental que había llegado a los pioneros mediante el estudio de la Biblia y la revelación, era la verdad del santuario, e indicó que Satanás lanzaría un ataque tras otro sobre este punto fundamental. {MV 507.7}
El año 1905 marcó el surgimiento rápidamente creciente de la grieta entre los intereses médicos, encabezados por el Dr. John Harvey Kellogg, y los dirigentes de la iglesia y la organización de la iglesia misma. {MV 508.1}
Los pasos dados después de las sesiones de la Asociación General de 1901 y 1903 para unir la obra médica a la denominación fueron vistos por el Dr. Kellogg como un desafío a la institución que él dominaba. La organización de un departamento médico y el nombramiento de un secretario de dicho departamento confirmaron esto en su mente. En aparente desesperación lanzó un programa agresivo para desarrollar el Sanatorio de Battle Creek en una base de influencia aún más fuerte, y emprendió una campaña agresiva para desestabilizar la confianza en Elena de White y los dirigentes de la iglesia. {MV 508.2}
Ahora era claro para los dirigentes de los intereses médico-misioneros en Battle Creek que la obra médica fomentada por la Iglesia Adventista del Séptimo Día iba a estar bajo el control de la iglesia, porque era una rama de la obra de la iglesia. No iba a estar dominada por los líderes de los intereses médicos en Battle Creek que habían comenzado a convertir en no denominacional la obra médicomisionera. {MV 508.3}
Emisarios del Dr. Kellogg fueron enviados a formar una línea de lealtad con él y con las pólizas que él defendía. Estos emisarios dirigidos por Battle Creek fueron enviados a partes del mundo donde se había promovido la obra médico-misionera. En una forma callada y subrepticia golpearon contra los fundamentos de la confianza en los consejos de Elena de White (AGD a WCW, 12 de octubre, 1905). {MV 508.4}
Se había establecido la base para esto en la actitud crítica hacia los dirigentes de la iglesia y el apoyo de Elena de White al traslado a Washington, D. C., de la sede central de la iglesia y la planta impresora de la Review and Herald. Los problemas se intensificaron cuando ahora prosperaron los planes para hacer de Battle Creek un gran centro educacional, más grande y más influyente que cualquiera que lo había precedido. {MV 508.5}
KELLOGG PLANEA UNA UNIVERSIDAD EN BATTLE CREEK
Elena de White les había escrito mucho a los dirigentes de la iglesia concerniente a la situación en Battle Creek, pero la pregunta que llevaba consigo era: ¿Cuándo debiera esto difundirse en forma general? Ella explicó la demora: a ella se la había refrenado hasta el momento apropiado, cuando el Dr. Kellogg diera su primer paso. {MV 508.6}
El anuncio en el número de septiembre del Medical Missionary, publicado en Battle Creek, de planes para lanzar una universidad en Battle Creek, fue el “primer paso”. Dos años antes, se desecharon pasos que se estaban dando para reabrir el Colegio de Battle Creek debido al claro consejo de Elena de White. Ahora el consejo mismo fue puesto a un lado, y artículos y catálogos proclamaron la apertura de un número de escuelas, virtualmente una universidad (AGD a WCW, 12 de octubre, 1905). {MV 509.1}
Habría “muchos cursos de estudio ofrecidos por varias escuelas sostenidas en conexión con el Sanatorio de Battle Creek”, “profesional, científica, literaria, bíblica, técnica”. Cuarenta cursos conducirían a diplomas y títulos. En adición a lo ya mencionado, se enseñarían numerosos oficios, tales como montaje de calderas, plomería, herrería, carpintería, pintura, hojalatería, ingeniería de vapor y eléctrica, zapatería y costura. {MV 509.2}
Todos estos estudios eran ofrecidos a los jóvenes adventistas que no tenían dinero. Ellos podían sufragar los gastos trabajando en el sanatorio (Medical Missionary, octubre, 1905; AGD a EGW, 11 de octubre, 1905). {MV 509.3}
Para atraer a la juventud adventista a Battle Creek, se extendieron incentivos muy atractivos en cursos de estudio y oportunidades de trabajo que se ofrecieron. Pero estaban las advertencias expresadas por dos años de que la juventud adventista no debería ir a Battle Creek en busca de educación. La obra de socavar los Testimonios comenzó con reuniones celebradas por el Dr. Kellogg y A. T. Jones con los obreros del sanatorio y fue promovida por correspondencia con jóvenes adventistas por todo el campo. {MV 509.4}
En la opinión de Daniells toda la denominación debería ser informada en cuanto a lo que estaba ocurriendo en Battle Creek. Le rogó a Elena de White: “¿No ha llegado el tiempo para dar a la gente suficiente de lo que Dios le ha revelado a usted como para informarles plenamente y despertarlos?… ¿No ha llegado el tiempo para que el barco golpee el témpano?” {MV 509.5}
TESTIMONIO MUY DECIDIDO ENVIADO AL PASTOR DANIELLS
Cuando el año 1905 se estaba acercando a su fin, la cuestión de la universidad en Battle Creek estaba llegando a una crisis. Elena de White no podía retener por más tiempo su advertencia. El 16 de noviembre, W. C. White dejó la costa oeste para asistir a la primera Convención Médico-Misionera de la Asociación General, a realizarse en College View, Nebraska, del 21 al 26 de noviembre (29 WCW, p. 664; RH, 16 de noviembre, 1905). {MV 509.6}
Incitados por los planes anunciados para la reunión en el College View, la gente de la obra médica en Battle Creek lanzó medidas contrarias. El Dr. Kellogg convocó a una convención de su nueva Alianza Médico-Misionera Internacional en Chicago, para el 18 al 21 de diciembre (Medical Missionary, noviembre, 1905). {MV 509.7}
La Asociación del Oeste de Michigan invitó al pastor Daniells a ayudar en la Semana de Oración en Battle Creek a mediados de diciembre. Después de pedir consejo a los pastores Irwin, Prescott, White y Evans, sintió que debía aceptar la invitación. Esto le daría una oportunidad para presentar los testimonios que trataban con la situación. La Semana de Oración comenzaría el viernes de noche, 15 de diciembre. Daniells, W. C. White y uno o dos más fueron al lugar el martes 12. Esto les dio una oportunidad para tomarle el pulso a la situación. Uno de los testimonios que Daniells llevaba consigo había sido escrito por Elena de White el 28 de junio de 1905. Estaba titulado, “Una Solemne Advertencia”. {MV 510.1}
Mientras los pastores Daniells y W. C. White estaban en Battle Creek, Elena de White y sus ayudantas continuaban juntando y copiando material. Ese fin de semana ella les escribió a los pastores Daniells y Prescott: {MV 510.2}
He perdido toda esperanza en cuanto al Dr. Kellogg. Creo plenamente que ya ha pasado para él el día de su remisión. No le he escrito una línea aproximadamente por un año. Se me ha instruido que no le escriba… {MV 510.3}
He estado leyendo el material que se me ha dado para él, y la luz [que tengo] es que debemos llamar a nuestro pueblo a una decisión… Debemos ser prudentes como serpientes y sencillos como palomas” (Carta 333, 1905). {MV 510.4}
