Manjar Sabático
31-12-2022
Jonás 1
1 Y la palabra de Jehová vino a Jonás, hijo de Amitai, diciendo:
2 Levántate, y ve a Nínive, la gran ciudad, y pregona contra ella; porque su maldad ha subido delante de mí.
3 Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope; y halló un navío que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en él para irse con ellos a Tarsis de delante de Jehová.
4 Mas Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y se hizo una tan gran tempestad en el mar, que se pensó se rompería la nave.
5 Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno llamaba a su dios; y echaron al mar los enseres que [había] en la nave, para descargarla de ellos. Pero Jonás se había bajado a los lados del buque, y se había echado a dormir.
6 Y el maestre de la nave vino a él y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá Dios tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.
7 Y dijeron cada uno a su compañero: Venid, y echemos suertes, para saber por quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás.
8 Entonces le dijeron ellos: Decláranos ahora por qué nos ha venido este mal. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál [es] tu tierra, y de qué pueblo [eres]?
9 Y él les respondió: Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra.
10 Y aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué has hecho esto? Porque ellos entendieron que huía de delante de Jehová, porque él se los había declarado.
11 Y le dijeron: ¿Qué te haremos, para que el mar se nos aquiete? porque el mar se embravecía más y más.
12 Él les respondió: Tomadme, y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mi causa [ha venido] esta grande tempestad sobre vosotros.
13 Y aquellos hombres trabajaron por tornar la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar iba a más, y se embravecía sobre ellos.
14 Entonces clamaron a Jehová, y dijeron: Te rogamos oh Jehová, te rogamos, no dejes que perezcamos por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente: porque tú, oh Jehová, has hecho como has querido.
15 Y tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furia.
16 Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor; y ofrecieron sacrificio a Jehová, y prometieron votos.
17 Pero Jehová había prevenido un gran pez que tragase a Jonás: y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.
Profetas y Reyes (PR), capítulo 22: “Nínive, ciudad sobremanera grande”
Entre las ciudades del mundo antiguo, mientras Israel estaba dividido, una de las mayores era Nínive, capital del reino asirio. Fundada en la orilla fértil del Tigris, poco después de la dispersión iniciada en la torre de Babel, había florecido a través de los siglos, hasta llegar a ser “ciudad sobremanera grande, de tres días de camino.” Jonás 3:3. {PR 198.1; PK.265.1}
En el tiempo de su prosperidad temporal Nínive era un centro de crímenes e impiedad. La inspiración la ha caracterizado como “ciudad de sangres, … llena de mentira y de rapiña.” Nahúm 3:1. En lenguaje figurativo, el profeta Nahum comparó a los ninivitas con un león cruel y devorador, al que preguntó: “¿Sobre quién no pasó continuamente tu malicia?” Vers. 19. {PR 198.2; PK.265.2}
A pesar de lo impía que Nínive había llegado a ser, no estaba completamente entregada al mal. El que “vio a todos los hijos de los hombres” (Salmos 33:13) y cuyos “ojos vieron todo lo preciado” (Job 28:10) percibió que en aquella ciudad muchos procuraban algo mejor y superior, y que si se les concedía oportunidad de conocer al Dios viviente, renunciarían a sus malas acciones y le adorarían. De manera que en su sabiduría Dios se les reveló en forma inequívoca, para inducirlos, si era posible, a arrepentirse. {PR 198.3; PK.265.3}
El instrumento escogido para esta obra fue el profeta Jonás, hijo de Amitai. El Señor le dijo: “Levántate, y ve a Nínive, ciudad grande, y pregona contra ella; porque su maldad ha subido delante de mí.” Jonás 1:1, 2. {PR 198.4; PK.266.1}
Mientras el profeta pensaba en las dificultades e imposibilidades aparentes de lo que se le había encargado, se sintió tentado a poner en duda la prudencia del llamamiento. Desde un punto de vista humano, parecía que nada pudiera ganarse proclamando un mensaje tal en aquella ciudad orgullosa. Se olvidó por el momento de que el Dios a quien servía era omnisciente y omnipotente. Mientras vacilaba y seguía dudando, Satanás le abrumó de desaliento. El profeta fue dominado por un gran temor, y “se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis.” Fue a Joppe, encontró allí un barco a punto de zarpar y “pagando su pasaje entró en él, para irse con ellos.” Vers. 3. {PR 199.1; PK.266.2}
El encargo que había recibido imponía a Jonás una pesada responsabilidad; pero el que le había ordenado que fuese podía sostener a su siervo y concederle éxito. Si el profeta hubiese obedecido sin vacilación, se habría ahorrado muchas experiencias amargas, y habría recibido abundantes bendiciones. Sin embargo, el Señor no abandonó a Jonás en su hora de desesperación. Mediante una serie de pruebas y providencias extrañas, debía revivir la confianza del profeta en Dios y en su poder infinito para salvar. {PR 199.2; PK.266.3}
Si, cuando recibió el llamamiento, Jonás se hubiese detenido a considerarlo con calma, podría haber comprendido cuán insensato sería cualquier esfuerzo de su parte para escapar a la responsabilidad puesta sobre él. Pero no se le dejó continuar mucho tiempo en su huída insensata. “Más Jehová hizo levantar un gran viento en la mar, e hízose una tan grande tempestad en la mar, que pensóse se rompería la nave. Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno llamaba a su dios: y echaron a la mar los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos. Jonás empero se había bajado a los lados del buque, y se había echado a dormir.” Vers. 4, 5. {PR 199.3; PK.267.1}
Mientras los marineros solicitaban ayuda a sus dioses paganos, el patrón de la nave, angustiado sobre medida, buscó a Jonás y dijo: “¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.” Vers. 6. {PR 199.4; PK.267.2}
Pero las oraciones del hombre que se había apartado de la senda del deber no trajeron auxilio. Los marineros, inducidos a pensar que la extraña violencia de la tempestad era muestra de cuán airados estaban sus dioses, propusieron como último recurso que se echasen suertes “para saber por quién nos ha venido este mal”. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás. Entonces le dijeron ellos: “Decláranos ahora por qué nos ha venido este mal. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres?” {PR 200.1; PK.267.3}
“Y él les respondió: Hebreo soy, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo la mar y la tierra. {PR 200.2; PK.268.1}
“Y aquellos hombres temieron sobremanera, y dijéronle: ¿Por qué has hecho esto? Porque ellos entendieron que huía de delante de Jehová, porque se lo había declarado. {PR 200.3; PK.268.2}
“Y dijéronle: ¿Qué te haremos, para que la mar se nos quiete? Porque la mar iba a más, y se embravecía. El les respondió: Tomadme, y echadme a la mar, y la mar se os quietará: porque yo sé que por mí ha venido esta grande tempestad sobre vosotros. {PR 200.4; PK.268.3}
“Y aquellos hombres trabajaron por tornar la nave a tierra; mas no pudieron, porque la mar iba a más, y se embravecía sobre ellos. Entonces clamaron a Jehová, y dijeron: Rogámoste ahora, Jehová, que no perezcamos nosotros por la vida de aqueste hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente: porque tú, Jehová, has hecho como has querido. Y tomaron a Jonás, y echáronlo a la mar; y la mar se quietó de su furia. Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor; y ofrecieron sacrificio a Jehová, y prometieron votos. {PR 200.5; PK.268.4}
“Mas Jehová había prevenido un gran pez que tragase a Jonás: y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches. {PR 200.6; PK.268.5}
“Y oró Jonás desde el vientre del pez a Jehová su Dios, y dijo: {PR 200.7; PK.268.6}
“Clamé de mi tribulación a Jehová, y él me oyó;
Del vientre del sepulcro clamé, y mi voz oíste.
