Himnario Adventista 1962
Himno 222
Tan triste y tan lejos de Dios
1
Tan triste y tan lejos de Dios me sentí
y sin el perdón de Jesús.
Mas cuando su voz amorosa oí
que dijo: “Oh, ven a la luz,”
( Chorus )
Yo todo dejé para andar en la luz,
no moro en tinieblas ya más;
encuentro la paz en seguir a Jesús
y vivo en la luz de su faz.
2
¡Qué amigo tan dulce es el tierno Jesús!
¡Tan lleno de paz y de amor!
De todo este mundo es la fúlgida luz,
el nombre del buen Salvador.
( Chorus )
Yo todo dejé para andar en la luz,
no moro en tinieblas ya más;
encuentro la paz en seguir a Jesús
y vivo en la luz de su faz.
3
De mi alma el anhelo por siempre será
más cerca vivir de la cruz,
do santo poder y pureza me da
la sangre de Cristo Jesús.
( Chorus )
Yo todo dejé para andar en la luz,
no moro en tinieblas ya más;
encuentro la paz en seguir a Jesús
y vivo en la luz de su faz.
4
¡Oh! ven a Jesús, infeliz pecador;
no vagues a ciegas ya más.
Sí, ven a Jesús, tu benigno Señor,
que en Él salvación hallarás.
( Chorus )
Yo todo dejé para andar en la luz,
no moro en tinieblas ya más;
encuentro la paz en seguir a Jesús
y vivo en la luz de su faz.