La carga de su corazón se intensificaba a medida que avanzaba la semana. A W. C. White le escribió: {MV 510.5}
Tengo muchas cosas que deseo que tú y el pastor Daniells y los que están unidos con él en su trabajo en Battle Creek tengan tan pronto como sea posible. Tengo un testimonio muy definido que estoy enviando a Battle Creek para el pastor Daniells. Me temo que él partirá antes de que lo reciba de modo que le enviaré un mensaje telegráfico para que se quede hasta que reciba esto que le envío (Carta 336, 1905). {MV 510.6}
El mensaje fue enviado el jueves 21 de diciembre, y el pastor Daniells se quedó en Battle Creek mientras las reuniones de la Semana de Oración continuaban. El Dr. Kellogg y mucho del personal médico estaban en Chicago asistiendo a la reunión que él había convocado de la Alianza Médico-Misionera Internacional para que sesionase del lunes al jueves, 18 al 21 de diciembre. Daniells permitió que se supiera que él había cambiado sus planes y que se estaba quedando para esperar el mensaje prometido en el telegrama de Elena de White. {MV 510.7}
LLEGADA DE LOS TESTIMONIOS PROMETIDOS
El martes 26 de diciembre, Daniells fue a su oficina temprano (probablemente su antigua oficina en el Edificio Oeste) para ver si habían llegado las comuni caciones de Elena de White. No habían llegado. Unos pocos minutos más tarde uno de los médicos del Sanatorio de Battle Creek vino a verlo. {MV 510.8}
El médico estaba muy perplejo. Se lo había criado como para considerar que todos los mensajes dados por Elena de White procedían del Señor. Pero ahora estaba perplejo y confundido. La noche anterior, él, con muchos otros obreros destacados del sanatorio, habían asistido a una reunión que duró desde las 5:00 hasta las 11:00 en la cual el Dr. Kellogg había esbozado la controversia reciente como él la veía. Kellogg le dijo a este grupo de obreros responsables del sanatorio que él creía en el espíritu de profecía y creía que Elena de White “es una buena mujer y que ella ha sido inspirada por el Señor”. Pero, continuó, “no podía confiarse que todas las comunicaciones que eran enviadas venían del Señor” (AGD a G. A. Irwin, 27 de diciembre, 1905). {MV 511.1}
“Ahora —dijo el doctor, dirigiéndose al pastor Daniells—, quiero, si es posible, que usted me haga claro qué mensajes debemos entender que son del Señor, y cuáles emanan de hombres que están influyendo sobre la Hna. White”. {MV 511.2}
El pastor Daniells le dijo que no podía darle ninguna luz sobre el punto, que para él todos eran “completamente genuinos”, que “todos eran del Señor o del diablo”. {MV 511.3}
Mientras los hombres hablaban, hubo un golpe en la puerta y un mensajero le entregó al pastor Daniells un sobre grande cuyo remitente era “Elmshaven”, Sanatorio, California. Al día siguiente Daniells contó la historia: {MV 511.4}
“Ahora, Doctor —dije yo—, abriremos este sobre y usted será el primero en mirar estos testimonios; tómelos, examínelos, y dígame si son genuinos o espúreos; si le fueron dados a ella por el Señor o por algún hombre”. {MV 511.5}
Él los tomó y miró los títulos, las fechas y las firmas, y entregándomelos, me dijo: “Bien, no puedo decirle si son del Señor o del hombre, si son dignos de confianza o no. Me parece —dijo él— que es una cuestión de fe de mi parte en cuanto a si la Hna. White es una sierva de Dios o una simuladora malvada”. {MV 511.6}
“Bien —dije yo—, usted es tan capaz de decirme quién inspiró estas comunicaciones como lo soy yo de decírselo a usted; usted las ha visto primero; usted sabe tanto en cuanto a ellas como yo; yo no puedo darle a usted la menor información que usted no posea. {MV 511.7}
“Ahora —dije—, el único fundamento en el que me puedo apoyar es el de una absoluta confianza de que Dios está revelando a su sierva aquello que la iglesia necesita entender, y que toda comunicación que ella envía emana de Dios y no del hombre” (Ibíd.). {MV 511.8}
El médico dijo que veía todo el argumento y que “debía permanecer completamente sobre este fundamento”. {MV 511.9}
UNA EXPERIENCIA NOTABLE QUE CONFIRMÓ LA CONFIANZA
A duras penas Daniells pudo esperar para leer los testimonios que Elena de White le había enviado. Con un ministro asociado leyó las comunicaciones. Notaron que mientras ambos documentos habían sido copiados el jueves 21 de diciembre de 1905, uno fue escrito en agosto de 1903 y el otro el l°de junio de 1904. {MV 512.1}
Inmediatamente se hicieron arreglos para tener una reunión en el Tabernáculo esa noche a las 7:30, en la cual se leerían los testimonios a toda la iglesia. A las 7:30 el Tabernáculo estaba lleno: el auditorio, los cuartos anexos y la galería. El Dr. Kellogg no estaba allí. Su hermano, W. K., y un número de los partidarios del doctor sí estaban. El pastor Daniells tomó la iniciativa diciendo a la congregación de cómo, en tiempos antiguos, Dios se comunicaba con su pueblo. A veces el profeta entregaba en persona el mensaje de Dios; otras veces era entregado mediante otros. Señaló que “desde los primeros días de esta causa el espíritu de profecía había estado en nuestro medio, y había sido reconocido por aquellos que eran leales a este mensaje, y que la mensajera siempre había afirmado tener la libertad de entregar el mensaje ya sea en persona o enviándolo a otros para que lo leyesen” (Ibíd.). {MV 512.2}
Leyó el telegrama en el que se lo instruía a esperar en Battle Creek la llegada de los testimonios. Ahora tenía los dos documentos en sus manos: el Manuscrito 120, 1905, “El Resultado de No Oír las Advertencias de Dios”, y el Manuscrito 122, 1905, “Una Solemne Apelación”. Señaló que ambos fueron escritos por Elena de White en su diario, uno hasta dos años antes, pero que no fueron copiados sino hasta cuando ella recibió la impresión de hacerlo, el jueves 21 de diciembre. Ambos documentos comunicaban mensajes solemnes, indicando que los di-rigentes que eran espiritualmente ciegos estaban guiando a los ciegos, y que a menos que sean “convertidos y transformados”, “los dirigentes y sus seguidores” “no pueden ser obreros juntamente con Dios” (MS 120, 1905). {MV 512.3}
Ambos testimonios fueron leídos sin comentario. Mientras el pastor Daniells leía, página tras página, una cantidad de personas en la audiencia del gran Tabernáculo no podían sino notar cuán exactamente el mensaje de la Sra. White describía las palabras y actitudes presenciadas justo la noche anterior cuando el Dr. Kellogg se dirigió a los líderes del sanatorio. Eran las 9:00 de la noche cuando Daniells terminó de leer las 16 páginas de los dos documentos. “Me pareció cuando yo leía —escribió al día siguiente— que nunca había sentido el ardiente poder de las palabras llegar a mi propia alma como con estas páginas” (AGD a G. A. Irwin, 27 de diciembre, 1905). {MV 512.4}
“Debemos recurrir a la oración ferviente”, le dijo a una audiencia callada, y sugirió que aquellos que deseaban hacerlo “se dirigiesen a la sala norte”. Pero era demasiado grande el número de los que deseaban orar, por lo tanto la concurrencia regresó al auditorio principal. {MV 512.5}