Echásteme en el profundo, en medio de los mares, y rodeóme la corriente:
Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.
Y yo dije: Echado soy de delante de tus ojos:
Mas aun veré tu santo templo.
Las aguas me rodearon hasta el alma,
Rodeóme el abismo;
La ova se enredó a mi cabeza.
Descendí a las raíces de los montes;
La tierra echó sus cerraduras sobre mí para siempre:
Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.
Cuando mi alma desfallecía en mí, acordéme de Jehová;
Y mi oración entró hasta ti en tu santo templo.
Los que guardan las vanidades ilusorias,
Su misericordia abandonan.
Yo empero con voz de alabanza te sacrificaré;
Pagaré lo que prometí.
La salvación pertenece a Jehová.” Jonás 1:7 – 2:10. {PR 201.1; PK.268.7}
Por fin, Jonás había aprendido que “de Jehová es la salud.” Salmos 3:8. Al arrepentirse y al reconocer la gracia salvadora de Dios, obtuvo la liberación. Jonás fue librado de los peligros del hondo mar, y fue arrojado en tierra seca. {PR 201.2; PK.269.6}
Una vez más se encargó al siervo de Dios que fuera a dar la advertencia a Nínive. “Y fue palabra de Jehová segunda vez a Jonás, diciendo: Levántate, y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y publica en ella el pregón que yo te diré.” Esta vez no se detuvo a preguntar ni a dudar, sino que obedeció sin vacilar. “Levantóse Jonás, y fue a Nínive, conforme a la palabra de Jehová.” Jonás 3:1-3. {PR 201.3; PK.269.7}
Al entrar Jonás en la ciudad, comenzó enseguida a pregonarle el mensaje: “De aquí a cuarenta días Nínive será destruida.” Vers. 4. Iba de una calle a la otra, dejando oír la nota de advertencia. {PR 201.4; PK.270.1}
El mensaje no fue dado en vano. El clamor que se elevó en las calles de la ciudad impía se transmitió de unos labios a otros, hasta que todos los habitantes hubieron oído el anuncio sorprendente. El Espíritu de Dios hizo penetrar el mensaje en todos los corazones, e indujo a multitudes a temblar por sus pecados, y a arrepentirse en profunda humillación. {PR 201.5; PK.270.2}
“Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y pregonaron ayuno, y vistiéronse de sacos desde el mayor de ellos hasta el menor de ellos. Y llegó el negocio hasta el rey de Nínive, y levantóse de su silla, y echó de sí su vestido, y cubrióse de saco, y se sentó sobre ceniza. E hizo pregonar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna, no se les dé alimento, ni beban agua: y que se cubran de saco los hombres y los animales, y clamen a Dios fuertemente: y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que está en sus manos. ¿Quién sabe si se volverá y arrepentirá Dios, y se apartará del furor de su ira, y no pereceremos?” Vers. 5-9. {PR 202.1; PK.270.3}
Mientras que el rey y los nobles, así como el común del pueblo, encumbrados y humildes, “se arrepintieron a la predicación de Jonás” (Mateo 12:41), y se unían para elevar su clamor al Dios del cielo, él les concedió su misericordia. “Y vió Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino: y arrepintióse del mal que había dicho les había de hacer, y no lo hizo.” (Jonás 3:10.) Su condenación fue evitada; el Dios de Israel fue exaltado y honrado en todo el mundo pagano, y su ley fue reverenciada. Nínive no debía caer hasta muchos años más tarde, presa de las naciones circundantes, porque se olvidó de Dios y manifestó un orgullo jactancioso. (Véase el capítulo 30, “Librados de Asiria.”) {PR 202.2; PK.270.4}
Cuando Jonás conoció el propósito que Dios tenía de perdonar a la ciudad, que, a pesar de su maldad había sido inducida a arrepentirse en saco y ceniza, debiera haber sido el primero en regocijarse por la asombrosa gracia de Dios; pero en vez de hacerlo permitió que su mente se espaciase en la posibilidad de que se le considerase falso profeta. Celoso de su reputación, perdió de vista el valor infinitamente mayor de las almas de aquella miserable ciudad. Pero al notar la compasión manifestada por Dios hacia los arrepentidos ninivitas “Jonás se apesadumbró en extremo, y enojóse.” Preguntó al Señor: “¿No es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me precaví huyendo a Tarsis: porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo a enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.” Jonás 4:1, 2. {PR 202.3; PK.271.1}
Una vez más cedió a su inclinación a dudar, y una vez más fue abrumado por el desaliento. Perdiendo de vista los intereses ajenos, y dominado por el sentimiento de que era preferible morir antes que ver sobrevivir la ciudad, exclamó, en su desconformidad: “Ahora pues, oh Jehová, ruégote que me mates; porque mejor me es la muerte que la vida.” {PR 203.1; PK.271.2}
El Señor preguntó: “¿Haces tú bien en enojarte tanto? Y salióse Jonás de la ciudad, y asentó hacia el oriente de la ciudad, e hízose allí una choza, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué sería de la ciudad. Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le defendiese de su mal: y Jonás se alegró grandemente por la calabacera.” Vers. 3-6. {PR 203.2; PK.272.1}
El Señor dió entonces a Jonás una lección objetiva. “Preparó un gusano al venir la mañana del día siguiente, el cual hirió a la calabacera, y secóse. Y acaeció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano; y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y desmayábase, y se deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que mi vida.” {PR 203.3; PK.272.2}
Nuevamente Dios habló a su profeta: “¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte. {PR 203.4; PK.272.3}
“Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció: ¿y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento y veinte mil personas que no conocen su mano derecha ni su mano izquierda, y muchos animales?” Vers. 7-11. {PR 203.5; PK.272.4}
Confundido, humillado e incapaz de comprender el propósito que tenía Dios al perdonar a Nínive, Jonás había cumplido sin embargo la comisión que se le diera de amonestar aquella gran ciudad; y aun cuando no se cumplió el acontecimiento predicho, el mensaje de advertencia no dejaba de haber procedido de Dios. Cumplió el propósito que Dios tenía al mandarlo. La gloria de su gracia se reveló entre los paganos. Los que habían estado “en tinieblas y sombra de muerte, aprisionados en aflicción y en hierros, … clamaron a Jehová en su angustia” y “librólos de sus aflicciones. Sacólos de las tinieblas y de la sombra de muerte, y rompió sus prisiones… Envió su palabra, y curólos, y librólos de su ruina.” Salmos 107:10, 13, 14, 20. {PR 203.6; PK.272.5}
Durante su ministerio terrenal, Cristo se refirió al bien realizado por la predicación de Jonás en Nínive, y comparó a los habitantes de aquel centro pagano con el pueblo que profesaba pertenecer a Dios en su época. Declaró: “Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás; y he aquí más que Jonás en este lugar.” Mateo 12:40, 41. En el mundo atareado, dominado por el bullicio y las altercaciones del comercio, donde los hombres procuraban obtener todo lo que podían para sí, había venido Cristo; y sobre la confusión, su voz, como trompeta de Dios, se oyó decir: “¿Qué aprovechará al hombre, si granjeare todo el mundo, y pierde su alma? o ¿qué recompensa dará el hombre por su alma?” Marcos 8:36, 37. {PR 204.1; PK.273.1}
Como la predicación de Jonás fue una señal para los ninivitas, lo fue para su propia generación la predicación de Cristo. Pero ¡qué contraste entre las dos maneras en que fue recibida la palabra! Sin embargo, frente a la indiferencia y el escarnio, el Salvador siguió obrando, hasta que hubo cumplido su misión. {PR 204.2; PK.274.1}
