Himnario Adventista 1962
Himno 152
Hay una fuente sin igual
1
Hay una fuente sin igual,
la sangre de Emmanuel,
en donde lava cada cual
las manchas que hay en él,
las manchas que hay en él,
las manchas que hay en él,
en donde lava cada cual
las manchas que hay en él.
2
El malhechor se convirtió
muriendo en una cruz,
al ver la sangre que vertió
sin culpa el buen Jesús,
sin culpa el buen Jesús,
sin culpa el buen Jesús,
al ver la sangre que vertió
sin culpa el buen Jesús.
3
Y yo también, cuan malo soy,
lavarme allí podré;
y en tanto que en el mundo estoy
su gloria cantaré,
su gloria cantaré,
su gloria cantaré,
y en tanto que en el mundo estoy
su gloria cantaré.
4
Tu sangre nunca perderá,
oh Cristo, su poder,
y sólo en ella así podrá
tu iglesia salva ser,
tu iglesia salva ser,
tu iglesia salva ser;
y sólo en ella así podrá
tu iglesia salva ser.
5
Desde que aquella fuente vi,
mi tema
sólo fue
tu compasivo amor, y así
cantando moriré,
cantando moriré,
cantando moriré;
tu compasivo amor, y así
cantando moriré.
6
Y cuando del sepulcro ya
resucitado esté,
canción más noble y dulce allá
en gloria entonaré,
en gloria entonaré,
en gloria entonaré;
canción más noble y dulce allá
en gloria entonaré.