Durante el receso tres hombres que habían estado en la reunión de seis horas del Dr. Kellogg vinieron a Daniells y le dijeron que la reunión celebrada la noche anterior había sido descrita claramente en los mensajes que Elena de White había enviado. También dijeron que “si hubiese habido una duda en sus mentes respecto a la fuente de los testimonios, habría sido despejada por sus propias declaraciones [como fueron expuestas por Elena G. de White] en los testimonios” (Ibíd.). {MV 513.1}
De 9:15 a 10:00 todos se unieron en oración para que sus ojos pudieran ser abiertos para ver las cosas como Dios las ve. Oraron para que el Dr. Kellogg y sus asociados y todos los ayudantes del sanatorio pudieran ser inducidos a recibir y obedecer los mensajes solemnes que les habían llegado. {MV 513.2}
Durante los pocos días siguientes en la vieja ciudad de Battle Creek hubo mucha discusión sobre cómo el Espíritu del Señor, en el jueves previo, había inducido a Elena de White a hacer que el mensaje que ella escribió dos años antes fuese copiado y enviado a Battle Creek, para que llegase justo después de la notable reunión celebrada por el Dr. Kellogg en el edificio del colegio. Algunos dijeron en cuanto a la reunión del lunes de noche que “si no hubieran estado bien fundamentados, se habrían apartado enteramente de los testimonios. Uno dijo que habría sido impulsado a entregarse a la infidelidad si hubiese creído las cosas que el doctor les relató” (Ibíd.). {MV 513.3}
El pastor Daniells se sintió impelido a expresar sus sentimientos. “Sé —declaró firmemente— que Dios nos está recompensando por nuestro voto de inmutable lealtad al espíritu de profecía como también a todo el resto de este mensaje”. “Se le ha dado la victoria a esta causa” (Ibíd.). {MV 513.4} Y ciertamente fue una victoria. {MV 513.5}
En cuanto al Dr. Kellogg, no se observó ningún cambio en su actitud. Dos días después de la memorable reunión del martes de noche, reunió a la familia del sanatorio y durante tres horas repasó la historia de la institución, tratando de probar que nunca fue un establecimiento adventista sino más bien la propiedad de los accionistas. {MV 513.6}
La Review and Herald del 28 de diciembre de 1905, incluía un artículo editorial de seis columnas escrito por W. W. Prescott y titulado “La Universidad de Battle Creek”. En él el autor desnudó su alma cuando declaró: {MV 513.7}
Conocemos por experiencia personal algo sobre la amargura de la experiencia que resulta de escuchar constantes insinuaciones acerca de las verdades fundamentales de este mensaje llevado al mundo por los Adventistas del Séptimo Día. Sabemos qué significa luchar con las dudas y los temores despertados por hábiles tergiversaciones de las advertencias y consejos dados a través del espíritu de profecía… Hemos aprendido nuestras lecciones a través de una experiencia de la que alegremente protegeríamos a otros, y por lo tanto nos sentimos justificados de hablar claramente cuando vemos armada la trampa tan seductoramente. {MV 513.8}
Battle Creek no llegó a ser el centro educacional que algunos habían anticipado; ni atrajo a un gran número de jóvenes adventistas. Los colegios de las uniones fueron fortalecidos para enfrentar las necesidades de la causa, y pronto la iglesia estableció en Loma Linda el Colegio de Evangelistas Médicos. {MV 514.1}
Mujer de Visión, Cap 35 ''EL DON ESPECIAL DE ELENA DE WHITE''
Elena de White tenía un don muy especial. Ella lo describió claramente: {MV 515.1}
Algunos han tropezado en el hecho de que dije que no pretendía ser profetisa y han preguntado: ¿Por qué? {MV 515.2}
No he tenido otra pretensión sino la de que se me ha indicado que soy la mensajera del Señor; que él me llamó en mi juventud para ser su mensajera, para recibir su palabra y dar un mensaje claro y decidido en el nombre del Señor Jesús. {MV 515.3}
En mi temprana juventud se me preguntó varias veces: ¿Es usted profetisa? Siempre he respondido: Soy la mensajera del Señor. Sé que muchos me han llamado profetisa, pero no he pretendido ese título. Mi Salvador me declaró que era su mensajera. “Tu obra —me indicó— es llevar mi palabra”… {MV 515.4}
¿Por qué no he pretendido ser profetisa? Porque en estos días muchos que osadamente pretenden ser profetas son un baldón para la causa de Cristo, y porque mi obra incluye mucho más de lo que significa la palabra “profeta”… {MV 515.5}
Dios me ha aclarado las diversas formas en las que me usaría para hacer avanzar una obra especial. Se me han dado visiones con la promesa: “Si presentas fielmente los mensajes y resistes hasta el fin, comerás del fruto del árbol de la vida y beberás del agua del río de la vida” (IMS, pp. 36-37). {MV 515.6}
Después de describir la amplitud de la obra que se le encargó que hiciera, ella declaró: {MV 515.7}
Nunca he pretendido ser profetisa. Si otros me llaman así, no les discuto. Pero mi obra ha abarcado tantos aspectos, que no puedo llamarme sino mensajera, enviada para dar un mensaje del Señor a su pueblo y para ocuparme de cualquier actividad que él me señale (Id., p. 39). {MV 515.8}
Debido a que en una ocasión ella mencionó a una gran concurrencia en el Tabernáculo de Battle Creek que no se consideraba una profetisa o una dirigente del pueblo, el lunes siguiente los diarios en Battle Creek proclamaron las noticias: ¡La mujer que los adventistas han considerado todos estos años como una profetisa se ha expresado ahora con franqueza y dijo que después de todo no es una profetisa! Esto naturalmente suscitó preguntas entre algunos adventistas. La Sra. White y los dirigentes de la iglesia encontraron que debía hacerse una explicación. En varias ocasiones aprovechó la oportunidad para explicar cuidadosa-mente las ideas que intentaba transmitir mediante su declaración. W. C. White arroja considerable luz sobre el asunto en la siguiente declaración: {MV 515.9}
Cuando ella dijo estas palabras, tenía en mente las ideas de la gente respecto a un profeta como alguien cuyo principal oficio era predecir eventos, y quería hacerles entender que ese no era su lugar en el mundo. {MV 516.1}
MÁS QUE UNA PROFETISA
Elena fue más que una profetisa. Fue una consejera, una consoladora, guía, autora, escritora, oradora pública. {MV 516.2}
Toda su vida ella había encontrado oposición, antagonismo y crítica en todos los estilos y formas, desde lo trivial a lo serio. Fue citada y mal citada, interpretada y mal interpretada. Pero el valor de sus palabras se evidenció en escuelas, sanatorios e iglesias por todo el mundo. {MV 516.3}
Raramente se defendía a sí misma. Pero ahora en el ocaso de su vida se vio forzada a replicar a sus críticos. Fue una experiencia dolorosa para ella saber que había miembros de la familia de Dios que estaban bien familiarizados con ella y su trabajo pero que, en base a rumores y a evidencias endebles, habían perdido confianza en su misión profética. Abrumaba su corazón el hecho de que pudieran olvidar tan fácilmente las muchas evidencias que confirmaban la fe en su llamado y su obra. {MV 516.4}