Esto constituye una lección para los mensajeros que Dios envía hoy, cuando las ciudades de las naciones necesitan tan ciertamente conocer los atributos y propósitos del verdadero Dios, como los ninivitas de antaño. Los embajadores de Cristo han de señalar a los hombres el mundo más noble, que se ha perdido mayormente de vista. Según la enseñanza de las Sagradas Escrituras, la única ciudad que subsistirá es aquella cuyo artífice y constructor es Dios. Con el ojo de la fe, el hombre puede contemplar el umbral del cielo, inundado por la gloria del Dios viviente. Mediante sus siervos el Señor Jesús invita a los hombres a luchar con ambición santificada para obtener la herencia inmortal. Les insta a hacerse tesoros junto al trono de Dios. {PR 204.3; PK.274.2}
Con rapidez y seguridad se está acumulando una culpabilidad casi universal sobre los habitantes de las ciudades, por causa del constante aumento de la resuelta impiedad. La corrupción que prevalece supera la capacidad descriptiva de la pluma humana. Cada día nos comunica nuevas revelaciones de las contiendas, los cohechos y los fraudes; cada día nos trae aflictivas noticias de violencias e iniquidades, de la indiferencia hacia el sufrimiento humano, de una destrucción de vidas realmente brutal e infernal. Cada día atestigua el aumento de la locura, los homicidios y los suicidios. {PR 205.1; PK.275.1}
De un siglo a otro, Satanás procuró mantener a los hombres en la ignorancia de los designios benéficos de Jehová. Procuró impedir que viesen las cosas grandes de la ley de Dios: los principios de justicia, misericordia y amor que en ella se presentan. Los hombres se jactan de su maravilloso progreso y de la iluminación que reina en nuestra época; pero Dios ve la tierra llena de iniquidad y violencia. Los hombres declaran que la ley de Dios ha sido abrogada, que la Biblia no es auténtica; y como resultado arrasa al mundo una marea de maldad como nunca ha habido desde los días de Noé y del apóstata Israel. La nobleza del alma, la amabilidad y la piedad se sacrifican para satisfacer las codicias de cosas prohibidas. Los negros anales de los crímenes cometidos por amor a la ganancia bastan para helar la sangre y llenar el alma de horror. {PR 205.2; PK.275.2}
Nuestro Dios es un Dios de misericordia. Trata a los transgresores de su ley con longanimidad y tierna compasión. Sin embargo, en esta época nuestra, cuando hombres y mujeres tienen tanta oportunidad de familiarizarse con la ley divina según se revela en la Sagrada Escritura, el gran Príncipe del universo no puede contemplar con satisfacción las ciudades impías, donde reinan la violencia y el crimen. Se está acercando rápidamente el momento en que acabará la tolerancia de Dios hacia aquellos que persisten en la desobediencia. {PR 205.3; PK.275.3}
¿Debieran los hombres sorprenderse si se produce un cambio repentino inesperado en el trato del Gobernante supremo con los habitantes de un mundo caído? ¿Debieran sorprenderse cuando el castigo sigue a la transgresión y al aumento de los crímenes? ¿Debieran sorprenderse de que Dios imponga destrucción y muerte a aquellos cuyas ganancias ilícitas fueron obtenidas por el engaño y el fraude? A pesar de que a medida que avanzaban les era posible saber más acerca de los requerimientos de Dios, muchos se han negado a reconocer el gobierno de Jehová, y han preferido permanecer bajo la negra bandera del iniciador de toda rebelión contra el gobierno del cielo. {PR 206.1; PK.276.1}
La tolerancia de Dios ha sido muy grande, tan grande que cuando consideramos el continuo desprecio manifestado hacia sus santos mandamientos, nos asombramos. El Omnipotente ha ejercido un poder restrictivo sobre sus propios atributos. Pero se levantará ciertamente para castigar a los impíos, que con tanta audacia desafían las justas exigencias del Decálogo. {PR 206.2; PK.276.2}
Dios concede a los hombres un tiempo de gracia; pero existe un punto más allá del cual se agota la paciencia divina y se han de manifestar con seguridad los juicios de Dios. El Señor soporta durante mucho tiempo a los hombres y las ciudades, enviando misericordiosamente amonestaciones para salvarlos de la ira divina; pero llegará el momento en que ya no se oirán las súplicas de misericordia, y el elemento rebelde que continúe rechazando la luz de la verdad quedará raído, por efecto de la misericordia hacia él mismo y hacia aquellos que podrían, si no fuese así, sentir la influencia de su ejemplo. {PR 206.3; PK.276.3}
Está muy cerca el momento en que habrá en el mundo una tristeza que ningún bálsamo humano podrá disipar. Se está retirando el Espíritu de Dios. Se siguen unos a otros en rápida sucesión los desastres por mar y tierra. ¡Con cuánta frecuencia oímos hablar de terremotos y ciclones, así como de la destrucción producida por incendios e inundaciones, con gran pérdida de vidas y propiedades! Aparentemente estas calamidades son estallidos caprichosos de las fuerzas desorganizadas y desordenadas de la naturaleza, completamente fuera del dorninio humano; pero en todas ellas puede leerse el propósito de Dios. Se cuentan entre los instrumentos por medio de los cuales él procura despertar en hombres y mujeres un sentido del peligro que corren. {PR 207.1; PK.277.1}
Los mensajeros de Dios en las grandes ciudades no deben desalentarse por la impiedad, la injusticia y la depravación que son llamados a arrostrar mientras tratan de proclamar las gratas nuevas de salvación. El Señor quisiera alentar a todos los que así trabajan con el mismo mensaje que dió al apóstol Pablo en la impía ciudad de Corinto: “No temas, sino habla, y no calles: porque yo estoy contigo, y ninguno te podrá hacer mal; porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.” Hechos 18:9, 10. Recuerden los que están empeñados en el ministerio de salvar las almas que a pesar de que son muchos los que no quieren escuchar los consejos que Dios da en su palabra, no se apartará todo el mundo de la luz y la verdad ni de las invitaciones de un Salvador paciente y tolerante. En toda ciudad, por muy llena que esté de violencia y de crímenes, hay muchos que con la debida enseñanza pueden aprender a seguir a Jesús. A miles puede comunicarse así la verdad salvadora, e inducirlos a recibir a Cristo como su Salvador personal. {PR 207.2; PK.277.2}
El mensaje de Dios para los habitantes de la tierra hoy es: “Por tanto, también vosotros estad apercibidos; porque el Hijo del hombre ha de venir a la hora que no pensáis.” Mateo 24:44. Las condiciones que prevalecen en la sociedad, y especialmente en las grandes ciudades de las naciones, proclaman con voz de trueno que la hora del juicio de Dios ha llegado, y que se acerca el fin de todas las cosas terrenales. Nos hallamos en el mismo umbral de la crisis de los siglos. En rápida sucesión se seguirán unos a otros los castigos de Dios: incendios e inundaciones, terremotos, guerras y derramamiento de sangre. No debemos quedar sorprendidos en este tiempo por acontecimientos grandes y decisivos; porque el ángel de la misericordia no puede permanecer mucho más tiempo para proteger a los impenitentes. {PR 207.3; PK.278.1}
“Porque he aquí que Jehová sale de su lugar, para visitar la maldad del morador de la tierra contra él; y la tierra descubrirá sus sangres, y no más encubrirá sus muertos.” Isaías 26:21. Se está preparando la tempestad de la ira de Dios; y sólo subsistirán los que respondan a las invitaciones de la misericordia, como lo hicieron los habitantes de Nínive bajo la predicación de Jonás, y sean santificados por la obediencia a las leyes del Gobernante divino. Sólo los justos serán escondidos con Cristo en Dios hasta que pase la desolación. Sea éste el lenguaje del alma: {PR 208.1; PK.278.2}
“Ningún otro asilo hay,
Indefenso acudo a ti,
Mi necesidad me trae,
Porque mi peligro vi.
Solamente en ti, Señor,
Hallo paz, consuelo y luz,
Vengo lleno de temor
A los pies de mi Jesús. {PR 208.2; PK.278.3}
“Cristo, encuentro todo en ti,
Y no necesito más;
Caído, me pusiste en pie,
Débil, ánimo me das.
Al enfermo das salud,
Vista das al que no ve,
Con amor y gratitud
Tu bondad ensalzaré.” {PR 208.3; PK.278.4}
Testimonio: 30-12-2017
Amados, pensando en todo lo que Dios me ha mostrado en estos días, en algunas cosas que pido su sabiduría para poder entender aún más, en diciembre 30, 2017, en sueños me vi estando en una asociación. Era una asociación, también, adventista donde se estaban celebrando varias actividades simultáneamente. Las personas pasaban por una ventanilla donde les indicaban su lugar, y a la vez, dependiendo donde les tocare les daban una canasta con corazones, chocolates, y peluches. Otras canastas estaban con calabazas, calabacines, otras con guirnaldas, pero todas las canastas tenían algo en común: todas tenían un peluche de osito y un peluche de un ave que también era un osito, o sea un peluche chiquito. Pero había un ave en específico, esa ave estaba en todas las canastas, era lo que tenían en común todas ellas, y esa ave era un búho pequeño. {Daisy Escalante: 30-12-2017 , es.p1}
Entonces, ellos agarraban sus canastas, se iban al lugar —al lugar que les indicaban—. Vi luego como se comenzaron a celebrar estas fiestas de san Valentín, el día de la amistad, como sea, cristianizado. La fiesta de hallowen cristianizada, con caretas de animalitos, bizcochos, y dulces. Y también, pues, la de navidad. Entonces, cuando vi esto, dije desesperada: “¡Señor! ¡¿cómo puede ser?! ¿cómo puede ser que tu pueblo esté celebrando esto?” Entonces quedé observando y vi, en un momento dado, que estos peluches de osos y aves cobraron vida y comenzaron a crecer un poco. Y, cuando comenzaron a crecer un poco, comenzaron a morder a todos los que estaban allí presentes, y éstos gritaban como si los estuvieran matando. {Daisy Escalante: 30-12-2017 , es.p2}
Entonces al ver esto, les comencé a decir desesperada: “¡arrodíllense, arrodíllense! ¡Humíllense ante Dios para que alcancen misericordia!”, pero ellos no me hacían caso. No sé si era porque el dolor era tan grande, o la desesperación, pero, ¡no me hacían caso! Entonces, fue tan grande mi desespero por quererles ayudar —porque conocía dicha asociación y muchos de los que allí estaban—, que casi me desplomaba cuando apareció mi acompañante y me dijo: “vamos, es hora, su suerte ya está echada”. Entonces dije: “no”. Supliqué por no irme y que hubiera oportunidad para ellos, más mi acompañante me dijo: “vamos, ellos sabían, más no obedecieron”. {Daisy Escalante: 30-12-2017 , es.p3}
Entonces fui llevada a un gran auditorio y alguien estaba allí en la tarima y dijo: “ahora recibiremos al excelentísimo”. Entonces, dijo el nombre, más yo no escuché bien el nombre pero su apellido sí, y dijo: “Gregorio”. Entonces, mis oídos y ojos se abrieron ante aquella persona. Y vino a la tarima un personaje vestido de sotana blanca, con un cartel grande como un mural y dijo: “les voy a presentar al que me dio tan grande estrategia”. Entonces, cuando dijo eso, en esa tarima había como una cortina, y, tras esa cortina salió un personaje vestido, este personaje estaba vestido, de una sotana negra y era más alto que aquellos dos que estaban en la tarima. Entonces se inclinó al oído del que tenía la sotana blanca, y le decía algo en el oído. Entonces, luego, se retiró y fue tras la cortina de la tarima. En ese momento el personaje de sotana blanca exclamó: “¡es el momento!, ¡llegó nuestro día!” Entonces, vi cómo en este calendario gigante marcaba el domingo, y terminó diciendo: “ahora, gobernaremos”. {Daisy Escalante: 30-12-2017 , es.p4}
Entonces salimos de aquel lugar, y fuimos escaleras abajo, bajo aquel auditorio, y entramos en un cuarto súper grande, era un cuarto grande. Para mi asombro —fue tremendo cuando al ver allí, al entrar—, vi al enemigo de las almas. Entonces, estaba dirigiendo en aquella convención de ángeles caídos, es una cosa terrible ver este ser, y como él blasfemaba el nombre de Dios y lo maldecía a su gusto. Entonces, aquella escena fue tan, tan, ¡tan terrible! que pedí no estar allí, más se me contestó que era necesario. Entonces escuché cuando el enemigo dijo: “hemos cambiado los nombres de los meses y días del año por nombres paganos, que son música a nuestros oídos cada vez que son mencionados, hemos trastornado tanto el calendario que festejan nuestras fiestas y se han olvidado de las fiestas de Dios”, y dijo una blasfemia. “Entonces, ahora, no saben ni el tiempo en que viven, pues éstas marcan profecías y sus cumplimientos, las Lunas Nuevas”, y se rió ampliamente, y siguió diciendo: “las Lunas Nuevas, que aún en el cielo las practicarán cada mes, ¡ni se acuerdan cuando son y por qué son! Hemos trastocado todo, y corren a nuestro antojo”, seguía diciendo. {Daisy Escalante: 30-12-2017 , es.p5}
Entonces se rio con una carcajada terrible y, luego, paró la risa y gritó: “¡ahh, pero este Jehová no nos ha permitido cambiar su ciclo de siete días semanal! ¡y aún se sigue este conteo! Pero ya es nuestro momento para obligarlos a desistir de esto, pues ya todo lo demás está listo. Los obligaremos a desistir de esto por la fuerza, y sé que desistirán muchos que ahora están medio convencidos”. Entonces, en ese momento, paró y volvió a gritar. Y comenzó a mencionar el nombre de Dios de una mala manera, y dijo: “hay unos que no desistirán, pero los aplastaremos y mataremos, ¡porque es nuestro momento!” {Daisy Escalante: 30-12-2017 , es.p6}
Entonces ya no pude resistir más, no podía escuchar que este ser maldijera el nombre de nuestro Dios que ha dado su vida por cada uno de nosotros, y que es un Dios tan grande y tan maravilloso que hasta, aún, nos sostiene. Y nos manda mensajes de amor, y nos da su carta de amor que es su Santa Palabra, el Espíritu de la Profecía, para que podamos vivir con Él eternamente. Pedí salir de aquel lugar y se me concedió. Y le pregunté a mi acompañante: “¿qué significa lo de las Lunas Nuevas? No lo entiendo”. Y me dijo: “porque será que de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado vendrá toda carne a adorar delante de mí, dijo Jehová”. {Daisy Escalante: 30-12-2017 , es.p7}
Entonces fui llevada a un río, ese río era tan cristalino, era tan hermoso, allí amados había un árbol precioso, ese árbol estaba a un lado y al otro del río, estaba allí anclado por sus raíces en las dos riberas. Entonces yo vi allí, en ese momento, cómo llegaban de otros mundos seres, y pasaban bajo las hojas de este maravilloso árbol, y cogían dos o tres hojas y las comían. Y, cada uno, cogía un fruto. Entonces, proseguían en fila hasta la Santa Ciudad. Y pregunté: “¿qué tiempo es?”, y me dijo: “Luna Nueva”. Entonces, todos estaban felices y me dijo: “ninguna obra servil haréis este día”. Entonces, me citó: “Isaías 66:23”. {Daisy Escalante: 30-12-2017 , es.p8}