¿Cuáles son algunas de esas evidencias que confirman la fe? {MV 516.5}
Los centenares de cartas que cruzaron miles de kilómetros de tierra o mar para llegar en un momento crítico. {MV 516.6}
Las muchas personas que recibieron cartas de consuelo sobre asuntos personales conocidos sólo por ellos y por Dios. {MV 516.7}
La cantidad de veces que encontró por primera vez a individuos a quienes reconoció, habiéndolos visto en visión. {MV 516.8}
La descripción de testigos presenciales fidedignos de los fenómenos que la acompañaban cuando estaba en visión en los primeros días de su trabajo. {MV 516.9}
La vida de líderes como Daniells, Bates, Loughborough, Haskell, cuyas dudas habían sido despejadas. {MV 516.10}
Se me ha indicado ahora que no debo ser estorbada en mi trabajo por aquellos que se ocupan en suposiciones respecto a su naturaleza, cuyas mentes están luchando con tantos problemas intrincados conectados con la supuesta obra de un profeta. Mi comisión abarca la obra de un profeta, pero no termina allí. Abarca mucho más que lo que las mentes de aquellos que han estado sembrando las semillas de incredulidad pueden comprender (Carta 244, 1906 [ver también 1MS, pp. 35’,39]). {MV 516.11}
Battle Creek, donde el Dr. Kellogg y sus compañeros, incluyendo a Ballenger y A. T. Jones, estaban sembrando semillas de incredulidad, había sido el centro de la obra denominacional. {MV 517.1}
LAS SEMILLAS DE LA INCREDULIDAD
Después de una visión en la que vio a médicos conocidos por ella exponiendo en una reunión lo que consideraban como razones válidas de su confianza debilitada [en el espíritu de profecía], Elena de White le dijo a W. C. White que todo “debía estar listo para la acción”. Sentía que podía, y debía, enfrentar muchas cosas que había oído que se contaron en esa reunión (Carta 14, 1906). {MV 517.2}
En los primeros meses de 1906 mencionó repetidamente su intención de obtener una clara exposición de los hechos por parte de aquellos que estaban perturbados respecto a los testimonios. “Si se han hecho declaraciones diciendo que hay contradicciones en los testimonios —le escribió a E. W. Famsworth, pastor temporario de la iglesia de Battle Creek—, ¿no debería yo estar informada de los cargos y las acusaciones? ¿No debería saber la razón por la que siembran cizañas de incredulidad?” (Carta 84, 1906). {MV 517.3}
Cuando en marzo vino el ataque de A. T. Jones, ella ayudó a enfrentarlo. El 9 de abrd envió la carta que había escrito el 30 de marzo, dirigida “A Aquellos que Están Perplejos Respecto a los Testimonios Relacionados con la Obra MédicoMisionera”: {MV 517.4}
Recientemente en visiones de la noche estuve con un grupo grande de personas. Allí estaban presentes el Dr. Kellogg, los pastores Jones, Tenney y Taylor, el Dr. Paulson, el pastor Sadler, el juez Arthur, y muchos de sus asociados. {MV 517.5}
El Señor me mandó que les pidiera a ellos y a cualquier otro que tenga perplejidades y cosas serias en su mente respecto a los testimonios que yo he presentado, que especifiquen cuáles son sus objeciones y críticas. El Señor me ayudará a contestar esas objeciones, y a hacer claro lo que parece intrincado (Carta 120, 1906). {MV 517.6}
Ella señaló que si se estaba acariciando la idea de que “ya no puede confiarse más en la obra de la Hna. White”, ella quería saber por qué se había llegado a esa decisión. “Puede ser—conjeturó—que algunos asuntos que a ustedes les parecen muy objetables pueden ser explicados”. Haciendo clara su posición, ella declaró: “Se me ha instruido en este momento que pida a aquellos que están en dificultad respecto a la obra de la Hna. White que presenten sus preguntas ahora”. {MV 517.7}
Esta carta fue enviada no sólo a las personas nombradas sino a alrededor de una docena de personas más. Luego, tres días más tarde, ella y parte de su personal salieron para el sur de California para la dedicación de los sanatorios en Loma Linda y Paradise Valley. Al regresar a Elmshaven el 7 de mayo, ella encontró que estaban comenzando a llegar respuestas llenas de preguntas. {MV 518.1}
PREGUNTAS QUE DEMANDAN RESPUESTAS CUIDADOSAS
Las preguntas acerca de la obra de Elena de White que vinieron desde Battle Creek requerían una atención cuidadosa, no sólo por parte de ella sino de su personal. Algunas de las preguntas eran serias; otras eran de una naturaleza trivial, tratando con “supuestas contradicciones en los testimonios” (Carta 142, 1906). {MV 518.2}
Muchas preguntas se fundaban en conceptos defectuosos sobre la inspiración. Se pensaba que el profeta era un agente mecánico, que hablaba o escribía cada palabra dictada por el Espíritu Santo. Este concepto de “inspiración verbal” a veces conducía a esperar más de Elena de White que lo que se justificaba, más de lo que se les demandó a los profetas y apóstoles de la antigüedad. {MV 518.3}
Su defensa de los testimonios y de ella misma en realidad había empezado en enero. “Ultimamente he estado muy ocupada —escribió el 19 de enero—. El Señor me ha sostenido al preparar material para enfrentar la incredulidad y la infidelidad expresadas respecto a los testimonios que me ha dado para llevar a su pueblo. Me ha dado palabras para escribir” (Carta 34, 1906). {MV 518.4}
Elena de White ignoró algunas de las preguntas; contestó muchas, escribiendo cartas amables, tolerantes, que trataban en forma directa con los problemas presentados. A veces el personal de Elmshaven preparaba las respuestas. Algunas veces la respuesta estaba disponible prontamente; a veces la pregunta en sí era más una declaración que una pregunta (30 WCW, p. 333). {MV 518.5}
Una carta de un médico prominente contenía la lista más completa de preguntas planteadas hasta el momento por los obreros médicos de Battle Creek. Unas pocas ilustraban la cantidad de trivialidades con las que a veces trataban las preguntas. Entre los puntos presentados en una de esas cartas estaban los siguientes: {MV 518.6}
1. ¿Todo lo que sale de la pluma de Elena de White es un “testimonio” o algunas son sencillamente “cartas”? {MV 518.7}
2. ¿Uno tiene que suponer que las condiciones descritas en los Testimonios realmente existen, o están meramente diseñados para anticiparse a tales condiciones? {MV 518.8}
3. ¿Qué puede decirse acerca de la declaración, “No soy una profetisa”? {MV 518.9}
4. ¿W. C. White ejerce influencia sobre los Testimonios? {MV 518.10}
5. ¿Aprueba usted enviar testimonios personales, que el Señor ha dado para ciertos hombres, a otras personas también? 6. ¿Son los Testimonios una prueba de discipulado? {MV 518.11}
7. ¿Qué puede decirse acerca del pedido [para que se devuelvan] las pruebas de galera del tomo 7 para su revisión? {MV 519.1}
8. ¿Es correcto para cualquier adventista trabajar en el Sanatorio de Battle Creek? {MV 519.2}
¿QUIÉN MANIPULABA LOS ESCRITOS DE ELLA?