Entonces ante todo este maravilloso espectáculo, partimos y vinimos a este oscuro planeta, y fui llevada a una propiedad donde algunos estábamos allí preparándonos para el tiempo de no comprar y vender. Y una hermana estaba conmigo de frente al portón de aquella propiedad. Y, en ese momento, vi cómo sus hijos entraron —reconociendo yo sólo a uno de ellos—. Ella estaba feliz de verlos pues, todo el que entraba allí, por alguna razón sabíamos que iba a quedar dentro. Entonces, muchos más entraron, pero había personas que no habían entrado, y yo como que estaba en la expectativa de que también entraran. Entonces salí hasta el portón, y me quedé mirando, y vi que un joven venía gateando por la calle, estaba muy maltrecho con una apariencia de haber sido rudamente golpeado. Entonces, corrí a ayudarle y pudo lograr entrar, tan pronto pasó el portón, éste se cerró, no por mi mano sino por una mano invisible, y más nadie pudo entrar. {Daisy Escalante: 30-12-2017 , es.p9}
Entonces, en ese momento, vi —fuera del portón—, hermanos amados, que dilataron y pospusieron su preparación y siguieron tras otros protocolos de hombres. Entonces, yo comencé a llorar al verlos allí. ¡Deseaba que pudieran entrar, pero no podían!, aquella puerta no era cerrada por mi mano sino una mano poderosa la había cerrado. Entonces comencé a llorar amargamente, pero nada se pudo hacer, así [que] emprendimos viaje hacia la montaña, ayudándonos unos a otros porque había algunos desvalidos, otros estaban bien dolidos, para pasar allí el tiempo señalado por Dios. Entonces mientras estábamos haciendo esto, se me formuló una pregunta y pregunté: ¿por qué comieron hojas los que vi en el árbol de la vida?, entonces se me indicó que las hojas del árbol son para la sanidad de las naciones, y se me dictó Apocalipsis 22:2, en ese momento desperté. {Daisy Escalante: 30-12-2017 , es.p10}
Amados hermanos, no debemos dilatar, debemos hacer todos los preparativos, cueste lo que cueste, para ponernos a cuentas con Dios, porque el Señor está muy cerca. Todo lo que Él nos está indicando a través de los eventos que estamos viendo, a través de su Palabra, a través de todos los mensajes que Él está mandando alrededor del mundo por diferentes personas, es indicándonos que, si no nos alistamos, todo nos va a coger desprevenidos. Porque esto está muy cerca, ¡está a las puertas!, quiera Dios que cada uno de nosotros nos demos cuenta de este sentido de urgencia, y nos preparemos. Primeramente [en lo] espiritual, porque es lo más importante, y luego que, con firmeza y con buena voluntad, nos preparemos en la fase final, para la fase final, de este mundo. Porque el Señor ya está a las puertas, y solamente un poquito y el que ha de venir, vendrá. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 30-12-2017 , es.p11}
Isaías 66:23
23 Y será que de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrá toda carne a adorar delante de mí, dice Jehová.
Apocalipsis 22:2
2 En el medio de la calle de ella, y de uno y de otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol [eran] para la sanidad de las naciones.
Testimonio: 22-02-2018 #01
Amados, febrero 22, del 2018. En sueños, yo fui llevada a un lugar donde había una reunión de muchos líderes de niños, adolescentes y jóvenes. Había un gran debate en ese lugar en cuanto a la educación de estos niños. Entonces unos decían unas cosas; otros, otras. Otros, pensaban tener la razón. Entonces una hermana comenzó a hablar, y otra hermana se le unió, y convencieron a aquella gran multitud de darle a sus hijos lo mejor en la educación para educarlos. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p1}
Entonces, ellos trajeron una enorme guagua [autobús] y montaron a todos estos niños, adolescentes, y jóvenes, y se los llevaron. Entonces, pues, en ese momento yo les decía como que no se fuesen. Pero vanos fueron mis esfuerzos en hacerles entender, pues todos los que estaban allí soltaron sus hijos, como cuando sueltas un bulto que has cargado cuesta arriba por horas. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p2}
Entonces, ellos, creyendo a unas personas, pues, soltaron sus hijos. Entonces yo les decía: “¡pero es que van a creer en estas personas en vez de [en] un Escrito Está!” Pero ellos no hacían caso. Entonces, les comencé a exhortar que recordaran a Madison, que recordaran a Jesús, a Juan el Bautista, inclusive lo que tuvo que pasar Moisés antes de estar listo para ser usado —donde todo este protocolo tuvo que ser arrancado de él, y vaciado para llenarlo, ahora, de los dones, el ministerio, y la operación que Dios le estaba dando—. Entonces se burlaron y se fueron hasta quedar yo sola en aquel lugar. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p3}
Entonces mi acompañante me dijo algo muy triste, él estaba triste. Entonces lo que me dijo fue: “vámonos. Porque vamos a un lugar y vamos a ver lo que ha pasado”. Entonces, llegamos a esta gran casa, esta casa tenía muchos cuartos, y en cada uno de ellos había una escena diferente. Entonces en una, yo entré en un cuarto y vi niñas, eran niñitas, eran bebés, estaban muy bien arregladitas, estaban en las camas con muñecas y peluches. Entonces, estos muñecos y peluches estaban dedicados a lo malo, era lo que yo podía ver, lo que me estaban mostrando. Entonces desde chiquitas, estas cosas que vivían dentro de estas muñecas y peluches, los adoctrinaban en el mal porque estos muñecos estaban poseídos. Yo lo veía así: cómo los ángeles malos vivían dentro de esos muñecos y peluches. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p4}
Entonces, pasé a otro cuarto y vi un niño más grandecito, a mí entender este niño tendría como algunos 12 o 13 años. Allí estaba frente a una pantalla de videojuegos, su vida de aprendizaje espiritual pasaba como el agua en un vaso roto. Entonces él, pues, no era empapado ni lleno por esto, sino que solamente estaba en ese cuarto hipnotizado con ese videojuego. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p5}
En otro cuarto, cuando entré, allí estaba… era un cuarto, pues, sumamente oscuro. Allí estaba una niñita descansando, era una niñita hermosa con unos ojos muy pronunciados. Al entrar y tratar de abrir, yo, las ventanas para que entrara la luz, una fuerza me cogió por los brazos para que no los abriera. Pero mi acompañante me ayudó y pude abrirlas, y muchos muñecos salieron corriendo y se escondieron bajo la cama donde estaba esta niña. Así que yo tomé la niña, la saqué de allí, y se me indicó ponerla en una sala grande donde, en aquella sala, lo que se estaba leyendo era la Biblia constantemente. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p6}