Las preguntas suscitadas concernientes a la manipulación de los escritos de la Sra. White, y a la influencia de W. C. White sobre los Testimonios, afligían a Elena de White, particularmente aquellas acusaciones que estaban vinculadas con declaraciones descuidadas hechas por James Edson White. {MV 519.3}
Los dos hijos de Jaime y Elena White eran muy diferentes en personalidad y carácter. El más joven, William C., era juicioso, calmo, leal a los Testimonios, confiable y dotado con aptitudes como dirigente. El hijo mayor, James Edson, aunque talentoso, creativo y un buen autor, era inestable, un pobre administrador de las finanzas, y, debido a que su hermano y los dirigentes de la iglesia no podían respaldar y no respaldaban todos sus negocios arriesgados, criticaba mucho. A veces les daba poca importancia a los testimonios de su madre dirigidos a él desde sus primeros años; sin embargo, cuando estuvo plenamente consagrado a Dios hizo una obra notable, particularmente entre los negros que estaban siendo descuidados en el Sur. {MV 519.4}
Debido a que era el hijo de Jaime y Elena White, James Edson podía pedir dinero prestado, principalmente de adventistas, para apoyar sus diversos proyectos, muchos de los cuales fracasaban. Vez tras vez su madre y su hermano acudieron para ayudarle en sus finanzas personales cuando se derrumbaban diversos proyectos contra los cuales se le había advertido. {MV 519.5}
Cuando Elena de White encontró que no podía apoyarlo indefinidamente en estos proyectos, su hermano trató de aconsejarlo. Él a su vez tomó la posición de que William C. estaba ejerciendo influencia sobre su madre. Entre sus amigos personales en y alrededor de Battle Creek había una cantidad que estaban expresando las insinuaciones del Dr. Kellogg de que Elena de White estaba siendo influenciada por su hijo William y otros. Fue fácil para James Edson unirse. Dijo algunas cosas desafortunadas que fueron rápidamente recogidas y, viniendo del propio hijo de la Sra. White, aprovechadas. {MV 519.6}
Finalmente, por doloroso que fuese, Elena de White tuvo que intervenir y dejar las cosas bien claras. Le escribió a Edson una carta de seis páginas, terminando con esta firme declaración: {MV 519.7}
Tu posición es un asunto penoso para tu madre y desgasta la vida de tu hermano… Tendré que hablar. No puedo y no toleraré que recaigan críticas sobre la causa de Dios y sobre mi obra que Dios me ha dado para hacer, debido a tu declaración de que él manipula mis escritos. Es una falsedad, ¡pero qué acusación es ésta! Ni un alma manipula mis escritos (Carta 391, 1906). {MV 519.8}
En otra carta a Edson, escrita el 21 de mayo de 1906, ella declaró: {MV 520.1}
La posición que tú has tomado, las palabras que tú has dicho, no son un secreto. Son manoseadas en todas partes por aquellos que desarraigarían la confianza en los Testimonios, y tienen influencia porque tú eres el hermano de WCW y el hijo de Elena G. de White… W. C. White es leal como el acero a la causa de Dios, y ninguna mentira que está en circulación es verdad (Carta 143, 1906). {MV 520.2}
Temprano en el año ella había escrito: {MV 520.3}
Están aquellos que dicen: “Alguien manipula sus escritos”. Reconozco la acusación. Es Uno que es poderoso en consejo, Uno que me presenta la condición de las cosas en Battle Creek (Carta 52, 1906). {MV 520.4}
Durante el mes de junio y en la primera parte de julio, Elena de White dedicó mucho de su tiempo a contestar preguntas procedentes del campo. Escribió muchísimas cartas que totalizaron centenares de páginas. Muchas de ellas llevaban advertencias concernientes a los peligros.de acariciar dudas a pesar de las fuertes evidencias que Dios había dado sobre la integridad del espíritu de profecía. {MV 520.5}
Cuando resultó claro que se estaban formulando “las preguntas más frívolas” (Carta 180, 1906), le empezó a llegar la instrucción de que no necesitaba recoger y contestar “todos los decires y dudas que están siendo puestos en muchas mentes” (MS 61, 1906). Ella y su personal, después de proveer respuestas a las preguntas principales, consideraron que su trabajo en esta área había terminado cabalmente. {MV 520.6}
Testimonio: 09-10-2017
Amados, el 9 de octubre 2017. También estaba de mañana; estábamos en el culto y estaba meditando en lo que el Señor me había mostrado la mañana anterior. No me podía quitar eso de la cabeza, era muy triste el sufrimiento, ¡mucha angustia! {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p1}
Entonces en ese momento, vi cómo, muchos, estando en las montañas por largos años atrás, bajaban de ellas para instalarse en las llanuras. Se había puesto todo difícil y ya no querían seguir pasando trabajo, no soportaban la situación. Entonces, comenzaron a bajar a la llanura para buscar mejoría, para buscar más comodidad, según ellos, más tranquilidad, más fáciles las cosas. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p2}
Entonces, de repente, el hambre arreció, y todos buscaban en todo lugar por encontrar un bocado de pan, pero ellos no lo encontraban. La búsqueda se hacía cada vez más intensa e insoportable, y las personas se abalanzaban unas sobre otras tratando de alimentarse unos de los otros. ¡Fue terrible, amados, aquella escena de sufrimiento que había por todo lugar! Todo lugar se veía en violencia, hambre, y los que habían bajado de las montañas, yo podía ver que deseaban volver a ellas, pero, por más que lo intentaban ya no podían, por alguna razón. Entonces, perecían en esa gran turba de violencia. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p3}
Entonces, luego, se me mostraron otras montañas. Allí había fieles hijos de Dios que miraban a lo lejos la desgracia de las llanuras, y oraban por protección. Estos habían pasado mucho sufrimiento, mucho dolor, largos días de muchas situaciones de penurias, bien difíciles, pero se mantuvieron ahí, confiando en el Señor, que eran los lugares que el Señor había destinado para ellos y por ninguna razón bajaban. Entonces, allí, ellos se sentían seguros. ¡Ah, eso sí! Se me mostró que ellos se sentían allí seguros por alguna razón. Entonces pregunté: “¿por qué razón, además de vivir en las montañas, ellos están seguros?” Mi acompañante me contestó: “observa, ¿ves?”, me dijo. Entonces vi cómo tenían plantas para comer, vegetales, frutos menores, y las cosechas, ellos las tenían, allí cerca de su casa. Y confeccionaban sus alimentos con ellos, eran alimentos sencillos pero sustanciales; tenían todo lo que necesitaban. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p4}
Entonces, asimismo vi cómo un joven sacaba agua de un riachuelo, junto a la pequeña cabaña donde ellos estaban viviendo. Entonces le dije: “¿es todo?” Y me dijo: “ven, te mostraré”. Entonces vi cómo, dentro de su humilde pero fuerte cabaña, tenían todo lo necesario, allí: vi abrigo, vi comida, vi agua, vi también cómo tenían plantas disecadas que me dijeron que era su medicina. Entonces, también, vi sus muebles: sólo unas sillas, una mesa, una cobija y unas camas. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p5}
Pero ellos vivían felices y se sentían seguros en aquella tan cruel tempestad que asolaba en la llanura. Entonces cuando estábamos por salir, vi cómo aquella familia, en un rincón de esta humilde choza que se me mostró, tenía una mesita color madera, y allí tenían tres libros, me impactó pues, sabía que antes también los había visto. Entonces me acerqué a ver y vi: la sagrada Biblia, algo que se parecía al Conflicto de los Siglos —porque no decía el Conflicto de los Siglos pero parecía un libro del Espíritu de Profecía, o sea por el color y por la forma y el tamaño—, y el Himnario antiguo Adventista. Entonces, le pregunté a mi acompañante si podía hojear el libro, que para mí era el Conflicto de los Siglos, y él me dijo: “hazlo”. Entonces lo tomé y lo abrí y, para mi sorpresa, era un libro enciclopédico de los libros del Espíritu de la Profecía, tenía varios libros, allí, en uno. Entonces, allí estaban, pude ver: Patriarcas y Profetas, Profetas y Reyes, El Deseado de Todas las Gentes, Conflicto los Siglos, Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, Temperancia. También me acuerdo que vi: Mente, Carácter y Personalidad, Ministerio de Curación, Historia de la Redención, Evento de los Últimos Días, etcétera, etcétera. Iba viendo títulos de diferentes libros que componían aquella enciclopedia. Entonces, pude ver esto mientras hojeaba el libro y lo puse luego en su lugar, y salimos de aquella cabaña. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p6}
Entonces él me dijo: “sin profecía el pueblo se desenfrena, es menester obedecer a Dios antes que a los hombres”. Y salimos de aquel lugar maravilloso, se sentía una paz, amados, una seguridad… Y en ese momento, cuando estaba sintiendo esa paz y esa seguridad que me daba estar nada más en aquel lugar, de verlo, ahí desperté, de esto que me estaba pasando. Siempre cuando les digo: “ahí desperté”, es como que, no porque estaba dormida sino, como, porque ahí todo, todo, desperté otra vez a la realidad de lo que tenía al frente —porque esto me pasó estando despierta, yo ya me había levantado de mi cama—. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p7}
Entonces cuando ya terminó todo esto, estaba yo con la maravillosa seguridad de [que] lo que Dios desea que estemos haciendo aquellos que anhelamos su protección, [es] aguardar con ansias su venida, ubicarnos en los lugares donde él quiere que estemos para que no suframos —para que cuando arrecie más esta tempestad, que esto aún está tocando un poquito, lo que vemos, porque aún más se va a apretar, amados hermanos—, que podamos estar seguros en Él. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p8}
Así que, mi deseo y oración es que cada uno de nosotros roguemos por la voluntad de Dios, y que, donde Él nos diga que estemos, no importa lo que estemos pasando, las situaciones, a lo mejor fuertes, pero que, si el Señor quiere que estemos ahí, que estemos ahí porque bajo sus alas es que estamos seguros. Recibiendo sus instrucciones y haciendo su voluntad, es como único vamos a seguir hacia adelante. Quiera Dios que muchos le esperen de igual manera y sean bendecidos en Cristo Jesús. Dios me los bendiga. {Daisy Escalante: 09-10-2017 , es.p9}
Testimonio: 19-09-2018
Amados, esta madrugada 19 de septiembre de 2018. En sueños, el Señor me mostró cómo era la sutileza por la cual Satanás implantaba la prevaricación y la iniquidad en nuestras vidas. Vi cómo, en los niños, éstas llegaban por juegos supuestamente inocentes —juegos así catalogados por sus padres—, y veía cómo salía una serpiente de dichos juegos y mordía [en] la yugular a nuestros hijos, contaminándolos así con la prevaricación. Y, por último, se cosechaba la iniquidad en ellos. {Daisy Escalante: 19-09-2018 , es.p1}
Se me mostraron jóvenes adormecidos, entregando su libre albedrío, que es la capacidad de decidir, al enemigo de Dios. Levantando ellos, en su mente y corazón, altares a Mamón en lugares donde eran pertenecientes al Rey del cielo. {Daisy Escalante: 19-09-2018 , es.p2}
Aberraciones de adicciones carnales eran la orden del día y [en] cada uno de ellos, el altar era mucho más grande y más exaltado a mamón. Estos, como adormecidos, quedaban recogidos en manojos para ser estopa. {Daisy Escalante: 19-09-2018 , es.p3}
También vi, entre los profesos adultos, que no había más piedad que la que caracterizaba a Sodoma y Gomorra. Vi que toda injusticia, por mínima que sea, no será pasada por alto; y todo está en el registro eterno. Yo también veía cómo los padres sacrificaban sus hijos a Moloc, entregándolos a este mundo por supuestos beneficios financieros. Y se me dijo que esto no sería aceptado y sería condenado. Se me dejó saber que cada hijo, cuando tiene la capacidad de decidir, ya pasa a ser juzgado personalmente ante Dios. Pues, su intelecto y capacidad, está de tal manera desarrollada que ya sabe, y decide, cuál es su curso a tomar. {Daisy Escalante: 19-09-2018 , es.p4}
Por eso no habrá excusas para el pecado, su perdón sólo podrá ser bajo un arrepentimiento total y genuino que produzca frutos de arrepentimiento”, se me dijo. {Daisy Escalante: 19-09-2018 , es.p5}
“No hay verdadero arrepentimiento sin buenos frutos”, me siguió diciendo, “pues uno lleva al otro y uno, sin el otro, es inexistente”. También se me hicieron unas preguntas: “¿cómo podéis orar por otros, si vuestra casa está desierta? ¿y cómo apelaréis caso ajeno si el vuestro está sin resolver? Mostrad frutos dignos de arrepentimiento y hallaréis perdón para vuestras almas, y entonces vuestro Padre que os ve en secreto [os] recompensará en público”, se me dijo. {Daisy Escalante: 19-09-2018 , es.p6}
Vi, entonces, cómo adultos se dejaban seducir por pecados sutiles que los llevaban a grandes bajezas: encerrados tras la pared, eran como animales sin raciocinio dejándose llevar por pasiones degradantes y, así, eran separados de la protección y presencia de Dios. En ese momento, amados, se me dictaron dos palabras que no son nuevas para mí, escucharlas, pues la Biblia las menciona, estas fueron: “prevaricación e iniquidad”, y se me dieron sus definiciones. {Daisy Escalante: 19-09-2018 , es.p7}
“Prevaricación: aquello que nos gusta y acariciamos, y no infringe a la creación severo dolor hasta poco antes de ser estopa, pero crea dolor por la eternidad al Creador”. {Daisy Escalante: 19-09-2018 , es.p8}
“Iniquidad: es aquello que nos gusta y nos adormece, y carece de arrepentimiento”.
Amados, cuando escuché estas palabras, realmente me quedé desconcertada y pregunté al Señor: “¿cuál era la diferencia de las dos si las dos terminaban en la destrucción?” Entonces se me indicó que sí hay una diferencia entre acariciar y adormecer, y se me refirió algo. Se me mostró una culebra, y vi cómo un hombre la tenía en brazos y éste la acariciaba, pero estaba alerta por la serpiente. Pero ésta vino y lo mordió, y éste pasó, de estado de alerta, a estado de adormecido. {Daisy Escalante: 19-09-2018 , es.p9}
Vinieron a socorrerle y vi cómo le ponían un antídoto y éste, poco a poco, se recuperó. Y, al tener sus sentidos despiertos, repudió la serpiente y ya no la acarició más; y agradeció a los que le pusieron el antídoto y salvaron su vida. {Daisy Escalante: 19-09-2018 , es.p10}
Entonces, yo escuché a los que le pusieron el antídoto decirle: “¿jugarás, o acariciarás, otra vez la culebra?” Y él respondió: “no, nunca”. Entonces se me hizo saber que, aunque las dos situaciones llevan a lo mismo, los pasos son diferentes. {Daisy Escalante: 19-09-2018 , es.p11}
En ese momento, ahí desperté, amados hermanos. Espero por gracia del Señor que esto cave hondo en nuestras vidas y que podamos darnos cuenta que todas estas cosas que tenemos dentro, necesitamos entregarlas a los pies de la cruz. Entregárselas a Cristo Jesús, porque Él es el único que nos puede limpiar de toda esta maldad, de toda esta inmundicia, para que podamos ser aceptados en Él; y podamos vivir con Él eternamente. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 19-09-2018 , es.p12}
Testimonio: 04-11-2019
Amados, noviembre 4 del 2019. En sueños, yo entré en una sala de conferencias donde había una alta tarima, y unos, allí, que hablaban. Éstos, que hablaban, les decían a todos: “¡quítense sus vestiduras! Dios les manda esto, y ¡vivan felices con ésta que les vamos a dar!”. La persona mostró la vestidura, y era oscura con huecos o rasgaduras como la ropa contemporánea que tiene rasgaduras hoy. Vi a todos deponer sus vestiduras y tomar lo que se les ofrecía y ponérsela. En eso se me dijo: “camina frente a ellos y habla”. Caminé frente a ellos y les dije: “no se pongan esas vestiduras, esas no son aprobadas por Dios, usen la vestidura divina, la que Dios da”. En esos momentos, mientras hablaba, mis vestiduras normales cambiaron y una bella bata blanca me fue a mí por vestido, y ésta resplandecía. {Daisy Escalante: 04-11-2019 , es.p1}