En ese momento, salimos de esa sala y entré a otro cuarto. Allí vi padres, los padres estaban abrumados porque veían a sus hijos que estaban desesperados por las tareas escolares, que no les dejaban tiempo de calidad para educar a sus hijos en la real educación: que son las cosas de Dios. Los vi esclavizados, estaban oprimidos por huestes malignas que los rodeaban y no sabían cómo escapar. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p7}
Así que salimos de ese lugar, sin más pasar. Y seguimos el recorrido y fui llevada a otro cuarto donde, ahí, había jóvenes. Eran como unos tres jóvenes y estaban absortos en películas de violencia y ciencia ficción. Entonces vi a su lado, mientras ellos estaban ahí sentados, viendo estas películas, había ángeles; pero, estos ángeles eran malignos. Entonces, ellos procuraban que no escucharan otra cosa, nada más lo que ellos, pues, allí les estaban mostrando; lo que habían, ellos, preparado para ellos. Entonces, en ese momento, yo entré más cerca de ellos, y traté de que se dieran cuenta quién los estaba controlando. Pero, sus rostros, cuando me miraban, parecían como hipnotizados; no había forma de hacerlos entrar en razón. Entonces mi acompañante me dijo algo muy triste, me dijo: “vamos, su suerte ya es echada”. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p8}
Entonces, en ese momento, yo como que entré un poquito en desesperación, y dije: “¡Señor, pero, ¿qué vamos a hacer?!” Pero me dijo: “vamos”. Entonces, fuimos a otro cuarto, éste era más grande en espacio, allí vi jóvenes, como jóvenes adultos. Estos estudiaban, cada uno, libros de su preferencia. Y todos felices y ansiosos que, al acabar ese libro, pues, ellos lo que iban a esperar era la remuneración monetaria por haber estudiado estos libros. Entonces, en un rincón estaba el Libro de los libros; allí, yo vi la Biblia. Donde, se me indicó, que era la real sabiduría, el camino de la vida eterna. Y estaba allí, olvidado; y estaba empolvado. Ni uno de aquellos que estaban en aquel cuarto tenía atención a este Libro. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p9}
Así que salimos de ahí, fuimos a otro cuarto, y allí yo veía adultos. Todos ellos en sus afanes de trabajo secular. Ellos no tenían paz y eran rodeados por huestes malignas que los animaban a continuar por la remuneración material, aunque ellos se sentían que no debían hacerlo; pero las deudas los oprimían. Y algunos y otros, pues, tenían miedo de soltarse, por miedo de [¿perder?] su estado confortable que ellos sentían cuando estaban en esta situación. Así que les comencé a hablar, pero ellos tampoco me entendían, no sé qué pasaba. Entonces dije: “Señor, ¡¿por qué?! Mis ojos no pueden seguir viendo esto más, ¡quiero ayudarlos!” Pero, en ese momento, como que mis ojos se abrieron un poco más, y yo vi los oídos de estas personas. Y vi como unas manos negras que estaban tapándoles los oídos. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p10}
Entonces pregunté: “¿será siempre esto así?” Entonces, la voz me contestó: “ellos eligieron”. Entonces exclamé con mucho, gran, dolor —porque esto es muy difícil para mí—, entonces dije: “Señor, ¿cuán cerca estamos del mundo venidero?” Entonces me contestó: “ya los preparativos están listos, pronto estaremos en casa”. Entonces exclamé: “¡oh Santo, soberano Dios! ¿y estas personas? ¿qué será de ellos?” Entonces mi acompañante me dijo: “ven, te mostraré”. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p11}
Entonces salimos fuera de la enorme casa, yo la contemplaba de lejos. Comencé a llorar por ella, por la situación que yo había experimentado, había visto, en aquel lugar. Entonces, en ese momento, cuando ya yo estaba viendo esto, en ese momento vino un viento y arreció contra ella. Y una tabla de esa casa salió volando y cayó en mis pies. Entonces, yo me agaché a recogerla, y vi algo que tenía escrito, leí aquella inscripción que decía: “Laodicea”, en letras rojas. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p12}
Entonces, al levantar mi vista, volví a ver la casa, pero ya no estaba en su lugar. Había un grupo de pocas personas, vi allí bebecitos, niños, adolescentes, jóvenes, adultos, un grupito de personas estaban siendo educadas allí —en ese mismo lugar donde aquella casa ya no estaba—, por un hermoso y bello personaje que brillaba con sumo esplendor. Mis ojos no podían fijarse mucho en él, porque su esplendor no me dejaba casi ni verlo. Entonces, pude apreciar en un momento que su mano derecha estaba levantada al cielo y con la otra sostenía un libro que también brillaba. Y él los instruía, y todos entendían lo que este personaje les estaba diciendo. Entonces, comenzaron a caminar tras él, pero ya no a nivel suelo, sino que se elevaban, sus pies en el aire, yo los veía como ellos iban como elevándose poco a poco. Entonces exclamé: “Señor, ¿cómo llegaremos a este grupo? ¿a este nivel?” Entonces vi cómo se educaban, se educaban solamente de la Palabra de Dios. Y así se me fue instruido, que para llegar a este nivel solamente debemos educarnos de la Palabra de Dios. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p13}
En ese momento la escena cambió, vi padres que estaban educando a sus hijos en el hogar con la sola Palabra de Dios en sus manos. Y de ella emanaba toda rama de fuente de sabiduría para ellos y sus hijos, y cómo los ángeles llegaban y los asistían, y la paz reinaba en ellos. También vi jóvenes renunciando a sus deseos, expectativas, que ellos deseaban y que ellos querían. Estaban allí, devorando la Palabra de Verdad como cuando van a pasar por un examen exhaustivo y no pueden darse el lujo de reprobarlo, así estaban ellos. Entonces, vi también adultos, algunos estaban solos en esquinas, en lugares; otros, en familias. Y estábamos soltando todo por amor a Dios, sólo buscando su perdón y su aprobación. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p14}
En ese momento, también vi, cómo, en las familias, se iba cuarto por cuarto, rincón tras rincón sacando fuera de su campamento todo anatema, todo aquello que impedía la presencia de Dios en sus vidas, y estas personas gemían por las abominaciones que los rodeaban, y pedían ser librados de dicha contaminación. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p15}
Entonces, en ese momento, me volteé a donde mi acompañante y pregunté: “¿qué, pues, haremos ahora?” Y se me dijo: “alivianad vuestra carga porque la hora es casi llegada y empapad vuestro ser de la Palabra santa, justa y verdadera de nuestro grande Dios, porque el cielo es casi cercano”. Entonces, en ese momento, cuando escuché estas palabras “el cielo es casi cercano”, pregunté: “¿cuándo será esta gloriosa esperanza? ¿cuánto falta? Deseo partir”, agregué. Entonces él me miró sonriente y me contestó: “está ante ti la prueba final. Sé fiel hasta la muerte y se te dará la corona de la vida”. Entonces, en ese momento, yo exclamé, me salió un suspiro, y exclamé: “¡Señor, la prueba final, ¿quién podrá soportarla?!” Entonces me contestó: “ninguno que desde ya [no] deseche sus expectativas y deseos podrá triunfar, solo una rotunda muerte al yo los ayudará a soportar y vencer”. Entonces hizo una pausa, pero continuó diciéndome: “sólo una cosa ahora es de importancia, salgan de Egipto, celebrad la Pascua conmigo en el desierto, buscadme de todo corazón y viviréis”. Entonces en ese momento exclamé: “¡Señor, perdóname!” Entonces, le dije: “perdóname porque te quiero hacer otra pregunta más”. Y le dije: “¿qué es, para Tí, la Pascua?” Y, entonces, me contestó: “dejar de vivir para este mundo, y resolver sólo vivir para Mí y mi reino, como Enoc que celebró su pascua una vez y por siempre, y vive por siempre en mi reino”. En ese momento, amados, ahí desperté, ya no se me dijo más, ya no vi más. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p16}
Espero y ruego al Señor de todo corazón, que según esto ha impactado mi vida, pueda también impactar la vida de muchas personas que realmente estén buscando del Señor y que todos nos podamos encontrar en la Patria Celestial. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 22-02-2018 #01, es.p17}
Testimonio: 09-12-2018
Amados, diciembre 9, 2018. Mientras leía la Palabra de Dios, vino a mí palabra del Señor diciendo: hay camino que al hombre le parece derecho pero su fin es camino de muerte. Encomienda a Jehová tu camino, confía en él, y él hará. Muchos caminan en la indolencia y la presunción, sus planes, ¡sus planes!, son totalmente lejos de los caminos de Dios, más ellos piensan que están en lo correcto. Estos, en el camino, tropiezan vez tras vez, más aún insisten en su indolencia. No toman el tiempo para parar y preguntar a Dios si su camino está correcto o errado. Se me dejó saber que el que así haga, no se le dejará saber el propósito celestial para su vida”. {Daisy Escalante: 09-12-2018, es.p1}
“Satanás tiene que promover y vender constantemente la aparente felicidad. ‘Todo esto te daré si postrado me adorares’. Más Dios es el Soberano, Dueño y Creador de todo lo que existe, y no obra de tal manera como su adversario, ya que para él no existe la competencia. Él dice: Yo soy el camino, la verdad, y la vida, y aun el que esté muerto vivirá. Delante de ti pongo el camino de la vida, andad, pues, por él para que vivas”. Vi que cada cosa, por más insignificante que sea, debe ser sometida a Dios y buscar saber su voluntad. La ama de casa debiera preguntar a Dios qué debe cocinar a su familia para que ésta tenga buena salud, y el jefe de familia debería caminar de rodillas pidiendo dirección celestial para saber cómo gobernar bien su casa. Los hijos que causen penurias, se me dejó saber, a sus padres, el mismo Dios intervendrá con ellos en su obstinación. {Daisy Escalante: 09-12-2018, es.p2}
Se me dejó saber que el Señor está muy pendiente, en estos momentos, al desenlace final. Y que sus ángeles ministradores refuerzan sus esfuerzos en la última preparación de este mundo. No debemos, ni por un momento, descuidar nuestra preparación, amados, pues ésta no está del todo en nuestras manos. Nuestra parte es reconocer o aceptar nuestra culpa. Pedir perdón en oración y ruego. Humillarnos en aceptación y voluntad sometida sólo ante Dios. Entonces, Él obrará en nosotros su voluntad. “Miqueas 6:8”, se me volvió a repetir, ya que varias veces se me ha dicho. “Y Habacuc 2:4, son vitales para comenzar el proceso de santificación”, se me dejó saber. {Daisy Escalante: 09-12-2018, es.p3}
Quiera Dios que cada uno de nosotros podamos obedecer las palabras del Señor y hacer caso para que podamos tener la preparación que solamente podemos alcanzar a través de Cristo Jesús. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 09-12-2018, es.p4}
Miqueas 6:8
8 Oh hombre, Él te ha declarado lo que [es] bueno, y ¿qué pide Jehová de ti? Solamente hacer justicia, y amar misericordia, y caminar humildemente con tu Dios.
Habacuc 2:4
4 He aquí se enorgullece aquel cuya alma no es recta en él; mas el justo por su fe vivirá.
Testimonio: 13-09-2019 #01
Septiembre, 13, del 2019. En la noche, en sueños, yo veía que estaba en un lugar que se estaba usando de iglesia. Estábamos preparando el programa y, de repente, todo se resquebrajó, el dirigente tenía su cabeza dividida y no lograba transmitir orden. Vi que los jóvenes se desorientaron porque el líder transmitía ambivalencia. Entonces traté de hacerles saber, más por alguna razón no lo lograba. Los jóvenes se dieron a la disipación y luché por llevarlos otra vez a la claridad, fue un tanto difícil, pero con la ayuda de Dios, se pudo lograr. Vi llorar amargamente al dirigente, que tenía su mente dividida, le vi orar y llorar con mucho ruego ante Dios, y su lugar le fue restituido, con mucho trabajo, más fue otra vez dirigente de estos jóvenes. Vi cómo [a] los jóvenes se los llevaba la corriente de agua, pero él se abalanzó sobre ellos y los salvó de las aguas turbulentas, y no perecieron. {Daisy Escalante: 13-09-2019 #01, es.p1}
En ese momento, ahí, desperté, pidiéndole al Señor que cada dirigente de familia, cada jefe de familia, o dirigente de familia, ya sea una dama, pues por la situación de que está sola, no tiene esposo, seamos fieles a Dios. No tratemos de congraciarnos con nuestros niños, jóvenes o adultos por conveniencia, sino seamos leales a Dios. Y esa lealtad a Dios salvará a nuestros hijos. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 13-09-2019 #01, es.p2}
Testimonio: 08-03-2020 #01
Amados, 08 de marzo del 2020. En sueños, yo veía cómo la abundancia de las personas era nula y sin valor. Fui a visitar una familia que se sentía muy próspera por todo lo que tenía guardado en su enorme vagón. Lo abrieron para enseñarme, subimos a él, y vi allí que aquel gran vagón estaba agujerado y todo estaba mojado y en proceso de descomposición, todo estaba con telas de araña, sucio, desmerecido, más sus dueños eran orgullosos de tan llamada prosperidad. {Daisy Escalante: 08-03-2020 #01, es.p1}
Entonces fui llevada a otro lugar, a un gran continente, fuimos a Brasil, a una familia muy, muy próspera. Esta persona le oraba al Señor para que le ayudara a salir de la ciudad al campo, y el Señor permitió que así fuera. Al conseguir tierra comenzó los preparativos en ella; él había hecho promesa al Señor que, si le ayudaba, él se acordaría de su obra. Pero éste se olvidó y desechó su promesa. Fui llevada varias veces a su lado, y escuchaba sus conversaciones y, aun, sus pensamientos. Veía su proceder y cómo éste se desenvolvía con su familia y otras personas que allí estaban. Me dijeron: “habla”. Hablé y dije: “¿cómo puede pensar en bendición para usted y los suyos, si se olvida de las bendiciones de Dios y de sus promesas a Él?” Él me miró y se rió. Y me contestó: “son mis promesas, yo las hago y las retiro cuando quiero”. Me dio la espalda y se fue. {Daisy Escalante: 08-03-2020 #01, es.p2}