Todos me miraron, asombrados al principio, más, luego gritaron: “¡no, no la usaremos, no la usaremos! Esta nos protege de la suciedad, más [a] esa todo se le notará, ¡no la queremos!” Fui bajada de la tarima con violencia por los hombres que antes hablaban, y fui sacada de aquel grande lugar. {Daisy Escalante: 04-11-2019 , es.p2}
Me llevaron a una colina cerca de aquel lugar [de] donde fui sacada, y yo veía el enorme plantel desde aquel lugar. Escuché un gran ruido, de repente, y un enorme charco de agua arremetió contra aquella gran estructura y la derribó. Veía escombros junto con la gente que iba siendo arrasada por aquella impetuosa agua. Se me indicó acercarme al torrente de agua, y allí veía las caras de los que iban siendo arrastrados por estas violentas aguas. Una de ellas pedía auxilio, me tiré a la corriente de agua para ayudarle, y le dije: “¡no temas, agarrémonos de esta roca que está aquí!”. Así, allí quedamos ancladas hasta que las aguas se calmaron. Un fuerte brazo anclado en la roca nos rescató. Todas las demás perecieron en las aguas y no les vi más. Ya en seco miré mis vestiduras, temía que éstas estuviesen sucias, pero no, para mí asombro estaban relucientes, y dije: “¡oh Señor, santo eres, gracias por tus misericordias!” Nos arrodillamos a orar y agradecer a Dios por tan grande salvación. Al acabar, la persona que estaba conmigo, ya no portaba sus propias vestiduras, sino que tenía una blanca como la que yo tenía. Nos miramos, felices, y alabamos a Dios por sus inmensas maravillas. {Daisy Escalante: 04-11-2019 , es.p3}
En ese momento ese sueño cambió y tuve otro sueño. Yo veía cómo la incredulidad florecía en el pueblo creyente. Éstos, que antes estaban entusiasmados por la Palabra de Verdad, eran ahora presos de las dudas y la incredulidad. Sus ideas erradas, sus expectativas no llegadas les hacían retroceder. Vi que, cuando en la tierra sucede algo, también en el cielo pasa de igual manera; y que ambos lugares estaban en actividad al unísono. Frente a la gran apretura que vivimos, en el cielo, los adelantos se han agudizado más. Los libros son un trabajo de carácter arduo y minucioso, y todo lo que allí se borra o se escribe tiene efecto en la tierra. Se me dijo: “ven y ve”. Miré, y vi un bello libro resplandeciente con letras de oro y un nombre que no recuerdo. Luego se me dijo: “ven”. Fui a la tierra, al lugar donde estaba la persona de ese nombre, le vi dormido en su cama, y vi un ángel en el borde de su cama, sentado, mirándolo con tiernos ojos de amor y gran cuidado, ¡fue maravillosa aquella escena! Luego se me dijo: “vamos”. Fui llevada otra vez a la sala de los libros, y allí, en otro libro, vi un nombre que tampoco recuerdo, y luego vinimos otra vez a la tierra a ver a esa persona. También estaba dormida pero sus sueños eran intranquilos, estaba dormido de costado, y cuando nos acercamos, ¡vi un ser muy horrible!, como si fuera un enorme reptil, que, pegado a este hombre, dormía. Mi espanto fue tremendo y pedí no ver más, me fue concedido y salimos de aquel lugar. {Daisy Escalante: 04-11-2019 , es.p4}
Luego fuimos a una ciudad, y me dijo: “observa”. Vi una violencia tal, vi carros que [andaban] de aquí para allá y de allá para acá, y hombres en ellos que sacaban pistolas y disparaban a gentes, casas, a otros carros, a todo lo que estaba a su paso. Estos hombres eran civiles y uniformados, el caos era por doquier, ¡todos gritaban y corrían!, otros gritaban por los impactos y ahí quedaban. Se me dijo: “observa”. Mis ojos se abrieron, y vi cómo cada ser humano, frente a mí, tenía a su lado, o dentro de sí, un ser de esos que vi en la cama del hombre que dormía, que era como un reptil. Dije: “¡oh Señor, aquí todos están con esas horribles criaturas, y se matan entre ellos!” Me dijo: “esta es su suerte”. Vi, luego, que fueron a orillas de la ciudad. Y, ahí, de la misma forma, hacían disparos y [había] muerte por doquier. Vi muchos arrodillados, implorar, pero las balas les alcanzaban y quedaban allí, muertos en el suelo. Se me dijo: “la hora es venida, el que permanezca en lugar inseguro ciertamente perecerá. ¡Avanzad, avanzad, avanzad, porque aún para esto hay plazo!” En ese momento, amados, desperté, y se me dijo: “Isaías 2”. {Daisy Escalante: 04-11-2019 , es.p5}
Quiera Dios que cada uno de nosotros podamos avanzar, tener fe en las palabras de Cristo Jesús, y poder llegar a lugar seguro, para así poder ser cobijados bajo las alas del Altísimo. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 04-11-2019 , es.p6}
Isaías 2
1 Lo que vio Isaías, hijo de Amoz, tocante a Judá y a Jerusalén.
2 Y acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová por cabeza de los montes, y será ensalzado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.
3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y Él nos enseñará en sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
4 Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.
5 Venid, oh casa de Jacob, y caminemos a la luz de Jehová.
6 Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque están llenos [de maldades] del oriente, y de agoreros, como los filisteos; y hacen pacto con hijos de extranjeros.
7 Su tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos; sus carros [son] innumerables.
8 Además está su tierra llena de ídolos, y a la obra de sus manos se han arrodillado, a lo que fabricaron sus dedos.
9 Y el hombre vil se ha inclinado, y el hombre altivo se ha humillado; por tanto no los perdones.
10 Métete en la piedra, escóndete en el polvo, por la presencia temible de Jehová, y por el esplendor de su majestad.
11 La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y sólo Jehová será exaltado en aquel día.
12 Porque día de Jehová de los ejércitos [vendrá] sobre todo soberbio y altivo, y sobre todo enaltecido; y será abatido;
13 sobre todos los cedros del Líbano altos y erguidos, y sobre todos las encinas de Basán.
14 Y sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados levantados;
15 Y sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte;
16 Y sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas las pinturas preciadas.
17 Y la altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y sólo Jehová será exaltado en aquel día.
18 Y quitará totalmente los ídolos.
19 Y se meterán en las cavernas de las peñas, y en las aberturas de la tierra, por la temible presencia de Jehová, y por el esplendor de su majestad, cuando Él se levante para sacudir la tierra.
20 Aquel día arrojará el hombre, a los topos y murciélagos, sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase;
21 y se entrarán en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la temible presencia de Jehová, y por el esplendor de su majestad, cuando Él se levante para sacudir la tierra.
22 Dejaos del hombre, cuyo aliento [está] en su nariz; porque ¿de qué es él estimado?
Testimonio: 14-05-2020 #02
14 de mayo, 2020. A las 6:47 de la mañana, mientras meditaba en las palabras que el Señor ha dejado saber, se me dijo: “escuchad atentamente y no perdáis la pista. ¿Cómo podrán estar listos ante la hora de prueba que se avecina?” Y Él mismo contestó: “no busquen lo suyo, no vivan pensando en cómo, por sus propias fuerzas, lo lograrán, pues esto de vencer será de pura fe y confianza en el Eterno. No finjáis una fe viva, más bien vividla, y esto se demuestra bajo un Escrito Está en las diferentes adversidades. Cada día cumplid con vuestro deber diario en acción de gracias al Eterno. No seáis ociosos ni contenciosos. Ocupad vuestro tiempo en lo que os aprovecha, y apartaos prestamente del error y de los que aman errar”. {Daisy Escalante: 14-05-2020 #02, es.p1}
“No dobleguéis la verdad, aunque ésta os acarree problemas, porque, el que así hiciere, ciertamente no será librado. Dad sin esperar nada a cambio, en la medida de vuestras fuerzas. Haced camino llano a vuestro prójimo que lucha por avanzar con poca fuerza y que es íntegro en su vida. No finjáis la alegría sino vivid en ella como coherederos de la vida eterna. No viváis pensando en vosotros, porque Uno mayor que vosotros vivió entre vosotros y no escatimó nada de su vida, ni aun su vida propia, por vosotros. Sed sumisos a la voz de Dios y no contendáis con ella. No seáis contenciosos unos con los otros poniendo por excusa vuestro orgullo herido porque, os digo que, si no morís a esto, no veréis el rostro del Rey de reyes y Señor de señores, y viviréis”. {Daisy Escalante: 14-05-2020 #02, es.p2}
“Dad medida grande y rebosante. Dad lo mejor para vuestro hermano y quedad con el sobrante, y os será por bendición, y el Eterno abrirá la puerta de los cielos hasta que sobreabunden. No maquinéis en vuestras camas el cómo estar a la altura o mejor que tu prójimo, porque el Eterno da a cada uno según a Él le place. No alimentéis la amargura en vuestro ser, porque si éste existe o existió, es sólo por vuestras equivocadas decisiones de las cuales el Eterno no tiene culpa. Más bien, echad vuestras cargas sobre Él y Él os hará descansar. No os congraciéis con los que desprecian y pisotean la norma de la verdad, porque esto rebaja la norma existente en ustedes, y no seguirá elevándose, sino que caerá. ¿Queréis soportar la prueba final que se avecina? Levantad cada día la norma en Cristo Jesús, mas no con vuestra propia regla, porque ésta está averiada, sino con la regla verdadera que da el Eterno para bienestar, felicidad y protección de todos sus hijos. ¿Y cuál es esa norma? ¿Cuál es esa regla? Sus mandamientos, sus leyes y sus estatutos”. {Daisy Escalante: 14-05-2020 #02, es.p3}
Palabras fieles y verdaderas del Señor para cada uno de vosotros, que el Señor nos bendiga. {Daisy Escalante: 14-05-2020 #02, es.p4}
Testimonio: 10-11-2020 #01
Noviembre 10, 2020. En sueños, se me mostró cómo un grupo de personas unánimemente trabajaban, con gran esmero. Todos felices y con entusiasmo avanzaban en el cometido frente a ellos. Yo me regocijaba al ver tal escenario, decidí acercarme más para ver de cerca con detalles la obra de sus manos. Yo les veía continuar felices y con gran gratitud a Dios. {Daisy Escalante: 10-11-2020 #01, es.p1}
Prontamente, vi ante ellos un ser maligno que se allegó, y a uno de ellos —de los que trabajaba unánimemente con los demás—, lo infectó con su malignidad y vi cómo comenzó a susurrarle cosas al oído, a este individuo. Pronto, éste entró en descontento y su ser se amargó. Y así, toda palabra que salía de su boca era hiriente y desafiante. Así vi cómo su actitud fue minando la actitud de los demás hasta que [a] todos les vi apartarse y abandonar la obra que hacían, por tal actitud. Más no todo acabó ahí, pues cada uno, se me dejó ver cómo tramaba la caída de su compañero, de su prójimo. ¡Fue tan triste aquella escena! ¡Ver familias y amigos separados, resquebrajar todo lo que estaba lindo y precioso al lado de ellos por aquella entidad maligna, y observar cómo, no sólo había habido la separación sino también [había surgido] entre ellos el afán de hacerse daño! {Daisy Escalante: 10-11-2020 #01, es.p2}
Dije: “¡oh, Dios mío! ¿cómo se podrá reparar esta ruptura?” Rápidamente, la escena cambió y vi a estas personas frente a mí en grupos, de dos en dos, enfrentándose con palabras y físicamente. Vi entonces, al observar atentamente, que un ángel celestial llegaba y daba discernimiento a una de las personas que enfrentaba a la otra. Y ésta, inmediatamente, paró de pelear, se arrodilló y oró, y cogió las manos de la otra persona y le dijo: “te amo, no importa lo que me digas o hagas, te amo”. Y, prontamente, la otra persona bajó la guardia y pudieron volver a la paz y al compañerismo que antes había en ellos. De igual manera vi a los otros que estaban, también, en esta forma. Y así, todos quedaron fuera de este hechizo maligno con esta fórmula que hizo la persona anterior. Y así, el maligno pudo salir de entre ellos. {Daisy Escalante: 10-11-2020 #01, es.p3}
Entonces pregunté el porqué de esto. Y se me dijo: “cualquiera que preste atención a seducción de doctrinas de demonios en estos días, le será de perdición. Sólo el amor real en Cristo Jesús los podrá hacer vencer. Hay que resistirlos en nombre del Príncipe Emmanuel, para que éstas malignidades huyan de vosotros. Pues, si uno llega y, encontrando la puerta abierta, entra, invita a otro y, así, poco a poco van minando y controlando la vida; creando, así, no sólo malestar donde se alojan sino en sus alrededores. Ésta es la obra del maligno; estos llegan a donde se descuide el estudio de la Palabra en su forma correcta, la real oración y la real comunión. Y llegan y minan el lugar con pensamientos que llevan a acciones que denigran al que las hace, y dañan y lastiman al que está a su lado. Cuando esto ocurre por descuido, debemos clamar por auxilio de inmediato; más, si esto ocurre a conciencia, sabiendo, será peligro mortal. Toda alma se está decidiendo, en esta hora, para salvación o para perdición”, se me dejó saber. “Es a saber, aquellos que conocen esta verdad. Y un solo descuido será fatal”, se me indicó. {Daisy Escalante: 10-11-2020 #01, es.p4}
Amados hermanos, luchemos con la real convicción de que Cristo Jesús está allí ante nosotros. Busquemos su rostro, humillémonos a sus pies constantemente, en cada momento, en cada lugar, y así, de esa manera, es que vamos a poder vencer. Acatemos su ley, sus estatutos, sus dichos, no como meras sugerencias sino como mandatos, pues sólo así estaremos en suelo seguro. Oro a Dios para que así sea. Que el SEÑOR nos bendiga a todos. {Daisy Escalante: 10-11-2020 #01, es.p5}
Testimonio: 06-02-2021
6 de febrero del 2021. En sueños, se me dejó saber que debía ser testigo de algo, que fuera a ver y prestara gran atención. Se me dijo: “observa”.
Vi varias familias, conocidas y no conocidas, y todas vivían en diferentes tipos de caos. Les veía atormentados, unos. Y otros, con grande preocupación. Otros, con gran enojo, agraviaban a muchos. Su vida se había convertido en este caos, se me dejó saber, por sus malas decisiones. Pero, sin reconocerlo, le atribuían sus desgracias a todo, y a todos, menos a ellos mismos. Cada cosa que no reconocían, de la causa de su desgracia, aumentaba más el caos en sus vidas. Vivieron la vida sin pensar que el Eterno tomaba revisión de sus actos, y ahora —desprotegidos, a su suerte—, no se lamentaban, sino que renegaban de su grande desgracia. Vi [a] unas personas tratar de hacerles entender su real situación; más, éstos se tornaban más violentos. Vi que las personas que trataron de ayudarles se alejaron de ellos, pues no pudieron hacerles entrar en razón. Estas personas que vivían este caos, ¡era terrible estar cerca de ellos!, porque todo el que se acercaba, y les seguía [en] su forma de vida, se contagiaba con su caos. Así les vi, a su suerte. {Daisy Escalante: 06-02-2021 , es.p1}
La escena cambió y vi una gran depravación a nivel de ciudad; cada vez se tornaba [más] espantosa. Se me dejó saber que una mano magistral sigue su plan trazado para esta hora, y que ningún intento le detendrá, pues aún para esto hay plazo. {Daisy Escalante: 06-02-2021 , es.p2}
En ese momento, amados, ahí, desperté. Quiera Dios que podamos entender todas estas cosas. Quiera Dios que no seamos rebeldes a la Palabra del Eterno, porque ciertamente la sumisión a la Palabra del Señor es lo único que nos va a garantizar la vida eterna. Y no por nuestros méritos, porque sabemos que no tenemos ninguno, sino por los méritos de Cristo Jesús. {Daisy Escalante: 06-02-2021 , es.p3}
Dejemos que el Espíritu Santo inunde nuestras vidas, que busque en lo más recóndito de nuestra mente, de nuestro corazón, de nuestro ser, y que nos deje ver. Que esa sea nuestra oración: que nos deje ver nuestra real condición para que podamos ir a los pies del Maestro con un corazón contrito y humillado. Y podamos, allí, implorar su perdón, reconciliarnos con el Amado mientras todavía, aún, sigue ejerciendo como abogado. Y, allí, pongámonos a cuentas con Él, porque ciertamente esa va a ser la causa de que tengamos gran victoria en Cristo Jesús. Si no, de otra manera, amados hermanos, pereceremos, porque por nosotros mismos nada podremos hacer. Quiera Dios que podamos entender y que seamos hacedores de la Palabra de Verdad. ¡Que el Señor nos bendiga! {Daisy Escalante: 06-02-2021 , es.p4}