¡Fue triste ver cómo todo se le venía abajo!, porque él no tomó en serio la promesa que le hizo a Dios, y comenzó su lucha [en] solitario y se volvió amargado. Desperté en mi cama, amados hermanos, y allí meditaba en toda incertidumbre del hombre por aferrarse a lo que cree le da poder, no sabiendo que la bendición viene sólo de arriba, es decir de Cristo Jesús. Si somos obedientes a sus mandamientos, estatutos y preceptos, entonces, realmente, es que vamos a obtener la bendición. Quiera Dios que podamos verlo así, y que podamos aferrarnos solamente a Él, y cumplir delante de Él lo que cada uno de nosotros hemos prometido; porque Él es fiel y Él cumple sus promesas para con nosotros. Que el Señor los bendiga. {Daisy Escalante: 08-03-2020 #01, es.p3}
Testimonio: 08-03-2020 #02
Amados, 8 de marzo del 2020. Volví a dormirme, y se me dijo: “ven, hay un lugar donde debes ir”. Fui llevada a otro lugar donde una familia, que ya había salido al campo, construyó un enorme edificio de dos plantas al lado de su vivienda. Se me dijo: “dile que desista, pues esto sólo le acarreará desgracia”. Fui a donde este jefe de familia, y le expuse el caso, a lo que él contestó: “yo siempre fui hombre de negocios, y ahora, aquí, en el campo cumplí lo de salir, pero necesito negociar para poder seguir generando ingresos”. Me dijeron nuevamente: “dile que desista”. Le dije otra vez las palabras: “debe desistir, el cielo mira su obra y sabe que le acarreará maldición”. Pero él se rió y me dijo: “vamos, la llevaré a su casa”. Le dije: “no, no se preocupe. Según vine, así me iré”. {Daisy Escalante: 08-03-2020 #02, es.p1}
Fui sacada de ese lugar y regresé otra vez allí, a mi cama, amados. Ahí, desperté. ¡Fue tremendo ver cómo esta persona, por más que era advertida, no hacía caso! Sin embargo, el cielo, el Señor que está en los cielos, conoce el fin desde el principio. Quiera Dios que cada uno de nosotros podamos dejarnos llevar por las instrucciones de Dios, para que, así, nos pueda ir bien. Que el Señor les bendiga. {Daisy Escalante: 08-03-2020 #02, es.p2}
Testimonio: 02-07-2021 #02
Julio 2, 2021. Meditaba en tantas cosas que el Señor me ha dejado saber en estos días y, mientras meditaba en esto, se me dijo: “escribe lo que te diré”. Y aquí dejo estas palabras con vosotros. {Daisy Escalante: 02-07-2021 #02, es.p1}
“No hay cosa más terrible y horrenda en esta vida que sentirse bien y ser suficiente delante de DIOS. Es algo tan sutil, que traspasa la línea de la sabiduría humana, usurpando así el territorio divino, muchas veces, sin darnos cuenta”. {Daisy Escalante: 02-07-2021 #02, es.p2}
“La malignidad pecaminosa del pecado entretejido en nuestro ser, tergiversa lo verdadero, provocando incredulidad y rechazo [hacia] ello. Mientras, lo que es análogo a ella, [la malignidad,] y le da efervescencia de existencia, le es olor de grata aceptación. La iniquidad es esto: es esta aceptación gratificante de todo lo que abona la suficiencia propia en nosotros. Y, ésta, es la precursora de la prevaricación, que cuida y vela —con gran celo y audaz regocijo—, aquello que aporta hormonas morbosas a nuestro ser. La carne solo es sacrificada por un espíritu sujeto al SANTO DE ISRAEL. El no vivir más para vosotros, es la acción de vuestra carne. Y, el mismo espíritu, sujeto a Mí subyugará, esquivará y evadirá todo pensamiento que, bajo la influencia del ESPÍRITU SANTO inmediatamente capte que proviene del adversario de las almas. [Cuando] llegue [ese pensamiento,] inmediatamente se podrá contrarrestar”. {Daisy Escalante: 02-07-2021 #02, es.p3}
“Vuestra mente debe permanecer refrescada y esto sólo se puede conseguir entre árboles, animales y la meditación a solas conmigo entre las refrescantes aguas. Una mente influenciada de otra manera, estará afiebrada y fuera de toda conexión divina; y, ésta, será presa del adversario para muerte. Desde la creación de la raza humana, les puse en un huerto, para que su intelecto fuera cada vez más elevado, —¡creados a mi imagen y semejanza!— Allí, instituí el matrimonio, les di mis sábados. Ahora, ésto es lo que sutil y abiertamente se está atacando. No os dais cuenta que, de un huerto, pasáis a un supermercado. Y, ahora, hay catástrofes inducidas por una crisis hecha, ambiental y alimentaria. También puse una pareja, y ahora es atacada por el homosexualismo. Sutilmente, ésto creó una destrucción familiar, una mutación, como lo que vemos ahora. También allí, di mis Sábados. Y ahora, por el ecumenismo y el control religioso, estarán imponiendo el domingo, el primer día de la semana, haciéndolo llamar Sábado. Cuando realmente es una mentira, no es el Séptimo Día que YO mandé, que YO instituí; no es el Sabbath sino el sunday, día del sol”. {Daisy Escalante: 02-07-2021 #02, es.p4}
“¿Acaso no podéis ver una crisis ambiental por una encíclica ambiental? ¿una perspectiva de género a través del homosexualismo? ¿el domingo a través del ecumenismo? Todo aboga para reconciliar a un mundo para que vaya tras el día de adoración pagano. ¿No os disteis cuenta que esto comenzó en todo su auge en Estados Unidos, en el corazón de la ONU, cuando el usurpador fue, allí, puesto como líder mundial de la ONU? Fue allí, en aquel estado de Filadelfia, fue allí, en aquel 2015, cuando pasó —al frente de muchos—, ¡y muchos no se dieron cuenta! Y es lo mismo que está pasando ahora,” se me siguió diciendo, “todo está pasando frente a vosotros, ¡y no se están dando cuenta! ¿Acaso no podéis ver?” —seguía repitiendo—. “Muchos se preguntan: ‘¿por qué estamos en esto? Más, no se dieron cuenta que el principio de ésto comenzó hace años atrás”. {Daisy Escalante: 02-07-2021 #02, es.p5}
Otra vez volvía a repetir: “¿acaso no pueden ver? No podéis ver por las prevaricaciones que están en vuestro corazón” —seguía diciendo—, “porque el amor al mundo habló más alto que lo que el ESPÍRITU SANTO apela a sus conciencias. Más, sólo los entendidos entenderán. Serán chasqueados al ir a muchos, [porque] ellos podrán ver claramente las cosas y explicarlas, y esos [muchos se] burlarán de ellos, porque no las pueden ver. Más no desistáis, ¡avanzad! Haced todo lo que esté a vuestro alcance, e id y estad prestos. Solamente advertir, y no os quedéis. ¡Avancen porque el tiempo es corto!, y muchos, muchos de los que hoy no creen, cuando todo sea visto frente al velo, ¡muchos se unirán a mis filas! Avanzad” —decía nuevamente—, “¡avanzad! No os detengáis porque el tiempo es corto. Estad apercibidos”. {Daisy Escalante: 02-07-2021 #02, es.p6}
Estas fueron las palabras que recibí del ETERNO, y las comparto fielmente con cada uno de vosotros. Que el SEÑOR nos bendiga. {Daisy Escalante: 02-07-2021 #02, es.p7}